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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

JESÚS MARÍA GARCÍA GARCÍA, nuestro Chuchi

JESÚS MARÍA GARCÍA GARCÍA, nuestro Chuchi

Y por fin llegó a este mundo del  blog, tras los nueve años preceptivos de gestación y las buenas manos comadronas de Javivi, una de las glorias más brillantes de entre toodas las del 61: Chuchi, nuestro Chuchi.

Este es el relato que la comadrona Javivi nos hace del parto.

Para que pongáis cara a la criatura y debatáis sobre a quién se parece, tras el informe de tan larga y laboriosa cesárea,  os dejo fotografías de Chuchi que podéis encontrar en EL ÁLBUM DE LAS FOTOS.

Y ahora que hemos colgado el libro en formato pdf (os recuerdo Enlaces LIBROS), es posible buscar nombres y caras escribiendo CTRL F y el NOMBRE a buscar. Previamente hay que abrir el pdf, claro. 

En la fotografía de la cabecera, Chuchi aparece a la izquierda de Luis Manuel Selva (+). (Pisa, Julio de 1967 viaje de la Escolanía a Roma). 

De nuevo bienvenido, ya estás "fichado".


 

Chuchi, el mejor “cronista” de Alba de Tormes, de los nuestros.

Una tarde de estas, marzo frío, con lluvia o nieve que sugería quedarse en casa con calefacción y manta, decidí matar el tiempo, con una escapada virtual. En busca de un personaje, sin saber aún que iba a ser personaje y autor. Dos en uno.


Recordaba alguna conversación antigua entre Quique Muñiz y yo, sobre los “re-encontrados” y los “desaparecidos” de nuestro curso, ya sabéis, el que inició en 1961, con la inauguración de aquel santuario que es hoy basílica, y culminó en 1967 sexto de bachiller.


Buscar por la red a alguien que apellide García no es tarea fácil. Convendréis conmigo. De hecho, Enrique y yo lo habíamos intentado alguna otra vez. Sin éxito. Fácil no iba a ser teniendo en cuenta que “garcías” como primer apellido hay –sois- en España casi millón y medio, a mucha distancia en la frecuencia de los “lópeces”, que rondan –rondáis- el millón.


Para ponerlo aún más difícil –incluso más excitante- nuestro personaje es García al cuadrado. Osea, segundo apellido, García también. Y de nombre, Jesús; peor aún para mi propósito, Jesús María, nombres de tanta alcurnia en el nomenclátor cristiano, aunque en regresión en las preferencias sociales por mor de esa laicización creciente en que vivimos; aún así, las estadísticas cifran en unos trescientos mil los varones que aún os llamáis Jesús.


Una referencia limitaba la búsqueda. Chuchi, aquel chavalillo de cincuenta años atrás, era salmantino; sin mayor concreción, aunque vaya usté a saber si medio siglo después aquel compañero de estudios, penalidades y aventuras viviría en las Quimbambas. O criaba malvas. O… Ya digo, era por matar el tiempo en tarde de frío invernal.


Eludo detalles sobre los sucesivos descartes y voy al grano, raro en mí: tras diversos “trasteos”, encontré un personaje de nombre Jesús y apellido García en Salamanca. ¡”Eureka, he ahí el personaje!”, me sopló mi intuición. ¿En qué me fundé? En un párrafo que le atribuía la reseña de uno de sus libros (¿se va entendiendo que lo haya calificado como “personaje y autor”? Ya sabéis, tener un hijo, plantar un árbol, publicar un libro):
“…Me rondó en la cabeza conocer más a este hombre (Fernando Araújo),… su relación con la Villa, pero la pereza me vencía siempre. Un hombre poco conocido, del XIX,… me producía una galbana con la que aplazaba aquella empresa para mañana, ese mañana que nunca llega” (Jesús Mª García: Siete claves para leer la Guía de Araujo). Las negritas son mías. La pereza activa que le impulsó a publicar, aquella palabra en desuso, la galbana… Eran fogonazos que iluminaban al personaje y me evocaban algo de nuestro pasado, de su peculiar expresividad.

