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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EL CEBO

EL CEBO

Apenas sin tiempo, por lo imprevisto, me atrevo a entrar hoy en el blog, con la esperanza de que algunos podais leer , o enteraros ahora por mí, de que esta noche, a las 22 horas en TVE-2, anuncian la proyección de la película "EL CEBO" de Ladislao Vajca. Desconozco lo que para el resto de compañeros supuso esta película. Para mí en aquel tiempo, que sitúo entre segundo y cuarto ,significó la pasión desbordada por el cine en general y algún"cine en particular. (Dialogo de Carmelitas, El Puente,Vencedores y Vencidos,Senderos de Gloria etc,etc etec) Aún me asombra que este cine nos enganchara, o me enganchara a mí con la edad que teníamos .

Más en concreto, la película de esta noche en la "2", el Cebo, junto con el "Ojo de Cristal", también de terror, me marcaron y enamoraron ,para siempre.Aun recuerdo la noche de la proyección, que necesitado de acudir al baño, situado al fondo del pasillo que separaba las camarillas unas de otras haciendo del mismo un espacio estrecho y oscuro interminable,con el piloto situado encima de la puerta blanca de entrada al baño, el jadeo lento e indescifrable de las respiraciones de los compañeros dormidos,el aire cargado y dulzón  de todos aquellos cuerpos entregados al sueño.

Todo ello potenció aquella noche el poder hipnótico    de mi miedo ,como si de una infernal banda sonora se tratara. A la vuelta del baño, el terror obnubiló mis sentidos, también el de la orientación,confundiendo la puerta de entrada de mi camarilla con la de Justo Robles (uno de los más brillantes solistas bajos de la escolaría).Abierta la puerta de la que yo creía mi camarilla, sintiéndome ya a salvo de los terrores  nocturno que me habían acompañado ,traté de saltar a mi cama con ímpetu cayendo inesperado sobre el cuerpo inerme y dormido de Robles.El gruñido que  aquella garganta suya,de bajo superlativo,emitió de súbito,paralizó aterrado  mi cuerpo de manera tal, sin darle tiempo a él, supongo , a darse cuanta de lo que allí estaba pasando, y a mi a salir como un resorte, de estampida hacia mi camarilla que estaba lógicamente en frente.

Fue aterrador, pero, algo debió de inocularse aquella noche en mí, que desde entonces el cine en general y el cine de terror en particular , devienen , en una gran pasión y  en ocasiones , en una muy útil terapia contra la depresión...

Bueno chicos, confieso que no era mi intencon contaros nada de esto, pero ver en la programación de la "2" la proyección de la película del Cebo (Nunca he visto una película de terror que superara a ésta) , he recordado aquellos años y os he recordado a todos vosotros.A los compañeros de curso y a los que no eran del curso.Hoy , esta noche , tenéis la oportunidad de revisar o revivir , solos o acompañados de vuestros hijos o nietos aquella película inolvidable.

 

Javier Fernández Martín


5 comentarios

Antonio Argüeso -

Javier, pareces pasiego. !Qué bien narras y qué poco te leemos! (Oralmente sin embargo, y contrariamente a los pasiegos, no hay quien te pare).

Dicho lo dicho, lo siento, tampoco recuerdo esta película. Sigo con la zona cerebral de los recuerdos averiada; esto último lo digo para tranquilidad de Emiliano, a quien no reonocí en una foto sacada de algo lejos.

Sí recuerdo y mucho a Justo. Tuviste suerte, Javier. Justo tenía muy mal despertar; si te alcanza con uno de sus puños no sé yo cómo hubieras acabado. Justo sufría también mucho de dolor de oídos. Un día el Padre Enrique quiso agarrarle por la oreja. La reacción de Justo fue inmediata: agarró con su fuerza descomunal le muñeca del interfecto y simplemente le dijo 'ni se le ocurra'. Vi, vimos los que presenciamos la escena, al Padre Enrique pálido; no dijo nada. Como he constatado varias veces y como Marcuse analizó en su día, el tirano se sirve del tiranzuelo, ese que al poseer una pequeña parcela de poder (sea jefe de negociado, marido, padre o comosario en regímenes que pudieran volver) actúa brutalmente pero que ante imprevistos o fuera de esa zona bajo su autoridad es un cobarde indeciso.

