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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

EL FILANDÓN (en La 2 de RTVE, 4 de enero, 22 horas)

EL FILANDÓN (en La 2 de RTVE, 4 de enero, 22 horas)

¡Menudo susto me habéis dado! Viendo la foto de Andrés, vestido de nuevo con sotana, me dije: "¿A ver si le ha quedado un trauma postfílmico y ahora se disfraza de cura párroco a la primera de cambio?"
Luego me fijé que era una foto del rodaje de "Viene una chica" y respiré tranquilo.

Aprovecho esta entrada para deciros que pasado mañana, jueves día 4 de Enero, à las 10 de la noche, el el espacio CICLO DE HISTORIA DE NUESTRO CINE, de La 2 de RTVE ponen "El Filandón" que realizó vuestro humilde servidor allá por los años 83/84.
Conoceréis a más de uno de los que en esa peli aparecen, y podréis admirar el auténtico número de actor que nuestro querido Felix Cañal hizo para encarnar el personaje de un sochantre que andaba a pájaros por las torres de la catedral de Leon.

Para los que no la hayan visto y los que deseen volverla a ver.

FELIZ 2018, compañeros!

Chema Sarmiento


21 comentarios

Andrés Martínez Trapiello -

Reconozco que hacía mucho tiempo que no andaba yo por aquí y me he pasado un rato precioso leyéndo: Chema, Josemari, Box, Pedro, el Herrero... el mi primu.
En fin, aquello hoy; sigue siendo actual.

INOCENCIO FERNÁNDEZ MENÉNDEZ -

Dice Chema Sarmiento...que en el refectorio de La Virgen...vio un fraile muy feo,Eustoquio...Eustoquio Hospital del Amo.Que contagiaba la risa...si lo sabremos nosotros...que hemos recorrido varios años de nuestras vidas a su lado.
Se marchó joven...pero siempre le recordamos.Desgarbado.Un cuello tan largo que parecía tenía dos nueces.Fumador empedernido desde siempre...Le dio tiempo a comprender el problema catalán.En su juventud fue seguidor del Barcelona..y su ídolo Rodri,central del Barca...un jugador normal...La última vez que lo vi me dice...ya no soy del Barca,estos nos llevan a la ruina,me dice...
No sabía que había sido figurante de El Filandón...pero la he revisado y le he visto...tal...cual.
El Ayuntamiento de Valverde le ha dedicado una calle en La Virgen.
En mi tierra,Suroccidente de Asturias...esto que vosotros llamáis El Filandón...Las reuniones en alguna casa de las aldeas,en la cocina, para contar cuentos,jugar a las cartas,cortejar,mover la rueca,etc...recibía el nombre de IR POR LA BICHA...
Siempre había alguién por fuera "escoitando".

Javier Muñiz Diaz -

Gracias Chema por tu recuerdo. Estoy seguro que hubiesemos hecho un buen tanden y proyectos interesantes, pero nuestra aparcada amistad la retomamos, quizás, tarde; tarde para hacer proyectos, pero no tarde para remozar nuestra amistad de la que estoy muy orgulloso y agradecido de contar con ella. De todos los modos: sabes donde me tienes.
El ministro.

Chema Sarmiento -

Una vez más, gracias por lo que se ha dicho en estas páginas, y también por lo que no se ha dicho (probablement por no aguar la fiesta) ;-)

Yo me siento indudablemente deudor hacia los dominicos por la formación que con ellos recibí. Nadie en mi familia pertenecía al mundo de la cultura o del arte, así que no me viene esa vocación por via genética.

Me siento en deuda hacia los profesores que me formaron y hacia mis compañeros, con quienes compartía vida y aficiones. Es imposible citar a todos y seguro que, como ya me ha ocurrido en otras ocasiones, olvido algunos nombres claves. Pero no quiero dejar de mencionar a Pablo Huarte, que con sus emisiones radiofónicas me enseñó la manera de guionizar un relato; a Angel Torrellas, a quien le debo la educación de mi oído y mi gusto por la música; a J.J. Iparraguirre, de quien aprendí lo que sé sobre interpretación escénica y dirección de actores; a Jesús Martin, cuya influencia me llevó a estudiar, antes que cinematografía, Historia del Arte.

