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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Javier Cirauqui ) 2ª JORNADA, segunda parte

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Javier Cirauqui ) 2ª JORNADA, segunda parte

 ENCUENTRO EN CALERUEGA. SEGUNDA JORNADA, SEGUNDA PARTE.-

Comentando la visita

A Clunia ciudad romana,

Sentados en el triclinium

Damos cuenta de las viandas,

Que nos tienen preparadas                                                          

Para comer este sábado.

Después de haber recorrido,

Varias domus, amplios foros,

Termas, templos y teatro.

Seguimos el mismo sistema,

Que a la noche preparamos

Para servir la comida.

Unos llevan el primero

Y otros recogen los platos.

El segundo se coloca

En el centro de la mesa

Y una vez que se ha acabado,

La vajilla retiramos,

Y un canastillo con frutas

Adorna la tabula rasa.

Tenemos ya colocados

El vino el agua y el pan

Vino de la Ribera,

De la Ribera del Duero

Y quizás de Caleruega,

El agua de los depósitos

Que abastecen este pueblo

Y el pan amasado en tahonas

De estas castellanas tierras.

De primer plato lentejas,

Con un poco de chorizo.

La verdad que estan muy buenas,

Y aunque Don Quijote diga

Que es comida melancólica

Nos alegran el estómago

Y a la creación excitan,

Producto de bilis negra

Y de Saturno su guía.

De segundo un estofado,

O quizás sea un guisado,

Con guisante y zanahorias,

Cebollas y patatitas

Con un gusto muy logrado.

Y de postre como siempre

Cesto de frutas variadas.

Ciruelicas muy lustradas,

Peras de conferencia,

Nectarinas sonrosadas

Con gusto a malacatón.

Café con leche o cortado,

Algunos solo tomaron

Caliente y negro a la vez.

Alguien trajo una quesada,

Postre típico de Asturias,

Quizás también de Cantabria

Y se fueron repartiendo

Trozo a trozo por las mesas.

Y como había abundante

Repetimos de buen grado.

 La Chica de la cocina,

Que reparte la comida

Dijo que era de Bulgaria,

Y le entendí de Burlada,

Y yo le dije extrañado,

Que había nacido allí,

Mirándome sorprendida,

Me dijo con insistencia

Yo soy búlgara, soy búlgara.

A continuación me dio,

Tres botellas de licor,

De patxarán la primera

Otra más de Torres diez

Y de anís La Castellana,

La última de las tres.

Dijo fuera repartiendo

Entre todos los amigos

Que en el comedor estaban,

Charlando de sobremesa.

Pero el más solicitado

Fue el navarro patxarán,

Aunque más bien este fuera

De la endrina burgalesa.

Algunos toman licores

Y otros dicen ser abstemios.

Según Orden Santamarta

Y sus impecables  cuentas,

Comemos setenta y cuatro

De los antiguos alumnos,

Cinco frailes dominicos,

Que suman setenta y nueve.

De los frailes tres se llaman

Con el nombre José Antonio,

Lobo, Rodríguez, Solórzano,

Pedro y José Ramón,

Nombre de los otros dos

Un quinteto de postín,

Que junto a antiguos alumnos

Participan del festín

De este encuentro en Caleruega.

Nos recuerdan  que hay un libro,

Entrando en el comedor

En el que podremos firmar

Y escribir dedicatorias

Y expresar lo que sentimos

Sobre nuestro Padre Pedro,

Que el domingo en la comida

Con ilusión le daremos,

Y que siempre le recuerde

Lo mucho que le queremos.

Dicen los organizadores,

El programa de esta tarde.

Esto es a las cuatro y media

Con varios itinerarios:

El taller del Padre Salas,

Exposición y museo,

Por el artista explicado.

Visita a la biblioteca,

Padre Martín como guía,

Pues es su bibliotecario.

Otros pueden decidir

Entre otras varias opciones,

Iglesia San Sebastián,

Torreón de los Guzmanes,

Bodega Beata Juana,

Bodegas Tradicionales,

Monumento al labrador,

Centro de “Las Loberas”

Y el Lagar de Valdepinos.

Como os habréis dado cuenta,

Tenemos mucho que ver

En la bella Caleruega.

Y después de estas visitas

Hacia las seis de la tarde,

Vamos al Real Monasterio

De Domingo de Guzmán,

Hablaremos con las monjas,

Visitaremos su claustro,

La iglesia con su pocito

En la cripta situado.

Y el museo en sala gótica,

Debidamente instalado.

 

Me gustaría explicaros,

El lugar donde se ubica

Convento Santo Domingo,

Y el antiguo noviciado

De los Padres Dominicos,

Que se empezó a construir,

El año cincuenta y dos

Del pasado siglo veinte,

Sin que desentonara,

Del vecino Monasterio

De las Madres Dominicas.

Se construyó rodeando,

Al bizarro torreón

Y restos de la antigua casa

De la familia del santo,

Bodega de Juana de Aza.

La orden de los domínicos,

Mediados del siglo veinte

Favorece a Caleruega

Como mágico lugar

De la orden dominicana,

Foco de paz y silencio

Y cristiandad de la tierra.

Padre Carro y Padre Suarez

Trabajaron incansables,

Para hacer de Caleruega,

Un inconfundible centro

De espiritualidad y estudio,

Donde algunos compañeros

Hicieron su noviciado.

Y restauraron la Torre,

Iglesia, pozos y claustros.

También Caleruega es

La referencia importante

En ámbitos teologales,

Digamos hasta turísticos

Gracias a Santo Domingo.

El conjunto conventual

Cuenta con una capilla

Con un crucifijo gótico,

Cruz y travesaños románicos.

Una talla de la Virgen

Que data del dieciséis

Y otra de Santo Domingo,

De la época barroca

Y excepcionales vidrieras

De Fray Domingo Iturgaiz,

 Adornando la techumbre

De la Capilla Coral.

Museo dominicano,

Por pasillos y por salas

Y un museo de escultura

Con obra del Padre Salas.

Casa de espiritualidad,

El convento dominico

Es en la actualidad.

 

Unos con el Padre Salas

Para ver su obra y taller,

Otros  y el Padre Martín

Para ver la biblioteca

Y su fondo excepcional.

Por una puerta siguiente

A la de la portería

Entramos al edificio

Siguiendo a Fray José Luis,

Y pasamos a una sala,

Poblada de estanterías,

Con libros y documentos

De una importante valía,

Y que el Padre Martín cuida

Con mimo y dedicación

Y mucho conocimiento

Del mundo bibliotecario.

Sobre una mesa de roble

El Padre Martín ha extendido

Varios libros y carpetas

Y explica su contenido.

Tres tomos en ocre claro,

Con todos los contenidos

De la Revista Camino

Que ojeo con interés

Igual que otros compañeros

Como Cícero y Vibot

Y también Javier Martín.

Supongo que alguno más.

Disfruto rememorando

Mis poesías y escritos,

Con diferentes seudónimos

De infancia y adolescencia.

Qué placer ir recordando

Aquellos tiempos pasados

De entusiasmo y creación

De todos los compañeros

Que en ella colaboramos.

Extendidos por la mesa,

Varias carpetas abiertas,

Con creaciones de artistas

Sobre modos de oración

Del Padre Santo Domingo.

De un dominico nipón,

De un llamado Carpentier,

De franceses y alemanes

Y de artistas orientales

Y de hispanoamericanos.

Entre estas obras famosas,

Serie de Jesús Herrero,

Hermosa y policromada.

Obras de Javier Serrano

Sobre San Martín de Porres,

Vida de Santo Domingo

Y muchos otros dibujos.

 

Libros de compañeros

Como Cícero y Carrizo

Y su libro cinegético,

“Entre todos lo mataron”

Y la Virgen del Camino

Y su clave de misterios,

Último libro editado,

Que en Caleruega presenta,

Isidro Cícero Gómez.

Mariano con sus poemas

Y libros recopilados.

La vendedora de globos,

Cuadernos de la memoria,

Y en gran Libro de los Fotos.

Libro de Santos Vibot,

Su métrica para Borja.

El Bosque de los recuerdos,

De los recuerdos perdidos

De Eugenio González Núñez.

Y libros de los Trapiellos,

De Maximiano Trapero,

También de Joaquín Bandera

Y de José Ignacio Mallada.

Casi todos  editados

Por el grande Lalo Mayo,

Editorial Tomillar.

 

Luego viene una sorpresa

Del cineasta Sarmiento

Que va editando incunables

 Con  mismos procedimientos

Que en la época se hicieron

Ya que realiza facsímiles

De una increíble belleza.

El padre Martín enseña

El gran Beato de Liébana

Al original parecido,

Como si fuera calcado.

El bibliotecario enseña

Varios libros muy antiguos,

Miniados, policromados.

Libros con letra y con música.

Libro de la inquisición

De la herejía albigense

Y nos presenta a Domingo,

Como santo inquisidor,

Con la lanza que atraviesa

Un animal mitológico

En forma de negro diablo.

Le dice al “Pitu” que lea

Una gran biblia políglota

En arameo o hebreo,

Que no hay por donde cogerla,

Pues se lee al otro lado

Y sus rasgos son muy raros.

Un libro de Lope de Vega,

Con poemas del rosario

Que en su día Isidro Cícero

Nos adelantó en el blog

Que en Cantabría lo cantaba

Una bardo popular.

Cartas de San Raimundo,

Raimundo de Peñafort.

Y un documento muy antiguo,

Datado en el siglo décimo

 

Nos va explicando el trabajo

Que en años ha realizado,

Clasificando, ordenando

Esta ingente colección

De libros y manuscritos,

Que recoge toda historia

De la orden dominicana

Y de sus predicadores.

Sumas, reglas y capítulos.

Uno de sus orgullos

Son las estanterías,

Que a pesar de ser tan largas,

Ni se doblan, ni se comban

Y que han sido realizados

Por obreros de la zona.

Más de dos horas pasaron,

Escuchando las palabras

Del Padre Bibliotecario,

Pese a sus noventa años,

Nos ha dejado encantados

Por amplios conocimientos,

Por conversación amena

Y su divertido trato.

Dejamos la Biblioteca

Y salimos a la calle.

Me dice que le acompañe

Pues necesita ir al baño

Y  beberse  un zumo fresco

Para enjuagarse la boca,

Y llevarnos a las monjas

Para seguir explicando.

Este Monasterio Real,

De las Madres Dominicas

Su  iglesia, museo y cripta.

Nace Caleruega a la historia,

Entre el novecientos doce

Y el novecientos cuarenta

De la Era después de Cristo.

El nombre de Caleruega,

Según dicen los filólogos

Viene del nombre “cabis”,

Nombre latino de cal,

Que abunda por esta zona.

Un grupo de familias viene

Desde Castilla la Vieja

Desde las tierras del Norte

Otras de Mozarabia

Desde las tierras del Sur..

Establecen un concejo

Y se reparten las tierras.

Donde instalan un molino

Señalan pastos y montes,

La torre de vigilancia

Y una iglesia allí construyen

Y en Batalla de Simancas

Ejércitos musulmanes

Arrasan la población.

En el mil sesenta y dos

Se tienen primas noticias

Y en el mil noventa y cuatro,

Se encuentra el nombre del pueblo

En  San Salvador del Oña.

Al nacer Santo Domingo,

En el mil ciento setenta

La historia de Caleruega

Tiene un giro radical.

Antes que pasara un siglo,

Alfonso Décimo El Sabio,

Crea un señorío en la villa

Para la gloria del Santo.

