JAVIER CIRAUQUI CUMPLE LO PROMETIDO
SEGUNDA JORNADA DEL ENCUENTRO EN VALLADOLID
CRÓNICA DE UNA CRÓNICA MELANCÓLICA, ENSIMISMADA Y PERDIDA EN EL LABERINTO DE ARIADNA.
Después de casi 6 meses os mando esta crónica que se me ha alargado en el tiempo y en la forma. He estado tentado en no enviárosla, pero al final me ha podido aquello de: lo prometido es deuda y a mí me gusta cumplir con lo que he dicho. Espero que por lo menos alguno la lea y perdone mi largura y mi tardanza.
Quizás me he visto atrapado
Por larga melancolía,
Por bilis negra afectado
Después de pasar el día
Entre este humor de Saturno
Y este eslabón olvidado.
A la tarde nos perdimos,
En laberintos de Ariadna,
Entre doncellas hermosas,
Delfines y minotauros,
Donde se guardan los caldos,
Con nombres de esta leyenda.
Reconozco que ha pasado
Dilatado y largo tiempo
Desde que ocurrió esta historia,
Desde que sucedió este evento,
Si me deja la memoria,
Iré escribiendo la crónica
Como prometí al momento.
Después de un intenso día
En la jornada primera,
A las nueve la mañana,
Salimos desayunados,
Del Hotel, con el propósito
De acercarnos a San Pablo,
En cuya puerta quedamos.
Buscando la prensa salgo
Y por Pucela me pierdo
Con los diarios en la mano
Voy por calle porticada
Y encuentro muchos lugares
Que me llaman la atención:
Templo de la Vera Cruz,
En la calle Platerías
Penitencial cofradía,
Que atesora hermosos pasos,
Del gran Gregorio Fernández,
En esta Semana Santa
Por todos reconocida.
De nuevo callejeando,
Diviso la Catedral,
De una imponente traza,
La empieza Gil de Hontañón,
Con otros maestros más,
Francisco Colonia, Riaño
Juan de Álava, quizás.
Y la sigue Juan de Herrera.
Paralizadas las obras
Se confía en que Felipe
Segundo de Las Españas,
Hijo de la entonces villa,
Aporte una gran ayuda
Y poderla terminar.
Ruinas de la Colegiata
A su espalda se divisan,
Origen de lo que fuera
Templo mayor de la villa,
Colegiata cluniacense
En mil ochenta datada,
Convertida en catedral,
Por Don Felipe El Segundo,
Que yo apodo El Melancólico.
Unas ruinas muy escasas
Que dan fe de donde estuvo
La primera catedral
De la ciudad pucelana.
Un poco más adelante
Una bella estampa veo,
Santa María la Antigua,
Que del once siglo data,
Por Conde Ansurez fundada,
Como capilla privada
De su cercano palacio,
Pórtico del siglo trece,
Torre monumental
De románica factura,
Esbelta a los pies del templo.
La rodeo con placer,
Pues la iglesia está cerrada.
Más adelante diviso
Una torre singular
Del siglo trece datada,
Tres cuerpos y basamento,
Que se parece a la Antigua
Y que tuvo por tejado
Chapitel piramidal.
Derruido el templo gótico,
La torre se conservó
Y en el siglo diecisiete,
Edificio nueva planta,
Por Praves se construyó.
El exterior de la iglesia
Es de gran austeridad,
Diseño muy clasicista
E inspiración palladiana
Y dentro de una hornacina
Grupo escultórico en piedra,
Figura de San Martín,
Dando está la capa al pobre
En su caballo alazán
De larga y hermosa crin.
Como está la puerta abierta
Me dirijo a su interior
Y la vista se me escapa
A su retablo mayor
De columnas salomónicas
Y barroca profusión.
Sobre el altar colocado
El grupo de la Piedad
Del gran Gregorio Fernández,
Alto-relieve que tiene
El posterior sin tallar,
Aunque en la Semana Santa
Es paso procesional.
