Qué grande ser joven
Esta foto de hoy es una demostración más de como el G.L. nació de los despojos de quienes, por no merecerlos, huíamos de los hábitos blancos. En esta foto reconoceréis, tampoco hemos cambiado tanto, a Tere (la santa de mi hermano Andrés), Andrés Trapi, Merce su santa, Luis Manuel Selva (+), Quique Muñiz y Martín con dos muchachas que fueron intentos que no prosperaron, Meli y Marichu. Agachados Pachi San José, mi hermano Andrés, mi inolvidable hermana pequeña Milagros (+), Felipe Tascón, mi hermano Froilán, mi padre Andrés, Pedro Pajarín y con paraguas este furriel con una cazadora de cuero marrón de la que presumía como si tuviera un tesoro, que lo era.
También identificaréis el lugar. Está tomada en la entrada del Colegio, todavía sin asfaltar, a la espalda las ventanas del refectorio de la Escuela Mayor y la Recreación de los Frailes, en la mañana del día 5 de Octubre de 1969, día de San Froilán. Habíamos subido al colegio por petición del pPrior para ayudar a "mantener" el orden por el Santuario, ya sabéis, masiva afluencia de devotos. Ved el brazalete que lucen, para tal cometido y como signo de autoridad, Martín y Froi.
La fotografía ha sugerido estas líneas a mi querido Andrés Trapi. Gracias, amigo-hermano.
Feliz fin de semana.
Hubo una película en aquél teatro del Colegio de los Dominicos de la Virgen del Camino, en aquellos sesenta, que se titulaba “ES GRANDE SER JOVEN”, y me enamoré inútilmente de una adolescente actriz que se perdía por los huesos del hijo del matrimonio protagonista. ¿Nostalgia, añoranza, morriña?, ¡NO!: Tiempos vividos que ahora se pueden recordar y, por lo tanto, revivir.
Un domingo de los años setenta en autobús de Fernández a la Virgen del Camino, a la misa de once en el Santuario. Fueron muchos domingos. Nos gustaba ir a misa de once y, al finalizar, ver a través de la puerta acristalada a nuestros… hermanos bajar del coro camino del túnel hacia el Colegio.
En otras circunstancias, cuando yo era alumno adolescente y hacía aquel mismo recorrido, miraba de soslayo a la feligresía desde dentro, a través de aquella pared y puerta de cristal buscando otra joven actriz de alguna película.
Ahora –ayer- la situación y los sentimientos eran distintos: Veías desde afuera hacia dentro refrescando la memoria con hermanos, con situaciones, con ambientes… Durante algunos años de la niñez-adolescencia habías convivido, compartido todas las horas del día -once meses por año- la alegría, la felicidad, el cabreo, la morriña, la afinidad, la tristeza, el cariño, la angustia, el amor, el aburrimiento, la lejanía del cariño familiar…Una cucharada del Cola Cao, un cigarrillo a escondidas, un trozo de chorizo, un libro…
Y alguien interpretaba nuestro acercamiento, aquellas visitas al Santuario y al Colegio, nuestro deseo de continuar un vínculo, al menos visual que ya era historia adherida a nuestra vida, con el fantasioso e imaginativo argumento de que la presencia de aquellos rapaces y rapazas pretendía crear envidia y ocasionaría a aquellos jóvenes “la pérdida de la vocación” (¿la vocación de quién?). ¡Quiá!, decimos en ocasiones por esta tierra leonesa para negar.
No es revisión con crítica negativa, ni de provocación para la reflexión; es recordar. Y recordando hay momentos con sabor agridulce.
Ya no soy joven, tampoco viejo y sí mayor.
Y satisface haber seguido en contacto con padres –he escrito padres, no Padres, porque también fueron-, y haber recuperado el cariño de aquellos muchachos que no figuran como hermanos en tu libro de familia, que ni falta que hace: El cariño no necesita tener registros oficiales.
ANDRES M. TRAPIELLO
10 comentarios
El Mudo -
Anselma -
Aquí en la fiesta los mayores y los mozos también se ponían elegantes para ir a la misa, con camisa y chaqueta pero sin corbata; y en aquel día se acercaba el Delfino a la casa que le avisaban para cortar el pelo, que lo hacía en el corral que era donde más luz había. Y los domingos también los mozos de la casa se afeitaban todos con la misma cuchilla, que algunas veces estaba ya un poco oxidada, y se embadurnaban la cara con una brocha que pasaban por una barra de jabón, que era más fino que el que hacía la Julia con un poco de sebo y lo utilizaba para ir al caño a lavar la ropa.
Y esos rapaces de la foto casi todos con gafas que sería de tanto como estudiaban; aunque Don Braulio, el cura, les decía a los rapaces y los mozos de aquí que se perdía la vista si
Lo que no sé yo es si los mozos ahí en ese Santuario esperarían para entrar a misa después del asperges, porque aquí entraban después; solo el tío Benito acompañaba a don Braulio porque le llevaba el caldero con algo parecido a una alcachofa con rama que me parece que llamaban hisopo; y todos los hombres y los mozos se ponían detrás y en el coro, aunque no cantaban nada. En los bancos nos poníamos nosotras y los niños delante.
Una admiradora -
mariángeles -
quique muñiz -
Andrés nos desborda en nostalgias hermosas y cuidadas en su impecable estilo para el recuerdo.
Y Luis Teódulo reaparece y, con él, noviembre se torna en sol frio y dulce; y nos pone a creer que vuelve su temporada de mensajes tiernos, claros, cálidos y serenos.
Por ello, por vosotros tambien, "hoy puede ser un gran día"...
Luis Heredia -
Luis Teódulo -
Alucinábais con vuestros descubrimientos, una nueva vida no conocida, vuestros sentimientos que nacían a unas experiencias maravillosas. Y ellas cerrando vuestros ojos con manos dulces, sonriendo y alentando valor en vuestros corazones asustados. Estas reflexiones son las que me provocan vuestra foto, Andrés, amigos del GL. Un abrazo muy fuerte.
Loseiros (César Alvarez) -
También comparto, Andrés, ese espíritu de qué grande ser joven. Un abrazo. César
Luis Heredia -
Hombre, a mi hay veces que me da más miedo la que vino después que la del Diablo.
Antonio Argüeso -
Y ya de puestos a meternos con Trapi, cuando otra vez saques a colación (muy bien sacado, por cierto) el indefinible aunque eficaz quiá! di sólo por estas tierras. El añadido leonesas hiere a campurrianos palentinos, cántabros y hasta burgaleses (¿a que sí Javivi?).
Bonita semblanza del GL. Que dure y que los demás nos beneficiemos.
Andrés, a la camarera ¿también la miraste de soslayo? Si así fue aquí eso se interpreta como esquivo, con lo que no sé yo si la cosa irá a más.