  
La reseña está en un blog que habla sobre Alba de Tormes. No vi inicialmente –o no quise ver, ¡a saber!- el nombre del dueño del blog. Así que, ni corto ni perezoso, eché la red; con discreción, que hay aún mucho resentido (no quito su razón) de aquella etapa colegial en aquella España en blanco y negro; envié email al apartado del dueño del blog, Gerardo Nieto, pidiendo noticias sobre el autor de la biografía de Araujo, un krausista polifacético albense.

Chuchi en la actualidad


Hay complicidad, supongo, entre el bloguero, mucho más joven, y nuestro personaje, pues que al cabo de pocas horas ya estábamos carteándonos Chuchi y un servidor: “…mi nombre de guerra en infancia, adolescencia y juventud fue Chuchi y así me conocen aún casi todos mis amigos de Alba. Estudié en León, en la Virgen del Camino, colegio de Dominicos. Me tienes que perdonar si fuimos compañeros entonces y hoy no te reconozca por el nombre. He estado mirando fotos de la época y no asocio tu nombre con cara alguna. ¡Tal vez haya pasado demasiado tiempo! Quizá si me dieras algún dato más sobre tu persona sea capaz de recordarte. Te juro que me gustaría.”


El resto ya fue fácil. Chuchi se está enganchando al blog. Dice haberme puesto rostro, el rostro de aquellos años, con lo que mi honor ha sido restañado (¡por dios, no recordarme, con lo ególatra que soy!) y deja entrever ese punto de nostalgia cuando miramos hacia atrás. Como muestra un botón: “…José Ramón Tejo. Fue mi mejor amigo en el Colegio. No sé si recordarás aquella Zarzuela que compusimos ambos y representamos, El Alcalde de Manzaneda, dedicada al P. Morán por su cumpleaños. La letra fue compartida y letra y música del aria “Señor, alcalde,…” fue mía. Nos recuerdo aún delante del piano inventando argumento, música y letra (él la música, porque yo no la dominaba mucho a pesar de tener buena voz y pertenecer a la Escolanía). José María Cortés actuó en la representación, entre otros…”

¿En un futuro próximo será el mismo Chuchi quien se anime a relatar aquí algunos de sus recuerdos? Es una buena pluma. Lo demuestran sus abundantes publicaciones. Me perdone la modestia del profesor jubilado, pero nuestro investigador sobre la historia de Alba de Tormes tiene, que yo haya localizado, las siguientes publicaciones:
• Prensa y vida cotidiana en Salamanca. Siglo XIX. Universidad de Salamanca. 1990.
• Alba de Tormes. Páginas sueltas de su historia. Diputación de Salamanca. 1991
• Fernando de Araujo, un krausista salmantino. Diputación de Salamanca. Servicio de Publicaciones. 2014.
• Siete claves para leer la Guía de Araujo. (se puede leer en este enlace: https://dl.dropboxusercontent.com/u/848435/Biblioteca/SieteClavesparaleerlaGuiadeAraujo.pdf
• .
• Teresa de Jesús, de la A a la Z. Biblioteca de Temas Albenses. 2015. (Figura como coordinador de Textos)
• Con otros autores, dos artículos sobre el castillo ducal y el plano de la villa de Alba en Las villas ducales como tipología urbana, de Esther Alegre Carvajal. UNED, 2014.
• Introducción en 2009 al facsímil de la obra de Fernando de Araujo, Guía histórico-descriptiva de Alba de Tormes, Salamanca, 1882.

Hubo vida después de aquellos años, aunque nos quedó oculta por el sigilo de las despedidas. ¡Vaya que la hubo! Lentamente, va quedando reflejada en este blog. Es posible que solo hayamos visualizado hasta ahora la punta del iceberg; que nos falte toda la base. Pero lo ya descubierto tiene calidad. En muy diferentes campos, aquellos chavales hemos puesto nuestro huevo. ¿Es porque éramos listos, que eso seguro? ¿Fue por la “educación” recibida? ¿O un esfuerzo personal posterior? El caso es que, centrándome en el mundo de las humanidades, de la enseñanza, sería ilustrador hacer un Catálogo profesoral de quienes hicieron su bachiller en La Paramera y nos dedicamos luego a la enseñanza; en los niveles básicos, en los bachilleratos diversos que fue imponiendo la casta política o en la universidad. Incluso ver la incidencia que nuestra experiencia leonesa tuvo para la didáctica posterior.

