Mi querido josemari. Gracias "por ser vos quien sois". Siento tus penas pero te diré que yo he decidido, y medio lo consigo, ser optimista y conformarme con lo que tengo. Me refiero a la situación. Es cierto que la dichosa Covid no ha alcanzado a los míos, pero me parece injusto y desproporcionado quejarse del confinamiento, por ejemplo, cuando tantísima gente sufre y ha sufrido cosas peores, cuando hay tanta gente en paro, cuando la pobreza les corroe hasta las entrañas. Te envío un abrazo especial para tu hermana Pilar. Y no me olvido de vosotros tres. Besos
José Luis Suárez Sánchez -
El otoño nos visita policromando las hojas que se visten de tristeza. Las sirenas de los truenos anuncian nuevas tormentas. La nieve viste los montes del color de la pureza. La niebla de atardeceres se descuelga entre las peñas. Las pestañas de la noche se cierran por la ladera y siembran sueños de luna en los ojos de la abuela. Las hojas muertas cabalgan arrastrando la tristeza sobre el lomo del arroyo hacia el Mar que las espera; allí confluyen recuerdos, las alegrías y penas; allí el abrazo de todos en la eterna Primavera...
(Que me perdonen los POETAS)
Luis Carrizo -
Otro bello vídeo de la factoría Cortés. Espero, Jose María, que a estas horas, el viento del otoño se haya llevado, junto con las hojas muertas, todos los adjetivos que definen tu sentimiento, menos el último. Recuerdo al menos un vídeo invernal de este mismo parque bajo la nieve. Me gustaría pedirte que cuando, con permiso de la pandemia, caigan los primeros copos de este invierno, nos regales con un vídeo grabado en el parque de Quevedo, cabe el Bernesga. Tu vídeo, tus breves palabras y el comentario de Ramón me han traído a la memoria los conocidos versos de Verlain:
Les sanglots longs des violons de lautomne blessent mon cur dune langueur monotone.
Tout suffocant et blême, quand sonne lheure, je me souviens des jours anciens et je pleure.
Et je men vais au vent mauvais qui memporte deçà, delà, pareil à la feuille morte.
Ramón Hernández Martín -
Furriel, bellísimo, gracias. Andariego empedernido como soy, estos días me embelesa el color de los árboles y me aleccionan sobremanera las hojas que piso en los caminos, tan lustrosas ellas cuando tuvieron vida, tan fecundas ahora que las mece el viento, las muelen nuestras pisadas y las convierten en abono vegetal la humedad y la lluvia. Confiemos en que fray Pedro tarde todavía mucho en convertirse en una de ellas.
4 comentarios
fernando muñoz box -
Siento tus penas pero te diré que yo he decidido, y medio lo consigo, ser optimista y conformarme con lo que tengo. Me refiero a la situación. Es cierto que la dichosa Covid no ha alcanzado a los míos, pero me parece injusto y desproporcionado quejarse del confinamiento, por ejemplo, cuando tantísima gente sufre y ha sufrido cosas peores, cuando hay tanta gente en paro, cuando la pobreza les corroe hasta las entrañas.
Te envío un abrazo especial para tu hermana Pilar. Y no me olvido de vosotros tres. Besos
José Luis Suárez Sánchez -
policromando las hojas
que se visten de tristeza.
Las sirenas de los truenos
anuncian nuevas tormentas.
La nieve viste los montes
del color de la pureza.
La niebla de atardeceres
se descuelga entre las peñas.
Las pestañas de la noche
se cierran por la ladera
y siembran sueños de luna
en los ojos de la abuela.
Las hojas muertas cabalgan
arrastrando la tristeza
sobre el lomo del arroyo
hacia el Mar que las espera;
allí confluyen recuerdos,
las alegrías y penas;
allí el abrazo de todos
en la eterna Primavera...
(Que me perdonen los POETAS)
Luis Carrizo -
Recuerdo al menos un vídeo invernal de este mismo parque bajo la nieve. Me gustaría pedirte que cuando, con permiso de la pandemia, caigan los primeros copos de este invierno, nos regales con un vídeo grabado en el parque de Quevedo, cabe el Bernesga.
Tu vídeo, tus breves palabras y el comentario de Ramón me han traído a la memoria los conocidos versos de Verlain:
Les sanglots longs
des violons
de lautomne
blessent mon cur
dune langueur
monotone.
Tout suffocant
et blême, quand
sonne lheure,
je me souviens
des jours anciens
et je pleure.
Et je men vais
au vent mauvais
qui memporte
deçà, delà,
pareil à la
feuille morte.
Ramón Hernández Martín -