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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

VIBOT’S ENDEARMENTS AND METHOD (Por Isidro Cicero)

VIBOT’S ENDEARMENTS AND METHOD (Por Isidro Cicero)

VIBOT’S ENDEARMENTS AND METHOD


Isidro CICERO


Mis queridos amigos y colegas. Las presentes líneas son sobre todo para comunicaros una noticia y para haceros una invitación. La noticia es excelente: nuestro compañero Santos Vibot va a publicar su primerlibro, el último de los nueve que aún esperan su día. Este lleva portítulo “Métrica para Borja” y tiene 176 páginas tan bien trabadas, dispuestas con tan bella arquitectura como luego os comentaré.

La invitación que os hago es vehemente. Ya sabéis que, aunque no siempre lo consigo y muchas veces me pierdo en circunloquios lamentables y lamentados por mí el primero, me gusta decir las cosas claras y en derechura.  La invitación es que le encarguéis a Vibot un ejemplar cada uno. Y el que quiera dos o quiera tres para regalárselos a sus parientes o  sus amigos por la Navidad, que no se corte, que le encargue dos o tres. Pero ha de ser enseguida para que dé tiempo.

A los parientes les proporcionaríais la ocasión de asomarse a una especie de jardín de bellezas que seguramente ni intuyen;  a los amigos sensitivos les facilitaríais un Método Progresivo de Aprendizaje sobre cómo expresar en verso palabras de ternura, cariño y afecto; seguro que desconocen.


Es lo que en inglés denominan ‘endearments’. Es lo que pongo yo en el extraño titular que se me ha ocurrido para esta presentación y que con seguridad os ha dejado un tanto desconcertados. Lo hice porque en castellano no encontré, a lo mejor no la he visto o a lo mejor no disponemos de ella, una palabra que diga con una exactitud tan contundente lo que ha hecho Vibot en su libro. He dicho Aprendizaje, que todo el mundo entiende a la primera; he dicho Método, que también se entiende claramente. Y he dicho Progresivo,  porque este sistema de Vibot es un procedimiento para aprender y enseñar Métrica.

Va del verso monosilábico y preestrófico -lo más simple, sencillo, primitivo y monocelular  (soy / tú) -  al poema más complejo y enrevesado, como la prestigiosa e intrincada sextina medieval. Y Vibot los hace y los combina sin limitaciones, con toda libertad, pero teniendo mucho cuidado de rimarlos en consonante (o en sutiles y matizadas asonancias cuando el estilo lo requiere).


Todas estas cosas y muchas otras, las iré exponiendo con más detalle en las siguientes páginas de este ensayo que dedico a todos para que sirva no solo de pregón del producto y anuncio de la mercancía de Vibot, sino incluso de guía didáctica a quienes os adhiráis a él. Seguro que muchos, bastantes, sino fuerais todos.

Lo que hasta aquí va dicho cumple solo la función que los periodistas solemos confiar a la entradilla y que no es más que una síntesis de la historia que luego se va a desarrollar a lo largo de todo el texto.
Por cierto, lo que digo de la entradilla lo domina con maestría y oficio el periodista Lalo Fernández Mayo, compañero nuestro, que junto a Vibot es el otro creativo de este libro que os presento. Voy a referiros lo que ha hecho aquí.  Lalo ya nos tiene acostumbrados a editar con sabiduría los libros deunos y de otros, los míos en primer lugar. Ahora bien, con este de Vibot creo que se ha sobrepasado en creatividad y esmero.

Lalo ha estado artesanalmente inspirado y ha logrado una obra de arte paralela a la obra de arte que es el texto de Santos. Dedicadle un rato, os sugiero, a degustar, descifrándolos, los mensajes ocultos de esos grabados con trazos antiguos que Lalo ha seleccionado para el libro. Empezando por la portada en la que aparecen Zeus y Ganímedes vigilados por Cupido y levantando sus copas para brindar con la ambrosía, aquel misterioso gyntonic que tomaban los dioses: para unos la bebida de la inmortalidad; para otros la esencia de las fragancias.

Yo creo que esta vez el dios y el semidiós beben fragancias por festejar la  presencia entre ellos de Santos Vibot. Nuestro sensual poeta, todos lo sabemos, conoce todos los aromas. Los naturales y los artificiales. A los olores y perfumes  sabe llamarlos por su nombre exacto y con el nombre de cada uno sabe perfumar otros nombres de cosas, de animales, de pensamientos, de sentimientos y de personas, haciendo de cada nombre de olor un adjetivo y adjetivándolos adecuadamente como cuando el acólito toma con sus dos manos el incensario y va perfumando con el humo los objetos estáticos de la ceremonia.


Vibot perfuma su literatura con adjetivos. Como hay jabón de olor en los lavabos, hay adjetivos de olor en los léxicos. Los adjetivos odoríferos no son tan abundantes en este libro de versos como en sus prosas poéticas anteriores, pero no faltan. No falta la mirra ni el néctar. No falta “el punzante olor de las coníferas”. El romero no falta, ni las jaras, el tomillo, el cantueso, el laurel, la santolina, nombre este último que deriva del santo lino mediterráneo y que al ser santo tenía que ser tratado con respeto, cuando no estaba  prohibido. No falta “el boj, que huele a siglo XVI”, admirable verso que a Vibot probablemente le sugirió alguna visita al Escorial.

No faltan fragancias embriagantes, como los efluvios que emanan del cuerpo del amor: “ese olor inefable de cachorro”, ese “narcótico olor de tu belleza”…
Pero no nos habíamos adentrado todavía en el contenido de la “Métrica para Borja”, ni siquiera en su forma. Estábamos comentando el trabajoque, al servicio del contenido y de la forma, había realizado Mayo.

Dedicadle atención. Empezando por la portada (Zeus y Ganímedes) y acabando o casi acabando por el león y el oso rampantes de la página 165, ambas fieras enfrentadas  agarrando una rosa con la flor de lis en su centro. Orladas las dos por una banda común en la que leemos “concordes virtute naturae miraculis”, interpreto yo que más o menos viene  decir: “ambos (animales son diferentes, pero aquí) se compaginan por su fuerza y gracias a los prodigios de la naturaleza”.

Al parecer este grabado lo utilizaba como logo un impresor veneciano de libros de música llamado Gardano, . Con el León y el Oso, dicen, quería referirse en homenaje a su antiguo patrón y protector, el obispo de Frejús, que se llamaba Leone Orsini. (¿lo pilláis?) Lalo Mayo -para que sepamos todos de lo que estamos hablando y a qué abismos de significación profunda legará cualquiera que penetre en el libro de Vibot-  ha colocado sobre el león y el oso rampantes una B y una S.¿La S de Santos, el autor y el artista músico y poeta oferente?

Invito, pues, a comprar el libro, a leerlo, a estudiarlo. Invito, en este primer momento a prestar atención a la aportación de Lalo, a que le dediquéis tiempo -yo ya lo he hecho- a descifrar los mensajes que cifra en esos grabados antiguos; a que traduzcáis por vosotros mismos los latines que contienen; a que os preguntéis el porqué de cada marco, de cada portadilla, de cada insignificante dibujo que tan  bien casa en un libro de amor de un poeta lírico que además, y como todos sabemos, también es músico.