Dicho queda: Chuchi se dedicó a la enseñanza. Está jubilado. Y es un investigador fundamental en la historia de Salamanca. ¡Bienvenido, amigo, al club!

Javivi del Vivigo

 


 


23 comentarios

JESUS MARIA GARCIA GARCIA -

Dita sea! Maldito corrector. Quise decir 'biografía de unuevo krausista'

JESUS MARIA GARCIA GARCIA - CHUCHI -

Encantado de enviaros mi libro, aunque como le decía a Cicero, es una biografía de un krausismo, divulgador, pero no filósofo ya que el krausismo fue también un modo de vida. Mi correo es jesusmariagargar@gmail.com. si me mandáis el vuestro os lo mando en pdf. No quiero colgarlo en la Red porque aún le quedan ejemplares en la Diputación de Salamanca y quiero seguir llevándome bien con esa institución que sigue publicándome cosas. Lo del P.Jesús Martín no lo entiendo, Vibot. Colecciona libros de antiguos alumnos? Decidme Cómo hacérselo llegar. Estaría encantado. Por cierto, P. Jesús, no era de Salamanca?
Abrazos.

JOSÉ MANUEL GARCÍA VALDÉS -

Todos queremos más, todos... Queria decir que somo más los interesados en el Krausismo español y lo que significó para la Institucion... A ver cómo te arreglas, Sr.Chuchi, para que nos llegue tu obra.
Gracias porque seguro que nos llega.
Abrazos.

Vibot -

santosvibot@gmail.com

Vibot -

Y, si no es mucho pedir, yo también, Chuchi, a quien recuerdo perfectamente en los bancos de arriba de la escolanía, siempre con el flequillo a vueltas.
Ya me pareció en tus primeras entradas aquí, que escribías muy bien. Tú también deberías enviar ejemplares de tus libros a la sección de aa. alumnos de la biblioteca del P.Jesús Martín en Caleruega...
Un abrazo más, de tantos como no nos dimos entonces.

Isidro Cicero -

Jesús María García, encantado de saludarte. Hay que reconocer una vez más las habilidades de Javivi para seguir descubriéndonos sorpresas agradables después de nueve años de este blog. Al ver que has publicado sobre un krausista para mi desconocido, he consultado los papeles que guardo sobre un congreso en Santander en 2009 relacionado con el asunto. Asistí a él por motivos profesionales y pensé ahora que quizá, entre los ponentes, hubieras podido estar tú. La posibilidad de la coincidencia en el mismo lugar sin conocernos me producía curiosidad. Ahora lo que me gustaría es conocer algo de lo que escribes (suelo hacer lo mismo con todos nuestros compañeros que publican. Así que te tomo la palabra y espero el PDF de tu Araujo. Un abrazo y gracias. (sdrccr@gmail.com)

Vibot -

Clemente, gracias por el boca a boca. La forma más rápida para ti es si vas a Palencia, en todas las librerías lo tienen.
También en Madrid, Librería Berkana en la calle Hotaleza. Y si no tienes previsto ninguno de estos viajes, en la página de Berkana lo puedes comprar y te lo envían.

Un abrazo, y gracias por buscarme un lector más.

JESUS MARIA GARCIA -

Chema, sí me interesaría tener el libro EL ÁLBUM DE LAS FOTOS. Lo he visto ya en PDF y he pasado un buen rato jugando con nuestros recuerdos. Si sabes de alguno que quede libre, dímelo. Te mandaré una transferencia o giro o como quiera que sea el acuerdo.
Ponte en contacto conmigo: jesusmariagargar@gmail.com

JESUS MARIA GARCIA -

Chema, sí me interesaría tener el libro EL ÁLBUM DE LAS FOTOS. Lo he visto ya en PDF y he pasado un buen rato jugando con nuestros recuerdos. Si sabes de alguno que quede libre, dímelo. Te mandaré una transferencia o giro o como sea.
Ponte en contacto conmigo: jesusmariagargar@gmail.com

JESUS MARIA GARCIA -

Cícero te veo con traje de faena queriendo encontrar mi libro sobre 'Fernando Araújo, un krausista salmantino'. Son pelmazos de libros estos que nos interesan a cuatro y medio - el medio no acaba de leerlo nunca. Mi interés fue por el personaje que había escrito una Guía en el siglo XIX sobre mi pueblo de nacimiento Alba de Tormes. Pensaba que se trataba de un "mindundi", profesor de francés, que le dio por escribir de lo que sabía poco. Pues no, resultó un personaje de cierto interés nacional y de ello me salió el engendro.
El libro aún lo venden en la Diputación de Salamanca, pero si deseas echarle un vistazo te lo envío en PDF por email y en secreto - hago extensiva la oferte a todo valiente que quiera echarle el diente -(jesusmariagargar@gmail.com). No me atrevo a colgarlo en la red porque me interesa llevarme bien con la Diputación que aún tienen ejemplares y los tendrán por mucho tiempo.

