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MATINÉE, FE DE ERRATAS Y FORTUNA CRÍTICA (Por Santos Vibot)

MATINÉE, FE DE ERRATAS Y FORTUNA CRÍTICA (Por Santos Vibot)

Hace pocos días me llama Fernando Box y me dice que quiere acercarse a Palencia a darme un abrazo y, de paso, a recoger su ejemplar de mi Métrica. Me puse muy contento por tener la ocasión de verle una vez más y disfrutar de su siempre culta, jugosa, ponderada y gratísima conversación. Y de nuestro mutuo afecto. Como yo estaba en plena vorágine de los tortuosos laberintos de Correos y mis fallidos envíos, para desconectar un poco se me ocurrió llamar a Clemente y a Molpeceres por si querían también venir desde Valladolid, al igual que a Carlos Abad y Daniel Orden desde Santander. Menos a Molpeceres, que no podía venir entre semana por su trabajo, a todos les pareció un idea estupenda reunirnos y quedamos un día en Palencia; además también se nos unió Daciano que, como Daniel, tiene nieto en esta ciudad. En la entreplanta de la pastelería Polo, con café y picatostes, junto a un agradable ventanal con alegres y acogedoras cortinas de flores, pasamos una mañana feliz, como siempre que nos reunimos los viejos compañeros con la disculpa que sea.

Además de hablar y reír de mil cosas, de antes, de ahora mismo y de después, tuvo lugar a continuación una espontanea mini-presentación de mi libro, cosa tan nueva para mí y de tanta ilusión y satisfacción. Además de las preguntas sobre Borja, y sobre esto y lo otro, y los sabios consejos de Daniel sobre los trámites a realizar para  obtener el reconocimiento de su título de Virología en toda la Unión Europea, les recité muchos poemas del libro, como suele hacerse en las presentaciones de libros de poesía, entre acotaciones, bromas y preguntas muy gustosas de responder y compartir. El propio Box y también Clemente, y ahora no recuerdo si alguno más, quisieron recitar alguno de los poemas. Una matinée inolvidable. 


Daniel se tuvo que ir poco antes de las dos, pues quería ir a buscar por sorpresa a su nieta a la salida del colegio. Y Carlos Abad también pues debía visitar a su hermano enfermo. Los demás aún apuramos un buen ratico la tertulia y el cariño.

Acompañé a Box, Clemente y Daciano hasta un agradable restaurante en uno de los rincones más bonitos de la ciudad y me uní a ellos después de los postres, pues yo tenía comida de cumpleaños familiar y despedida de Palencia. Hay días en que todo lo bueno coincide. 

 

Una de las posibles erratas del libro me la indicó precisamente Fernando Box. Y digo posibles por que él mismo me dijo que no estaba seguro y que lo consultara con alguien que supiera más latín que él. Se trata de una frase latina que hay en la viñeta de la página 105. La frase, sin importancia especial y sólo para llenar el cartel de la viñeta y así trufarla con algún significado, es mía: SICUT CIGNUS LABENTIBUS SUPER AQUAS. Y la duda está en ese "labentibus". Box cree que tal vez debería ser "labens". Yo les pregunto a Pitu y a Manolón, que son los que más latines prodigan por aquí -o a cualquier experto que quiera terciar-,  que cómo traducirían la frase tal como está en el libro, si es que pudiera quedar así. Porque, según me sugirió el propio Box, también podría hacer sentido así, y un sentido interesante acaso. La duda es la corrección gramatical. Aunque a veces en poesía la sintaxis se fuerza y dicha corrección se sacrifica en aras de otros propósitos expresivos.

 

Y hablando de erratas, curiosamente ha sido el otro Box, Ramón Pajares, quien a visto en la página 28, detrás del penúltimo verso (Ático), una coma que claramente sobra. Podéis rasparla delicadamente con una cuchilla de afeitar y no quedará huella. El mismo Ramón tiene una duda muy razonable respecto a otra palabra escrita en griego, pero eso os lo comentaré con sus propias palabras más abajo, en los comentarios.

