EQUIPAZO
Recibo esta fotografía de la colección de nuestro compañero Leónides Salvador. Me parece un equipazo. ¿Quizás en las praderas de Quintana de Raneros?. Recuerdo que todos los miércoles preguntábamos ¿hay paseo? y casi siempre había paseo, aunque cayesen chuzos de punta.
Equipación de invierno, normalizada (camiseta de tirantes, jersey de pico, camisa, hasta corbata) con publicidad para recoger unas perrillas. Reconozco a Palomo, Trapi, Baudilio, Lónides, Elías y Medarde "el Mocé" (disculpadme los demás). Todos eran admirados por mí, compañeros del curso de mi hermano mayor Andrés, todos tan mayorones...espejos para mirarnos los del curso siguiente. Por eso mi yeguada es la mejor, por fijarnos en vosotros.
Un abrazo para los diez, seguramente el portero hizo de fotógrafo o estaba en la cola de la merienda.
4 comentarios
Javier del Vigo -
Nunca fui yo cronista de partidos de futbol. Y ahora non ho l`etá, cariñín. Pero ya lo relató Josemari: un equipo el vuestro sin portero. Como un jardín sin flores! Y presumo que ni era en Quintana Raneros siquiera. Que este equipo mal-metió en el viejo Trobajo, cuando Trobajo era un pueblín junto a la "capi". No en este Trobajo, barrio moderno de la ciudad de León, no.
Vamos, un equipo de miseria!
Andrés Martínez Trapiello -
¿Presumir de equipo? Hasta con corbata...
Y no seré yo quien dispute el cetro de Gran Cabrón a nadie.
Javier del Vigo -
¿De qué pluma, dí, quieres tirar con esa reminiscencia del "jersey amarillo", eh?
Yo nunca tuve uno de ese color. Que levante la mano quien lo tuviera, hecho o comprado por las manos de su madre... Que la levante! Ya no voy a pedir que apunte, acusica, a aquel otro que se lo enfundó; ni los vericuetos por los que se produjo el cambalache. No!
Pero, Andrés, no eres trigo limpio. Más pareces cizaña. O un cabronzuelo magno. No sé...
Otra cosa: aunque el equipo que lucís en la foto de este portillo fuera bueno, -que no lo voy a discutir-, ni se os ocurra compararlo con el que brillaba más que el sol, ¿verdad? Aquellos Julios (dos: el portero, de la tiza y el delantero, justiciero hasta metiendo goles), aquel Domingo Iturgais (presente en todos los equipos), aquel Oscarín (tieso y rápido siempre), los primos -desaparecidos- de Béjar (José y Fernando), Quique Muñiz, Javi Muñiz, Montenegro (otro "missing" por estos foros), José Manuel Bandera, el mismísimo "furriel",...
No he de seguir, no sea que abrume al resto de las añadas y sus tengais que ir al muladar, a soltar la lagrimita...
Por prudencia, nada digo de los aires futboleros de Chema y míos; pero como sigáis queriendo lucir equipo, un día de estos os canto las excelencias en el regate de ambos; preferentemente, las mías.
Y fijarse qe hace tiempo no nos cuenta Mariano, el de Villajoyoya, cuándo metió el último gol... Porque ahí donde no lo leeis, es de los pocos ue la sigue metiendo; y no se da "pote" ninguno... Bien es verdad que ser, ser, no era de nuestra yeguada; pero tengo un documento privado donde se nos vendió por un puñado de lentejas y un paqute "celtas".
Andrés Martínez Trapiello -
Ese jersey en pico de lana, había sido tejido por manos maternas expertas en ese quehacer, y trenzado en horas sin televisión que daban pié a tertulias familiares. Posiblemente, algún hermano mío había contribuido, con la madeja entre las manos, a engordar una bola de lana perfecta que componía mi madre, y que facilitaría el entrelazar el hilo que iba dando forma al jersey.
También el perfume a guiso, del que se había impregnado por reposar en ratos muertos sobre la mesa de la cocina. Le costaba desprenderse de aquél aroma, y en aquellas camarillas, al deslizarlo por la cabeza me trasladaba a casa de mis padres, a la cocina.
He recordado otro jersey, amarillo