Y siguiendo la avenida
Me encuentro con un teatro,
Dedicado a Calderón,
A Jerónimo de Gándara
Se debe su construcción,
Lo mismo que su gemelo
A Félix Lope de Vega
Con justeza dedicado.
Un poco más adelante
La Iglesia de las Angustias,
Obra de Juan de Nates,
Con influencia de Herrera
De Palladio y de Vignola
Como vemos en Medina,
Iglesia de Santa Cruz,
Su fachada se parece
a la misma catedral.
Las estatuas de San Pedro,
San Pablo y de la Piedad
De Francisco de Rincón
Son esculturas barrocas
De fina elaboración.
Cayendo en Valladolid
Sirimiri castellano.
Paseando soy feliz.
Presto me voy a San Pablo
Para encontrarme de nuevo
Con todos mis compañeros
Que llegaron al encuentro.
En la plaza nos esperan,
Los que vinieran ayer
Y los que se han agregado
En el día de hoy también.
A Isidro Cicero vemos
Que nos ha llegado en tren
Desde tierras de Cantabria,
La ciudad de Santander.
Algún otro compañero,
Rescalvo con su mujer.
Los otros que me he olvidado,
Que me perdonen, ¡pardiez!
Sesión de fotografías,
Frente a la bella portada
De la iglesia de San Pablo,
En recuerdo de este encuentro
De profesores y alumnos
Y mujeres respectivas
De las Caldas de Besaya,
Caleruega, Salamanca,
La Virgen, Valladolid.
Como nos dice el programa,
Fernando Box y Clemente
Por algún otro ayudados
Nos explican la portada
De la Iglesia de San Pablo,
Pues ayer nos comentaron
El Colegio San Gregorio.
Rodeamos al dicente
Y a todos sus ayudantes,
Que al detalle nos explican
La portentosa fachada
Del convento dominico.
Mil doscientos setenta y seis,
Se funda en Valladolid
El convento de San Pablo,
El año de la venida
De los padres dominicos
A la ciudad de Pucela,
Contando con el apoyo
De Concejo y Monarquía-
El primitivo edificio
Con cubierta de madera
Y que en la segunda mitad
Del pasado siglo quince,
Es cambiada por la actual.
La promoción de esta obra,
Al igual que San Gregorio,
Es de Juan de Torquemada,
Que hace un templo muy espacioso
De planta de cruz latina,
Larga nave con capillas,
Entre sí comunicadas.
Bóvedas de crucería.
Lo cambia el Duque de Lerma
Cuando adquirió el Patronato
De la Capilla Mayor.
Lo más valioso del templo
Es sin duda su fachada,
Gótico-hispano-flamenco.
El año mil cuatrocientos
Y noventaisiete más
Se inicia su construcción
Y según los documentos
Simón de Colonia la hace
Y Fray Alonso de Burgos,
Sucesor de Torquemada
Es mecenas de la obra.
La portada se concibe
Como especie de retablo
O de telón esculpido
Con su rosetón central,
Lo único conservado
Del edificio inicial.
Puerta de arco conopial
Con un arco carpanel,
Repertorio ornamenral,
Abigarrado y profuso
Que recubre el paramento
En toda su inmensidad.
En esta decoración
Exuberante y prolija,
Puramente ornamental
De claro lenguaje gótico
Y tracerías geométricas,
Rombos, rosetas, escamas,
Crestería, lobulados
Y los arcos conopiales,
Entre los que se disponen
Muchos grupos de esculturas,
Con sus ángeles tonantes,
Escudos, ángeles músicos,
Santos, santas dominicas
En triunfo representadas
De la orden dominicana.
Sobre el arco de la entrada,
Coronación de la Virgen
Por la Santa Trinidad,
Mientras en presencia orante
Fray Alonso la contempla.
