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VALLADOLID, TARDÍA CRÓNICA, CASI ANIVERSARIO - 1ª parte - (Por Javier Cirauqui)

VALLADOLID, TARDÍA CRÓNICA, CASI ANIVERSARIO - 1ª parte - (Por Javier Cirauqui)

PEQUEÑO HOMENAJE A CERVANTES Y A DON QUIJOTE DE LA MANCHA Y A SU ESCUDEROES SANCHO PANZA.-

 

Ha pasado casi un año y aún había finalizado las Crónicas del Encuentro en Valladolid. Dudaba en terminarlas o no puesto que no estaba seguro que fueran actuales ni oportunas, por lo que he reconvertido esta crónica en un pequeño homenaje, muy pequeño, a Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza.

Es curioso cómo me he enganchado al tema de la Melancolía y el Siglo de Oro, así como a la figura del Caballero de la Triste Figura o de los leones. Como el encuentro se realizó en Valladolid, lugar donde vivió Cervantes y donde hoy se visita su casa. Aquí va esta crónica dividida en dos partes. La primera sobre la Exposición de la Melancolía en el Siglo de Oro,, en la que se encuentra la obra de Cervantes y de su personaje Don Quijote de la Mancha, productos geniales de la época.

Por otro lado estos días se especula sobre un supuesto encuentro de Cervantes y Shakespeare en Valladolid, puesto que este último vino acompañando a una delegación inglesa de Jacobo I, para negociar una tregua con Felipe III.

Y como final os mandaré la parte de la comida en las Bodegas Yllera de Rueda y nuestro recorrido por el Laberinto de Ariadna y un recorrido o prólogo sobre la comida en el Siglo de Oro, con especial referencia a Cervantes y El Quijote. Y relacionando las dos partes de mi crónica, diré, que en Cervantes aparecen las lentejas como alimento melancólico.

Espero que esta crónica no sea inoportuna y por supuesto os divierta. Igual debía haber esperado a mandarla en las fechas del Aniversario del Encuentro.

Un fuerte abrazo a todos.

Javier Cirauqui

 

FINAL DE LA CRÓNICA DEL ENCUENTRO DE VALLADOLID.-

Salimos  ya del colegio

De San Gregorio llamado,

De hablar con los profesores,

Que tuvieron en  Las Caldas.

Visitar su biblioteca

Que en Valladolid está

Poco a poco nos juntamos

Frente al Palacio Villena,

El Museo de Escultura,

De Escultura Nacional

Y sede de exposiciones

De las muestras temporales.

El Rey  Felipe Segundo

Preside la exposición

Sobre la melancolía

Del Siglo de Oro español

Y en cuya inmensa nación

Nunca se ponía el sol.

En el palacio de al lado,

Llamado de Pimentel,

Nació Felipe Segundo

Y como parte importante

De esta hermosa exposición

Figura un bello retrato,

Que Antonio Moro pintó,

“con aflicciones sombrías”

Donde el monarca aparece,

Vestido con negro traje

De etiqueta borgoñona,

Según dicen perseguido

Por el fantasma indomable

De demencia familiar,

Que sólo es melancolía.

 Muy taciturno y severo,

Leyenda negra expresando

Con un humor melancólico.

 

Se inicia la exposición

Con el gran libro de Hipócrates,

Es de Hipócrates de Clos,

Que trata de los humores:

Sangre y bilis amarilla,

La primavera y verano,

Elementos: aire y fuego.

Corazón, vesícula, hígado.

Los sanguíneos y coléricos.

La bilis negra y la flema,

El otoño y el invierno.

Elementos: tierra y agua.

Bazo, cerebro y pulmón.

Frío y seco, frío y húmedo.

Flemático y melancólico.

El primero es artesano,

Valiente y esperanzado

Y por supuesto amoroso.

El segundo es idealista

Y de mal temperamento,

Y muy fácil de enojar.

El tercero es el guardián,

Abatido y depresivo,

Está siempre somnoliento.

