RECUERDOS DE VILLAMANÍN
Nos los trae hoy José Manuel el "Pitu", al que no voy a obedecer y respeto la imagen del chavalín que aparece en el centro de la fotografía. Creo que es un pastor de la zona, el Jefe de estación o el Alcalde del Municipio. Sea quien sea, es carne fresca, barriga incipiente y pechos que se intuyen.
José Mari,
esta foto es para los nostálgicos: No sé si tú vacacionaste en tiempos del colegio en Villamanín, por allí anduvimos muchos como las cabras subidos a los riscos. Seguro que muchos la ecordarán. La hice el día de S. Froilán de este año, hace nada,paré a comprar chorizos en Ezequiel y vi al fondo el "PICU EL FRAILE", el rocoso, y a la derecha el "PICU LA MATA", creo. No se ve el monte de venus que queda más al fondo. Antes de colgarla, si lo tienes a bien, deberías hacer dos cosas: Una, esperar a que pase el furor de los últimos acontecimientos, Villava ..., y dos, si puedes, eliminar la figura apuesta del chaval que aparece en primer plano, más que nada por no despertar envidias, la carne es flaca; además, algunos pensarían que chupa cámara y espacio público. Si álguien se atreviera podría ser un lugar de reencuentro para tirarnos al monte.
Un abrazo JOSE MANUEL GARCIA VALDES [jmanuelgv@educastur.princast.es]
18 comentarios
Olano -
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Un abrazo
Olano -
Dos líneas y alguna más, para comentarte que lo de la jubilación va, - y ha ido-, muy bien.
El martes estuve por el Instituto y fenomenal, no como tú que sales pit(u)ando... Vas con otra tranquilidad y además das un poco (o un mucho) de envidia al personal. Tú te espantas porque acabas de jubilarte y aún tienes el coco allí. En mi caso es distinto porque ya estoy de rebote. El año pasado me sirvió para hacer una separación de funciones. Yo cuando voy no soy el orientador, soy como usan los profes universitarios, un emérito, ¿lo entiendes? Entonces cuando vas, te tomas un café, saludas a los viejos, aconsejas al nuev@ orientado@, contrastas con la dirección, despachas con el conserje, la secretaria O sea, que te das un paseo y encima disfrutas -como si fuese julio- y te dices: ¡Qué majos todos ! Por lo tanto ya sabes, deja algún tiempo, disfruta en otros menesteres y luego igual vuelves de emérito (por si acaso no tires los apuntes). Mientras también para aprovechar el tiempo podrías dedicarte a hacerle un diagnóstico al mudo (dile que te mande dibujos ). Tú verás. Bueno, pero cuídate. Xabier.
PD o PS (vete tú a saber): Sobre el pico del Fraile Cirauqui ya te comentado con creces. Yo no tengo ninguna anécdota, será que los de nuestro curso éramos más normales. Por cierto , aquí hay bastantes picus y de momento a pesar de ser un jubilata siempre que puedo/podemos seguimos subiendo más picus.
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Me estoy imaginando a los que te acompañaban partiéndose de risa mientras rodaba, seguro que no era por la desgracia sino porque es muy gracioso ver cómo los demás se parten la pierna.
Gracias por tus recuerdos, espero que aquellas heridas hayan quedada restañadas.
Me temo que Argüeso y alguno más que no nombro,dado su silencio, fue uno de los que no llegó a la cumbre.
Un fuerte abrazo, menos para el mudo.
Javier Cirauqui -
Desde que he entrado en el blog, hubiera deseado participar en todos los frentes que se presentan, pero no me da tiempo; todo va demasiado rápido para mí.
Además estoy muy ocupado con mi trabajo. Contra más crisis menos trabajo. A mí me pasa al contrario, contra más crisis más trabajo.
Hace unos días he leído Recuerdos de Villamanín de José Manuel "EL Pitu" y me hace mucha ilusión aportar las vivencias que tengo de nuestra estancia allí.
