SEGUNDA PARTE DEL ENCUENTRO EN MONTESCLAROS. PRIMERA PARTE.- COLEGIATA DE CERVATOS. (Por Javier Cirauqui)
Esto se me ha alargado un montón, iba a acortarlo pero ya que lo he escrito así os lo mando. Perdonad el peñazo. Javier.
El catorce de Septiembre,
De nueve a nueve cuarenta,
Según nos dice el programa,
Suenan las dianas al aire,
No suenan las mañanitas,
Ni suenan las floreadas,
El desayuno en las mesas
Nos dice cómeme, cómeme.
Mucho antes de las nueve
Las duchas están cantando.
Por la ventana se asoman
Los rayos del sol brillando
Y se divisa en el fondo
El amanecer lontano.
Por las escaleras dicen
Que han dormido a pierna suelta
Y otros que no han descansado,
Como hubieran deseado,
Hacía un poco de frío
Y la humedad era grande.
Más todos bajan contentos
A tomar el desayuno,
Para luego poder ver,
Colegiata de Cervatos,
Santa María la Real
En Aguilar de Campoo.
Algunos se adelantaron
Y casi han desayunado.
El bufet es muy completo,
Café, zumo de naranja,
Té y sobre descafeinado,
Tostadas con mermeladas,
Panes y mantequilla,
Tres variedades de queso.
Uno de ellos exquisito.
Choped y mortadela.
Bizcochos y pastas finas
De la marca Fontaneda.
Para acabar frutas varias,
Ciruelas, uvas, manzanas.
La gente se desahoga
Hablando de nuestras cosas,
Algunos toman pastillas
Y a mí se me han olvidado.
Subo a la habitación,
Una vez desayunado
Y me tomo las pilulas
Que el médico me ha recetado.
Vamos al aparcamiento
Donde el autobús espera.
Y según dice el programa,
Salida a las diez y quince.
El chofer está aguardando,
Y una vez posicionados
Me emparejo con Javier
Fernández Martín del curso,
Año del cincuentanueve.
Antonio Argüeso y Javivi,
Nos explican donde vamos
Y cuál es el recorrido
Que este día realizamos.
Colegiata de Cervatos,
Románico extraordinario,
Que enseña cual catecismo
Ciertos vicios y pecados´
Y la villa de Aguilar
En busca de la leyenda
De un tal Bernardo El Carpio,
Que en Roncesvalles batió
Al mismísimo Rolando.
Aunque los navarros dicen
Que allí fueron los vascones
Quienes les dieron por saco
A Rolando y Carlomagno.
Antonio Argüeso decide,
Que antes de partir paguemos
Los gastos extraordinarios
Del autobús y visitas
A los lugares que vamos.
Son veinticinco los euros
Que abonamos por los gastos.
Salimos hacia Cervatos,
Que treinta kilómetros dista
Del lugar de Montesclaros.
Tierras del Alto Campoo,
Entre Palencia y Cantabria,
Mas la iglesia de Cervatos
Está en castellanas tierras,
Muy pequeños pero hermosos,
Villaescusa y otros más.
Verdes prados y arbolados
E iglesias interesantes,
Dicen que aquí se gestó
El inicio de Castilla.
Llegamos hasta Cervatos
Y se va empinando el pueblo,
Asentado en la ladera
De una pequeña colina
Que protege el caserío
Situado en el oeste
Del románico edificio.
Preciosas casas jalonan
El camino hasta la iglesia.
En una se ve un jardín
Con campana y con piscina,
Con yerbín de terciopelo
Y fuente llamada bomba,
Rodeando un edificio
De construcción singular.
Mesas, sillas para juegos,
Una tapia no muy alta,
Con manzanos y con flores.
Todas las casas del pueblo
Lucen cuidadas y hermosas
Y a pocos metros escasos
Aparece a la mirada
El ábside de Cervatos,
Con ventanas decoradas
Para iluminar la nave,
Canecillos historiados,
Con personajes humanos
En postura indecorosa,
Mostrando el miembro viril
Y también el femenino.
Dejemos para más tarde,
La contemplación del ábside
Bordeando la tapia vamos
Hacia el centro del recinto,
Donde contemplamos plena
La fachada sur del templo.
Cantabria, siglo noveno,
Surge económicamente
Con la consolidación
De señoríos monásticos.
Comienza la Reconquista,
Allá por el siglo octavo,
Y estos nuevos monasterios
Son importantes centros
Religiosos y económicos
Como San Pedro Cervatos,
Controla la producción
De su entorno geográfico.
