EL BOTILLO DE CASA CENTENO
Leed la disertación que nos presenta Julito Correas centrada en el soberano BOTILLO que, hace unos días, se metieron entre pecho y espalda en casa de la familia Centeno. Os diré que después de tan majestuosos botillos todavía tuvieron arrestos para dar cuenta de un corderín de la bendita tierra de La Cepeda. En esta ocasión, lástima, me lo perdí.
Ved en la instantánea a Julito cuadrándose, perfilándose y entrando a matar bajo la mirada protectora de Lalo, su subalterno de confianza.
El botillo de El Bierzo es un producto cárnico elaborado con piezas troceadas procedentes del despiece del cerdo, condimentadas y embutidas en el ciego del cerdo que luego es ahumado y semicurado. Es típico de la comarca de El Bierzo []aunque también aparece en la gastronomía de otras regiones.
El término botillo deriva del latín "botellus" que significa intestino, la tripa del cerdo en la que se embute. Se conocen referencias desde antiguo, ya en ciertos tratados culinarios romanos se habla de él, aunque, por supuesto, sin añadirle pimentón, ya que éste se empezó a añadir tras descubrirse en América el pimiento y cultivarse en El Bierzo.
Las referencias medievales escritas más antiguas que se conservan, datan del siglo XI en las que se habla de la obligación que había de entregar cierta cantidad de "botellus" al Monasterio de San Pedro de los Montes por parte de los que vivían en sus dominios. A buena parte con los Abades!
Pues bien, mis queridos amigos, el amigo Manuel Centeno sigue al pie de la letra los tratados desde los romanos hasta la época actual y ha involucrado a Feli, su esposa e hijos en la elaboración de semejante manjar. Ellos lo hacen todo… menos los ingredientes que nos los da el cerdo, del cual como sabéis, “se aprovecha todo menos los andares”.
Ellos escogen el material, lo adoban a su gusto y antojo, lo “embotan” como mandan los cánones, lo dejan reposar, ahumarse y curarse al frío de las posesiones de la Centeno Oil Company en Vega de Magaz para que oree durante el tiempo necesario y después nos invitan a los amigos a dar buena cuenta del manjar en cuestión.
Pero no sólo eso, lo acompañan con productos de su huerta, frescos y ricos donde los haya, y de un enorme Afecto y Amistad, con lo cual os aseguro que no es que esté rico… es lo siguiente!
En la foto no se aprecia cómo se me caía la “baba”, pero os aseguro que los jugos gástricos juegan una mala pasada a todos los comensales hasta que, una vez abierto el botillo, se va depositando en los platos. Luego, se puede comprobar que todos y cada uno de los que se sientan a la mesa repiten la maniobra una y otra vez con muchos silencios intermedios –oveja que bala, bocado que pierde- hasta que saciados los gástricos aledaños se produce una alegría que anima a la charla y al canto.
¿Veis los “botillos” en la mesa?... pues no quedó ni “miajita”. Yo aprendí de Feli cómo abrirle los encantos al botillo y como tuve la suerte de sentarme a la vera de Manuel Centeno, experimenté lo del milagro de los panes y los peces… yo comía y comía y aquello no se acababa nunca. Luego me di cuenta de que Centeno, sabedor de mis amores por el botillo, me aumentaba la ración al menor descuido.
Manuel, Feli, familia Centeno: Gracias por dejarnos compartir esos manjares con vosotros; Gracias por vuestro cariñoso Afecto y Amistad; y sobre todo Gracias por ser como sois.
Ustedes son FORMIDABLES!!!
Un abrazote gordo!!
Julito Correas.
12 comentarios
Pimpi -
Invitan a no sé cuantos a esa cosa con tripa, que dicen está muy buena; incluso a la Anselma con El Mudo. ¿Y yo y mis azafatas?
El Mudo -
Ana -
Quede claro que yo estaba alli por motivos laborales, que el señor Correas vino para proponerme una ampliación de negocio con nuevas sucursales y a ver quién le dice que no a mi señora madre cuando te dice que te sientes a comer.
Por lo demás, sigo esperando que Javivi se pronuncie.
BESOS, señores!
martin -
Una delicia, ¡merece la pena repetir!, el único problema es que salí entelao y me costó hacer la digestión, sin hablar de mi amigo inseparable el colesterol.
¡Otra pega!, Froy y un servidor le tiramos los tejos a la Ana Centeno, y na, ni caso, y encima nos toreó lo que quiso, ni respeto ni nada, nos dejó tiraos por un vete a saber quien que la llamó al móvil, en fin, ¡para olvidar!
Besos y GRACIAS FAMILIA CENTENO.
ManuelCenteno -
Julio Correas -
No te sobra una palabra ... ni te falta!
Perdón, Lalo... se me quedó en el tintero tu enorme chupito (he de reconocer que repetí varias veces) de melocotón "colorao".Medicina para disolver los mejunjes carnívoros.
Si yo fuera médico del aparato digestivo trataría a mis pacientes con tu "melocotón" y les quitaría el omeprazol de turno.
Pitu, sigue mandando mensajes a los Centeno... que yo me apunto. !Qué buena idea!
Anselma... a la próxima no puedes faltar. Y trae al mudo de pareja, que seguro que despues del botillo...HABLA!!!!!!
Un abrazo pa tós!!!
Julio Correas
ManuelCenteno -
Que me había ido el finde al pueblo a comer botillo y no estaba muy al tanto de la reseña del dicharachero furriel que no puede callarse nada.
Que de nada, Julio, fue una satisfacción compartir con todos vosotros tiempo, comida y el orujo al melocotón de Lalo, que de él no has dicho nada.
Que, Javier Urbano, lo de triperos lo dirás porque nos comimos lo que había en la tripa, supongo.
Que qué buen notario se perdió contigo, Justino. Háblanos de la camarera.
Que ¿Cuál es ese lugar que dice Valdés? Si te refieres a Vega de Magaz has acertado, ya que como tal está cataloga dicha población, ni siquiera llega a la categoría de aldea y no se si cabríamos tantos de una sola vez; por lo demás todo se andará.
Y que parece que el Andrés se quedó con ganas. ¿la Anselma conoce lo que es el botellus?
Un abrazo.
JOSE MANUEL GARCÍA VALDES -
Un abrazo
Julio Correas -
Andrés, yo fui a Vega de Magaz a "trabajar". Que tenía yo que hablar con Ana sobre la Dirección General de la Centeno Oil Company. Te diré, en secreto, que vamos a abrir una sucursal en Canadá. Y claro, Feli hizo "algo de comer" en casa, por si acaso nos quedábamos en Vega de Magaz. Pero hete aquí que enterados unos cuantos -de uno en uno- se fueron sumando y aparecimos catorce! Así que Manuel Centeno no tuvo culpa de ser el "diablo tentador". Fue sólo el "diablo tenedor".
Déjame que te ponga los dientes largos : el botillo: espectacular; el corderillo de después : inmenso; el prieto picudo : en su punto, hasta de temperatura; los postres: una delicatessen; y el peruco final después de las canciones de rigor, me sentó de maravilla!
Hala, a todos los que leáis este portillo os mando un regalo : llamad a Manuel Centeno para acompañarle a comer en Vega de Magaz. Merece la pena sobre todo ... la compañía!
Un abrazo.
justino -
Felicitaciones a la Familia Centeno por el éxito obtenido.
Andres Martinez Trapiello -
Javier Urbano -