Unas monjas dominicas

De San Esteban Gormaz,

Se trasladan al lugar

Que edificó por encargo

Obispo de Burgo de Osma

En la Casa Los Guzmanes.

El rey se va a Caleruega

Y otorga fuero y convento,

También la villa y los términos

A la priora dominica.

Este señorío dura

Hasta el siglo diecinueve.

Una vez dicho todo esto,

Por una estrecha escalera

 

Subimos  al locutorio,

Donde las monjas esperan,

Para charlar con nosotros

Las Ocho madres sentadas

Nos escuchan con cariño,

Descubre Jesús Herrero

Que una de estas ocho monjas

Entró de novicia el año

Que entraron los de su curso.

Según nos dicen son doce

Las monjas del monasterio.

Hay una monja muy joven

Y el resto ya son mayores.

Algunos van a comprar,

Dulces ricos del convento

Que elaboran con cariño,

Con saber y mucho tino.

La monja que vende dulces

Es la niña del convento.

Después de una grata charla

Los cantores de este grupo,

Dirigidos por Bañugues,

Deleitan a nuestras monjas

Con “cerca de ti Señor”

Y como gran despedida

“Adiós madre de mi vida,

Triste llega la partida…”

Que emociona a los presentes,

De un lado y del otro lado

De la verja conventual.

Entre Antonio Alonso y yo,

Recordamos aquel canto,

Despedida al misionero:

“Mañana en un frágil barco,

 Me he de engolfar en la mar,

Daré un adiós a mis padres,

El último adiós quizás …”

Que cantábamos de niños

En los bosques de la Ulzama,

Bajo milenarios robles

A la luz de las estrellas,

Y conseguía ponernos

Todos los pelos de punta.

Despedidas ya las monjas,

Y cerrada ya la venta

De los dulces del convento

Que si queremos comprar

Lo haremos por la mañana.

 

El padre Martín nos abre

La puerta del Monasterio.

Dos años después de muerto

El Padre Santo Domingo,

Mil doscientos veinte y uno,

Construyó el Beato Manés,

Donde su hermano nació

Una pequeña capilla

Y en mil doscientos sesenta y seis.

Alfonso Décimo El Sabio,

Pariente de los Guzmanes,

Construyó una iglesia gótica,

Y años más tarde un convento

Con comunidad de monjas,

Señorío del lugar.

Por la puerta norte entramos,

Con su portada barroca

Que se abre con una llave

De gran y enorme tamaño.

Según el bibliotecario,

Padre Martín por más señas.

En el siglo dieciséis

Se construyó nueva iglesia,

Se tiró la primitiva.

La iglesia del monasterio,

De piedra de sillería,

De una sola nave es

Y de planta cruciforme.

El retablo  mayor tiene,

Tres lienzos de Blas Cervera,

Que representan escenas

De la vida de Domingo,

En su alto coronado

Por calvario de madera,

Policromada de escuela

Del gran Gregorio Fernández.

De la sacristía vamos

Hasta la cripta que guarda,

Los restos del Padre Suarez,

Monumento funerario

En granito y alabastro

Con cuatro frailes portando´

El féretro del finado

Y un potente resultado

A la derecha e izquierda

Hay dos placas funerarias

Del Padre Colunga y Carro.

Si miramos al altar

A la izquierda y la derecha,

Encontramos dos mosaicos

Del Padre Domingo Itugaiz

Familia de Santo Domingo,

Nueve modos  de oración.

Son dos hermosos mosaicos

De un variado colorido,

Y de pequeñas teselas,

Algunas hasta brillantes.

En el centro de la cripta,

Hay una fuente o pocito,

Pozo que indica el lugar

En donde nació Domingo.

El Padre Martín nos indica

Que nos acerquemos todos

Para seguir un ritual

Alrededor del Pocito.

Colgando están de unos ganchos,

Unos pequeños vasitos

Y nos dice que bebamos

Del agua  que sale del caño.

Este  rito lo repiten

Muchos de los visitantes,

Yo lo repito dos veces,

Por si se obrara un milagro.

Según el Padre Martín

El pozo se ha hecho famoso

Y acuden a tomar sus aguas,

Sobre todos las mujeres

Para un posible embarazo.

Espero no me surta efecto

Y me quede yo preñado,

Dice que muchas mujeres

Vinieron con mucha fe

A pedir la gracia al santo

Y más tarde le escribieron,

Que a los nueve meses justos.

Un niño habían tenido,

O gemelos o mellizos.

Y en otros años siguientes

Repitieron la visita

Con la criatura en brazos.

Yo creo que los presentes,

Hemos llegado ya tarde

Para pedirle milagros

En eso del embarazo.

Quedamos todos prendados

Del guía y sus comentarios.

Por su gracia y su salero

Y grandes conocimientos.

 

Terminada la visita

A la iglesia y a la cripta,

Volvemos de nuevo al templo,

Donde las monjas cantan

El oficio de la tarde,

Laudes, maitines o víspera,

O quizás nonas o tercias,

He olvidado ya los nombres

De los rezos y las horas.

Seguimos hacia los claustros,

Varias salas y al museo.

En una primera sala

Encontramos una placa

Con el fuero y señorío

Concedido por Alfonso,

Alfonso Décimo el Sabio

Al Monasterio de monjas.

Al frente nos aparece

Un sepulcro restaurado

De la Infanta Leonor,

 La hija de Alfonso El Sabio,

Un sepulcro medieval,

Madera policromada

Hasta ahora desconocido.

En dos mil trece y catorce,

Se restaura el mausoleo.

Consejería Turismo

De Castilla y de León,

Esta obra realizada,

Desarrolla un amplio estudio,

Que ha permitido obtener

Histórica información

Sobre la Infanta Leonor

Y recrea virtualmente

El sepulcro original.

Resultados del trabajo

Se muestran ahora al público

En la exposición permanente

Del Museo del Convento.

Salimos a ver el claustro,

Que data del Siglo Trece

Hasta finales del quince

En románico tardío.

Y conserva muchos restos

De diferentes etapas

De su larga construcción,

Así como el claustro bajo

Con arcos de medio punto

Sobre columnas pareadas,

Una puerta ojival gótica,

Sobreclaustro de ladrillo,

Obra del siglo dieciocho

Y cuando se hizo el convento

De los Padres Dominicos

Se hizo un nuevo edificio

Para celdas de las monjas.

Antes de entrar al museo

Y en un rincón de este claustro,

Se halla una Virgen de piedra

Gótica y policromada

Que entre su túnica  lleva,

Cinturón de castidad,

Para demostrar pureza

Por su maternidad,

Obra del Espíritu Santo.

 

Y por unas escaleras

Vamos subiendo al museo,

Instalado en sala gótica,

Y nos dice José Luis

Que en esta instancia vivió,

El hermano de Domingo,

De nombre llamado Antonio

Cuando vino demandado

Para llevar el convento.

Vivía en un lazareto

Cuidando de sus leprosos,

Y como condición puso

Llevarlos al monasterio.

En el centro de la sala,

En su pared hay un hueco

Que era por donde daba

De comer a sus enfermos.

Una escultura moderna

Representa su figura

Y el Padre Martín nos dice,

Que posiblemente fuera

El más santo la familia.

Esta sala del museo

Sirvió para muchas cosas,

Almacén, cuartel y corral.

Y hoy se dedica a Museo

En hermosa sala gótica,

Con obras de gran valía.

Santo Domingo aparece

En la talla de madera,

Vestido de inquisidor

Y lleva en su mano una lanza,

Y a sus pies en vez de un can

Se representa un hereje

Con figura de animal.

En el museo se encuentran

Piezas de valor artístico,

Pequeño Santo Domingo

Del convento de Zamora,

Y un archivo monacal

Con varias bulas papales,

Privilegio de los reyes

Y documentos rodados,

Cartas de San Raimundo,

Raimundo de Peñafort

Y otras muchas bellas piezas

De conventos dominicos,

Entre ellos destacamos

Varias pequeñas figuras

Del mismo  Niño Jesús,

Que las monjas dominicas

Cuidaban y los vestían

Con esmero de una madre.

 

La visita ha terminado,

Nos despedimos del guía

Y hemos tenido la suerte

De su grata compañía.

Y como esto se me alarga

Haré una tercera parte

De la jornada segunda,

Del Encuentro en Caleruega,

La cena con su menú,

 Y la presentación del libro

Que va en clave de misterios

De la Virgen del Camino

De Isidro Cícero Gómez.

Hablaremos, como no

De ovnis y alucinaciones

De Bañugues y Javivi

Y el obispo Calahorra,

Que por unas artes mágicas

Se convirtió en libertino.

Perdonarme este peñazo

Y hasta la próxima crónica.

 

Un fuerte abrazo para todos.

Javier Cirauqui

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Javier Cirauqui ) 2ª JORNADA, primera parte

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Javier Cirauqui ) 2ª JORNADA, primera parte

ENCUENTRO EN CALERUEGA, JORNADA SEGUNDA.- PRIMERA PARTE.

 

Ya es el día veintitrés,

Amaneció en Caleruega.

Ni se oyen cantar los pájaros,

Ni las nubes se levantan,

Ni me cae un chaparrón

Con azúcar y turrón,

Porque los fornidos muros

Del convento, nos separan

De la civilización.

Entra  luz por la ventana,

Me encaramo en el alfeizar

Y veo un patio jardín,

Al que se asoman más celdas

Y a su lado un torreón,

Llamado de los Guzmanes,

Que domina el edificio

Con su figura imponente

Y  fue la casa nativa

De los padres de Domingo.

Al fondo las dominicas

y el claustro tras la pared

 

Me ducho, lavo, acicalo

Y bajo a desayunar,

Por el camino me encuentro,

 A otros compañeros más.

Consuelo López de la Osa,

Acompañando a su hermano,

El Padre José Manuel.

Suarez Sánchez José Luis

De su esposa acompañado.

En la primera jornada

Creo que me equivoqué,

Pues citaba Alberto Alonso,

Como que vivía en Francia,

Cuando en Andalucía habita

Y yo saludé el primer día.

El citado debe ser

Antonio Alonso Corral,

Si no me equivoco otra vez.

Es gabacho de adopción

Y nació en Torrelavega,

Como Javier aclaró,

Javier Martín me refiero.

Y entre Antonios y entre Albertos

Me vino la confusión,

García, Alonso, Fernández,

 En la vida hay un montón.

Los  Cirauqui y Armendáriz

Somos menos colección.

Vibot me dice al bajar,

Que le ha costado dormir,

Pues le invadió la emoción,

Los recuerdos se agolparon,

 Habita la misma celda,

Que de novicio ocupó.

No sé si es casualidad

O fue medida elección.

En las sillas nos sentamos,

Y el desayuno en la mesa,

Ya tenemos preparado.

Mermeladas, mantequilla,

Paqueticos  galleticas,

Magdalenas alargadas

Y pan para las tostadas.

Por supuesto café y leche

Y fruta de temporada.

Las ciruelicas lustradas,

Las peras de conferencia,

Y nectarinas rosadas.

Según dice Daniel Orden.

Setenta los comensales

Alumnos sesenta y cinco,

Frailes dominicos cinco.

 

Nos anuncian que a las diez

Nos trasladamos a Roma,

Al yacimiento arqueológico,

Colonia Clunia Sulpicia,

Sita en Peñalba de Castro,

De otro lugar pedanía.

Más o menos 10 kilómetros, 

Distancia de Caleruega.

