LOS NUESTROS
El encabezamiento podía ser el reclamo de una buena película, el cebo de una serie televisiva sobre una saga familiar, el título de una novela intimista o lo que simplemente es: la primera persona del plural del pronombre posesivo (del latín noster) precedido por el artículo determinado masculino plural (al loro los de Ciencias, excepto Fernando Box).
Pero LOS NUESTROS es algo más. Sin apartar la mirada, atiendo la recomendacion del gran Lalo Mayo y dejo el comentario de Javivi para general debate:
"...Javivi, querido, aunque tu brillante entrada no esté aquí, permíteme la vagancia de no acudir a ella y desde esta decirte que habría que enmarcar tus disquisiciones (más bien tu doctrina, permíteme que te lo diga) sobre LOS NUESTROS.
Y desde aquí recomendaría al Furriel que apartase un instante la mirada de sus muchos quehaceres diarios y dedicase un momento a abrir un nuevo portillo con tu intervención para invitar a todos los que por aquí navegamos a que armemos una sólida construcción con la estructura que, repito, brillante, dejaste hace unos días por aquí..."(lalo mayo)
Autor: Javier del Vigo
La frase me ha estado rebullendo en los adentros, constantemente, estos días de silencios, dolor y lágrimas; que son los lutos profundos más tremendos. Algunos diréis que son los lutos del alma. Yo, al menos, los sigo sintiendo en el cuerpo.
“Era de los nuestros”. No era de los otros. Ni estaba en el bando enemigo, no. Fue amigo, “hermanín”, que decía Carlitos. “Siempre estarás entre nosotros”, remachaba José Mari en el título del portillo del 17 de enero pasado, rebosando sentimientos y tristeza. Y hoy repetía Santos: “…siempre estará entre nosotros. Siempre, siempre.”
Así que estos días, cuando dejaba mis ocupaciones, cuando la mente se quedaba en suspenso y sola, la pregunta me volvía: ¿Y quiénes somos “nosotros”? ¿Qué nivel de “propiedad” tenemos, esta manada tan amplia (diría que grandísima) de personas, diseminados y distanciados en lo geográfico, en las ideologías, en las trayectorias vitales como para poder afirmar que Marcelino, que era de los nuestros, estará con nosotros ya siempre? ¿Dónde de “nosotros”? Las mujeres de aquellos niños que pasaron por La Virgen del Camino ¿sois “nosotros”? Las cuñadas de quienes estuvieron en León ¿sois “nosotros”? Los hijos –y ya pronto los emergentes nietos- ¿sois “nosotros”, seguirán siendo “nosotros”…?
La respuesta no se me mostraba ni clara, ni lineal, ni rotunda. Pero la pregunta me daba vueltas en los adentros, con la misma insistencia que el ruido del motor de un coche al ralentí, con revoluciones a cámara lenta. Incluso me decía yo: debiera buscar un rincón de mis silencios y dar alguna respuesta a este runrún mío, para echarlo al blog, por si alguien lo lee y acepta reflexionar. Creo que hace par de años fue Pablo Huarte quien nos excitaba a debatir sobre identidades y otras “nimiedades” a partir, quizá, de alguna otra disquisición mía. ¿Recuerdas, Pablo?)
Bien. Pues estando en ello, abro hoy el blog y me encuentro con este “portillo”. Con Antonia, con Maribel, con Chema, con Pedro, con Pablo, con Joaquín, con José Luis, con Mariano, con Carlitos, con Vibot…
Pero sobre todo, me encuentro con el texto perfecto y lleno de emoción de Marcelo, -emoción hasta hacer pupa-, que empieza así:” Aunque nunca os hubiese visto, a todos os conocía desde pequeño.” Y estoy seguro de que la emoción profunda que te embarga, Marcelo, te hace exagerar un poco. O dos pocos. “Nosotros” fuimos varios miles, que recorrimos el mismo espacio durante muchos años, incluso cargando experiencias vitales distintas, tan distintas como las sociologías cambiantes que hubo desde el inicio del desarrollismo franquista, a fines de los cincuenta, hasta principios de los ochenta, si la memoria no me es infiel. De todos no pudiste tener referencia por tu padre; ni él sabía de tantos.
¿Cuál fue, entonces, el encanto inmenso que tuvo Marcelino en sus encuentros con antiguos alumnos asturianos, en el re-encuentro del Cincuentenario, en los sucesivos encuentros de Caleruega, Villava, Albares…, en sus composiciones para Antonia Estrada y sus niños de Kiev, encanto que le mantuvo acá durante todo este tiempo, con tesón y con aquella sonrisa, además de los cariños que le disteis tu madre, Conchi, y tú?