Recuerdo nuestro viaje en el tren, siempre con la cabeza fuera o en la plataforma del último vagón, los fuegos de campamento, los partidos de fútbol y juegos del pañuelo y otros en el campo del pueblo, al atardecer.
Pero sobre todo recuerdo esa subida al Pico del Fraile, que para mí fue muy especial.
El primer o segundo día de llegar a Villamanín y en uno de los ratos libres nos fuimos al monte que estaba al otro lado del río del lugar donde estaba el albergue. Sino recuerdo mal ibamos, Egea, Arrue, y creo que también Javier Martín y por supuesto yo. Estuvimos pescando o trasteando por el río y subimos hacia un bosquecillo a coger avellanas, que por cierto estaban muy verdes.
A la bajada nos metimos por un pedregal y me resbalé cayendo hasta la orilla del río, con diversos cambios ded posición, hacia arriba, hascia abajo y hacia medio lado. Me caían piedras de todos los lados y gritaba
a los de arriba. !!mierda, no tireis piedras, pararos!!
Según bajaba reptando y arañando las piedras, pasaba el tren, paralelo al río, y los viajeros me gritaban animándo a ponerme de pie. Guaje,¿qué Haces?. ¡levántate¡, ten cuidado, y yo en mi trayectoria descendente contestaba: ¡que no puedo, jobar¡. Así hasta llegar a la orilla del río como un cromo, lleno de heridas, golpes y arañazos. Al poco rato bajaron y vieron que estaba vivo y cabreado. Poniendo en práctica los consejos que nos daban sobre primeros auxilios quisieron llevarme en parihuelas, entrelazando las manos entre dos, pero al momento vimos que era más práctico que fuera andando, pues así me dolía todo el cuerpo.
Llegamos al albergue y me curaron todo, me dieron alqún que otro punto. A la noche siguiente, tuve fiebre alta,y muy a mi pesar me tuve que quedar en la cama, mientras los demás iban a bañarse o a corretear por el monte.
Dos días después era el día elegido para subir el Pico del Fraile, como colofón y casi final de nuestra estancia en Villamanín.
Yo no estaba bien, pero me resistí a quedarme solo y me uní con todos a la sublime escalada del Pico el Fraile. Se me pegaban los pantalones a las heridas y hacía un calor agobiante.
Pero creo que la mejor manera de recordarlo es leer el artículo que escribí a la bajada del Pico del Fraile y que cuenta tan grata experiencia.
Este relato fue publicado en la Revista Camino de Noviembre de 1964, en la página 7 y en la Sección Escribiendo, Está firmado con el seúdonimo de Mirador, que era uno de los seúdonimos, que me hizo adoptar el P. Iparraguirre, con el fin de que no se repitiera en la misma revista, dos artículos con la firma Cirauqui.
Lo del Mirador viene del mirador que había en la casa nativa de mi familia en Burlada.
El artículo dice así, (lo trasladó todo porque no se pasarlo desde el ordenador):
AL PICO DEL FRAILE
UNO,DOS, TRES... ¡UFF¡
-¡Como cuesta subir tu dura pendiente¡
Tu enorme cabeza me parece cercana. Como si de un salto pudiera llegar hasta tu
cumbre.
Roca y más roca. Sudor, cansancio... En tí, todo es áspero y seco. Fraile.
Ni tu ingente capucha monacal sirve para darme un poco de Sombra.
¿Para qué subir? Ni siquiera
tienes agua para calmar mi sed.
- ¡Calla¡ No juzgues. Tengo una torrentera de aguas profundas. ¡Sube¿ Yo te diré donde escondo tu manantial.-
-----------------
-Gracias, Fraile y perdona.
No eres como te juzga la gente, duro y áspero, en tí no todo es seco. Tienes palabras de aliento en la subida: agua que saltas hasta los hombres, derramando vida eterna.
Gracias, Fraile, criticable por fuera, pero, por dentro, mundo de Dios.
Desde aquí se hace más rápida la ascensión a tu cumbre. Mäs dulce, más llevadera y, también, más empinada.
El cielo y las alturas hay que ganarlos.