Nos ruegan nos repartamos,

En los coches que han traído

Compañeros al encuentro,

Sin excesivos problemas,

Nos vamos distribuyendo.

Algunos siguen pagando,

Los gastos de nuestro encuentro,

Y yo consigo comprar

El libro de Isidro Cícero.

Me lo llevo sin firmar

Y me vuelvo en el momento.

Y me lo firma diciendo:

“Para mi querido amigo,

Javier Cirauqui, en recuerdo

De los tiempos entrañables,

Vividos y compartidos”

Me subo a la habitación,

A dejar mi gran tesoro,

Que es la Virgen del Camino,

Libro en clave de misterios.

Y aprovechando el tiempo,

Voy viendo por el camino,

Y por los largos pasillos,

Estatuas, cuadros, mosaicos,

De muy variados estilos,

Primeros acompañantes

Del Padre Santo Domingo,

En bajorrelieves negros.

Mesas y bellos mosaicos

Que son de Domingo Iturgaiz,

Obras de Fray Berceruelo,

Que en Villava conocí.

Abro una puerta y me encuentro,

Con la capilla el convento,

Que destaca por un Cristo

Y las vidrieras magníficas,

De nuestro fraile Domingo,

Nacido en tierras navarras.

Algunas cosas que he visto

Me han parecido muy buenas.

Dicen que aquí se reúnen,

Por cierre de otros conventos,

Muchas obras de otros tiempos.

Mi panteón dominico

Me mira intrigante al fondo.

 

En la plaza nos juntamos

Y en cuadrigas diferentes

Nos vamos  aposentando.

Dominicus es mi auriga,

Medardus  su copilutus

E Isabel será su musa.

Hacia Clunia ya nos vamos.

Saliendo de Caleruega,

Yacimiento medieval,

A la derecha dejamos

Y a Clunia nos acercamos,

Pero tengo que decir

Que el camino equivocamos.

Rectificando Domingo,

Nos lleva al sitio adecuado.

Un tal Dominus Herrerus

De Quíquero  acompañado

Marchaban para otro lado.

Vuelven a  la Vía Clunia

Y al yacimiento llegamos,

Centro de Interpretación.

En la puerta nos juntamos

Varios del cincuentainueve,

Ramón Pajares, Argüeso,

Javier Cirauqui y “El Pitu”.

Con un cuaderno en la mano,

Javier Martín nos explica,

Que es el diario del Colegio,

Que él escribió en aquel tiempo,

Y dice que en él se recoge,

La rebelión a Tascón

Y la fecha mi salida

De la Virgen del Camino,

Del Camino de León.

 

Desde el alto se divisa

Un panorama magnífico,

Tierras llanas, sementeras,

Algún cerro, algunos tesos,

Pequeños montes y valles,

Pueblos diseminados,

Campos coloreados

De ocre, de gris, de amarillo,

Por la sequía diezmados.

Chopos, carrascos, chaparros.

Tomillos y algunas viñas

Que se están recolectando.

Al fondo se ven cordilleras

En azul difuminado

Y Barrado y algún otro,

Me dicen que pueden ser

Sierra de Demanda y Gredos

Y también la de Cameros.

Bajamos por las estrechas

Escaleras que nos llevan

Hasta una sala museo,

Donde la guía que arriba,                                                                 

Nos recibió cariñosa

Y nos regaló un folleto.

Nos explica el contenido

De la sala del museo

Y de su documental.

Hoy se llama audiovisual.

 

Todos los allí presentes,

Desde el día veintidós,

Más algún otro agregado,

Enrique Muñiz , Manjón,

Leónides  Salvador,

Sin presencia de su esposa,

Por motivos personales

No le pudo acompañar,

Luciano Sánchez, señora

Que ayer tarde no he citado

Y quizás alguno más,

Que al tiempo iré recordando.

 

Según nos dice la guía,

Y  en el audiovisual se explica:

Los indígenas llamaban

Clounioq a este territorio,

Este territorio arévaco,

Que derivará más tarde

En ciudad Clunia Romana.

La ciudad de los arévacos,

Aun no se ha localizado.

Se supone que vivían,

En los cerros más cercanos.

Desde lo alto el yacimiento

La guía los va indicando.

Y ya abajo en el museo,

Vemos una exposición,

Donde se muestra la historia,

Colonia Clunia Sulpicia

En paneles y vitrinas,

Con restos de los objetos,

Que en varias  excavaciones

Se han ido recuperando.

Nada más entrar, la guía

Una “tabula Hospitalis”,

Nos enseña interesada.

Por lo que los ciudadanos,

Un buen tratado han tomado,

Bronce color patinado,

Que en el Museo Arqueológico

De Madrid está guardado.

En un panel nos indican,

El cómo se abasteció

De agua, la cives romana.

Pues mucha gente se asombra

De cómo en lugar tan árido

Pudo haber ciudad tan rica.

Meditada decisión

Del modo de hacer romano,

De Clunia la ubicación.

En un cerro situada,

Suficientemente extenso,

Dominante posición

En territorio cluniense.

Como siempre los romanos,

Planifican las ciudades.

Recuerdo cuando estudiaba.

En latín, “Ab urbe condita”,

Como echaban los augurios

Y con los bueyes araban

De la ciudad el perímetro.

En Clunia el agrimensor,

Con calma  estudió el terreno,

Sobre una reserva de agua

Planificó la ciudad,

Su nombre cueva Roman,

 Conjunto cárstico unido

Por diversas galerías

Y lagunas subterráneas,

Que alimentan manantiales,

Que afloran en las laderas

Y que se explotan en Clunia,

Mediante abundantes pozos,

Captando el nivel freático

Y el agua de las lagunas

En infraestructura urbana

De distribución de aguas.

Magistrados supervisan,

Condiciones de la cueva

Y dentro dejan constancia

Con una inscripción que dice:

Cuatro palos Vir Venerum,

E indicios de haber habido

Cultos a Prometeo.

Y de un conjunto de máscaras

En la cueva fabricadas.

Al bajar las escaleras,

Y en un rincón a la izquierda,

Hallada en excavaciones

En esta ciudad romana,

En el año dos mil siete

Y siguiente dos mil ocho.

Con numerosos fragmentos,

Calcinados por el fuego

Y otros sin estos restos,

En el teatro encontrados,

Por detrás del escenario.

Dirección de Patrimonio,

De Castilla y de León,

Que restaura la escultura

En el Centro de Simancas

Y la coloca compuesta,

Por supuesto apetachada,

En este  centro de Clunia,

En el trece inaugurado

Para su visualización.

Vemos el audiovisual,

Y yo me quedo un momento

Viendo la exposición.

Unos paneles recrean

El Centro de la ciudad.

Vista general del foro,

De columnas rodeado

Con la función comercial

Y las tabernas, comercios

Para vender mercancías

Y una función judicial,

Que se lleva en la basílica.

Sobre el papel edificios

De una belleza increíble,

Veremos en la visita

Que queda de la ciudad,

Clunia Colonia Sulpicia.

En las vitrinas se ven,

As ibérico de  Clounioq,

As de Tiberio acuñado

En esta ciudad romana.

Unos pendientes y joyas,

Cerámicas y cristales,

Armas, decoraciones

De las tabernas y el templo.

 

No sé por qué razones,

En un momento concreto,

Se oyen las risas y gritos,

Que salen desde las puertas

De los baños y lavabos.

Es el pene la Fortuna

O es la fortuna del pene,

Y alguien habla de manillas

Con cierta forma de falo.

Jesús Herrero se ríe

Y organiza este cotarro

Y me quedo sin saber,

Que glorias es que ha pasado,

No me ligue la fortuna,

Que me mira con agrado,

Aunque tengo que decir

Que me voy casi meando,

Ya que con tanto revuelo

No he entrado en los urinarios .

 

Una vez en la explanada,

Nos dicen que  hay que subir

Hasta lo alto del cerro.

Nos recibe un gran letrero

Con grandes letras que dicen

Que hasta Clunia hemos llegado.

En lo alto de este cerro existen

Unos campos desolados,

Olmos petrificados,

Muertos por la grafiosis

Que le dan a estos parajes

Un aire fantasmagórico.

Entre los aparcamientos,

Los coches hemos dejado

Y allí la guía nos junta

Y va explicando la historia

De esta colonia romana.

 

Del catorce al treinta y siete,

Años después de Cristo,

Clunia tiene un estatuto

De municipio romano.

Bajo Tiberio se acuñan

Monedas con su figura

Y la de otros magistrados

De esta Ciudad de la Roma.

Galba contra Nerón,

Que tiene que refugiarse.

Es un convento jurídico

De la Hispania Citerior,

Hispania Tarraconensis

Y del Conventus Cluniensis.

El Cerro Alto de Castro,

Ciento treinta hectáreas tiene,

Cercano al río Arandilla,

Afluente del Río Duero

Y paso para ciudades

Astúrica Augusta, (Astorga),

Juliobriga, Cesaraugusta.

El epíteto sulspicia,

Viene por Sulpicio Galba,

Que emperador se proclama,

Y a la muerte de Nerón

Asume proclamación.

Clunia fue la capital

De aquel Imperio Romano.

Pues fue de tanta importancia

Que alcanzo treinta mil almas.

Crisis del siglo tercero,

Incursión de pueblos bárbaros,

Final influencia romana,

Comercial y cutural.

Final del siglo tercero,

Bárbaros franco alemanes,

Arrasaron e incendiaron

La ciudad  Clunia romana

Y empieza su decadencia

A lo largo muchos años.

La conquistan pueblos árabes,

En el setecientos trece

Y en la Edad Media se llevan,

Las piedras y los adornos

Hasta Coruña del Conde,

Peñalba de Castro al lado

Y otros cercanos lugares.

Se usa como cantera

 En Mil novecientos quince,

La ha excavado Ignacio Calvo

Y llevan bloques enteros,

A fuera del Cerro Castro.

La guía nos va llevando

Hasta una casa excavada,

Llamada de Taracena

Y también “el gran palacio”,

Ya que Blas de Taracena,

La excavó antes de la guerra.

Suspendieron los trabajos,

Hasta que esta terminó.

Del año cincuenta y uno,

Al año cincuenta y ocho,

Pedro Palol excavó

Unas ciento veinte hectáreas

Se encontró una efigie de Isis

Y un torso del dios Dionisos,

Que engrosan la colección

Del gran Museo Arqueológico

De la Villa de Madrid.

En la casa número uno,

Por Taracena excavada,

Del siglo primero al cuarto

La guía nos va explicando,

Que no se conocen límites

De esta casa por el Norte,

Lo mismo que por el Este,

Nunca ha sido interpretada.

Construida en varias fases,

Con muchas transformaciones,

Se adivina un peristilo

Con columnas y un impluvium.

Y hay varias habitaciones,

Debajo del edificio.

Dos mosaicos geométricos

Adornan parte del suelo.

En el invierno los tapan

Con arenas y productos,

Para que el frío y el agua,

No levante las teselas.

Vamos hacia la derecha

Y la guía nos enseña,

Una casa más pequeña,

Con un mosaico grisáceo,

En cuyo centro se ve,

El icono de un lauburu,

En un color azulado.

Un poco más adelante,

En el foro hemos entrado,

Pues era la plaza pública

De toda ciudad romana.

Una calle el Cardus Máximus

Y otra calle el Decumanus.

Esta plaza pública era

De unas grandes dimensiones,

Ciento sesenta de longitud,

Por ciento quince de anchura

Reunía a muchas gentes,

De todo el Convento Jurídico.

