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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

NAVIDAD 2018

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (9)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (9)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (8)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (8)

PASEANDO POR LEÓN EN NAVIDAD

Salí con mi hijo Alberto a hacer unos recados y dar una vueltina por León.

Hicimos de todo menos los recados. Fotos y videos. Y aquí os dejo la muestra.

Al llegar a casa nos riñeron por no hacer los recados.

Y dedico esta peliculina, insisto en que sigo sin ser Chema Sarmiento, con especial cariño a mis paisanos que estén lejos de este pueblín y que, con seguridad, sentirán el pellizco de la morriña.

Y para todos, hermanos.

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (7)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (7)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (10)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (10)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (6)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (6)

CANDIDATO A LA ALCADÍA DE MADRID

CANDIDATO A LA ALCADÍA DE MADRID

En portada de diferentes publicaciones nacionales y extranjeras aparece hoy la noticia de que nuestro compañero MARTÍN FERNÁNDEZ ALONSO, el mayor del curso del 62, presenta su candidatura a la Alcaldía de Madrid.

Estoy bien rodeado de ángeles y demonios, comenta en páginas interiores.

Os seguiré informando sobre su desarrollo, el de la candidatura.

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (5)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (5)

NOCHEBUENA

NOCHEBUENA

Feliz nochebuena os deseo a todos vosotros, mis compañeros de infancia.

MAXI TRAPERO NOS FELICITA LA NAVIDAD

MAXI TRAPERO NOS FELICITA LA NAVIDAD

Ved esta preciosa escena navideña que tenemos este año los canarios en nuestra playa de Las Canteras de Las Palmas de GBran Canaria.

Con ella va mi felicitación navideña, con un fuerte abrazo,

Maxi

LA PASTORADA LEONESA (Por Maxi Trapero)

LA PASTORADA LEONESA (Por Maxi Trapero)

Para corresponder a la dedicatoria que "Jesusito el Herrero" me hace de incorporar la Pastorada en sus preciosas postales navideñas, que agradezco, creo que podría ser de interés que nuestros colegas y amigos de tu blog conozcan "el meollo" de ese auto de Navidad que yo he considerado como "un eco del antiguo teatro medieval castellano". 

Debe saberse que la Pastorada leonesa se ha transmitido oralmente a través de generaciones y que, por tanto, anda en tantas versiones textuales (y musicales) como lugares la han conservado.

 La Pastorada leonesa es un auténtico “auto de Navidad” que tiene por argumento el anuncio del ángel a los pastores, la discusión entre los pastores y la decisión de ir a Belén para la adoración de éstos al Niño recién nacido. Pertenece, pues, a lo que en el teatro medieval se llamó el “officium pastorum”.

Pero antes y después de esta parte central del auto se anteceden y suceden diversas escenas que glosan la vida pastoril y se cantan villancicos alusivos al acontecimiento. De ahí que la música (y secundariamente la danza) tenga una presencia e importancia fundamental.

La Pastorada leonesa se ha transmitido oralmente a través de generaciones y por tanto anda en tantas versiones textuales (y musicales) como lugares en que se ha conservado, especialmente en la parte sur y este de la provincia de León y en localidades vecinas de las provincias de Palencia, Valladolid y Zamora. No obstante, esta "parte central" es la más uniforme en todas las versiones y la que conserva los arcaísmos literarios mayores. 

            Y con ello va mi felicitación navideña para ti, para tu familia y para toda "la familia" de AntiguosAlumnosDominicosVirgendelCamino.

Maxi Trapero


PARTE CENTRAL DE LA PASTORADA LEONESA

 

Se echan los pastores

 

Canta el Ángel 

Gloria in excelsis Deo. 

 

Rabadán 

¿Me has llamado tú, Juan Lorenzo? 

 

Juan Lorenzo 

Yo no he llamado, y menos pensar en ello. 

 

Rabadán 

Porque he oído una voz y tocar mi cencerro. 

 

Juan Lorenzo

El mi ganado está quedo, el tuyo va corriendo. 

 

Rabadán 

Tis, tis, malvadas. ¿Dónde vais con tanto brío? 

No perderéis el repasto   aunque llueva o haga frío. 

