EL NICA
Aprovecho esta joya de fotografía de Las Caldas, rescatada de la colección de Jesusito Herrero, gloria del pincel y del 61, para hacer un "llamado" a otro inolvidable compañero, al Nica, a José María Delgado el "Nica", querido Nica.
¿Apostamos a que reaparezca?
De momento os dejo su correo para que le bombardeéis con correos animándole a que enseñe su patita. Yo ya lo he hecho y espero contestación.
joeslender@hotmail.com
Dilecto Furriel de acojonante presencia:
No sé si tienes esta foto (supongo que sí), pero por si acaso la he retocado en el ordeñador personal y te la mando.
En ella verás (no he querido llamarte ciego) a nuestro queridísimo Oscarín, de serena presencia, con quién me gustaría charlar muchísimo, pero el tío ha huido a Pamplona, es decir a trasmano, mecagüenla.
Se ve también a nuestro perdido Nica (llama a Lobatón para ver dónde se ha metido). Asimismo se ve como el perdido de Nica le pregunta a Chema: “¿Y cuándo viene la chica?” “¿Y que chica es?” “¿Y por dónde viene?” (esto último para estar atento a la jugada).
En fin, qué mejor foto que ésta para el blog en época de estreno de “nuestra película” en la que el director era apenas mozalbete y conservaba flequillo. (Alba, guapa, fíjate que no era yo el único).
P.D. El corrector del Word se mosquea con palabras como “acojonante” y “mecaguenla” y me las subraya en rojo. (KLF). Yo no. Besos.
Jesús Herrero
7 comentarios
Vibot -
Ahora -y más en Madrid- escuchamos esos acentos americanos en cualquier parte, pero entonces era algo inusual, tenerlo tan cerca, algo grato y exótico. Especialmente en alguien tan cariñoso como él.
Yo no puedo olvidar una velada en el teatro de Las Caldas, una tarde ya casi de verano, aquel teatro con enormes ventanales en arco hacia el Jardín del sauce sobre el surtidor del estanque, aquel jardín que, a pesar de estar tan abierto al paisaje de las altas montañas circundantes, tenía algo -algunos días mucho, algunas noches todo- de claustrofóbica prisión irrespirable...aquellas nieblas densas que incendiaban el alma de deseos y ensueños...todos pecaminosos, como se pretendía que creyésemos.
Recuerdo una parte de la velada en la que salían espontáneos a cantar, o tocar instrumentos, o contar chistes.
Y alguien gritó de pronto: "¡Que el Nica baile una Cumbia!". Y enseguida fue un clamor juvenil coreado con la risa en los labios de todo aquel salón tan divertido.
El se resistió un buen rato, pero al final se dejo empujar al escenario y, ligeramente ruborizado, comenzó a bailar aquella Cumbia, con sus hábitos blancos...
Todos callamos, embelesados por la fascinación de aquellos movimientos que traían el aroma y el beso de una vida casi ni presentida, un arrullo de amores que florecía en el alma dormida de nuestros cuerpos nuevos, casi intactos aún, entre aquel bamboleo de caderas, aquel dulce inclinar de la cabeza, aquellas tibias manos acariciando el aire de todos nuestros sueños más queridos, de todos nuestros traumas.
Y del rubor pasó a la sonrisa...a la entreabierta risa de su cara de niño, al aplauso exultante, agradecido, confundido y feliz de aquella tropa.
Puede sonar ahora pintoresco, ridículo, imaginar a un fraile bailándose una cumbia ante un teatro de frailes.
Yo lo recuerdo como algo precioso. El lo hizo precioso y delicado.
***
Es encantadora esta escena juvenil de la fotografía, con esa luz de Junio y esos rostros tan puros, tan serenos.
Oscarín, con su hábito siempre impecable en el que nunca faltaba el rosario, que los demás habíamos abandonado, y sus sandalias de asceta, que usaba hasta en invierno, aquel invierno que humedecía los huesos y melancolizaba nuestros ojos de amor. Oscarín olía a limpio. Y tenía, él también, una sonrisa y una voz inolvidables.
Y la cara de niño soñoliento de nuestro queridísimo Sarmiento, con el cuello levemente inclinado, los ojos añorantes y los labios de príncipe capaz de despertar a mil bellas durmientes, las manos relajadas sobre al hábito, e indolentemente recostado entre los muslos del Nica, que le pone la mano sobre el pecho.
HORTUS CONCLUSUS. FONS SIGNATA
José Luis Alcalde Revilla -
Luis Heredia -
¡Muchas Felicidades por tus 66 tan joviales años que llevas encima¡ Dí que sí: Con madreñes o en playeros, lo importante es participar. Cuando tu hijo sea tan mayor como tú, a ver si es capaz de semejante proeza. La última vez que yo participé en la San Silvestre de Gijón, hará ya 25 años con tan solo 36 años, recuerdo que me bajó y subió la marea dos veces. Y eso que solamente eran 6.000 mts, a lo largo. De lo que no me acuerdo es si terminé la hazaña en La Escalera 3 o en la de mi casa. Mis hijos lo recuerdan como una gran proeza y yo como si hubiera corrido con madreñes.
¡Felicidades también al Besucón¡ Que bese muchos más. Es como si estuviera cumpliendo años cada semestre
Enrique Frade Alonso -
Pero el dia 19 tambien fue el cumpleaños de nuestro muy querido P.José Luis Alcalde Revilla que me dice está muy bien,ya le di yo el cumpleaños feliz y me llenó de besosdesde este blog lo vuelvo a felicitar en nombre de todos vosotros.
Gracias y un fuerte abrazo a todos.Quique Frade.
Chema Sarmiento -
He estado intentando ponerme en contacto con Oscarín últimamente, porque hay veces que tengo nostalgia de él y entonces hecho mano del teléfono. Ese calificativo que le pones, Jesús, le viene tan perfectamente que hasta contagia su serenidad con sólo hablarle.
Pedro, a ver si con tu intervención conseguimos que dé señales de vida Cairo René, del que tan pocas noticias tenemos.
Felicidades para Enrique Frade.
Pedro Sánchez Menéndez -
Jesús Herrero Marcos -
Estamos en las Caldas, bombilla pelada, ventana abierta, excepcional día de sol, escenario de la próxima peli del Chema (La fábrica de sal) si los dioses y la lotería nacional nos son propicios. Yo, por si acaso, ya he puesto a disposición del señor Ministro, argénteo y poderoso productor de cine, la mitad de mi décimo cuyo número quedó registrado en alguno de los portillos anteriores. Estaría cachondo que dentro de unos meses, cuando al Chema le hagan las entrevistas pertinentes al estreno mundial de la peli arriba mencionada, tuviera que contestar a la pregunta Y dígame, ¿cómo se financió esta extraordinaria obra de arte que es La fábrica de sal? Y el Chema tuviera que responder: Pues verá usted, gracias a varios décimos de lotería generosamente donados por unos amigos bandarras que tengo. Uno de ellos apareció precisamente durante el rodaje de la película y es de Nicaragua, por lo cual todos le llamamos Nica ¡A que sí!
¡Vamos Nica, aparece ya de una puñetera vez que no tengo todo el día!