Dedicatoria de J. M. Criado en 1963
Compruebo y aplaudo que César sea un muchacho disciplinado y que acate mis órdenes sin rechistar. En el anverso de esta fotografía que ha conservado de los compañeros de 2º curso y clase B en el que estaban José Manuel Criado y César Alvarez aparece la dedicatoria y firma de José Manuel a su amigo César. Regalo que un amigo hace a otro amigo en 1963 y que adquiere su auténtico valor en 2009. ¡Qué curioso!
César es el cuarto por la izquierda de los que están de pie y José Manuel el octavo de la misma fila.
Gracias amigo César por haber conservado esta prueba de afecto.
Susssórdenes mi Furriel; apreciado amigo José Mari, aposentado y con la calma y placidez que proporciona estar de nuevo en casa, sin más compañía que la rutina y la resaca de vivencias de los 3 últimos días, empiezo por enviarte copia de la foto dedicada por José Manuel Criado en el año 1963 y que me sugeriste te remitiera para colgar en el blog.
Se dice que el tiempo pone a cada uno en su sitio y esta es la prueba que lo autentifica. Como ya conté personalmente y también a través del blog (por la intervención del PPedro) apenas conservo nada de aquella etapa de mi vida, salvo los recuerdos que estoy recuperando a través de todos vosotros y cuatro fotos en blanco y negro: Una con mi padre, que supongo que se tomaría en la fecha de ingreso, a la entrada del Colegio, otra de una visita de mi hermana y su marido en viaje de novios en 1962, la 3ª donde aparezco solo, arropado por la sombra de dos abetos o algo parecido y la 4 con compañeros de curso, dedicada por J.M Criado.
Del tiempo posterior a la salida del Colegio, recuerdo que seguí utilizando el albornoz hasta hace poco tiempo, por ese afecto solidario de haber compartido tantas batallas y soledades y también porque, además de un símbolo de superviviencia, era de la talla apropiada a los 90 kgs de mi estado actual; no conservo boletines de notas de calificación, cartas, etc. ni otras huellas visibles, salvo estas 4 fotos, que comparten espacio con carnets viejos, pasaportes llenos de visados y un variopinto abanico de nombres de aeropuertos y aduanas a las que me llevó mi trabajo de otros tiempos.
Hace algunas semanas y al revisar y ordenar papeles viejos, tropecé con las fotos y al echarles un vistazo, ahora que vuelven a tener sentido e importancia, vi la dedicatoria y casi me da un yuyo; hacía pocos días que José Manuel se había ido y fíjate de que manera, se instalaba de nuevo y para siempre, pues era José Manuel Criado el autor de la dedicatoria en 1963 y fue también él, en 2008 quién me localizó, ayudado por Santiago Alfayate y Manuel Arango, después del encuentro que celebrasteis por todo lo alto en la Virgen del Camino y donde aún conservaban algún recuerdo de mí.
Parecerá una chorrada pero, en mi caso, te puedo asegurar que son estos detalles los que me animan, empujan y me aportan las emociones e ilusión que dan sentido a la vida y por esa misma razón llevé la foto conmigo para, además de comentar el hecho, buscar la forma de hacer partícipe a la viuda de José Manuel.
Un fuerte abrazo. César Alvarez "Loseiros"
4 comentarios
Maribel -
No le olvido ni un sólo día.
Besos,
Maribel
Loseiros (César Alvarez) -
Lo del albornoz fue un contratiempo tan gordo que tuvieron que realizar un pedido directo y especial a Barcelona y en el encargo, creo que se olvidaron de mencionar la talla y la edad del destinatario; no se recibió para la fecha de mi ingreso y el paquete (como el jersey de Isidro Cicero) lo recibí algún tiempo después. Era confortable, grande y tan majestuoso que me cubría todo el cuerpo y aún sobraban como 20 cms de cola y me hacía sentir como un principe, ostentación que disimulaba plegando en el cinturón y dejando como capa protectora hasta los tobillos; desconozco la razón pero lo conservé muchos años como una especie talismán de la buena suerte y, para que no se deteriorara, casi nunca lo utilizaba para secarme sino como prenda de tránsito del baño hacia fuera y viceversa: quizá por el tamaño, por costumbre o por esas razones desconocidas que nos mueven sin saber porqué, me duró hasta pasados los 45 años.
Andres Martinez Trapiello -
Luis Heredia -
Qué cantidad de pequeñas cosas guardamos para hacer felices a tanta gente despuès de tantos años.