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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

SEMANA SANTA, RECUERDOS DE ESTUDIANTE (Por José María Urbano)

SEMANA SANTA, RECUERDOS DE ESTUDIANTE (Por José María Urbano)

Estudié todo el bachillerato en el colegio Virgen del Camino (León), bajo la gestión de los Padres Dominicos (OP), y lejos de haber quedado estigmatizado, como leo ahora en ocasiones por parte de quienes -cuarenta o cincuenta años después- recuerdan historias complicadas (que   respeto, pero que en todo caso yo tuve seguramente la suerte de no vivir), guardo un recuerdo imborrable de la Semana Santa en el colegio. Y eso no significa -el que sea imborrable- que disfrutara con todo lo que hacíamos.

Recuerdo que era una semana entera sin clase (fiesta), pero a la vez muy exigente. Incluso hasta en el comer, en donde lo del ayuno y abstinencia no era una figura retórica, sino un ejercicio físico y mental, entre los ‘ruidos’ del estómago y el vértigo de irte a la cama soñando con paraísos mucho más terrenales que los que en esa semana preconizaban nuestros segundos ‘padres’.escolania

Y recuerdo, sobre todo, que a partir del Jueves Santo, los que pertenecíamos a la Escolanía Virgen del Camino, que durante muchos años figuró  como una de las más importantes de este país, invitada a a participar en el congreso anual europeo de Pueri Cantores (junto a los Pueri Cantores de Viena, por ejemplo), no parábamos, atendiendo a los solemnes actos de la Semana Santa de León, que tenían en el Santuario de la Virgen del Camino uno de sus referentes. Por supuesto, incluidas las autoridades, las civiles, las militares y las mediopensionistas. En aquellos días, ‘todo León’ subía a la Virgen del Camino.

En todo caso, mis recuerdos más importantes son los musicales, los que durante esa semana nos obligaban a un esfuerzo añadido, con ensayos permanentes, y luego con una atención especial para que todo saliera bordado en los conciertos diarios. Días en los que había que alternar piezas de Palestrina con las de  Tomás Luis de Victoria y su Officium Hebdomadae Sanctae (en los que mi hermano Javier era el solista tenor, lo que me daba pie a mí, un bajo más en el coro general, para hinchar pecho), Mozart ó Haendel. Y el recuerdo especial de la Misa de Resurrección, a las doce de la noche del sábado (ahora las ‘resurrecciones’ se hacen a las siete de la tarde, esto ya no es lo que era), en la que el ‘Aleluya’ de Haendel (cinco voces mixtas) hacía temblar el techo del santuario.

Y un recuerdo final. Los integrantes de la Escolanía, tras los aplausos de un santuario lleno a rebosar, nos íbamos directamente al comedor del colegio, ya de madrugada, en donde nos esperaban, a modo de compensación, pastas con vino, servido en aquellos vasos de acero inoxidable, y seguramente reducido con agua y azúcar. Y al día siguiente, domingo, menú especial: cordero.

(La fotografía pertenece a un concierto más de la Escolanía Virgen del Camino, dirigida por el padre dominico Ángel Torrellas, un ‘mártir’ que un día lo dejó todo para dedicarse a los más necesitados en Centroamérica, en donde murió).

(Dedicado a concejales/as que “descubren”, hoy, la música en ruedas de prensa como si la hubieran inventado ellos/as, y a los que piensan, hoy, que la lucha por los derechos de los demás empezó cuando llegaron ellos).

(Publicado en EL COMERCIO DIGITAL) 

 

 


 

José María Urbano. Periodista. Jefe de Redacción de La Voz de Avilés-El Comercio. El relato de los hechos y los fundamentos de la opinión sólo pueden tener su base en el poder de los datos. En un mundo en el que imperan los clics, los shares, las notas teledirigidas, las ruedas de prensa sin preguntas y las declaraciones huecas en busca de un titular, hay que reivindicar el periodismo hecho por profesionales. Política, economía, cultura, deportes... la vida en general, tienen cabida en este espacio que pretende ir más allá de la inmediatez, la ficción y el ruido que impera apoyado en las redes sociales. El periodismo es otra cosa.