Andándome yo paseando   por las fuentes de un sombrío, 

he visto dos doncellas   hacer amores a un niño. 

 

Ángel 

Alerta, alerta, pastores,   

alerta, alerta, al momento:

¡ea! de parte de Dios,   

¡ea!, que anunciaros vengo,

¡ea! que hoy ha nacido,   

¡ea! pa vuestro remedio. 

¡ea! Marchar a Belén, 

¡ea! ir luego y corriendo,

¡ea!, que allí le hallaréis 

¡ea! entre pajas envuelto, 

reclinado en un pesebre 

y por compaña un jumento. 

 

Rabadán 

¡Jesús, Jesús, qué prodigio!   ¡Jesús, Jesús, qué portento!

Sin duda es la voz de un ángel;   sí lo es, no puede menos. 

Voy a hacer por informarme... 

Y ya se me desapareció   aquel brillante lucero. 

¿Qué voces son las que a mí,   estando en profundo sueño, 

me despiertan y me dicen   que a Belén vaya corriendo?

 

Juan Lorenzo 

¡Vaya con el Rabadán!,   está para divertirnos... 

Como se levanta de dormir   tiene los ojos chiquitos,

las velas se le hacen ruecas,   las mazorcas canastillos, 

los husos bizcochos   y también azucarillos. 

 

Rabadán 

También las pantorrillas del gallo pío 

suelen doblarse, cuando llueve o hace frío.

 

Ángel 

Alerta, alerta, pastores,   

alerta, alerta, al momento:

¡ea! de parte de Dios,   

¡ea!, que anunciaros vengo,

¡ea! que hoy ha nacido,   

¡ea! pa vuestro remedio. 

¡ea! Marchar a Belén, 

¡ea! ir luego y corriendo,

¡ea!, que allí le hallaréis 

¡ea! entre pajas envuelto, 

reclinado en un pesebre 

y por compaña un jumento. 

 

Rabadán 

¡Santo Dios, es verdad!

Un ángel es, no lo dudo,   no puedo desconocerlo. 

Desde el principio le vi   y estuve observando atento. 

Y con voz sonora dice   que para nuestro remedio 

ha nacido el Rey Mesías,   santo, santo en tierra y cielo. 

¡Arriba, los mis amigos!,   ¡arriba, mis compañeros!, 

gozaréis de mil delicias;   quiero quitaros del sueño 

que vos priva de gozar   un grandísimo misterio. 

 

Juan Lorenzo 

¡Déjame dormir, Rabadán!,   ¡déjame de chichiribeos!, 

que si me vuelves a despertar   y a descorruzarme el sueño, 

armaremos paloteo.

¡Y veremos quién es más:   Rabadán o Juan Lorenzo!

 

Rabadán 

Al oír las palabradas   del furiado Juan Lorenzo 

ya se desapareció   aquel brillante lucero. 

Pues, ¿qué haré yo en este caso   para que mis compañeros 

gocen de estas delicias,   anuncien estos portentos? 

Porque es un letargo el sueño 

que les priva de gozar   un grandísimo misterio. 

Si los despierto, se enfadan,   si los dejo dormir, veo 

que yo solo estoy penando. 

Me volveré, pues, a echar   y haré que duermo y no duermo; 

y si me vuelve a despertar la dulce voz   en su sonada con su soneto 

ya me levantaré con tiempo. 

 

(Medio se echa) 

 

Dije, pues, que de acostarme...,   ¡ahora sí que no me acuesto!

A llamarles voy de prisa   y a despertarles voy corriendo, 

llamándoles por su nombre   y de esta suerte iré diciendo: 

¡Tente arriba, tú, Chamorro!   ¡Levántate, Juan Lorenzo!

¡Ponte en pie, tú, Zagalón!   ¡Abre el ojo, Zagalejo!

¡Antonio, Pascual y Blas,   vayan haciendo lo mesmo! 

¿No queréis ver y gozar   de lo que yo gozo y veo? 

 

(Despiertan todos

 

Todos 

¡Sí queremos!

 

 

Diálogos de protesta entre los pastores

 

Rabadán 

Sabed que en aquella altura,   en aquel encumbrado cerro, 

un paraninfo del cielo,   

con voz celestial   dos veces en un soneto 

ha cantado y me ha dejado   todo confuso y suspenso. 