 

Otra errata he encontrado yo de menor importancia, pero que afecta a la perfecta corrección de la columna de cifras y letras de los parámetros métricos. En la p. 100, a la izquierda del primer verso no debe estar esa "a", sino el círculo atravesado por diagonal que indica la presencia de un verso libre de rima. Y, por tanto, los demás llevarían la secuencia: aabba, en lugar de la actual: bbccb. Por suerte -es bien sabido que las erratas se agazapan insidiosamente hasta aparecer triunfantes en el libro ya impreso y encuadernado- creo que no hay ningún error de palabras en mis versos. Si alguien encontrara algo, por favor que lo diga, por si se llegase a una segunda edición, cosa que dudo ahora mismo. El tiempo lo dirá.

 

En cuanto a la mayor o menor fortuna crítica de esta Métrica mía, remito al lector curioso que no lo leyera en su día, al espléndido y generosísimo ensayo que Isidro Cícero escribió como presentación de lujo en los portillos de los días 29 de Noviembre, en el que están las dos primeras entregas, y 17 de Diciembre, donde aparece la tercera.

 

Así mismo, y apareciendo incluso antes que dicho ensayo en la espontánea intervención de Mercedes Modroño -una entusiasta periodista de Galicia que no me conocía-, destaco y agradezco enormemente la estimulante y no menos generosa recensión "Bailando libre dentro de un corsé". Podéis leerla en el portillo del 19 de Noviembre, entre los 88 comentarios tan llenos de empatía y calor de amistad queintercambiamos allí.

 

Arrancar un pequeño elogio -o una simple lectura de mi obra- a las ilustres figuras del mundillo de la literatura oficial no mediando amistad verdadera o interés inconfesable por su parte, es tarea imposible para quien no conoce de cerca prácticamente a nadie, salvo a Pedro Trapiello, de quien estoy seguro que no me lo escatimaría -no uno sino varios en cascada- si se lo pidiera, tal es su generosidad y bonhomía.

 

Por eso, un poco abrumado tras la peregrinación un tanto mendicante por las librerías de Palencia y alguna de Madrid ofreciendo mi tierna mercancía con la esperanza de darla a conocer y de que prenda en algún corazón, haré una pausa en esta procelosa e impredecible promoción y esperaré vuestras palabras prometidas -mis primeros y mejores lectores-, que a buen seguro serán mucho más cálidas, perceptivas y gozosas que este gran mercado del mundo, tan canalla y endogámico.

 

Y, erratas leves aparte, perdonad mis muchas faltas, como en el teatro antiguo se decía.

Santos Vibot 


27 comentarios

Vibot -

Queridísimo Chema,

escribiste esta tierna preciosidad el 3 de Marzo, en un portillo probablemente ya archivado, y no la había leído hasta hoy, 3 de Mayo. Quizá tampoco leas mi contestación en estos laberintos del numeroso archivo de este blog. Si alguna vez se hace una presentación de este libro, yo quisiera que fueras tú el principal amigo que allí hablara. Y está bien este oculto recodo donde hoy nos hablamos una vez más, amigo tan querido.
Me has de enseñar tu Dante, nunca dejes de hablarme de ese modo.

Chema Sarmiento -

He pasado el día escribiendo cartas de reclamación de tipo administrativo ¡vaya tedio!
Pero al volver de la oficina de correos, tras librarme de ellas una vez certificadas, me estremeció un alegre pensamiento: ¡No tengo nada obligatorio que hacer, merezco un descanso, voy a seguir leyendo el libro de Santos!

Me enfrento a la lectura de tus poesías, amigo Vibot, con el mismo ánimo que cuando voy a un museo: no se trata de recorrer salas sin cuento, ni de tragar cuadros hasta que el cansancio te vuelve insensible, incapaz de apreciar la belleza de las obras. Prefiero leerlas poco a poco, cuando -como hoy- siento esa alegría íntima que me dice que siga haciéndolo.

Esta tarde aprecié sobre todo el cuarteto que titulas “BRISA”

Cuando la dulce luz de tu sonrisa
Se desvanece en tu alma ensimismada
Tu suave olor, tus sueños, tu mirada,
Me hace llegar tu amor como una brisa.

También me había gustado de manera especial, por su frescura popular, la bulería de la página 70:

Si en mis brazos te tengo
¡Que me importa a mí que digan
Que si voy o que si vengo!

Al leer las estrofas que has escrito bajo “Soñando a Dante en Palgongsan” desvarié un rato pensando que, precisamente mañana, comienzo la encuadernación de una versión de “La Comedia” impresa en Venecia en 1544. Llevo meses limpiándola y restaurándola. He preparado un diseño que me parece muy bonito y que espero realzará el valor de esa edición tan prestigiosa.

