La Melodía Viajera PHILIPS
¡Guauuu!, por fin lo he conseguido. Lo he localizado. Mira que me ha costado y la de veces que he estado a puntito de rendirme, incapaz de conseguirlo. Pero ha sido un reto que hoy he logrado superar. Me he emocionado. No tengo palabras para poder expresar por escrito lo que siento en este momento. Creedme si os descubro que se me ha escapado alguna lagrimita y caído el moco al verla de nuevo, después de cuarenta y pico años. Y la he ido siguiendo como si la hubiese visto ayer mismo.
Y me alegro por la alegria que sé váis a sentir muchos de vosotros, mis queridos compañeros apostólicos de la Virgen del Camino que nos deslumbrábamos con esta peliculina hecha con muñecos de papel.
Después de esto... ¿qué os puedo ofrecer?
El comercial es de la casa Philips, (1961), del neerlandés Joop animador Geesink, hecha en papel cortado y la música de André Popp.
Sed felices viendo de nuevo LA MELODÍA VIAJERA en el Teatro del Colegio en el que, por hoy, bendito Domingo de Ramos, se ha convertido este blog.
Se apagan las luces...una fantasís musical en papel... y escucho las primeras notas...un regalo de Samana Santa.
Escribid, por favor, vuestras sensaciones.
24 comentarios
Vibot -
Muchas gracias también a mi querido Argüeso, aquel inolvidable gigante cariñoso del colegio, que ahora siento tan cerca por su empatía conmigo. Antonio, siempre soñé acabar viviendo -cuando me suelte la universidad- en uno de esos delicados y sólidos chateaux que constelan la Francia más poética, más boscosa, y que cuestan menos que casi cualquier casa de Madrid. No sé si para entonces quedará alguno que no hayan comprado ya los japoneses. Entonces estaré mucho más cerca de ti y espero tenerte muchas veces de invitado y contertulio de veladas lluviosas...o estivales, lunares...
¡Y a tantos de vosotros!
He estado analizando la película y he llegado a la conclusión de que tal vez sea todo lo que se filmó, aunque para esto necesitaría la opinión experta de mi querido Sarmiento. Especialmente en la unión de la sección de los vaqueros con lo que sigue, que creo que se realiza mediante un "fundido", no sé si se llama así.
A parte de los dos minutos introductorios que comento ampliamente en mi entrada anterior -que no figuran en el disco de vinilo de 1963, el cual comienza directamente con la afinación de la orquesta- las imágenes siguen fielmente la partitura hasta la secuencia de los vaqueritos que tararean, inclusive. Aquí acababa -Trapi me lo puede confirmar, que tiene el disco- la cara 1.
La cara 2 comenzaba con lo que yo numeré como sección 10 y lo imaginé como un mercado persa.
Pero aquí la película salta casi en su totalidad la cara 2 yendo justamente al final de la misma, que yo numeré como 17 y visualicé para vosotros como un rutilante carnaval brasileiro, ya que además se cita el comienzo de la canción "Brasil" no sólo en la melodía sino -especialmente- en el acompañamiento (aunque los muñequitos son más bien mejicanos creo yo).
Por otra parte, tampoco se respeta el final orquestal de la partitura, desvaneciéndose la música con el fundido a negro sobre la noche de París.
Faltarían pues las imágenes correspondientes a los números -míos-:
10: En un mercado persa
11: Fantasía ibérica
12: Valentino Liberace, il divo
13: Liberace-Franz Liszt
14: El cisne-violoncello
15: Apoteósis española
16: Clímax
Tengo la impresión de que la exhuberante partitura orquestal de André Popp, que tanta riqueza de alusiones, atmósferas y aromas evoca magistralmente, tal vez no se llevó en su integridad al corto publicitario de Philips. Por otra parte, espléndido y lleno de un encanto inagotable.
Tal vez el meticuloso trabajo de dar vida a los recortables agotó al equipo tras la secuencia de los vaqueros.
Tal vez se acabó el presupuesto de Producción. Tal vez no quisieron un corto tan largo.