Sin duda aquí se encierra   un grandísimo misterio. 

 

Blas 

Compañero, ¿tienes pan? 

 

Rabadán 

¡Déjame de pan y panes,   que ahora no estamos a eso!

¡Atención, que va a repetir   la dulce voz el soneto!

 

Chamorro 

¡Qué sonada ni que soneto!

¡Faltarán a mí cantiñas   cuando yo de hambre estoy muerto!

Yo voy a hacer unas migas   para almorzar a contento. 

Que la música sí gusta, ¡mira si gusta!,   pero es después de compuesto 

este cuerpo principal,   que le tengo descompuesto. 

Y tú también, Zagalón,   que le tienes casi yerto 

de hambre y de necesidad.   Vente conmigo al momento, 

nos haremos unas migajuelas   bien componidas con sebo, 

y después de bien compuestas,   las echaremos al coleto. 

 

(Hacen las migas)

 

Rabadán 

Pues tienes tú razón, Chamorro; 

pues como dice el adagio   de la panza sale la danza, 

y de la danza la panza.   ¿Y tú qué piensas, Zagaleto?

 

Zagaleto 

En comer las migas con vosotros   que eso es muy bueno. 

 

Zagalón 

¿Y tú qué haces? 

 

Zagaleto 

Hace cuenta que tengo   el carnero bien compuesto. 

 

Zagalón 

¿Qué haces que no avisas   a todos tus compañeros?

 

Juan Lorenzo 

Compañeros, acudid al caldero;   

a comer las migas con el carnero. 

 

Rabadán 

¿Ya hicisteis la migas,   Juan Lorenzo? 

 

Juan Lorenzo 

¿Tanta hambre tienes, Rabadán?   ¡Pues que tú no estás bien yerto!

 

Rabadán 

Desde ayer tarde que no como;   ¡no dejaré de estar bien yerto!

 

Juan Lorenzo 

Pues nadie te quitará el probar   a ver si está bien compuesto. 

 

Rabadán 

No, hombre, que confío en ti; 

que creo las harás buenas   para el niño tierno. 

Pero, en fin, voy a probar   a ver si está bien compuesto. 

¿Dónde está la cuchara, Zagaleto? 

 

Zagaleto 

En el caldero, en el caldero. 

 

Rabadán 

¡Cómo queman, Juan Lorenzo!

 

Juan Lorenzo 

¡Qué delicados tienes los labios, mi Rabadán!

 

Rabadán 

¡Juan Lorenzo!

 

Juan Lorenzo 

Respondo, mi Rabadán. 

 

Rabadán 

Yo bien decía,   grandísimo majadero, 

que aquí no has echado sal,   ni sebo ni pimiento.

 

Juan Lorenzo 

Como te has dado a beber hiel y vinagre, 

no sacas el gusto aunque te desangres. 

 

Rabadán 

Puede ser que sea eso. 

Pero, en fin, no tengo mejor gusto 

que coger el caldero y echármelas al coleto. 

 

Chamorro 

¡Detente!, ¡Detente, Rabadán! 

Disprudente, ¡aguarda   por todos los compañeros!

 

Rabadán 

¿Ahí estabas tú, Chamorro? 

¿Pues que tú no estás bien yerto?

 

Chamorro 

Pues con lo que tú me has dado 

¡no dejaré de estar bien yerto!

 

(Comen las migas)

 

Zagaleto (dando vueltas al corro de sus compañeros)

¿A mí no me dais? ¿A mí no me dais?

 

Antonio 

Las migas no están blandas; 

el niño es tierno y no puede pasarlas. 

 

Pascual 

La longaniza está buena,   y los demás enredos: 

y a mí tras de las migas   se me van los dedos. 

 

Juan Lorenzo 

¡Come migas, Rabadán,   ahora que tienes tiempo! 

Y veremos en qué para   lo que tú estabas diciendo. 

 

Rabadán 

¡Yo no quiero comer migas!   ¡Quiero observar el misterio!

 

Ángel 

Alerta, alerta pastores. 

 

Rabadán 

¡Atención, que ahora repite la dulce voz su sonada y soneto! 