Son tristes y soñadores

Y también perfeccionistas.

El cuarto es muy racional,

Calmado e indiferente,

Con sangre fría y apáticos.

 

Tiempos de Melancolía,

Este estado nos presenta

A través de obras del arte,

Textos y tratados médicos,

Con que curar esta bilis,

La bilis negra llamada,

 Enfermedad detectada,

Por los médicos de Grecia

Que vieron como actuaba

Este efluvio tan oscuro

En el humano organismo,

Con trastornos tanto físicos,

Como por supuesto anímicos.

El oído izquierdo silba,

Se enturbia toda la sangre.

Hay insomnio y epilepsia,

Delirios extravagantes.

Se obsesionan por la muerte,

Tal como cuenta la muestra.

De los tiempos de Felipe,

Esta exposición nos muestra,

Como cargan los soldados

Sobre la ciudad de Amberes

En fuerte explosión de ira,

Por no cobrar la soldada

 Y pagan los ciudadanos

Con el saqueo y la muerte.

Lo pintó Franz Hogenberg.

Del mismo autor se contempla

Uno de los episodios

Más claro y más melancólico,

La caída del imperio,

Vencida Armada Invencible.

Aristóteles decía

Que todos los grandes hombres,

Son de un humor melancólico,

Y que no serlo es señal

De tibia mediocridad.

La enfermedad milenaria,

Tras atravesar fronteras,

Llega hasta el Renacimiento

Y el Siglo de Oro Español,

Es un triunfo melancólico

Con el signo de Saturno,

Planeta de los anillos,

Que Newton no los veía.

Un cuadro enorme de Rubens

Nos representa a Saturno

Que muy cruel devora a su hijo.

Tres libros del diecisiete

Se exponen en el  evento.

Juan Huarte de San Juan,

Examen de los Ingenios

De Navarra de Ultrapuertos.

Libro de Melancolía

Del médico Andrés Velázquez,

Publicación que obedece

Al  interés que este mal

Despertaba por Europa

Desde el siglo dieciséis,

Y su influencia en el Arte,

También en el pensamiento.

El libro de Santa Cruz,

Casos de melancolía,

En su interior va mostrando

Como un hombre que creía

Tener el cuerpo de vidrio

Y vivía temeroso

De romperse en mil pedazos

Y Cervantes nos lo cuenta

En novelas ejemplares.

En esa que se titula:

“El Licenciado Vidriera”,

Que también como  el Quijote,

Pierde toda la razón

Y acaba recuperándola

En contra de su intención.

Una mención especial

Merece este personaje´

Don Quijote de la Mancha

Y su padre el gran Cervantes.

En el prólogo del libro,

Un imaginario amigo,

 Un consejo da al autor.

Procura, pues, que al leer

Vuestra historia, el melancólico

Se mueva  a risa y sonría…

El Quijote de la Mancha

Personaje es  melancólico,

De una historia melancólica,

Desde la melancolía

Y para los melancólicos.

Diescórides de Laguna

Aborda su tratamiento,

Los médicos recomiendan

Lasinfusiones de eléboro,

Limpia el cerebro de brumas

Y causaba en el paciente

Alboroto y pesadumbre.

Para este mal tan poético

La  ciencia consideraba,

Que había que combatirlo

Del mismo modo: con música.

Un tratado musical

Del científico Kircher

Explica como el sonido

Influye sobre la bilis,

 Siempre que la armonía

Fuese la más correcta.

Los instrumentos de cuerda

Poseen significados

Entre cósmicos y místicos

Y  en la vitrina se exponen

 Dos laudes y vihuelas

De hermosísima factura,

 Que son los más adecuados

Para hacer la introspección.

Los grabados de Durero,

Una joya de la muestra,

La Melancolía Uno,

Un grabado misterioso

Y el más famoso, posible,

De todo el Renacimiento.

