CANTOS ÍNTIMOS (Dentro del banco del órgano de la Capilla) -2-

Escuchad la segunda de las grabaciones de Santos Vibot pinchando en este enlace.

https://drive.google.com/file/d/1M6klOV90LBGsns0XuEFvEn96VbZBHg_5/view?usp=sharing

12 comentarios

[Andrés Martínez Trapiello - 14 de junio de 2020 - 15:59]

Hablando de autos sacramentales, estos días me he topado en carpetas archivadas la partitura, con esa caligrafía inconfundible de Torrellas, de los Coros de Haendel para “El hospital de los locos”.

[Vibot - 13 de junio de 2020 - 04:14]

Escucho a un gran poeta amigo recitar en la alta madrugada:

"... que el instinto era sagrado y no réprobo..."

¡

[Vibot - 12 de junio de 2020 - 10:58]

Ni en Caleruega ni en Las Caldas, recuerdo que hubiera colecciones de piezas para teclado, como en dentro del asiento del órgano de la escuela mayor... debió ser Uría, pues era el único que podía tocarlas, quien puso allí aquellos Cantos íntimos y aquellas Horas místicas... qué refinado detalle educativo.
Aquel año del cierre del estudiantado cántabro ya no quedaba nada de todo eso. A cambio yo llevaba en mi carpeta las partituras de los coros de don Joaquín para los autos sacramentales y los interludios del himno a la Virgen del Camino, especialmente los de la conmovedora estrofa a cuatro voces "Dame Madre tu mano".
Más de una vez -con los dedos ateridos sobre las teclas heladas- derramé lágrimas tocando aquellas harmonías en ese viejo Harmonium renqueante, como un rumor de insectos estivales en medio de imposibles rosaledas...esa reminiscencia de acordeones lejanos, de besos cercenados...

[Vibot - 12 de junio de 2020 - 10:40]

Mi descubrimiento del Harmonium fue después. En Caleruega había uno en la iglesia de las monjas, pero ese no dejó huella.
Sin embargo en Las Caldas -también lo conté en este blog hace unos años- ¡qué hermosos e intensos momentos pasé arrullado por sus sonidos en aquel pequeño Harmonium que había en el presbiterio de la iglesia! Muchas tardes, con mi flexo bajo el brazo y una carpeta de partituras, me encaminaba desde mi celda a la iglesia, entre el rumor de lluvia incesante y los narcótico aromas de aquel valle florido de deseos...tenía 16 años, 17 después de navidades.
El antiguo y enigmático órgano del coro alto estaba desvencijado, polvoriento, mudo.
El templo trasminaba a piedra húmeda, a incienso recordado,a soledad...y en la vacía penumbra sólo aquel dulce Harmonium confidente me aguardaba entre el frío y el silencio resonante.

[Vibot - 12 de junio de 2020 - 10:16]

Escribo cortos mensajes porque se me ha estropeado el ordenador y estoy utilizando el móvil y no quiero que con cualquier error de pulsación desaparezca lo escrito.

[Vibot - 12 de junio de 2020 - 10:07]

Cuando al principio de este blog, desbordado de emotividad y acaso con no poco de morbosa nostalgia, escribía yo aquí casi a diario, creo haber recordado con cariño aquella admiración infant
il por los organistas de la escuela mayor que pasaban los domingos a esta capilla de la escuela menor a harmonizarnos la primera misa de la mañana: recuerdo sobre todo a Rueda, menudo y muy expresivo, veloz y alegre al teclado de aquel antiguo organito de tubos que estaba detrás del último banco. No era el único. Digan si quieren los otros sus recuerdos. Tal vez Seque también, tal vez Olóriz...

[Vibot - 12 de junio de 2020 - 09:54]

Querido Carrizo, yo no recuerdo que en el colegio hubiera ningún Harmonium. Solamente para un auto sacramental se bajó a León a por uno que prestaron unas monjas y se subió al primer piso del teatro para colocarlo entre los cantores de la Escolanía con el fin de apoyar la entonación de las dificilísimas -pero también dramáticas, aterciopeladas y sinestésicas- disonancias de las piezas corales compuestas ad hoc por D. Joaquín.
Terminadas las representaciones, se devolvió a sus propietarias.
Me gustaría saber si lo hubo y quién tocaba aquel Señor aquí me tienes que recuerdas...o tal vez te traiciona la memoria que a veces fantasea sin que nos demos cuenta mejorando un pasado que tal vez...

[Luis Carrizo - 11 de junio de 2020 - 21:28]

Te agradezco la indicación, Olóriz. Yo cité así de vernáculo porque desconocía el nombre del pasaje en alemán, pero sabía que se me entendería. Ahora, mientras escribo, estoy oyéndolo en Youtube con todo lujo de músicos y coros. De todas formas, como yo oí esta música por primera tocada en un armonio (a lo mejor hasta interpretada por ti, no me extrañaría), parece que me resulta más íntima y sugestiva oyéndola en ese instrumento.
Por cierto, dado que es el año de Beethoven, podrías un día ofrecernos tú en el blog alguna "chorradica" del susodicho. Ahí lo dejo.

[Maxi Olóriz - 11 de junio de 2020 - 07:08]

Releyendo tu texto, me doy cuenta de que lo que pedías era la versión en armonio, así que retiro lo dicho.

[Maxi Olóriz - 11 de junio de 2020 - 07:06]

Querido Luis, si escribes en Youtube "Erkenne mich mein Hüter", encontrará múltiples versiones, lentas, rápidas, versiones antiguas, modernas. Eso sí, ninguna con el texto que mencionas.

[Luis Carrizo - 10 de junio de 2020 - 15:07]

Se me olvidaba. Si hay bises, me pido el "Señor aquí me tienes, tu voz escucho al fin", que va muy bien para el armonio.

[Luis Carrizo - 10 de junio de 2020 - 15:02]

(Gracias, una vez más, ¨Vibot.Te estoy aplaudiendo "in péctore", o quizá debiera decir "sotto voce", porque no quiero parecer uno de esos paletos que aplauden antes de lo debido. Ya me harás una señal para que yo sepa. Pero no uses el móvil porque en los conciertos lo tengo siempre apagado. Sotto voce te lo digo:¡Bravo!)