Apasionante tarea. Preguntaos también, cuando ya lo tengáis en la mano,  por qué el libro físico de Vibot como mero objeto físico y material  os transmite esa fragante luminosidad desde el papel. No os lo revelaré. Sólo insinuaré que la luminosidad radica en la secreta alquimia de Lalo que sabe mezclar con oficio y proporción las fuentes Cochín, Garamond clásica y Woody Goodier, con los porcentajes formularios de grises y platas  y los tamaños precisos de los tipos.
Que sabe administrar bien  las dosis convenientes de blancos, se conoce que ha hablado con Vibot y ha sabido  interpretar con razón que para este poeta los blancos equivalen a los silencios de las partituras musicales.
Con lo que voy a decir ahora terminaré mi comentario al trabajo de Lalo, para pasar luego a deciros lo que pienso que es la esencia del texto de Vibot.. Mirad la página 5, la portadilla. De un modo más que clásico aparece el título del libro, “Metrica para Borja” y el nombre del autor: Santos Vibot.  Prestad atención ahora al adorno. Se trata de un arco precioso, como los que en la Cepeda o en Villalón, usaban los vecinos para solemnizar a los novios  y a los misacantanos de casa a la iglesia y de la iglesia a casa. Solo que esté no es un arco procesional, está sujeto en el suelo. Observad: Dos plantas trepadoras se enroscan sobre él, se entrecruzan en el ápice, en el preciso lugar donde, si fuera éste un arco románico de piedra, estaría la cuña que conocemos como la clave.

¿Por qué dos trepadoras? Vaya usted a saber. Habrá que preguntarle a Lalo. Nosotros solo sabemos que las trepadoras trepan. Y que en el hemisferio norte muchas lo hacen como aquí, girando en torno a la vara del arco, de izquierda a derecha, en el sentido de las agujas del reloj.  Las trepadoras se encuentran, se aman arriba.

Pero los que tratamos con pasifloras, jazmines japoneses, wisterias floribundas de floraciones lilas, loníceras e incluso pedestres judías sabemos que unas giran hacia la derecha y otras giran hacia la izquierda. Que unas son dextrógiras y otras son levógiras. No sabemos por qué, pero sí sabemos que si el cultivador, aunque sea con la mejor de sus voluntades, se empeña en hacer dextrógira a una levógira, la desgracia. Tirará a desprenderse del tutor, en este caso del arco, andará al vuelo, perdida; sin eje de sujeción, alguna guías siempre darán la sensación de que siguen sin encontrar su sitio en la vida y la orientación que los genes profundos e ignotos le exigen desarrollar. No sé si me comprendéis por qué digo esto, supongo que sí.

 
Tampoco sé qué plantas son estas que ha puesto aquí Mayo para enarcar todo lo que contiene el libro de Vibot. El título queda claro como el agua y el nombre del autor todavía más. Pero el editor, diseñador y maquetista no da puntada sin hilo y hay que interpretarlo. Yo lo hago así: Todas las violencias suaves y fuertes, entiendo yo,  que se les aplica a los retoños de la naturaleza, sean plántulas o niños, para que vayan por donde uno quiere y no por donde manda lo que su orientación prístina prescribe, está llamado al fracaso. No sirve para nada. Manda la naturaleza. Mandan las leyes de la física. Las evoluciones derviches de los astros, la gravedad, el magnetismo, la fuerza nuclear débil y la fuerza nuclear fuerte. Manda también la fuerza de Cariolis, que hace que los cuerpos se vean afectados por el giro astral de la tierra. Pero no manda nada la formación del carácter, o manda poco. Poco manda el formador. Esto que es tan evidente en el mundo de las trepadoras, lo es también en el mundo de los afectos, de las atracciones y rechazos de los cuerpos y de las tendencias del corazón.

 


 

Pinchad en este enlace y os llevará al Índice del libro de Santos.

https://picasaweb.google.com/112045593798858222692/METRICAPARABORJASantosVibot

40 comentarios

Vibot -

Y apunto aquí a Solórzano, que me lo pide por mail. Querido Solo, nos han contado Cícero y Javier F.Martín que has publicado una novela. Tenemos que quedar un día que vengas por Madrid e intercambiamos libros,
recuerdos -¡tantos!- y abrazos.
Hasta pronto.

Vibot -

Me lo manda Jose Luis Suárez. Gracias, querido asturiano:

Ahora sólo falta la partitura, a ver si Seque, que hace tiempo que no escribe...
Por cierto, que leyendo portillos atrasados de hace unos años, que no conocía, vi que te habían operado por quinta vez del corazón, querido Seque, cómo estas ahora?
espero que estés bien del todo y nos escribas.

PASODOBLE DE LA VIRGEN DE PEÑA DE FRANCIA

Letra: P. José Mª Guervós OP
Música: P. Luis Mª Vicuña OP

1.- En el campo salmantino,
tierra torera y bravía,
reinas Tú, Madre de Dios,
Morena de serranía.

Sobre mi capote grana
siento tu luz que me guía
y entre la cruz de mi estoque
tu mano sobre la mía.

CORO
Virgen de Peña de Francia,
Morena de sol y viento:
yo te ofrezco el clavel rojo
de mi capote entreabierto.

Cuida tu, Madre, mi vida,
cuando la juego en el ruedo
Virgen de Peña de Francia,
Morena de sol y viento.

2.- En las tardes de corrida
sobre el fuego de la arena
brota una gracia de espuma
que remata mi faena.

Encina que me das sombra,
brisa que mi frente seca,
agua que besa mis labios,
mi Virgencita morena.

(Al Coro)

***

También me manda la letra (anónima?) del Himno (La Madre de la Gracia) con ritmo métrico de seguidillas, aunque no creo que la música también lo tenga, no la recuerdo. Y el Himno de la Coronación,
con letra de pietismo convencional de Felipe Mª Castro ("verdad?").
Y una Ronda a la Virgen de Peña de Francia de autor no consignado pero con un final bien hermoso de corte popular:

A tu Peña he de subir,
clavel de la tierra charra,
pues no me quiero morir
sin verte otra vez la cara.

CORO
Dulce tiene su son
mi guitarra cuando va a rondar
a mi gran devoción, esa charra
que en la Peña está.

***

Son preciosas estas coplas que parecen rondar a una moza, más que a la Virgen.
No sé yo si a algún estudiante, en el calor de aquellos solitarios veranos colgados junto al cielo, no le traerían recuerdos de otras mozas terrestres...

Vibot -

Y me pregunto cómo Kike Muñiz, cuyos ojos de Omar Shariff ardientes como brasas, que tan bien sabían ver los sentimientos cuando nos escribía en este blog, no me pide el libro. Esto es que no lo sabe.
Mira, yo le apunto, por que sé que si lo supiera me lo pediría. Le he escrito pero no responde. Josemari, Froi, decídselo vosotros.