9 comentarios

Javier Cirauqui -

Corregir un lapsus, donde dije Hengel, quise decir Haendel.

Javier Cirauqui -

Urbano, decirte que aunque han pasado varios días, he leído tu artículo y te doy toda la razón en que uno de los recuerdos más vivos del Colegio es la celebración de la Semana Santa. en esta era fundamental la liturgia, sobre todo acompañada por la música. Tomas de Victoria, Bach, Palestrina, Engel, Jesús Hernández, Otaño, y un largo etc.
Recuerdo las pasiones cantadas y el recuerdo de los Viacrucis en la explanada, que compungían el corazón y los viacrucis en la capilla que nos llevaban a hacer un intenso ejercicio gimnástico para encararnos de rodillas a las estaciones de Lapayese que se representaban en las paredes de la Capilla de la Escuela Mayor.
De todas formas el Sábado de Gloria explotaba la alegría con el Aleluya de Haendel. Y algo importante, volvían las sesiones de cine, que casi siempre comenzaban con la Túnica Sagrada y un Victor Mature imponente.
Un fuerte abrazo. Javier

Fco. Javier Novel Garrido -

El artículo periodístico de José María Urbano, me ha hecho recordar aquellos momentos, hace exactamente 50 años, que pase mi primera Semana Santa, como apostólico y miembro de la Escolanía de la Virgen del Camino. Siempre mi vida ha estado después de mi salida del Colegio a los pocos años, a la Música, como aficionado a la misma y perteneciendo a Corales, Orfeón Pamplonés, Scdad. Coral de Bilbao y Capilla de Música de la Catedral de Pamplona, donde llevo muchos años y cada Semana Santa vuelvo a cantar La Pasión según San Juan y motetes del Responsorio de Tinieblas de Tomás Luis de Victoria, obras de Mozart, Haendel, J.S. Bach y música del archivo catedralício, para rematar la Gran Fiesta de Pascua, como alli se hacía, con el Aleluya de Haendel...
Unos días atrás, en este mismo blog alguien colgó el relato de la Pasión y la Pasión de Bach citada. Fué de gran emoción oir las voces angelicales de aquellos años, ahora soy un tenor, Niño del Coro de este Blog, que mientras la voz y la afición me aguante seguiré dedicándome a ello. Sólo tengo una cosa que me gustaría realizar, a pesar de mi dilatada vida músical y haber cantado con grandes directores mundiales, nunca he tenido la suerte de ser dirigido por
nuestro compañero Victor Pablo. Espero llegue ese momento y disfrutarlo.
Felices Pascuas y que la música os haga sentir paz, felicidad y buenos recuerdos.
Un saludo desde Pamplona y fuerte abrazo para todos.

José María Urbano -

Qué sorpresa más agradable, Pepe, encontrarte por aquí. Cuando pasan estas cosas es cuando te das cuenta (me doy cuenta) que somos (soy) un "despegao". No hay derecho a que no nos hayamos puesto en contacto para vernos, para darnos un abrazo, para charlar, para ir a comer y que se nos pase el tiempo volando recordando historias. No podemos retrasarlo más. Un fuerte abrazo. (Mi teléfono, para todos: 687 831 747).

José García Gómez -

Amigo José María, me alegra saber de tu vida, a través del blog, aunque de ella me informan amigos, o conocidos, comunes.
Gratos recuerdos, siempre, de mi paso por Avilés, donde pude tratarte y valorar tu trabajo y buen hacer, como profesional y como persona.
Bueno será invitar a todos los compañeros, a conocer, disfrutar y vivir, la, en mi opinión, mejor Semana Santa de Asturias, como es la de Avilés.
Ayer por la tarde, releía el libro de poemas:"Jesús del atardecer", publicado en 2006, y cuyo autor es D.José Manuel Feito, cura de Miranda, a quien bien conoces.
Es una auténtica joya, por eso voy a atreverme a compartir con todos, uno de sus poemas, el titulado: EN LA BALANZA AMOR.