Miguel Ángel Díez Ordóñez -

Jesús García: sabes que siempre hay un tonto, que se acaba la linde y sigue con el surco o marayo... me inundó la intromisión.

clemente sanchez -

PARA SANTOS VIBOT: Hola amigo. Leo todos los comentarios sobre tu maravilloso libro del que bebí con tus propias palabras en Palencia..y quiero pedirte otro ejemplar. Se lo presté al profesor del coro en el que hago que canto, le encantó y quiere uno para él. ¿Como lo hacemos? Dime la forma de recibirlo y pagártelo. Un abrazo. CLIM

isidro cicero -

De todas formas, Miguel Ángel, creo que li que corresponde ahora es centrar la atención en la obra de Jesús García. Yo ya he empezado a buscar su libro sobre el krausista.

Miguel Ángel Díez Ordóñez -

Cicero:
Acabo ahora de leer los globos, son preciosos, personales y amplios, nos abarcan abrasadamente... quise poner abrazadamente, pero no lo voy a cambiar... porque es comida con picor de guindilla, cómo pone.
Ahora veo que después de la entrada de las tres- lo ví poco después de comer- has vuelto, pasadas las seis, a causa de los mendigos: tocásteme la fibra, dicen los asturianos.
Ayer me pasó igual, cuando leí el número 30 de tu Don José, me dije: "Tate, eso es", y te estoy copiando, corto y pego.
Seguidamente reflexioné disperso y, a continuación, copié y pegué mi Adolfo... que forma parte de unas 70 páginas que llevo escritas- son una menos pero no es mi idea la de eso, aunque de eso también admite su parte- sobre costumbrismo... Otro Tiempo se llama... es reflejo muy personal; concluido, algún día lo compartiré.
las imágenes del desprecio a las mendigas te alteran, como a mí. A veces nos parecemos; otras no. No podemos cambiar el pasado; no podemos cambiar el futuro; sólo tenemos que hacer el presente. El futuro es el presente de hoy, hoy es el día de esas mendicantes, el futuro planificado nuestro no les aporta...ni a nosotros nos asegura del todo... intervienen muchas variables... es tan voluble y amplio el Tiempo!
No se trata de copiar... el sentido de una fuente es dar agua, manar... un espíritu es una fuente que mana siempre: mana pintura, escritura, música... siempre mana... como tú que siempre manas palabras, fuente eres.
Cervantes mana a borbotones!, y calma la sed de muchos de nosotros.
El lenguaje es un acuerdo de comunicación, ese mensaje tiene pérdidas, ya lo dijo Bloomfield. Se vale unas veces con unos caracteres (griegos), después con otros (latinos), siendo romance, siendo castellano o español... el lenguaje es sólo un medio pero cuando el Imperio lo anuda a la espada es un inconveniente.
Hay hombres que se saltan este precepto Imperial, como tú, Cicero, que como eres fuente del espíritu de la palabra, perteneces al Olimpo inmaterial de los dioses del verbo.

P.S. El corrector me apunta acento en Cicero; ya le he dicho tres veces que en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid puede rebuscar e instruirse adecuadamente, pero sigue sin hacerme caso, y, otra vez,ya son cuatro... no me voy a pegar con él... si puedo lo capo.
Buenas noches.

