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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LA FAROLA (Por Baldomero)

LA FAROLA (Por Baldomero)

Querido y admirado Josemari. Me has enviado, para comentar, una lámina del test de Rorschach. No está confeccionada con manchas, pero tiene el mismo efecto: sirve para que uno “proyecte” en ella y desembuche lo que lleva dentro. Por eso EL PITU, sabio de la Aldea Global, que es también un psicólogo de pro, acuñó con gran acierto el nombre de “test proyectivos” para designar este tipo de pruebas. Acepto el reto de “desnudarme” y digo que lo primero e inmediato que vi en la foto nada más abrir tu correo fue la simbología de la luz. Mi “proyección” la desencadenó esa farola que destaca en primer plano y que, inclinada, abraza en actitud protectora todo el conjunto, dando destacada luz al lateral izquierdo y al camarín del santuario y dejando en la oscuridad lo que está fuera de su radio. Por eso, las personas que recorren el cubierto atrio lateral “caminan en la oscuridad”. Pues vayamos a la luz. Pero no la enfocaré desde el punto de vista del docto Fernando Box, especialista físico en teoría óptica; ni desde la perspectiva del Ministro y de su maestro, nuestro añorado y querido Evelio Pesquera, que, pertrechados de un equipamiento rudimentario y con la ayuda del forzudo Antonio Argüeso, subirían a la farola a cambiar sus “luminarias” por las de tecnología LED y, de paso, escalarían a lo más alto de la torre–cruz para arreglar el piloto rojo que, cuando se esconde la “luz” del sol, avisa a los navegantes del aire para que no se estrellen contra ella; ni tampoco mi visión será la de un fotógrafo avezado en el uso del Photoshop, el cual, posiblemente, corregiría la aberración del objetivo de la añeja cámara que hizo la foto enderezando la farola y equilibrando la “luminosidad” de algunas zonas. Mi enfoque será la simbología de la luz, porque veo la foto expuesta en el espacio “O Lumen” de Madrid, que, con acierto y mucho éxito, dirige pJavi Carballo.

Y, ya dentro de la foto, oigo que salen del santuario–basílica las voces blancas de unos niños que cantan a tres voces el hermoso “Oh, luz de la Iglesia” de D. Joaquín, cuyo acompañamiento guardarán como oro en paño Maxi Olóriz o Santines Vibot y que me haría feliz si lo compartieran conmigo. Desde el lado izquierdo, y ya fuera de la foto, me llegan los sones gregorianos de unos frailes, que, en procesión, glorifican gorjeando a su fundador con la antífona “O lumen ecclesiae”. Por la mañana, como era el día de las Candelas, habían procesionado cantando el hermoso “Lumen ad revelationem gentium”, del “Nunc dimittis” del anciano Simeón. Eso sí, con pPedro dirigiendo y llamando al orden interpretativo a pMorán y a pTascón porque desafinaban y no hacían suave los finales. También a pLanz. Con pCalzón no se atrevía a reprocharle el excesivo vibrato de su voz, porque para eso era el jefe soberano. 

 

         Creo que la luz, junto con el agua, son los símbolos más utilizados por las religiones para expresar sus misterios. La Biblia se abre con la luz de la creación en el Génesis, 1-2 y se cierra con el esplendor de la luz de una nueva creación y de una nueva Jerusalén en el Apocalipsis, 21. Entre estos dos polos se pueden encuadrar los diversos textos y los diversos significados que el tema de la luz expresa y desarrolla a través de su propio campo semántico: la vida, la felicidad, la salvación, la paz, la bendición, la presencia divina, el día del Señor. Incluso el nombre y la realidad de Dios se expresa a través de elementos de nuestro mundo ricos y densos de simbolismo, entre los cuales está la luz.

 

Pero al lado del valor luz, la Biblia expone también el tema del contravalor tiniebla, o tinieblas, que es la negación de todo el contenido polisémico del simbolismo luz.  Las tinieblas son el símbolo del peligro, de la enfermedad, del dolor y de la muerte, de la amenaza y del miedo, de la mentira, de la oscuridad, de la ceguera, de la muerte y de la noche. Para la Biblia, la luz y las tinieblas son un símbolo de todo lo que existe de positivo o de negativo en el ser humano y su mundo. El hombre que prefiere las tinieblas pierde la orientación más conveniente para él y arrastra una existencia orientada hacia la perdición. La salvación más allá de la muerte se describe como el triunfo de la luz y como una transformación de las tinieblas de la muerte en luz de la vida.

 

En la foto, sería desacertado contraponer la luz de la farola al símbolo de muerte y de tiniebla que significan la cruz y el sepulcro que componen la decimocuarta estación del viacrucis de pCoello de Portugal. Ciertamente, cuando Jesús expiró, las tinieblas se extendieron por toda la tierra, pero el autor del evangelio de Juan relata que la entronización (resurrección) tuvo lugar en la elevación de Jesús en la cruz. Nuestro santuario rezuma simbología de la luz en todos sus rincones.

 

         Y ahora entra Eladio Chávarri con una aportación magnífica sobre la luz como orientadora de nuestras vidas: los horizontes de sentido.

 

1.       ¿Qué se quiere decir en realidad cuando se atribuye a una actividad algún horizonte de sentido? Es muy probable que las primeras actividades humanas que recibieron tal atribución fueran los movimientos en el espacio vital humano. Las implicaciones con el medio, el sustento diario, la protección, la comunicación con otros grupos más próximos y lejanos eran de mucha estima para la existencia del nómada. El hombre primitivo dependía de los lugares no menos que nosotros del contrato de trabajo o de la pensión. Su vida se desenvolvía en redes de relaciones espaciales con muchas cosas. A aquellos hombres les era intrínsecamente necesario tener bien orientados sus movimientos en sentidos espaciales varios y precisos. Como es obvio, la orientación y el sentido espacial de sus movimientos eran al mismo tiempo orientación y sentido de la vida. Hallarse perdido en el espacio vital casi equivalía a hallarse perdido en la vida.      