Pero lo más importante que tengo que decir (y no dejes que Borja lea estas líneas ¡por lo que más quieras!) es que he encontrado respuesta a la pregunta que nunca te hice de si él había sido tu primer amor. Me contestaste que esperabas que la encontrara entre las páginas del libro. Eso me ha inclinado a menudo a pensar que sí, que ha sido tu primer amor, a tal punto tu cariño hacia él destila entre los versos… Pero hoy he visto, he leído con todas las letras, que no fue así:

Toda mi vida pasada yo cambiaría, si acaso pudiera,
Porque tú hubieras sido mi amor primero…

(…Silencio de una media hora como en el Apocalipsis…)

¿Servirán para compensar la balanza las tres negaciones de la página 95?

…Ya no quiero soñar en otro intento…
…Ya no quiero soñar en otro amante…
…Ya no quiero soñar otros amores…

Vibot -

Ya estaba yo lamentando que este portillo se me fuera al archivo sin más intervenciones
-echo tanto de menos todas y cada una de vuestras impresiones de lectura, tanto como me ilusionasteis al encargarme el libro de aquella forma tan cálida y casi impaciente- cuando Sarmiento nos regala otra de las entradas de su diario de bitácora... "un momento especial de luz abriéndose paso" dice, y yo recuerdo esos otros momentos mágicos de su luz abriéndose paso entre aquellos perales de verano y su rumor de abejas y libélulas en aquel Filandón inolvidable de montes y muchachos.
Y en las verdes montañas divinas de Buda, junto al árbol del fénix y las frescas cascadas envolventes, también los recordé, todos los paraísos se convocan al olor de los cedros.
De joven tenías ojos cervato, Sarmiento.
Y esa hermosa mirada atraviesa tu cine desde entonces.
Sigue con tu cuaderno de lectura en el portillo de bienvenida a Marzo, bajo el dibujo de Jesús Herrero, querido Chema, que esa guitarra de las sevillanas te traerá nuevos ritmos y aquí los bailaremos.

***

ALFREDO DE FEDERICO (y2)

Hola Santos. Ya he terminado de leer todas las poesías y me ha encantado todo, desde el principio hasta el final. Siguiendo con lo de
señalar las que más me han emocionado, señalo dos más:

p. 145. "Ruiseñor y tortolica", no sé si porque en el fondo soy un antiguo o por la
sencillez o incluso encantadora ingenuidad que respira, me ha emocionado.

p. 150 y ss. "Homenaje sonámbulo", sobre todo a partir de "Por no
atreverme a cantarte / cincelé ardientes mujeres / pero tu cuerpo de alumbre / siempre fue en ellas el huésped..." No sabría decirte por
qué.

Con respecto a aquella carta en que
al comentar el cuento "Noche de ánimas" rememorabas escenas claves de tu infancia y adolescencia, ya te comenté que el género epistolar se te da muy bien y que deberías recopilar las cartas
y publicar otro libro. Te diría que lo podrías titular algo así como "Memorias de adolescencia en la menor" que creo que es la tonalidad
que utilizan algunos compositores para crear música a la vez triste y bellísima. Como los conciertos de piano de Schumann y de Grieg.

Otra
cosa. me desconcierta un poco aquello de "Corazón neblí". Suena muy bonito, pero el neblí es un ave de presa. Porque no creo que sea en el
mismo sentido de aquella canción argentina "Si un águila / fue tu cariño / paloma / mi pobre alma / mi corazón en tus garras sangró / y no
le tuviste lástima."

Un abrazo,
Alfredo.

***

Querido Alfredo, corazón neblí está tomado aquí como el rapto que supone la belleza, que efectivamente a veces parece caer de lo alto como un ave de presa y apresarnos el corazón.
Esperemos que no lleguen nunca la sangre ni las lágrimas.

Otro abrazo para ti y para Lola,
Santos

Chema Sarmiento -

Constato una vez más, amigo Vibot que soy más sensible a las poesías que evocan una situación visualizable:

Amanece
lentamente
entre frondas
a tu sombra

…me ha gustado por que puedo visualizar lo que leo y me sugiere un momento especial de luz abriéndose paso y de dos cuerpos muy juntos.

Por una razón semejante, he apreciado los eneasílabos y decasílabos que has titulado “En la montaña divina de Palgonsan” y “Gatbawi”.

