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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

ALEJANDRO MAGNO

ALEJANDRO MAGNO

Me suena, me suena. Este nuevo Alejandro cambió la espada por la armonía, la lanza por el bello sonido, la coraza por la sensibilidad, el escudo por la partitura, el ejército por la polifonía, la guerra por el arte, la estrategia por la sensibilidad, la derrota por el triunfo, la plana mayor por el sol mayor y la conquista por el bemol.

¡¡Santo tenías que ser!!.


De nuestro corresponsal en León, Justino Blanco Villacé, Reportero TOTAL
 
Recientemente, el cine actual se nutrió una vez mas de la HISTORIA con mayúsculas, y una nueva versión del gran conquistador Alejandro de Macedonia fué llevada a la gran pantalla.

Pero si en algo difiere esta nueva versión de las anteriores,  es sin lugar a dudas el método con el que nuevo Alejandro conquistó a persas, hindúues y otros pueblos cuya relación sería larga de detallar.

 
Con tan solo siete notas, eso sí, mágicas, como cantaría Juan Pardo, ha hecho posible que los pelos se te pongan como escarpias, cuando sentado al órgano interpreta el Aleluya o cualquier otra obra. 

La música es su vida y a élla se dedica en cuerpo y alma. ¡Bravo por la música! y cómo no!  ¡Bravo por QUIEN tan sabiamente la interpreta!

20 comentarios

Luis Heredia -

Algo me sonaba así o parecido, para serte sincero.

Mi duda era si la y estaba entre la Alfa y la Omega, tatándose de la misma nacionalidad.

Gracias Anónimo. Por cierto, ¿Tú serás de Venecia?

Anónimo para estas cosas. -

Toro sentado parece que es: Óõíåäñßáóç ôáýñïò

Julio Correas -

Luuisito...
cuánto me alegro de leerte en clave de chascarrillo.

Eso significa que ya estás al cien por cien.

A la mierda la garrapata!!!

Un abrazo, amigo.

Julio Correas

San José -

Pido desde ya mismo, que se incluya entre las finas plumas que pululan por este blog, la de D.Luis Heredia.

Gracia que espero alcanzar del recto proceder de todos los lectores.

jose ignacio -

Mi querido Luis,

Eres único en el arte poético. Yo creo que hasta Vibot (Alejandro Magno) siente su trono amenazado por el fundador de la dinastia Herediácida.

Al verte con este humor intuyo que estás restablecido, y si tú y Pilarina estais bien, yo (como Cicerón)también lo estoy.

Un fuerte abrazo, hermano mío.

Luis Heredia -

Lalo, no era mi intención llegar tan lejos.

Solamente había enviado el trabajo a Pimiango City, pero ahora que me lo dices, mientras haya salud, lo voy a enviar a esos sitios de por ahí. Por cierto ese pueblo debe quedar bastante lejos, ¿No?.

Te agradezco que me hayas traducido lo de los agispodas. Yo había pensado en otra cosa que también caía por los bajos.

¡Mira que los griegos fueron complicados¡ Con lo fácil que hubiera sido decir Ágiles Pies, Manos Libres, Pies de Plomo, Pie de Atleta.
Por cierto, mira en la Gramática de Griego - yo solo tengo la de Latín heredada de Guillén, perdón, la de Guillén heredada de Javier Muñiz- cómo se dice Toro Sentado.

Bueno, voy a escribir unas palabras - si puedo, una Oda-a agispodísimo Tejín. Corriendo, porque igual ya salió de casa y ya no lu pillo hasta mañana.

Salud, Lalo. Yo ya voy mejor

Vibot -

¡Y esa foto de Uría en el que luego fue el órgano de la Escuela Mayor!

Josemari, no desfallezcas, aunque no lo parezca, estamos todos. No te agobies, no hace falta que abras un portillo distinto cada día, tómate vacaciones, vuelve siempre.

Te queremos, Guindilla.

Vibot -

Querido Heredia, me he partido de risa con tus ripios tan llenos de cariño y simpatía. Y de arte.

Ahora tengo clase, y un fin de semana demasiado ajetreado, pero te corresponderé como mereces.

También al bello Táxulus corriendo en blanco y negro por los bosques de Francia. Ya le debía una hace algún tiempo.

Hasta muy pronto.

lalo -

Oh ínclito Heredia de ágiles pies (agispodas, os acordáis?),
has logrado construir, con solo 28 letras (eso sí, repetidas muchas veces) y siete notas musicales (sin contar las bemoles, que mi mal oído me impide apreciar) una cumbre de la épica, no ya solo castellana, sino completamente española. Y diría incluso que llega hasta Antofagasta. O más allá.
Y con rima bastante libre, ¡qué digo libre, libérrima! que es más difícil.
Luis, antológico tu sonetón estrambótico que, además, supone la creación de un nuevo género.
Se merece, ya mismo, que alguno de los maestros que por aquí deambulan le ponga música. El maestro Vibot, aquí al lado; el maestro Sal, incluso, el maestro Victor Pablo.
Y una vez musicado, que lo hagamos himno.