Isidro Cicero -

Digo que nuestra memoria prenatal era gente buena, solidaria, acogedora. Recibía a los mendigos en casa. Los pasaba a la cocina. Cenaban con todos, como uno más de la familia. Existía en nuestros pueblos una costumbre instituida - me lo contó Maxi Trapero y yo os lo conté cuando el libro de Carrizo- que se llamaba "el palo del pobre": Venía el mendigo y preguntaba qué casa era la última en la que había acogido al último mendigo que había pasado por allí. El pediria vez en la siguiente. La señal era el palo del pobre.Los vecinos se lo pasaban unos a otros para que ni se perdiera el mendigo, ni se escaqueara nadie. Admirable institución que me emocionaba explicar.
Venimos de esos genes. Por eso nos rechinaban los dientes cuando veíamos lo que hacían con unas mendigas en la Plaza Mayor de Madrid unos hinchas de fútbol emborrachados. Unos hijos de la gran puta más

Isidro Cicero -

Pues sí que se parece la historia de Adolfo a a la del señor José, que conté yo en el número 30. Lo de Adolfo, querido amigo Miguel Ángel, aparte de hacerme disfrutar de un relato y de unos pensamientos muy bien hilvanados, me confirma en la idea de que por encima de pequeños matices, vivíamos las mismas cosas, surgíamos del mismo tipo de familias, llevábamos en los tuétanos de la memoria prenatal, las mismas vivencias. Éramos todos iguales a pesar de que allí no tuvimos ocasiones para contrastarlo y parecíamos tan distintos.
Por lo demás, aparte de continuar con lo del padre Isla, no perdamos este año de vista a Cervantes. Y si todavía vas por el 30, anímate y termina ya los globos, hombre.