Y en ella se desarrollan

Las varias actividades,

Que marcan toda la vida

De un ciudadano romano.

En la cabecera del foro,

Es la función religiosa,

Donde está el templo de Júpiter.

Y la función comercial,

En el centro se sitúa,

Una plaza porticada,

Donde hay pequeños locales,

Denominadas tabernas,

Con espacios bajo el pórtico,

Para la venta ambulante.

Y está la función jurídica,

Que se presta en la Basílica,

Un gran espacio cubierto,

Donde se resuelven pleitos

Y se sancionan contratos,

Allí guardaban las leyes,

Custodiaban el registro.

Gobernador de Provincia

De la Hispania Citerior

Acude una vez al año.

La guía nos va explicando

Todos los pormenores

Y echando imaginación

Podemos reconstruir

La ciudad y sus encantos.

La taberna está cerrada,

Y subimos un montículo

Donde se encontraba el templo,

Pero por lo que veo,

Aun no es horario de culto.

Todos vamos en los grupos

Acompañando a la guía.

No quiero citar a nadie,

Porque alguno olvidaría.

Comentamos lo que vemos

Y reímos nuestras gracias.

Javivi y Jesús Herrero

Portan sendos aparatos,

Que son de tamaño enorme

Van pillando las posturas

Y momentos oportunos

Y sin que nos demos cuenta

Activan el armatoste,

Y somos fotografiados.

Yendo por el cardus máximus,

Se ven canalizaciones

Para abastecer del agua.

Al poco tiempo encontramos,

El que fue edificio Flavio,

Su función no se conoce,

De planta muy singular

Y un gran acceso a través,

Con pórtico de columnas

Y un rectángulo acabado

En forma de semicírculo,

Con dos ámbitos situados,

En torno del peristilo.

Era un lugar elegante

Y se han conservado losas,

En el suelo y en los zócalos,

Que son de mármol rosado.

 

Al lado del edificio,

La casa número tres,

Solo parte se conoce,

Pues sus habitaciones,

Se vieron muy afectadas

Por el edificio Flavio

Y una ermita de la Virgen

De un estilo posterior

Y según dice el “Papedro”,

A su romería asistió.

La casa número tres

Disponía en sus paredes

De pinturas y mosaicos.

De un variado colorido.

En la Casa Triangular,

Un mosaico en blanco y negro,

Y en una casa de al lado,

Mosaico figurativo,

Único de la ciudad

Que representa tres cráteras

En posición vertical.

 

Los baños y termas tienen

Mucha importancia en la época.

Baños públicos, privados,

En casas y en edificios.

Junto al edificio Flavio

Se hallan las termas del foro,

Casa número tres,

Con acceso desde el cardo.

Cesa en el siglo tercero.

Un poco más adelante

Se encuentran las Paredejas,

Un edificio excavado,

Solo por algunas partes,

Del que se conserva en pie,

Un gran lienzo de encofrado

De argamasa y de guijarro.

Y parece ser que fue

Para la traída de aguas

O para almacenamiento,

Un acueducto, un depósito,

No sabemos con certeza.

Y siguiendo el recorrido,

Subimos hasta un montículo,

Donde se ve en extensión.

Termas de los Arcos Uno.

Este edificio termal,

Con un esquema simétrico.

Con ámbitos desdoblados,

Eje longitudinal,

Dejando espacio exterior,

En el centro de las termas

Se sitúa la piscina

Denominada “natatio”.

En la entrada principal,

Pórtico semicircular

De columnas rodeado,

Comunica al exterior,

Con porticado vestíbulo.

El conjunto, claramente

Nos muestra diversas fases

Y otras reutilizaciones.

Una sala de caldarium,

Donde se calienta el agua,

A través del hipocastum,

Popularmente llamado,

En algunos sitios gloria

Y en otras también infierno,

Otra sala frigidarium,

Para recibir baño fríos.

Palestra para el encuentro,

Lugares para el masaje,

Juegos y pedicura,

Recuerdo en el diccionario

De latín en el colegio,

Una palabra ponía

El oficio de “alipilus”,

Cortador de los sobacos

Y otros lugares íntimos.

Asimismo peluqueros

Y algún servicio de bar

Y también de restaurante,

Donde la gente comía

Sentados en el triclinium.

El servicio de las termas,

Era para los dos sexos.

Juntos pero no revueltos.

En las ruinas se veían,

Tubos o chimeneas,

Por donde el vapor salía

Y las salas ambientaban.

Las pinturas y mosaicos,

Adornaban el recinto

Con motivos amorosos,

De animales y de plantas

Y también de tema erótico.

Mosaicos y chimeneas,

Se veían protegidos,

Por muchísimas bolitas,

Cual cagarrutas de oveja,

Para preservar las ruinas

Del aire y de la humedad.

Un poco más adelante

Un edificio termal,

Llamado Los Arcos dos,

Excavado solo en parte.

Obra del siglo primero.

El cuerpo más importante,

Constituye la palestra,

Que da acceso a dependencias,

En distribución lineal,

Donde se desarrollan

Distintos tipos de baño.

Se construyó en varias fases.

 

Y como tramo final

De nuestra visita a Clunia,

Colonia  de origen romano,

Enclavado  en estas tierras

De arévacos y vacceos.

Pajares Box me corrige

Cuando yo digo arevacos,

Y aunque sé que no está bien,

Yo siempre he dicho vascones

Y yo nunca diré báscones,

Pues el vasco es lengua llana.

Hemos llegado al teatro,

Que a pesar del deterioro

Se ve hermoso e imponente.

En los momentos gloriosos

Cabían diez mil personas.

Según nos dice la guía

Premio de restauración

Hace poco ha recibido.

El graderío se apoya

Sobre empinada ladera

Y tallado sobre roca

Y quedaba rematado

Por pórtico superior

Que les servía de acceso.

Los espectadores  ven

Una gran fachada escénica,

Se compone de dos pisos,

De unas columnas corintias,

Entre las que se encontraban

Esculturas y unas puertas

Por donde entraban y salían

Los actores y los cómicos.

En la parte superior

Se sitúa un tornavoz,

Inclinado de madera

Y que hacía que el sonido

Llegase a partes más altas

Del teatro y graderío.

Durante el siglo segundo

Se transformó y utilizó

Como lugar de espectáculos

De fieras y gladiadores.

Hoy también en nuestros días,

Se celebran espectáculos

De música, danza y teatro,

En los meses de verano

Y por lo que dice la guía

Son bastantes concurridos.

Javivi y Jesús Herrero

Sacan fotos a destajo,

Y entre ellos  a los tres frailes

A las gradas acodados

De la Osa, “Papedro” y Lobo.

Algunos pisan la arena

Como “Pitu” y Manolón,

Y con salero  y con gracia

Intenta probar la acústica

De este teatro de Clunia,

Pero creo que hay un fallo,

No funciona el tornavoz,

Con eco vago escuchamos:

“Que todos los diputados

Son tan burrus como yo”

Cuando  ya ha subido arriba

Me comenta que son versos

De un tal, que se llama Granda

Que es un autor asturiano.

Al mismo tiempo me cuenta,

Un chiste del repertorio.

Un hombre a su mujer dice

¿De quién es el niño “raru”?

Ya que tienen otros dos

Pues sospecha que no es suyo.

Y la mujer le contesta

Que el niño “raru” es el suyo

Y los dos del sacristán.

 

Saludamos a la guía

Y de ella nos despedimos,

Agradecidos, contentos,

De cómo nos ha explicado

COLONIA CLUNIA SULPICIA.

Azuzamos las cuadrigas

Y nos vamos al convento,

Pues el hambre  nos aprieta

Y ya las tripas nos cantan,

Por jotas o peteneras.

Llegamos a Caleruega

Y vamos al comedor,

Para yantar los manjares,

Que ya estarán preparados.

Perdonarme la turrada,

Que os he metido a destajo.

Descansemos que a la tarde

Un largo programa espera

Y en esta segunda parte

De la jornada segunda

Os contaré lo que pase.

 

Un fuerte abrazo a todos. Javier.

 

 

 

 

 

 

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Javier Cirauqui )1ª parte)

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Javier Cirauqui )1ª parte)

ACLARACIÓN O PROEMIO A ESTAS CRÓNICAS.-

Y por mucho que se empeñen

No os vais a librar de mí.

Pensaba alguno, tal vez,

Que la crónica dejaba,

¡Voto a Bríos!, no es así,

Pues, no caerá esa breva.

Pasaba que el día tres,

A las doce de la noche,

Ya se me acababa el plazo

Para entregar un trabajo,

Que tenía retrasado

De Teoría del Arte,

Que de melancólicos trata,

Del Siglo de Oro Español,

De Saturno y bilis negra.

Y andaba un poco tocado,

Pues el tiempo me apremiaba

Y prefería acabarlo,

No fuera que hablara lenguas,

A lo tonto y a lo bobo

Y se rompiera mi cuerpo,

Cual Licenciado Vidriera,

O en un rocín cabalgando

Por la calle de Estafeta,

Fuera caballero andante,

O de la Triste Figura

Y atacara mil molinos

Como si gigantes fueran,

Hechos de cartón y piedra,

Y a los toros espantara

Como a un rebaño de ovejas,

Y con la Iglesia topara

Por cuesta Santo Domingo.

Dejada ya la locura,

La tristeza de estos días.

Volvamos a la cordura

Y escribamos estas crónicas

Del Encuentro en Caleruega.

 

 

ENCUENTRO EN CALERUEGA, CUNA DE  SANTO DOMINGO, FUNDADOR DE LA ORDEN DE PREDICADORES Y LUGAR DE NOVICIADO DE MUCHOS DE MIS COMPAÑEROS,  SIENDO MAESTRO DE NOVICIOS EL “PAPEDRO”. VIDA Y GOZOS DE ESTE GLORIOSO VIAJE Y DE SU HOMENAJEADO,  AL ESTILO DE VIDA Y GOZOS DE SAN COSME Y SAN DAMIÁN  DE LA COLEGIATA DE COVARRUBIAS.- 

JORNADA PRIMERA.-

Desde Burlada a las cuatro,

Javier Medarde, Isabel,

Iturgaiz, Javier Cirauqui,

Bien guiados por Domingo,

Camino de Caleruega

Partimos con gran placer.

 

Dejamos atrás Burlada,

Villava, Ansoain, Berriozar,

Y la ciudad de Pamplona

Se asoma por sus murallas,

En su balcón panorámico

Queriéndonos saludar.

 

Bajo los montes de Ezcaba

Y el fuerte de San Cristobal,

Cogemos ya la autopista.

Irurzun, las Dos Hermanas

A un lado vamos dejando.

Y entramos en la autovía

Que nos lleva hasta Vitoria

Por caminos de Navarra.

 

Huarte Araquil y Lacunza,

Echarri Aranaz,  Alsasua,

La Barranca, La Burunda,

Hoy llamadas La Sakana.

A ambos lados nos abrazan,

Sierras de Aralar y Andía,

San Donato y San Miguel

Cada uno en su sierra habita.

 

Ya nos vamos de Navarra,

El último pueblo Ciordia.

En Álava aterrizamos

Y llegamos a Agurain,

Salvatierra antes llamado.

Circunvalamos Vitoria,

Rondando su periferia

El Condado  de Treviño,

Miranda de Ebro y su río,

Sus puentes atravesamos.

El monumento al Pastor

Nos habla de viejos tiempos,

De ovejas y de cañadas

De pastos y de rebaños.

