A LA ENTRADA DE LEÓN...
Queridos amigos; ayer volví a cruzar un pedazo de charco y desde mi querido Santa Cruz de Tenerife en la orilla del Atlántico regreso a mi querido León, en las orillas del Bernesga y del Torío. Gracias a todos, hermanos. Y me he dado cuenta (ya lo sabía) el “peazo” familia que tengo. Gracias por vuestras llamadas, escritos y mejores sentimientos.
No sabría, de corazón, cómo pagároslo; pensándolo bien, puede que hagamos una tirada especial del billete de 19 € que el Trapi me robó. Os debo muchas, muchas cosas y solo os las puedo ir devolviendo con los ratos que dedico a mantener “en orden” este miserable blog, infantico de un año, cueva y refugio de los piratas y bucaneros de los sueños de mi niñez (¡toma ya!).
Soy un privilegiado educado, como dice el Trapi en Colegio de pago, pero poco.
Ayer crucé el Atlántico y la Virgen del Camino cruza el cauce del Bernesga a la entrada de León.
“…a la entrada de León hay una inmensa laguna, donde se lavan las guapas porque feas no hay ninguna…” (Por eso me he casado yo con una canaria).
El Furriel qui retorneroi (para los de ciencias, el Furriel que ya está en casa).
13 comentarios
José Mª Cortés Aranaz -
La fotografía está tomada desde el torreón de San Marcos sobre el puente del río Bernesga, por cierto, bastante seco.
Un abrazo.
Enrique FRADE -
Vibot -
¿quiénes son todos esos dominicos que atraviesan el puente? ¿de dónde vinieron tantos?¡qué foto tan preciosa! GRACIAS, besos y abrazos.
Vibot -
Andrés Martínez Trapiello -
Ya es día de Pascua Florida en este frio León de mis odios y amores.
Hoy era día grande para Padre, que era hermano de Fidel. Pero no temas; no voy a explicarte la saga de los Martínez, porque con la de los Trapiello ya tenéis bastante Javerdelvigopalencia y tú.
Si mantienes invitación a Prieto Picudo o Cariñena, te iré contando los pensamientos de la burra de Fidel.
Luis Barbería -
No es que no te tome en serio, es por las cosas que cuentas y cómo lo haces. Y ver al tío Fidel, con la boina y su burra, llegado de Villacid, caminando por las calles de León, me hace sonreir con ojos tiernos. Es una foto preciosa, en blanco y negro, que nos lleva a aquellos años en que nosotros todavía éramos niños y se podían ver burros por las calles de las ciudades.
Un abrazo, monstruo.
(Ya te debo un vino menos)
Andrés Martínez Trapiello -
Yo decía una vez en la radio:
Llegaba del Barrio Húmedo con la alegría moderada del vino de la tierra, y la felicidad por la recuperación de un caserón para artesanos que viven de la imaginación de formas y colores.
¿Qué tiene nuestro Barrio Húmedo?
John, aquél americano del norte, llegado a León en intercambio colegial, decía que solo veía casas viejas. Y le tuve que rectificar: No son viejas, son antiguas. La mayoría, con muchos más años de historia que tu país.
Quizás no lo entendiera.
Y es que el Húmedo tiene algo mágico, un encanto especial que trasciende a ideologías, credos y estados de ánimo: Uno o dos chatos de vino pueden producir milagros en entendimientos y alegría de vivir.
Está bien que se siga recuperando la vida ciudadana en un entorno con la historia de mercado de huevos en serón y de pollos de corral. Donde se producía aquel trueque de noticias rurales y urbanas; donde charlatanes de gangas vendían ni a cien, ni a cincuenta; se lo dejo en veinte reales. Un mercado de trillos y lanas por San Juan, de frutas autóctonas en otoño y, de pavos y conejos por Navidad.
Pero sobre todo, trasiego de gentes.
El tío Fidel, en los años cincuenta, con la boina calada hasta las cejas, llegado de Villacil, dejaba la burra en la calle San Pedro, en casa de la señora Ricarda, y caminaba renqueando con su cacha hasta el Mercado. Allí, en conversación, intercambiaba lluvias y sementeras con los llegados de la montaña, la ribera y el páramo.
Hoy, ya no vienen los Sobarribanos, los de Carbajal o los hortelanos de los alrededores de León a la Plaza Mayor, al Barrio Húmedo. Ya no se acercan buscando la venta de dos conejos, un carriego con peras y tres pichones, por unos litros de aceite, algún chicharro y unas raspas de bacalao.
quique muñiz -
Y yo que opino que tu omisión es otro acierto...
Como aciertas siempre en la forma, el tono y el sentimiento que nos transmites tu fuerza en tu dolor...
Déjame cómodo en mi segunda división; que así me estimulo; y escribo; y aprendo cada día de los que acertáis con envidiable naturalidad a dibujar vuestros sentimientos como a los demás nos entusiasma recogerlos.
Y esta mañana de sábado, "santo", mientras aún se reencuentran en mi memoria el momento y el dulce y triste "tenebrae factae sunt... Deus meus, ut quid me dereliquisti", te acepto el vino sin fecha que me ofreces y que compartiremos en cualquier momento de esta amistad desahogada en esta "palabra tras palabra" (que tan acertadamente dice Trapi), y que está constantemente acercando una distancia que no existe más que en lo que cualquier mapa indica.
Y brindaremos tu vino por cuantos queremos con calor. (Hasta por el mismo Trapi de mis debilidades que, celoso, me acusa de cervecero).
Un fuerte abrazo, Luis
Andrés Martínez Trapiello -
Luis, haciendole la pelota a Quique.