Vibot -

Para juntaros a todos los suscriptores en estos dos portillos de momento, anoto aquí a varios que me lo habéis pedido por mail:
Santos Barrigón, el hermano mayor médico de aquel pequeño de mi curso que murió tan joven y con quien tan buenas migas hacía yo, porque era sumamente sensitivo y dulce.
Gracias tocayo, también a él le hubiera gustado leerme.

Y al P. Ángel Pérez Casado, para que le acompañe en su soledad de la Peña de Francia, en aquella cumbre que encarna, en su roquedo imponente flotando entre las nubes, tantas utopías como soñamos ser un día. Ángel, te recuerdo cantando, entre sonriente y a punto de romper a llorar de emociones en tromba, aquel himno a la Virgen de la Peña que era un encendido y conmovido pasodoble torero:

"Virgen de Peña de Francia,
morena de sol y viento,
yo te ofrezco el clavel rojo
de mi capote entreabierto..."

Si nos lees por aquí, ¿podrías copiarnos la letra completa o incluso la partitura? O si alguien lo tiene o lo recuerda, ¿podría colgarlo?

Un abrazo fuerte, profe.

Vibot -

copio y corrijo una traducción más o menos literal:

Noches en blanco satén
que nunca alcanzan el final.
Cartas que he escrito
sin la intención de enviarlas.

La belleza que siempre me he perdido
con estos ojos antes
la verdad es que
ya no la puedo decir.

Porque te quiero,
sí, te amo,
oh, cómo te amo.

Mirando a la gente,
algunos cogidos de la mano,
y por lo que yo estoy pasando
ellos no lo pueden entender.

Algunos tratan de decirme
pensamientos que no pueden defender.
Aquello que tú quieres ser
lo serás al final.

***

Canciones, canciones... a pesar de lo perdido en la traducción (lost in translation), a pesar de que no entendíamos inglés, cómo ponían el dedo en la llaga o en el júbilo con su lenguaje sencillo y directo. Canciones de juventud y de ahora mismo.

Vibot -

Esa canción, aún sin saber apenas lo que decía, salvo el título, noches de blanco satén, la llevamos los de los últimos sesenta grabada a fuego en el corazón. No es extraño, Ignacio, que nos salga por cualquier resquicio del recuerdo.
Tampoco entonces vimos las melancólicas miradas del vocalista ni el bisel amoroso de sus labios. Y el texto nos iba como anillo al dedo

Nights in white satin,
Never reaching the end,
Letters I've written,
Never meaning to send.

Beauty I'd always missed
With these eyes before,
Just what the truth is
I can't say anymore.

'Cause I love you,
Yes, I love you,
Oh, how, I love you.

Gazing at people,
Some hand in hand,
Just what I'm going thru
They can understand.

Some try to tell me
Thoughts they cannot defend,
Just what you want to be
You will be in the end,

And I love you,
Yes, I love you,
Oh, how, I love you.
Oh, how, I love you.

Nights in white satin,
Never reaching the end,
Letters I've written,
Never meaning to send.

Beauty I'd always missed
With these eyes before,
Just what the truth is
I can't say anymore.

'Cause I love you,
Yes, I love you,
Oh, how, I love you.
Oh, how, I love you.

'Cause I love you,
Yes, I love you,
Oh, how, I love you.
Oh, how, I love you.

jose ignacio -

Mi Vibot, qué coincidencia en la canción de Los Moody Blues
que acompañé a esta mala poesía hace dos días.

Mocita en noches de luto y de blanco satén, mocita de blanco y negro.

Cuando escribes vuelo, como el olor del humo del incienso.


mariposa de noche.

mocita de blanco y negro
cierra la puerta temprano,
mocita ,que no me alegro
si no acaricia tu mano.

mocita de blanco y negro,
mariposa de verano,
mocita, que no me alegro
que se fuera tan lejano

mocita de blanco y negro
en la noche llora en vano,
mocita, que no me alegro
si no le ves por el llano.

https://youtu.be/QdykXAT19Go

Vibot -

En uno de aquellos Autos sacramentales que dirigía Iparraguirre, hice de Inspiración Divina. Para que no se arrugara el vestuario entre una representación y otra nos pidió a los actores que lo colgáramos en nuestra camarilla. ¡Qué orgulloso me sentía yo, con 14 años creo, llevando cuidadoso aquella túnica y capa blancas de satén y aquellos célicos ornamentos, cinturones y cadenas de oropel por el largo pasillo de las clases!
Tus versos, Joseignacio, me han traído esa imagen deliciosa. Más tarde, tal vez en otro curso, el grupo "pop" que formábamos Bañugues, Espinosa, Urbano, Gago y yo, tocamos "Nights in white satin" de los Moody Blues...

https://www.youtube.com/watch?v=kr6qr1AWRko

Aquella blanca capa de satén sacramental
fue lo más cerca que yo pude estar de aquel otro satén de besos y de cartas de amor que evocaba conmovedoramente el guapo vocalista de los Moody Blues...
En cuanto a los aromas, Ignacio, aquel armario de los camerinos rezumaba de lejos una punzante y adictiva mezcla de lacas y cosméticos baratos, de purpurinas faciales oro y plata, de carbones de incensario para las falsa barbas y bigotes de aquellos bozos nuestros virginales, rojas barras de labios tentadoras para aquellas párvulas bocas que siendo tan niñas quisieron pecar...
sin atreverse nunca.

jose ignacio -

Mi Vibot, vuelve,

por el camino del brezo
llegó carreta de sueño,
rapsodas, tramoya, atrezo
y olores que tienen dueño.

vuelve carreta, te rezo,
que se marchó aquel pequeño
por el valle del cerezo
soplando viento sureño.

jose ignacio -

Mi Vibot,vuelve.

por el camino del brezo
llegó carreta de sueño,
rapsodas, tramoya, atrezo
y olores que tienen dueño.

vuelve carreta, te rezo,
que se marchó aquel pequeño
por el valle del cerezo
soplando el viento sureño.


Vibot -

QUERIDOS AMIGOS,

AUNQUE EL TOPE PARA SUSCRIBIRSE ERA EL DIA 30, A LA VISTA DE VUESTRA MASIVA DEMANDA HE DECIDIDO ENCARGAR UNA TIRADA MÁS GRANDE PARA QUE LOS QUE NO SE HAN APUNTADO POR NO ENTERARSE NO SE QUEDEN FUERA. PERO POR FAVOR, PEDÍDMELO ANTES DEL DÍA 15 APUNTÁNDOOS AQUÍ PARA TENEROS A TODOS EN LA MISMA LISTA.

PRONTO PONDRÉ AQUÍ MISMO UN NÚMERO DE CUENTA Y OS LOS MANDARÉ ANTES DE REYES.

GRACIAS DESDE LO MÁS HONDO A TODOS.
¡¡NO ME ESPERABA TANTO!!

Vibot -

Heredia, ojos azules,

no me extraña nada que X se enamorara en el colegio perdidamente de ti, porque
tu dulzura y tu simpatía y tu encanto, que es algo que pocos tienen de
verdad, son irresistibles.