Sería interesante saber si la pieza orquestal fue anterior a la película o se encargó expresamente para ella a este compositor delicioso, que también es el autor de "Piccolo, Saxo y compañía, o la pequeña historia de una gran orquesta" -entre otras- obra con Narrador, ideal para iniciar a los niños en la audición, como "Pedro y el Lobo" de Prokofiev o la "Guía de orquesta para jóvenes" de Britten-Purcell...y tantas otras.
Menos verosímil, aunque a muchos nos encantaría, por supuesto, sería que esta copia estuviera cortada, y que Josemari, cualquier año de estos tan amigables en los que este "nosotros" se acrecienta, nos despertara una mañana inundándonos de sol y de colegio con el metraje perdido de "La melodía Viajera".
Cosas más sorprendentes se han visto este blog.
Y lo que aún queda.
Andrés Martínez Trapiello -
Me ha entretenido y he disfrutado un rato leyendo tu relato; y lo necesitaba en estos momentos.
Gracias y besinos.
Vibot -
una fantasía musical en papel
(Guindilla, visionar -nunca mejor dicho, porque he creído ver visiones en estos fotogramas- nuestra entrañable Melodía Viajera ha sido una sorpresa deliciosa, hipnótica, impagable. Gracias de nuevo por tantas cosas.
Tienes que contarnos cómo has llegado a dar con ella... Pero, sobre todo, TIENES QUE PONERNOS LA CONTINUACIÓN, si es que la tienes. El final no parece un final. Y hay más música en el disco que no figura en las imágenes que nos has regalado. No nos dejes así...)
Hoy me he vuelto a sentir partido en dos, en cinco, en muchos mundos a la vez, en muchos tiempos a la vez, sucesivos e inexplicablemente simultáneos. Al mismo tiempo en vuelo irrefrenable de lugares y vidas, y, a la vez, atrapado por siempre en aquel mágico teatro del colegio con las paredes pintadas de verde mate oscuro con un relieve acanalado vertical Sentado nuevamente quieto y arrebatado- en aquellas butacas de madera de haya barnizadas en color de miel clara y montadas sobre un "moderno" diseño de hierros pintados de negro anclados a aquel pulido y punteado cemento congelado... y he vuelto a recordar aquellas cortinas de la puerta de entrada, en una pana ocre que combinaba cálida y elegantemente con las frías y altísimas paredes verde oscuro...También los dos iniciáticos paños del telón de la boca de aquel pequeño escenario -donde aprendí quizá más cosas que en ningún otro sitio- eran de la misma tela (alguna vez me envolví en ellos y en los delicados velos verdes, blancos del interior- como en un paraíso) ... y las cortinas de la puerta del fondo del pasillo central, que guardan enigmáticos, agridulces, irretornables secretos...
En comparación con el disco de vinilo -que escuché tantas veces arrobado intentando extraer toda su esencia- ha sido una delicia recuperar esos dos minutos de introducción orquestal chispeante que no figuran en él, antes de la afinación de la orquesta. Y las encantadoras imágenes que las acompañan: esas manos femeninas que recortan las preciosas casitas parisinas de papel amarillo (de un amarillo ocre, mostaza, crema pastelera, natillas, batido de vainilla ¡qué difícil siempre atrapar los colores, los sutiles matices de las pátinas, de esta vieja película querida!) Me ha resultado muy moderna esa mezcla de imágenes reales y logros de animación...todos esos aparatos Philips que aparecen entre los recortables, procedimiento luego explotado hasta la saciedad
Hasta la tipografía de los títulos de crédito, que sin duda leyeron encandilados nuestros ojos de entonces, nos lleva hasta aquel tiempo de prodigios:
JOOP GEESINK'S
DOLLYWOOD (con su juego de palabras entre Dolly(muñequito) y Hollywood, se anticipa en décadas al Bollywood indú de ahora)
presents
THE TRAVELLING TUNE
a musical phantasy in paper
music by
ANDRÉ POPP
animation
GÜNTER MANDL
camera assistant
HANS KUIPER
colour by technicolor
direction
MAX KEURIS
Nombres y tipografías que ahí dormirían en nuestro subconsciente, como tantas cosas. Mientras la cámara planea suavemente sobre un delicado París de papel, como sobre una tarta de color caramelo, del color de un soufflé trufado de cerezas y de besos en un sueño de niño, del color de ¡de qué color diríais que se pinta en la noche la nostalgia!
