LA TABERNA DEL CALAMAR

El día 15 de diciembre de este aciago 2020, a las 13:00, nos reunimos en Madrid varios, a saber: Santos Vibot, poeta palentino, Quique Muñiz, poeta leonés, Dacio García en la modalidad de novela negra y a la sazón residente en Alcalá de Henares, Fernando Alonso, lector empedernido y crítico literario por circunstancias medio ambientales, y yo mismo, degustador oficial de langostinos (a pesar de que el cónclave se reunió en “La Taberna del Calamar).
Con semejantes individuos el asunto se puso serio en lo referente a la profundidad y alcance de lo allí tratado, temática, por otro lado, muy variada y con vocación de referencia ideológica obligada para los visitantes del blog, es decir, podría decirse que los allí presentes son auténticos “influencers” mediáticos del pensamiento global.
Quique Muñiz, que convocó la reunión como quien no quiere la cosa, soltó con desparpajo un verso de su “Cuadernotanjoven”:
Al pasar
me ha dicho el viento que lloras,
que escondida en la noche
evocas recuerdos que son nada.
Y me parece que sueño
y oscurece.
A consecuencia del golpe se nos encogió el alma: a mí, en concreto, se me escapó un langostino sin pelar ni nada; a Santos Vibot se le cayó un verso de candor al suelo y Fernando Alonso se tuvo que agachar a recogerlo; y Dacio se quedó paralizado momentáneamente. Quique, el recién descubierto poeta pensó para sus adentros “ahí me las den todas”, y se quedó tan ancho.
Pero Santos Vibot no se calló y le espetó:
Catarata de luces
incendio de bebidas polares
irisada catástrofe de música
los espacios fantasmas
la armonía
(una visión esplendorosa de coches
en medio de la estepa)
–tu enamorada atención–
todos los anhelos antiguos cifrados en creerte posible
centinela de la perspectiva
escultura del viento a fuer de bronce ardido…
(así, como quién no quiere la cosa) y, claro, se hizo un silencio total y solo se oyó, rompiendo la magia la voz del camarero: “una de servilletas marchaaaaando…”, porque se le habían olvidado cuando trajo las patatas fritas y las cañas.
Entre tanto pensé “cielos", el que no tenga el librito con los 21 poemas de Quique Muñiz y el de Santos Vibot (el Candor y la culpa), está perdido, no está en este mundo, no sabe nada de la vida y, sobre todo, no ama.
A los que no leen poesía habitualmente –no saben lo que se pierden–, les recomiendo, con toda mi energía de “influencer mediático”, empezar ya de una santa vez con estos dos libritos y librazos porque serán libres como el viento y el espíritu. Es más, reconozco que por un instante olvidé los langostinos y me puse a pelar versos y a comérmelos.
Lo de Dacio aun no lo tenemos en las manos, pero yo ya me lo he leído y os garantizo una sorpresa mayúscula. Además se puede leer sin mascarilla y sin distancia social y, desde luego, sin allegados molestos o cuñados impertinentes. El libro se puede leer durante todas las navidades de cabo a rabo.
Al finalizar la reunión se firmaron dedicatorias por parte de los autores.
Lo extraño es que ninguno de éstos me puso, en las dedicatorias que me dedicaron, nada referente a lo guapo que soy y a lo delgado que estoy y cosas por el estilo, en cambio todo el mundo se hacía lenguas de lo guapo que era Alberto y que, además le montaba los belenes a su padre (me refiero a los de figuritas navideñas, no a broncas y cosas así) y, claro, su padre encantado dando instrucciones: “A ver Alberto, el burro un poco más atrás, san José un poco más “palante”, la bola roja un poco más arriba y la blanca más a la derecha. ¡Qué jeta!
Alguien pagó las cañas y las patatas fritas, y como somos muy limpios y aseados, recogimos todos los versos que se habían desparramado por la mesa, los pusimos en su sitio después de sacarles brillo y nos fuimos, no sin que antes Fernando me pusiera los puntos sobre las íes recordándome que algunas fechas de Páramos no eran muy precisas y Quique Muñiz me aclarara que en la narración de la abeja que lee un libro ayudada por una corriente de aire que le iba pasando las páginas, no era de Javivi, sino suya, lo cual me hizo pensar que la sombra del Alzeimer se cierne sobre mí, que horror. Con razón Javivi no recordaba haber escrito nunca algo así.
Necesito más reuniones de estas con poetas, escritores y gentes de semejante calaña, y las necesito con urgencia.
Evidentemente para la foto nos quitamos las mascarillas porque de lo contrario hubiéramos parecido más una conspiración de espías que una convocatoria literaria de postín. No obstante, la próxima reunión creo que va a ser masiva y sin mascarillas. Ya veréis.
Jesús el Herrero
7 comentarios
Francisco Javier Cirauqui -
Taberna del Calamar,
Parnaso de los artistas
de la Virgen del Camino,
Quique Muñiz y Vibot,
Dacio García y Herrero
y el lector Fernando Alonso.
Las Musas en su morada
protegían el evento,
Apolo les ofrecía
puro néctar de los dioses
y Caliope coronaba
con laureles sus cabezas,
como geranio en el tiesto.
Mas la fiesta terminó
con patatas y cervezas,
cual tertulia literaria,
sin musas y sin Apolo,
sin Caliope y sus rarezas,
pero con gran alborozo.
Felicidades a todos,
por tan estupendos textos.
Luis Heredia -
Bueno, enhorabuena a todos los miembros de la recién creada generación, sin olvidar al inefable editor, corrector, coordinador, animador y enviador de las obras maestras, LALO, y gracias por hacernos disfrutar de tanto arte.
Que paséis una Feliz Navidad.
Isidro Cicero -
Quiero, de los otros tres, uno de cada. De uno de ellos, alguien que ya lo ha devorado en un santiamén, un amigo cercano/cercano, me ha dicho lo mejor que se puede decir de una obra literaria de otro: "Me ha resultado fascinante. Es el libro que había soñado escribir yo". ¿Se puede decir elogio mayor? Pues eso. Uno de cada.
quique frade -
José manuel García Valdés -
Lo segundo, es un poco discriminatorio que se reúna el gremio de escritores dejando fuera al de los lectores, ¿ Qué sería de unos sin lis otros? Deberíais repetir la reunión invitando a los que no somos ni siquiera escribientes. Espero no hayáis estado pergeñando alguna estrategia para evadir las grandes cantidades de money que os reportarán vuestros libros. Ojo, la policía no es tonta. Fernando, que no te utilicen de testaferro, pagarás el primero.
Da gusto veros hechos inos chavales, un poco maduros pero chavales.
Seguid dándole al teclado.
Un abrazo.
Alfonso Losada Vicente -
Enhorabuena quinteto,y espero que ese bichejo que anda suelto no se enterara de la reunión, porque no perdona, es muy traicionero.
Gracias, Herrero, por todas las explicaciones, mejor no se puede contar.
Felices fiestas de Navidad y Año Nuevo, y que pase lo antes posible este mal trago que tenemos en cima.
Un fuerte y cariñoso abrazo.
lalo -