Al cincuentenario llegamos a León unas 500 personas; muy pocas, si la referencia es los miles que pasaron por aquel colegio; una enormidad, quizá de los encuentros más grandes que se hayan juntado jamás, si la comparación es con respecto a otros antiguos alumnos de cualquier otro colegio español.
Tendrás por casa, Marcelo, un escapulario azul con el nombre de tu padre, estrategia que se les ocurrió a los “chicos” de León cuando el Cincuentenario, para evitar la tremenda catástrofe de encontrarnos con que nadie éramos “aquellos” adolescentes, aunque todos éramos “nosotros”, unos señores llegados a aquel colegio desde diferentes puertos, con muy diferentes fisonomías, con contrapuestas experiencias vitales… Restos de aquellos naufragios, en la mayor parte; y unos pocos, dominicos.
La treta fue perfecta. Los cariños fueron brotando, botando, rebotando… Aún no han llegado a meta. Ni a la mar, como hacen los ríos. Y Marcelino fue, como tantos otros, dejándose llevar por la corriente con gusto inmenso. Con placer. A mí me sucede como a Chema, no recuerdo que en aquellos años hablásemos Marcelino y yo muchas veces. Sin embargo, en estos tres últimos años nos abrazamos como si hubiéramos estado juntos, compartiendo la misma experiencia, desde siempre.
¡Qué curioso! Uno, que es tímido -igual de tímido que en aquellos años colegiales, aunque aprendí a colocarme convenientemente la máscara que nos distancia de la vida- cuando abrazaba a Marcelino, sabiendo que estaba tan “malito”, me acojonaba un poco. Hoy me arrepiento, porque así no pude paladearlo tanto como vosotros. Ni pude conocer mejor su entereza, que os leo tuvo a raudales.
Pero Marcelino era uno de los nuestros; era, también, un poco mío, entonces. Y sigo sin tener claro, en esta “comunidad”, dónde están los límites de nuestra mismidad, si hay “ideas” comunes, si hay colores que nos definen, sentimientos que nos identifican… Los recuerdos que forman nuestra bandera. ¿Nuestra seña de identidad estuvo en las frías aguas de aquella piscina matutina donde teníamos que zambullirnos, hoy cubierta de tierra y verde, pudorosa? Marcelo ha vuelto a incidir en ella, quizá con ambivalencia calculada: el horror de la escarcha que se metía en los tuétanos y las rutinas gimnásticas que forjaron hombres… Jekyll y Mr Hyde. El yin y el yan. ¿Placer y dolor...?
Sigo sin tenerlo claro, pero, Marcelo, voy a seguir buceando en ese sentimiento de “yeguada”, de “mismidad”, de pertenencia a un “nosotros” desde una perspectiva nueva que me has brindado: hacerse hombre (o mujer) y pasar años maravillosos es la aspiración de todo ser humano, supongo. Pero sentirse inmerso en “una vida de estructura circular”, idea con la que acabas tu escrito, es sugerente como senda para mi pregunta vital. Voy a explorarla. Te agradezco que me hayas abierto esa puerta. ¿Será verdad que “lo bueno de las estructuras circulares es que nunca tienen final”?
¿Somos todos quienes compartimos este blog y unas vivencias comunes una estructura circular? ¿Infinitos? ¿Todas y todos quienes se han ido agregando a esta larga marcha han asumido los círculos concéntricos de nuestros vaivenes? ¿Se nos pegarán desde "esa" infinitud que no acabo de captar?¿Radica ahí el encanto de sabernos, el dolor cuando alguien sufre, las alegrías cuando la vida sigue, los cumpleaños, aquel recuerdo…?
Conchi, Marcelo, dejadme ser un “hermanín” vuestro más. Para siempre y en memoria de él.Quiero ser de los nuestros, igual que fue Marcelino.
19 comentarios
Enrique Frade -
Como sabes he ido a ver a Valles y al Nin,los he visto ,a Valles bastante bien,lo conocí mucho cuando estaba en trasmisión donde tambien estaba el Nin,este es un gran chaval,un poco introvertido ,y nosé si Vallees por su manera tan estrovertida de ser no concide mucho con el Nin.
No se sorprendieron mucho de verme seguero que ya habiais hablado de Mí.