El peso de tu cuerpo balancea
los brazos de la cruz. De tus dos manos,
ayer resurrección, hoy sueños vanos,
cuelga en viento su tesis maniquea.

Te prestas ante Dios como albacea
del Gran Perdón, a cambio tus hermanos
te venden y traicionan, ¡qué lejanos los días junto al mar de Galilea!

La cruz pesa mi vida: en un platillo tu insistencia, en el otro mi mudanza.
Aumenta más tu amor si más me humillo.

Añado un tanto así de confianza,
inclina más la tarde su amarillo,
y Tú ahí, en el fiel de la balanza.

Feliz Pascua de Resurrección a todos.
Un abrazo José María, y también a tu hermano, una de las mejores zurdas del balonmano en la paramera.

José María Urbano -

Saludos a Ramón y a Luis Heredia. De Ramón no me doy cuenta, no sé si coincidimos o no en el colegio, pero viendo lo que escribe y lo que dice es genuinamente de la Virgen del Camino.Y de ti Luis, cómo olvidarnos de aquellos festivales en el teatro y tus interpretaciones musicales!!! Un fuerte abrazo para ambos.

Luis Heredia -

José María, Urbanín II, me prestó más leerte aquí que en El Comercio. Debe ser porque te considero como de casa y ésta es la de todos nosotros. Aciertas de pleno en todo lo que dices, como siempre, y además por ser buen periodista, profesión que está en tu caso a la misma altura que tu persona.

¡¡ Qué días más emocionantes los de aquellas Semanas Santas vividas tan intensamente¡¡

Como dice Ramón, feliz Semana Santa a todos.

Ramón Hernández Martín -

Me sumo de muy buen grado al sentir de J.M. Urbano y a la valoración que hace de su paso por La Virgen del Camino (en mi caso, Corias) de estudiante-apostólico en absoluto estigmatizado por los contenidos y por los métodos habituales de la educación que él y más nosotros, los más viejos, recibimos, por más que los contenidos fueran densos y los procedimientos, duros y hasta inhumanos. Es más, si algunos logros (pocos) ha habido en mi vida, suelo atribuirlo a la seriedad y a la solidez de aquellos años, y, si algún fracaso (muchos), a mis impericias e indolencias. Celebro con él también la cercanía geográfica, pues entre Mieres y Avilés media poco más de lo que pudiera alcanzar un silbo gomero, cercanía que se acorta en lo que a "La Voz" se refiere, pues en la última etapa de "La Voz de Asturias" (periódico de papel) publiqué durante quince meses un artículo semanal que pretendía lo aquí predicado sobre el periodismo de ley, de ir "más allá de la inmediatez, la ficción y el ruido".
Por lo demás, feliz Semana Santa. Hoy, algunos manifiestan sus condolencias a la Virgen, Madre de Dios, por la muerte de su hijo hace más dos mil años. Puede que lo hiciéramos mejor condoliéndonoss por los cientos de miles de víctimas que en nuestro tiempo siguen cayendo a manos de semejantes que -¡insensata paradoja!- les deben amor. Pensemos mejor que ya es primavera, que la naturaleza brota y que, tras el duro invierno de nuestras vidas, también en nosotros brotan ilusiones y proyectos y simpatías y flores, y se producen resurrecciones.

José María Urbano -

Jose Mari, muchas gracias por publicar esta pequeña reflexión de hoy, que he querido escribir en mi blog, 'Dame buenas noticias'. Un fuerte abrazo para ti y para todos los compañeros que pasaron por el colegio.