En otro segundo cuerpo,
Época Duque de Lerma,
En el siglo diecisiete,
Se levanta cual retablo
De cinco calles formado
Un amplio y rico añadido,
Con góticas esculturas
Y materiales antiguos.
Cuatro santos dominicos.
Cuatro estatuas de profetas,
San Pedro y San Pablo Apóstoles,
A Rincón atribuidos.
Figura del Creador
Y los cuatro evangelistas
Con su símbolo parlante.
Y la Virgen con el Niño
En el centro del retablo.
Seis escenas representan
La Resurrección de Cristo.
Grandes blasones del Duque,
Y en un frontón triangular,
Rematando la fachada
Y entre escamas, el escudo
De los Católicos Reyes.
El águila de San Juan
Y leones coronados.
Estas obras se atribuyen
Al maestro de Colonia,
Vega, Río y Rozadilla.
Satisfechos nos quedamos
Con estas explicaciones.
Ya la gente se dirige
Al convento de San Pablo
Para ver la biblioteca,
Donde se guardan los libros
De Las Caldas de Besaya
Y de algún otro convento.
Allí reconocen textos
Que usaron en otros tiempos.
Y alumnos y profesores;
Box, Marina, Lobo,
Suarez, Chávarri, Tascón,
Álvarez, Cándido, Eladio,
González y el Padre Pedro.
Y alumnos que allí estuvieron
Y que no quiero citarlos
Para no olvidar a nadie,
Van desgranando recuerdos,
De las clases, del estudio, ,
De anécdotas, chascarrillos
Y se sinceran contentos
Entre charlas y sonrisas
Y diálogos filosóficos,
Repasando asignaturas,
Los exámenes, las notas
Y la vida en el convento,
En los años de Las Caldas,
Que todos ellos vivieron.
Como yo me había quedado
Con las ganas de seguir
Y terminar la visita
Al Museo de Escultura.
Puesto que ayer no acabamos
De verlo en su integridad.
Me dirijo hacia el museo
A toda velocidad
E intento tomar al vuelo
Una visión general.
Obras del renacimiento
Y del tiempo medieval,
Que vimos ayer despacio,
Las dejo para seguir
Por la Sala Juan de Juni,
Galo afincado en Castilla
Con sus buenas creaciones,
Soberbio entierro de Cristo
Del Convento San Francisco
Y otras obras excelentes
Como el busto relicario,
Estudio de la vejez,
De Santa Ana como abuela,
La María Magdalena
Y Bautista el Lacoonte.
Académicas figuras
De Sergio Leoni vemos
Del Convento de San Diego
Y las estatuas orantes
De aquellos Duques de Lerma,
Que iban a ser colocadas
En la Iglesia de San Pablo.
Y de lleno nos metemos
En la escultura barroca,
Que tuvo en Valladolid
Un foco muy importante.
Sala Gregorio Fernández,
Genial artista gallego,
El paso procesional
De la imponente Piedad,
Flanqueados por desnudos
Ladrones Dimas y Gestas.
Santa Teresa en su éxtasis
Y el gran Bautismo de Cristo,
Peculiar naturalismo
De estas formas manierista,
Sangre y teatralidad
Para mover corazones.
Las tallas de la pasión,
Que tantas ha realizado
Y culmina en una obra:
Cristo Yacente del Prado,
Para la casa profesa
De los padres jesuitas
De la villa de Madrid.
Y ya en la sala especial,
Los pasos profesionales,
Que por la ciudad desfilan.
Exaltación de la Cruz
De Francisco de Rincón,
Y de Gregorio Fernández:
El Camino del Calvario,
Que destaca sobre todo,
Figura del Cirineo
Ayudando a Jesucristo.
Y de la escuela andaluza
La Roldana, Juan de Mena
Y Martínez Montañés
Y también Alonso Cano,
Figura San Juan Bautista.
De otras escuelas hallamos
Obras de Villabrille
Y Luis Salvador Carmona,
El primero es asturiano
El segundo pucelano,
Y se encuentran varias obras
De Francisco de Salzillo.