Sobre tu persona,no caigo quien puedes ser,pero si viviste por aquí seguro que te conocí,lo que pasa que Yo estuve muchos años en costruciones,18 años ,y no paraba por la argañosa mas que por la noche y fines de semsna .Pero nos conoceremos algun dia. Unbesín.
Quique Frade.
mariángeles -
mariángeles -
Enrique Frade.Alonso -
Como sabes Yo viví en Villallana el peublu de les dos mentires un poco mas pa baxo del tuyu,y Heri el mio hermanu aún vive en la pola donde tien un negociu ,antas El y ahora la so muyer,asi que supongo que Tu ta nun vives perallí ,sino en Xixon,el mayor pueblu d'asturies.
Sobre Huerta es de mi curso y tienes razón es un gran organista,tenía unas aptitudes escepcionales para la música,e incluso siendo escolín en la Virgen tocaba el organo de ka Basílica cuando no estaba el Padre Uria y habia alguna boda y la escolanía cantábamos elAleluya en la entrada y el Amen al final de la ceremonia.
Era grandón ,comparado conmigo y tenia unas gafas de bastante graduación,era y supongo que seguirá siendo unbuen chaval.
Por Gijón tambien anda,Tejón creo que es socio del Ateneo, De la Puente,perito de Telefónica,de esto me enteré despues de prejubilados los dos,me lo dijo Faustino Castañón que vivia por la avenida de la costa y ahora vive en Fano,pero no salen es una pena.
Si ves a Huerta dale un abrazo de Mi parte y animale a que nos acompañe ,nos gustaría saber de El.
Cambiando de tercio me dirijo a maria de los Angeles ,Yo vivo en Oviedo en la calle Bances Candamo ,si vives por esta zona,quizás nos crucemos por la calle,suelo parar en la cafetería Yedra donde me conocen por frade,o en el brodway que es de unos primos mios.Así que si andas por estos sitios date a conocer.
Dime si puedes quienes son los ex que están malitos puede ser que les conozca.
Un besín y un abrazo para ambos y para todos los que seguimos queriendonos a trvés de este blog .
mariángeles -
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Aquí, justo debajo de mi casa, trabaja uno del 58, se dedica a la música, es Miguel Angel Díaz Huerta, buen futbolista y buen músico. Varias vecs le invité a que se diera a ver pero ha rechazado la invitación.
Un abrazo
Enrique Frade -
un saludo.
Pitu espero que a quienes no somos del 59 ,si no del 58 ,no nos dejes fuera del centenario,porque lo celebraremos un año,dia,ó hora antes,con vosotros celebraremos el 101.
No te estrañe que no escribamos algunos,porque la verded hay veces que no entiendo la filosofía de los temas ,no llegué tan lejos ,no pasé de aleruega,casi ni llegué,seria mas verdad decirlo.
Por mis conocimientos filosóficos podria hablar de mis vivencias existenciales como panadero,tejero o de retorcedor de hilos de cobre en telefónica,esas fueron mis vivencias durante 41 años y ahora como trabajador ,en la seguridad social,como la mitad de los españoles.
Así ,de estos temas o de algunos recuerdos que surgen cuando el tema es de las cosas que pasamos mientras estuvimos en el colegio,podemos opinar,de filofias va a ser más dificil,y mas dificil va a ser escribir un folio y medio,cuando me lleba mucho buscar las letras en el teclado para escribir estas pocas.
Un abrazo para todos.
quique frade.
mariángeles -
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Te propongo tres cosas:
1. Borrar de la lista para el centaenario a todo quel que no se manifieste en este blog en el térrmino de dos o tres días.
2. Organizar una nueva botillada, gratuita, con la condición de que los que acudan se comprometan a enviar 20 ó 30 intervenciones de folio y medio.
3. Con el dinero del fondo visites uno por uno a todos los Nosotros y les digas cuatro cosas, no importa que sean hirientes.
No te desanimes; piensa que si no fuera por tí no habría NOSOTROS y Javivi perdería la paternidad del término.
Un abrazo
josemari cortes aranaz -
Hay días que me desanima comprobar tan poca participación.
Parte de la culpa puede ser mía por no ser capaz de encontrar temas más atractivos, pero...uno tiene sus limitaciones.
Y tengo un ofrecimiento para dirigir un blog de los Jesuitas.
¡Daos por animaos!
mariángeles -
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Claro que me acuerdo de Re, creo que fue jugador del español. Lo de fundamento in re me lleva a las Caldas (no sé si tú pasaste por allí) donde el profesor de Metafísica utilizaba mucho esa expresión, pero no porque fuese una muletilla sino porque en Metafísica, eso que estáa más allá de la física, había que buscar siempre fundamentos in re.