Miguel Ángel Díez Ordóñez -

Hasta hace unos días no tenía conocimiento de los globos de Cicero, voy leyendo por el 30; hay ideas en las que nos expresamos de igual manera, pero como yo no escribo y leo puede que la coincidencia sea cosa de Jung, del inconsciente, que le he leído, me influye y se me queda, y yo lorito, repito, puede ser... o de la mi memoria, que malimita no sé. Pero él lo suele hacer de mejor manera y me jo.. me fastidia, porque, si copio, copio mal... pero sé que, este año, Cervantes y él quedarán a un lado y no será culpa mía. Es sencillo: ¿vamos a estar siempre recordando lo que dijeron Cícero y Cervantes? Sí, por supuesto, pero parecido , no tan bien, pero lo decimos otros. Es tiempo de cambio. Podemos... intentarlo pero no mejorarlo!
Hace unos meses, cuando unos cuántos estuvimos matando el gocho de Carrizo- comimos el solomillo, un lomo y parte de la panceta, poco quedó; siempre que los fráteres se reúnen, comen, es obligación- y de camino a la fraternidad dijo Cicero que estaba descubriendo al P.Isla, y le dije:un espíritu superior lo considero.
Coincide más tarde M.Yourcenar con el P. Isla en los versos de Adriano: "Animula, vagula, blandula..." ¿Se copian o se siguen? Escrituralmente se copian; intelectivamente se siguen... o descubren....o lo intentan, no creo que haya cameo, el p. Isla es jesuita, M. Yourcenear es lesbiana y además no son del mismo año, de modo que ... no hay tema... para la cama, pero en las grandes ideas sí que coinciden en grandes acuerdos!
Saber de memoria no es saber de papagagayo, saber de memoria es que Cícero escriba "esteba" del arado y yo, palabra que tenía almacenada en el olvido de 'mi almacén memorístico', la recupere y la active. Esto es memoria personal!
Agradecido por la recuperación memorística de la palabra.
Hay otras que uso, "inclinado", referido a hombre, como tú usas y a zarza de huso como tú no usas... y de otra, que no me acuerdo ahora... las palabras no tienen propiedad sino en el lenguaje humano y el lenguaje humano no tiene valor si copia, sino si transmite: las usamos todos.
Tuviste un Don José; yo tuve un Adolfo; usamos todos de lo mismo.
Corto y pego y hasta mañana:
Rezaban y ayudaban a sus semejantes. Había unas personas que se dedicaban a pedir limosna, comida y dinero, vivían de la limosna y eran considerados “pobres”, no eran muchos los que iban por el pueblo (un pueblo no tiene tan gran economía para soportarlo; en la ciudad eran más, la ciudad permite esconder muchos inactivos… por esto decaerá, decayó Roma…) y periódicamente, cada mes regresaban, se les acogía en casa por una noche, se les daba de cenar y dormían, entre mantas que transportaban a cuestas durante el día, en la paja* del pajar y el perro de casa, que ya se había hecho amigo suyo porque había comido de su pan y chorizo, — el perro es amigo del hombre por interés y el hombre tiene al perro por interés— a sus pies dormía, y a cambio del calor que le daba, recibía compañía humana.
Recuerdo especialmente a Adolfo. Su recorrido era: desde casa iba a Boñar, de aquí a La Ercina, a Gradefes, bien por Valdellorma o por Cistierna y bajaba por el Esla a Mansilla, de Puente Villarente a contracorriente por el Porma y el Curueño, regesaba. Su recorrido era cíclico, como de tiempo lunar, aunque a veces variaba los tiempos del recorrido para la asistencia a fiestas: la gente se mostraba más generosa y la distracción del mundo era diferente y entretenida. El día anterior a su llegada siempre dormía en La C… en casa de mis tíos B… y L… y nos traía noticias de ellos. Siempre dormía en casa, nunca en otra, sólo una noche; llegaba a media tarde y si no había nadie en casa esperaba sentado en un banco de fábrica exterior pero nunca se consideró con permiso para entrar en ella ni aunque estaba abierta hasta que no llegábamos de las faenas; en cuanto nos veía por la calle se incorporaba, cogía un pesado atado de mantas de la que colgaban unas botas de repuesto y entraba, se sentaba en una silla en el pasillo, pocas veces comía algo con vino y más veces se animaba con unas copas de orujo y se acostaba pronto. Hablábamos: —tengo que traerte una guadaña que tengo en Gete de cuando fui segador, je!, siempre concluía. Siempre, cada día, me la regalaba: nunca recibí la guadaña ni lo esperé, pero su promesa, la promesa de generosidad de un hombre que no tiene nada, la llevo guardada en el recuerdo, muy dentro—; siempre decía que tenía un tío obispo en América, je! acababa . Nunca le creí, pero nunca sentí necesidad de sincerarme con él en su contra por ello; me parece un mecanismo de refuerzo a su débil soledad— El “je!” con el que concluía estaba compuesto de comprensión y de risa hacia el mundo, no había en él sentimiento adverso y lo sé porque sus ojos no lo expresaban, o si lo tenía lo había dejado en otro lugar a otro. Cenaba de lo nuestro, pero lo que más le gustaba era leche caliente migada con pan y azúcar, una cazuela abundante de un litro… y no sobraba ni una gota porque por la mañana la encontraba lavada por la lengua del perro y con algunas pajas pegadas. Madrugaba más que el sol; sobre la mesa del pasillo habían pasado la noche la botella de orujo y la copa — el orujo se bebía en pequeñas copas que tenían una línea roja de llenado que como era tan diferente en altura como diferentes eran las capacidades de las copas, la cantidad a verter quedaba a consideración del cantinero y del momento; no habíamos transitado aún por la pobreza de la crisis del petróleo de final del siglo pasado que nos condujo otra vez más al escaso chupito— tomaba la parva y pagaba religiosamente, incluso en exceso —yo creo que en agradecimiento por el hospedaje en el pajar—, dejando sobre la mesa algún duro/cinco pesetas y varias pesetas/céntimos de €. De la misma manera que nunca entraba en casa sin la presencia del dueño, siempre se iba impulsado por su sino sin necesidad de pedir permiso para ello o de despedirse. Pasó un mes, pasó otro, pasó el tiempo y A… no volvió más… pero yo siempre recordaré agradecido la guadaña que me regaló.