Otras muchas obras más
De escultura y de pintura,
Que fueron recopiladas
Cuando la amortización
Del ministro Mendizabal,
Además de aportaciones
De otros lugares de España,
Ya que el Museo se llama
De Escultura Nacional.
El Museo reformado
Y toda la colección
Está mejor valorada,
Muchas obras reformadas
Y el edificio parece
Una joya iluminada,
No como antes se veía
Un viejo almacén oscuro
Con sus obras apiladas.
El Museo se divide
En varias sedes distintas
Entre la Casa del Sol,
Pasos de Semana Santa.
El Palacio de Villena
Con las muestras temporales
Y el Belén Napolitano,
Que no se podía ver,
Porque lo están restaurando.
Y en la Iglesia San Benito,
El denominado viejo
Otras obras importantes
Se exponen en el recinto.
Al salir de San Gregorio,
Guía artística he comprado
Y he quedado sorprendido
Del inmenso patrimonio
Que tiene Valladolid,
Los conventos, las iglesias,
Los palacios y hospitales,
Los templos penitenciales.
Arte del renacimiento,
Explosión de arte barroco.
Pasos y procesiones,
Novenas y novenarios,
Y grandes predicaciones,
Universidad, colegios
Y todas las clases de órdenes:
Dominicos, franciscanos,
Benedictinos, jerónimos,
Trapenses y jesuitas,
Los cartujos y agustinos,
Carmelitas, franciscanos
Y quizás camaldulenses,
Con las correspondientes
Monjas, sores, religiosas
Dominicas y clarisas,
Carmelitas franciscanas
Valladolid se convierte
En la capital del Reino.
Asiento de la nobleza,
Que intentan comprar el cielo.
Un gran centro mercantil
Y artesanal castellano.
Monarquía Universal,
Que se asienta en esta villa
Justicia, Chancillería
Y una artística eclosión
Va inundando la ciudad.
Los importantes artistas,
Escultores y pintores,
Arquitectos, carpinteros,
Retablistas, doradores,
Plateros y estofadores
Repueblan Valladolid.
Nueva religiosidad
Condiciona a los artistas
Con una contrarreforma.
Se desarrolla el barroco
Con dosis de realismo,
Mostrándose en esplendor
En su forma natural
En ritos y procesiones
Que mueven a la piedad.
Una muestra del momento,
Lo vemos en el Museo
De Escultura Nacional
Y también si nos perdemos
Paseando por la ciudad.
Pero las Cortes no atraen
Solo a escultores y artistas,
Ya que la ciudad concentra
A otros muchos personajes,
Que según se mire son
Las gentes de buen vivir
O quizás de mal vivir.
Izas, colipoterras,
Rabizas y barraganas,
Putas y meretrices,
Alcahuetes, zascandiles,
Vendedores de elixires
Y de filtros del amor,
Bufones, correveidiles,
Beatos, trotaconventos,
Maritornes, celestinas,
Títeres y saltibanquis,
Hombres buenos, hijosdalgo,
Canteros, picapedreros,
Pordioseros, albañiles
Capirotes, sanbenitos,
Limosneros, alguaciles
De la Santa Inquisición.
Bachilleres, abaceros.
Nobles y caballeros
Clérigos, alquimistas,
Herejes, iluminados,
Penitentes y marranos,
Los pobres y los toreros,
Sopa boba, autos de fe.
Los músicos callejeros,
Los bardos y los juglares,
Los romances de cordel.
Tocadores de zampoñas
De guitarra y almirez.
Pícaros y lazarillos,
Escuderos y mendigos.
Rinconente y Cortadillo,
Malandrines y soldados
Sin guerra y sin beneficio.
Corte de los Milagros,
Reino de Monipodio
En la corte reunido.