Y penetra por el gran ventanal de pintor de la blanca mansarda de un pianista compositor donde todo: el gramófono, el velador galante, el atril, la estufa de leña y carbón, el quinqué suspendido del techo, la estantería, el arranque de la escalera con su espléndida luz cenital, el metrónomo y las partituras esparcidas, el propio piano de cola todo flota en inviolada blancura de papel recortado entre las cálidas sombras azuladas y todos los matices de los grises de una iluminación inolvidable
El compositor todo él de papel lila y añil decolorado- está componiendo al piano La Melodía Viajera. Y, cuando se interrumpe para escribir, podemos ver un fragmento auténtico de la partitura: en mi bemol mayor (aunque en el segundo compás del primer sistema sobran los puntillos de las blancas del tres por cuatro, si se me permite el escrúpulo).
No sé vosotros, pero yo no recordé ninguna imagen automáticamente hasta que no vi al pajarito amarillo saltando rítmicamente al son del piano de un palito al otro de su jaula blanquísima. Entonces sentí que ya había estado allí, todo el comienzo me parecía verlo por primera vez. Y muchas imágenes y detalles sobre todo detalles- posteriores. ¡Vaya buen ejercicio de Mind Training visionar esta cinta una vez y otra!
También es encantador el paseo que el compositor da desde su casa hasta los estudios de RADIO PARIS por esas calles blancas. Y encantador ahora poder escudriñar, parando las imágenes, los mil detalles de esta obra de arte. Como por ejemplo ese poste cilíndrico publicitario de la GENDARMERIE NATIONALE en el que podemos leer:
LES GAÎTÉS DE LESCADRON
VARIETÉS
MAX REGNIER
LES MERITIERS
BOLCHARD
En fin, que no me canso de descubrir encantos en esta Melodía este Lundi de Pâque desocupado y feliz, como esas Alegrías del escuadrón que evocan aquel otro eterno París despreocupado y frívolo.
El caso es que nuestro azul compositor, con su partitura de The travelling tune bajo el brazo, lega hasta los blancos estudios de Radio Paris. Atraviesa su puerta giratoria. Y todas las elipsis y uniones de esta pequeña historia están impecablemente ritmadas y planificadas en un montaje sin fisuras- escuchamos a la orquesta afinando Ritmo hesicástico. Podemos empezar:
1966. Domingo. Mañana de verano en las camarillas, antes de despertar. Un sol acariciante desborda las ventanas entreabiertas
Vibot -
¡Qué buen regalo de nuestro Guindilla!
Carlos-Bañugues -
Como ya ha surgido un tratado amplio y con definiciones de si obleas u ostras,haches aspiradas o no,y palabrotas exentas de penitencia,pues yo no entro en muchas más(que las había).
El Pitu se ha esmerado,Argüeso.
El film es fantástico.
Julián Ruano -
José Luis Alcalde Revilla -
José Luis Alcalde Revilla -
Javier Muñiz -
Pedro Sánchez Menéndez -
Recuerdo que Vibot nos felicitó la navidad del 2008 con una descripción excepcional. Rescato lo que yo le decía en aquella ocasión:
"Hola, Vibot: ¡Extraordinario, como siempre! Tu relato es fascinante y "casi" permite escuchar la música que describes.
Te deseo que disfrutes de las fiestas, de los amigos, de tus papás.
Aprovecho el hueco para desear esta felicidad a todos los que abráis el blog estos días de fiesta. Un abrazo largo para todos." Pedro
Máximo Olóriz -
Cuentan de un padre que llevó a su hijo, violinista, a que le escuchara un famoso director de orquesta.
Cuando terminó de tocar, preguntó el padre al director:
- ¿Qué le parece la ejecución?