 

Ángel 

Alerta, alerta pastores, 

alerta, alerta al momento;

que yo de parte de Dios 

¡ea! que anunciaros vengo.

¡Ea! que hoy ha nacido 

¡ea! sobre nuestro suelo

¡ea! el hijo de Dios 

¡ea! pa vuestro remedio. 

¡Ea! marchar a Belén 

¡ea! de prisa y corriendo;

¡ea! que allí le hallaréis 

entre unas pajas envuelto.

 

Antonio 

¡Ahora sí que yo le oigo!

 

Pascual 

¡Ahora sí que yo le veo!

 

Juan Lorenzo 

¡Ahora sí que a mi Rabadán   a juntos pies yo le creo!

 

Rabadán 

¡Yo ya no quiero almorzar!

 

Juan Lorenzo 

¡Y yo menos pensar en ello! 

¿Por qué no quieres almorzar, mi Rabadán?

 

Rabadán 

¡Porque no me da la gana, Juan Lorenzo!

 

(Pega una patada al caldero)

 

Juan Lorenzo 

¡Atropa las cucharas, Zagaleto!

 

Zagaleto 

Ya las estoy atropando, Juan Lorenzo. 

¿Ese es el modo, grandísimo majadero, 

tras de comerme las migas,   hacerme lavar el caldero?

 

 

El teologeo

 

Juan Lorenzo 

¡Navidades!, ¡Navidad!   ¡Yo de esto nada entiendo!

 

Rabadán 

¡Yo me muero por saber   y entender to’ lo suceso!

 

Juan Lorenzo 

Yo me sangro porque vos   no entendéis los libros nuestros. 

Se encargan los libros nuestros   al tiempo del Nacimiento. 

 

Rabadán 

Aquí tengo yo un librito   que llaman “el teologeo”. 

Tiene las hojitas blancas   y los capítulos negros; 

Y en él dice en qué consiste   la noche del Nacimiento. 

 

Juan Lorenzo

¡Échale acá, Rabadán!

 

Rabadán 

¡Tómale allá, Juan Lorenzo!

 

Juan Lorenzo 

“Capítulo Loborum”

 

Rabadán 

¡No es ese!

 

Juan Lorenzo 

“Capítulo Ovejorum”

 

Rabadán 

¡Tampoco! ¡Vuelve la hoja, rudo!, 

que es lo mismo que si te llamaran zobispo. 

 

Juan Lorenzo 

“Capítulo Pastorgorum”

 

Rabadán 

¡Ese! ¡Ese! ¡Gracias a Dios que acertáis! 

Pero en fin, ¡sigue a ver!

 

Juan Lorenzo 

“El pastor que ha de ser pastor 

ha de saber desempeñar su empleo;

ha de saber distinguir   lo blanco de entre lo negro; 

ha de dormir a la estrella   y hacer sopas en caldero”. 

 

Blas 

¡Es un cordero! ¡Es un cordero!

 

 

Deciden ir a Belén

 

Rabadán 

¡Ea, pues! 

¿Y qué? ¿No hemos de llevar un cordero?

 

Antonio 

¡Llevarle un cordero   por lo que pague el dinero!

 

Zagaleto 

En el mi rebaño hay más de trescientos. 

De los trescientos llevad uno. 

 

Rabadán 

¿Y si te le echa el amo de menos?

 

Zagaleto 

Diremos que le llevó el lobo. 

¿Qué me ha de decir a eso?

 

Rabadán 

¡Ea, pues! ¡Vamos todos! 

¡Vamos de prisa y corriendo!


LOTERÍA DE A MIL PELAS

LOTERÍA DE A MIL PELAS

¿Os imagináis que nos tocase y fuésemos a cobrar los millones a la adminisstración de loterías con este décimo de 1000 pesetas?

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (4)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (4)

NACIMIENTO DE JESÚS

NACIMIENTO DE JESÚS

No podía faltar en nuestro blog la felicitación navideña de nuestro querido compañero pPedro Rey.

Amigos:

Y otra vez que Dios vuelve. Nunca se cansará de volver, porque aquí está su riqueza, está su sangre derramada, está su vida compartida, están sus hijos muy amados. El Dios corazón siente, ríe, llora… es carne de nuestra carne… pero es Dios. 