 

Nos topamos con Pancorbo

Y su gran desfiladero,

Debajo el pueblo se extiende,

Entre rocas bajo el cielo

Y aves surcando en el aire,

Que divisan a su paso

Las vías y un tren llegando,

Con su columna de humo,

Sobre máquina flotando,

Como en el cuadro famoso

De Darío de Regoyos.

A continuación pasamos

Por el pueblo de Briviesca

Del que todos recordamos

Sus buenas garrapiñadas,

Que en el tren nos anunciaban,

Y algunas horas más tarde

De Astorga las mantecadas.

 

El camino se hace corto,

Pues vamos siempre charlando,

Aunque Medarde, me dice,

Que yo hablo como por diez,

Cuando los recuerdos brotan

De mi despoblada sien,

Y no le dejo expresarse

Como quisiera ¡¡pardiez!!

Y Domingo me reprocha

Que con mi juego de manos

Le entorpezco la visión

Y si le tapo la vista

Nos daremos un fostión.

Por eso yo me arrepiento

Y a los dos pido perdón

Por acapararme entera

Toda la conversación

Y entorpecer sin querer

Una buena conducción

 

A lo lejos se divisa

De Burgos la silueta

Con su hermosa catedral,

Y una señal nos indica,

Dirección de la Cartuja

Y la otra de Gamonal.

Y más tarde nos anuncian

Las rutas que llevó El Cid

En su destierro forzado

Hasta Valencia seguir.

 

Por las tierras castellanas

Entre campos avanzamos,

Viñedos y labrantíos

Se agolpan en el camino,

A la derecha e izquierda

Se van sucediendo pueblos

Con iglesias y espadañas,

Torreón en lontananza

Y los variados colores

De los campos de labranza.

La sed azota la tierra

Y se nota la sequía:

“El ciego sol, la sed y la fatiga.

Por la terrible estepa castellana,

Al destierro, con doce de los suyos

-polvo sudor y hierro, el Cid cabalga.”

Versos de Manuel Machado,

Que de niños recordamos.

Y en las clases y academias

Muchas veces recitamos.

 

Camino Aranda del Duero

Ligeros nos dirigimos,

Y sin llegar a esta villa.

Giramos hacia la izquierda.

Y entre pueblos y bodegas,

Vamos a Gumiel de Izán,

Haciendo zigzag  ginkana.

Una iglesia muy imponente

Su silueta destaca,

Dicen que en este pueblo

Ha  nacido Juana de Aza

Y vivió Santo Domingo

Varios años de su infancia.

Tres decenas de kilómetros

Separan de Caleruega,

Vemos algún pueblo más,

Domingo y Javier me dicen,

Que empiezan a recordar

Los lugares que pasamos.

La sequía a ambos lados

Varias curvas y llegamos

Al pueblo de Caleruega,

Destino de nuestro viaje.

 

Una Peña con la cruz,

Que a la noche se ilumina,

Sobre una roca subida,

Que se ve por todo el pueblo

Y su imagen nos domina.

Doblando la curva aparece

La Plaza de Caleruega,

La Iglesia San Sebastián,

Bajo la Peña San Jorge,

Principios del siglo doce,

Inicialmente románica

Y primera sepultura

De la Beata Juana de Aza,

Madre de Santo Domingo

Y donde fue bautizado

Nuestro padre fundador.

Esta pila bautismal,

Fue trasladada a las monjas

Del Monasterio del pueblo,

Que el Rey Alfonso fundó.

En el mil seiscientos cinco

Se trasladó hasta Madrid,

Monasterio Dominicas

De Santo Domingo el Real.

Aún se bautizan en ella,

Los príncipes y princesas

De la familia real.

 

Convento de Santo Domingo,

Torreón de los Guzmanes

Y al fondo el Real Monasterio

De las Madres Dominicas.

Bar de la Plaza, Bodegas

Y el pueblo al frente, a sus pies.

 

Mientras escribo estas crónicas,

 Creo poder relatar,

Todo lo que voy a ver,

La historia, los edificios,

Las personas y las gentes

Y todas las sensaciones,

Encuentros, conversaciones,

Que en estos próximos días

Se van a ir produciendo.

Vayamos pues al momento

Del inicio de este encuentro.

Junto al Convento aparcamos,

 Siete menos veinte son

Y desde el coche ya vemos,

Numerosos compañeros.

Jesús Herrero y Vibot,

Con sahariana el primero

Y un gran sombrero de paja,

Como si fuera un arqueólogo

De excavaciones de Egipto,

Y películas de Indiana.

El segundo está enfrascado

Con su teléfono móvil,

Padre José Luis Martín,

Bibliotecario mayor,

Que a sus cumplidos noventa

Bien parece un serafín,

Ángel guardián de los libros,

En hebreo y en latín

En francés y en castellano

Y quizás en guaraní.

Es un sabio entre los sabios

De la cultura adalid.

Padre José Antonio Lobo,

Que anduvo en aquellos años

En las selvas del Perú.

Padre Pedro en su homenaje,

Que a sus años se conserva,

Más tieso que un ajo dicen.

Con la cabeza bien puesta

Y su lucidez tranquila.

Qué gozada saludarle,

Al que fue Padre Maestro,

Noviciado en Caleruega

Y director en León.

Teófilo Velasco aparece,

Con su hermano que es menor

Que estuvimos en Villava,

Juntos, según él me indica.

El Pitu con su señora,

Curso del cincuenta y nueve,

Glorioso cuanto los haya,

Alumnos  adelantados,

Alegres, dicharacheros,

Simpáticos, delicados,

Los más majos y preclaros,

Del Colegio en nuestros días.

En una gran diligencia,

De una negra silueta

Nos aparece imponente,

El Llanero Solitario,

Su pueblo se llama Llanos,

Si yo mal  no lo recuerdo.

Se apea de su montura

Y ante mis ojos atónitos

Se me aparece su altura,

De un gran número de pies

Ensalzando su figura

Con un pañuelo anudado,

Alrededor de su cuello

Y unas botas sin espuelas,

Tampoco lleva revolver,

 Si lleva mariconera.

Aparca su diligencia

De manera inapropiada

Y no deja circular

A un pequeño carromato,

Que avanza por la pradera,

Conducido por Paulino,

Vaquero de Caleruega,

Que asoma a la ventanilla

Mostrando enojo y enfado,

 Pues ni Argüeso ni nosotros 

Facilitamos su paso,

Más aunque le sonriamos

Se marcha muy cabreado.

Alfonso Losada y esposa

Me saludan cariñosos

Como si me conocieran

Y nos hubiéramos visto

Todos los días del año.

Alberto Alonso encontrado,

De Torrelavega oriundo

Que desde Francia ha venido,

En avión hasta Madrid

Y con un coche alquilado

Se ha presentado hasta aquí.

Marta, Manolo y señora

Que como siempre saluda

Con cariño y efusión,

Como bien le corresponde

Por llamarse Manolón

Saludo a Ramón Pajares

Que en sexto fue de mi curso

Y en dos mil siete lo vi.

En plaza y alrededores,

Veo a muchos compañeros,

Que luego los nombraré.

Distingo a primera vista

A Cícero e Ignacio Manso,

El Javier Martín charlando,

Su prodigiosa memoria,

Al aire va demostrando.

Bañugues y su mujer,

José Fernando y su hijo

Y su señora también.

Baldomero y su mujer,

Que acampan en las afueras

En una rulotte viajera.

Daniel Orden Santamarta,

Al orden nos va llamando

Lo mismo que Cascajares,

También Gerardo Barrado,

Que organizan este encuentro,

Nos llevan hasta el convento,

Para ir distribuyendo,

Las camas y habitaciones,

Donde vamos a hospedarnos.

 

Entramos en portería,

De acristalada oficina

Donde Fray Montes vigila,

Las entradas y salidas.

Libros, recuerdos, rosarios,

Regalos de la visita.

Torcemos a la derecha

Y un pasillo atravesamos,

A su paso está un museo,

Con obras del Padre Salas.

Al llegar al ascensor

A la izquierda divisamos

Un curioso panteón

De estatuas policramadas,

De un tal artista Romero,

Son personajes y santos

De la Orden dominicana,

A los que siguen también,

Por este largo pasillo

Cuadros, estatuas, figuras,

Que imponen en la penumbra

Y quizás desasosiegan.

Junto al ascensor, mosaico

Del Padre Domingo Iturgaiz.

Subimos al primer piso,

Y en un ancho y largo pasillo

Están las habitaciones.

Cada una tiene un nombre,

De un personaje de la Orden,

Alberto, Santo Tomás,

Bartolomé de las Casas,

Alonso Cano, Vitoria.

Mi habitación es la treinta,

Está al final del pasillo.

Se llama Humberto de Nermans

El Quinto Padre Maestro

 De la Orden Dominicana.

No es porque lo conozca,

Sino porque lo he leído

En un libro que he encontrado,

En la mesa de mi celda

Donde explica las historias

De todos sus personajes,

Y otro de Iconografía

Del Padre Domingo Iturgaiz

E historia de una Beata

De las tierras castellanas.

Mapas y propaganda

De Caleruega y su zona.

La habitación está bien,

Con su mesa conventual,

Su ducha, armario y lavabo

Y su enorme ventanal.

 

Perdonadme  la turrada,

Que os he dado hasta el momento.

Y vayamos a la calle

 A despejar la cabeza.

Desandamos el camino

Y por los mismos pasillos

Que vinimos a la ida,

Recorremos a la vuelta.

El mausoleo intrigante

Me mira con insistencia.

En una sala de al lado,

Sala de Santo Domingo,

Daniel Orden y Barrado,

Cascajares y algún otro,

Sentados en una mesa,

Nos cobran y les pagamos.

Son los noventa y cinco euros

Por los dos días completos

De estancia en este convento.

No recuerdo si esta escena

Fuera más bien por la tarde,

O ya después de cenar.

Pero sea cuando sea

Me siento bien al pagar.

Pasando por portería

Vamos saludando a gente,

Fernando Alonso y Abad,

 Ezequiel y su señora

Y ya en la plaza encontramos

A Javier Martín de Pablos

Y también a su mujer,

Javier Muñiz, El Ministro,

 Que a su mujer acompaña.

Yo con esto de los cónyuges

Se me hace la picha un lío,

Dados por citadas todas

Con mucho, mucho cariño.

Y  vuestros nombres completos  

Máximo Peña y señora,

De Caleruega vecinos.

Y Pajarín solitario.

Ramiro Castro de Corcos,

O quizás sea de Ampudia

Y su señora de Abíndano,

O de algún pueblo de al lado.

Las personas que no cito,

No se sientan olvidados,

Que a través de las tres crónicas

Aparecerán nombrados,

Pues las listas de Daniel,

Me lo han facilitado,

Allí se recoge todo,

Eficazmente anotado.

 

Besos, abrazos, saludos.

La plaza de Caleruega,

Es un lugar concurrido

Y en el foro del encuentro

Por magia se ha convertido.

Charlamos y conversamos,

Y como estamos sedientos

Unas cervezas pedimos.

Hablo con Manolón

Cuando estamos en el Bar,

Me pregunta por mi tierra,

Sus gentes y situación,

Pero acabamos hablando

Del encuentro y de León.

Me dice que le presta mucho,

Que yo le cite en el blog.

Será por méritos propios,

No por recomendación,

Pues motivos me dará

Cuando llegue la ocasión.

Después de animadas charlas

Con todos los compañeros,

Nos avisan que a las nueve

La cena comenzará.

Debemos estar puntuales

Dice la organización.

