SALAMANCA
También esta fotografía de San Esteban de Salamanca la he encontrado en la biblioteca digital de Castilla y León.
También esta fotografía de San Esteban de Salamanca la he encontrado en la biblioteca digital de Castilla y León.
10 comentarios
José Ramón Soriano Reig -
Luis Carrizo -
La otra precisión: si, como anuncias, tienes la intención de pedirte otro cuerpo en el Más Allá, te rogaría que me des una pista de cómo vas a ir vestido, a fin de poder reconocerte. Sabes que disfruto con tu compañía y por nada del otro mundo quiero renunciar a ella. Me he enterado que la Nueva Jerusalen tiene un montón de puertas, algo así como Lutecia Parisia, que es el nombre antiguo de París según cuenta Cicero en la extraordinaria novela que tiene entre manos. Podríamos quedar, si te parece, delante de la puerta décima, la de crisoprasa. El diez es el número más perfecto (también lo señala Cicero en su novela) y la crisoprasa, además, en un nombre de resonancias muy poéticas. No me extrañaría que nos encontrásemos a Vibot por allí.
Carlos Vergara Menéndez -
La segunda voz suena casi mejor...
Un abrazo corporal
Javier Cirauqui -
Hace unos treinta años conocí Salamanca e hice un largo recorrido por su provincia, la Peña de Francia, La Alberca, Alba de Tormes, etc. Vine prendado de todo y sobre todo de su cultura.
Más tarde visité esta ciudad en el encuentro que celebramos en Salamanca y disfrute un montón. Después he ido varios años pues un amigo mío es de un pueblo de Zamora a 20 Kilómetros de Salamanca.
Acabo de leer y ver que se celebra en Valladolid la Edición de Castilla y León de Bellezas Habitables. Sala de Exposiciones Cortes de Castilla y León del 15 de febrero al 15 de Abril del 2.017
En la página web de BELLEZAS HABITABLES aparece el día de la presentación y todo lo referente a actos, horarios e información de la exposición. A los que podáis ir os la recomiendo encarecidamente. Un abrazo. Javier
Baldo -
1. El P. Cuervín al que no sé si llegaste a conocer era un asturiano de Cornellana; 1,5234 m. de altura; enjuto, simpático y con muy mala leche (daba ostias a todo el mundo, incluso al nuncio de SS en España ostia = de osoris = boca; dar un ostia = dar con la mano y con fuerza en la boca ajena o en partes adyacentes, que podían llegar a ser las partes pudendas, si el ostiado era muy alto, como era frecuente en el caso del P. Cuervín). Fue catedrático de Dogma en la Universidad Pontifica de Salamanca, y, además de ser el más popular de los profesores, era un histriónico y un enemigo declarado de los jesuitas. Como éstos no seguían a santo Tomás, sino que tenían su propio jefe teológico de filas Suárez, SJ, hacía mofa y befa a diario de Suárez y de los suarecianos. Tenía dos argumentos apodícticos y irrefutables contra ellos: traía las obras de Suárez y, en el medio de la clase, las tiraba por la ventana; y tratarlo de "esti babayu" (que los asturianos y el doctor de PiñeraBaxo desenrollen la polisemia de este vocablo, porque el que se me ocurre como equivalente castellano (tontorrón), no expresa ni de lejos la riqueza del "babayu" asturiano). El día de su jubilación, los alumnos ¡para qué querían más!- lo trajeron en andas, con cánticos y vítores y ramos de olivo, desde la Pontificia hasta san Esteban. Ya anciano, confesó a algunos estudiantes: "Ésta (el "langostillo" que dice el Pitu), que me quemó la sangre cuando era joven, ahora lo que me quema son las zapatillas".