Quizás deberíamos poner un anuncio de esos de "se busca" a ver si alguien da cuenta del de las coles, es rara su desaparición tan radical; me temo que sea porque ve venir el verano y no quiere recibirnos en su mansión, y no por las coles sino por los chorizos (los de comer) y el jamón.
Lo del Nosotros debería hacer reflexionar a todos los mirones de este Blog y llevarles apensar que para que un Nosotros funcione tienen que funcionar, escribir, aparecer, yo, tú, él, ellos, los otros y los demás alla. Pa mí que es Jose Mari el que da instrucciones en contra para ahorrarse trabajo.
¿Te acuerdas qué significa evaluación, claustro, tutoría ...? Si tienes añoranzas habla con ZP a ver si te deja volver.
Abrazos
Javier del Vigo -
¿Lo soñé o he leído por ahí atrás que alguno de Bruselas tiene proyecto de venir a plantar coles, si la nieve y los lobos lo permiten? Claro, que con esto de la crisis y la dilatación de la edad del jubileo quizá haya entrado en estado de shock y no atina a darle a la tecla...
¿Crees tú que podrá avisar con unos días de anticipación, por si alguno del "conjuntillo del 59" se anima a hacer de pinche en su huerto? ¿Incluso algún otro que sea de las proximidades? Un azadón es cien mil veces mejor para bajar tripa que una hora de gimnasia matutina. O que algunas carrerillas después de levantarse.
En fín.Nunca se me dió bien el fútbol, a diferencia tuya, que metías y metías. Con estilo, con garbo y salero. Pero hablando de nostalgias, me has hecho sacar del baúl a Re.
¿Te acuerdas? Lo que yo no sabía es que aquel "tocapelotas" se podía declinar: "in re", dos reses, un catalán, res tinc a donar-te...(Dicen que nunca un catalán fue estirado, y ahora, con la que está cayendo...)
No desesperemos, compañero. Con el tiempo, irán saliendo los tomistas, los sociólogos, los lingüistas, Box ese experto en el valor del tiempo...
Por ahora me conformo con que el de las coles de Bruselas advierta de la llegada. Algo habrá que ir pensando...
Mientras, habrá quienes sigan rumiando el valor de ese vocablo, NOSOTROS, que igual no somos AQUELLOS. ¿O sí?
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Yo no creo que la edad produzca monstruos; haberlos haylos pero ésos lo son independientemente de la edad, creo yo. Sí creo que la edad nos aboca a la nostalgia. Al tener más tiempo para pensar y recordar es lógico que miremos atrás e idealicemos lo que hubo o tuvimos y ya no tenemos; es un sentimiento muy normal que puede convertirse en nocivo si no lo controlamos. Me parece normal que los del 59 miremos atrás y nos veamos como los mejores ; es un sentimiento con fundamento in re. Este sentimiento está a punto de venirse abajo porque los integrantes de ese conjuntillo, los del 59, parece que ha dejado de tener individuos, partes, integrantes.
Otro día hablaremos de tu creación del NOSOTROS; para ello hay que echar mano de la sintáctica, de la semántica y de la pragmática pero de eso saben mucho los lingüistas a lo que invito a que nos aclaren la cuestión. También pueden hacerlo los escolásticos, los navarros, los vascos incluso los de Bruselas.
Un abrazo
Javier del Vigo -
Por cierto, el otro día ví, Lalo, en algún canal televisivo a Tico Medina. Hablaba de antiguos toreros. Está puestísimo.
No sé qué decirte: o que estás tocándome la levita, cuando faroleas con todas las nóminas que te quedan por cobrar en activo o que ya siento si eres de esos a los que la reestructuración de la actual crisis sereis premiados con algunos meses más -¿incluso año?- de vida laboral activa...
La caraba, compañero! Tú bien sabes que sólo el trabajo dignifica. Ánimo, que llegarás a altísimas "simas" de dignidad!
Y para los tomistas silenciosos, los "sociólogos" de la experiencia, quienes cumplen años pero ni Josemari sabe ni nadie se chivatea...
Para todas y todos...
¡Feliz fin de semana! Acabó la cuesta de enero y febrerillo es más corto... Este mes yo creo que me va a llegar!
lalo -
A ver si esos tomistas nos sacan de dudas, porque lo nuesro, creo yo, no es normal. De Guinnes, vamos.