 

         Sabemos, por otra parte, que las direcciones espaciales oriente–occidente, norte–sur, delante–detrás, izquierda–derecha, arriba–centro–abajo imprimieron caracteres decisivos a la vida de muchos grupos humanos estabilizados. Dicho sea de paso, el parentesco común inmediato de los vocablos ‘orientar’ y ‘orientación’ parece ser oriens = oriente. La aldea o la ciudad se constituyen en centro y símbolo del mundo. Las actividades adquieren en gran parte orientación y sentido de la carga significativa que se atribuye a las direcciones y sentidos espaciales. La región de arriba, el cielo, se halla henchida de los valores supremos de la existencia; en las partes de abajo, en los infiernos, habitan los agentes enemigos y destructores del hombre. El oriente es la región de la luz y de la vida; el occidente, la de las tinieblas y la muerte. Energías poderosas que llenaban las diversas orientaciones y sentidos espaciales –concentradas muchas de ellas en espíritus y dioses– regían las actividades de los hombres, otorgándoles sus correspondientes orientaciones y sentidos. Los rayos luminosos del bien, y los tenebrosos del mal, atravesaban de parte a parte todas las obras del hombre. Nada escapaba a su penetrante influjo. Las propias actividades de los sabios brujos, hechiceros, chamanes, místicos, sacerdotes y reyes, a pesar de su específica dignidad, recibían orientación y sentido de las fuentes espaciales. 

 

         Así pues, para muchos hombres, el espacio cargado de energía vital y mortífera ha sido punto de referencia de numerosos horizontes de sentido de sus propias vidas. Por supuesto, no ha ocurrido siempre así, y no ocurre en concreto para la mayoría de nosotros. ¡Hemos desencantado el espacio en todas sus direcciones!, aunque no pocos aún tratan de leer sus vidas en las cartas y en las estrellas. Quizás no estemos tan alejados unos hombres de otros en este asunto del sentido. 

 

2.       Para nosotros, los que pertenecemos al mundo de la producción y del consumo, el horizonte de sentido de todas nuestras vidas es nuestro modo de ser hombre, que no es otro que el del ser Humano Productor Consumidor. Esta luz u horizonte de sentido “productivo–consumista” marca a fuego la orientación de todas nuestras acciones. Nuestras conductas ante la vida y la muerte, ante las demás personas, ante la Naturaleza y ante uno mismo son iluminadas –y ensombrecidas, no lo olvidemos– por el LED del consumismo. Nuestros valores y contravalores biopsíquicos, económicos, epistémicos, estéticos, éticos, lúdicos religiosos y sociopolíticos tienen la tonalidad y el revirado de la “mercancía”. 

 

         Y ahora espero que el Pitu de Casorvía haga el diagnóstico de mi “proyección” sobre la foto. Sé por fuentes fidedignas que siempre tuvo un “negro” argentino, de profesión psicoanalista freudiano, que era el que le llenaba de verborrea los informes que mandaba a los padres de los alumnos. Que no caiga en la tentación de valerse del susodicho psicoanalista argentino, porque sé a ciencia cierta que me iba a tildar de “neurótico fálico”, porque lo primero que he visto en la foto fue la farola y he señalado a Pesquera y a su aventajado discípulo el Ministro escalando por la torre–cruz hasta llegar a la cumbre. Y también, la alusión al “erguido gigante” Argüeso. Los únicos Falos que conozco a mi edad son los asturianos que se llaman Rafael.

18 comentarios

Santos Suárez Santamarta -

Baldo:

Tras el alegato largo
y rotundo que antecede
yo creo que no procede
dar cumplimiento a tu encargo
Me ocuparé sin embargo
de lo que a ti te convenga.
Tal vez, cuando tiempo tenga,
volcaré en versos sencillos
tus ya famosos “ladrillos”
al idioma machiguenga.

José Manuel García Valdés -

Cada vez lo pones peor. Debe ser verdad que todo está en internet pero yo tengo la impresión de que tú no consultas Internet, ésta te consulta a ti. Me estoy temiendo que nos estés engañando, me da que tú no estás esposado con Julia, la santa, (lo que tendrá que oír y aguanrar), en realidad tú estás casado con una tal Wiquipedia, que vino del Perú
en el cajón de los palimpsestos esos , con la que te comunicas no por vía biofisiologica sino por el cable del USB. En ese acto biofisiológico se produce la transferencia de tanto dato y conocimiento. El día que vea a Julia, de forma disimulada, me fijaré en ella por si descubro lo que tú nos ocultas.
Admito que te metas conmigo pero, coño, deja en paz a los pocos que se atreven a ponerse de mi parte. Es verdad, Juan, Manolo, me lo enseña todo y yo a él, lo malo es que cada vez tenemos menos que enseñar. Cuando pudimos haber andado por los maizales mno pudimos, en la paramera no había maizales, ahora ni maizales ni capacidas para andar.
Mi santa me está reclamando para labores de cocina, me hace un favor porque mi internet no me da para más. Voy a ver si estos días me releo el Espasa para estar a tu altura.
Te mentiría si te dijera que en Casorvida se inventó el palimpsesto, pero la técnica del raspado la usamos mucho para desparasitar a las vacas.
Amigo Baldo, WWW, no te canses de cansarnos, ahora lo que nos sobra tiempo, incluso ganas. Cuando desempolves los palimp no se qué me avisas.
He tomado una decisión, como no me dejan marchar del Retiro madrileño hasta Junio/Julio, me voy a la gasolinera más cercana y me meto en los bajos de un camión, el domingo como fabada en Cadorvida. Ojo, vosotros aguantad que ya podéis ir a tiraros a la fresca al huerto.
Abrazos.