Los pastores dicen: “Vayamos a Belén”.  Nos indican en qué dirección tenemos que ir, para buscar el misterio de la Navidad. ¿Dónde está hoy la gloria de Dios?. Debemos cambiar nuestra idea sobre Dios. Debemos hacer una relectura de nuestro cristianismo. Volvamos al inicio y descubramos un Dios cercano y pobre.  Pero cuando hablamos de “pobre” no nos referimos al indigente que pide limosna; sino “pobre” en cuanto disponibilidad, en cuanto vaciado de sí mismo para que todos tengamos cabida en él. Acojamos su ternura.

El nacimiento de Jesús es anunciado a los pastores, que eran una clase social marginada. Sin embargo, son ellos los primeros en saber que ha nacido el Salvador, y son los primeros en ser invitados a ir a Belén para verle. Pienso que tenemos que pasar del cristianismo de la razón, de lo académico, al cristianismo del corazón.  Debemos revisar nuestra religión y darnos cuenta de cuánta gente está marginada de participar de los sacramentos  (el encuentro  con Jesús); cuánta gente no puede ir a Belén a ver la gloria de Dios. Recuerdo una vez que, celebrando la Eucaristía, el catequista dijo: “Los que están debidamente preparados pueden acercarse a la comunión, los demás que lo reciban espiritualmente”. Nunca he entendido eso. ¿Y lo que dijo Jesús: “venid a mí los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré?”. Eso para ¿quién es? Es Jesús quien salva, no la religión. El ángel no les dijo a los pastores: “vayan al templo a orar, a encontrarse con Jesús”, sino “vayan a Belén”. Jesús desde el primer momento de su nacimiento rompe los esquemas del sistema establecido. Debemos recuperar el  humanismo. Debemos pensar si nuestro cristianismo es un espejo de Jesús, o por el contrario, es un paquete de leyes, que han envejecido la Buena Nueva. En mi trabajo pastoral con estos indígenas he podido comprobar que se acercan a mí con una conciencia de pecado y, al margen de su situación humana (casados o no, con rupturas familiares, borrachos)  piden el perdón, la liberación del peso que llevan encima. Ahí ven la gloria de Dios que los ilumina y los acoge. ¿Qué ley puede impedirnos ver la gloria de Dios?  Los pastores cuando vieron la gloria de Dios, lo proclamaron por toda la región. En esta Navidad miraremos el portal de Belén, pero  veremos la gloria de Dios?

 Para el cristiano, celebrar la Navidad es “volver a Belén”. Belén es el punto de referencia o partida. Allí está la gloria de Dios que es su hijo compartido con toda la humanidad. 

La Navidad nos obliga a revisar ideas e imágenes que habitualmente tenemos de Dios, y que nos impiden acercarnos a su verdadero rostro. Dios no se deja aprisionar en nuestros esquemas y moldes de pensamiento. No sigue los caminos que nosotros le marcamos. Dios es imprevisible.

Lo imaginamos fuerte y poderoso, majestuoso y omnipotente, pero él se nos ofrece en la fragilidad de un niño débil, nacido en la más absoluta sencillez y pobreza. Lo colocamos casi siempre en lo extraordinario, prodigioso y sorprendente, pero él se nos presenta en lo cotidiano, en lo normal y ordinario. Lo imaginamos grande y lejano, y él se nos hace pequeño y cercano.

  Este Dios encarnado en el niño de Belén no es el que nosotros hubiéramos esperado. No está a la altura de lo que nosotros hubiéramos imaginado. Este Dios nos puede decepcionar. Sin embargo, ¿no es precisamente este Dios cercano el que necesitamos junto a nosotros? ¿No es esta cercanía a lo humano la que mejor revela el verdadero misterio de Dios? ¿No se manifiesta en la debilidad de este niño su verdadera grandeza?

Nosotros pensamos en un Dios majestuoso y omnipotente, y él se nos presenta en la fragilidad de un niño débil e indefenso. Lo imaginamos grande y lejano, y él se nos ofrece en la ternura de un recién nacido.

Dios no da explicaciones sobre el sufrimiento, sino que sufre con nosotros. No responde al porqué de tanto dolor y humillación, sino que él mismo se humilla. No responde con palabras al misterio de nuestra existencia, sino que nace para vivir él mismo nuestra propia aventura.

