EL FLEQUILLO DE JESÚS
Antes de perder el flequillo, Jesús Herrero tenía flequillo (y hasta onda sin h). Y esto que puede pareceros un obviedad...lo es.
Vedle en su "celda" de Las Caldas de Besaya, donde reconoce haber perdido el flequillo, haciendo que estudia filosofía, pero me ha confesado que realmente estaba leyendo Las Florecillas de san Francisco.
¿Quién fué el fotógrafo de la instantánea?
Pipa en mano, recién afeitado y masajeado con Varón Dandy, bien peinado, desayunado, porte elegante, grandes manos de buen pintor.
A su izquierda el flexo de los Teatros leídos, encendido. Colgado a la pared uno de sus dibujos con dos aperspectivos jarrones. Silla dura, mesa escasa.
He pedido a Jesús que comparta con nosotros dibujos, bocetos, etc. que conserve de aquellos años mozos; él insiste en que "aquellos originales eran terribles" y en contrapartida me ha enviado una felicitación navideña "un dibujín de ahora" que os guardo para fechas próximas a los días más entrañables del año, al menos en mi caso y en mi casa.
El último recuerdo que conservo de Jésús Herrero aparece en Caleruega, le veo con el hábito encintado al cinto, el escapulario no sé dónde, fumando un extralargo mentolado y pintando un mural grande, en mi cabeza aparecen unas figuras de monjes o santos, estilo románico con mucho brillo...tenía la mirada triste.
Era otro genio. ¿Y hoy?
14 comentarios
Vibot -
Decía yo entre mí: dónde andará Javivi que no me echa un capote en este trago. Siempre nos iluminas con ese tierno bisturí de Doctor-Vida diseccionando certera y campechanamente nuestras cosas del día. Y hasta de mucho más allá.
También he echado mucho de menos a Bañugues. ¡Y ahora leo que estás malito, corazón. Mecachis en la mar! No dejes encerrada la guitarra, no entristezcas a Marce, allá en su cielo. Tienes que practicar para esa cena de Madrid en la que espero verte. ¿Me lo prometes?
Muchos besos y abrazos, cúrate pronto, con tu mente puedes.
Santos(SSS), cúanto tiempo sin saber de ti. Tu nieto ya estará echo un mocín. Te debe tener embelesado. ¡Con lo que me gustaban -a mí y a todos- tus intervenciones! Anda, escríbenos algo de lo tuyo. ¡Muchos besos y abrazos!
Jesus Herrero -
Bueno, ya que sacas el tema, sí que nos hemos liado un poco, sobre todo con los redondeles de la vecina. Pero ha sido por desconocimiento, no por mala intención. Lo de los sudores también lo entiendo, de hecho lo he sufrido en mis carnes cuando al sujetar con la mano uno de los redondeles de la vecina descubrí mi flequillo allí en medio. Imagínate que situación. Y yo sin saber que hacer; porque claro, no te puedes largar, más que nada porque pueden pensar que eres un maleducado. En fin voy a por el brandy.
Javier del Vigo -
Javivi no tiene agujeros pa txapela ni txapela pa agujeros. Vaya, que no está el horno pa bollos! Ni preñaos ni despreñaus.
Jesús, te veo impolluto en la foto y metafórico en los textos, muy metafórico; pero confuso de ideas, aunque Federico diga que eres como una pulga cojonera.
¿Eres de letras o pirograbador chalao? Lo que sujeta cualquier cosa, -carne pescado o redondeles- es un sujetador.
A ver, repite conmigo: su - je - ta - dor. Así, pronunciando alto, claro y acompasado. No sea que Andrés, algo teniente desde que anduvo con una garrapata (ni tú, Jesús, ni tú, Esteban, os habíais metido en este Hospital de Locos aún) oiga sólo la parte central del vocablo (para los de ciencias, jeta) y piense que le increpas, o le insultas, o...
¿Imaginais que, en su cerebro, batido por las mil tempestades a las que la vida le llevó, se haga una tortilla (¡española!, of course) con las sílabas y entienda que, además de "jeta", le pides "sudor" vete a saber de dónde...? ¿Ni fruto de a saber qué esfuerzos inconfesables?
En fin, queridos. Os veo mal, Andrés y Jesús. Os armáis cada lío mental que ni Julito Correas es capaz de interpretar ni mucho menos traducir al idioma del otro imperio. El de los jesuitas, quise decir. Pimpi ¿no era un piloto holandés errante? Lo tengo decidido: llamaré a algún exorcista, os saque el maligno. Andáis cada día más liado con la saga Trapi; con los ventanales,si hay que pintarlos redondos o multiformes;con los grabados; con los palos aquí o con los quítame allá esas pajas... En verdad, en verdad (qué reminiscencias, compañeros!) os digo que alguna lectura piadosa os vendría bien.
Os recomiendo un par de libros; uno ya está listo para leer. Es como aquella "bonita canción que lleva por título" Bestiario románico en España. Que nadie se de por aludido. Las bestias de ese libro están guardadas en iglesias y monasterios. No hacen daño, no muerden, ni ladran ni hay que colocarles sujetador alguno. A lo sumo, a algunas bestias hay que "apearlas" -que nadie se de por aludido, tranquis-porque las piedras también enferman de tabardillo o esa enfermedad que diagnosticó Isidro a los apóstoles de aquel santuario en la Paramera... (Perdonad, que yo también voy entrando en alhzeimer: ¿era tabardillo? ¿el tabardillo es redondo? ¿hay que sujetar mejor los colosales bronces de aquel santuario?)
Ah! un consejo: leedme cada día par de hojas del Bestiario románico, no me seáis vagos. Porque así podréis empalmaros (en el tiempo, mal pensados!) con el siguiente libro que os propongo, siempre que lleguemos a sumar 300 lectores dispuestos a poner en la biblioteca del salón los recuerdos de aquellos tiempos que se tragó la trampa; recuerdos que Lalo ha ido colocando uno tras otro, ordenados y primorosos, en su segundo volumen de El Tomillar. ¡Ánimo, muchachos!
Si una vez echado el maligno de vuestros cuerpos, Andrés y Jesús, y habiendo leído los libros piadosos que os recomiendo, seguís con el cerebro confuso, me rindo. Propondría a Santines se armase de santa paciencia y lo intentase él. Pero dudo mucho, Santos, que la magia de tu verbo, la paciencia de tu corazón, la lucidez de tus recuerdos, la orgía con la que describes olores, colores y sentimientos surtiesen efecto alguno en este par de animalucos. No serías tú el incapaz, no. Sería "su (de ellos) maligno, que ni el exorcista habría conseguido echar fuera.No tienen remedio y habremos de quererles tal cual. Yo los quiero así. A uno, porque aquella puta garrapata hizo su efecto. Al otro, porque no le queda ni un pelo de listo allí donde hubo un flequillo erecto que no cabía en las copas más hermosas de los más seductores sujetadores.
En fin. Hace un frío que jode, compañeros. Y hay humedades en el ambiente que amenazan nieves.
Una mantita, un tazón de leche con brandy y que la noche os sea leve.
Uno mis besos a los del Gran Besucón
Jesús Herrero -
Trapi, me has liado. El dibujo al final es for jou o para la tía de la monja de Santiago de Compostela, hija del sobrino de Andrés. De todas formas te mando por correo interno un adelanto general de un edificio con varias ventanas románicas. No se si te gustará el dibujo (que más adelante te enviaré impreso y por correo), mientras tanto iré haciéndote una ventana románica. Estoy ya haciendo acopio de los materiales que sugieres: Paraguas tengo, aunque se le ha salido una varilla (de un día que le arreé a un imbécil al bajar del autobús); también encontré unos palos gordos en el parque de enfrente de casa, eso sí, los tuve que limpiar de ramas y hojas porque si no era imposible hacer vida de ellos; para la parte de arriba tengo un sombrero de paja. Tiene un agujero por encima pero no creo que moleste, de lo contrario tendré que pedir una chapela a Javivi. Te advierto que me he liado un poco con lo de antes del medio del redondel. Por cierto, no sé de donde voy a sacar un redondel Espera un momento que voy a preguntar
Bueno, perdona por la tardanza. Nada, que he hablado con la vecina y dice que me deja el suyo. En realidad tiene varios, a saber, dos pequeños y uno grande, pero yo me he quedado con el grande, sobre todo porque tú no te mereces nada pequeño, bribonzuelo. Eso sí, no sé como lo voy a sujetar. ¿Tienes alguna sugerencia? Porque con las manos, para un momento vale, pero luego no es cosa de estar con los brazos en alto mucho rato, no sé, dime algo Bueno, puede ser con otro palo gordo, puesto así, en el medio (no sé si va a protestar, tú. ¿Qué hago?)
Vibot -
Jesús, tu biblioteca era como de lujo, con grandes libros de arte de pasta dura!! Yo sólo tenía cinco o seis libros de la colección austral: aquel Quijote de letra diminuta que leí en Caleruega con olor de geranios y romero, las poesías de Antonio Machado,... el librito de "El humo dormido" de Gabriel Miró y pocos más. ¡Qué poco y cúanto teníamos todos entonces, pues cada línea, cada verso, cada rumor de bosque, cada aroma silvestre, cada rostro de Fidias como el tuyo, nos hacían desear otro universo. Y en sueños lo alcanzábamos, arrobados y libres...hasta que la campana de Maitines nos derribaba atónitos en aquellas camitas de hospital, enfermos incurables de nuestra misma ardiente juventud.
Andrés Martínez Trapiello -
Jesús, es que hago colección de dibujos/pinturas de ventanas que comencé con unos que me regaló mi primo Seve Trapiello -Severino García Trapiello-, que "estudió también arriba", el sobrino de Cesar y de Patro, la que decía Julito Correas que tenía un hijo que se llamaba Pimpi, que no era verdad, y que tiene un hermano que se llama Andrés, pero no soy yo ni mi tío, aunque el abuelo también se llamaba Andrés, y un hijo de Andrés también se llama Andrés, pero no el Cortés, el de los míos, el de los Trapiello. Sí hombre, que es hermano de José María, que esta de capellán de unas monjas en Santiago de Compostela y es tío de Andrés, el hijo de Andrés, que no es mi hijo, aunque también se llame Andrés, ¿sabes?...
Jesús, que si no te ha quedado claro, que se lo preguntas a Javivi y te lo explicará con todo detalle; pero esto que no te impida hacer unas líneas en un papel y ten presente que la parte esa de arriba es redonda, bueno, casi; o sea, la mitad de un redondel, pero por arriba, como un paraguas, ¿sabes?. Y en los laterales, pones así, como dos palos gordos, y cuando llegues arriba lo rematas con una especie de boina; pero ponlo antes del medio redondel. No pintes vidriera, que eso es para el gótico; le pones así como unos cristales, ¿sabes?. Lo del tamaño lo dejo a tu elección; hazlo así, que quepa en la pared del estudio; del estudio de mi casa, no del que teníamos en el Colegio, que es más pequeño...el de casa, no el del Colegio.
Bueno, que anda por aquí la Asturianina y me dice...; bueno, me manda que tenemos que ir a caminar.
Ya me dirás.
Besinos.
Jesús Herrero -
La verdad es que no sé cómo nos las arreglábamos para encontrar todo tipo de maderas, cajones y hasta metales. Algunos materiales eran reciclados, procedentes de celdas que quedaban vacías e inmediatamente recibían la visita de los depredadores más avispados (como por ejemplo yo) y otros del desván, donde entre otras cosas estaban arrumbados, entre un sinfín de objetos, los famosos cantorales con cuyas páginas muchos se hicieron hasta lámparas.
joaquin lopez-malla rosj -
Jesús Herrero -
Que yo sepa hubo dos maestros en las Caldas. A uno le conocí porque me tocó. El otro ya no estaba, pero también le conocí por multitud de referencias, tantas que puedo unificar a ambos en un solo espécimen genérico. Ya hablaremos de particularidades.