Vibot -

Recuerdo haber leído en Salamanca en un libro de Cortázar -creo que era "La vuelta al día en ochenta mundos"- algo así como que, de pertenecer a algún selecto club, sólo le gustaría pertenecer al de los pocos que hubieran leído "En busca del tiempo perdido" de Proust, "Ulises" de Joyce y "El hombre sin atributos" de Musil.
Yo todavía andaba por Proust, pero me propuse inmediatamente pertenecer a ese club literario de Cortázar, que me tenía deslumbrado con su Rayuela y sus cronopios...
"Imponente, el rollizo Buck Mulligan apareció en lo alto de la escalera con una bacía llena de espuma en las manos..." empezaba el Ulises desde mi celda del pabellón viejo frente a la catedral. En torno a los veinte años, cada día me acostaba tarde, borracho de literatura, deslumbrado, mareado, pleno, otro, feliz.
Me acuerdo de todo esto, porque un poco más arriba he confundido a mi querido Urío Bengoechea -que murió no tan joven y de un infarto, en la cama- con Matías Gañán, este sí en extrañas circunstancias.
Me lo ha escrito Domingo Iturgáiz, que fue buen amigo suyo, corrigiéndome el despiste que anoche -adormilado como escribí a esas horas nocturnas...-
Y me dice Domingo que Urío llevaba un blog, cuyo nombre me ha dado. He entrado en "ideas en el aire.blogspot" y he vuelto a verle. Pero, sobre todo, a leerle. Hablabas Javivi, de hacer una estadística-homenaje a todos los que hemos sido enseñantes. Urío sería uno de los buenos. Filósofo natural, enamorado de Platón y de Heráclito el oscuro, defendiendo a los estudiantes, a las mujeres, devanando sus días en noches clarividentes, y sosegadas en su desasosiego, con palabras matizadas y cálidas.
Y hay una foto de un niño de cinco años, que es su hijo, con su misma carita de listo y sus ojos con chispas de bondad.
Un blog ¿puede guardar el rastro de una vida, traernos el aliento y la sonrisa cómplice de tan buenos amigos, de tan buenos momentos perdidos?
En otra de sus entradas citaba a Musil, unas líneas precisamente de "El hombre sin atributos"...
Querido Urío, no sé si leerías también las otras dos novelas, pero está claro que estabas en el selecto club de Cortázar.
Y en este otro más humilde nuestro corazón.

JOSEMARI CORTES ARANAZ -

Chuchi, si quieres un ejemplar del libro EL ÁLBUM DE LAS FOTOS, dímelo y llegamos a un acuerdo ¿vale?
Te espero con besos.

Chuchi. JESUS MARIA GARCIA GARCIA -

He estado malviendo las fotos y peorleyendo su pie del Album de Fotos. Al parecer en el 14 disteis a la luz o a luz un libro impreso con mil fotos. Supongo que me lo he perdido definitivamente. Lo que dice de mi Chema Cortes en la foto 13 me resulta sorprendente y agradable. No sé si era la imagen que él tenía de mi o la que yo desprendía. Lo del flequillo era cierto. Ainda mais, fui peluquero algún tiempo en el cole junto a Oscar y otros que no recuerdo. Pues bien a todos les dejaba flequillo para sufrimiento del P. Cura que me los mandaba otra vez para que se lo trasquilase (esta palabra va para Javivi). Fue mi primera rebeldía al pasar de niño bueno a malo, o a mejor, ¡quién sabe!
Gracias, Chema por tus palabras. ¡Qué agadable me está resultando este reencuentro!

Chuchi. JESUS MARIA GARCIA GARCIA -

He estado malviendo las fotos y peorleyendo su pie del Album de Fotos. Al parecer en el 14 disteis a la luz o a luz un libro impreso con mil fotos. Supongo que me lo he perdido definitivamente. Lo que dice de mi Chema Cortes en la foto 13 me resulta sorprendente y agradable. No sé si era la imagen que él tenía de mi o la que yo desprendía. Lo del flequillo era cierto. Andalucía más, fui peluquero algún tiempo en el cole junto a Oscar y otros que no recuerdo. Pues bien a todos les dejaba flequillo para sufrimiento del P. Cura que me los mandaba otra vez para que se lo trasquilase (esta palabra va para Javivi). Fue mi primera rebeldía al pasar de niño bueno a malo, o a mejor, ¡quién sabe!
Gracias, Chema por tus palabras. ¡Qué agadable me está resultando este reencuentro!