Al llegar a los dodecasílabos empezó a sonar una guitarra por sevillanas…

Vibot -

Antes de que a este portillo se lo traguen los nuevos, -fugit irreparabile tempus- quiero consignar aquí los comentarios de mi amigo pamplonica Alfredo de Federico, buen escritor de cuentos, y de su mujer Lola, que me manda de vez en cuando wasaps entusiasmada con mis versos:
“Hola Santos.

Ya he comenzado a leer tus poesías de un modo casi sistemático (no del todo pues de momento casi las monopoliza Lola). Y es
una curiosa sensación como de estar haciendo una escalada en ascenso continuo desde lo más sencillo a lo más complejo. Es sorprendente que
en lugar de romper moldes te hayas decidido a utilizarlos todos, explicando además en muchos de ellos de donde vienen y cuál es su sentido
y su uso. Para ello hace falta un cerebro muy bien organizado, no más ni menos que un corazón muy vivo, que a fin de cuentas no es sino
otra parte del cerebro. Todo ello dándoles un aire de disfrute y de alegría que hace que sea una delicia leerlas. Eres un clásico.
Todos ellos me han parecido de una gran belleza formal. Y algunos de una gran intensidad emocional y significativa, destacando entre todos
los que he visto hasta ahora aquel de “Mi otoño y tu primavera”. Para mí es de los que merecerían estar en una antología.

Seguiré
disfrutándolas.”
***
Y esta misma tarde me manda Lola un audio-wasap diciéndome encantada que Alfredo le está leyendo en voz alta algunos de mis poemas (qué preciosa escena hogareña, tal vez infrecuente ya) y que se le quiebra la voz emocionado.
Naturalmente me entró una curiosidad morbosa por saber de qué poemas se trataba. Y también una curiosidad profesional por ver y analizar qué precisamente conmueve a mis lectores. Y, por qué no, un poco de justo orgullo de poeta. Además me lo dice Lola con esa alegre naturalidad y gracia suyas tan navarricas, tan entrañables… Y le pedí a Alfredo que me los indicara:

“En general me parecen muy bonitos y con un lenguaje muy cuidado. Pero hay algunos que remueven algo más en mi interior, que resultan
no sé si más profundos o más emocionantes. Te los señalo por páginas:

p. 83, por la solubilidad de los enojos en el amor. Un concepto de
química muy importante.

pp. 84 y 85. Para un irreverente son muy chuscos, pero para un creyente son de una intensidad que supera la fe y
los mandamientos.

p. 95. La reiteración de las ideas (o de los sentimientos), expresadas de forma distinta en cada estrofa le dan una
fuerza casi arrolladora. Me recuerda en el sonido a aquella de "Si de mi baja lira / tanto pudiese el son...". Auténtica poesía lírica.

Y
por supuesto "Bajo el sicomoro".

Pero ya te diré más, que ahora estoy por la página 108. Y cuando lo termine espero que habré añadido unos
cuantos más. Y te mandaré de propina otro par de cuentos.

Un abrazo,
Alfredo.”

Con amigos así le dan a uno ganas de irse a vivir a Pamplona para siempre.
Muchos abrazos y besicos

Vibot -

Con permiso expreso de EMILIO DEVESA, reproduzco algunos de sus comentarios a mi libro:

"Amigo Santos,

Leer poesía, entenderla y captar a su autor, me produce un cierto rubor, casi como cuando leían mis notas en la Virgen...(murmullos)

Sigo leyendo rápido, pero la Poesía, con pausa, diccionario de MMoliner, al lado, cuaderno también y vuelta a su lectura y relectura.

Pero, como todos los autores y escribidores -vates, incluidos- sois un pelín vanidosos, de seguido va un resumen a las más de 50 páginas leídas someramente, y a salto de ranilla.

Vamos pues, allá:


Hay mucha metáfora encerrada en tus Rimas y, si la memoria no me falla, ésta es la figura por antonomasia de la poesía: aúna conceptualidad y belleza; y no siempre es captada por el lector, en su integridad o intencionalidad; lo que puede considerarse como una figura enigmática y mágica del hacer literario, moradora del Parnaso.

Dices bien el respeto que Cervantes pone hacia la poesía en nuestro Sr Don Quijote, como producto del crisol, convertido en oro finísimo...