Es más dificel detallar lo que me viene de mis compañeros así que no me esforzaré en hacerlo, seguro que sería injusto con muchos. Pero no puedo olvidar que Jesus Herrero Marcos me enseñó la técnica de la fotografía (y heredé su laboratorio cuando se marchó en Las Caldas), y que Gerardo Suárez, al que no conocía antes del Estudiantado de Filosofía, tuvo una influencia decisiva en mi estructuración intelectual.

Lo que aprendí del Padre Pedro, de Alcalde, o del Padre Cura concierne más a mi manera de ser que a mi manera de hacer. Cierto es que ambas cosas están estrechamente ligadas.

Nadie me enseñó (y confieso que lo he echado de menos) a tener mala leche, a engañar, a jugar con los demas como si fueran fichas de ajedrez, a halagar para ganar influencia, a simular amistades por interés... Lo único que me puso un poco sobre esta pista fue la advertencia tantas veces repetidas del Padre Enrique: "Piensa mal y acertarás"...¿Os acordáis?

He dejado muchos nombres en el tintero, nombres de personas a las que estuve ligado muy fuertemente en aquella época y cuya amistad sigue viva hoy en día. En ciertos casos incluso más viva ahora que entonces. Perdonadme si no os he citado expresamente.

La vida que hemos vivido es como es, y no la podemos cambiar. Pero, aún de manera inconfesable, podemos lamentar que ciertas cosas no hayan sucedido de manera diferente ¿Cómo habría sido mi vida si no hubiera perdido el contacto con Javier Muñiz, el Ministro, del que era amigo muy estrecho antes de colgar los hábitos? ¿Como habría sido mi vida, sabiendo que él tiene todas las cualidades que a mi me han faltado como gestor de proyectos, como administrador...?