Ramón Hernández Martín -

Querido Baldo, Hermano Promotor de Cantos: sobre todo tras el ahogado ¡SOCORRO! que precede, te veo muy necesitado de aprovechar hasta el último segundo la tres horas de libertad diarias que tan graciosamente acaba de concedernos a los mayores de 70 años el todopoderoso ministro Illa. A mí, por ejemplo, me crea un problemón al dividirlas en dos por la mañana y una al atardecer, pues las dos horas matinales me van a venir un poco justas para la turné de unos 13 kms que hago cuando salgo a caminar, paseo que me lleva sobre 125 m, incluidos estiramientos y evacuaciones. En fin, o aligero el paso o acorto el trayecto. Este bendito Illa, frente a las cámaras, es todo un dechado de de belleza y alegría. ¡Lástima de un Cervantes para "fotografiarlo"! Tú, querido Baldo, aprovecha, que seguro que podrás circunvalar Oviedo varias veces.

Federico Esteban Monasterio -

¿? ¡SOCORRO!

BALDO -

Al ver el escrito del Casorvidense, estuve veinticuatro horas velando armas en la torre–mesa de mi castillo–habitación para que Julia pudiera armarme caballero y así estar justificado para desfacer los entuertos en los que me habían metido los “negros” cervantinos de la Academia Platónica Casorvidense. Por eso no tuve acceso al blog hasta que colgué el desentuerto, con lo que desconocía las intervenciones que había en él. Ahora quiero contestarlas muy brevemente a todas. Olóriz, querido, ¿de dónde sacabas todas aquellas armonías de factura tan bella en tus acompañamientos con acordes que solo tienen tres notas o a lo sumo cuatro? Hermanín Manolón: tú le enseñaste a tu querido Pitu muchas picardías lazarillescas y celestinescas en las romerías de los pueblos. Humor con humor se pagan. Santines Santamarta: tu maestría versificadora y tu visión de águila y tu fino olfato para llegar a la entraña de los acontecimientos es de todos conocida, reconocida y alabada. Te he encargado una misión. Sé que no te vas a olvidar de ella. Querido Luisín el de mi añorada Goyina la de Luis: conozco parte de tu sabiduría cervantina y sospecho que aconsejaste el Casorvidense en su factura quijotesca para ironizar y satirizar mis ladrillos, pero reconozco que dejar caer una frase brillante como la que pones en boca del padre (“Es que hace Ud. unas rayas…) es conocer, dominar y haber interiorizado la sutileza del Manco de Lepanto. Lo de las sopas de ajo –¡bandido!-, tú tienes escritas una recetas sobre este manjar y que espero que pronto tengan su merecida publicación. Francisco Valero: sé que eres un topo de la factoría de la Academia platónica Casorvidense. El hablar de que no entiendes, concuerda con la burla que han hecho los “negros” cervantinos de mis ladrillos, extemporáneos, que pocos entienden y que no interesan a nadie. Maestro José Ramón Soriano “Rech”, de Ontinyent. Mi santa, Julia, te ha querido siempre mucho. Yo, también. Es una pena que no haya grabaciones de aquel ¿ochote? de voces graves que dirigías en el curso anterior a la llegada de Torrellas a La Virgen. El “Domine, non sum dignus” y el “O sacrum convivium” de Vitoria sonaban en tu dirección como la de Pro Cantione Antigua de Bruno Turner. Ramón, te voy a decepcionar con lo que voy a contarte de nuestro común y genial Maestro. A pesar de todo, seguiremos teniéndolo como la mejor luz en este caminar del ser Humano Productor Consumidor (el bueno de Justino, un profesor en Valladolid, leía el HPC de Eladio como Hijo Puta Cabrón). Y, por último, a ti, bendito Pitu, que tienes la bonhomía y la gracia de reírte de ti mismo, de poner alegría en este bloc y de haber escrito un “ladrillo” de humor de muy alta calidad. Como eres tú. Me preguntas que de dónde saco lo que escribo. Todo está en internet. Si yo quiero describir a Pily como hermosa, puesto que lo es, no puedo ir a buscar en internet cómo ve Sancho a Dulcinea del Toboso, porque me saldría lo siguiente: “Se hacía llamar Dulcinea del Toboso (en realidad se llamaba Aldonza Lorenzo), se creía princesa (era hija de aldeanos), se imaginaba joven y hermosa (tenía cuarenta años y la cara picada de viruelas). Finalmente se inventó un enamorado al que le dio el nombre de don Quijote de la Mancha”. Y en otro lugar dice Sancho: “Bastaros debiera, bellacos, haber mudado las perlas de los ojos de mi señora en agallas alcornoqueñas, y sus cabellos de oro purísimo en cerdas de cola de buey bermejo y, finalmente, todas sus facciones de buenas en malas, sin que le tocárades en el olor (Dulcinea según el Quijote II, 10). Pero don Quijote le mete una pulla a Sancho en II, 11. “Mas, con todo esto, he caído, Sancho, en una cosa, y es que me pintaste mal su hermosura: porque, si mal no me acuerdo, dijiste que tenía los ojos de perlas, y los ojos que parecen de perlas antes son de besugo que de dama; y, a lo que yo creo, los de Dulcinea deben ser de verdes esmeraldas, rasgados, con dos celestiales arcos que les sirven de cejas; y esas perlas quítalas de los ojos y pásalas a los dientes, que sin duda te trocaste, Sancho, tomando los ojos por los dientes”. Para obrar con justicia, yo tendría que acudir a D. Quijote, que dice de Dulcinea: “Su hermosura sobrehumana, pues en ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza que los poetas dan a sus damas; que sus cabellos son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blancura nieve; y las partes que a la vista humana encubrió la honestidad son tales, según yo pienso y entiendo, que sola la discreta consideración puede encarecerlas y no compararlas”. Areusa, una prostituta envidiosa de Melibea, de la corte de Celestina, describe a aquella de esta manera: “Todo el año está encerrada con mudas de mil suciedades. Por una vez que haya de salir donde puede ser vista enviste su cara con hiel y miel, con uvas tostadas e higos pasados, y por otras cosas que por reverencia de la mesa dejo de decir. Las riquezas las hacen a éstas hermosas y ser alabadas, que no las gracias de su cuerpo. Que, así goce de mí, unas tetas tiene para ser doncella como si tres veces hobiese parido: no parecen sino dos grandes calabazas. El vientre no lo he visto, pero juzgando por lo otro, creo que lo tiene tan flojo como vieja de cincuenta años. No sé qué ha visto Calixto porque deja de amar a otras que más ligeramente podría haber y con quien más él holgase, sino que el gusto dañado muchas veces juzga por dulce lo amargo”. Yo he preferido ir a la descripción que hace Calixto, porque me parece que la adecuada a la realidad de Pily.