Al grano: Primera opinión:

M oderno
A moroso
G entil
N ovedoso
I nteresante
F resco
I ncorrecto (?)
C ordial
O riginal

El resumen, la letra inicial, leída en vertical. Las razones las puede poner tú a mis adjetivos, a tu capricho.
El del (?) lo averiguas; no es de mi jurisdicción juzgarlo.

Y con un fuerte abrazo, termino este correo."

***

Querido Devesa,

Muchas gracias por tus entusiastas palabras sobre mis cincuenta primeras páginas leídas. Lo de a salto de ranilla, supongo que lo
dices porque has leído salteado, no seguido. Como no destacas ningún título, no sé muy bien a qué poemas te refieres. La propia estructura
progresiva del libro sugiere una lectura ordenada pero el lector es libre siempre y tu lectura es tuya. Gracias por ese acróstico de
"magnífico" que me dedicas, aunque las razones no las tengo que poner yo, me gustaría saber las tuyas, no te escabullas, perezoso (que sé que no lo eres).

Recíbeme un abrazo, querido amigo.

Vibot -

JAVIER CIRAUQUI

MÉTRICA PARA BORJA. COMENTARIOS.-
(Copio aquí un extracto de la encantadora y muy extensa carta que me envía Cirauqui)

"Lo primero que he pensado, al tener este libro en mis manos, es que es un regalo para la vista y una delicia para la mente.
...
Al leer esta Métrica para Borja, he vuelto a los años 1.961-62-63-64-65, los años que estuve en el Colegio de la Virgen del Camino y que viví con gran entusiasmo mi pasión por la poesía, maquinando versos y prosas sentidos -y a veces enamorados, estos no los mandaba a la revista-. Otros a veces se publicaban en la Revista Camino.
...
Para ahora en adelante recurriré a la “Métrica Española de Antonio Quilis”, que yo no conocía y sobre todo a esta excelente “Métrica para Borja,” que contiene un exhaustivo y completo recorrido por versos, medidas, estrofas y ritmos. A esta métrica le llamaría una métrica enamorada, con remitente y destinatarios concretos, cosa que en aquellos tiempos estaba prohibido, una métrica a flor de piel, métrica de amor y su correspondencia, una métrica feliz.
...
Acabados los preámbulos nos sumergimos en el libro y tras hermosa orla litografiada se dice: Versos y Estrofas y la primera página promete y nos anuncia todo una colección de bellezas entrelazadas.
...

Por otro lado si hablamos de tu texto es de agradecer el relato de tu amor vertido en esta métrica y en estos sucesivos, versos, estrofas y poemas. Es de agradecer su autenticidad y belleza a flor de piel, donde el amor es amor, los besos son besos, los abrazos y caricias son abrazos y caricias y los mordiscos, mordiscos son.
Es una métrica pedagógica, a la que recurriré en el momento que necesite información sobre alguna sílaba, algún acento, estrofa o poema. Me gustan todas esas cifras señalando el número de sílabas métricas, la disposición de las rimas consonantes o asonantes en minúsculas para el arte menor y mayúsculas para el mayor, además del lugar de cada acento en los distintos versos. Los comentarios a pie de página me parecen cortos, interesantes, muy informativos y esclarecedores, que no entorpecen la lectura de tu libro sino que la aclaran.
Creo que me he enrrollado como una persiana. Espero no haberte aburrido y solo me queda decir que tu libro me ha gustado muchísimo y que ha sido un gran placer, leerte y releerte.
Gracias y un fuerte abrazo. Javier."

***

¡Cómo me vas a aburrir, Javier, te agradezco mucho tu lectura y relectura y todos tus comentarios!
Celebro que me lo tomes como libro de consulta. Pero sobre todo, que lo hayas disfrutado y saboreado como dices.
Un fuerte abrazo.
***
Y otro bien fuerte para Pedro Molleda con mi agradecimiento, que arriba no lo puse.

Vibot -

En lo de Lalo todos los elogios son pocos, Sarmiento, sabe él cómo intuir lo mejor y lo realiza con el pulso de un orfebre, sí. Bien lo llevamos visto en esta Colección "El Tomillar" y en otros libros que llevan su sello. Gracias de nuevo Laliño.

Preciosa sugerencia lo de la poesía callada, y precioso el tono con el que me lo escribes, Chema. Este diario de lectura tuyo promete momentos de palabras sabrosas junto a la chimenea de este invierno. Y yo te haré el duetto.