Clientes de las tabernas,
Los figones, los burdeles,
Las iglesias, los conventos
Y muchas gentes de bien.
Hacia San Pablo me voy
A ver a mis compañeros,
Que visitan el convento
Y me cuentan que han estado,
Viendo antigua biblioteca
De las Caldas de Besaya.
Compañeros de mi curso:
Javier Martín y Clemente
Del año cincuentainueve.
Los encuentro recorriendo
El interior de la iglesia,
Altar mayor y retablos,
Bóvedas, altorrelieves,
Las estatuas de los santos,
Pasos procesionales
Y sepulcros de los nobles.
Nos dirigimos charlando
Hacia el palacio Villena,
Para ver la exposición
Sobre la melancolía.
Como esto se me ha alargado
Con tantas pichorradicas
Acabo en este momento
Esta mi larguísima crónica.
Que el mal de piedra no os coja
Ni os ataque con mi escrito
Y que no os dé el abarrunto
Y os quedéis como traspuestos.
La segunda parte espero
Sea más ligera y breve
Que gustosos nos perdamos
Por laberintos de Ariadna,
Degustando chuletones
Y ricos caldos de Rueda.
Dejad la melancolía,
Disfrutemos con placer
Los vinos y la comida.
Disculpadme por el rollo
Que os he metido por cuerpo.
Fuerte abrazo para todos
Y perdonad mi tardanza
En escribiros la crónica.
Javier CIRAUQUI
14 comentarios
Javier Cirauqui -
Un fuerte abrazo. Javier.
Pedro Sánchez Menéndez -
Javier Cirauqui -
José luis Alcalde Revilla -
Javier Cirauqui -
Javier Cirauqui -
Un fuerte abrazo. Javier
Javier Cirauqui -
Gracias por agradecerme estos versos goliardescos de versolari cariñoso. Un fuerte abrazo. Javier.
Javier Cirauqui -
curiosas "anaformosis" o retratos deformes, que se corrigen mirándolos desde un ángulo lateral. Representan a Carlos V y la Emperatriz Isabel y pertenecen a escuela alemana del siglo XVI.
Parece ser que merece la pena ser visitada. ¡Vaya joya!
Un abrazo. Javier.
daniel orden santamarta -
Box, apunto encantado tu propuesta.
Luis Carrizo -
Espero que en la próxima entrega des noticia también de los templos del buen comer y beber que vayas descubriendo, como hiciste en la primera. Que no solo de arte vive el hombre.
Un abrazote.
Vibot -
Y gracias a Cirauqui una vez más por sus goliardescos versicos de versolari cariñoso.
fernando muñoz box -
Se aprende contigo más que con Clemente y conmigo cuando se trata de hablar bien de Pucela. Nosotros hicimos lo que pudimos. Tú lo haces mucho mejor. Y basta, porque me gusta ser parco en parabienes.
A raíz de unos conciertos de corales en el entorno de la Semana Santa a los que he asistido en la Iglesia de San Miguel de Valladolid durante varios días me he dado cuenta de que no se programó la visita a esta iglesia cuando vinistéis a Valladolid. Y me duele porque en este momento, no sé si tengo razón o no, creo que su retablo es uno de los más bellos que conozco. Es casi todo de Gregorio Fernández.
Pero mi sorpresa ha sido que al cabo de casi 50 años que llevo en Valladolid jamás había entrado en su sacristía, que merece la pena, y tiene adosado uno de los relicarios más fantásticos de los que he visto nunca. Como no os lo voy a decribir os dejo a todos con las ganas de que vuestra próxima visita, y a tí Javier te dejo con la pluma en ristre porque tus comentarios podrán ser muy jugosos.
Un abrazo a los que vinistéis y a los que no.
Javier Cirauqui -
La ciudad grande pero el cronista más bien pequeño.
Un fuerte abrazo. Javier.
emiliano luengo -
A GRAN CIUDAD , UN GRAN CRONISTA
Ser felicesssssssssss