EL CAMPESINO ALEGRE (Por Santos Vibot)
Me pide Domingo Iturgáiz que le grabe al Harmonium “El campesino alegre” y yo lo hago encantado por agradecerle que él haya sido, con tanta gentileza, prontitud y generosidad, el “distribuidor” de mi libro en Navarra.
Pinchad en este enlace: VIBOT - El campesino alegre.m4v
Durante el curso 75-76 que dirigí la escolanía, escribí mucho, apasionadamente inspirado tanto por aquella vuelta al colegio, donde tanto viviera, como por la nueva y embriagadora vida que empezaba a estrenar. Todo está recogido en el tercer libro -titulado “La inasible harmonía”- de “El candor y la culpa”. Allí figura, en la página 260, un poema que evoca precisamente las piezas de la rondalla y que es el origen de aquella prosa poética sobre el mismo tema que aparece en la página 174 del “Cuaderno de la memoria”, con el que nuestro querido Lalo nos obsequió con otro de sus invaluables regalos de bibliófilo. Creo ahora que la prosa posterior es acaso más incitante que el poema original, con aquella evocación del sonido de la rondalla como una “fiesta irisada de versos que fue siempre aquel sonido único, vibrátil, como de finos élitros, (…) aceradas y núbiles libélulas, aquel pulsar de apasionados plectros juveniles, (…) aquellas mañanitas que cantaba dormido el rey David.”
Al ponerme a buscar la partitura de Schumann en su versión original para piano que conservo desde hace muchos años, me encuentro con que en su portada figura la firma -en tinta negra que el tiempo ha oxidado en un hermoso tono sepia- de alguien llamado Ignacio, con un apellido que no descifro del todo pero que podría ser italiano pues acaba en “ini”, y fechado “Madrid 15-11-44”. Delante del nombre creo adivinar la palabra “Fray”.
No me atrevo a aventurar si la fecha pertenece al siglo XX o al XIX, pues en la página siguiente, escrito a lápiz con una caligrafía que podría pertenecer a la misma persona, puede leerse “Curso 1897 á 98”. Con esta misma escritura a lápiz están traducidos al castellano todos los títulos alemanes de la partitura, entre ellos este “Campesino alegre volviendo del trabajo”, tan encantador e inolvidable, que pertenece al “Album für die Jugend” op.68, obra deliciosa toda ella.
¿Tal vez alguien de los veteranos pueda reconocer esa firma y esas fechas? Esa edición “Peters” de Leipzig circuló mucho por en todos los centros musicales, incluido nuestro pequeño mundo.
Os fotografío aquí el poema que figura en mi libro “El candor y la culpa”: