DOS TEJOS Y UN DESTINO
Otro premio para los lectores fieles de este blog en el Agosto de vacaciones. Os trascribo correo de nuestro querido compi CARLOS TEJO. Un abrazo, genio. Querido Jose Mari,
Hoy anduvo por Ribadesella parte de la troupe de la Virgen, lease Julio Correas, Carlos Bañugues… bueno, seguro que a estas horas ya estan dándole al teclado para contarnos, y ponernos los dientes largos, que comieron arroz con bogavante y que saborearon la presencia del padre Pedro. Mi horario laboral me hizo imposible acompañarles, aunque les llamé para darles mi abrazo cuando iban, creo, por el chupito correspondiente al número ni se sabe.
Por otra parte, cumpliendo con el mandato que en su día me dio Bañugues, aunque también es cierto que no me cuesta ningún trabajo transmitirlo, pues eso, pongo en general conocimiento que el Sábado 3 de Agosto a las 20h.30, en la Casa de Cultura de Ribadesella, se presenta el libro escrito por José Luís Díaz y Carlos Tejo: RIBADESELLA EN SUS MANOS. La vida de nuestros padres y abuelos narrada por ellos mismos. Cada una de las 30 semblanzas es una novela única. Conclusión a la que se llega aunque hubiésemos entrevistado a miles. Hay una separata especial para los artistas, literatos y pensadores y ahí dejé plasmados algunos recuerdos de familia.
Por cierto, ese día y esa hora son las mejores para estar de terraza, refresco en mano en cualquier parte.
Antes de dejaros unas pequeñas pinceladas de una de las semblanzas, os transcribo la dedicatoria que contiene el libro, a la que acompaña una entrañable foto de dos críos. Espero me perdonéis de nuevo la repetición.
“A mi hermano José Ramón, siempre de avanzadilla, abriendo camino. Le seguí en los estudios por tierras leonesas. Mi espejo en la palabra oral y escrita. También nos dejó el primero, demasiado pronto”
Esta que a continuación se transcribe es una pequeña parte de lo narrado por esta gran mujer riosellana. Aquí habla de su padre. A todos nos gusta recordar lo vivido de niños.
. ZORAIDA ALAS “CUQUI”
PESCADERA, LIMPIADORA Y TRABAJADORA EN FÁBRICAS DE PESCADO”
Cuenta nuestra protagonista su parentesco con el ilustre escritor Leopoldo Alas “Clarín”. "Mi padre y él eran primos por parte de madre, El apellido Alas era materno en el escritor, ya que él tenía como primer apellido, García, el cual no ponía a la hora de firmar sus relatos". -"Mi padre era de aquí, aunque mi abuelo era de fuera. Senen, mi padre, era el hombre más célebre que parió madre. No le faltaban amigos allá donde fuera. Listu como el hambre, un duru nunca tenía de más,pero célebre…como pocos".
Habla Cuqui de su padre sin ninguna hostilidad, más bien se le intuye una gran simpatía y cierta admiración por aquel, en el fondo, no muy afortunado hombre, a pesar de que, justo al nacer ella, la hija número veinte, él abandonara la casa familiar.
"Tenía mi guelu un huertu en El Corberu, cerca de la Ermita. (lugar alto y de muy difícil acceso en aquellos años.) Mi guelu, como había veniu de fuera hablaba muy “fino”, además trabajaba en una oficina como un “señor”, pues eso, que le trajeron de la aldea “cuchu” (estiércol) para el huertu y se dirigió a Senen: -Hijo, tu, como no tienes nada que hacer, si me subes el cucho a la huerta pues te compro unas zapatillas, que las que tienes ya no te sirven para nada.
-Cómprasmeles pal Domingo pá.
– Si, hijo, para el domingo que viene te las compro.
Así se ve Senén subiendo carretillaos de cuchu desde el muelle a Guía. Pasaron los días y las zapatillas no aparecían por ningún lado. Al exigir el pago de su trabajo, el padre de Senen le contestó: -Hijo mío, ¿No has cenado añoche?, -Si papá. ¿No has desayunado? -Si papá. ¿No estás comiendo ahora? -Si papá. Pues ya está el pago.
–Ah si…ya te lo diré yo a ti.
Entonces, aquel chavalín, que ya apuntaba personalidad, tuvo los arrestos para coger la carretilla y viaje tras viaje bajó de nuevo el cuchu del huerto de su padre al muelle.
Los riosellanos sabemos de sus aventuras, ya de adulto Senen, por las inigualables “estampas riosellanas” que escribió hace más de sesenta años el que fuera cronista de esta villa Guillermo González. Nosotros, cosas de los años, entrevistamos a su hija.
Intentamos que Cuqui nos cuente su vida pero una y otra vez ella vuelve a los recuerdos de su padre.
Aquellos Carnavales de los años 20 en los que él, Senen, era el rey de los disfraces, de las ocurrencias y de las coplas.
Un buen día de Carnaval cogió a su hijo Genaro y al salir de casa le preguntó su esposa que donde iban, a lo que contestó que iban a pintar a casa de un vecino y que llevaba a su hijo para que le echara una mano.
-A les poques hores llega un probe a la puerta de la casa de mi madre, con un angelín de Dios con un sacu al llombu (a la espalda)… -Señora, usted no tendría algo que nos dar, que tamos con fame… ¡Oiga! Esi sacu que trae el críu por qué no lu trae usted… -E que yo toy vieju -Y él e un inocente.
Una hermana de Cuqui que vivía en Oviedo, les enviaba el pan duro que le sobraba de la semana, los sábados por el tren. Y como aun quedaba un trozo, la buena mujer, sabiendo que se quedaría sin nada, entrega el trozo de pan para que aquella criatura saciara el hambre. Pasaron las horas y el pequeño Genaro llegó a casa, sin decir ni palabra y Senén aún se quedó bebiendo en la fiesta hasta entrada la noche. Por fin llegó a casa. -Hortensia, ¿Qué tal hoy?
-Mal, tovía tengo en papu lo de un …
-¿Tos, que ti pasó, reñiste con alguna vecina?
-No que va. La buena mujer le contó lo ocurrido con el pobre y su hijo.
-¿Pero tu tas bien? Le suelta Senén
–¿Por qué me lo dices?
-Cago en tal, ¿tu no nos conociste ni al tu hiju ni al tu hombre?
Lo dicho, cada vida es una novela, siempre mezcla de romance, tragedia, amor, trabajo, conflictos, alegrías… Así me entretuve los tres últimos años, escuchando a las abuelas y abuelos de mi pueblo. Os lo aseguro, no perdí el tiempo.
Un abrazo a todos
11 comentarios
Luis Heredia -
Gente como tú son los que necesitan los ciclistas a borde carretera para dar ánimos.
A Luis no le conociste todavía. Quienes estuvieron contigo fueron José y María. Te falta por conocer también a Pedro.
En fotos puedes ver a "pedalones" si pinchas en el link http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008082500_73_669324__Verano-Peregrinos-ruedas
que publicó hoy La Nueva España.
Nos veremos pronto.
Un beso muy fuerte
Luis
José Luis Alcalde Revilla -
¡¡Qué maravilla de fio, Luis...Enhorabuena, pá ti y pá la muyer!! Prestaríame day un abrazu polazaña, ya que creo tuve la suerte de conocelu en La Virgen pues presentástemelu ¿Nun ye ciertu?
Pero ¡Ea, que paza...zi güerve pá Málaga enzeguía Fabes de plato fuerte y chanquetes de segundu...É una coza única, chavá...!
Prestome munchu sabelu. Cariñinos pa tos vosotros y tengo ganes de davos un abrazu en Caleruega. Veremos como menrreglu, porque tengo bodes esos días del mes que vien, pero yo toy acostumbrau a andar de acá pallá y Caleruega, que ye el piblu de miu má, tá cerquina. Precisamente vengo dallí hoy, tras pasar la Fiestona de los Quintos "Santa Juana de Aza", la Madre del mejor de los Guzmanes. Ya ves que soy dominicu de madre y Padre...Ahora toy solín en casa, porque PPedro tá pá Galicia con un grupo de la Parroquia, y tos los demás regaus por ahi...Lobo en Asturies y Segundo de párracu veraniegu en el su antiguo feudo suizo, jeje...Táse bien solín, nun ye patanto!!!
Bueno, familia, beso y tol cariño de
JOSE.
Luis Teódulo -
Tenemos unos hijos maravillosos. ¡Y eso que no estudiaron para curas¡ jaja
Un abrazo, campeón.
Luis Heredia -
No sé si es otra de mis múltiples chuminadas lo que voy a colgar ahora, pero como La Virgen del Camino nos enseñó a marcarnos retos, quiero deciros que uno de mis hijos se marcó el reto también de subir en bicicleta desde Marbella a Gijón. Salió de Marbella el pasado Lunes día 11 y llega a Gijón esta tarde, si nadie ni nada lo impide, a Los Campinos, Iglesia de San Lorenzo. Cumplió uno de sus más añorados deseos desde que vivimos por estos Mares del Sur desde hace 24 años y mi deseo ahora es transmitir a todos nuestros hijos/as las ganas de vivir, el afán de superación, que el éxito es la AUTOESTIMA y no la competencia ni la competición y que el que quiere, puede. Lo hijos siempre nos superaréis en todo, menos en edad. ¡UN HURRA POR TODOS ELLOS Y ELLAS PORQUE VALÉIS UN RIÑÓN¡
P.D. La vuelta la hará en coche por la misma ruta. Más cómodo, pero perderá la oportunidad de volver a disfrutar de los olores, sabores y paisajes de la Ruta de La Plata.
Macias Micael -
Luis Heredia -
Me encantó el cartel del Sella y me encantó el relato que colgaste. Las dos cosas ya me las habías adelantado a la vuelta de Albares pero hasta que no lo ves o lo lees, no te lo puedes imaginar.
Pero, desde luego, lo que es inmejorable es cómo explicas a nuestros amigos Luis Teódulo y César tu experiencia de ida y vuelta.
Yo también me siento más cercano a César y a ti porque mi experiencia fué, como la tuya, mezcla de falta de intelecto con 11 años y decisión voluntaria e irreversible de no volver la vista atrás y tirar para adelante sobrevolando las murallas de Caleruega a los 18 años cuando decidí abandonar minutos antes de tomar los hábitos. Por eso tengo tanta gana de conocer Caleruega, aunque os parezca una chuminada.
A los 11 años, ya lo conté otras veces, sufrí un trauma al no superar el test psicotécnico de ingreso para La Virgen. Lo pasé realmente mal y me sentí, lo que se dice, una auténtica mierda. Nunca pensé que la vocación sacerdotal se midiese por signos incomprensibles o concatenación de colores o números. Luego me recuperé al ingresar en la Escuela Mayor con 14 años.
Y ahora lo que os quiero decir es que cada uno es un mundo y las experiencias son vitales según cada uno también. Luis T. está en lo cierto, lo mismo que César y tantos otros que lo pasaron realmente mal, por una razón o por otra. César lo tiene superado y estoy seguro que también Luis T. porque de lo contrario no estaría contribuyendo como tan acertadamente lo hace, tan bien, para que este artilugio y la amistad no se pierda. Pero a lo que iba: Resulta que yo lo pasé fatal cuando voluntariamente lo dejé porque era mi auténtica vocación y mi vida. Lo pasé fatal durante los terribles días de reflexión y meditación que se me hicieron eternos aliviados solamente con las largas conversaciones que mantenía con mi primo P.Torrellas, quien me hizo ver que mi sitio estaba fuera. Y LO PASÉ FATAL, Y POR ESO LO RECALCO, CUANDO TUVE QUE REHACER MI VIDA EN MI GIJÓN DEL ALMA, BUSCAR UN COLEGIO, HACER NUEVOS AMIGOS Y SEGUIR PENSANDO DURANTE MUCHO TIEMPO SI HABRÍA HECHO LO CORRECTO O NO PORQUE NADA PARA MI TENÍA SENTIDO EN ESOS MOMENTOS.
Menos mal que me aferré al teatro, al café-teatro, a los corinos de Iglesia y de familia y antes de cumplirse el año de lo que yo pensé que era de excedencia porque estuve a punto de dar marcha atrás y aparecer por Caleruega, se me cruzó por El Muro de San Lorenzo, Pilarina. QUE RAZÓN TENÍA MI PRIMO: Mi vida estaba fuera.
O sea, que en Caleruega nos veremos, pero como os conozco, no me insistáis en que me quede o me ponga los hábitos. No os voy a hacer ni puñetero caso porque así estoy muy bien. PERO QUE MAL LO PASÉ.
Carlos-Bañugues -
Una vez más,el ordenador me la juega.Te había puesto unas palabras en vuestro angelical post y al publicar,"la página Web espiró" y me quedé con las ganas.
Inicio de nuevo para decirte,en primer lugar,algo que sabes de hace mucho tiempo:J.Ramón, además de amigo,era todo un personaje en el Colegio.Era querido y admirado.Participaba en muchas actividades donde destacaba con facilidad.
No tuve la suerte de seguirle en su actividad periodística y radiofónica y eso que ¡estábamos muy cerca!.Sería el destino.Esos años de los que nada supe de él no los perdí del todo gracias a tí,que me has puesto al corriente de sus actividades y publicaciones.
José Ramón era un chico bueno y solidario,con gran iniciativa entonces y en su vida posterior.Yo le apreciaba de verdad.
Tú has seguido sus pasos y demuestras similares capacidades y valía.
El relato lo he releído(como Luis)y me ha parecido que la narrativa es muy hermosa y conjuga la asturianía(tendría buena cabida en los relatos costumbristas y graciosos de Xilimbra).Me encantó.
¿Sabes qué admiro mucho de tí? tu dedicación permanente a tus conciudadanos y a tu comarca.En eso eres un número uno,créeme.Dice mucho de tí,querido Carlos.
El tema de tuestancia en Francia lo desconocía y me tienes que contar esa experiencia con detalle.Me interesa mucho aunque nos has descrito lo más significativo.
A veces se desmorona un tanto mi experiencia con las de alguno de vosotros.Colisionan de frente y me descolocan.¡Es tan distinta!.No voy a decirte nada más sobre la amistad que hemos conservado en tántos años.Luis Teódulo ha descrito con maestría esa realidad que tiene lugar aún sin conocernos.Y haces muy bien Luis en no polemizar bajo el implacable sol de Agosto.Carlos nos cuenta mucho de sus sombras y más de sus luces que todavía hoy alumbran en su vida.Carlos demuestra una gran generosidad con su propio destino y le admiro por eso.
Te debo contestación Luis.Ten un poco de paciencia porque estoy muy liado y no entro hace dias en el blog.
Queridos hermaninos,seguid tan unidos como en dvida de J.Ramón.Se,Carlos,de tu admiración por él.A muchos nos pasa lo mismo y es un honor haberos conocido.
Un abrazo a los dos y a vuestra familia con todo mi corazón.
benjamín díaz gutiérrez -
Luis Teódulo -
Yo venía a refugiarme en tu portal, consciente del peligro a que me habían sometido sus certeros disparos.
Lo curioso del caso es que, mientras ejercitaban el tiro de su verbo poderoso con maestría, yo sonreía, me venía una risa tonta de verlos tan aplicados en su trabajo. ¡Y mira que lo hicieron bien¡ Quiero decirte que no me venía sentimiento alguno de rencor por disentir con ellos en algunas cosas. Que en otras, lo reconozco, iban sobrados de razón. Todo lo contrario, los aprecio mucho más y sé que nada me impedirá algún día abrazarlos con toda sinceridad.
Es curioso, digno de un estudio, estos afectos juveniles reconquistados. Aquellas experiencias comunes nos unen ahora después de tantos años y ya no es necesario decirnos muchas cosas para comprendernos.
Interesante tu experiencia francesa. Y ahí sí que se notaba una diferencia con lo que nos pasaba a nosotros -con lo que me pasó, al menos- cuando nos decidíamos dejar la vida monacal.
Pero es agosto, Carlos, y con estos calores no apetece el debate.
Voy a terminar siendo positivo, por una vez, al menos. Lo mejor que veo yo de todo esto es la cantidad de buenos amigos que van surgiendo. Y la cantidad de gente que salíamos de allí con aficiones literarias, no satisfechas del todo por algunos. Ya se ve que otros fuisteis más decididos, más competentes o más afortunados.
Creo, Carlos, que de aquellos años compartidos llevamos señal, un distintivo que nos anuncia, aunque nosotros no seamos conscientes. Es ilusionante esta corriente de amistad que nos ampara, aunque no nos conozcamos personalmente, pero venimos de idénticos campos de batalla y es fácil entendernos.
Me alegró conocerte, Carlos. Un abrazo.
CARLOS TEJO -
Hiciste que salieran al tapiz los mejores luchadores. Otros hacemos de espectadores y admiramos la rivalidad deportiva con que la que expresáis vuestros pareceres.
Tengo que reconocer que me siento más cerca del pensamiento de César Álvarez que de otros muchos expresados. Una diferencia; yo no titularía nunca un artículo : INFANCIA PERDIDA. (César, el poema ya lo he leído cuatro veces y me sacude el pensamiento en cada ocasión)
Vuelvo contigo, Luís. Esta vez salto al escenario para contaros el porqué no tengo ninguna herida proveniente de la Virgen del Camino.
Era el año 1966. Las anginas me llevaron a casa en aquellas Navidades para ser operado. Cunado me encontraba convaleciente, una carta con membrete del Colegio de la Virgen del Camino, anunciaba a mis padres que, debido a mis escasos dotes estudiantiles debía quedarme en Ribadesella. Sin otro aviso que esa carta, se truncaron, de momento, mis ilusiones misioneras. Terminé el año escolar en la escuela pública y me di cuenta de todo lo que había dejado atrás. Aquí, en Ribadesella encontré la pobreza en la enseñanza, en los medios y nada de suplementos teatrales, musicales, literarios etc.
Mi cabezonería me llevó al año siguiente a encontrar un hueco en un seminario en Francia. El pueblo se llama Saint Pé, y está cerca de Lourdes. Seminario del siglo XVI, Instalaciones deportivas cero. Dos dormitorios, con aulas de 100 camas cada uno. Claustro hermoso, como la iglesia, del siglo XIII, casi casi como los profesores y las enseñanzas que se impartían. Estaba en la Francia libérrima del siglo XX y aquello, para un chaval de 15 años, no había mejorado en nada lo que había quedado atrás, en León. Cuando al cabo de tres años, aquí si estuvo la diferencia de trato, y yo me había transformado en un, por qué no decirlo, excelente estudiante, les dije que mi vocación sacerdotal se había esfumado. El Superior de aquel seminario me dijo entonces: Nos diste los mejores años de tu juventud, ahora te queremos ayudar. Dinos qué quieres estudiar y donde, y nosotros te daremos alojamiento y manutención. Fue así como estudié Bellas Artes en Toulouse, mientras me alojaron en un moderno seminario de esa ciudad, dando a cambio clases de español y haciendo de vigilante de dormitorios y estudios, también de monitor de atletismo
Quiero decir con esto, que sí lloré cuando aquella injusta carta de las Navidades de 1966. Quiero añadir, esto va para el amigo César, que la razón añadida y no dicha, fue la económica, pues, debido a la enfermedad de mi padre, que nos dejaría en el año 1968, se había dejado de pagar las dos cuotas de mi hermano y mías, y claro, la cuerda se rompió por el lado más débil, y ese lado era el mío.
Con el paso de los años conocí a gentes de nuestra edad que en nuestra época estuvieron internos en colegios, no seminarios, tanto en España como en Francia. No encontré a nadie que tuviera el sentimiento de haber vivido algo grande y especial. Ese sentimiento que si encuentro en los alumnos de la Virgen del Camino, aunque no todo haya sido de color de rosa.
Esa diferencia, amigo Luís, es la que me hace que no guarde ningún sentimiento agrio hacia aquel lugar, y aquellos profesores (unos críos) . La balanza se inclina, será por el bálsamo del tiempo, a favor de lo mucho y distinto recibido y de las amistades que conservé.
Un abrazo
Luis Teódulo -
Es curioso, pero esas vivencias nos marcaron demasiado. Y después de tantos años venimos aquí a compartir experiencias que sólo se explican en estos territorios, tan lejanos en el tiempo, pero tan próximos en vivencias similares.
José Ramón y los que nos dejaron primero, no se fueron del todo y los que quedamos aquí andamos negociando ausencias como podemos, que en nuestro recuerdo y en nuestro corazón siguen vivos como siempre.
Un fuerte abrazo, Carlos, en este agosto solitario.