A lo que el director contestó:
- Hombre, tanto como una ejecución, no. Pero un par de hostias sí que le daría agusto.
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Respecto de los vocablos de los que habláis, me parece que, estando como estamos en S. Santa, con precesiones santas en León como la de Jenarín, es una falta, cuando menos, leve. No se deben emplear palabras o términos de ese calibre de forma alegre y jocosa ¿Qué diría vuestro confesor, el P. Ricardo? En aquel tiempo, fuera de la Iglesia, se daban leches, salvo el P. Iparraguirre que daba ostias u hostias como panes, que te dejaban impedido para comer el pan, y no pasaba nada, salvo a mí que, de aquello, quedé como quedé. Que conste que hablo de estas cosas incitado, excitado, por Argüeso , Cirauqui y otros que tal. Me salgo del recogimiento y doy fe de que estoy reflexionando y, por ello, existo, cogito, luego al traumatólogo.
Que yo haya aprendido Hostia, del latín: 'Hostia', significaría pan ácimo (Argüeso, eso significa: sin levadura), de harina de trigo con forma circular que se ofrece en la Eucaristía o Misa cristiana/católica como ofrenda o sacrificio incruento. Además de este significado o utilidad religiosa la hostia también puede significar elemento o factor disuasorio. Gracias a sus efectos en los seres humanos, la hostia es una de las armas disuasorias básicas más utilizadas. No hace falta mencionar ejemplos, yo mismo in illo tempore, tal como conté in illo tempore, desperté a la realidad religiosa del Colegio cuando el P. Enrique, por cantar, amigo Oloriz, por cantar, eso sí, a destiempo, mediante dos sonoras hostias me hizo ver las estrellas y callar para siempre. Las ventajas de la hostia con respecto a otros medios de convicción son:
Es de administración rápida,
Suele ser, al menos a corto plazo, bastante eficaz.
Es mucho más barata y asequible que la mayoría de las armas de destrucción masiva y disuasorias modernas.
No suele provocar efectos secundarios a largo plazo salvo con un uso excesivo. Salvo aquellos que quedan impedidos para contar músicas sacras, aunque sí las de chigre.
Para el sujeto agente el ejercicio de la hostia produce un aumento de la masa muscular y al sujeto paciente le provoca la circulación sanguínea de la zona afectada.
Frente a las ventajas, sin embargo, presenta algunos inconvenientes:
No puede o , mejor, no se debe usar sobre sujetos más hábiles o más corpulentos por el efecto rebote
Es difícil de usar sobre varios pacientes a la vez, aunque algunos de nosotros recuerda casos que desdicen esta afirmación. Que le pregunten si no a aquel Abundio y sus adláteres cuando tenían que comer los cachalotes del chocolate dominguero.
Determinadas hostias pueden resultar excesivamente potentes, pudiendo llegar a ser letales.
Algunas culturas incivilizadas la consideran ilegal; algunas civilizadas la consideran conveniente.
Con todo, la hostia sigue siendo un recurso muy usado en muchas disciplinas como: la política, la enseñanza, la lucha libre, la justicia, la psicología, la medicina, el arte o el debate. Lo cual demuestra que su funcionalidad supera los perjuicios que puede provocar.
El otro vocablo sustitutorio, ostia, viene del latín ostrĕa, significando:
1. Molusco marino, con concha de valvas desiguales.
2. Concha de la madreperla.
3. Coloquialmente, persona retraída, misántropo.
Por tanto:
No se me disipen, no es propio de chicos apostólicos utilizar/nombrar términos sagrados de forma alegre, y menos, en S. Santa. Un respeto
Si se quiere hablar con propiedad, cuando queramos referirnos a repartir estopa, parece más apropiado utilizar el término hostia como se hizo toda la vida.
No parece que la hostia en sí misma sea un buen método pedagógico, pero su uso, equilibrado y a tiempo, puede complementar cualquier acción de enseñanza en o fuera del aula. Se aconseja utilizar un medidor de frecuencia.
Un abrazo sin rastro de hostias ni ostias.