Salud os musicales
Lalo

Luis Heredia -

He omitido involuntariamente los otros tres nombres del Comité de Admisiones, Srs. Correas, Martínez Trapiello y Muñiz a los que deseo se una a ellos durante las deliberaciones Don Prieto Picudo para que ponga un poco de cordura y seriedad durante las mismas para que brille la objetividad en la decisión final.

Luis Heredia -

Queridísimo Santines:

Me acaba de pasar lo mismo que a Carlitinines, lo que indica que estudiamos en el mismo Colegio.

Yo pude recuperar 2.000 de las 4.000 palabras, lo que indica que aún a pesar de haber estudiado en el mismo Colegio, yo soy medio más espabilado que Carlitinines.

Ya ha pasado a la historia y he dejado atrás mis traumas y hoy me he decidido a dar el DO de pecho para entrar a formar parte del Club de los Poetas Más Vivos que Muertos.

Espero que este trabajo que he enviado a Pimiango para participar en EL NOVEL de esta presente edición sirva no solo como reconocimiento a mi labor poética sino también que reconozcan la tuya, lo que no está al alcance de muchos.

No les digas nada a los miembros del Comité, Srs. Cicero, Estrada,Javivi, Luis Teódulo o Tejo porque son unos huesos y además serían capaces de copiar este trabajo. Del Presidente, Sr. Serrano-Mallada, ya me encargaré yo personalmente de tocarle. Le gusta mucho y además la gaita.

¡Va por ti, Maestro de Maestros¡


SONETÓN CON ESTRAMBÓTICO FINAL, COMIENZO Y EN MEDIO EN EL QUE SE DESENVUELVE SANTOS MARÍA MARTÍNEZ VIBOT.


DO de pecho sigo dando
RE afirmando una y mil veces
MI vocación por el canto.
FA la supero con creces ycon
SOL pasa otro tanto.
LA tengo desde la infancia,
SÍ, y durante mi lactancia,
DO cualquier lugar mamaba
yo creo que ya cantaba.

Con el correr de los años
fuí creciendo más de oído que de orejas;
de monaguillo, yo antaño,
la madre naturaleza desplegó todas sus fuerzas,
pues de buena me libré de haber seguido a las viejas.

Pero sin duda el progreso
se produce con buen tino
cuando decido mi ingreso
en La Virgen del Camino.


Observo con estupor herediano
que un chiquillo que no levanta dos palmos
está tocando en un piano.

En aquel momento, ipso facto,
os juro que me quedé estupefacto.

Miraba atentamente a un papel,
lleno de puntos y rayas,
-la partitura, pensé-
y al unísono en el tiempo
las teclas negras y blancas se empezaron a mover.

¡Milagro¡ ¡Milagro¡
Se me agudiza el oido,
la oreja tal vez también,
y hasta los ojos, diría, se me ponen al revés.

El impacto que sufrí
fué más que de envergadura
pues al día de aujourd’hui,
os juro que todavía me dura.

Después del shock inicial,
ya integrado en el ambiente,
me propuse mejorar mi cualidad musical.

Cometí la osadía impenitente
de arrimarme a aquella fuente
de la que bebió tanta gente
y pregunté tímidamente;

-“¿Puedo tocar yo ahora algo
y en cuanto termine salgo?”

Y sin dudar un segundo,
quizá con cierto rubor
por ser yo un desconocido
que venía de otro mundo,
respondió muy agradecido:

-“ Lo que quieras, si es al piano;
un bolero, una tocata, un pizzicato,
un dos por dos o un tres por cuatro;
y si quieres, con una o con las dos manos”

Y para demostrar lo que era,
ni corto ni perezoso yo te espeté:
-“ Pues yo, La Chocolatera”.

Aquel fugaz tocamiento,
de piano, me refería,
lo llevo en mi pensamiento
y repetirlo ahora querría.

Luego vinieron las claves,
el Sol mayor y menor,
las fusas y semifusas,
los tonos y medios tonos,
si barítono o tenor,
el bemol y el sostenido,
el compás de compasillo
y aquí fue donde acabé:
Llorando por el pasillo
ante mi innata impotencia
de coordinar la cabeza
para tocar con mis manos
lo mismo y al mismo tiempo que tú:
LOS PIANOS.

Vencí la desilusión,
no sin cierta desazón,
y me dediqué al balón.

Pero siempre te fui fiel,
pues aunque pasen cien años
y deba tomar morfina,
me aliviarán más tus notas
poniendo la piel de gallina.