Chema Sarmiento -

Empiezas en la página 21 tu labor de trovador propiamente dicha con una estrofa de verso único…
Recuerdo de mis tiempos como estudiante en Historia del Arte la fascinación que me produjo la obra escultórica de Jorge Oteiza, de quien el profesor nos dijo que, interesado más por el hueco que por la materia que lo cernía, en coherencia consigo mismo había acabado por no esculpir más. Me pregunté si siguiendo esta misma pauta no habrías podido empezar con una estrofa de cero versos, una estrofa que podríamos meter dentro de lo que se llama “Poesía Callada”. Una estrofa que sería el equivalente pictórico del “Blanco sobre Blanco” de Malevich (entre otros ejemplos).

Chema Sarmiento -

En la introducción que haces “al oído del lector”, y que ya no es para profanos, me paro sólo en tus agradecimientos a nuestro querido Lalo. Te ha regalado un libro magnífico, trabajo de platería, digno de ti y de él. Tiene todos los motivos del mundo de sentir la satisfacción del trabajo bien hecho.

Vibot -

"Es un poco como si me propusiera escribir un diario, el diario de una lectura..."

Querido Sarmiento, qué cosa tan bonita me acabas de decir. Ya es mucho que a uno le lean con mayor o menor entusiasmo. Y si además le comentan, miel sobre hojuelas.
Pero que alguien se proponga llevar un diario de lectura es ya el colmo del encanto y la amistad mejor.

Había olvidado que estuviste en mi casa aquel día, quizás a causa de aquella expectante ansiedad que dices. Me gusta ahora recordarlo contigo y que, precisamente tú, participaras de aquella confidencia y de aquel inicio.
Es verdad que aquel encuentro ha suavizado muchas cosas, pero desde luego ninguno de los aspectos de la ácida imagen ni -de la corrosiva realidad- de aquellos años de "educación" en el colegio. Por desgracia, el pasado es irrevocable.
A las preguntas que dices que no me haces, pero me haces, espero que encuentres respuestas -y algunas preguntas más- leyéndome estas páginas.
Tú apúntalas en ese encantador diario de lectura que me dices. Yo, perezoso para llevar diarios tan interesantes y fructíferos como ese, hace años que subrayo los libros a colores, escribo en sus márgenes y doblo las puntas de sus páginas para volver a hallar la pulpa un día. Después de todo, el tiempo se me escapa y, como dice mi madre cuando me ve lleno de libros hasta el techo: "¡te van a hacer una quema los sobrinos...!"

Pobres libros queridos, compañeros y leales amigos en los buenos y en los malos momentos.

José luis Alcalde Revilla -

...ADMIRADO POR TODOS LOS ESCRITORES...me uno a todos y me entrego, pues me encanta leeros, pues sois animantes y animadores VIBOT, S.S. SANTAMARTA,
VIBOT, CHEMA SARMIENTO , el
último etc...TODOS...besazos a todos porque tttiiiivvvoglioo bbbeneee joseito...el besuconcete

Chema Sarmiento -

Decía en mi anterior mensaje, amigo Santos, que me proponía escribir cada vez que, leyendo tu libro, se me ocurriera algo interesante. Creo que voy a corregir ese propósito y que escribiré simplemente cuando se me ocurra algo, aun cuando sea incalificable.

La “Dedicatoria” en una verdadera declaración de amor, una declaración pública en que se nos desvelan aspectos de vuestra vida privada. Casi ocho años de amor, dices… Recuerdo que estuve en tu casa el día mismo en que ibas a tener tu primera cita con Borja. Se te notaba ansioso, lleno de expectativas. Seguramente pensé que habrías pasado por situaciones semejantes muchas otras veces en tu vida… Y que probablemente esta vez correrías la misma suerte que las veces anteriores… ¡Qué bien que me equivoqué! Y no lo digo sólo por el cariño que te tengo, es que realmente ese encuentro ha servido para suavizar algunos aspectos de la imagen un tanto ácida que tenías entonces de tus años de educación en el colegio, años de los que todos nosotros formamos parte…

Nunca te he preguntado, ni lo hago ahora, si Borja ha sido tu primer amor. No estoy hablando de tu primer enamoramiento ¡quita pallá!, sino de la primera relación que ha sobrepasado esa etapa, necesaria pero muchas veces infructuosa, de fascinación loca, fatua, de insoportable enajenación mental, para convertirse en algo cuyo poso sabes que debes valorar como decisivo en tu vida… No sé si Borja ha sido ese primer amor al que aludo, pero me resultaría casi imposible de creer que no haya sido así.