###Non, rien de rien, je ne regrette rien. ###

JOSEMARI CORTES ARANAZ -

PUBLICADO EN EL DIARIO DE LEON

josemari cortes -

Literatura a 24 fotogramas por segundo. Eso fue El filandón, la película que el berciano José María Martín Sarmiento rodó en distintos parajes leoneses en 1984 y que además de constituir un singular experimento fílmico de mixtura entre lo narrativo y lo audiovisual, permite dos insólitas contemplaciones: la de una ciudad y unas comarcas con aspecto casi arqueológico (calles sin asfaltar, carros, burros, y ni rastro de feísmo arquitectónico) y la de un puñado de grandes autores leoneses entonces muy jóvenes que se interpretaban a sí mismos y cuyas narraciones iban hilvanando la película.
Dentro de su espacio Historia de nuestro cine, La 2 de TVE emite hoy a partir de las 22.00 horas el que fuera primer largometraje de Sarmiento —ahora profesor de la Escuela de Cinematografía de París—, una buena ocasión para descubrir o reencontrarse con unos paisajes, unas historias y unos rostros que unieron como nunca después se hizo la literatura, el cine y las cosas de León.
«Recuerdo aquel rodaje como una fiesta ilusionada al vernos en el inapropiado papel de actores que nadie teníamos (ninguno era actor profesional) —lo explica Pedro Trapiello, columnista del Diario, uno de los participantes—: todo fue rodaje de exteriores o interiores naturales y ni un solo gramo de plató, el equipo técnico eran todos de París, la directora de cámara era judía y el voluntarismo rigió la cosa hasta tal punto que el productor alucinó con lo gratis que salieron tantas aportaciones personales y ayudas de todo tipo, incluso prometiéndose hacer a partir de entonces todas sus películas en León...».
Trapiello aclara que Sarmiento «traía una idea de encadenar cinco cortos, pero no estaba muy al tanto de relatos breves en literatos leoneses, así que le sugerimos libros de Luis Mateo, Merino y Pereira; eligió y sumamos los de Llamazares y el mío, que en principio no eran los que al final se incluyeron: El Genarín presentó numerosas dificultades para el rodaje y se cambió por una nostalgia pantanera que Julio hizo de su Vegamián, y mi El tostadillo que ubiqué en las tierras de surco, adobe y vallina rumorosa para que el cromatismo comarcal leonés quedara más completo, se sustituyó por el enigmático Láncara».
En El filandón, que comienza con una de nuestras tradicionales hilas o filanderos en el escenario imponente de la ermita de San Pelayo, Luis Mateo Díez envuelve a clérigos y córvidos en el cuento Los grajos del sochantre, y el inolvidable Antonio Pereira, patriarca del cónclave, da inicio al delicioso, bercianísimo y altamente pereiriano Las peras de Dios. José María Merino, que ambientó El desertor en los años de guerra civil, llama a aquel rodaje «estupenda aventura». «Recuerdo el principio, cuando subimos en jeep hasta cerca de la ermita, por unas trochas y unos vericuetos que daban miedo, y cuando le comentamos al conductor, que iba a toda marcha, lo bien que conocía el camino, nos contestó, muy ufano: ‘¡Es la primera vez que subo!’».
Y rememora más detalles: «Los autores residíamos en Fasgar porque el equipo de rodaje, menos Chema Sarmiento, bajaba a dormir a León... Una noche organizamos una reunión en una cocina del pueblo para celebrar el cumpleaños de una señora —nos enteramos de ello y logramos encontrar tarta y bebida—. Inesperadamente nos preguntaron por los cuentos nuestros que se estaban rodando, aquello se convirtió en un auténtico filandón y tuve una experiencia importantísima: la de convertir sobre la marcha un cuento literario, escrito, en un relato oral... Por su parte, varios vecinos recitaron o leyeron poemas. Uno, que había sido pastor, nos leyó un romance propio en el que contaba cómo él y una pastora, en las noches de verano, se bañaban en el río Boeza y las truchas pasaban entre sus cuerpos desnudos, acariciándolos. El poema era tan hermoso que le dijimos al autor que nos lo diese para publicarlo en algún sitio. Entonces nos contestó: ‘¡Cómo si yo no supiese los duros que vale esto!’ y se lo guardó en el bolsillo, de modo que quedará inédito para siempre. Y también recuerdo los rodajes, meticulosos, repetitivos, hasta conseguir lo que Chema consideraba logrado. Fueron unos días magníficos... Yo creo que el resultado responde a lo que Chema pretendía: lograr un relato natural, lleno de situaciones sugestivas en el que, además, las historias se enlazasen misteriosamente».
Alabada por Bardem
En cuanto al buen o mal envejecer de la película, Pedro Trapiello anota que volver a verla «es situarte ante la dictadura del tiempo, que tanto nos maltrata, aunque no a la cinta, porque veinte años después y revisitándola en la universidad de Segovia junto al gran Juan Antonio Bardem, me comentó su gracia y su buenísima factura; en sus palabras había algo más que cortesía y eso nos animó mucho. El Filandón parece envejecer con buenas maneras».
A Merino le enorgullece haber participado en la película porque asegura que es «excepcional» en la historia de la cinematografía española «al entrelazar cine, literatura y oralidad», y la llama «todo un clásico». En cuanto a la provincia que refleja, tan diferente de la actual, piensa con gran sentido crítico que muchos pueblos de León «siguen sufriendo el mismo o mayor abandono». «La Constitución del 78, que tan bien nos vino a todos los españoles, a los leoneses (y me refiero a los que pertenecemos a eso que se llamaba Viejo Reino) nos unció a un yugo muy centralista e insensible si no enemigo de nuestra personalidad histórica y cultural, que ha resultado mucho más agresivo y dañino de lo que muchos vaticinábamos —argumenta—. Si León sigue ‘prehistórico’, perdiendo población de forma escandalosa y en los más bajos niveles del crecimiento español, se debe a la política nada fraternal que se gestiona desde los centros de poder de la autonomía a la que pertenece».
«Sí, todavía no llegaban fondos estructurales para desguazar sitios, planes piruleros para despilfarrar haciendo daño, ni alcaldes marbellíes o concejales amigos del mantecao con faroleos y fuentes de caballitos encabritados para esta rusticidad cazurra —recalca, a su vez, el firmante de la columna Cornada de lobo—. Ahí se ve cómo estaba la plaza del Grano o las calles de Burbia, pueblón al que increíblemente aún no había llegado la luz eléctrica ¡en 1984!... cantinas y casas se alumbraban con campingás».
Y para añadir veracidad a la cosa, el orujo que trasegaban los literatos era auténtico. «Hacía un frío tremendo y había que luchar contra él de alguna forma», dice José María Merino. Y Trapiello apostilla: «En fin, son recuerdos inolvidables los que me trae ese que en realidad fue el primer largometraje del cine leonés y seguramente la única película de producción cazurra que ha emitido la televisión francesa. También me acuerdo de cenar las patatorras con carque nos preparaba Yuma, que fue el ‘traidor’ de la película, el que traía de todo lo necesario en intendencias o conseguía lo imposible, como capturar grajos en una cueva de la montaña para las escenas de la Catedral».