La historia se repitió de pé a pá
después de cuarenta silencios,
pues me senté en tu sofá,
mandaste guardar silencio,
pasaste de SOL a FA,
me pediste el SI para empezar
y fijando tu mirada en un papel
lleno de puntos y rayas
-la partitura, pensé-
al unísono en el tiempo
las teclas negras y blancas se empezaron mover.

En aquel momento, ipso facto,
os juro que me quedé estupefacto.

Y aquí no acaba la historia de este Magno compañero
que ya quisiera Alejandro
para él y sus guerreros.

Nuestro Santos no hace guerras sino amores lanzando aromas y notas en vez de dardos de fuego y su nombre ya traspasa los confines de la tierra superando a Alejandro y El Gaitero.



P.D. Esta última parte es parte de la irreparable pérdida y por eso salió un poco chusca. Apelo a la comprensión del jurado pues apelo yo también me decidí a retocar lo que parecía ya irrecuperable en mi frágil memoria.

Gracias a todos, de verdad.

Carlos-Bañugues -

Querido Santos:

Te representan como un Carlo Magno conquistador y no te va mal.

Primero te diré que estuve unas horas dedicado a este portal para regalarte una poesía trabajada y sentida.Que resumiera algo de tu vida comentada en abierto y lo que demostrabas ya en los años jóvenes del colegio.

Siento decir que,este pedazo de estulto ordenata,me la jugó como tantas veces y me dejó con un palmo de narices al pinchar "publicar".Me la tiró al charco y no pude recuperarla.Me cabreé y no abrí el blog hasta el día siguiente.Ya habrá ocasión.

Mira,querido Vivot,yo te quiero decir hoy que siempre fuíste un muchacho destacado en lo importante.La música era parte de tu encanto ante el piano.Siempre tuve una sana envidiuca de tus cualidades.Tocabas ya muy bien.Incluso te prestabas a contribuir decisivamente con "Los Canalones" con música de entonces.Nos hiciste más importantes.

Nunca tuve la fortuna de trabajar o dedicarme a lo que me gustaba y,cuando te volví a ver,me removiste el interior;Tú sí habias conseguido dedicarte a la música,al teatro,la poesía etc.Eras una gran excepción y te admiré.

Conquistaste,desde entonces,muchos de nuestros corazones.Tenerte como amigo
enriquece mis muchas carencias..y presumo de ti ante mi familia y allegados.

Esa conquista no ha sido forzada por nadie.Solo tú has atravesado con la lanza de tu valía profesional y personal,los corazones de los que compartimos juventud y,ahora,la mayor de las amistades.

Caracterizarte de poeta o músico hubiera resultado igual de sugerente.

Un abrazísimo.

Carlitinines.

Vibot -

SONETILLO FELIZ PARA CARLINES
(pidiéndole prestadas a Miguel Hernández algunas palabras -que abrasan- de su poema "Adolescente")

La siesta
le escuece,
le mece
la siesta.

Floresta
que crece:
¡empiece
la enhiesta

batalla
prohibida!
¡Estalla

la vida,
rondalla
florida!

Vibot -

Carlitinines, ya veo que por influjo de tu nombre me has puesto Carlo Magno. En realidad me siento mucho más identificado con Alejandro, quien -apasionadamente y contra quien fuera necesario-amó a Hefestión.

En un colegio de mujeres prohibidas -levítico, apostólico, jurásico también-casi todos sufrimos el desdichado amor por nuestros compañeros, con la Culpa, el Silencio, la Demonización, las Lágrimas que tanto nos marcaron.

Creo firmemente que la educación sentimental -y no digamos la erótica y sexual, palabras-"anatema sit" donde las hubiera- fue uno de los grandes Daños del colegio. Todavía no cicatrizado, ni curado tal vez nunca en muchos casos. Fruto podrido, por otra parte, de la no menos Levítica España Naciónal-Católica del Glorioso Movimiento. Todo con Muchas Mayúsculas, Sí.

Nunca habláis de ello. Muchas veces me pregunto si es tan sólo pudor.

O, como dijera un poeta asturianín de Navia:

"Cuando pasas por mi lado
sin echarme una mirada
¿no te acuerdas de mí nada,
o te acuerdas demasiado?

***

Pero tú no tienes la culpa, perdona: te escribo este soneto gemelo del de tu hermanín Marcelino.


SONETILLO FELIZ PARA CARLINES



Vibot -

Justino, la otra noche, cuando me vi de Alejandro, no daba crédito. Te ha quedado genial. Me has sacado muy joven y favorecido, ojalá tuviera ahora ese pelo Colin Farrel que tan perfectamente me has implantado. Gracias por esta agrable sorpresa y por todos tus montajes que son siempre una fuente de sonrisas y simpatía.

Y gracias a Josemari y a ti por vuestra cariñosas palabras de presentación.