Y yo les pido a los tres Reyes Magos que cada vez que tus ojos azules
acaricien mis versos se produzca una magia de sosiego, de pasión y
encantada dulzura parecida a la que tú irradias porque tu alma se
funda con la mía.

Y siempre nos queramos como ahora.

Te borro el 1 y pongo un 5.
Cierra los ojos mientras te los beso.
Y abrázame fuerte.
Vibot

Luis Heredia -

Queridos Reyes Magos:

A pesar de no haber sido nunca un niño ejemplar, bien que lo sabéis vosotros, todos los años me habéis traído lo que he pedido, o casi, menos cuando os pedí una bicicleta para mi y resultó que mis tres hermanas mayores se me adelantaron al echaros sus cartas porque lo que dejasteis en el comedor fue, sí, una bicicleta pero sin barra. Lo peor no fue esa fatídica mañana del día 6. Lo más peor que peor fue que no me atrevía a poner un pie en el pedal de una bici de color rosa y sin barra en el parque de Begoña por aquello del “qué dirán” si me vieran los demás chavales, y no tan chavales, que por aquel entonces lucían sus lustrosas bicis de barra fija y de un penetrante color rojo o de un azul más intenso que la tinta del bote para la plumilla Pelikán que me pusisteis sin haberla pedido, seguro que pensando más en hacerme un hombre de provecho en vez de aprovecharme yo de la bici de mis hermanas. Es más, tengo que confesaros después de tan mayor, aunque seguro que también lo sabéis, que me prestaba más jugar con ellas y con sus muñecas en casa - pero nunca a escondidas y sin temor al “qué dirán”- que bajar a Begoña y subirme a la bici de aquel color rosa tan atrayente levantando la pierna derecha como un vulgar perro para sentarme al sillín bordeando su parte trasera.

Este año, Queridos Reyes Magos, no quiero, como pasó con mis hermanas, que se me adelante nadie más en pediros un regalo que me va a hacer mucha ilusión, a mi y a las personas a las que quiero mucho y que también se lo voy a poner yo. Es un libro de poemas precioso, según las críticas, escrito por un amigo muy íntimo mío que fue compañero mío de mi curso en el Colegio de La Virgen del Camino que se llama Santos María Martínez Vibot. Su propio nombre ya lo dice todo pues rezuma sensibilidad y espiritualidad por todos los poros. Si de aquella yo quedaba prendado escuchándole cómo tocaba el piano sin tan siquiera llegarle sus pies a los pedales, o sea, levitando como si fuera un ángel, resulta que ahora, según las críticas, y las hay a cientos, escribe como los santos. Qué voy a deciros yo de él que no sepáis vosotros ¿verdad?

El libro se titula METRICA PARA BORJA. Está editado por otro compañero del Colegio, amigo íntimo también aunque no sea de mi curso porque es más joven, que se llama Lalo Mayo y que no para de trabajar aunque esté jubilado porque tiene una salud de hierro. Por si no lo sabéis, aunque seguro que lo sabéis, todo esto lo sé yo porque los compañeros del Colegio tenemos un blog que lo inventó José María Cortés, al que llamamos cariñosamente furriel o guindilla, aunque no manda ni pica nada, amigo íntimo también y compañero pero de un curso más mayor que yo. En el blog es donde me enteré del nacimiento del libro de Vibot, así le llamábamos en el Colegio, y desde luego, el libro no debe tener desperdicio por lo que dice la persona que va a presentar el libro el día de su alumbramiento. Quien lo presentará será Isidro Cícero o Cicero indistintamente. Isidro Cícero o Cicero indistintamente es otro amigo tan íntimo como los demás que también estudió en el Colegio, más viejo que yo porque era dos cursos superior al mío, y si Vibot escribe ahora como los Santos, Isidro escribe como Dios. ¡Ah¡Claro, no os lo dije: Es que el Colegio de La Virgen del Camino era un Seminario donde íbamos para Dominicos, los de hábito blanco, y no hace falta que os explique yo a vosotros que allí los Santos, María, Dios, Misa, etc, prevalecía sobre cualquier otra cosa por mucho que a muchos de nosotros nos tirase más el deporte, la música, el teatro, el cine, la literatura. La verdad es que al final, acabaron tirándonos más estas disciplinas y muy pocos siguieron con los Santos, María, Dios, Misa y los etc. ¡Y mira que habíamos escuchado veces en el Colegio eso de que “muchos son los llamados pero pocos los elegidos” y nadie nos lo creíamos… ¡ Bueno, algunos seguro que ya sabían que solamente habían sido llamados pero no se atrevían a decirlo, salvo a algunos compañeros pero muy, muy bajo para que no se enteraran los frailes.

¡Ojo¡ El libro va de poesía, así que aunque leáis “Métrica” no os vayáis al departamento de Bricolage, que os conozco porque un año os pedí una pistola de vaqueros con cartuchera y me trajisteis unos pantalones azules que mi madre decía que estaban ya usados.

Todos los poemas están dedicados al AMOR, así, con mayúsculas, y el afortunado receptor de los mismos es Borja, claro. ¡Vaya suerte la de Borja¡ Si a mi Vibot me dedicó en su casa unas notas tocadas al clavecín y me tuvieron que coger para bajarme de la nube – la cloud no, la de siempre- me imagino que Borja vivirá colgado in aeternum.

Y ya que el libro va de poesía yo quisiera pediros como estrambote al regalo que el día de la presentación del libro yo pueda asistir para ver a Vibot, a los demás compañeros del Colegio, que son legión y por eso está en León, y para conocer a Borja.

Bueno, de aquí al día 5 de Enero yo os prometo que me voy a portar mejor que nunca para que me traigáis cinco libros de Vibot y si no me los traéis, os juro que el próximo año no os voy a escribir y voy a ir al Colegio a decir a todo el mundo que los Reyes Magos son los padres, los nuestros, no los del Colegio
Un beso

Luis Heredia -

Bueno, bueno, con este módico precio y estas presentaciones,o sea, la del propio libro creada por el saludable Lalo y la del presentador detallista Isidro, habrá que decir eso de: ¡TONTO EL QUE NO LO COMPRE¡

Yo, como creo que estas cosas del cariño ni se compran ni se venden, lo que hice fue pedir cinco ejemplares a los Reyes Magos y ayer ya envié la Carta porque por lo que leo de la lista de pedidos no quisiera quedarme sin ellos.

Vibot -

Muchas gracias, Olano, aunque sólo fuera por todas estas entradas vuestras, y reflexiones y sentimientos, ya habría merecido la pena salir al ruedo de "la vida literaria". Aunque dentro de este cuaderno color natillas aún no he roto del todo el cordón umbilical de un ámbito favorable y protector, por eso me interesará tanto saber la opinión de esas personas a las vais a regalar mi libro. Ojalá quieran dármela.
La intrigante y tantas veces injusta "vida literaria" -de la que uno de los estupendos poetas homosexuales del grupo "Cántico" de Córdoba, Vicente Núñez, decía: "¿Yo la vida literaria? ¡Ni bendita!"- quizá me ignore aún por largo tiempo.