josemaricortes -

E. GANCEDO

JOSEMARI CORTES ARANAZ -

E. GANCEDO

Pedro Sánchez Menéndez -

La proyección de El Filandón fue anunciada días antes por los medios de comunicación, pero alguien de nuestro entorno me avisó. Me quedé solo a verla porque mis sobrinos se fueron a la cama para intentar curar su catarro. Ya la había visto más de una vez, pero estaba interesado en recordarla, pues mi memoria se va apagando lentamente. Sobre la película yo no voy a añadir nada, ni tampoco sobre Chema Sarmiento, a quien admiro. Lo habéis dicho vosotros. Se me ocurre pensar en lo que todos vosotros me habéis proporcionado a través de toda vuestra historia. Me he sentido grandemente enriquecido. Y me siento orgulloso de disfrutar de vuestra amistad. Enhorabuena, Chema. Pedro

Eugenio Cascón -

Como no iba a poder ver El filandón en emisión directa, puse en marcha la grabación y anoche, a última hora, la estuve disfrutando. Aunque la había visto hace algún tiempo, creo que hay creaciones artísticas cuyo disfrute se acrecienta con la revisión, y esta es una de ellas. Posee esa virtud especial de que sus imágenes, diálogos y momentos se fijen en la memoria y el ánimo del espectador, de que este recreándose con ellos una y otra vez después de haberla visto. Y es todo un acierto haber sido capaz _de hilar, de acuerdo con el título_ géneros tan dispares como la peripecia esperpéntica del canónigo, el cuento maravilloso y montaraz de hadas maléficas, el despertar de la adolescencia mediante la hipérbole simbólica de las peras; la tragedia de la guerra envuelta en el misterio del más allá, y el funambulismo, trágico y misterioso, final de quién regresa a su pueblo sepultado bajo las aguas. Y todas impresionan sin necesidad de grandes alardes técnicos e interpretativos.

Coincido con la crítica que hacéis algunos a la pobreza de la presentación, que denota enorme desinterés y falta de información por parte de quien la hace. Él se lo pierde.

Gracias por todo, Chema Sarmiento.

fernando muñoz box -

Como presentador de cine-forum habría, como se debe hacer, ponderado los aciertos y criticado lo que no me convenciera, aun sabiendo que uno no tiene siempre razón en todo lo que dice o piensa.
Chema, más que enhorabuenas, te mando un fuerte abrazo, pero que sepas que me alegró saber unos días antes que trasmitirían tu Filandón.
Ahora te aclaro que el presentador, o colaborador de la presentadora,fue Fernando Méndez Leite, director de cine, que estuvo elogioso y relativsmente justo, excepto en lo de afirmar que no habías hecho otra película

Chema Sarmiento -

Como es natural, me da mucha alegría saber que la peli ha gustado a muchos de vosotros, y que sintonizáis conmigo como es normal en razón de nuestra trayectoria común.
Yo desde aquí no pude ver la presentación. No sé qué diría ayer Diego Galán, pero en la época en qué la película se estrenó hizo una crítica muy positiva en El Pais.
Muchas gracias a todos por vuestras muestras de amistad.

Jesús María Herrero Marcos -

Por cierto, a mi no me han sobrado peras...