Luis Heredia -

Chuchi, Bienvenido.
Yo soy del 62, del curso de Vibot y de Carlos Jiménez-Cuervas Mons, conocido en el argot paramero como Bañugues, propuesto por mi para darle su nombre al pasillo de la Escuela Mayor ya que tocaba en la Rondalla, tocaba el piano, tocaba salir el primero en clase y salía, tocaba ir a ver al Director y él era el primero, tocaba el balón como nadie y en la piscina era el único que tocaba fondo buceando. Todo lo tocaba menos el pito porque nunca le vi arbitrar un partido. Ahora sigue tocando otras cosas pero nos pasa a todos con la edad. Si la piscina no hubiera sido cubierta realimentándose de los propios escombros de las obras de destrucción del Colegio, entonces yo hubiera propuesto como alternativa denominar ese espacio como Bulevard Bañugues. ¿Por qué te hablo de Bañugues? Pues porque era bajo como tú, en la Escolanía, y a mi seguramente no me conoces y así te sitúo como lo hizo Vibot, gloria también de mi curso y gloria ahora y por los siglos de los siglos.
Después de 9 años de vida del blog, el doble de los años que tú ( y yo porque también ingresé con 14 años) pasaste en el Colegio que tanto nos dio, es una grandísima alegría que compañeros se vayan uniendo para perpetuar la memoria de una institución, de unos Padres Dominicos que pretendiéndolo, “casi nos educaron” y sobre todo, de unos compañeros que presentes o desgraciadamente ausente ya, tuvimos una vida tan en común que aún a pesar de haber transcurrido casi 60 de una separación tan vital como lógica, aquel vínculo aún pervive.
Chuchi, ahora que ya disfrutas de más tiempo libre, dedícate a escribir en el blog. Josemari Cortés no te cobrará nada, al contrario de algunos innombrables que te quieren seguir cobrando por el sudor de tu pluma si sigues por la misma senda de dar a conocer tu sabiduría aún como jubilado. Quizá te pidan en algún momento que contribuyas para el mantenimiento con una aportación de 19 €. Pero es para el mantenimiento de algunos. Si acaso, a quien te lo pida, seguramente será Andrés Martínez Trapiello, del 60, o sea, más viejo y listo que tú, pero tan buen escritor como tú, le pagas 1 € con un billete de 20 € y que te devuelva 19 € en billete contante y sonante.
Chuchi, no desfallezcas cuando llegues al II Cumpleaños del blog. Tira pa´lante y aquí te esperamos con los brazos y ojos abiertos para que nos escribas. De y sobre cualquier cosa.
Un abrazo muy fuerte

Vibot -

"Hubo vida después de aquellos años, aunque nos quedó oculta por el sigilo de las despedidas."

¡qué bien lo has dicho Javivi! porque es verdad que había una demonización de los que se iban. Se decía y aún se dice "se salió", "abandonó la orden", colgó los hábitos", "se secularizó"... y siempre había un matiz culpabilizador en la entonación o en la mirada.
Y no digamos ya de los expulsados, especialmente del colegio, a los que se aislaba del resto en celdas inhóspitas una vez comunicada la expulsión, como si los pusieran en cuarentena de apestados... de modo que aquellas despedidas, a fuerza de sigilosas, eran humillantes y vergonzosas para el que las protagonizaba y desconcertantes para los que permanecían.
Yo recuerdo también sentir cierta admiración por los que se iban a ese afuera, al mundo,
aquel mundo que daba miedo y fascinaba a la vez... "volver al siglo" se decía, como si tuviéramos ya la certeza de estar fuera del mundo...

Me ha gustado mucho cómo lo has contado, Javivi, el tono, eso que caracteriza tanto a cada uno que lo hace único: tus transiciones, tus digresiones (esta vez no), tus latigazos siempre magnánimos. Te leo ahora pero me vuelven tantos escritos tuyos entre líneas...

Me acuerdo de la sonrisa y más aún de la risa de Chuchi, franca y desbordante, como la de su amigo Tejo. Parece que les estoy viendo a los dos al piano (el que estaba en Pantalla, diría yo) componiendo con cuaderno y papel pautado durante varios días aquella zarzuela. Siempre estuvo Jose Ramón muy orgulloso de ella (¿no la acompañó él mismo al piano en el teatro?) y lo recordaba hasta en Salamanca con ojos regocijados... Carlines Tejo, ¿no conservarás tú la partitura aquella de tu hermano con Chuchi?
Y ahora que veo a Selva, que ya murió también -son demasiados y demasiado jóvenes algunos de los que nos faltan, y algunos por suicidio- me acabo de acordar que de yo conservo en casa un poema que me escribió Jose Ramón Urío Bengoechea desde Pamplona hasta Caleruega, o tal vez fue a Las Caldas... Urío, que murió jovencísimo y en extrañas y tristes circunstancias.
Los reencontrados y los perdidos para siempre...