Con pastillero en la mano

Corremos al comedor.

Nuevos encuentros, saludos

Con cariño y con amor.

Dicen los organizadores

Que nos vayamos sentando

Nos explican el programa,

Las normas y los horarios,

Compra de libros y pagos.

Las cenas son a las nueve,

Las comidas a las dos.

Desayunos a la nona

Para empezar la función.

Las mesas son para cuatro,

Para bien organizarnos

El Padre ¿Salas? explica

Como se sirven los platos.

Como si fuera cadena

De un orquestado trabajo.

Uno recoge el primero,

Y otro retira los platos,

Un tercero trae el segundo

Y el cuarto  lo va llevando.

Lo mismo el postre y el vino.

Son pocas las que nos sirven

Y todos colaboramos.

Antes de sentarnos todos,

Saludamos y abrazamos

A quienes no habíamos visto.

Lourdes y Javier del Vigo,

Con su aparato magnífico,

De fotos se sobrentiende

Si se tiene el ojo clínico.

Y también algunos más

Que ya iremos comentando.

En esta primera cena

Los platos son los siguientes:

Sopa verduras juliana,

Con zanahorias, patatas,

Puerros y cebollica.

Merluza con gabardina

Y encima una empanadilla.

Vino de la Ribera

Y el agua de Caleruega                                                                                                   

Con un cestillo de pan

Y de postre frutas varias,

Ciruelas, malacatones

Y alguna que otra perica.

Y yogures opcionales,

Naturales y de mango.

Según Orden Santamarta

Somos seteinta dos,

Los apuestos comensales.

Sesenta y siete apostólicos

Y frailes dominicos cinco.

 

Al finalizar la cena,

Nos comentan el programa

Y dicen los que organizan

Que el mismo será el siguiente:

Las cenas y las comidas,

Según horario previsto.

Después de la cena el Viernes

Charla sobre las misiones

De Shintuya en el Perú,

Hablará Fernado Alonso,

Pues por razones de tiempo,

Pedro Rey no puede hacerlo,

Pues a Perú se ha marchado,

Por razones de los vuelos.

 

El sábado a la mañana

Visita a Clunia Sulpicia,

Gran ciudad de los romanos.

En zona de los arévacos.

Después de comer veremos.

Algunos la Biblioteca

Padre Martín como guía.

Los otros la exposición,

Con obras del Padre Salas,

Del autor acompañados.

Y a continuación iremos

A la Madres Dominicas,

Su museo, la Capilla,

Claustros y además la cripta,

Juntos visitaremos.

Después misa y homenaje

Al Maestro Padre Pedro

A la noche Isidro Cícero

Nos presentará su libro,

En clave del Santuario

De La Virgen del Camino,

Del Camino de León.

El domingo a la mañana,

Después de desayunar

Partiremos cada uno

En sus respectivos coches,

A Covarrubias o Silos

 

Una vez acabada la cena,

A la recreación vamos

En donde Fernando Alonso,

Nos va explicando el mandato

Que Pedro Rey le ha dejado

Para explicar su labor,

En la Misión de Shintuya,

Con vídeos, fotografías,

Que Pedro Rey le ha mandado.

Existen unos problemas

Para dar la conexión.

Fernando Alonso, algún otro,

No encuentran la solución

Y aparece un dominico,

Que según me dicen luego

De Caleruega es el prior.

Empezamos viendo un vídeo

De Pedro Rey en canoa,

Que boga sobre el río Manu.

A un lado se ve un guepardo,

Al otro lado se ve un caimán.

Nos presenta las misiones

De Yomibato y Shintuya,

Indígenas mashco piros,

Amazonas, Urubamba,

Maizal y Sarigueminiki

Con sus paisajes y gentes,

Y las edificaciones,

Labor de los misioneros.

Según va narrando Pedro,

Se levantan lo primero,

El dispensario y la escuela,

La iglesia y las viviendas

Y se realizan programas

Para el social desarrollo.

Parece ser que el momento

Se ha vuelto muy delicado

Para nuestros misioneros,

Pues se hará cargo el gobierno

Funcionarios y seglares.

Según nos dice Fernando

Pedro Rey no dice nada,

Pero se ve preocupado.

Ya que son muchos los años

Que los Padres dominicos

Han llevado  el Vicariato.

Yo conozco el sentimiento,

Pues en Panamá he tenido

Un hermano misionero,

Que de allí ha venido enfermo.

Agustino Recoleto

Que tras cuarenta y dos años

Ha dejado las misiones,

Y se siente muy afectado.

 

Se teme por los indígenas,

Y que las internacionales

Arrasen todas las selvas

Y el voraz capitalismo

Devore a sus habitantes.

La corriente espiritual,

Domina las religiones,

Se abandona lo social.

Y se pueblan los países

De grupos evangelistas,

Y líderes carismáticos,

 Neocatecumenales.

Interviene el Padre Lobo

Y aclara la situación,

Pues conoce las misiones,

Pues en ellas trabajó

Con mucha dedicación.

Interviene Baldomero

Y Juan Manuel, Manolón.

 

Vaya rollo os he marcado

Con esta disertación.

 

La gente va desfilando,

Hacia las habitaciones,

Algunos están cansados

Y quieren irse a dormir.

Despedidas y saludos.

Algunos van a salir.

Me acerco a la portería.

En el bar encuentro a varios,

Ignacio Manso y Bañugues,

Juan Manuel Alvarez Gonzalez,

Maximo Peña y Señora,

Daniel Orden y Mujer,

Y algunos más que me olvido.

Me tomo un gin-tonic frío,

Con su limón exprimido

Y brindo por compañeros,

Por amigos de este encuentro

La puerta sigue entornada.

Y me cuelo para dentro.

El panteón me persigue

Hasta que llego a la celda

Treinta del primer piso

Y poco a poco me duermo.

 

Hasta mañana a las nueve

Y después de esta pelmada,

Espero sigáis despiertos.

Un fuerte abrazo para todos y disculpas por haber tardado tanto.

Javier Cirauqui

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Jesús Herrero

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - Crónica por Jesús Herrero

Lo de Caleruega

Por lo que a mí respecta salí de Madrid tan campante a eso de las 16:00 hora local. Circulación fluida. Estupendo. Cielo despejado, algunas nubes sin importancia (como mi calva mayormente). Iba yo tan contento cuando a la altura del circuito del Jarama se lía un atasco de no te menees, entiéndase esto como no como eyaculación voluntaria con mecanismo manual, sino como parón involuntario por acumulación de vehículos. Así me tiré sesenta kilómetros. Paciencia oyes, ¡qué se le va a hacer! No se trataba de congestión de domingueros sino simplemente de obras con amontonamiento de máquinas de diverso calibre, todas ellas abandonadas, porque era finde y en estos casos no se suele ir al tajo. El responsable del atasco estaría tomándose unas cañas con los amigos y riéndose de los atascados. (Aquí intenté poner una jaculatoria breve como penitencia a las palabrotas que dije pero no me salió ninguna aceptable).

 

Llegué a Caleruega a pesar de todo y ya estaba allí casi todo el mundo y el primero Pedro acompañado de José Ramón. Saludos, besos, cañas, cafés, cocacolas y gintonics los más pecadores, todo ello en el bar de la plaza. (En el convento están todavía sin bar). Vi también a Cirauqui afilando el boli. Le empezaban ya a salir algunos versos por las orejas. En esto estaba yo cuando apareció el Argüeso aparcando en la plaza de Santo Domingo, mal por cierto, y cuando le afeamos su incívica conducta se puso a aparcar en otro sitio aun peor. Nadie se atrevió a decirle más cosas porque como tiene ese porte tan piramidal puede ser peligroso. Cuando salió del coche dando por concluida la faena empezó a repartir abrazos dejando varios costillares de antiguos novicios en un estado bastante lamentable (como venganza, supongo).

 

Después del jolgorio inicial vino la cena. Se cenó lo siguiente: Sopita de verdura, pescadito fritito sequito con mayonesita, frutita variadita lustrosita y luego cada uno se sacó sus pastillitas de la tercera edad, todas de colores y de distintos tamaños. Todos nos empezamos a cambiar repes: Anda, pues yo no tengo amarillas, pues te la cambio por una roja, a mí me gustan las blancas, quién tiene blancas, y al final se organizó un campeonato de parchís con pildoritas de colores. Menos mal que no vino el doctor Barrigón porque se hubiera cogido un buen globo ante tanta irresponsabilidad. Lo suyo hubiera sido poner al paciente con la boca bien abierta y jugar a la rana con las grageas. Al final fueron las señoras de los ex novicios las que tuvieron que poner orden afeando las conductas mostrencas, porque, como decía una, si retienes líquidos no te puedes comer una pastilla para el lumbago, o si la tienes caída es inútil que te tomes unas gotas para el oído o te pongas una muleta. Así que visto lo cual todo el mundo se puso a buscar sus pastillitas. Abundaban las de color azul y forma ovalada.

 

Terminado el barullo nos fuimos todos al aula donde el padre de José Ramón López de la Osa nos dio en el año 1968 clases magistrales de sexualidad. Gracias a él y a pPedro algunos (me atrevería a decir que todos) nos empezamos a enterar de cómo funcionaba el asunto. Dicho sea esto como homenaje a una ventana que se nos abrió y a quien la abrió. Pero esta noche la cosa iba de selvas y misioneros. O sea, de Pedro Rey, nuestro intrépido compañero de antaño que se ha dejado en la selva casi 50 años de su vida para que sus indios tengan futuro. Pedro Rey siempre los tuvo bien puestos y en su sitio. No pudo darnos él la charla porque su billete de avión era para unos días antes, así que fue Fernando Alonso el que tomó la palabra en su nombre para contarnos sus peripecias de las que previamente había sido informado por el verdadero protagonista. Estuvo muy bien porque además nos puso fotos y videos de la selva y de sus pupilos machiguengas, piros y demás tribus cuyo nombre me es imposible recordar. Luego el pLobo, compañero de pPedro en Vallecas, remató la faena porque también él anduvo por esos andurriales peruanos. Parece que las cosas se complican ahora en Perú para las misiones dominicanas y hasta puede que los misioneros se tengan que volver a España. Será duro para ellos, pero si ocurre lo peor aquí siempre tendrán amigos. Después de los aplausos y de que el preclaro Daniel nos diese instrucciones para el día siguiente, nos fuimos a la cama.

Las celdas de Caleruega donde nos alojábamos tienen todas nombres de personajes de vida ejemplar. Por ejemplo, la 32 San Francisco Ferrer, la 47 Santa Juana de Saboya, la 12 la beata Segismunda, la 18 sor Johana de Tegucigalpa, la 1 el pesado Puigdemont y la 2 el irreductible Rajoy. Los que durmieron en estas dos últimas habitaciones tuvieron pesadillas, desazón, visiones escatológicas y delirios contumaces. Fue horrible. No me atrevo a consignar el nombre de los usuarios por respeto a su intimidad y espero que Cirauqui tampoco haga leña del árbol caído. Solo puedo decir que al día siguiente por la mañana estaban ojerosos, pálidos, alicaídos y, en general faltos de vitalidad. Apenas se recuperaron a pesar de tomarse un cafecito doble, con magdalenitas, galletitas, tostaditas, mermeladitas de varios sabores indefiniditos y margarinitas mantecosas. ¡Qué rico!