Jesús María Herrero Marcos -

Evidentemente el introductor careció de la matemática, la poética y la sensibilidad de Fernando Muñoz Box en sus inolvidables cineforums. Fernando ¡cómo te eché de menos anoche!

Juan A. Iturriaga -

Hace ya unos cuantos años que vi “El Filandón” por primera vez.

Entonces me gustó porque me atraía ese mundo de cosas viejas y de costumbres antiguas.

Hoy lo he vuelto a ver y me ha vuelto a gustar, pero creo que por por motivos diferentes.

No soy ningún experto en cine pero, en general, suelo salir de los cines con sensación de que me estaban tomando el pelo.


Me atraen que las películas que cuentan historias, porque creo que actualmente en el cine no nos cuentan nada. Son espectáculos a base de coches, aviones, gente guapísima, y grandes efectos especiales.

En general vemos películas que lo tienen todo menos un guión decente. Simplemente pasan cosas.

Creo que Chema, lo que tiene claro, es el guión. Quiere introducirnos en aquellas costumbres viejas de contar historias alrededor de la lumbre. Si las historias eran buenas, las reuniones eran inolvidables.

En eso es un fenómeno.

Con su otra película, “Los Montes” pasa lo mismo. En ese caso era un velatorio, pero con un resultado fantástico.

Y el humor al que alude Herrero es definitivo. Finísimo, soterrado, como si le diera vergüenza exhibirlo. GENIAL.

¿Queréis un exabrupto sonoro para el presentador? Pedid y se os dará.

Jesús María Herrero Marcos -

Se notaba a la multitud comiendo pipas ensimismada en el cine. La introducción de Méndez Leite correcta (pero insuficiente). La peli sobria y estéticamente magnífica, con una fotografia muy eficaz y descriptiva y, sobre todo ajustada al escenario castellano leonés de aquellos años. Ese humor de Chema tan tremendo no lo conocía y me encantó. El final tremendo con ese color azul nocturno tan eficaz y potente. Los de la tele cortaron los títulos de crédito por lo sano para meter alguna tontería jolivudiense. Yo les corté a ellos y me fui a la cama a revivir la peli de Chema. Este chico, ya lo dije, es un monstruo.

fernando muñoz box -

Sí,lo sé. Pero no he dicho ni pío. Veo que coincidimos muchos en querer asistir a lo que digan en la 2 antes de la película.

Heredia: Yo estoy todavía dispuesto a hacer los cine-forum que surjan, aunque prefiero que sea de día, porque cada vez soy más tempranero en acostarme, y soy capaces de tenerme hasta las tantas...

Chema: Pensaba en decirte algo después del día 4, pero ya que ha surgido te agradezco mucho que hayas pensado en mí para mandarme tu invitación o aviso. Que tengas mucha suerte. al menos tanta como yo en conservar vuestra amistad siempre

Chema Sarmiento -

...en todo caso Fernando Box está avisado :-)

Luis Heredia -

Yo iré también al cine esta noche. Nos vemos en la cola para entrar todos juntos. ¿Temdremos cine-forum con el P. Box?

Jesús María Herrero Marcos -

Tengo un amigo que se llama Chema Sarmiento que es un monstruo y que estudió (es un decir) conmigo cuando éramos más jóvenes que ahora. He quedado con él está noche a las 10:00. ¿Os apuntáis? Ya digo, es un monstruo...

Ramón Hernández Martín -

Todavía no la he visto y os prometo que mañana no me la perderé. Tengo gratísimos recuerdos de los"seranos serranos" por los cuentos de los mayores y por los deliciosos "calboches" que terminábamos comiendo en la cama. He pillado esto en la Wikipedia: "El serano, como el filandón leonés, servía para recordar y compartir la herencia de la tradición oral: costumbres, cuentos y leyendas, refranes y un sinfín de recursos del patrimonio cultural inmaterial" y del material, carajo, que los calboches sabían, en aquellos tiempos (los primeros cuarenta) de carencias de todo, a gloria bendita. A este respecto, Eugenio, el nuestro no el que fue de la RAE, el del escribir rico y elegante, es un auténtico arsenal de recuerdos. A ver si alguien le tira de la lengua. Silencio, amigos, a disfrutar del espectáculo.