Máximo Olóriz -
Era la inauguración de la Expo. Había muchos mandatarios y famosos entrando en el recinto donde tenía lugar el acto princiapal. Como es lógico, había una ingente cantidad de gente curioseando e intentando reconocer a los famosos que allí se daban cita. El cardenal, que tenía que asistir al acto, intentaba abrirse paso entre un grupo de los que estaban en primera fila. Un joven, que debía estar alucinado de ver a tantos famosos, se volvió, vio al el cardenal y le espetó: ¡Hostia, el Papa!
Por lo visto el tal cardenal no pudo menos que echarse a reir.
Máximo Olóriz -
No se nos ocurrió, aunque hubiera quedado más cursi, decir, por ejmpolo, ¡vete a hacer obleas!, u hobleas...
También decíamos aquello de ¡te doy una india...!
Qué recataditos que éramos...
En fin...
Javier Cirauqui -
Yo he sido durante mi infancia uno de los sobrinos del párroco de Burlada, que lo fue durante 50 años.
En mi casa, en cuanto a este vocablo no existían eufemismos. Cuando íbamos a desayunar le pedíamos a nuestra madre café con leche con hostias. Nunca se me hubiera ocurrido pedir café con leche con recortes, obleas o formas, estoy seguro que no me hubiera sabido bien. Cada cierto tiempo me mandaban a un convento de clausura de Burlada a recoger las hostias que fabricaban las monjas, para repartirlas en la Parroquia. Nuestra mayor ilusion era recortarlas en una máquina que había para ello. Varias grandes para los sacerdotes y el resto para los feligreses. Mi pueblo creció mucho y por lo tanto cada vez se repartían más hostias, con lo cual los recortes para desayunar o cenar eran más abundantes. En mi casa y con respeto siempre las llamamos por su nombre, aunque teníamos bien claro que fuera de casa era mejor no nombrarlas.
Un saludo. Javier.
Martín -
Maribel -
Hasta a mí me ha emocionado. Nada que ver con lo de ahora. Una verdadera joya, de verdad. Si os fijáis bien (que creo que lo habréis hecho), no falta ni un solo detalle. Intentar verlo detenidamente, como lo he hecho yo, y veréis con qué esmmero ha sido proyectada. Lo he visto varias veces seguidas y despacio para ir valorando esos detalles, uno a uno. Debió llevar bastante curro y eso es de valorar también. La música también merece la pena.
Un beso,
Maribel
Máximo Olóriz -
Josemari, ¿de dónde has sacado esta joya arqueológica? ¿Y cómo se puede hacer para bajársela y archivarla?
No se si es que ya nos ha llegado, irremediablemente, el momento de estar chapados a la antigua, pero me parece que la película, con sus terpes movimientos y su cualidad artesana, conserva la frescura y la naturalidad que de ninguna manera consigue la tecnología moderna. Al menos a mí me pasa lo que con las pelis de Disney: sigo disfrutándolas y admirándolas mucho más que las actuales de "dibujos", fabricadas con tecnología informática avanzadísima. Me parecen trabajos más humanos.
Gracias, Josemari.
Juan A. Iturriaga -
Una virguería, como siempre y como en tantas otras cosas.
Un abrazo.
Antonio Argüeso -
Sobre órdiga, Ostia, ostia y Hostia, poco que decir. A nosotros ni se nos permitía decir ostras. Si hubiéremos usado el otro, incluso sin la h, las habas negras hubieran ganado, seguro.
Y José Mari, la gente no se anima a comentar porque la cuaresma les ha dejado derrengaos y no creo que en Semana Santa recuperen fuerzas. No olvides que cada vez son más (los) sexagenarios y salvo estirpes bravas, decididas y hasta temerarias, los demás las fuerzas tienen que mesurarlas. Mira el Pitu que se creía, por casorvidiano, aguerrido; los rigores de la cuaresma le han enmudecido hasta el flequillo.
joaquin lopez-malla ros -
José Luis Alcalde Revilla -
joaquin lopez malla ros -
José Sánchez Díaz -