CANTOS ÍNTIMOS (Dentro del banco del órgano de la Capilla) -1-
Santos Vibot, querido amigo, nos regala unas grabaciones de armonium para escuchar y disfrutarlas en estos días de confinamiento obligado.
Hoy os dejo la primera de ellas.
Importante: os recomiento hacerlo con "auriculares" o por altavoces conectados al Ordenador.
Pinchad en este enlace:
https://drive.google.com/file/d/1DbHylHXYo7KGsUIRgmR6Q0qLdthyGjWT/view?usp=sharing
27 comentarios
Vibot -
Salud también para ti.
Vibot -
"Si la música es el alimento del amor, tocad sin fin", ya lo dijo Shakespeare.
Vibot -
Vibot -
Te mando un abrazo fuerte.
Vibot -
Vibot -
Te debo muchas palabras.
Vibot -
Vibot -
Esa contenida tristeza que presientes en mí, acaso sea, a pesar de estar feliz en lo que la vida permite con sus vaivenes, la nostalgia de no ser ya joven, cuando todavía se tienen tantas ganas de vivir y tantas ilusiones por ver cumplidas.
Vibot -
Recuerdo que en una fiesta litúrgica señalada subió un anciano cura organista de León a tocar en la misa y que en el momento de la postcomunión, mientras el celebrante estaba "purificando" -¿habíais vuelto a escuchar esta palabra en este contexto?, me ha venido de pronto con aromas de incienso y de azucenas- tocó, pianissimo y como en trance, una música sublime con aquellos registros de la viola de gamba y de la voz celeste -o tal vez sólo con la voz celeste- abriendo a penas la caja expresiva...inefable interpretación arrobada y plena de poesía.
Venciendo la timidez de aquellos 14 o 15 años que tendría yo entonces, me acerqué a la consola a preguntarle el título de aquella maravilla. Y me dijo muy amable y sonriendo a penas: "Canción Triste, de Eduardo Torres".
La he tocado muchas veces desde entonces, también el verano pasado en Austria, Eslovaquia y Alemania en distintos órganos y harmoniums...incluso le he dedicado un poema de mi Métrica...pero nunca me suena con la magia que aquel ensimismado anciano de ojos llorosos y expresión melancólica supo arrancarle aquella mañana...
Vibot -
Pitu, muchas gracias a ti por tu apreciación. Y por azuzarme con argumentos, como tú siempre haces, a poner en práctica mi "Contemplata aliis tradere". Te haré caso.
Vibot -
Carrizo, me gusta que además de la música y la voz te haya gustado también el victorianismo horror vacui de mi casa. El minimalismo me enfriaría el alma.
Iturriaga querido, a ese "acabose" tan dulce que imaginas conmigo estás invitado cuando quieras. Lo de tocarte aquí de dos a tres piezas está hecho, además Carrizo me ha pedido que le grabé el "Señor aquí me tienes" y no puedo fallarle.
Carmelo Flórez Cosío -
Sigue con salud
Devesa -
El hecho que uno sea "voz fantasma" no significa que no se deleite y disfrute de esta delicatessen y no deje de comprender cómo te quieren en esas cultas tierras alemanas y austriacas.
Heredia, ¿has abandonado la yeguada para pasarte a la excelente añada del 62? Buen cambio:)
Luis Heredia -
Vamos, si no es indiscrección.
yo -
Ramón Pajares Box -
Santos Suárez Santamarta -
piezas musicales. Un abrazo.
Isidro Cicero -
Has tenido una iniciativa original, VIbot, y del grado de sensibilidad al que ya nos tienes acostumbrados. Un abrazo.
BALDO -
Pedro Sánchez Menéndez -
Máxi Olóriz -
JOSE MANUEL GARCÍA VALDÉS -
Gracias por deleitarnos.
Abrazos confinados
Javier Cirauqui -
Javier Cirauqui -
Juan A. Iturriaga -
Oír estas y otras músicas, en casa de Vibot, con una explicación de las suyas, con el ambiente que sólo él es capaz crear, es, como decía Dalí al describir la espalda de Gala, el acabose.
Muchas gracias Vibot por tu mundo.
¿Sería mucho pedir otros dos a tres vídeos más?
Luis Carrizo -
La letra, es decir, tu voz, tus palabras y tu manera de decirlas, también me han gustado mucho.
Luis Heredia -
No dudo que conectados a los auriculares o por altavoces conectados al ordenador, la audición sea buena, claro, en comparación con un móvil. Pero, de verdad, y para envidia de los tiñosos, creedme que como la audición en persona y sentados en las sillas y butacas de patio en su casa, que es un teatro hasta con bambalinas y telón, no se puede comparar con ningún sistema enlatado por muy moderno que sea. No faltaron los cafés y pastas. Las de comer, porque el concierto fue gratis.