Como te digo, todo está en internet. Al final de sus días de cordura, Eladio me confesó algo que me produjo un choque emocional, del que todavía no me he repuesto. Me desveló que toda su teoría de los valores y de los contravalores la había copiado al pie de la letra de un blog que había escrito un machiguenga, que convivía con Iráizoz y que le hacía de machaca y de negro. El de Guerendiáin le había enseñado a decir misa, a bautizar, a aprender de memoria el sermón de las siete palabras del P. Royo y, cuando Ignacio andaba metido a picatroncos en la selva –que era las más de las veces–, enviaba al “negro” machiguenga a ejercer las funciones para las que lo había preparado. Iráizoz recibía todos los meses un cajón que le enviaban sus familiares desde Navarra con todos los periódicos atrasados del Diario de Navarra y del Marca. Los leía, hacía algunos resúmenes –los resúmenes de Iráizoz consistían en copiarlo todo, pero en letra muy pequeña y sin dejar márgenes– y después se los entregaba al machiguenga. Este había preparado una pócima de excrementos de guacamayo y de clara de huevo de petirrojo. La vertía en un gran recipiente con agua y allí metía los periódicos durante tres días. Otras veces usaba unas pastillas de lejía que habían dejado unos franceses que habían pasado por allí en viaje de novios. El caso es que aquellos periódicos perdían todas las tintas y quedaban como un palimpsesto (manuscrito en el que se ha borrado, mediante raspado u otro procedimiento, el texto primitivo para volver a escribir un nuevo texto). Allí redactó el machiguenga toda la teoría de los valores y de los contravalores y que circulaba por la misión de Sepahua como si fuera un blog. Iráizoz, en unos de sus viajes a Navarra, le trajo el citado blog del machiguenga a Eladio, que veraneaba en Ollobarren, en casa de su familia. Eladio quedó estupefacto de tanta sabiduría, lo copió por completo en unos papelitos cuadrados de media cuartilla y que él aprovechaba de folletos de propaganda o de hojas de calendario de mesa. Esos originales, copia del palimpsesto del peruano machiguenga, son los que tengo yo en cuatro cajas. Como ves, querido Casorvidense, todo está en internet, incluso los ladrillos chavarrianos.

JOSE MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Querido Baldo, no tengo más remedio que rendirme a tus pies; da igual darte a una mano que a otra, tú tienes el recurso del mandoble a dos manos, ante el que es imposible no darse de bruces contra algún ladrillo. Yo que iba de buen rollo y me has arrastrado por el barro sin compasión, casi me dan gana de decir que soy de Toral de los Guzmanes, el que hace competencia a Villaquejida. Espero que mis negros, los que citas y otros cientos, salgan en mi auxilio para que la derrota no sea tan vergonzosa. Has pasado de puntillas sobre mi interpretación freudiana de la farola y la batuta que tu manejabas con buena mano, noto que ahí algo hay no del todo confesable. Apostaría que el tal Marcel se dio cuenta que tu te manejabas muy bien en la conjugación del FALO de FALAR y prefirió enseñárselo a sus discípulas.
Haré como D. Quijote regresaré a mi aldea con las orejas gachas tras haber sufrido humillación tras humillación; confundido, desilusionado, desprestigiado y derrotado el caballero de la blanca barba y anchas espaldas. En lugar de daga has usado ladrillos lanzados desde la altura intelectual en la te mueves. Sólo me queda el recurso del hidalgo, gritar:
"Pero ¿qué digo, miserable? ¿No soy yo el vencido? ¿No soy yo el derribado? ¿No soy yo el que no puede tomar arma en un año? Pues ¿qué prometo? ¿De qué me alabo, si antes me conviene usar de la rueca que de la espada?"
Ante esta perspectiva ¿qué salida digna de un caballero me queda? Acabar mis disputas con el rabo entre las piernas. Pero no te preocupes que cuando vayas a Piñerabaxo a "fartucate" (jartarse) allí me encontrarás y te retaré a segar la finca del amigo José Luis, allí verás lo que ye un paisano de Casorvida; se rinde ante las letras pero jamás ante la guadaña.
Algo queda claro en todo esto, Casorvida, como Teruel, existe, es la NADA que existe.
Lo que todavía no me explicaste es de dónde coño sacas tanto como alegas, no parece que una cabeza dé para tanto. Sigue ilustrándonos, sigue metiendo caña a tantos como te leen, te admiran pero que no se atreven a decirte que tus teXtículos (¡te recuerdo la contraccion?) son ladrillos, ladrillazos macizos, casi infumables.
Un abrazo, especial para ti amigo Baldo. Estoy con un pie a la puerta pero aún no he salido.
P.D. Tus mandoble me han dejado dolorida la neuronina que me queda. Si la pierdo te haré responsable y pagarás.