Olano, Xabier -

Enhorabuena Santos. Lo poco que he leído me ha encantado y me ha valido para reflexionar sobre la vida misma y las relaciones humanas.
Resérvame un ejemplar.

Vibot -

Tengo que deciros que Isidro había escrito otro texto distinto. Pero que este retraso en la publicación de su segunda parte, ha hecho que él se haya sentado frente su teclado como un virtuoso -¡cuántas horas tal vez!- a insertar párrafos enteros y suprimir otros (que ahora echo de menos). Y las enredaderas de sus pensamientos, siempre tan bien enraizadas, hayan germinado y reflorecido en intrincadas prolongaciones dialécticas hasta cubrir completamente de sabrosos conceptos este romántico cenador campestre que yo le había propuesto tan solo señalar.
Gracias, querido Isidro, por poner tu talento y tu siempre fina intuición en este libro mío, que empiezo ya a sentir un poco como de todos vosotros. Y no sólo por sus apenas entrevistas virtudes, sino también por este empujón tuyo, Cícero, de tanta generosidad y derroche.
Espero estar luego a la altura en el corazón de cada uno.

Vibot -

Mi querido Bañugues, poco a poco vais apareciendo todos los del curso. Espero que Molpe no se me haya asustado con la salva de piropos. Porque tú -ahí están las fotos para atestiguarlo- tampoco te quedabas manco en satinada palidez, rubios rizos al viento de olimpiadas, cuerpo de atleta y los más expresivos ojos negros.
Compartimos Rondalla, Escolanía y muchas cosas más, querido Carlos.
Que disfrutes leyéndome.
Un abrazo muy fuerte.

Isidro Cicero -

ENDEARMENT

Por Isidro Cícero

Había un fraile allí -cuando yo- que explicaba Literatura: En cierto modo todos los frailes explicaban Literatura. Y Lengua. Un día aquel fraile se lio a descomponernos la palabra “enamoramiento”. Lo hacía como si quisiera practicarle la autopsia. Quería llevarnos al origen y las entrañas de la palabra amor, sí, pero incluso pretendía que trascendiéramos ese umbral membranoso de significaciones y penetráramos en las raíces casi químicas del nombre principal de la vida. El nombre con el que designamos ese apetito gravitatorio del ser humano: El amor:
- En primer lugar, decía, a ‘enamoramiento’ hay que quitarle los añadidos, como el prefijo “en”. ¿Qué nos queda?
“Amoramiento”, nos quedaba. Cogía la tiza y tachaba las siete últimas letras de esta palabra que no aparece en el diccionario.
- El sufijo “miento” hay que quitarlo también.
Lo podábamos también nosotros con el lapicero.
- ¿Qué nos queda ahora?
Amor. Nos quedaba amor.
- Eso, es, ahí está la raíz. Una vez quitados prefijos, sufijos, adherencias, queda la esencia: amor. Y con ella, nos queda la raíz desnuda de la palabra. Ese es el método con el que hay que proceder siempre en todas las cosas que se quieren descomponer para comprenderles desde su radicalidad .
Pero ¿se podía todavía ir más lejos en la autopsia? ¿Se podía hallar la raíz de la raíz? ¿Penetrar más dentro aún, en el núcleo del concepto? Se podía. El fraile primero con la tiza, luego con los ojos y las manos explicaba que de amor, el “or” también sobra, también es sufijo. Fuera con él. ¿Qué nos queda ahora?, preguntaba. “Nos quedaba “am”, decía alguno de nosotros. “Efectivamente, el significado de los significados lo da “am”. El fraile profesor, recurría al sánscrito, creo; o al indoeuropeo, al protolatín, qué se yo. Es lo suyo, las lenguas, los frailes se mueven con las lenguas como los biólogos entre las cepas de la gripe. Lenguas de lenguas y de lenguas.
“Am” está en “amor”, en amigo, en mamá, en amachu, en amante, en enamorarse. Am es el hambre. Am está en la necesidad de mamar. Am es el primer movimiento del deseo. Decimos “am” y queremos decir “¡ay que te como!”.
Miraba el fraile al corazón de la clase y la clase reía. No debía hacerlo. Debía haberle escuchado con temblores. Cuando hablamos en público, todos dirigimos la mirada a alguien en concreto, a una persona en la que condensamos a todo el auditorio. Los que éramos ya un poco mayorcitos, los que teníamos ya un poco de pensamiento cavilador creíamos descubrir la el secreto de una golosa glotonería en la mirada del fraile. No decía “am que te como” al aire del aula, como podía decir por ejemplo que las esdrújulas se acentúan todas, sino que su am-que-te-como iba a algún oscuro objeto directo de sus secretos deseos, a algún detalle preciso que se pronunciaba solo dentro del paisaje general del grupo.
Pienso ahora con lástima en las frustraciones (si estoy en lo cierto debieron de ser dolorosas) de aquel pobre sacerdote, culto y sapiente, amarrado al sacrificio y a la casta renuncia. Y a la fría soledad. Y por otro lado, amarrado a los deseos radicales del amor. Como todo hombre, como toda mujer. Como todo andrógino. Porque puestos a podar sufijos y prefijos, la o y la a que tanto marcan el género en nuestro idioma y que en inglés por ejemplo ni se consideran, ¿no son aspectos secundarios? ¿No son modificadores de la superficie? ¿No son piezas del acabado? ¿No son embellecedores finales? No lo sé, pero sí sé, desde luego, que no son las raíces. Ni en la lengua, ni en la biología, y lo son cada vez menos en la realidad social.
Las raíces quizá estén en el mito de Platón en aquel raro diálogo “que trata tanto de amor como de retórica”. El ser humano primigenio era una sola pieza perfecta y acabada en sí misma, pero los dioses le pegaron un tajo que le jodieron. Le partieron en dos . Y desde entonces la una mitad vaga, rueda, gime, zapatea, se desgasta y se desespera. Buscando la otra mitad porque no sabe vivir sola. Ni le merece la pena vivir sola. Para eso vale más morirse. ¿Para qué vivir una mitad mutilada siempre ansiando unirse a la otra? Aquí sirve aquello de la media naranja. No descansamos ninguno hasta que la encontramos. Y si no la encontramos, pues no descansamos: “Inquietum est cor meum”, confesaba el de Hipona, “hasta que te encuentre, hasta que descanse en ti”. Pero hasta que eso llega, cuántas vueltas damos. Cuantos zigzags hasta eso, cuantos ejercicios de prueba-error. Esto que digo sí creo yo que es serio y radical. Me parece, vamos.
El libro de Vibot es un libro de poemas de amor y en-amor-amiento. Lo que pasa es que, para mí, el “ay, que te como” de Vibot está expresado en un sentido dandy, elegante , educado. Podría parecer incluso cartesiano: será quizá porque el amor lo hace Vibot amoldarse a los troqueles del verso exacto y a moldura de la estrofa canónica.
El “endearment” es inglés . Las expresiones de Vibot parecen muchas veces “nicknames”. Son térmimos para el cariño, el afecto, la ternura. Me vino a la memoria esta frase: “Beware, beware, if he starts to whisper endearments to you”. Ten cuidado si ves que empieza a musitarte ternezas…
Recordando la explicación del fraile, si al “endearment” le quitamos el prefijo “en”, el sufijo “ment”, ¿qué nos queda? Nos queda “dear”, querido /querida.
Podría haberme inclinado por la raíz de “loved”, “beloved”, pero me inclino por la raíz dear. La que describe Vibot no me parece un hambre canina. Es “dear”. Es afecto distinguido, es cariño y ternura elegante, ya digo. ¿Es un libro de amor el libro de Vibot? Sí, lo es. Lo he sometido a un stress de resistencia de sentimientos y me ha parecido un catálogo de registros del cariño, de expresiones de afecto, de declaraciones de amor cultas y educadas, sensibles. Es la expresión de cuando alguien encuentra su “soulmate” y deposita en el soulmate toda la esperanza de conseguir lo que en este mundo el homo solitarius et frágilis, el único ser creado que se conoce mejor por dentro que por fuera, anda buscando desde que nace. ¿Y qué andamos buscando desde que nacermos? Otro ser humano junto a ti, que te entienda incluso sin pronunciar palabra, con quien puedas comulgar más allá de las pieles.
Hace unos diez días, Santos Vibot me distinguió enviándome la primicia de este ‘Métrica para Borja” su primer libro. Lo había escrito a lo largo del verano para dedicárselo desde la distancia a su ‘soulmate’ y para cumplir así una promesa que, según dice, le había hecho en 2007.
“A lo mejor quieres escribir un comentario en el blog”, me pidió casi sin pedirlo. “Hecho”, contesté automático. Automático también me surgió la palabra “endearment” y la decisión de ponerme a revolver carpetas antiguas, para buscar los ya olvidados apuntes de Estilística y preceptiva literaria que estaban archivados de cualquier manera. Me han servido de guía para la exploración de la técnica constructiva de Vibot. De su gran poema, realizado con una arquitectura singular, sobre unos planos sorprendentes.
En seguida vi que al ser un libro de sentimientos, solo se puede abordar desde el sentimiento. Es un poema de amor educado y dandy. Resultaría inútil y grosero ponerle apellidos. Yo no lo haré, que las trepadoras crecen y giran según les obligan las órdenes de las fuerzas que llevan dentro sus semillas. Se trata del amor, y ya. De amor, y basta. De un soft endearement sostenible y ecológico. Que no daña la vista por exhibicionista, que huye de lo ridículo y de lo ñoño, y que no entra en charcas en las que es tan fácil deslizarse cuando se trata de esta materia de los sentimientos amorosos.
Vibot expresa sentimientos profundos y sinceros. “¡Que me dures!”, le pide al amor. En varias ocasiones apunta a esa sensación de frágil soledad a la que antes me referí, y que vive el hombre como consustancial a su estar en el mundo. Una sensación que el hombre lúcido encuentra más lacerante cuanto más acompañado se siente. Incluso en la máxima intimidad, cuando uno es el otro, sin ser el otro, cuando uno siente al otro “intimior intimo meo” (más íntimo para mí mismo que mi propia intimidad), el poeta recuerda al ser partido en dos mitades deseantes y clamantes la una por la otra después de la tajadura terrorífica que produjo en el ser humano el hacha terrible de los dioses. Por eso dice Vibot la paradoja “cerca pero lejos”. Por eso exclama “Huyendo de estos lejos/ por besos te doy versos”.