 

Luego nos fuimos todos en caravana automovilística a Clunia como estaba previsto. Daniel nos aconsejó que no fuéramos muy juntos para que no pareciera un entierro. Yo llevé a Isidro Cicero (se atrevió a viajar conmigo otra vez; es valiente el tío), a Angelines y a Fernando Alonso. Fue emocionante llevar en mi coche al gran Fernando luciendo un impecable bronceado como corresponde a un auténtico Vip. Por suerte no terminamos en Badajoz, lo cual sería bastante normal conduciendo yo. Al llegar aparcamos a mogollón y una agradable señorita nos explicó todo el asunto de Clunia Sulpicia. Empezó por la estatua de una señora imponente que los romanos empleaban para señalizar el cuarto de baño de mujeres, aunque ahora los listillos les dicen a los pardillos que se trata de la diosa Fortuna porque confunden un paquete de klinex que lleva debajo del brazo con una cornucopia. El caso es que todo el mundo se lo cree. Del icono del cuarto de baño de caballeros solo queda una especie de cilindro rígido que no sé a qué parte del cuerpo corresponderá. Para mí que se trata de la falleba de la puerta. No nos lo dejaron tocar, por supuesto.

Todo el mundo atiende las explicaciones de la guía con interés. En la segunda imagen la diosa Fortuna del servicio de mujeres. Como se ve está bastante escabechada.

 

Clunia está destrozada. De las casas de los romanos solo quedan piedras. Se ve que debió de haber jaleo, les explotó la burbuja y terminaron como terminaron. Ahora lo que se ve, lo que queda, son las consecuencias del final y hasta es posible que la faena la remataran Axterix y Obelix porque, según dicen, alguna tribu celta de los alrededores les había invitado a pasar unos días en la zona. Fueron solos. No vino con ellos el bardo Cirauquix y por lo tanto no hay documentación exhaustiva del evento, así que todo son especulaciones.

Restos de casas y restos del Carrefour donde se ve una fila de tiendas. Se perdieron el mostrador, el género y la caja registradora.

Entre las casas de los romanos, todas hechas polvo, vimos el Foro, el templo de Apolo, la casa de Flavio, el Carrefour, del que solo quedan algunas tiendas vacías, el bar, que se sabe que es el bar por el cartel de la entrada que reza “veni, vidi, vincit” que significa, como todo el mundo sabe, “el vino a veces es un vicio”. De ahí pasamos a las termas de las que ya no quedan ni las cebollas de las duchas y, finalmente, al gran teatro de Clunia del que solo quedan las gradas llenas de lagartijas, el proscenio, la momia de un apuntador y un par de anillas oxidadas que al parecer pertenecían a la barra por la que corría el telón. Manolo probó la excelente acústica del teatro y no se le entendió nada pero todo el mundo aplaudió.

Las termas y el gran Javivi haciendo fotos al personal.

 

El teatro de Clunia y debajo pPedro, pJosé Ramón, su hermana y pLobo viendo la maravilla.

Prácticamente desde allí nos fuimos de nuevo a Caleruega. Ya era la hora de comer. No recuerdo bien lo que comimos pero de postrecito había frutita variadita, muy rica, muy limpita y muy brillantita, qué gusto por Dios.

 Primer ensayo para la foto final.

 

El pJesús enseñando la Biblia Políglota.

 Y ahora un librote lleno de gregoriano.

 

Después había programada siesta pero a mí me la fastidió alguien. No recuerdo quien. A las cuatro y media la cosa se dividía en tres mitades (perdóname Fernando, pero ya sabes que yo soy de letras), a saber. Los que fueron a visitar la biblioteca maravillosamente organizada por el pJesús, los que fueron a ver el taller del pSalas y los que fueron directamente a la cama y no volvieron hasta dos horas más tarde. Yo fui a la biblioteca así que no sé nada de los demás. El pJesús nos enseñó sus joyas, sus incunables y su maravillosa colección en un estado de conservación que ya lo quisieran para sí otras bibliotecas más famosas y engreídas. Y además nos regaló sus comentarios y sus conocimientos que exceden con mucho cualquier capacidad humana. Todo el mundo quedó encantado pero al final nos dijo que no robáramos libros que estaba muy feo y todo el mundo dejó sobre la enorme mesa de la biblioteca lo que había tomado en calidad de préstamo. La mesa se llenó de libros, sobre todo cuando Pitu se sacó de la faltriquera uno de los tomos de la Biblia Políglota, que debe pesar lo menos cincuenta y siete kilos, y dio como excusa que en Casorvida estaría más en su sitio porque allí son todos políglotas a cualquier hora del día y de la noche. Pero no coló.

 

Lo de las monjitas emocionadas y lo del coro que las cantaba con verdadera pasión.

Luego vino lo de las monjas que consistió en: Cantarlas canciones totalmente desafinadas a las hermanas dominicas, hacerlas fotos, verlas llorar emocionadas a través de la reja y recordarlas viejos episodios de cuando estábamos allí de novicios y nos lavaban la ropa. Precisamente una de ellas fue novicia al mismo tiempo que nosotros. Entre tanto algunos, bastante más prácticos y listos, nos fuimos al piso de abajo a comprar pastas de las buenas, bonitas y baratas. Están que se salen. Sobre todo porque las vendía una novicia joven. (¡Tienen una novicia! Nadie sabe de dónde la han sacado. Esto nos hizo pensar a muchos y se nos ocurrió una solución que más tarde explicaré).

El pJesús se tiró hablando desde las 16:30 hasta las 20:30. Sin parar. Tuvieron que hacerle luego una trasfusión de saliva. Se salvó de milagro.

A continuación, el pJesús nos enseñó el museo de las monjas, que es pequeño pero espectacular, y el pozo de la cripta con su agua milagrosa y todo, que a las señoras las deja embarazadas y a todo el mundo en general le cura el estreñimiento de manera drástica y eficaz. Hay constancia documentada y testimonios fiables de gran cantidad de milagros al respecto.

El maestro Bañugues y el maestro Vibot en funciones. Se aprecia espiritualidad y concentración en su apostura.

            El pPedro presidió la misa programada a continuación. Y lo hizo a su manera que generalmente es la mejor, y eso lo sabemos todos. El evangelio lo eligió a propósito: “La multiplicación de los panes y los peces”. Como todo el mundo sabe, Jesús dio de comer a una multitud con solo un par de peces y unos pocos panes. Los apóstoles se mosquearon algo pero hicieron lo que se les mandó. Al final tuvieron que recoger las sobras y llenaron doce cestos. Yo pensé en ese momento que a Jesús se le había ido la mano: O no había contado bien a los integrantes de la multitud o había pensado “más vale que sobre que no que falte”. Pero enseguida pPedro lo aclaró: La cosa es que todo el mundo había tenido un arrebato de solidaridad y generosidad con el vecino y, como consecuencia, todo el mundo pudo comer. Ese es el verdadero milagro ¿Habéis aprendido algo, chicos? Lo malo es que no había políticos ni banqueros en el aforo. Eso fue un fallo. Yo, desde luego, y no habiendo langostinospescanoba a la vista, decidí en ese mismo momento regalar la fruta de la cena a mi vecino de mesa. Sobró, no doce cestos, pero sobró.

Los cantores de la escolanía cantaron acompañados por el maestro Vibot. No hubo ensayo previo con lo cual me abstengo de más críticas, y además lo importante aquí es la cosa emocional, entre otras cosas porque eso no hace falta ensayarlo.

 

Después hubo algunos espontáneos que hicieron algunos comentarios alusivos al sermón y cuando Baldomero se acercó al micrófono todo el mundo se puso en tensión para apreciar mejor sus palabras. Fue breve. Este fue el segundo milagro de los panes y los peces: que nuestra área biopsíquica permaneció incólume y sin daño, sin raspaduras ni abollones, nuestra área religiosa se alivió, nuestra área lúdica se desahogó, nuestra área ética se atenuó y la estética se recompuso, por no hablar de la económica que también se atemperó. Laus Deo. De las demás áreas no recuerdo efecto reseñable alguno.

Luego comulgaron los que quisieron mientras Bañugues dirigía el coro espontáneo al que acompañaba el maestro Santos con su órgano (musical, se entiende), y todos contentos. Cuando faltaba poco para acabar la comunión, Bañugues abandonó apresuradamente sus funciones de director y se acercó al altar, también a comulgar y a rematar lo que quedaba del vino de misa en el cáliz.

 

La cena consistió en purecito de verduritas, segundo platito que no recuerdo ahora mismo y las frutitas de ocasiones anteriores.

La presentación del libro de Isidro sobre la Virgen del Camino en/clave de misterios. Lleno total.

Sin solución de continuidad, y en la misma aula de la vez anterior, Isidro Cicero nos presentó el libro de la Virgen, nuestro libro, y fue emocionante, sobre todo por la riada de anécdotas que generaron los trabajos previos y por la manera de contarlas de Isidro que en eso no tiene igual. Podría contar aquí todo lo que tiene el libro, pero es mejor que se lo lea cada uno porque si no esto no se acaba nunca. Si hay dudas el propio Isidro las aclara con la amabilidad natural que le caracteriza, pero para eso hay que llamarle por teléfono.

El acto terminó en el bar de la plaza del pueblo con una tertulia muy amena. Se trataron los siguientes temas: Bañuges vio ovnis en su pueblo; Javivi y Lourdes viniendo a Caleruega también vieron luces extrañas; los curiosos embarazos del pozo de la cripta (varias parejas deciden ir más tarde y por separado a estudiar científicamente el asunto “in situ” para ver si es verdad o no. Para lo del estreñimiento se considera que no es necesario); la gente echa en cara a Bañugues haberse bebido todo el vino de misa que quedaba en el cáliz después de la comunión. Alguien explica que previamente había manipulado a José Ramón para que vaciara la vinajera en el cáliz con la excusa de que éramos lo menos ciento veinte a comulgar y que no habría suficiente. José Ramón le hace caso y traga. Luego solo comulgan veinte. Bañugues, con la excusa de dirigir a los que cantaban, se hace el loco y no se pone en la fila de comulgantes y cuando ve que ya solo quedan dos, baja como un cohete y se lo bebe todo. Muy listo. Subía las escaleras haciendo eses. Parece ser que algunas tablas del piso estaban sueltas y tuvo que subir sorteando el peligro; los de las habitaciones 1 y 2 se aprestan a contar las pesadillas y alucinaciones sufridas en el trascurso de la noche pasada. Se les prohíbe hablar del asunto y como empieza a hacer relente evacuamos

 

Ale, a la cama. Los de las habitaciones/celda 1 y 2 se han cambiado a la 87 y a la 88 y ya no tienen pesadillas ni nada por el estilo, lo cual confirman a la mañana siguiente. ¡Uf!

 

Para el domingo había preparada un excursión bien a Silos o a Covarrubias, a elegir. Yo me decidí por Covarrubias. No pudimos ver la colegiata, entre otras cosas porque un niñato de sacristán nos medio echó, pero sí pudimos ver el pueblo que es una maravilla medieval. Compramos morcillas, pan y nos tomamos unas cañas y unas croquetas. Fernando Alonso y Angelines me llevaron en su coche. Es un coche que aparca solo sin que tengas que tocar el volante, una señorita de voz agradable te dice por dónde tienes que ir, tiene las cuatro ruedas completamente redondas, no tiene abollones ni raspones como el mío, los asientos son de cuero, el maletero amplio, el salpicadero sin salpicaduras ni polvo y por dentro está como una patena, los espejos no están sucios, las alfombrillas no tienen tierra ni piedrecitas ni pajitas ni palitos y se puede ver todo lo que hay fuera con absoluta claridad. En el mío en cambio tengo que estar constantemente adivinando todas estas cosas. No sé cómo se atrevieron a montarse en mi coche para ir a Clunia Sulpicia. Supongo que fue porque no sabían dónde se metían, pero eso nos sucede a todos a menudo.