BALDO -

Sé, querido Pitu, que diriges la “Academia Platónica de Casorvía” y que tienes es ella de machacas al menos dos “negros” cervantinos: Luisín Carrizo, el de Goyina, e Isidro Cicero de Valdeprado. No estoy seguro de que el también cervantino Santinos Santamarta haya intervenido en la confección del entremés que me has mandado –le delatarían sus décimas–, pero posiblemente pertenezcan a tu Academia muchos más de los que tan bien escriben en este blog. ¿En qué me baso para esta atribución cervantina de tu escrito? En que utilizas el estilo irónico y lo modulas mediante el recurso a la paradoja, a la comicidad, a la sátira, a la parodia, a la burla contra mi adscripción chavarriana, como lo hubiera hecho el Manco de Lepanto. Y, sobre todo, que identificas mi figura con el personaje de Alonso Quijano como hacedor de discursos extemporáneos, fuera de lugar, que los leen pocos y no interesan a nadie. Son como el discurso que don Quijote suelta mientras cenan en aquella venta sobre si son más importantes las armas o las letras. Como si quisieras ponerte en el lugar de Sancho y me recomendaras: “Vamos a cenar y después nos hablas de los valores y de los contravalores”. Aunque no lo dices, identificas mi lenguaje –el de Eladio no lo conoce nadie, porque ninguno lo ha leído– con el estilo macarrónico de Corín Tellado, otrora vecina tuya de Gijón, como hacía D. Miguel con las novelas de caballería. Y lo haces porque te conté –¡ingenuo de mí!-, como el mayor de los secretos, que Eladio, Emilio Estébanez, Soria y el resto de los profesores de Valladolid tenían en sus estanterías las obras completas de esta autora de folletines rosa. Sé que la percepción sensible es para ti el último criterio de verdad de las cosas que nos suceden a diario y me afeaste, cuando el entierro de tu padre en la Aldea Global que confundiera una bacía que teníais en casa con el yelmo de Mambrino. Y, claro, los valores y los contravalores, la modalización que ejerce el núcleo valorativo sobre las dimensiones valorativas de la persona, no se perciben con ojos de perlas (los que tienen los besugos), sino con los de esmeralda o de zafiro de Madonna Laura de Petrarca, de Beatrice de Dante o de Melibea de Fernando de Rojas.

La Academia de Casorvía es una academia irónica y me tratáis como un epígono enloquecido enfrascado en la escolástica chavarriana, que hay que superar. El uso de un “ladrillo” para contestarme indica bien a las claras que hacéis burla, mofa, befa y que os reís a carcajadas de los que yo llevo colocando en las paredes de este blog. Ninguna crítica tan mordaz como esta parodia cómica del ladrillo. La sátira contra mi escolasticismo chavarriano se ha convertido en la primera y principal tarea de esta Academia Casorvidense.

Este entremés que me has mandado, querido Pitu de Casorvía, no terminará en baile con sidra y gaitas, sino a tortazos, como los que aparecen en el Quijote. Prepárate para ello. Yo, en confinamiento, estoy haciendo pesas. Es un aviso.

Termino esta exégesis de tu texto cervantino con una alusión al “Diálogo de los perros”, que los “negros” de la Academia conocen a la perfección. “Perro” se dice en griego “κύων kyon”. No creo que sea violentar a Cervantes el considerar su obra como “Diálogos de los cínicos”. Los cínicos de la antigüedad eran unos críticos de la civilización urbana y tomaron como modelo la naturaleza y los animales. Este “cinismo” aparece clarísimamente en el último párrafo del entremés satírico del Pitu contra mi epigonismo chavarriano: cuando termine este obligado confinamiento, él se calza unos deportivos y no para hasta la aldea rural de Casorvía, lejos del mundanal ruido de la urbe madrileña.

Y ahora una súplica y un encargo para Santines Santamarta. Coge la Diana de Montemayor o la Galatea de Cervantes y haz una composición pastoril en octosílabos contra el perverso jefe de la Academia platónica de Casorvía y cébate con él. Yo te voy a dar los datos. Puedes seguir ambientándola, como Montemayor, en la ribera del Esla, seguramente en Villaquejida; pero puedes también situarla es las riberas del río Pajares. El pastor no puede ser otro que el Pitu de Casorvía. De pequeño fue pastor de vacas y de gallinas y, como sabes, la cabra siempre tira el monte. Además, ha manifestado que quiere huir de la civilización urbana y recluirse en la vida sencilla de pastor en su Aldea Global. La pastora es de Piñerabaxo. Imbuida de platonismo por José Luis, quería vivir amores honestos y, sin embargo, el pastor era muy dado a visitar, junto con Manolón, los maizales en las fiestas de los pueblos en las fechas siguientes a sus exclaustraciones. Por eso la zagala de Piñerabaxo mudó el corazón y los sentimientos y se malmaridó con un pastor de Malveo. En este bajón psíquico en que cayó el Casorvidense por la negativa de la pastora de Piñerabaxo, vino en su ayuda Xuan de San Feliz, Manolón, y le presentó a una pastora de su pueblo, de nombre Marcela, viudita joven y de muy buen ver. Faltó un pelo para que el Pitu no se convirtiera de por vida en un Cervantes cualquiera, casado, ligón, tahúr y pendenciero. Pero apareció por san Feliz una zagala, que respondía al nombre de Pily, con madejas de oro delgado en su cabeza, los ojos verdes como esmeraldas, rasgados, las cejas delgadas y alzadas, la nariz mediana, la boca pequeña, los dientes menudos y blancos, los labios colorados y grosezuelos, la tez lisa y lustrosa, con un cuero que oscurece la nieve y la color mezclada. El Casorvidense quedó convertido en piedra (“modalizado”, diría Eladio), no pudo resistirse y fue desposado con la que él amaba. Hasta el día de hoy.