Que sepas, Luis Teodulo, que Quique toma cerveza en lugar de Prieto Picudo.
Luis Teódulo -
Ayer tuve un lapsus lamentable, en el portal de al lado, al tratar de enumerar la relación de plumas habilidosas que frecuentan este blog. Me olvidé de tí. Y tan pronto como me he levantado, quiero inmediatamente satisfacer esa deuda y pedirte disculpas por mi olvido, que resulta tan manifiesto. Te debo un vino, que gustosamente compartiremos en el momento oportuno.
Es lo malo de ponerse a dar nombres. Fíjate que una de las razones más importantes, por las que me he enganchado, ha sido el encontrar aquí cauce a unas inquietudes literarias que ya veo son compartidas por muchos.
Lo que me ocurre, - no conozco personalmente a la mayoría de los que más frecuentáis este espacio- es que mis compañeros de curso (Ramón, Jesús, José Ignacio, Neme, Jaime...), aunque sé que, de vez en cuando, se asoman, tienen sus propios miedos y no me jalean ni apoyan en esta aventura personal y atrevida.
Ayer recibí la visita de uno de ellos, Ramón y su familia, camino de Alicante. Y Amelia, su mujer, se maravillaba de la fortaleza de una amistad que aguantaba tantos años de ausencia. Y de las complicidades que todavía persistían después de tanto tiempo.
Lo dicho, Quique, sigue escribiendo que te leemos con mucho placer.
Un fuerte abrazo
daniel orden santamarta -
José García Gómez -
Antes de nada, José Mari, me sumo de corazón a los sentimientos de tu familia, por la pérdida acontecida, un fuerte abrazo con todo mi ánimo.
Además del Guadiana de Enrique, acaba de llamarme por teléfono Fray (Don) Francisco, anticipándose al San Pepe de mañana; se encontraba con él el P.Zabala, despidiéndose y preparando su nueva partida a las misiones peruanas, a las que regresará, naturalmente, con nuestros mejores deseos para su segura impagable labor.
Pude hablar con los dos, con la alegría que os imagináis.
De modo que, a todos los Josés, Josefas...incluso a los que celebren solamente la mitad, por ser "compuestos": ¡ Feliz día de mañana !
Brindaré con un VALJUNCO de Pajares de los Oteros, a vuestra salud...aunque tengo que deciros que Molpeceres, en su patria política de Bocigas, hace un vino que pone picudo al más prieto y prieto al más picudo, no dejéis de probarlo que lo comercializa a menos de 19.- euros la botella y ya sabemos lo asequibles que son hoy los billetes de 19 euros...¿verdad querido Trapi?.
Salud nuevamente a todos.
quique muñiz -
Mira: ...que yo recuerde haber recibido:
Fué el "cumple" de Mariano Estrada: Sí: el de la belleza diaria; quien esconde con sentimientos dulces y palabras tiernas las cruda realidad que se nos impone demoledora. El que quisieramos disfrutar más próximo, pero se nos escapó del invierno zamorano de filandones interminables, hacia envidiables crepúsculos mediterráneos...
Y también fue el cumple de "mi chato preferido: Trapi". Y el mismo día: como dos "hermanos gemelos" pero casi de verdad. Este Andrés que se nos desnuda, más sensible aún, entrando de nuevo a su casa de San Isidoro; y nos describe y descubre un reencuentro mágico y emotivo con su hermano (ya más al norte) que nos traslada al que vivimos junto a él, sin haber percibido la auténtica importancia del momento.
Andrés (tú lo sabes) lo siente y lo expresa así de claro: Y juega con todos a bromas para disimular su naturaleza tierna. Desde nuestro primer brindis (Itho, Cinzano y yo) con y por su primer sueldo, a los que disfrutamos de su proximidad y cariño, Dios nos tendría que facturar con el 19 % de IVA.
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Ha escrito Carlos Tejo: impactante su amor. He querido aplaudir su emoción con la mía, y no he acertado. Me siento pobre, mientras le admiro.
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Justino nos ha enviado ocurrentes interpetaciones en tu ausencia. Cada día más cariñoso y acertado. Se nos escapó su cumple el DOS DEL DOS.
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Luis Teódulo se recupera suavemente (creo que, en parte, reconfortado y recostado en nuestro calor.
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Javivi, como otros que desaparecemos en Guadiana por nuestra actividad diaria, ha vuelto prolífico, atrevido y entusiasta: tampoco hay quien le siga en su desbordante borrachera de afectos bellos e inigualablemente expresados.
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Julio, nos sigue desde Canadá. (Y nos sigue queriendo).
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Y me quedan muchos "chismes" importantes que en nmi infrecuencia y desmemoria no te puedo acercar: pero hoy ha resultado otro día especial: con mi hija (luego flotando)he tomado unos Prietos Picudos" con Miguel Angel "Sixtina" y su mujer; y su hija; y con Trapi (escapado de la oficina) y con Martín (escondido de su baja)y con Justino (autorizado por su Mayka)y con Pedro Trapiello (acompañado por su gracia)...
Y después Miguel Angel y yo, con nuestros amores, hemos compartido unas chuletillas, con prieto picudo y más recuerdos, con una conversación telefónica brevísima, pero gozosa, con Isidro Cicero (Cícero, para Trapi) que ha redondeado la tarde que espero concluir en la procesión y "otros picudos".
Incompletísimo resumen desde el recuerdo a todos (y la especial nostalgia de Luis A. Heredia, que casi viene, pero no vino; Y, entre los demás, brindamos por y con su vino.