 En autorretrato enfermo,

Durero se representa,

Ante su doctor, desnudo,

Señalando su dolencia,

Localizada en el bazo,

Lugar donde sesegrega,

Humor de la bilis negra,

 Pues  Durero se creía

De carácter melancólico.

 

La religión, los bufones,

Y la mística y la ascética,

Tinieblas y necrofilia,

Calaveras, bodegones,

Expresan melancolía.

Santa Teresa rechaza

 Y no se anda con chiquitas

Con los males melancólicos:

“Y no hay  remedio, más claro

Que sujetarlo con fuerza,

Por las vías y maneras,

Que buenamente pudieren.

Si no bastan las palabras,

 Que se apliquen los castigos,

Si no bastaren pequeños

Que sean castigos grandes.

Encarcelarlos un mes

Y si no sirve este tiempo,

Que los meses sean cuatro

Para mayor bien del alma.

Voluntad y libertad,

Según nos dice la santa,

No son la melancolía”

 

Más de setenta obras de arte,

Medicina, astronomía,

Música, filosofía,

Botánica y religión.

Y también literatura,

En  canto y polifonía

Componen la  exposición,

Tiempos de Melancolía,

 Ahondando en la tristeza,

Que prendió en la  sociedad

Y  la cultura española

De los siglos dieciséis

 Y también  del diecisiete,

Que  coincide  con la cúspide,

De aquel poder colonial

Y la crisis metafísica,

 Representa y conmemora

La vida en mundo grotesco,

Con su idea de la muerte.

Un eslabón olvidado,

Creación y desengaño

Del siglo de Oro español.

Y de aquella “noche obscura”

Que los místicos recuerdan

Y exponen  en sus tratados.

San Juan y Santa Teresa

Como los más  destacados.

En la exposición se muestran

 Los grabados de Durero,

Lienzos de Rubens y el Greco,

De Murillo, de Pereda,

Autorretrato Velázquez,

El sentido de la culpa

En lágrimas de San Pedro,

Por Murillo fue pintado.

La comuna o falansterio

De la Orden Camaldulense,

Es una obra del Greco

Varias Obra de Ribera,

De santos y de bufones,

Hasta mujeres barbudas,

Magníficos  bodegones,

Y láminas de Botánica

 Las  Marías Magdalena,

Y Cristo considerado,

“el primer gran melancólico”,

Flagelado y abatido,

Solo y abandonado

 Y los Sueños de Quevedo,

Desengaño, decepción,

Pestes, hambres y derrotas

Militares y económicas,

Quiebras, deudas y quebrantos.

Obras de Berruguete,

Un ángel de San Benito.

De Mena y Gregorio Fernández,

San Francisco en oración

Y Jesús agonizante.                                                                

Un soldado ya cadáver

En las batallas de Flandes.

Y la exposición culmina,

Con el  último episodio,

 Que se denomina  “Nada”

Y que, de la muerte trata,

De la fugacidad del tiempo

Y lo corto de la vida,

En naturalezas muertas

Y en “Vanitas” de Pereda.

Pues dicen que el “Tempus  fugit,

Velox ,  rápidus et fugax,

Et etiam a toda  leche.

 

La exposición suscitaba

Varias interpretaciones

De Clemente, de Cicero,

De Javier Martín y Box,

De otros muchos compañeros

Comentando los paneles

 y dando sus opiniones

de lo que en ellos se muestra.

El Padre Pedro escuchaba.

 

Gran nivel del contenido,

De pensamiento, de ciencia

Y de gran valor artístico.

Comisariada con éxito,

Por María de Bolaños,

Profesora de prestigio.

Yo leía los letreros,

Los de arriba, los de abajo,

Los del centro, los de al lado.

Al final del recorrido

 Se movían los paneles,

Con un baile de iniciado.

¿Será que la bilis negra

Dentro de mi cuerpo ha entrado?

¿Será la melancolía

Que de mí se ha apoderado?

Salimos entusiasmados

De esta bella exposición,

Tiempos de Melancolía

Del Siglo de Oro español.

