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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

AZUL CIELO DE LEÓN

AZUL CIELO DE LEÓN

Hay diferentes variedades del color azul, marino, ultramar, eléctrico, cobalto, cerúleo, verdoso, celeste, etc.

Pero estaréis conmigo en que no está oficializado el AZUL CIELO DE LEÓN.

En este momento queda "inaugurado".

En la foto mi amigo-hermano Quique Muñiz ante el Santuario, en el que reza por todos cada vez que entra en él, protegido por el cielo AZUL CIELO DE LEÓN.

11 comentarios

vibot -

...para seguir como Argüeso con las alusiones a Amanece que no es poco, "impotentia coeundi" es lo que los guasaps y feisbuqs nos pueden acabar produciendo, como a esos ancianos de más arriba que ya decían "los ojos, hijo, sólo los ojos"...

Luis Heredia -

Haber, hay de todo un poco. No había caído yo en la cuenta del argumento del wasa.

Resulta que nos wasapeamos más a menudo por ahí que hablamos por aquí. ya sé que no es comparable la inmeditatez y facilidad de medios de un sistema que lo llevas entre las manos a todos los sitios.
A pesar de que también estoy conectado al blog desde un Ipod o un móvil o cualquier otro artilugio, intervenir en el blog requiere reposo y reflexión y son noticias de un diario íntimo del que ya no puedes prescindir de acercarte a él no más de dos días.
Un abrazo para todos

Fernando Alonso Díez -

Y no llevamos tantos años utilizando las redes sociales, primero nos hemos asombrados por su capacidad para recibir y transmitir información, por sus posibilidades para encontrar, mantener y establecer lazos o por su inmediatez para resolver curiosidades. Sin embargo no ha pasado demasiado tiempo y nos vamos dando cuenta de su desmedido poder (si hay poder excesivo hay abuso), anulan o sabotean nuestra privacidad o teledirigen nuestra libertad, son instrumentos creados para entrar en nuestra vida personal y hacer públicos nuestros deseos o nuestras frustraciones sin nuestro permiso y poco a poco nos vamos dando cuenta de que el tributo que nos piden es desmesurado y por eso muchos tratamos de abandonarlas, aunque no siempre podamos. Y sin embargo, no todas las redes sociales son iguales, algunas son menos iguales. Algunas que casi nunca utilizamos son claramente añoradas, las cartas de nuestra madre, de nuestra novia, de nuestros amigos…, esa "red social" solo tenía ventajas y algún inconveniente comprensible, se hacían esperar demasiado. En la misma línea tenemos el "Email" o correo electrónico, con la misma capacidad y más inmediatez que el correo postal de toda la vida y que, cada vez usamos menos, a pesar de que sí preserva nuestra privacidad, pero exige atención y cuidado para que el mensaje llegue "especialmente" a nuestro receptor. Y nuestro Blog, es RED SOCIAL "privada", de andar por casa, con todas las ventajas: muchísima y buenísima información, privacidad, respeto, libertad, sin segundas intenciones...
Amigos, Veo la botella medio llena. Para muchos de nosotros es la única red de consulta, el resto, música clásica, lectura varías y atender a los nietos. Un abrazo para todos.


Jesús María Herrero Marcos -

¿A alguien le puede parecer inactivo o flojucho un blog con tres millones de visitas? ¡Vamos, ni a los de letras...!

Jesús María Herrero Marcos -

Donde esté blog... Escribir, lo que se dice escribir, no escriben muchos, pero leer casi todos. Escribir se ve. Leer no se ve. Ese es el problema. Cuestión de fe. Besos a todos.

Francisco Javier Cirauqui -

Siempre que oigo lo de cielo azul, me acuerdo de una poesía que el escritor navarro José María Iribarren, dedicó a Boni San Martín, una de las accionistas del Monte Igueldo, descendiente de Don Hilarión Eslava de Burlada.
Recién salido del colegio estuve dos veranos en su casa de San Sebastián, con mi familia, eso sí en el piso del servicio.
El escritor estaba hondamente enamorado de Boni y esta no le hacía ni caso. El poema decía así:

Cielo azul, plomizo, llueve.
Veo temblar una acacia.
la inspiración se conmueve
al nombrarte: !!!Bonifacia!!!