Sólo unos pasos y ya estoy en tí: en tu enorme capucha de tela, en tus ojos de cielo y carne que miran al infinito.
Por fin he llegado hasta tu cumbre.
Cerca del Señor, más cerca, ¡mucho más cerca,¡mucho más cerca...¡ En las alturas,... cerca, ¡muy cerca¡
-------------
¡Gracias, Fraile, por todo¡
por el agua
por tu cumbre
por tu altura
¡Gracias, Fraile, PICO Y HOMBRE.
Mirador.-
Todo lo que digo tiene su razón de ser pues alguien descubrió un manantial poco antes de llegar a la cumbre en el momento que más se empinaba el Pico del Fraile.
Lo de cerca de tí es porque una vez llegados a la cumbre y entonado por el P. Torrellas cantamos el Cerca de Ti Señor. No sé si desde el Pico se veía el mar pero nuestro mcanto se oía hasta en Gijón.
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Siguiendo tu indicación he revisado las fotos de "Por los campos" y he visto que hay varias que dejan constancia de que fueron muchos los aguerridos montañeros que subieron al FRAILE o que se hicieron una foto en cualquier peñasco y ahora dicen que era el Pico el Fraile. De cualquier modo, casi no ha llovido desde entonces pero aún queda algún recuerdo. ¿Qué tal llevas el júbilo de la jubilación? Yo estoy encantado. Ayer fui por primera vez por el Insti y creo que tardaré en volver.
D. Luís, no puedo responderte de porqué le llaman el Picu`l fraile ¿No estará enterrado ahí algún inquisidor dominicano? Vete a daber.
Un abrazo para todos, menos para el mudo.
Olano -
PS. Ya te he identificado en las fotos antiguas. Sigues con el mismo "frequillo", no como algunos que ya lo perdieron de tanto estudiar... Un abrazo. Xabier.
Cristina -
José Manuel, con todo el respeto,creo que no debes stresar a Luis, he visto que tiene la sensibilidad a flor de piel y a la mínima de desmaya.
Del mudo no diré ni mú, no vay ser que....nada, nada.
Un saludo.
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Tengo la impresión de que son muchos los que han estado a la sombra del Picu`l Fraile pero no han subido por eso callan. Era normal intentar subirlo dos o tres veces pero eran pocos los que llegaban a contemplar desde la imaginación ese mar cantábrico que estaba a 150 Km. Durante el tiempo que permanecíamos en Villamanín hacíamos vida de "machos cabríos" por no decir lo otro, y me refiero a que hacíamos la vida por los montes como las cabras y sus machos. Es cierto lo la pesca, pero no la esquilmamos nosotros, los nativos sabían latín en eso de pescar furtivos.
No sé nada de la caja, de aquélla, sí sé de la caja B de PP, sé que no sé nada, cabe cantarle de "¿dónde está la caja matarilerilerile... ?
Un abrazo para todos menos para el dichoso mudo, que ni habla, ni escribe y, me temo, que ni piensa, pero toca las boulins.
Luis Heredia -
Por cierto, es el día de hoy que nunca supe por qué se llamaba Picu El Fraile. No me atreví a preguntarlo nunca en las tres ascensiones que hicimos, ni a la bajada, por no pecar de ingénuo tratándose de Dominicos.
Luis Heredia -
José Sánchez -
Cristina -
Es agradable empezar la semana leyendo estas tus odiseas, despues de los acontecimientos tristes de la semana pasada, no he intervenido porque creo que no debo inmiscuirme en sentimientos dolorosos, no participo en ellos, pero me dan pena igual.
Tampoco he felicitado a todos los galardonados, me parece tambien que es entrar en algo privado, que no me pertenece, aún así, me alegro mucho.
A Marcelino le conozco de vista, debimos de coincidir tomando sidra en algún sitio, igual un día me atrevo y le felicito en persona, ya veré.
Bueno simpatico, espero seguir leyendo la saga de tus aventuras y desventuras,"tus vaidos de lo terrenal", me hacen reir muchisimo.
Un saludo.
