JOSE MARIA SUBIRACHS

Esta foto que hoy os dejo la he encontrado fisgando por Internet.

Aparece el artista en su taller. Al fondo se reconoce uno de los apóstoles del Santuario de la Virgen del Camino.

6 comentarios

[Luis Heredia - 21 de abril de 2016 - 13:26]

Gracias, saco de sabiduría. Estás en todo.

[Jesús Herrero Marcos - 21 de abril de 2016 - 10:18]

Querido Luis, las piezas se sueldan siempre en el taller y luego se patinan. De allí saldrán, ya terminadas, en un camionazo hasta su destino final. En este caso nuestra casa in pectore... (Amén).

[Luis Heredia - 20 de abril de 2016 - 11:15]

Gracias por la aclaración Jesús. O sea, que Subirachas soldó por piezas a los ciclópeos Apóstoles.
¿Puedo pensar entonces que el transporte también se hizo por piezas y se soldaron en los recintos del Santuario?
Se agradecería cualquier aclaración, ya sea fotográfica u oral por parte de los primigenios habitantes del Colegio.
Besos también a tod@s.

[Jesús Herrero Marcos - 20 de abril de 2016 - 10:20]

Querido Vibot, la técnica es como todo, facilita las cosas. El escultor modela en cera. El bloque ya modelado se mete en un molde cerámico. El molde se mete en un horno caliente. La cera se pierde al calentarse por una serie de salidas y entonces queda un hueco que luego se rellena de bronce fundido previamente. Si la obra es grande, como es el caso, la fundición se hace por partes que luego se sueldan. Finalmente al conjunto se le aplican a fuego unas pátinas que habrán de proteger la obra de la intemperie. Y ya está. Esto ya se hacía en Grecia y Roma. La cosa es vieja pero efectiva. El asunto del transporte nunca fue problema, ni siquiera para los egipcios o babilonios. Besos a todos.

[Vibot - 18 de abril de 2016 - 23:16]

Sorprende que este hombre de aspecto casi frágil concibiera y modelara -¿tal vez en barro primero?- aquellos cíclopes calcinados y sin embargo quejumbrosos o vociferantes que no podremos olvidar jamás.

[Luis Heredia - 17 de abril de 2016 - 16:03]

¡Madre mía¡ Qué grande era ya el Apóstol a tan temprana edad, antes de darlo a la luz. Aunque, espero me perdonéis si digo que más bien me parece una réplica o un modelo que le sirvió al creador para modelar en todo su esplendor la majestuosidad de las figuras. Pero qué grande era también Subirachs a pesar del efecto visual en comparación con el Apóstol.
Si realmente el Apóstol de la fotografía es uno de los reales, os confieso que acabo de descubrir uno de los misterios que me tenía a mi intrigado desde que pisé por primera vez la Virgen del Camino: por lo que veo, Subirachs no ensambló por piezas a los monumentales Apóstoles. El otro que aún me queda por resolver es cómo pudieron llegar hasta allí los Apóstoles en aquellos años en los que los medios de transporte no estaban tan perfeccionados como ahora. Y que no me venga nadie diciendo que sobre rulos de troncos como los egipcios, que no le voy a creer.
Que tengáis buen resto del Domingo que queda.