PD. Cuando terminé en Salamanca la teología, fue a Madrid a terminar la licencia en filosofía y letras. Y, como andaba a dos velas, me enrolé como un fiel en la Legión Psicoanalítica de Cristo, fundada por Marcial Maciel. Allí nuestros maestros legionarios nos imbuyeron de la teoría freudiana hasta el tuétano. Quería que estuviéramos bien preparados para afrontar las catarsis que exige la pederastia. El conocimiento profundo del psicoanálisis lo alcancé cuando Marcial Maciel, que nos visitaba con frecuencia y apartaba a algunos de nosotros –confieso mi frustración porque a mí nunca me apartó–, quitó lo de Psicoanalítica y lo dejó en “Asociación seglar Regnum Christi y congregación católica Legión de Cristo”. Con esto quiero advertirte, querido Casorvidense, que no entres por ese flanco para atacarme, porque sabrás lo que es sufrir la humillación. Si quieres zaherirme con saña, acude al Kempis. Ese es un flanco que tengo totalmente descubierto.

Ramón Hernández Martín -

Con mi oído de carraca me siento absolutamente incapaz de aportar nada a este magnífico concierto, tan magistralmente rematado por el acorde final de Santos. Baldo, bebé insaciable, mamó hasta hartarse la leche de fray Eladio y ahora, qué esperamos, la suda afortunadamente por todos sus poros. Conste que no he escrito “leche” con aviesa intención, sino como sinónimo de sabiduría. No, no ha sido un concierto soporífero el que acabo de oír (leer) de corrido, a pesar de ser tan largo, pues lo he seguido con una carcajada continua que ha hecho mella en mis tripas. ¿Conspicuos pensadores o juguetones niños hiperactivos? ¡Vaya uno a saber, pues en esta pradera crecen muchos tipos de hierbas! Ah, sí, permítaseme una nota, aunque sea desafinada: he visto mucha “p” adosada a los nombres de frailes e intencionadamente he escrito “fray Eladio”, pues lo correcto y sabio, si se quiere seguir con ese formato, sería escribir fEladio, fPedro, no pEladio ni pPedro, pues el protocolo exige que a los dominicos se les llame “fray” y no “Padre”. Que los dominicos hayan descendido de las alturas de Dios Padre a la fraternidad cristiana de Jesús significa haber dado un paso de enorme trascendencia en campos como la teología y la espiritualidad, vamos, como si hubieran plegado la farola fálica de Baldo y le hubieran puesto miles de luminarias, “orientando” la luz y la vista hacia donde hay que mirar.

JOSE MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Antes de que esto adquiera tintes dramáticos quizás sea preciso precisar algunas precisiones precisantes (valga la rebuznancia).
1ª y más importante, en todo este ruído mediático, tiene que quedar claro que Baldomero "ye amigu miu", y punto.
2ª y tan importante, entre tanto ladrillo los de Baldo son de cemento y los míos son de arena. Dicho de otro modo, Baldo es escritor con todas las letras, macizo, pero escritor; yo soy escribiente. En el diccionario encontraréis la diferencia. Esto significa que el verdadero mérito es suyo. Hay que estrujarse mucho las neuronas para construir edificios racionales tan sólidos.
3ª. Estoy haciendo una lista de los que hablan bien de mi y mal de Baldo, éstos, cuando realicen el último viaje les enviaré unas flores de las buenas. A los de signo contrario les enviaré un ramo de espinos. El que avisa no es traidor.
4ª. No hace falta que habléis ben de nosotros, basta con que escribáis bien, mejor lo siguiente.
5ª. A Juan Manuel, Manolo, le diré que se le nota mucho que es mi amigo del alma. Nos hemos autoprohibido juntarnos y llamarnos porque cada vez que lo hacemos las respectivas santas nos amenazan con divorcio y la telefónica nos endosa una factura como si hubiéramos comido marisco. No vemos tiempo de separarnos o de colgar el aparato. De esos polvos, (qué más quisiera él ... y yo) estos dichos. Juan, te debo una o dos.
6ª. A resto les diré que nunca cansen de hablar bien de uno, engorda la autoestima y durante un tiempo te lo crees. No nombro a ninguno porque, coño, están ahí para verlos.
7ª. Yo creo que Luís no acaba de tomarse en serio lo de Casorvida. Para empezar, somos una república independiente; cada uno hace lo que le da la gana, hasta nos saltamos el confinamiento. ¿De donde crees que eran Adler y Jung? Además hacemos las rayas como nos da la gana. Si pasas por allí te convencerás de que Casorvida existe, y de paso, te haremos un diagnóstico psicodinámico.
7ª Santos, ¿De donde te viene a ti esa facilidad para coordinar ideas y palabras? Si Salmántica non te lo dedit hubo de dártelo la Natura, qué suerte, ladrón.
8ª. José Ramón, te agradezco que recuerdes a Julia porque ¿ Álguien se imagina lo que puede ocurrir cuando Baldo se pone en trance para fabricar ladrillos? Yo supongo que ella será la que le amasa las ideas en la intimidad por eso le fluyen como le fluyen.
9ª. En ausencia de Pedrín y al hilo de la entrada de Olóriz se me ocurre hacer una propuesta al Gl de L: Organizar una convención-encuentro en la Paramera con el objetivo exclusivo de "BUSCAR LA PARTITURA PERDIDA", él podría ser el protagonista principal que dirigiera la búsqueda por el archivo. El encuentro serviría para comprobar si ya tenemos la inmunidad del rebaño. Los mayores de 60 deben abstenerse de acudir, son personal de riesgo.
Lo dicho, queda poco, no la jodamos, seguid las instrucciones de la autoridad competente manque a algunos les pese.
Abrazos

José Ramón Soriano Reig -

Es un placer leeros. Lo tenéis todo: estilo, profundidad, perspectivas, humor, socarronería. Gracias a todos. Una mención especial para Julia...¡es una santa!