Al igual que Santillana,
Surge como concesión
Del señor feudal o del rey
A unos monjes allegados,
Que han tomado posesión
De un pequeño territorio
Para erigir una ermita
En donde hacer oración
Y guardar unas reliquias.
Pero al paso de los tiempos
Con la donación de tierras
Por parte de los vecinos
Y los privilegios regios
Son los centros de poder
Y engrandecen poco a poco,
El peculio y el dominio.
Con el aumento económico
Se tornan en colegiatas,
La regla de San Benito
Truecan por la de Agustín,
Convirtiendo al monasterio
En próspera colegiata.
Ya no viven en clausura,
Ni en vida comunitaria
Y así pueden disponer
De sus tierras y su hacienda
Y así mismo disfrutarlas
En vida más distendida.
Principios del siglo doce,
El Camino de Santiago
Está en pleno desarrollo,
Pues el rey Alfonso Sexto
Funda nuevos monasterios,
Construcciones levantadas
En el estilo imperante
Denominado románico.
Fuera las disquisiciones
Que ya estamos a la puerta
De la iglesia de Cervatos.
Mientras habla Antonio Argüeso
Con la persona encargada
De explicarnos este templo,
Sentada frente a la mesa,
Folletos y propaganda,
Y acordarnos la visita,
Número de visitantes.
Mientras concretan todo,
Vamos viendo el exterior,
Ábside, torre y fachada,
Decoración de la puerta,
Que es de inspiración mozárabe,
Y múltiples canecillos,
Adornando el edificio.
Yo no sé por qué razón
Con la mirada buscamos
El cipote de Cervatos,
Famoso como la rana,
Que en la imponente fachada,
Frente a Fray Luis de León
De esta universidad
Croa y croa en Salamanca.
Mientras vemos la fachada
Se acercan Peña y señora,
Que de Caleruega llegan,
Aparcado el automóvil,
Saludos y parabienes
Y ya se unen al conjunto
Con alumnos dominicos
En su visita a Cervatos.
Más no nos adelantemos,
Primero vamos a ver
El interior de este templo.
El guía se llama Víctor,
Y nos dice que veamos,
Libremente el interior.
Paseamos por el templo
Y nos llaman la atención
Del presbiterio sus bóvedas
Que son de horno y de cañón,
Grietas en las paredes
Que tendrán su explicación.
Tres ventanas decoradas.
La parte inferior del ábside,
Tiene una decoración,
Con animales fantásticos
Y mucha vegetación.
Yo llevado por el morbo
Pienso que son lujuriosos,
Y llamo a dos compañeros
Para que miren un miembro
De una enorme longitud,
Mas son colas de león,
Ya que nunca estas escenas
Se ven en el interior
Un coro, una sala en ruinas
Con la pila bautismal,
Una talla excepcional
De María Inmaculada,
Un retablo con un Cristo
De hermosísima factura,
Columnas y capiteles
Adornando el interior.
Después de un rato por libre,
El guía nos llama a todos
Y nos reúne en su entorno,
Para irnos explicando,
La historia y arquitectura
De este templo de Cervatos
Hoy iglesia parroquial.
Nos sentamos en los bancos
Para escuchar con placer,
Las explicaciones sabias
Que Víctor va desgranando
Con su erudito saber,
Según la parte que explique
Nos giramos a la vez.
Orígenes colegiata
De San Pedro de Cervatos
Son algo desconocidos,
Según documentación,
Final del noveno siglo,
Cuando la repoblación
De la muy cercana Amaya.
Territorios del Campoó
Pasan a la retaguardia
Y se tornan más seguros.
En el primer documento
Que nos habla del lugar,
Dicho fuero de Cervatos,
Que concede el conde Sancho
Y su esposa Doña Urraca.
Fue en principio monasterio,
Regla de San Fructuoso,
Regla rudimentaria,
Y como expliqué al principio
Se convirtió en colegiata,
La regla benedictina,
Que vino a continuación
Era de gran rigidez
Y la cambiaron muy pronto
Por la de San Agustín
Y según los documentos
Estuvieron enterrados,
Hijos de Sancho García
Y su esposa Doña Urraca.
Según nos ha dicho Víctor,
Hasta tiempos muy recientes
Había la tradición
De celebrar una misa
Por el conde y su mujer.
De aquel monasterio antiguo,
Sólo quedan unas ruinas,
Situadas a la izquierda
Según miramos al ábside,
Que pudieran haber sido,
El claustro y el refectorio
O quizás el dormitorio,
Que al cambiarse en Colegiata,
No precisan de estos sitios
De vida comunitaria
De un cenobio o monasterio
Y luego han degenerado
Formando el real patronato
Y agregado por los reyes
A la catedral de Burgos
Tal como este de Cervatos.