Chema Sarmiento -

Querido Santos:
Debía yo tener 12 ò 13 años cuando me retiré definitivamente de la poesía. Fue ello debido a que una persona muy querida, cuyo nombre callo porque la conoces tu y todo el mundo en estas páginas, leyó en voz alta, ante todo mundo, un poema que yo había escrito, un poema muy íntimo, en el que yo desvelaba un secreto inconfesable... Sentí aquello como una violación y prometí que no volvería a tejer un solo verso en mi vida... ¡Y lo he cumplido!

Cuando echo ahora la vista atrás me digo que vaya ganas de hacer tragedia de cualquier cosa he tenido ya desde niño. Buena prueba es que ni remotamente recuerdo cuál era aquel tremendo secreto que me hizo desterrar la poesía mi vida… En todo caso, peor para mí, por tonto.

Te cuento todo esto para explicarte que después de aquel incidente, desinteresado completamente de esa "milagrosa ciencia", como citas en tu dedicatoria, no me siento en absoluto competente para poder decir de tus versos más que si me han gustado o no... ¡Qué pobre eco, es verdad, al esfuerzo que tu has hecho para llevar a cabo tu precioso libro!

Por experiencia propia sé lo duro que es no recibir ni siquiera un comentario de alguien con quien has querido compartir una obra propia, sobre todo cuando se trata de la primera publicada. Así que, tras excusarme por mi incompetencia, cuando ya han pasado tres semanas desde que recibí el libro, te anuncio que he encontrado el gustoso momento de empezar a leer tu métrica.

No tengo el propósito de leerlo de corrido, sino a pequeños sorbos para mejor saborearlo. Pienso escribir algunas líneas según vaya progresando en la lectura, esperando decir alguna cosilla que pueda resultar interesante.

Es un poco como si me propusiera escribir un diario, el diario de una lectura...

Vibot -

Muchas gracias, PPedro, por la parte que me toca, yo ya le tengo dicho a Santamarta que él también podría escribir una Métrica completa de mucho disfrute para todos.

Y, con permiso expreso de Pedro Molleda Pastrana, reproduzco aquí un fragmento de la carta que me ha enviado después de leer mi libro:

"Espero hayas finalmente recibido el dinero de tu magnífico y, para mí, extraño libro; pero libro al que, además, no se le puede negar el calificativo de interesante.

Dos comentarios:

1.-Sorpresa. El título no es ninguna metonimia, es tal cual: un verdadero tratado de Métrica.

2.-Los poemas "Fe de vida" y "Escarmentado", aunque quizá no sean los mejores del libro, así como van, consecutivos, y desde la perspectiva de tiempos pasados, los he visto como una perfecta síntesis. Y valga, para el conjunto, el título del primero. Así lo he entendido.

En fin, chico, no queda otra que decirte: felicidades."

***

En una Feria del Libro Viejo de Madrid, donde a veces aparecen tesoros, me hice con un precioso ejemplar, encuadernado en piel azul con orlas doradas, de las Poesías Completas de Salvador Rueda. Al final del mismo -como he visto más veces en libros de finales del XIX y principios del XX- viene una muy interesante y entrañable sección titulada "Testimonios de sus contemporáneos", en la que escribe, entre otros, Unamuno.
Pero también toda una serie de nombres ahora -y probablemente entonces- casi desconocidos u olvidados. Pero ¡qué interesantes perspectivas aportan al conjunto las opiniones, elogios o críticas de cada uno!
Con vuestros comentarios querría yo también hacerme una guirnalda, un poco como esos collares de caramelos, esas "cuelgas" de cumpleaños que recibíamos de niños, donde todos y cada uno de los caramelos, fueran del sabor que fueran, que algunos podían ser agrios o de menta picante, contribuían a la celebración y al exultante colorido de la alegría familiar.

