felicitamos a MAXI TRAPERO
Felicitamos hoy a nuestro amigo, paisano y querido compañero Maxi Trapero. Me acaba de avisar un canario mensajero que revoloteaba libre sobre el paseo de la playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria.
Feliz cumpleaños amigo Maxi desde tu tierra leonesa con el abrazo y cariño de quienes compartimos aquella paramera en la que "casi nos educan".
Y también dedicado a todos los que seguimos cumpliendo años, aunque no se nos note.
11 comentarios
Isidro -
Andrés Martínez Trapiello -
Un abrazo
Julio S -
UNA ESPOSA DE FIAR, Robert Goolrick.
Felicidades y un saludo
Maxi Trapero -
Isidro Cicero -
Muchas felicidades, Maxi.
Por aquellas fechas dije- eras un chavalín asombrado por los verdores, las frescuras y la vida en torno a la maravillosa cuenca del Narcea que tanto contrastaban con los secarrales de Gusendo de los Oteros. Me había documentado lo suficiente como para informar a los lectores que cuando al siguiente curso se abriera la Virgen, tú volverías sino al secarral, al menos a la paramera. Y di más información: tu fascinación por la tremendista semana santa de tu pueblo, los misereres locales, las no campanas, las tinieblas, las carracas, las estrofas de la semanilla, el rosario de la buena muerte y, especialmente, la procesión del niño Jesús que ya recién nacido salía al encuentro de su madre dolorosa, para anunciarle que no sólo había nacido sino que ya había resucitado. Economías, austeridades, multiusos, que ya entonces se practicaban para hacer mucho con poco. No han inventado nada.
En esto de las economías, siguiendo la cordillera hacia el este, está el pueblo de mi abuela. Aquel sí que era un pueblo austero y sin posibles. En la iglesia sólo tenía una imagen, pero para hacer mucho con poco, las mayordomas la caracterizaban de personajes diferentes según transcurría la rueda del año y el sucederse de las devociones. A la imagen lo mismo la vestían de Santa Ana, la patrona, que de su hija y madre de Dios, la Virgen santa, que de santa Eulalia de Mérida, con los dos pechos sobre una bandeja, que de San Antolín, patrón de la diócesis palentina, a cuya jurisdicción pertenecía aquella comunidad de montaña. A la imagen polivalente le le cantaban esta oración:
Gloriosísima Santana
Que fuiste Madre de Cristo
Fuiste Virgen, fuiste Mártir
Y dimpués fuistes obispo.
Yo no sabía lo del encuentro del niño Jesús y la Dolorosa de Gusendo cuando estuvimos juntos en Lebeña, pero de haberlo sabido te habría mostrado una bellísima virgen galactotrofusa donde ese mismo encuentro se da de la siguiente manera: El niño, mientras mama, juega con un pajarín, pero no le quita ojo a la madre. La mira, la sonríe y en esa sonrisa preocupada está incluida la pena por todo lo que sabe que a ella su destino va a hacerla sufrir. Me habría gustado comentar contigo esto.
Me documenté bastante como sabes para especular sobre aquellas actividades y vivencias tuyas a edad tan temprana y cribé buena parte de lo que averigüé. Escribir es cribar, oí a alguien hace cosa de 24 horas. Y preguntarse cosas que la mayoría de las veces no valen para nada, especular como aquella canción de la sierra de Salamanca:
Que como dormirá,
que cómo dormirá
don Juanito el recadero,
que cómo dormirá,
que cómo dormirá
con el ruido de los perros.
Cribé entonces averiguaciones como tus recuerdos de las semanas santas del colegio, que sin el tremendismo castellano, impresionaban de otra manera. Recojo ahora algunos de tus impresiones que entonces cribé: Las pasiones que todos recordamos, salmodiadas en latín por tres frailes. En tus recuerdos el Narrador o cronista era barítono y en este papel recuerdas al Padre Uría, que cantaba de maravilla. Cristo era siempre el Padre Pedro con aquella voz imponente que tenía. Otro figuraba al resto de los personajes: "los malos". Era un tenor y lo representaba el Padre Iparraguirre, también maravillosamente.
Cuando alguien colgó una grabación de aquellos cantos en este blog de Josemari tú las reviviste con verdadero deleite y hasta las pasaste a un archivo personal para volver a ellas con más tiempo. La otra cosa que recordabas bien de las semanas santas del Colegio era el momento del Gloria del Sábado Santo: el repiqueteo de las campanillas, el repique de las campanas, después de cuatro días de silencio y, simultáneamente, todos los frailes quitándose las capas negras y quedándose en el blanco de sus hábitos. Muy alegórico y hermoso, me dijiste.
Como ves, me documenté a conciencia para imaginarte en torno a las fechas de la Semana Santa de 1956. Pero tuve un fallo, que luego sentí, me gusta ser meticuloso, concienzudo, hasta quisquilloso: No interioricé que entonces eras un niño. Muy valioso, pero un niño al fin y al cabo. Por eso debería yo haber escrito Maxi, como con toda seguridad te llamaba entonces todo el mundo y no el niño Maximiano como te llamé yo. Un fallo de composición de escenario llamo yo a esto, que aprovecho hoy para corregir. Maxi es lo apropiado para un niño y un amigo. Maximiano te llaman en los tribunales de oposiciones universitarias a los que te convocan como miembro, si es que todavía hay oposiciones universitarias. Que no creo.
José Mª Sierra Tascón -
¡¡¡Felicidades!!!
Javier Cirauqui -
ZORIONAK ZURI.
Un saludo. Javier.
José Luis Alcalde Revilla -
José Luis Alcalde Revilla -
Pedro Sánchez Menéndez -
Luis Heredia -
Muchos Japiberzdei tu yu, Maxi.
Así,