Paradójico resulta también el hecho de que la intensidad del amor vivido cotidianamente proporciona al poeta felicidad, pero le quita capacidad para escribirlo y reflexionarlo. Se puede escribir solo desde una cierta distancia de la vida. Cuando las cosas se viven, se viven y punto. El poeta es también consciente de la desmesura siempre contenida del amor: “Todo lo que yo te quiero/ no cabe en este rimero”, pero mientras, revolotea en su mente el ave negra de la posibilidad de la pérdida, una sombra mítica que -¿por qué iba a ser Vibot diferente a todos nosotros?- le congela el corazón.

Vibot es el escritor sensual o quizá sea mejor decir sensorial, que conocemos. En muchas ocasiones nos remite a lo que perciben sus sentidos: A la vista nos regala colores rojos, púrpuras; espumas blancas, cielos azules, objetos canelas y granas, rubíes e irisaciones. Con el oído hace que nos imaginemos al “muchacho de violas”, pintándolo así como el tenor de las cuerdas, entre los graves del violín y los agudos del violoncello. En otro momento, nos cita la bronca voz del gong. Las sensaciones del tacto van desde el oro y la tersura del mármol, la suavidad de los “terciopelos y damascos, brocados y sedas indias”.
Pero esta Métrica trata de Eros, la fuerza del amor. Cuánto, oh diosa, se ha escrito sobre el amor y el sexo, cuánto y qué bueno. Cuántas cosas he leído yo sobre Eros en sus distintas formas. No es Métrica para Borja lo primero. Nunca me puedo olvidar de que para muchos antiguos, Eros tenía padre y tenía madre. Se llamaban Pobreza y Oportunidad. Eros era flaco, andaba desaseado y nunca tenía zapatos. Salía a su madre. Como ella era un homeless, un sin techo, un indigente. No tenía zapatos, pero tampoco ropa pare vestirse. Dormía al raso, siempre peleando contra la miseria. Eso por parte de madre. Pero por parte de padre, siempre estaba al acecho de otra realidad. Buscándole las vueltas a la vida. Esperando la ocasión de saltar sobre cualquier cosa buena, bella, valerosa, inteligente y cálida que pasara por allí. Es mi descripción preferida del Amor. También ésta nos la contó Platón, Santos querido.

Carlos Bañugues -

Querido Vibot: será un regalo de Navidad precioso para mi. Aprenderé contigo a sensibilizarme de nuevo y conseguir un corazón más tierno, que en mis últimos años, cabalgando sobre restos ya de lo que fuí, se había acartonado.
Te pido que me guardes, al
menos, tres ejemplares.
Ayer fue el cumple de Manuel Pedro A.Herrero pero no he podido conectar con él. Puede que le interese tb.
Un abrazo grande.

Miguel Ángel Díez Ordóñez -

Resérvame un libro.

Vibot -

Molpe, tú tenías los ojos más azules de nuestro curso y una alegre y limpia mirada de atleta vencedor, además de un cuerpazo miguelangelesco y unos preciosos rizos rubios que ondeaban en tus saltos de félido, pero cualquiera lo decía entonces aunque muchos lo pensaran al verte.
Que ahora te quieras, con esa humilde franqueza de quien confiesa no tener ni la más remota de poesía, apuntar a mi libro y leerme, me ha conmovido de verdad.
Tú fardarás de dedicatoria pero el que farda de compañero de curso, de esos pálidos arios-castellanos con corazón de niño, soy yo.

