Qué cerezas
Leed en el Diario de León La Cornada de Lobo que escribe Pedro Trapiello sobre el próximo libro de Josemari Trapiello, su hermano fraile, mi querido compañero de fila y de curso, de la gloriosa del 61. De los pocos que llegaron a Dominico.
Ved a Joseemari Trapiello de novicio en Caleruega.
CORNADA DE LOBO
Qué cerezas
18/04/2011 PEDRO TRAPIELLO
Total, que mi hermano Jose, el fraile, no me perdonará lo que he hecho con su original de El desván de las palabras , que tanto se parece en el título a otro libro de Andrés, El arca de las palabras . Lo escribieron prácticamente a la vez, pero uno en su sigilo conventual de Santiago y el otro en el bullicio del Madrid de Recoletos. Ninguno supo jamás lo que estaba haciendo el otro en aquel momento. Extraña coincidencia.
Los dos libros son algo así como un diccionario particular. Los dos mentan una palabra elegida y escriben lo que les viene, pero mientras Andrés destila literatura rotunda palabra por palabra, Jose toma cada vocablo y llama a su alrededor a todos los demás que puedan venir al caso. Le salen prendidos unos de otros, como cerezas; y les echa la justa literatura para que quepan más, así que tiene densidad su genial barullo de palabrario viejo y sugerente. Su lectura se hace amenísima (créelo, no hay peor juez que un hermano); y pide releerse porque se va aprendiendo en cada línea. Habrá lingüistas admirados con el trabajo que late ahí. Y más de un lleunésparlero (parlante no hay ni uno) verá tantas palabras leonesas desconocidas, que sacará la libreta de guindar y se pondrá a atropar pa casa.
Jose jamás hubiera editado esta joya de fino palabrario, pero a sus espaldas decidí darle el original a Reñones y verá la luz en breve en su editorial El lobo sapiens . Para no confundirlo con el de Andrés, se titulará Igual que cerezas ; y al pie, su desván original. Ahora, pues, tendrás otra razón para hacerte un lío con los Trapiellos que escriben. Y tendrías aún más si miras atrás y lees las crónicas afiladas que firmaba Atra en el Diario de León de los años veinte; era el abuelo Andrés, maestro y concejal en Sabero, fundador de los Maestros Católicos; o los poemarios de su hermano José, que andaba en el Ateneo de Madrid y en la tertulia de Valle Inclán (Crémer decía haberse hecho poeta por su culpa); o la columna Con mostacilla que escribía en este diario el tío César, cura, periodista, poeta, dibujante y grandísimo tipo. En fin, pelotón de buena tinta hay en la saga; es lógico que salgamos prendidos como cerezas y se confundan las felicitaciones o críticas. Bien, las mancomunamos.
4 comentarios
Anselma -
Javier Cirauqui -
Así que despues de leer Pedro, tu articulo me ha venido, en mente. la Saga de los Barojas, tan interesante y tan querida por mí, donde desde las abuelas hasta los biznietos todas escribían. Aunque no soy de León el libro de tu hermano, promete.
Un saludo cariñoso.
Javier.
Despues de lo de ayer, he acabado tan jarto de fútbol, que me desapunto. No volveré a apuntarme
hasta que la liga no la ganen o puedan ganarla equipos como Osasuna, la Real Sociedad o el Sporting, como en los viejos tiempos. Por supuesto, seguiré procupándome de la Rel, Osasuna, Sporting, Barcelona etc., pero por lo bajinis sin que se me note mucho.
Mariángeles -
lalo -
Ni con las explicaciones previas de Andrés M., ni con estas de Pedro G. nos aclaramos. A mí me falta el hijo del cura, por ejemplo.
OTROSÍ: Se nota que los merengues aún no se han levantado de la cama. No se ve ninguno por aquí. Y seguro que no es por modestia. Ni siquiera falsa.