De todas las formas recuerdo los cielos azules de León y los cielos grises, los nubosos y los dorados, sobre todo el cielo estrellado que divisaba desde mi camarilla.
Los cielos del páramo de la Virgen, los cielos de la montaña, de la Vecilla, Villamanín, Riaño, Villafranca y Ponferrada.
Yo sigo enganchado al blog y al dictado de Josemari, aunque ultimamente el nivel es tan alto que haya que escribir un libro, una tesis o un profundo ensayo.
Yo seguiré con mis pichorradicas para contar mis recuerdos de mi infancia y adolescencia y dejaré los guasas y los feisbuses para los "me gusta" y los emoticonos. A seguir con el blog.

Antonio Argueso Gonzalez -

Pues sí, está claro que "hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad", que decía Don Sebastián y pasa lo que pasa, que nos vamos a lo fácil. Pero creo que esta página es insustituible; me temo que ninguno de los otros medios puedan soportar tanta información como aquí hay. Es decir que, JoseMari ¡todos somos contingentes, pero tú eres necesario! No lo olvides.
¡Ah! y ese azul leonés, sublime

Ramón Hernández Martín -

Claro, José Manuel, ¿de qué otra cosa podríamos hablar, sobre todo los más mayores? En cierta ocasión, vi a dos viejos tomando el sol en un banco y a una buena moza que pasaba delante de ellos. Sus risitas cómplices y mutuas confidencias les delataban. "¿Qué, la cosa tira?", les dije. Y uno de ellos, muy espontáneo, me respondió: "los ojos, hijo, solo los ojos", y los tres echamos una de esas carcajadas que parecen brotar en el fondo de los pies y sacudir todo el cuerpo. Pues eso, aunque solo sean los ojos. Por mi parte, iba a comentar el apunte de Marcelino sobre la "guasa" esa, proponiendo dejar el blog para lo trascendente y hacer, si fuera posible, un grupo de WhatsApp con todos los destinatarios del blog para las naderías de la vida de cada día, pero ya veo que hay dos y también en declive. En fin, lo de comunicarse depende, en última instancia, mucho de la cabeza, pero más del corazón. Por ello, me limitaré a lo de "solo los ojos" y seguiré contemplando el cielo de León o el de San Isidro o, aunque solo sea, el plomizo de Mieres. Gracias, Marcelino. Gracias, José Manuel.

Jose Manuel García Valdés -

Me alegra que Marcelino diga lo que ha dicho ( no tiene nada que ver con aquello de: "digan lo que digan ...), porque el cabrito de él lo sabe decir muy curioso, limpio y con buena prosa, se nota la mano del P. Sanz. Habla de agotamiento, claro, vamos siendo mayores, abrir el ordenador supone un esfuerzo; habla de otras formas de comunicación, claro, tenemos dos grupos de guasap, y ya no sabemos en vual escribir. Propongo que los que aún somos jóvenes y escribimos en los guasapes lo hagamos, escribamos, lo mismo aquí, volviendo a los orígenes.
El Chemari tiene sentirse escasamente motivado para proponer asuntos. Sugiero que "Hablemos del amor una vez más".
Abrazos

MARCELINO IGLESIAS -

Diáfana luz del día, azul intenso del cielo enmarcan el escorzo de la toma y muestran la belleza de la fachada del Santuario. Y ante él, la (aún) esbelta figura de Quique se muestra y se presta a que compartamos con él ese instante en el esplendor intenso del azul del mediodía. Azul cielo de la Paramera.
Sin embargo, compañeros, qué contraste con la lánguida —gris y apagada– vida de esta ventana abierta al pasado desde nuestro presente en que tantas vivencias, alegrías y cuitas comunes venimos compartiendo desde hace ya once años. Sigue en pie, no obstante, gracias al empeño renovado cada día de muestro impagable Furriel en Jefe, que nos sigue proponiendo magníficas entradas como esta.
Desidias no olvidadas y agotamiento de ideas tal vez, aventuro que buena parte de la precaria existencia que este blog lleva de un tiempo a esta parte es debida al auge de otros medios de comunicarse, rápidos e instantáneos. ¿Os acordáis de lo reveladora que fue aquella canción de finales de los 70 El video mató a la estrella de la radio? Pues me arriesgo: a mi entender, el wasapeo está ahogando a la estrella del blog.
Estimado Josemari, gracias por todo. Y a seguir si es tu deseo. Saludos para todos cuantos abrís cada día esta ventana.

Ramón Hernández Martín -

Podía venderse en parcelas, ¡jajajá! Yo lo conozco, pero desde San Isidro, con la nieve que este año se le resiste y que le da más luminosidad. ¡Ánimo, compinches, ahora ya podemos decir que queremos ir al cielo... de León. Feliz día, clara mirada, dulce esperanza.