Y CONOCÍ A MAXI TRAPERO

en persona, querido compañero, y a Elena su "santa". Y ha sido un sincero placer haber estado junto a ellos, aunque solo fuesen unos pocos minutos.

Maxi es agradable, entrañable, sencillo, cercano, tiene una voz cálida, cariñoso, grande, enjuto, tres cuartas partes de Gusendos de los Oteros y una cuarta parte de La Gran Canaria (me refiero a su "santa"), un auténtico paisano.

Ha sido un lujo escuchar su conferencia y un verdadero privilegio el poderle abrazar.

Vamos, que se llevó la instancia para solicitar el ingreso en la gloriosa yeguada del 61, en la que, por descontado, no entra cualquiera.

Ved estas fotografías junto a Elena, Isabel y Albertín.

3 comentarios

[Antonio Argüeso - 23 de diciembre de 2010 - 17:29]

¿Arrepentirme de lo que he dicho? Pero Julio, como mucho confesarlo, pero al Padre Frutos, que no oye. Te recuerdo que nos formamos cuando lo de sostenella y no enmendalla imperaba. Y ¿del propósito de la enmienda? ¿qué? Que por aquí dicen lo de que « à l'impossible nul n'est tenu », que viene a ser algo así como que no se pueden pedir peras al olmo.

Oye, Jesús, ya son ganas de incordiar. ¿nada te queda por hacer? Y además olvidas decir que HAY QUE RESERVAR el Cuaderno de la Memoria, que vamos, sería la osa que por falta de previsores no pudiera imprimirse, la reosa sería.

[Jesús Herrero - 23 de diciembre de 2010 - 11:52]

De acuerdo contigo J. eSe, pero se te ha olvidado usar el cascanueces. Eso siempre queda profesional y serio. Eso sí, ten cuidado con los dedos al golpear.

[Julio S. - 23 de diciembre de 2010 - 11:01]

Yo creo que tras el Pitu, Trapero y, si algún día se arrepiente de todo lo dicho, Argüeso, deberíamos cerrar el cupo de admisiones.

Felices fiestas y un fortísimo abrazo a todos.