La Buena Nueva de Jesús es que se hace humano; y pienso que eso no es rebajarse, sino que esa es la realidad de Dios:  el Dios humanizado. 

Vayamos a Belén. Allí está la gloria de Dios, la gloria de nuestro humanismo. Sintamos la emoción de la admiración de un niño que nos mira y nos admira más que nosotros a él.

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS.

Pedro Rey

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (3)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (3)

Dedicado al gran Maxi Trapero

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (2)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (2)

Los nietos al poder.

Navidad: muchos tienen más, y muchos más tienen menos

Publicado en la sección TRIBUNA-Opinión del Diario de León.

 

EUGENIO GONZÁLEZ NÚÑEZ PROFESOR. UNIVERSIDAD DE MISOURI-KANSAS (USA)
01/12/2018

El último cuarto del siglo pasado, y los años iniciales del presente siglo, fueron tiempos de una cierta y más que notoria bonanza en la que se llegó, abusando, hasta el manirroto despilfarro público y familiar. Muchos creyeron que el filón dorado y el amelcochado grano de los trigales veraniegos nunca se iban a acabar; así como otros muchos siguen creyendo, aún ahora, que la crisis que se inició pocos años después, iba a ser un largo, doloroso y macabro invierno sin final.

Los años difíciles sometieron a muchas familias a ajustes inimaginables, disimulada austeridad, pura y dura pobreza, humillaciones de todo género, pero el refrán siguió siendo válido, porque aún en esa situación tan adversa, los hubo y no pocos que, con la pobreza y el hambre de muchos, alimentaron su andorga personal, porque en las aguas turbias de la tormenta medran las carpas más grasientas y voraces.

Las crisis son terribles, pero siempre tienen, como la vida misma, su aprendizaje, su moraleja, y la fábula de la cigarra y la hormiga, sigue siendo válida en los tiempos que vivimos, porque bajo el sol, nada hay nuevo, salvo nuestros fatales y dolorosos olvidos que nos llevan en ocasiones a renegar y a “bailar bajo el frío”.

Navidad es un tiempo para compartir buenas nuevas: la intensa luz que opaca la oscuridad, la esperanza que ahuyenta el miedo, corazones para enmarcar un mundo solidario y nuevo. Estos son nuestros deseos, nuestras sinceras palabras, año tras año.

Nosotros seguimos compartiendo desde la mesa de trabajo, desde cada uno de nuestros hogares la buena noticia de cómo el amor hecho entendimiento y empatía, respeto y diálogo no se avienen con las palabras broncas, los gestos malcriados, la ironía, la burla de quienes nos representan en el poder y en las instituciones públicas. No aceptamos un mundo en que nada sea verdad ni mentira, y todo sea del color de la doble moral del político que la mira.

Los ciudadanos de a pie necesitamos, antes que leyes, presupuestos o enmiendas, padres de la patria que sean ciudadanos dechados de honradez y honestidad. ¿Olvidan todos ésos que viven de nuestro salario que sus actitudes crean en mucha gente vitandos resabios de odios y enfrentamientos? ¿O es que vamos a tener que poner de nuevo la censura para que niños y jóvenes no vean a los padres de la patria en actitudes y comportamientos fuera del lugar y del tiempo en que vivimos?

En la ciudad y en el campo, en las diferentes culturas y pueblos, en las montañas y en los valles, en Wall Street y en San Pedro Sula, en la soledad de la Cabrera y en el bullicio de la Plaza del Grano, en nuestras cómodas casas y en la revuelta, dividida y peligrosa frontera de Tijuana, en el proceloso paso de El Estrecho, en la noche misteriosa de cada vida, a tientas, las gentes buscamos una luz, un hogar, un trabajo digno, paz sin alambres, tierra y asilo sin fronteras, hijos con futuro, dignidad sin humillación, todo un porqué para vivir.

Perdona tus flaquezas y desdichas, asume tus enfermedades, deja que los otros las descubran. Ve a contar tus bendiciones, tus proyectos, tus planes de futuro, porque si lloras por haber perdido el sol —la salud, el trabajo, un ser querido…—, el llanto ciego te impedirá ver las estrellas que Rabindranath Tagore adivinaba en la frente de los pobres y parias de la India, que hoy van camino de dignificación en diálogo y respeto. Ve y cuenta tu dicha de ser tu mismo, de tener un hogar y de sobrevivir, aunque sea a duras penas.