Santos Suárez Santamarta -

Qué gozo haber asistido
al duelo entre dos raquetas
geniales, vivas e inquietas
en un set tan divertido.
Si continúa el partido
a ver qué pasa después.
El saque de Baldo es
profundo e imprevisible
pero no es menos temible
el resto que hace Valdés.

Luis Carrizo -

Solicito del furriel que mantenga este portillo abierto dos o tres semanas a fin de que yo pueda desescalarlo convenientemente. He comenzado a sacar apuntes de las tesis de Baldo y de las antítesis de Valdés, pero creo que desentrañar semejante cantidad de doctrina e ingenio va a llevarme mucho papel, mucho esquema y muchas visitas a B.A.C.
En el entretanto, dos comentarios muy concretos a Baldo y al Pitu.
Del Pitu me sorprende que no haya utilizado para ilustrar sus digresiones psicológico-psicalípticas,el caso que él mismo atendió, de un padre que le llevó a consulta a su hijo, preocupado porque el chaval no hacía más que masturbarse (no confundir con "masturhablarse", que, según Cabrera Infante, consiste en hablarse a sí mismo). El caso es que el Pitu le dibujó una raya sobre una hoja, en plan test de los que aquí se han citado, para que el chaval se "proyectara", como dice Baldo. Y mostrándole el rayajo al chaval le preguntó: "¿qué ves ahí?". "Una mujer desnuda", dijo el chico, con ademán de querer reincidir en su nefando hábito. El Pitu, alarmado,según consta en los anales de la Facultad de Psicología Aplicada de Casorvida, llama al padre y, enseñándole la raya,le comenta: "esto me parece muy extraño por lo absolutamente incongruente" A lo que el padre, por lo visto, contestó: "Es que hace usted unas rayas...".
Baldo, no hagas caso de las malévolas críticas que algunos te dedican. Tú sabes mejor que nadie que todos los profetas fueron perseguidos. La Historia dejará en evidencia a quienes decían "pero de Villaquejida puede salir algo bueno". La próxima vez, para bajar la tensión intelectual, te pediría que busques el detalle pertinente en la foto que te permita darnos la receta de las sopas de ajo. La gente ignora la mano que tienes también para eso. Yo doy fe.

Jose Manuel García Valdés -

Amigo Francisco, no te infravalores, tus entendederas están en perfecto estado lo que están mal son las "explicaderas", a Baldo no hay dios quien lo entienda, bueno, y a mí tampoco. Tranquilo. Cultiva tus valores biopsicosocioeconomicopolíticos.
No salgamos. Pero ya no queda ná. Y tengo preparados los plateros para el Sábado salir disparado y, sin parar, hasta Casorvida = aire, libertad, sabiduría, riqueza y sus contravalores.

francisco valero -

Yo lo siento pero me pierdo,claro es que mi comprension es limitada- UN ABRAZO

Manolo Diaz -

Y humor, finísimo sentido del humor, patrimonio exclusivo de personas inteligentes.

Manolo Díaz -

Baldo/Valdés, Valdés/Baldo: Genio, ingenio, talento, TALENTO, sabiduría, inteligencia, fantasía, inspiración...

¡¡¡¡¡Dios, cuánto os quiero!!!!!