Y otra cosa. Vocento jamás me jubilará. Al menos hoy por hoy, ya que La Voz de Galicia pertenece a una única persona que se resiste día tras día a vender la niña de sus ojos. Y no por falta de novios.
Pero, como seguramente sabes, a mí aún me quedan muchas nóminas que cobrar (eso espero, al menos) antes de disfrutar del merecido descanso de los sesentones que por aquí pululais. Y, Zapatero mediante, muchas más nóminas de las que había previsto.
Me voy a comer.
Salud
Lalo
Javier del Vigo -
Vaya por delante mi tardía pero muy sentida felicitación a Justino; felicitación por tu cumpleaños, querido.
Mira, Justino, yo no sé si eres experto en chorizos y gustas de su cata o no, aunque Valderas tiene que dar buenos ejemplares. ¡Y hermossoss, enfatizo!(La próxima vez que vea a Maika se lo he de preguntar).Pero lo que te propongo es hacer una novena por nuestra reciente llegada a los 60. Ya que dice Joaquín que el GL se reúne sólo para dos cosas siempre, comer o comer, te propongo una disyuntiva; durante los días de la novena, plato único: callos o callos. ¿A que este afrodisíaco manjar te trae también aromas de otros tiempos?
Pues eso, que cumplas cuantos quieras, con esa salud y esa imaginación.Y con un par!
Dicho lo anterior, entro al trapo.
No me queda otro remedio que agradeceros -Mariángeles, Daniel, Jose, Santos y Josemari Urbano- los piropos que me habéis echado; pero os habéis pasado. No hay falsa modestia, lo aseguro. El texto que Lalo sugirió a Josemari colocase de entrada a este portillo (por cierto, Lalo, a ver cuándo te jubila Vocento; con la que está cayendo, mayormente para que duermas por la noche, en vez de lanzar ideas tan puñeteras como ésta )surgió de mi perplejidad ante el mar de sentimientos y vivencias que transitan a diario por el blog; hubo dos gotas que desbordaron aquella perplejidad mía: el texto de agradecimiento que mandó Marcelo, el hijo que no conozco personalmente de Marcelino y Conchi; y la frase con la que abrí mi meditación, escueta pero sentida, de Santiago Rodríguez, el "historiador" de la Orden de Dominicos.
De ellos es el honor y la gloria. Yo sólo me dejé llevar.
Y no acabo de entender los aplausos, porque o me expresé mal o no di respuesta que me satisfaga. ¿Dónde radica la clave de esta sensación de pertenencia, de yeguadas que pastamos en las mismas praderas, esa sensación de ser NOSOTROS como escribió Santos con ese sentimiento que le estalla en borbotones?
Por el blog transitáis muchos filósofos profesionales, que estudiasteis la escolástica tomista incluso; filósofos que habéis sido maestros durante más de 30 años posteriormente,aunque hoy andáis holgazanes, por las pre jubilaciones, entre otras causas. Así mismo, por aquí metéis las narices muchas otras gentes, que, como yo, sin ser profesionales del pensamiento -confieso que en mis tiempos de Universidad sólo tuve problema con una asignatura, Principios de Filosofía, que me daba un apuesto jesuita de la Universidad de Deusto- intentáis buscar las razones de las cosas. Y de los sentimientos. ¡Hincad el diente a esta cuestión. No me vagueéis tanto!
Quizá no me lleve a ningún puerto, pero ando embebido en la idea de Marcelo: la vida es como círculos concéntricos. ¿Lo es? ¿Los sentimientos también? Los círculos concéntricos trascienden o dejan de lado- el tiempo? ¿Se puede, bajo este criterio, entender mejor por qué las yeguadas que estuvisteis en aquel colegio a fines de los cincuenta, quienes estuvimos a mediados de los sesenta, quienes lo hicisteis en los setenta tenemos un mismo sentimiento de pertenencia?
¿Quién habló de cobardía?
Otra cosa, jubiletas: existe el Libro Guinnes. Nunca metí ahí las narices. Pero estoy casi seguro de que podríamos figurar en él. Un buen puñado de antiguos alumnos que se reunieron para conmemorar que estudiamos en el mismo lugar. ¿Hay algún Colegio que haya juntado tantos? ¿No admiten inscripción toro pasado?
Es un reto.
Acabo como antaño. ¡Salud, José Mari Urbano, que te prodigas poco! Espero que al recibo de ésta estés bien. Ego valeo.
Andrés Martínez Trapiello -
José Luis Alcalde Revilla -