Molpeceres -

Santos, quiero un ejemplar por mil una razón. Las primeras mil razones porque lo has escrito tu que tienes todo mi aprecio y la una porque quiero y aunque no tenga ni la mas remota de poesía me gustaría volver a recuperar el tiempo perdido, pasado y desaprovechado.
además tengo las más absoluta seguridad de que es una magnífica obra. Te rogaría que me lo dedicaras para presumir,
Un abrazo a ti y al foro. Molpe

Vibot -

Querido Javi Cirauqui, gracias por ese segundo pedido, espero que a tu amigo le alegre y acompañe mi poesía.
Pero me haces tantos elogios, tú y todos aquí,
que me estoy temiendo si acaso nos os defraudará después. Que a veces el cariño es ciego.

Respecto del medallón de la portada roja, ya que lo mencionas, te contaré que lo encontramos Borja y yo en una deliciosa almoneda de Stratford upon Avon y al ver que ponía 2008, el año en que nos conocimos, lo interpretamos como una señal y ahora preside el mejor rincón de nuestra casa. Se trata de una porcelana de Wedgwood que además representa el mito más icónico de la homosexualidad: Zeus, el dios de los dioses, brinda en el Olimpo con su amado Ganímedes con copas ambrosía. Dentro del libro, después de la dedicatoria, se reproduce otro grabado representando el rapto amoroso: Zeus transformado en águila llevando por los aires al muchacho. Eran otros dioses para comparar filosofías de vida...
Si aquellos, por suerte bien lejanos, amores imposibles entre chicos de internado -que tantos padecimos entonces pero que sólo tú y yo hemos declarado aquí sin medias tintas ni palabras- eran un trauma, una dolorosa lacra de la época que produjo, además de aquel punzante dolor amordazado, peligrosos y duraderos síndromes, este libro es un respiro de felicidad en tiempos mejores.
Siempre he admirado la no tan abundante poesía amorosa feliz, quizá por que durante tanto tiempo los avatares de mi corazón no propiciaron precisamente que yo la escribiese.
Ojalá pueda daros alegría.

Vibot -

Gracias Daniel, espero que disfrutéis de la lectura como dices. Un abrazo fuerte.

Froilán por Dios! sólo mi primo Gregorio que me ha pedido siete ejemplares para toda la primada Vibot te ha superado en uno. Con unos cuantos suscriptores como tú voy a tener que hacer una segunda edición corregida y aumentada. Bien se ve tu generosidad.
Además, como regalo complementario de Reyes no está nada mal por 15 euros.
Y otra cosa que me encanta es que les regales un libro como éste a tus hijos, como ya otros compañeros hacen. Nuestra generación, con muy pocas excepciones seguramente, no tuvo la suerte de tener unos padres de mente tan abierta para las cosas del corazón.
Un abrazo enorme, más que séxtuple, Froi, querido.

Javier Cirauqui -

Como dice Isidro Cícero, es la ocasión de asomarse a un jardín de bellezas y yo diría que aun mercado de delicadezas, (delikatesen dicen ahora).
Bocados para degustar con todos los sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato y otras percepciones.
Primero el continente, una hermosísima edición de este libro, empezando por la portada, Zeus y Ganimedes, en rosa, vigilados por Cupido. Orlas vegetales y musicales que nos ambientan con sus aromas y sus sonidos. Índice de hermosa grafía, con versos de todas las sílabas y estrofas de todas las formas, con títulos sonoros, olorosos luminosos y apetitosos. Todo ello preparado por Lalo, con mimo y maestría como el sabe hacerlo.
Y luego esta insuperable presentación de Isidro Cícero, adentrándonos por el libro y su texto, por este "Método Progresivo de Aprendizaje, sobre como expresar en verso palabras de ternura, cariño y afecto..."
El texto de Vibot, que por las muestras adivino luminoso, vibrante, auténtico, tierno, delicado, con versos y poemas de variada métrica, llenos de amor, cariño y buen hacer. Ciento setenta y cinco obras de arte. Edición, presentación y poemas, tres obras de arte hechas realidad.
Ya tengo ganas de gozar de estas delicadezas y tocar, oler, ver gustar, oír este libro, que estoy seguro, me va a llenar de gozo, satisfacción y sentimientos de amor cuando lo lea.
Te pido un ejemplar más para regalar a un amigo que quiero. Javier.

FROILAN CORTES -

QUERIDO VIBOT:

Después de muchísimo tiempo sin leer NADA de todos vosotros, llevo más de una hora disfrutando de Cícero, de Carlines Tejo, de tí, de todos...
Es un auténtico lujo teneros cerca emocionalmente.
Quiero que me reserves y dediques los siguientes ejemplares:
Uno, para mí.
Otro, para mi hijo Curro
Otro, para mi hija Elena.
Otro, para Martín, el mayor de tu curso (quiero regalárselo porque me da la gana).
Otro, para mi hermano Andrés (Ito), que para eso es el mayor, y otro para el "guindilla", para que no se cele. Si no se lo han pedido a los Reyes Magos, se lo traerán igual!!!
En total creo que son SEIS.
Un fuerte abrazo, Vibot.

Daniel Orden Santamarta -

Santos:¡Enhorabuena! Idem a Lalo. Resérvame un ejemplar, por favor. Disfrutaremos con su lectura. Un abrazo

Vibot -

También otro de mi curso, José Ramos Paíno, del mundo de los guiones y la televisión, me pide suscripción por mail.
Gracias, Paíno, un abrazo fuerte. Y si tienes algún rodaje interesante entre manos, recomiéndanoslo por aquí.

Vibot -

Gracias, Carlos, aunque siga siendo el más pequeño de vosotros, a estas edades ya poco se nota y de poco me sirve. Y gracias por tu frase tan cariñosa:
"Prestaríame asgaya que me reservaras un ejemplar, seguro que disfrutaré con su lectura y aprenderé muchas cosas."

Y me escribe Pedro Molleda Pastrana, también de mi curso con su guasa de siempre. Dejadme que farde otro poco con sus palabras:
"Quién le iba a decir al estagirita lo afortunado de los títulos de sus "Ética para....." y la influencia que éstos iban a ejercer a la hora de nominar futuras creaciones de la sensibilidad y el espíritu humanos; y no me refiero, claro está, a Savater."
Gracias Molleda, tu exagera que para eso crecimos juntos. ¡Un abrazo!

Echo de menos a todos los demás. Guardaré ejemplares, si sobran, para los despistados.

Carlos de la Puente Llorente -

Reitero por este medio al mas pequeño de mi curso, sólo por edad, que me reserve y me haga llegar un ejemplar de su libro.
Abrazos

Vibot -

¡Siendo así...

Viva el bibliotecario de Caleruega!
Abrazos, P. Jesús.

Jesús Herrero Marcos -

Al contrario, querido Santos, nos pondrá en primera fila en el apartado de “Palentinos”, a Isidro en el de “Cántabros”, a Mallada en el de “Asturianos” y así sucesivamente, aunque los temas tratados por cada uno sean para hacer sonar todas las alarmas. Antes que la prevención está el amor (en el caso puntual del P. Jesús y otros por el estilo).

Vibot -

Y a Maxi Olóriz, que anda muy ocupado estos días dirigiendo en el teatro la zarzuela "El caserío" de Guridi y me dice por mail que también él lo quiere.
Mucho éxito, Maestro, vaya música preciosa!