No te conformes, pero tampoco te desesperes. Muchos tienen más, y muchos más tiene menos. Lucha, sigue luchando, por todos, por el conjunto, en la fábrica y en la aldea, el pueblo y la ciudad. Apuesta, y verás que en la quiniela de la vida quien juega y apuesta duro, nunca pierde.

La vida, de una o de otra manera, siempre es generosa con los luchadores, y hay más ‘Vestas’ en el mundo por las que seguir apostando y pedaleando.

Y ahora, apaga la tele y el móvil, y cuéntaselo a tus hijos, a tus nietos. Cuéntales tu vida, la dureza del viejo hogar, tus secretas lágrimas de infancia, tu juventud sin escuela, tu madurez pobre y asalariada.

Háblales de lo que pasó y de lo que no debe volver a repetirse jamás; de los días de silencio, palo y tentetieso, de los interminables y duros años de la mina, de la migración en la babilonia de las lenguas; de la Orbea, la Vespa, el Seiscientos, de los años de bienestar, de vacas gordas, que creíamos que íbamos a ordeñar siempre, pero que un día, sin esperarlo, ‘mosquearon’ con la crisis, se fueron al carajo, y vino el paro, y se acabó el ‘paro’ y vinieron las colas en Caritas, el socorro de los abuelos, la vergüenza de mendigar. Háblales de todo esto, pero que sepan que aún vives, sin odio ni rencor, para contarlo. No les metas miedo, ni les aburras con tus monsergas, pero háblales para que se pongan las pilas en el estudio, el trabajo, el ahorro prudente, la responsabilidad en el uso comedido de la libertad.

¡Cuéntaselo, amigo!, sin preocuparte de más, para que lo cuenten en la oficina, en el taller, en la fábrica, en el barrio, el aula y el mercado. Mándales a decir, que todo puede ocurrir, que todo puede cambiar, que los poderosos pueden dejar sus broncas maleducadas, pendencieras, sus ambiciones sin límites, y pensar en los demás. Recuérdales que los pobres siempre llevamos bajo el brazo “el libro gordo…” de nuestros mayores y de vez en cuando lo abrimos y lo sacamos a relucir, “como contaba mi abuelo, como recordaba mi padre, como decía mi madre…y ¡qué razón tenían!”

Por todo ello, la Navidad es un buen tiempo para escuchar historias: humanas y divinas, secretas y misteriosas historias de dioses, magos y estrellas. Noches llenas de luz, de colores, de bullicio, de sonrisas, vacaciones, fervorosos villancicos, calurosos brindis y rumbosas fiestas con abetos de mentira y belenes de cartón.

Crecen lentamente los días y se hace más palpable la cercanía del hogar; incorporamos a nuestra intimidad familiar a amigos y a extraños, ensanchando el círculo —sin fronteras—, de nuestra fraternidad. Compartimos mesa, y damos generosos y abundantes besos y abrazos por doquier.

En Navidad hay inexorables campanadas de una noche vieja atiborrada de burbujas de nieve y de cava, para estrenar un año nuevo, frágil, pero prometedor. Por Navidad espero tu tarjeta, tus breves palabras por email, por whatsapp, tu llamada de larga distancia, tu beso en gozosa cercanía o tu entrañable recuerdo en las borrosas antípodas de una vieja amistad, pero ¡todo lo espero!, porque en noches invernales siguen empañándose los cristales de mi ventana, y a través de ellos, en la penumbra, sigo buscando la estrella evocadora de un ayer lejano, pero capaz de contener este tiempo que a diario, entre las manos, se me escurre febril.

¡Y ahora sí, con Dios, lectores amigos!, que no hay nada más navideño en el mundo que regalar personal y vivido testimonio, así como humilde y sencilla contentura a quienes quieran recibirlos.

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (1)

LA ESTRELLA COLORÁ DE LA NAVIDAD 2018 por Jesusito el Herrero (1)

BIENVENIDO DICIEMBRE

BIENVENIDO DICIEMBRE