Besos y abrazos.

***

Pardalín, eres tú mucho más que "un viejo herido". Gracias por tus cariñosísimos poemas. Y por entrarme al trapo en estas justas poéticas que traemos y que tanto le gustan a Heredia.

También un fuerte abrazo.

jose ignacio serrano -

amigo,

volveré
sin hacer ruido,
me diré
que no te has ido,
buscaré
si te he perdido,
te encontraré
mi ser querido,
perdonaré
si hubo olvido,
pues sólo soy
un viejo herido

Vibot -

SONETILLO FELIZ A MARCELINO

Vitrales
soñados,
dorados
umbrales.

Chavales
cansados,
cazados
pardales.

Guitarra
que narra
frescor.

Tu parra,
mi jarra
de amor.

Marcelino García Sal -

Por supuesto, por supuesto, mi querido corresponsal, reportero y encantador Justino, que nos alegras y diviertes con tus ingeniosas y excepcionales presentaciones humorísticas y caricaturescas de nuestros más sobresalientes y queridos compañeros. Por supuesto, digo, que nuestro gran (magno) maestro Santos Martínez Vibot, fue, es y seguirá siendo un músico excepcional, dotado de una sensibilidad profunda y exquisita rebosante de energía en los momentos álgidos de la música, y de una delicadeza arrolladora y envolvente en los momentos íntimos y susurrantes. Esta faceta artística de nuestro Maestro me cautivó ya en el Colegio de la Virgen del Camino. Algo teníamos en común que me atraía de forma irresistible. Yo, seguía su rastro, Vibot nos ha escrito sobre los aromas del Colegio y de Las Caldas de manera magistral, pero no ha hablado de su aroma, él también tiene su aroma, que obnubila todos los demás, el que yo seguía y que no se ha borrado de mis sentidos después de tantos años. Necesitaba verlo y oírlo, observarlo y no desperdiciar absolutamente nada de lo que fluía de su atrayente personalidad.
Cuatro años...cuatro maravillosos años pude disfrutar de su cercana presencia, después...después me fui, solo, solo sin más compañía que la música que compartíamos...no volví a verle nunca hasta 37 años después en el reencuentro del cincuentenario.
Cuando lo vi ante mi, majestuoso, sonriente, observándome con su mirada profunda y escrutadora, me ruboricé...¿se acordará de mí?, ahora que es un maestro consumado, ¿se habrá olvidado de aquel muchacho tímido que lo admiraba e idolatraba?, ¿le habré defraudado?...Nos abrazamos, oí sus palabras: Marcelino que alegría volver a verte, ¿como estás? ¿y tu guitarra?. Esas dos preguntas resumían toda mi vida era lo mismo que decir: ¿te ha sonreído o castigado la vida?, ¿has conseguido realizar tus ilusiones en la música?. En aquel instante, se amontonaron en mi interior tantos sentimientos a la vez que bloquearon mi garganta y no pude pronunciar palabra, solo un balbuceo entrecortado: si...si...muy bien...mi querido maestro, cuanto me alegro de volver a verte...y de nuevo sentí su aroma envolvente...y una paz infinita...
Queridos amigos, Vibot ha dejado en mi una huella profunda e imperecedera, de igual modo, y en muchos y variados aspectos, en todas las personas que le han conocido. Es, un frondoso árbol en el que florecen las ramas del arte y de la grandiosidad del hombre.
No olvidéis, queridos amigos, que, a la vez que el músico nacía el inminente poeta entonces, y eminente hoy. Admirado y querido por todos. Gracias Maestro por volver con nosotros.

Un abrazo muy fuerte

Marcelino

P/D. Justino, quería preguntarte una cosa que me llama la atención referente a la nueva versión de la película ALEJANDRO MAGNO. ¿Durante el rodaje, nuestro actor principal llevará gafas?, es que en aquella época...


Vibot -

Está escrito en papeles impalpables
todo lo que os quise y aún os quiero,
cálidos compañeros de mi enero,
aprendices de amores perdurables.

Hombres que aún no conozco innumerables:
Pardalín, Lalo, Teódulo, Cicero...
niños aún, libres del Cancerbero,
pero heridos de heridas incurables.

¿Libres, dije? ¡No quiero libertad,
que cuanto más me alejo más añoro
aquel azul, aquella intensidad

que trabó nuestras vidas en un oro
tan profundo y sutil como la edad.
Y todo es, otra vez, un dulce Coro.




jose ignacio serrano mallada -

(está escrito en papeles)

un aroma de claveles
en todos tus carruseles,
unos bellos cascabeles
que llaman a los dinteles
para gustar esas mieles
que siempre traen tus bajeles,
unos ojos moscateles
sobre los verdes laureles
de cariños a graneles.

un fuerte abrazo,