Después de todo este largo exordio, paso a contar lo que me pide Luisín Carrizo. No sé si por escrito o de palabra ante la comunidad, el P. Cuervín dejó dicho que no quería que de ningún modo lo enterraran en el panteón de teólogos ilustres que hay en un recinto del magnífico claustro de san Esteban; que él quería estar en el cementerio común que había junto a las celdas de los estudiantes (yo lo tenía enfrente de la puerta de la mía). Y así fue. Pero, después de marchar yo, fue dictada una orden municipal que prohibía los cementerios particulares dentro de la ciudad, con lo que hubo que desenterrar a los muertos en la medida de lo posible, con los mismos cuerpos y almas que tuvieron, por aquello de la resurrección y trasladarlos al panteón del cementerio municipal que adquirieron los dominicos. Se volvió a plantear el dilema sobre dónde trasladar los restos del P. Cuervín: si al panteón de teólogos o al municipal. Todos dijeron que a éste último, como había sido su voluntad en vida. Pero de repente apareció una voz discordante: la del canonista y sólo canonista P. Arturo Alonso Lobo, "el religioso". Y sentenció: lo que manifestó el P. Cuervín en vida se refirió al primer enterramiento suyo; pero no dijo nada del segundo. Nadie balbuceó ni una palabra ante tan contundente argumento del canonista. Y el P. Cuervín está enterrado a la segunda va la vencida en el panteón de teólogos ilustres de san Esteban. (Y ahora se permiten todos los comentarios que se os ocurran).
2. Respecto a la función de albacea de mis cenizas, quedas nombrado, querido Luisín, en este sencillo y público acto. Por esta tu disponibilidad tuya para tan responsable tarea, te regalaré lo que más aprecias: libros. Uno será el Kempis, de Tomás de ídem; otro, la Teología moral para seglares, del P. Royo Marín; y un tercero, Energía y Pureza, de Tihamér Tóth. Este último estaba en la estantería antes de entrar a la capilla de los mayores y lo leían, con autorización del P.Sama o del paPedro, aquellos que andaban con la libido alterada ("libido" léase como palabra llana, para distinguirla de "lívido", que significa amoratado y no pálido. Lívidos era como se ponían los que no controlaban la libido). No sé si este libro y otros del obispo húngaro amansaban la fiera o la embravecían, porque había pasajes que los leíamos una y otra vez, y no precisamente porque no los comprendiéramos, sino porque describían cosas que disparaban la libido (léase como llana).
Para la primera vez si es que esto es posible, que no lo será espárcelas por una lugar apartado, dentro del reciento conventual. Si hubiera lugar, por expropiación del lugar, a un segundo esparcimiento si no fue posible el primero, no lo va ser el segundo, recoge una a una las cenizas aunque yo no quiero resucitar con el mismo cuerpo que ahora tengo y procura depositarlas en un lugar en el que no esté reservado el derecho de admisión. Mételas en algún recipiente que no contamine, que sea biodegradable. Y que no sea lujoso; busca algo más de vestir. Cuando me visites de año en año, no dejes de animarme: ¡Alégrate, Baldo! ¡Ya falta menos para la resurrección de la carne! Y si se te ocurriera colocarme en la misericordia del sitial que está debajo del del prior (ése fue el que yo usé durante toda mi estancia en san Esteban), no pongas ningún indicador de que estoy allí. Ya sabes que pasan miles de turistas y pueda que algún envidioso reivindicativo se le ocurra decir: ¡Qué vergüenza! ¡Unos en marcos tan suntuosos y de superlujo, y otros sin morirnos todavía! Gracias, querido amigo Luisín. Sé que no aceptas propinas, pero gracias. Baldo
Santines y Ramón. Vuestros consejos son sabios, muy sabios, y están dichos con arte y con querencia, pero "alea iacta est". Un abrazo, amigos
Ramón Hernández Martín -
Santos Suárez Santamarta -
te viera mejor estando
a la intemperie abonando
un ciprés o un simple arbusto.
En vez del convento adusto
la paramera extendida:
donde nutrieras la vida
de los bichitos del suelo
bajo ese imponente cielo
azul de Villaquejida.
Luis Carrizo -
Y ahora te ruego que con tu buen estilo literario (no te hagas el estrecho) y con tu acreditado sentido del humor expliques a la concurrencia la anécdota a la que sabes que aludo. Yo la encontré genial cuando me las contaste, por lo representativa de ese mundo del derecho canónico o, por elevación, de la escrupulosa diplomacia vaticana, que tuerce o retuerce los argumentos para llegar siempre, dentro de la ley, a donde quiere.
Prego.
Baldo -
Celestino García -
Quiero comentar el artículo del Diario de León del pasado sábado .
http://www.diariodeleon.es/noticias/sociedad/tunica-blanca-leon-defiende-mineros-peru_1138647.html
Es sobre el padre Zabala , que pasó por el colegio y con el que fuimos alguna vez de excursión por los montes cercanos .
El artículo cuenta entre otras cosas, su labor en la selva.
/ saludos