La iglesia que comenzaron
En mil ciento veintinueve
Alzada en estilo románico,
Se acaba de construir
Mil ciento noventa y nueve.
En el interior destacan
Las bóvedas de cañón
Y de horno del presbiterio,
Como bóvedas celestes,
Pudieron estar pintados
Por un bello Pantocrator,
El Dios Todopoderoso
Que el trono está sentado
Con su mano bendiciendo
A toda la humanidad,
Finales del siglo doce.
Unas grietas que aparecen
Por fallo de construcción
O quizá por humedades,
Tuvieron que reforzarlo
Con nuevo arco apoyado
En ménsulas a los lados,
Destaca la decorada
Con San Miguel y el dragón.
Las tres ventanas abiertas
De impostas ajedrezadas
Presentan la luz divina,
Santísima Trinidad.
La parte inferior del ábside,
Formada por una arcada,
Cuyos capiteles llevan
Florida vegetación
Con animales fantásticos,
Leones, águilas, palmas,
Con hojas de cinco pétalos.
Son la regeneración
Que aspira el alma cristiana.
En dos de los capiteles,
Quizás se haga referencia
A San Nicolás de Bari,
Que a las hijas de un vecino
De la prostitución libra
Y al lado está la lujuria
En piedra representada.
Creemos, pues, que la nave
No habría tenido bóveda,
Carece de contrafuertes
Que pudieran sostenerla
Y serían de madera
Hasta el siglo dieciséis,
Que fueron sustituidas
Por esta bóveda actual,
Llamada de crucería
Y apoyada en terceletes.
Esta iglesia de San Pedro
Posee obras artísticas
De un valor incalculable,
De los siglos dieciséis
Y también del diecisiete.
Imagen Inmaculada,
Taller Gregorio Fernández,
Ciudad de Valladolid
De gran factura y belleza.
Lienzo Virgen del Rosario
De la escuela sevillana
Que representa a la Virgen
Denominada La Antigua
Que ayuda a los emigrantes,
Que van de España a las Indias,
Modelo Alejo Fernández.
Quizás fueran sus donantes
Los Duques del Infantado.
Abierta en el muro del norte
La capilla del Cristo está,
Hermoso crucificado
Del maestro de Camargo
Que conserva su retablo
Pero no sus otras piezas.
El interior explicado
Vamos a la sacristía
Para ver unos relieves
De época renacentista,
Visitación de la Virgen
A Santa Isabel su prima
Y también el Nacimiento
Que formaban el retablo
Mayor de la colegiata
Y cruz parroquial de plata
De exquisita filigrana.
Y con esto terminamos
La visita al interior
De San Pedro de Cervatos.
Conservación envidiable
De la iglesia primitiva
De las más preciadas joyas
Del románico en Cantabria.
Salimos al exterior,
Al muro meridional
Para observar la fachada,
Torre ábside y portada
La torre se construyó,
Finales del siglo doce
Y en el cuerpo de campanas
Se ven arcos apuntados,
Capiteles de influencia
Cisterciense protogótica
Del monasterio cercano
En Aguilar de Campoó.
En este muro del sur,
En esta pared se encuentra
La portada principal,
Con arquivoltas en arco
De medio punto llamadas.
Tímpano de tracería
De un aspecto original,
Formado por tallo y hojas,
Finamente entrelazadas,
Generalmente palmetas.
Son de origen oriental
Y de inspiración mozárabe,
De tradición visigoda.
Las palmeras significan,
Signo de fertilidad
Y de regeneración
De nuestras almas cristianas.
El friso de los leones
A lo largo de la puerta,
Unos frente de los otros,
Son el símbolo de Cristo
Y las fuerzas positivas
Que protegen el lugar,
Lugar sacro al que se accede
Por la puerta principal.
Hay relieves relativos
Al Arcángel San Miguel,
San Pedro el patrón del templo,
O quizás San Nicolás,
Una Virgen con el Niño
Y también Melquisedec,
Sacerdote que ofreció
Pan y vino en sacrificio.
Adán y Eva al otro lado
Con la serpiente en el árbol
Y Daniel con los leones,
Regeneración del alma.
Se remata la portada
Con la cornisa apoyada
En serie de canecillos,
Que se alternan con metopas
Y con temas alegóricos,
Con animales fantásticos,
Propios de iconografía
De procedencia oriental.