José Mª Sierra Tascón -

Recuerdo la película. Recuerdo el miedo aterrador que me provocó el actor cogiendo la navaja de afeitar: Plano de la mano y el estante o armario de baño donde estaba dicha navaja. y la ingenuidad de laa niña del bosque.
No la he vuelto a ver y el anuncio de que se daba en la 2 lo leí tarde.
Pero recuerdo, también, a Justo Robles con su potente voz de bajo. Y a Rafael Lacalle ¿Fernández? que en cuanto a voz, también de bajo, no se quedaba atrás.

Luis Heredia -

Javier, qué pena que tu aviso me haya llegado demasiado tarde. Lo estoy leyendo ahora porque de haberlo hecho ayer, por supuesto, me hubiera quedado obnubilado y aterrado viendo El Cebo de la misma manera que lo hice cuando la vi en aquellos años. Pero yo era aún más pequeñín, lo que aumentaba aún más el temor a convertirse en realidad aquella historia que no dejaba de ser tan real como ahora. Tendría yo 10 u 11 años, antes de ingresar en La Virgen del Camino
Ayer noche zapeando, me encuentro con que en la 2 habían proyectado El Cebo y estaban los componentes de la mesa haciendo unos comentarios acertadísimos. Lógicamente comentarios de mayores pero muy acertados al hablar de los perfiles de los protagonistas.
Hay dos películas que en la actualidad las tengo que ver acompañado de alguien, ya sea hombre o mujer, porque de lo contrario no resistiría la cinta entera y tendría que abandonar la sala, el salón de casa o la cama una hora antes de el The End. Una es El Cebo y la otra El Resplandor. Esta segunda, debe ser por los efectos tan especiales que acabo viendo dos niñas saliendo del ascensor en cada hotel que visito o en el pasillo de mi casa. Todo ello, claro está, después de haber superado la etapa de las Brujas que vivían en la buhardilla de mi casa. Sé que haberlas haylas, pero ya no deben ser vecinas mías, afortunadamente.
El Cebo es otra historia tan real como la película y el impacto que sufrí la primera vez al verla aún me dura. Es más, en los reportajes de tan desgraciado contenido por desapariciones, secuestros y finalmente asesinato de niñ@s, me resulta imposible apartar mi recuerdo de El Cebo. De todos modos, siendo el rol del protagonista un asesino, siempre me pareció un actor excelente. En ésta y en otras películas en la que participó.
Y respecto a la equivocación de camarilla, no me extraña el lapsus. Deberíamos de haber oído a Justo Robles para que nos diera su versión.
Yo tuve una experiencia parecida pero mi vecino no había pasado esa noche en el Colegio Sto. Domingo de Oviedo donde también estaba interno. No había visto yo película de terror alguna ese día. Quizá alguna reprimenda o cariñosa botefada por haber alborotado el cotarro antes de dormir, que no quiere decir antes de ir a la cama. No olvidaré que era la madrugada de un Sábado para Domingo. Al amanecer me desperté en la cama de mi vecino, vacía y sin compromiso, afortunadamente. El Lunes no le dije nada y me callé para siempre. No fuera cosa que me diera algún brebaje para que volviera yo a tener un episodio de sonambulismo y apareciera él en mi cama.

Miguel Ángel Díez Ordóñez -

El miedo, el terror, el pánico... el dios griego Pan.
Dijo 'el filósofo Pitu que la cultura fue consecuencia de nuestra ignorancia', -algo así, releedlo, tiene miga- y de la inseguridad nace el miedo y en contra del miedo está el valor, y hoy,28 de enero, en el valor del recuerdo, está Tomás de Aquino. Tomás, ya no eres, ya no estás, pero no te podemos quitar de ahí;has aportado.
¿Qué estáis todos viendo el Atlético-Barsa?, o juegan en Barcelona y es al revés, no sé. Van a uno.

Javier Cirauqui -

Querido, Javier, abro el blog al llegar a casa, y encuentro tu mensaje sobre la película "El Cebo" de Lasdilao Vajda e inmediatamente enchufo la tele y me encuentro con una película, que durante años vivía en mi recuerdo y que resucitaba claramente en mi memoria, aunque el título lo había olvidado.
Por supuesto, que aquellos años, fueron años de pasión desbordada por el cine, soñando en la película semanal, todo nos interesaba, algunas películas más que otras, el teatro-cine era un lugar de ilusiones, sueños, penumbra y magia. A la semana siguiente, la recreación, los pasillos, el patio, las aulas, la recreación, se convertían en animadas tertulias, comentando las películas, sus momentos tristes, alegres, cómicos, los cuales imitábamos y recordábamos con verdadero entusiasmo.
Al ver la película "El Cebo", he ido recordando escena a escena, toda la película, con una claridad, que hasta a mí me he sorprendido.
Tu descripción del miedo nocturno y tu allanamiento de morada de la camarilla y cama de Justo Robles y tu caida sobre su cuerpo y sobre todo la huida a la estampida me parecen magistrales, como la descripción de los estrechos pasillos entre camarillas, interminables y señalado por una luz mortecina al final de una estrecha galería. Un verdadero tema para una película de cine negro. La verdad que recuerdo la película y que es una de las que me marcó y han quedado grabados en mi mente.
He descubierto que esta película, basada en una novela Dürrenmat, era de Ladislao Vajda, un cineasta húngaro, que trabajó en España y otros paises y que hoy se considera como un interesante y grande director. Los niños críticos de cine, que eramos nosotros, considerábamos, que aunque españoladas eran unas buenas películas, por lo menos así nos lo decían y así nos parecían.
En el colegio vimos varias películas de Ladislao Vajda como: "El Cebo" (1958), sobre novela de Dürrenmat, escritor suizo, gran película de género negro. "Marcelino Pan y Vino", sobre libro de Sánchez Silva, inolvidable y que todos sabíamos de memoria, Fray Talán, Fray Papilla, su amigo Manuel, sus visitas al Cristo...etc.) (1955). "Mi tío Jacinto" (1956), sobre la vida picaresca y mísera del Madrid de la posquerra, recogida de colillas, toros, ventas clandestinas, timos, etc... Así como " Un angel pasó por Brooklyn (1957), con Peter Ustinov convertido en perro por arte de magia, al que todos recordábamos por su papel de Nerón, tocando la lira y recitando versos en el incendio de Roma en "Quo Vadis" y también Pepe Isbert, en un papel corto y entrañable.
Estas tres últimas películas fueron interprestadas por Pablito Calvo.
Pero no quiero olvidarme de una película de Ladislao Vajda, "Ronda Española" (1952), que estoy seguro todos recordareis, escrita por Rafael García Serrano, (navarro de Olite) y José María Sánchez Silva y música de Jesús García Leoz, (navarro de Olite), cuya sinopsis copio de Internet:
"Más de cien chicas de los coros y danzas de la Sección Femenina se embarcan rumbo a América para mostrar la riqueza del folklore español. Durante la travesía, la relación entre las muchachas y la tripulación resulta de lo más animada, además, en todos los escenarios el éxito las acompaña". Recuerdo a tres de sus intérpretes: Manolo Morán, José Isbert, Milagros Leal.

Javier, gracias, por recordarnos esta película y llevarnos a aquelos tiempos infantiles, en los que nos ilusionábamos, amábamos y nos entusiasmábamos y hasta llorábamos y reíamos con el cine.
Según creo, esta película nos la habrían echado en 3º o 4º, pues yo entré a la Virgen del Camino en 3º (1961), aunque algunas cintas ya las habíamos visto en el Cine Parroquial de Villava.
Un fuerte abrazo, Javier, y un saludo efusivo para todos. Javier.