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EL ANAGRAMA AM (Por Isidro Cicero)

EL ANAGRAMA AM (Por Isidro Cicero)

 

Este mes que termina, Josemari Cortés ha publicado cuatro páginas de un reportaje que le hicieron a Josep Maria Subirachs cuando se estaba realizando la fundición de los apóstoles en Madrid. El día 12 de noviembre nos sorprendía con una composición que calificaba como “curiosa” .en la que se veían dos imágenes superpuestas: al fondo, todo a lo ancho de la página, un extraño boceto de la puerta principal del Santuario.  Y - tapando este dibujo por do más pecado había- la foto del propio Subirachs retratado a la puerta del taller.  “Observad”, ordenaba el furriel, “el dibujo-esquema de la puerta principal” –.

Yo obedecí al instante, lo observé, y me percaté de estas cuatro curiosidades: Primera, algunos motivos que acabamos conociendo en la puerta de bronce, todavía no estaban en el boceto. Segunda, otros motivos están en el boceto, pero fueron desechados.  Tercera, otros estaban en el dibujo y los mantuvo, aunque cambiándoles de forma o de ubicación. Cuarta, otros, finalmente,  aparecían en el boceto y se mantuvieron tal cual hasta el final.

Esta práctica de variar de idea y de propósito le tiene que resultar familiar a Javier Serrano que, como se sabe, realizó 45 bocetos antes de dar por definitiva una de las joyas más emblemáticas de “en.clave de misterios”. A mí estas prácticas de los artistas también me tranquilizan.

Yo, como Carlos Tejo,  me he fijado en les rayes del dibujo de Subirachs, que como dice el amigo de Ribadesella son “demasiado vigorosas para ser aleatorias”. A la espera de la opinión de Tejo, para mí que Subirachs tenía decidido que la puerta de La Virgen debería estar presidida por el emblema clásico de la Virgen: las iniciales del Ave María. Las letras A + M entrelazadas formando el anagrama M+A  bajo el signo de la cruz. Un  anagrama que ha sido frecuente escudo de la Virgen desde el gótico, aparece en el reverso de  algunas medallas, en los retablos de iglesias y hasta en un disco de Madonna.

Una vez identificado el anagrama en medio de la maraña de polígonos regulares e irregulares,  le pedí a mi hijo Laro que me coloreara en azul las rayas que forman la A mayúscula y la M mayúscula del anagrama del Ave María. Simplemente, destacarlas un poco  para enviárselo al furriel acompañando unas pocas  informaciones y reflexiones. Estas.

A+M es Ave María. El Ave María, siempre se ha dicho, consta de dos partes, una que baja y otra que sube. La que baja es el saludo y la bendición del cielo por boca del ángel  (“Ave María llena de gracia, el Señor es contigo”) El saludo y bendición de Isabel también es celestial (“Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”).

Si a la parte del Avemaría que baja en forma de bendición la representamos por un triángulo equilátero con el vértice hacia abajo, estamos dibujando la V mayúscula  que forma parte de la M mayúscula. Esa apertura en V que recuerda una copa, vaso, un grial y en definitiva el sexo femenino como especifica en el Código da Vinci Dan Brown.

En el Ave Maria hay otra segunda parte ascendente y es la plegaria de la Iglesia. (“Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”) Si a esta parte que sube la representamos por un triángulo, le orientaremos con el vértice hacia arriba, como un pico, como una montaña, como una A mayúscula y, en definitiva, el sexo masculino.

Si superponemos los dos triángulos, el resultado es el anagrama AM. Uniendo las dos partes del Avemaría completo, los dos triángulos opuestos, la palabra Jesús se sitúa justo en medio de ellos, en la intersección del cielo (lo que desciende sobre María) y tierra (lo que asciende hacia María). Se perfila en esa intersección un habitáculo en el que coincide el “Jesús”  dejando por encima de su Nombre, el mismo número de palabras que por debajo. Entre el cielo y la tierra Jesús ocupa el mismo espacio en el anagrama de la Virgen que ocupó en el útero de María en la Encarnación.

Si desplazamos convenientemente el equilátero descendente sobre el ascendente, formamos la Estrella de David. Subirachs la coloca sobre la cabeza de la Virgen en la escena de la Anunciación.

René Guènon, matemático francés y estudioso de los símbolos esotéricos cristianos señala que el anagrama AM se ha esculpido en piedra en muchas ocasiones, extendido en las tres letras que lo contienen: AVM.  Muy próxima este desarrollo al de la sílaba sagrada oriental Ohm, que representa el sonido primordial del universo.

Subirachs desistió de colocar el AM en el centro de la puerta y con las dimensiones que tenía en el dibujo.

Prefirió dedicar  la posición central de la puerta a otro potente símbolo representado en el palíndromo AVE EVA SERPIENTE- NO SERPIENTE. Sin embargo no desechó al anagrama AM, Reduciéndolo de tamaño lo situó en el área del campo semántico de la Encarnación. Sobre una rugosidad de la superficie de bronce.

 

Isidro Cicero

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