Luis Heredia -
Después de esta lipotimia vinieron muchas más. Podría haber sido la antesala de la Santidad, piensas ahora, pero bajas a la tierra y dejas de levitar en segundos cuando te enteras que en tu familia todos padecemos de tensión baja.
En el Colegio más de una vez aparecí en las letrinas - sí, letrinas y no váteres- por dejarme llevar de fiebres altas cuando tienes anginas. De la visión que tenía al recuperar la consciencia y bajar de la levitación, vale más no recordarlo. No obstante Fray Francisco y saber que ya había pasado el turno de limpieza diario me tanquilizaba mucho.
Por cierto la última lipotimia que tuve la pasé con Bañugues, Javier Urbano y sus Santas en una cafetería de Avilés en Dic. 2.007. Siendo consciente de que iba a ser insconsciente en cuestión de segundos, me disculpé para ir a los servicios, que ya no son letrinas. Dada mi experiencia y viviencias anteriores, preferí dejarme caer en las escaleras.
Aunque te parezca mentira, esta lipotimia no me abrió las puertas del cielo, sino que me las cerró momentáneamente, pues parece que con el número que me tocó aún estoy en lista de espera.
Cristina -
El final del relato parece el teledirario: así fue y así os lo he contado.............pasamos a los deportes, ja, ja,ja...que bueno
Angel-Luis Martínez García -
Despues lógicamente a pescar.
Besos
Luis Heredia -
(Las gracias no me las des ahora sino después de la publicidad)
Hablando y viendo Villamanín, os cuelgo un comentario que hice en Agosto del 2.007 al hilo de seda de la pesca furtiva en Villamanín cuyos autores del desastre ecológico ý cambio perpetuo de la fauna pluvial habían sido Alfayate. Vieites y Angel Luis.
Menos mal que no les dió también por bajar en piragua el Descenso del Sella. No sé que hubiera sido de Carlinos Tejo en estos momentos.
"Recuerdo con cariño el comentario de las truchas. No este del blog acompañado de documento gráfico para la posteridad que, por fin, me ha sacado de dudas.
Cuando los de nuestro curso fuimos a Villamanín, nos aseguraron tres acontecimientos inolvidables para nuestras vidas:
1.- Íbamos a pescar truchas a mansalva.
2.- Íbamos a hacer alpinismo al Pico El Fraile. Creo recordar que el P. Torrellas nos decía que desde lo alto del Pico se vería el mar..Cantábrico.
3.- Íbamos a bañarnos en un río pero en una zona acotada que se asemejeba a nuestra piscina del Colegio.
Nos metieron un carrete como la copa'unpino.
1.- El río ya estaba esquilmado por unos desaprensivos furtivos que habían albergado el año antes.
2.- El alpinismo consistía en una caminata de mil pares de cojones hasta lo'altoel picu, con un sol de los mismos pares. Algún ingenuo que no conocía el mar preguntó:- ¿Dónde está el mar?. Algún cachondo, posiblemento yo, respondió: - A 150 Km. pero como la marea está baja no se distingue desde aquí. El P. Torrellas culpó a la bruma y neblina la falta de visión. Como era tan bueno, está disculpado, aunque las leyes de la física y de la astronomía no estuviesen de su lado.
3.- La zona de baños, en efecto, se asemejaba a nuestra piscina; a lo largo, a lo ancho y a la cantidad de gente que nos bañábamos. Descubrí que la temperatura del agua podía pasar del calor al frío en 24 horas y que éramos el foco de atención de las lugareñas, a pesar de nuestro destino.
Una anécdota más: Fué la primera vez en mi vida que sufrí una lipotimia.
Antes de desayunar, íbamos a Misa. Yo me concentré tanto en el Sagrario, la Eucaristía o el Cáliz que, os juro y no es broma, ví la silueta, el rostro de Jesús. No sé si por producto de la imaginación o del ayuno, el caso es que caí como un "sacu patates". Lo siguiente que recuerdo es estar en la cocina tomando un tentempiè, nunca mejor dicho.
Así fue y así os lo he contado.
Besos y abrazos a todos."
samtiago rodriguez -