 

Foto final o Photofinish. Algunos no llegaron a tiempo.

Pero otros sí llegaron como los que salen en estas dos fotos. En la segunda se aprecia perfectamente lo que ha crecido Argüeso desde la última vez y lo canijos que nos hemos quedado los demás-

Otra vez comida. Se homenajeaba a pPedro. Me pareció mal que al menos en esa ocasión no pusieran langostinospescanova, o chistorra o cosas delicadas, pero como en este tipo de actos eminentemente emocionales la gente ni se entera nos comimos de primero unas patatitas con algo parecido al bacón, de segundo un filetito empanadito con un pimientito verdecito, más frutita, un cafecito y un coñacito.

Luego habló pPedro para darnos las gracias y para decirnos que él no se merecía todo esto, pero nadie le hizo caso, es más, luego metieron baza unos cuantos para decirle lo que pensábamos de él, que era un tipo grande, que la mayor suerte que tuvimos en nuestra vida fue que se cruzara él en ella y que si no lo veía así que se pusiera gafas. Remató Fernando Box con fórmula tan cabal y exacta como sus matemáticas: Pedro es un tipo de “corazón limpio”. Fernando es científico emocional y emocionante. También él se cruzó en nuestro camino y también él tiene un corazón limpio. Yo aún estoy buscando detergente para solucionar lo del mío.

 

Antes de la despedida final nos hicimos una fotos todos juntos y entonces fue cuando se propuso la idea de crear, preferentemente en Caleruega, un noviciado mixto, o sea de novicias y novicios. Se llenarían de nuevo los conventos, es más, no habría sitio para todos y habría que reservar celda con años de antelación, como en algunos restaurantes Michelín. Que cada uno se haga su propia relación de pros y contras. Ahí queda la propuesta. Daniel, que es persona de Orden, podría encargarse de la propaganda y de la organización. Yo me prestaría a ayudar en la selección de candidatas y demás aspectos burocráticos. Besos y abrazos

 

 

Mi viaje de vuelta fue lo mismito que el de la ida pero al revés, para qué te voy a contar.

 

Jesús Herrero

 


CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - FOTOGRAFÍAS

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - FOTOGRAFÍAS

 

En este enlace os dejo las fotografías del encuentro de estos días pasados en Caleruega. En este álbum iré dejando cuantas fotografías me enviéis (ya he incorporado fotos de Martín, Froi, Jesusito Herrero y Daniel Orden).

 

Son las primeras fotos que me envía el querido compañero Ramón Pajares Box.

https://photos.google.com/share/AF1QipPo4wJPPy-SvwaSOedCp_3JDj5eWI0wU8rV4pAPJ60nogx-EDcfW6vlR_V3m3FCUw?key=cmdaSGlsdmU0QkFELWVEOGRQamFQbTJZOVdWUlhR

También podéis entrar desde la columna lateral del blog, dentro de enlaces. 


CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - PROGRAMA DEFINITIVO

CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE - PROGRAMA DEFINITIVO

CALERUEGA 22, 23, 24 SEPTIEMBRE 2017 

PROGRAMA

 

Viernes 22

 

18,30h. Recepción.  Asignación de habitaciones. Las  llaves estarán en las puertas. Al marchar dejarlas puestas. Abono de la estancia. Procurar llevar justo para evitar los cambios, en lo posible.

21,00h.  Cena y recreación. Pedro Rey nos acerca a su vida.  Fernando Alonso

 

Sábado 23

 

9,00h. Desayuno

9,45h. Salida para Clunia. Visita guiada.  Puesto que está a 10 kilómetros podemos ir con nuestro coche. Conviene agruparse y rentabilizar vehículos.

10,30h. Inicio de la visita guiada a Clunia.

14,00h. Comida

16,30h. Se pueden visitar algunos lugares de Caleruega:

                       Museo-taller del P. Alfonso Salas, con su compañía.

                       Torreón de los Guzmanes.

                       Iglesia San Sebastián.

                       Museo Lagar.

                       ….  ….(ver folletos)

 

18,00h. Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán. Visita a las Madres Dominicas y su museo

20.00h. Encuentro con el PaPedro, para celebrar su fe y su amistad con nosotros, en una eucaristía que oficiará él solo.

21,00h. Cena y recreación.  Virgen del Camino EnClave de misterios. La emoción de                     comprender. Isidro Cicero.

 

Domingo 24

 

 9,00h. Desayuno

10,30h. Visita a Silos y/o a Cobarrubias. (Libre elección). Conviene agruparse

14,00h. Comida. Homenaje:  A PaPedro:

- Le decimos… … ..

 - Le entregamos nuestros mensajes.

 - Le regalamos libros para leer, analizar,                                                                reflexionar.  

 

15,30h. Fotos y despedida.

 

Notas:

- El precio por persona y día es de 45E. Alojamiento y comida.

- Las llaves están puestas en las puertas de las habitaciones; al marchar hay que dejarlas puestas de nuevo.

- Hay que añadir 4E para la guía de Clunia y el coste de los libros-regalo que serán 82,90 a repartir, excluidos tres (Alberto, Marta, Fernando) = 0,98---= 1E

 - Hay preparado un libro en blanco para que cada uno escriba al P. Pedro lo que quiera, estará “a disposición”, en especial en las horas del comedor. Importante: Además de firmar, poner el nombre y apellidos para que pueda identificar al autor/a.

- Habrá ejemplares del libro de Isidro para quienes deseen adquirirlo. Si alguno lo desea en inglés, francés o catalán que hable con él. El precio: 18,50 E. 

ENCUENTRO EN CALERUEGA 22 - 24 DE SEPTIEMBRE

ENCUENTRO EN CALERUEGA 22 - 24 DE SEPTIEMBRE

Este es el programa que nos anuncian los organizadores.

CALERUEGA 22, 23, 24 SEPTIEMBRE 2017

PROGRAMA

 

 

 

Viernes 22

 

18,30h. Recepción y entrega de llaves de las habitaciones

21,00h.  Cena y recreación. Pedro Rey nos acerca a su vida.  Fernando Alonso

 

Sábado 23

 

9,00h. Desayuno

9,45h. Salida para Clunia. Visita guiada.  Como está a 10 kilómetros podemos ir con           nuestro coche. Conviene agruparse y rentabilizar vehículos.

10,30h. Inicio de la visita guiada a Clunia.

14,00h. Comida

16,30h. Se pueden visitar algunos lugares de Caleruega. Museo-talles del P. Salas.

18,00h. visita a las Madres Dominicas y su museo

20.00h. Misa

21,00h. Cena y recreación.  Virgen del Camino EnClave de misterios. La emoción de                     comprender. Isidro Cicero

 

Domingo 24

 

 9,00h. Desayuno

10,30h. Visita a Silos y/o a Cobarrubias. Libre elección. Conviene agruparse

14,00h. Comida. Homenaje a P. Pedro.

15,30h. Fotos y despedida.

 

Notas:

- El precio por persona y día es de 45E. Alojamiento y comida. Las habitaciones, casi todas, son individuales.

- Hay que añadir 4E para la guía de Clunia y el coste del regalo.

- Hay preparado un libro en blanco para que cada uno escriba al P. Pedro lo que quiera, estará “a disposición”, en especial en las horas del comedor. Importante: Además de firmar, poner el nombre y apellidos para que pueda identificar al autor/a.

- Habrá ejemplares del libro de Isidro para quienes deseen adquirirlo. Si alguno lo desea en inglés, francés o catalán que hable con él. Aún no se sabe el precio.

 

 

ENCUENTRO EN CALERUEGA 23 Y 24 DE SEPTIEMBRE (III)

ENCUENTRO EN CALERUEGA 23 Y 24 DE SEPTIEMBRE (III)

CALERUEGA SEPTIEMBRE 2017

programa inicial

 

 

 

Viernes 22

 

18,30h. recepción y entrega de llaves de las habitaciones

21,00h.  cena y recreación

 

Sábado 23

 

9,00h. desayuno

10,00h. salida para Clunia. Como está a 10 kilómetros podemos ir con nuestro coche. Conviene agruparse y rentabilizar vehículos.

11,00h. inicio de la visita guiada a Clunia

14,00h. Comida

16,30h. se pueden visitar algunos lugares de Caleruega

19,00h. visita a las Madres Dominicas y su museo

20.00h. misa

21,00h. cena y recreación

 

Domingo 24

 

 9,00h. desayuno

10,30h. visita Silos y/o  Cobarrubias

14,00h. comida

15,00h. Fotos y despedida

ENCUENTRO EN CALERUEGA 23 y 24 DE SEPTIEMBRE (II)

ENCUENTRO EN CALERUEGA 23 y 24 DE SEPTIEMBRE (II)

Disculpadme si, de nuevo, os recuerdo el proyecto del homenaje que queremos rendir a quienes fueron nuestros Maestro y Submaestro, Pedro Sánchez y José Luis Alcalde en el noviciado de Caleruega, allá por mediados de los años 60.

Quienes estuvimos allí con él y con José Luis Alcalde queremos hacerles este sencillo homenaje reuniéndonos allí de nuevo los días 23 y 24 de septiembre. Llegaremos el 22 a dormir. Nos quedaremos en la Casa de Ejercicios; el precio 45 Euros pensión completa.

Si fuera posible queremos que también nos acompañe José Luis Alcalde. 

El prior de Caleruega, a efectos de organización, necesita saber antes del día 8 de junio el número de personas que en principio piensan asistir.

Sería un lujo contar contigo y que nos confirmases tu asistencia en el propio blog.

También os dejo los email de los organizadores:

  • Daniel Orden Santamarta        daniel.orden@gmail.com                    
  •                     Maxi Peña           maximo.penab@gmail.com 
  •                     o al teléfono        639 13 08 98  

He creado un nuevo Tema CALERUEGA 22 A 24 SEPTIEMBRE al que iré asociando cualquier noticia relacionada con el mismo. También un Enlace en el que podéis comprobar el nombre y número de apuntados, hasta el momento, 52.

Por favor, comprobad que esté todo correcto.

 

ENCUENTRO EN CALERUEGA 23 y 24 DE SEPTIEMBRE ¿DÓNDE ESTABAS HACE 50 AÑOS?

ENCUENTRO EN CALERUEGA 23 y 24 DE SEPTIEMBRE ¿DÓNDE ESTABAS HACE 50 AÑOS?

¿Dónde estabas hace 50 años?

¿Quién era tu maestro?

 

Hace 50 años Pedro Sánchez era maestro de novicios con su primer curso en Caleruega.

Quienes estuvimos allí con él y con José Luis Alcalde queremos hacerles un homenaje reuniéndonos allí de nuevo los días 23 y 24 de septiembre. Llegaremos el 22 a dormir. Nos quedaremos en la Casa de Ejercicios; el precio 45 Euros pensión completa.

Si fuera posible queremos que también nos acompañe José Luis. 

El prior de Caleruega, a efectos de organización, necesita saber antes del día 8 de junio el número de personas que en principio piensan asistir; el problema sería querer ir en septiembre y que no hubiese plaza, apuntarse y luego no poder asistir.

Por lo que debes confirmar tu asistencia respondiendo por email a:

  •                     o al teléfono        639 13 08 98   
  •                     o en el mismo blog.