1º Diferencias con el maestro de maestros: Él no fumaba, faltaría más, y yo sí, celtorros por más señas.
Mi orden era pura apariencia, el suyo puro peligro.
Él vigilaba a ciento y pico estudiantes, los mismos que le vigilaban a él, aunque no siempre con eficacia.
Él puteaba. Nosotros éramos puteados.
Yo tenía la cabeza desamueblada, o sea, con futuro. En la de él solo había trastos y ya no cabía nada más.
El se cruzaba en tu camino. Yo nunca me crucé en el camino de nadie.
Su trayectoria era divergente, la nuestra convergente.
En fin, mientras el bajaba nosotros subíamos, normalmente en dirección a la espelunca, a lo del necesario enjuague, a veces con botella de Aníz interpuesta o cruzada.
Realmente mis maestros, MAESTROS, fueron dos, lo sabes, y los dos andan por Vallecas, y los dos te invitan a comer si tu quieres, y charlan contigo y cuando sales de allí sales relajado, pero no porque te hayas confesado sino por lo contrario. Ya oíste a Cicero lo que cuenta. No te lo voy a repetir. Argüeso, cabrito, mira que son ganas de tirarme de la lengua.
federico esteban monasterio -
Antonio Argüeso -
Jesús Herrero -
La foto está rigurosa y minuciosamente preparada para aparentar orden y concierto, es decir, todo lo que me faltaba a mí en Las Caldas del ¡Besa ya, besucón! (gracias Alcalde por tus palabras). Fue tirada con el automático al tercer intento. En los dos anteriores había jodido el flexo y la silla porque había que darle a un botoncito y salir disparado a sentarse y, con las prisas, en el primer viaje me enredé con el cable y en el segundo me senté antes de tiempo. Recomponer el escenario me llevó aproximadamente media hora, incluido el tiempo que tardé en ir al servicio para robar una bombilla.
Dibujos te haré, con el permiso de Serrano, todos los que quieras, porque de los viejos no me quedan ni las fotos. Los regalaba casi siempre.
El pelo es el mío de verdad. Menos mal que me saqué esa foto a tiempo, luego ya fue imposible. Lo del Varón Dandy que dices es falso, malediciente Furriel, yo esas guarrerías no me las he echado nunca. La marca era Eau de Sobac, la que mayormente usaba todo cristo y que flotaba permanentemente en el ambiente, a excepción del rastro de Colonia deYerbas que dejaba López de la Osa, que no podía ir a ninguna parte sin que se supiera (por el olor delator).
El libro es de la BAC, donde estaba todo lo que se podía leer. Lo que no se podía leer estaba debajo de la cama en una maleta (no la que se ve bajo la estantería) que solíamos llevar vacía a la librería Estudio de Santander para recargar material. Pero claro, imagínate que me saco la foto con las obras completas de Freud. No me hubiera dado tiempo ni a disparar la máquina.
Dices que tu último recuerdo sobre mi egregia figura (del 61, recuerda) es con mirada triste. Yo lo achaco más bien al mentolado que me estaba despachando, porque si estaba pintando no estaría así. El mentolado dejaba un regusto asqueroso, pero se llevaba bastante por lo finolis que quedaba echar el humo con aire pensativo. Y no te digo nada ya la pipa. Pero para humos los de los celtas y los de la Vespa del Molero. Esos si queee
Por cierto, ahora ya no soy ni tengo genio, he conseguido dulcificar el puto carácter hasta reducirlo a un tarro de mermelada, pero nada de untar, Furriel, que te estoy viendo venir. Bueno, puedes untar un poco la tostada a cambio de un inocente botillo y algunos litros de Prieto Picudo (es para repartir mayormente ¿sabes?).
José Luis Alcalde Revilla -
Así es...bueno, 'fue'...la Vida. Mmmm. Un beso, que no es de chica de aquellas, sino de 'El Besucón' de hoy y de siempre, JOSE
José Luis Alcalde Revilla -