Apagamos nuestra sed

Con cervezas y refrescos,

 Justo en el bar de al lado

Y nos vamos acercando

Al autobús que nos lleva

A las Bodegas de Yllera,

En las afueras de Rueda

Para degustar las viandas,

Que en la villa nos esperan

Perdidos en las bodegas

Del Laberinto de Ariadna,

En el palacio de Cnosos

Y en comedores de Creta,

Adornados con delfines,

Minotauros, bailarinas,

En decoradas paredes

De estas bodegas de Rueda

 

Con cariño y con amor. Javier.

 

 

 

 

 

 

11 comentarios

Javier Cirauqui -

Querido Vibot:

Te agradezco que me agradezcas por dedicaros mi tiempo a escribiros mis crónicas cálidamente y en versos goliárdicos. Hace poco estuve poniéndome al día sobre los poetas goliárdicos. Sinceramente me halaga que pongas este adjetivo a mis versos.
Un fuerte abrazo. Javier

Javier Cirauqui -

Bueno, José Manuel, espero que las neuronas me sigan funcionando como tú dices. Yo creo que tus neuronas funcionan estupendamente cuando escribes lo que escribes en este blog y otras disquisiciones filosóficas y sobre todo por tu sentido del humor. Sobre el sentido del humor de Argüeso no opino.
Habrá que investigar seriamente, sino existe una tercera parte de Don Quijote de la Mancha que desarrolle que no narre unas terceras aventuras por tierras de Casorvida y alrededores. Sino
existen habrá que escribirlas.
Un fuerte abrazo. Javier

Javier Cirauqui -

Quise decir que esta exposicion emsena coszs.

Javier Cirauqui -

Desde luego que esta ensena cosas y si mi cronica te ha ensenado algo,mejor que mque mejor. Me gusto la idea de que Cervates,su novela,sus personajes estuvieran plenos de melancolia. Muchos besos. Javier.

Javier Cirauqui -

Heredia, Luisito, me alegra que te hayas sentido con mi cronica como si hubieras estado alli y ademas hayas aprendido cosa. Yo me enganche a la melancolia y a su epoca e historia. Con mucho carino.Javier.

Javier Cirauqui -

Clemente, me gusta que te guste mi cronica. De todas formas nos tratasteis muy bien en Valladolid y la exposicion de la melancolia era magnifica. Habra que volver otra vez a Valladolid. Un fuerte abrazo. Javier.

Vibot -

Querido Cirauqui,
Gracias por el tiempo que te tomas con nosotros, con este blog, por la calidez, ilusión y generosidad que desbordas.
Y por supuesto por tus siempre goliárdicos versos en los que tienes siempre algo para cada uno.
Un abrazo

José Manuel García Valdés -

Javier, es increíble lo que tus neuronas producen,yo estrujo la que me queda y no da nada de si. Eso es todo mérito tuyo y no porque seas de la "promocionaba" porque también agüero lo es y no escribe tales cosas ( yo, ni de coña). Lo que me extraña mucho es que no dijeras que Cervantista era de cerca de Casorvida,quizás 500kmts., que no son ná comparado con la infinitud del infinito.
Enhorabuena. Eres el único que mantiene la llama encendida.
Abrazos, incluso para Clic.

José luis Alcalde Revilla -

...como dice Luis Heredia, me enseñas cosas, que ni por lo más remoto conocía...¡¡¡Gracias!!! ...empezando por Don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza...hasta la Actualidad, el hoy...Bueno, no quiero "ser rollo"...por eso...termino, gozando de "lo tuyo"...
un besote de joseito chiquitito

Luis Heredia -

Gracias, Cirauqui, por enseñarme cosas que ni por lo más remoto conocía.
Lo viví como si hubiera estado allí.

Buen fin de semana

clemente -

¡Muy bueno Javier! Espera que ha merecido la pena. ¡que bonito recuerdo de aquellas dos jornadas y que bello tu poema ¡¡¡¡ Un fuerte abrazo amigo