JOSE MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Me siento en el deber ineludible e inexcusable de escribir unas notas para darle un poco de altura al Blog. Quiero poner un poco de seriedad. Hay muchas entradas de colegas, en apariencia sesudos, caso de Baldo, cuya aportación dan risa; cuando leo los textículos (contracción de texto y artículo) de Baldo me parto de la risa, no por lo que dicen ni cómo lo dicen, siempre bien, sino por cuánto dicen. Ya va siendo hora de que alguien en este blog escriba en serio sobre lo que realmente interesa: los NO VALORES. Hoy me voy a centrar mi comentario en la distorsión visual y psicológica que padece el amigo Baldo, al que recomiendo visitar cuanto antes al oculista. ¿Qué persona medianamente normal mira una iglesia y ve un falo? No aguanta una sesión freudiana.
Antes de pasar al psicoanálisis tengo que decirte, amigo Baldomerín, que lo tuyo es un sin vivir. Hubo varias voces expresando el dolor por el languidecimiento del blog, pedían sangre literaria para revivirlo, y ahí llegaste tú, que en lugar de inyectarle una dosis de 400 centilitros, le inyectaste un garrafón. Sabrás que tanto peca lo mucho como lo poco, como también sabes que el exceso de grasa atasca las arterias. Con tu exuberancia, si bien revitalizas al blog también dejas exhaustos al resto de feligreses. Nos tienes acongojados. Tus ladrillos, siendo de buena manufactura y calidad, ocupan tanta pared que los demás no encontramos otros que hagan juego con los tuyos. Tienes que decirle a tu Julia, la Santa, que te racione las dosis de valores biopsíquico-literario-económicos. Antes de pasar al análisis Freudiano he de decir que tu escrito es envolvente; de forma paulatina vas integrando imágenes y nombres formando una especie de pirámide del recuerdo. Son muchos los nombres que citas y que todos tenemos en la memoria. Algunos podrán darte su parabién, otros, como Evelio, lo estará haciendo, junto con Pedrín, desde allende el tiempo y el espacio. Eres un cabronazo porque me lías y estos días no ando nada sobrado de tiempo. Me dedico, me dedica, a tapar manchas casi más viejas que las del Rorschach. No sé porqué pero me pasa algo parecido a lo tuyo con la Iglesia, miro las manchas y no veo más que genitales, la explicación supongo que está en que ya estoy hasta los genitales de cocina, salón, terraza con sus respectivas manchas.
Aunque al Rorschach se le atribuye el método proyectivo de psicodiagnotico, sin embargo no fue nada original. Todo surgió de su mujer, empeñada, como buena parte de ellas, en tener la casa reluciente, se le ocurrió la idea de encargar al bueno y patoso de su marido, Herman Rorschach, que pintara el salón de casa. Pensativo y acojonado mirando las paredes recordó algo que le había dicho su profesor de dibujo referido a Leonardo da Vinci: “Las mejores lecciones de pintura las podemos encontrar en las manchas de humedad de la pared”. Ahí se le encendió la farola como la del Santuario e inventó los tests de las manchas. No son otra cosa que una reproducción de las manchas de sus salón. Tuvo suerte porque su mujer se lo tomó en serio, habló con un amigo suyo que tenía una imprenta y se lo publicaron. Puedo decir que mi mujer es experta en ese tipo de tests, cada cierto tiempo me llama y me obliga a mirar las paredes diciéndome: eso que ves no es que parezcan es que son cagadas de mosca, y de su interpretación se deduce que aquí vive gente sin estímulo, sin clase. Coño, y funciona, sin más preámbulos al día siguiente ya tengo el saco de pintura a la puerta. Veo las manchas y me acuerdo de ella y de todos sus ancestros y sería capaz de aplicarles unos cuantos adjetivos definitorios referidos a su personalidad.
Leído con detenimiento se ve que en tu escrito proyectas tus necesidades y tensiones, tu mundo emocional, tus subconcepciones privadas del mundo biopfisico y social, y tus esfuerzos por organizar tus pensamientos y tus modos de relación con el mundo de los valores y contravalores, totalmente desconocido para el común de los mortales. Mirado al trasluz de la luz de la que hablas se nota que en tus años tiernos te faltó el cariño, el contacto biopsíquico de un padre como el P. Ricardo. Muy probablemente acudías a desahogarte con el P. Frutos, mucho más permisivo y menos dado al contacto facial. Leyendo entre líneas percibo en ti un problema biopsicológico sexuá. En el trasfondo veo un falo insatisfecho que, en su día, se expresó a través de la batuta con la que dirigías el coro, como manifestación de orden y poder. Se puede afirmar que cuando empuñabas aquella herramienta, dura y enhiesta, tus reprimidos deseos de dominio y faltos de correspondencia amorosa se expresaban con movimientos rápidos en sentido ascendente y descendente, que acababan en el éxtasis del redoble final del instrumento musical.
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que has redirigido esos deseos ocultos hacia la filosofía de los valores y contravalores, son ellos los que ahora te proporcionan una gran sensación de dominio y un placer casi paroxístico.
La inferencia psicodinámica, integrada en una teoría global de la personalidad me perermite concluir, de forma fehaciente, que tus ladrillos son una reafirmación del poder del que carecías cuando lo que te dominaba eran las inhibiciones de una educación pseudocastradora y de índole sumisionista.
Me permito hacerte una recomendación. Sabes que en la ALDEA GLOBAL, de tradición freudiana, todavía hay una potente escuela psicoanalítica que se dedica a recuperar los casos de peor diagnóstico, yo podría hablar con su director y con un par de sesiones estoy seguro que te quitarían de la cabeza esas obsesiones fálicas y contravalóricas. Te recuerdo que el Sr. Freud dice lo que se reprime son representaciones sexuales y esa represión tiene como función transformar en goce sexual, lo que antes no había sido más que una sensación indiferenciada. No quiero que esto te pase factura, es hora de que tus idealizaciones se concreten y superes las fases oral, anal, fálica, y desde la fase de latencia pases definitivamente a la fase genital. La fase en la que de la IDEA se pasa a la ACCIÓN. Pero antes de someterte a tratamiento sería necesaria un entrevista con tu esposa, ella seguro está en condiciones de informar qué comes, cómo duermes y cuánto practicas de lo otro y ahí encontraremos la clave porque el ser es un todo abierto al mundo de los valores y contrarrestado por la parte contraria de la contratante, los contravalores.
Que sepas que el negro argentino hube de despedirlo, era un neurótico que sólo quería práctica oral, a mí me gustaba más la otra. Los informes los copiaba de un amigo de Casorvida que era fontanero y sabía mucho de mangueras.
Por si no lo sabías, yo sé conjugar el verbo FALAR. La primera persona del singular es: YO FALO. Y tú, amigo Baldo,a pesar de que te nacieran en Villaquejida, eres asturiano de adopción y como tal sabes FALAR de casi todo incluso del falo de la Basílica catedral.
Un fuerte abrazo a todos.
P.Ds.
1. Espero no haber herido sensibilidades. Baldo la tiene dura, la sensibilidad, y no creo que sufra.
2. Si alguno cree que le debo algo que aproveche, estoy y seguiré estando en casa. También estoy para recepcionar cualquier presente, me gustan los de 500, que me queráis hacer llegar.

Maxi Olóriz -

Qué derroche de ideas, querido Baldo, sólo a partir de una foto en la que yo apenas veía nada que fuera diferente de lo que veo en otras similares. Eres como Beethoven, que de cuatro puñeteras notas, una de ellas tripitida, (¡pom pom pom pummm!), se sacaba de la manga una sinfonía completa.
Por cierto, no tengo esa partitura de la que hablas. Imagino que seguirá en La Virgen del Camino. ¡Cuánto me gustaría echar un vistazo al archivo musical que supongo que conservarán los frailes!