Vibot -

De acuerdo en lo de la biblioteca de Caleruega, especialmente viniendo del P. Jesús Martín. Sólo una condición, Jesús H.: Que no nos pongan en la sección de libros prohibidos, porque tú con tu investigación sobre de la lujuria en el Románico y yo con lo mío... no sé, no se!
P. Jesús, si nos lees, sé benevolente.

Querido Antonio Argüeso, ya me gustaría a mí haberte acompañado por esos bosques belgas respirando frescuras aromadas, que en Madrid ya no hay aire respirable.
Gracias por tus tres ejemplares, que ya te haré llegar, no te preocupes.
Un abrazo muy fuerte.

Y apunto también, mientras lo hace él aquí, a Carlos Puente LLorente, de mi curso, que me lo ha pedido por mail.
Otro abrazo muy fuerte, amigo querido.

Antonio Argüeso -

¿Por qué será? Ayer, como prácticamente todos los domingos y fiestas de guardar, fui a andar por un recorrido ADEPS. Resulta que aquí eso es toda una institución: cada festivo hay asociaciones que señalan recorridos siempre diferentes de 10, 15 ó 20 km. Se puede hacer, sólo o acompañado, en cualquier momento entre las 8 y las 18h. Al final del recorrido o bien uno vuelve a casa o, lo más natural, toma un caldo, una cerveza, un café o incluso come o merienda en el centro que lo organiza, quedando los beneficios para las actividades de la asociación que lo gestiona.

¿Que a qué viene todo esto? Pues que justamente ayer, en el recorrido que hice me tocó bregar con mucho viento, que no sé por qué, siempre da de frente y a ratos pasé por frondosos bosques. Y el rutar del viento (es como lo definía mi madre) y los olores que fui percibiendo me hicieron pensar en Santos. Porque como arriba dice extraordinariamente bien Isidro “Nuestro sensual poeta, todos lo sabemos, conoce todos los aromas” y “A los olores y perfumes sabe llamarlos por su nombre exacto y con el nombre de cada uno sabe perfumar otros nombres de cosas”. Pero este no es mi caso.

Y mira tú por dónde que justo ayer Carlos Tejo informa de estas entradas en el blog, blog al que por razones que no vienen al caso, hace semanas que no acudo.

Santos, guárdame tres libros. Ya veremos la forma de que lleguen a mis manos. E Isidro, dices que Lalo se supera; aunque me parezca tarea imposible, dada la calidad de las anteriores publicaciones, tengo que creerte. Sobre todo porque tú también te superas en cada entrada; y mira que te lo pones difícil.

Isidro Cicero -

Osti, Jesús, es verdad. Una vez hace años me pidió eso mismo el padre Jesús y hasta ahora no le he hecho caso.
Como le he prometido a José Ignacio Manso, uno de mis compañeros más próximos de cuando entonces que pasaré un día con él en Burgos, cuando eso ocurra le propondré acercarnos a Caleruega y le llevaré un ejemplar de cada cosa mía que quede por ahí. Saludos a todos.

Jesús Herrero Marcos -

Querido Isidro, lo de Santos no será menos tremendo que lo tuyo y, según nos recuerdas con acierto, que lo de Lalo, a quien también conocemos de sobra (por sus obras los conoceréis). Me dan ganas de pedirle al poeta un tercer ejemplar. Tengo mis motivos porque hace un par de días hablé con el P. Jesús Martín, que como sabes es el “alma mater” de la Biblioteca Dominicana de Caleruega, y está dispuesto a abrir una nueva sección en sus estantes que podría denominarse “Antiguos Alumnos”. O sea, que ahí iría colocada la obra de todos aquellos de nosotros que hayamos publicado algo en este valle de lágrimas (perdón, he querido decir de versos). Creo que es buena idea, sobre todo porque de alguna manera es una forma de reconocer a todos los que nos enseñaron y nos apretaron el botoncito del “on”, que es “onde” hay que dar para que el aparato intelectivo se ponga en marcha.
Por mi parte me he comprometido con él para llevarle en mano un ejemplar de todo lo que tengo en casa vuestro, que no es poco. Pero, querido Isidro, no tengo nada tuyo, aunque lo he leído casi todo durante mis vacaciones estivales de San Vicente de la Barquera, donde siempre había alguno de tus libros en el quiosco/librería de la plaza. Así que ya sabes…
También me comentó la noticia de que en enero será nombrado provincial de la provincia de “Hispania”, refundición de las tres anteriores, Jesús Díaz Sariego. Lo digo por si el Furri, que está en todo, quiere abrirle un portillo especial.
Que los dioses os sean propicios.

Vibot -

Luis, ya lo creo que tanto Cícero como Lalo se merecían tus cariñosas y juvenilmente entusiastas palabras.
Me alegra que hayas podido leer el índice, porque en mi ordenador se ve borroso(¿será porque este portátil tiene ya 8 años?), espero que sólo sea en el mío. Si no lo veis bien, decidlo por si se puede mejorar. El índice puede decir mucho del contenido de un libro, o poco. No sabría deciros lo que os pueda decir el mío, pero algo ayudará.

Estaba yo sufriendo por ellos también, mi presentador y mi editor. No por mí, que aunque nadie más se suscribiera, con todos los que os habéis suscrito ya en el portillo de damasco rojo, estoy más ancho que un brazo de mar. Aunque, claro, si os apuntárais otros tantos, tanto Lalo, a quien tanto he fatigado con este libro y que tanto le debe, como yo, os querríamos aún más, si es que es posible. Y hasta os daríamos nuevas y bruñidas colaboraciones en el futuro.
Gracias anticipadas a los posibles suscriptores.


Luis Carrizo -

Por ciertas cuestiones de forma, hubiera preferido no ser yo el primero en romper el fuego, pero no puedo apagar el ordenador pensando en que el epígrafe Comentarios pueda pasar la noche en blanco.
Creo que nos pasa a casi todos: para asombrarnos tenemos que estar previamente condicionados o aleccionados por algo que nos de la señal de lo que debe ser susceptible de admiración en grado de pasmo. La costumbre delega hoy día esa función a la televisión (de masas, claro)o al ilustrativo pero poco ilustre adjetivo que envuelve aquello que los cánones ¿? ordenan celebrar: best seller. Este primer acercamiento de Cicero es genial (ya buscaremos adjetivos para los próximos capítulos ); El trabajo de Lalo, reconocido, pero una vez más superándose a sí mismo, incomparable. El índice del libro de Vibot, los títulos, las palabras que he leído son de tal belleza y sonoridad que el libro no puede por menos que asombrar y deleitar.Simplemente ese índice justificaría cualquier libro.
Ninguno de los tres hace gala de premios de relumbrón, no aparecen en las revistas del colorín, no salen en los telediarios (por ahora), vale,quiero decir, no se me da un ardite, pero degustemos lo que nos ofrecen conscientes de que tenemos en este blog primicias de un valor cultural y estético de primerísimo orden. Aunque no lo digan ni Agamenon ni su porquero.