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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

NO APARECE NI EL GATO (Por Jesús Herrero)

NO APARECE NI EL GATO (Por Jesús Herrero)

Me encontré esta fotografía en Internet del viejo Santuario de la Virgen del Camino. Escalofrío de soledad, tristeza y desamparo. No aparece ni dios.

¿A quién se le podría ocurrir construir nada ahí?

Le he preguntado a Jesusito Herrero qué le sugiere y qué es lo que él ve, y así me contesta.

 


 

 

Nuestro Furri me encarga que le ponga pie de foto a esta iglesia. Y fíjate lo que me manda: Una foto en la que se ve una iglesia solitaria en medio de una paramera. ¡Nohaynidios! No está ni el gato, solo una bombilla y dos cables pelados. Se adivina a la derecha la figura borrosa de un cura con su teja y dos o tres parroquianos, pero están de modo accidental. Se colaron. El fotógrafo tal vez no pudo evitarlos. O sea, como si no existiesen. Tampoco hay un perro famélico. Se echa en falta. Un perro famélico hubiera dado una sensación mayor de soledad y precariedad y desamparo que la que ya tiene. Todo al mismo tiempo.

Yo creo que muchos aun no habíamos nacido. Que el Furri nos lo diga y que cada uno eche cuentas. Tampoco es que importe demasiado. Lo que si debe hacer es frío, un frío que se ve a través del alma. Ese frío que hace brotar los sabañones como si fueran setas y que, pasados unos años aún se reproducían en los dedos y en las orejas de unos chavalines que veinte años o treinta más tarde llenarían esos campos yermos de risas y mocos, esos compañeros inseparables que nos acompañaban desde octubre hasta mayo.

Se pone el sol en el horizonte. Siempre es así. La bombilla parece que se ha encendido, aunque también puede ser que ese brillito solo sea el reflejo del sol a través del cristal. Al fondo unas casas. Tampoco hay nadie por allí. Ni tampoco hay nubes en el cielo. Ni una sola. Es invierno y los árboles no tienen hojas. Esta noche caerá una helada de las buenas. El camino que pasa por delante de la iglesia también está desierto. Es lógico, debe correr el cierzo, pero silencioso, porque tampoco se oye nada, aunque el silencio sí se puede oír según dicen.

La guerra ya pasó. Acababa de pasar. Lo dejó todo así. Vacío. Silencioso. Desolado. Los paisajes y las conciencias; y las heridas secretas abiertas de par en par por muchos años más. Pero por aquellos días en que se hizo esta foto alguien pensó que este era un buen sitio para hacer cosas. Había mucho espacio libre y tal vez sería bueno levantar algo y darle un nuevo aire, más moderno, como se decía entonces. Se podría hacer un nuevo santuario y un nuevo seminario lleno de chavalines, de cientos de chavalines con cientos de sabañones y mocos. En fin, una utopía enorme. Figúrate. ¡A quien se le ocurre semejante idea!... Y también habría sitio para varios campos de futbol y de baloncesto y de balonmano y balonvolea…¡Hombre¡, y una piscina enorme, hasta ahí podríamos llegar… Pero en fin. Era solo un sueño.

Pero al que se le ocurrió la utopía estuvo varios años soñando con este lío y a él sí le cabían los sueños.

Jesús Herrero

5 comentarios

Pedro Sánchez Menéndez -

Querido Baldo: Ya lo había leído, pero no encuentro que tenga algo que decirte. Me sonrojas con tus alusiones. No me enfadan, pero me resultan ya anacrónicas (perdóname). De todos modos yo te agradezco sinceramente tu estima por mí. Te extrañará si te digo que yo no me veo donde tú me pones. Y pasando ahora a tus profundas "entradas", tengo que reconocerte que me cuesta seguir tus explicaciones, sobre las que tengo que retroceder para tratar de comprender. Lo que sí entendí y sabes que comparto contigo, fue la reflexión que has hecho sobre la eucaristía. ¿Tú crees que llegaremos a celebrar de un modo distinto que responda de verdad a lo que celebró Jesús?
Admiro a Eladio.
Un abrazo. Pedro

Luis Carrizo -

Realmente, se trata de una foto tremebunda. El edificio y el paisaje parecen sacados de un sueño tenebroso.
Nada que añadir a las sugerentes y muy apropiadas consideraciones de Jesús Herrero.
Le quitas la torre y parece un motel en cualquier carretera del desierto de Arizona.

Luis Heredia -

"Soledad absoluta y la Nada", podría titularse un cuadro pintado por ti, Jesusito.
Es que yo no veo ni tan siquiera me imagino lo que tú adivinas.
Y hasta le falta una torre, que le podría hacer algo de compañía a la otra para que no se sintiera tan triste y sola en la vida.
Ni me imagino cómo podría haber sido nuestra vida con la construcción solamente del Colegio pro mucho paso subterráneo o elevado que nos comunicara con el mundo exterior.
Claro que los tiempos cambian y el progreso y la presión de las poblaciones hacen estragos, a veces, y no siempre como le pasa a Nuestro Santuario. Podemos aceptar la teoría de la "caja de zapatos" pero yo siempre veré nuestro Santuario rebosar de alma, corazón y vida y algunas sonrisas a pesar de nuestra ausencia. Y sobre todo, nunca lo veré solo por la simple razón de verlo acompañado y arropado por esas moles de los Apóstoles y María en su frontispicio.

Como diría Javivi, "sed buenos" y como diría Lalo, "salud".

Que tengáis un buen Domingo.

Baldo -

PaPedro el Venerable: si tienes humor y ganas, me gustaría que leyeras la dedicatoria que hay en el segundo post del portillo reciente sobre LA SOCIEDAD DE CONSUMO. Baldo

Pedro Sánchez Menéndez -

Y al santuario todavía le falta una torre.