Arriba en los canecillos
Se presentan personajes:
Músico y contorsionista,
Juglar clérigo y coito,
Bebedor y enmascarado,
Cabeza animal cornuda
Y juglares disfrazados,
Figura humana itifálica.
Ostentación de los sexos
Masculino y femenino.
Estas representaciones
Ponen de manifiesto
La lucha entre el bien y el mal
Que nos acosa en la vida.
Superar las tentaciones,
Humildad, temor de Dios.
El resto de la fachada,
Siempre de excelente piedra
Es la parte llamada ábside,
Compuesta por las ventanas
Para iluminar la nave.
Hilera de canecillos
Con los temas alegóricos
Y con los temas profanos.
Observamos varias filas
De unas figuras humanas,
Generalmente sentadas
En postura indecorosa,
Mostrando el miembro viril
O con diversos objetos
Y actitudes de pecado,
Como la gula y lujuria
O instrumentos musicales,
(Rabel, arpa, cuerno y flauta),
Instrumentos populares
Que representan lo lúdico
Y los placeres mundanos.
Manzana la tentación.
Y animales negativos
Como la cabra y el mono
O la liebre y la medusa
Y animales positivos,
Águila y macho cabrío,
Sapos, ranas y leones.
Que adornan el interior
O también en las portadas.
Hombres con falos enormes,
Mujer exhibicionista
Autofelacios extrañas
Y coitos descarados.
Según nos ha dicho Víctor
Son varias las teorías,
Sobre lo que significa
Tan cruda sexualidad.
Tal vez sea crítica al vicio
O acaso una incitación
Para la procreación
Dada la debilidad
Demográfica en la época.
Cuando Víctor nos decía
Que un músico tocaba el arpa,
Castañón le preguntó
Si el instrumento que tañen
Todos estos personajes,
Que no es arpa ni laud,
No sería lota o crota,
Instrumento musical
De las medievales épocas.
Con estas explicaciones,
Acabamos la visita
Y aplaudimos con cariño
Al que ha sido nuestro guía
Pues estamos encantados
De su grata compañía.
Sus grandes conocimientos,
Su cultura y sencillez
Y a todos nos ha agradado
El cómo nos ha explicado
Esta hermosa colegiata
De San Pedro de Cervatos.
Mientras vamos hacia el bus
Oigo la conversación,
Que tienen Hernández Rojo
Y González Castañón,
Hablando sobre laudes
Y de instrumentos de cuerda,
Que en alemán nombran luthe,
Dicen que la lota o crota
No tiene caja redonda,
Cual los laudes actuales
Y que los representados
En la iglesia de Cervatos
No son arpas sino lotas.
Con estas disquisiciones
Nos vamos al autobús
Que ya nos está esperando
Para continuar el viaje
Hacia Aguilar de Campoó.
Vaya rollo os he marcado,
Perdonad este peñazo
Que es tan largo y tan pesado.
Javier.
4 comentarios
Francisco Javier Cirauqui -
Yo por mucho que me empeñe, para algunos no soy vasco sino navarro y como tú dices de la Geografía de antes.
Gracias por leer con interés mi crónica y me alegro te haya recordado muchas cosa.
un fuerte abrazo. Javier.
Antonio Argueso Gonzalez -
Un comentario. La geografía aquella que estudiamos, con la democracia nos la han revolucionado un poco (¿solo un poco?) y aquello de Castilla la Vieja con Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia... ya no funciona y, por ejemplo, Revilla se sacó de la manga a Canrabria. Que ¿a cuento de qué viene esto? Pues a que ahora dicen que la iglesia de Cervatos ya no está "en castellanas tierras", aunque sí en tierras campurrianas. Pero bien pensado, como después sí la atribuyes a la "Cantabria, siglo noveno", igual querías que recordásemos la antigua geografía.
Francisco Javier Cirauqui -
En literatura me sabía todos los ejemplos de poesía que había en los libros. Aún puedo acordarme de muchos de ellos.
De todas formas esto lo debo a mi padre que era el archivo viviente de Burlada. Sobre todo me acuerdo de las sensaciones y tengo una memoria visual importante, de ahí que se me haya quedado bien grabado lo que vi en Cervatos y eso describo, pornografía en piedra para nosotros, pero no para ellos.
Bueno, pero basta de pìchorradas y gracias por haber leído toda la crónica.
Seguiré siendo vuestro cronista con gusto,
sobre todo con gente como tú que valora lo que escribo.
Un fuerte abrazo. Javier
Jose Manuel García Valdés -
Ya sabes que quedas obligado a ser testigo de todos los encuentros por ser el narrador oficial.
Un abrazo.