Luisín, tienes también de Andrés "El final de Sancho Panza y otras suertes" -que estoy actualmente entre sus páginas-, y que se puede considerar continuación de "Al morir Don Quijote", que para mí es de las mejores novelas del primo. Bueno, ya sabes mi crítica en todo lo referente al arte y demás: Me gusta o no me gusta.
Luis Heredia -
Cuando yo llegué al Colegio, la corrida y el partido habían terminado, por lo que sin haber conocido ni la alineación pero basándome en los reportajes gráficos "intra muros", estoy de acuerdo con Joaquín Urbano que además lo vivió como protagonista. En las fotos aparecen solamente el propio Mondeño, Antonio Ordóñez y los dos hermanos Bienvenida. Yo creo que Pedro G. Trapiello ha querido adornar el comentario como buen escritor que es y lo ha conseguido con creces porque está fenomenalmente bien escrito. Y como el Pisuerga pasa por donde paso aprovecho para decir que ayer en la edición de noche de 24 h tv me encantó la entrevista con Andrés Trapiello en la que se habló de su última edición de la traducción del libro de El Quijote. Y como hace mucho tiempo que no me confieso lo hago ahora para reconocer el grave pecado de no haber sido capaz de meterme entre pecho y espalda El Quijote. A ver si me animo ahora y consigo leer el de Andrés Trapiello porque tiene muy buena pinta.
Miguel Ángel Díez Ordóñez -
"En otras épocas los hombres ingresaban en monasterios. ¿Se trataba de hombres tontos o embotados? Bien, si tales personas emplearon tales medios para poder seguir viviendo, el problema no puede ser fácil". Ludwig Wittgestein.
Santos S. Santamarta -
Cincuenta y un años, cincuenta y uno, de un partido de fútbol que fue el preámbulo de toda una convulsión en medios taurinos y periodísticos.
Las gradas que antes en tardes de gloria gritaban ¡torero! están hoy vacías de olés y ovaciones, y está mudo el ruedo
Sólo a veces suena entre talanqueras de los burladeros un eco apagado que se oye y propaga cuando sopla el viento
Fuera de la plaza ya de boca en boca va un rumor creciendo. ¿Lo sabes, compadre? -dice el monosabio al banderillero,
-Alguien me lo ha dicho, y a lo que parece el rumor es cierto. Y aunque algunos dicen que es cosa de broma, el gachó va en serio.
Que sí, que ya mismo no habrá más corridas. Que dijo el maestro que deja la lidia que cuelga el capote y se va a un convento
El tiempo pasaba sin salir de dudas y ver si, en efecto, el esbelto mozo de fina cintura y entrecano pelo reconsideraba en bien de la fiesta tal cambio de tercio.
Y al fin llegó el día de salir de dudas y fue un hecho cierto que el diestro afamado cortó la coleta se apartó del ruedo y en el noviciado de los dominicos decidió su ingreso.
Los trastes de lidia, los trajes de luces, las vueltas al ruedo entre los aplausos de los graderíos se hicieron recuerdo. Y soñando tardes de manoletinas se quedó el albero.
Fue la ceremonia casi un aquelarre: ¡qué guerra de medios qué agobios, qué prisas qué lucha de codos por abrirse un hueco y encontrar espacio para hacer la foto del fraile del torero! Hasta el oficiante gritaba enfadado pidiendo respeto!.
Terminado el rito se apagó la tarde y todos se fueron. Y el que antes gozara de tardes de gloria, de aplauso y trofeos, ya se encuentra sólo en austera celda sujeto al silencio ante un crucifijo, un frío cilicio, y un libro de rezos.
Joaquín Urbano -
El autor se ha excedido. Y se lo permito. La verdad es que el partido, del que fui protagonista, fue entre colegiales. Los toreros, creo que tres, a lo máximo cuatro, lo vieron cómodamente sentados. El Cordobés, Jaime Ostos y El Viti, estos tres seguro, no estuvieron en el colegio aquél lejano 24 de Junio de 1.964. Un abrazo.
5 comentarios
Andres Martinez Trapiello -
Luis Heredia -
Yo creo que Pedro G. Trapiello ha querido adornar el comentario como buen escritor que es y lo ha conseguido con creces porque está fenomenalmente bien escrito.
Y como el Pisuerga pasa por donde paso aprovecho para decir que ayer en la edición de noche de 24 h tv me encantó la entrevista con Andrés Trapiello en la que se habló de su última edición de la traducción del libro de El Quijote. Y como hace mucho tiempo que no me confieso lo hago ahora para reconocer el grave pecado de no haber sido capaz de meterme entre pecho y espalda El Quijote. A ver si me animo ahora y consigo leer el de Andrés Trapiello porque tiene muy buena pinta.
Miguel Ángel Díez Ordóñez -
Santos S. Santamarta -
Las gradas que antes
en tardes de gloria
gritaban ¡torero!
están hoy vacías
de olés y ovaciones,
y está mudo el ruedo
Sólo a veces suena
entre talanqueras
de los burladeros
un eco apagado
que se oye y propaga
cuando sopla el viento
Fuera de la plaza
ya de boca en boca
va un rumor creciendo.
¿Lo sabes, compadre?
-dice el monosabio
al banderillero,
-Alguien me lo ha dicho,
y a lo que parece
el rumor es cierto.
Y aunque algunos dicen
que es cosa de broma,
el gachó va en serio.
Que sí, que ya mismo
no habrá más corridas.
Que dijo el maestro
que deja la lidia
que cuelga el capote
y se va a un convento
El tiempo pasaba
sin salir de dudas
y ver si, en efecto,
el esbelto mozo
de fina cintura
y entrecano pelo
reconsideraba
en bien de la fiesta
tal cambio de tercio.
Y al fin llegó el día
de salir de dudas
y fue un hecho cierto
que el diestro afamado
cortó la coleta
se apartó del ruedo
y en el noviciado
de los dominicos
decidió su ingreso.
Los trastes de lidia,
los trajes de luces,
las vueltas al ruedo
entre los aplausos
de los graderíos
se hicieron recuerdo.
Y soñando tardes
de manoletinas
se quedó el albero.
Fue la ceremonia
casi un aquelarre:
¡qué guerra de medios
qué agobios, qué prisas
qué lucha de codos
por abrirse un hueco
y encontrar espacio
para hacer la foto
del fraile del torero!
Hasta el oficiante
gritaba enfadado
pidiendo respeto!.
Terminado el rito
se apagó la tarde
y todos se fueron.
Y el que antes gozara
de tardes de gloria,
de aplauso y trofeos,
ya se encuentra sólo
en austera celda
sujeto al silencio
ante un crucifijo,
un frío cilicio,
y un libro de rezos.
Joaquín Urbano -