Pedro Sánchez Menéndez -

Aunque solo sea para sepáis que os sigo, entro de nuevo aquí para deciros que sois fenomenales. Da gusto leer vuestra poesía. Gracias por tu entrada, S.S.Santamarta. Yo no acertaría a escribir dos versos. Saludos. Pedro

Vibot -

Estaba yo sintiéndome melancólico porque casi ninguno de mis queridos amigos suscriptores me decían nada después de leer mi Métrica. Se lo escribía esta misma mañana a Sarmiento en aquel su nido de París, casi rogándole que rompiera él este opaco silencio de tantos días, cuando me encuentro con un vuelco de alegría un mensaje nuevo, tu precioso y entrañable poema, Santamarta.
Lo de menos -aunque tampoco es manco, como siempre en ti- son tus perfectas décimas espinelas, con su armonioso ritmo y con su música. Lo que me ha emocionado es haber conectado contigo en lo más hondo y que me lo digas de esa forma tan honda y tan sencilla, a pesar de las rimas y sílabas contadas y ritmadas de acentos naturales, musicales...
Gracias por decirme -siempre- todo lo que me dices tan a muerte.
Un abrazo. Fundidos.

S.S.Santamarta -

Suenan bien al prisionero
que a la luz quiere salir
las llaves con que va a abrir
su mazmorra el carcelero.
Suenan igual, compañero,
estos versos de tu forja
que desde hoy en mi alforja
conmigo irán por ahí
pues también son para mí
aunque no me llame Borja.

Y no es otra la razón
de que los quiera llevar
conmigo que hacer vibrar
mi cansado a mi corazón.
Tu Métrica es diapasón
que da el tono de tu hondura,
calibre de la finura
con que te palpita el alma:
un amanecer en calma
después de una noche oscura.

Es tu arte, en el decir,
armonioso y sensitivo
que, aunque parezca cautivo
de moldes, tiende a fluir;
es impulso a seducir
como el aire mece al trigo,
y es invitación de amigo
-fundido en delicadeza-
a desvelar la belleza
y a degustarla contigo.

Vibot -

Confieso que he estado tentado de suplantar el nombre de PPedro para encabezar este comentario, para que no apareciera de nuevo mi apellido, tengo la melancólica impresión de estar hablando solo.

Me acaba de escribir nuestro antiguo maestro de Caleruega una conmovedora y humilde carta después de leer -dos veces- mi libro.
Contagiado por su ejemplo no copiaré aquí sus elogios.
Pero me ha dejado abrumado la cariñosa meticulosidad con la que él, con la mayor sencillez y eficacia, ha revisado el texto. Yo creía hasta ahora que nadie superaría en esto a Ramón Pajares Box, que dedica parte de su tiempo a ser corrector de pruebas para un maravilloso proyecto de libros on line, pero lo de Pedro me ha dejado asombrado y muy agradecido. Algunas de las erratas de espacios o puntuaciones ya me las había comunicado Ramón Box, aunque yo no las consigné aquí por no agobiar con minucias de menor significado que, eso sí, Lalo -mi amigo sin par, mi querido albacea literario- ya ha corregido en la matriz informática para la segunda edición (si es que vuestro boca a boca la hace posible).

Transcribo pues aquí, en agradecimiento a tan querido corrector de lujo, sus palabras certeras:

"Como sé que lo deseas te voy a descubrir minúsculos fallos ortográficos o similares:

Página 37, línea 11ª: sobra un espacio antes de la coma (que queda al aire).
Página 43, línea 3ª: aquí es el punto el que queda al aire.
Página 54, línea 12ª: me parece que es coma en vez de punto.
Página 113, línea 3ª: No sé si hay alguna razón para escribir "Orïente" en vez de Oriente.
Página 114, Nota a pie de página: donde dice preculiar, debería de decir peculiar.
Página 154, línea 5ª: ¿debería cerrase la ¿...? o es así?
Página 165: donde pone Página 165 debe de poner Página 162.
Donde pone. Páginas 18 y 126, debe de poner Páginas 16 y 126."

Como veréis, la minuciosidad y eficiencia son todo un detalle y un alarde de observación. ¡Quién llegara con esa capacidad a los 90! Ha comprobado hasta la traducción de citas y su correcta ubicación, efectivamente equivocada en la p.165.

Pedro, te aclaro esas pocas dudas:
* efectivamente, lo de la página 54 debe ser una coma, no un punto.
* lo de Orïente lo escribió así Boscán para separar el diptongo ie y contar una sílaba más. Lo usaron muchos clásicos y no tan clásicos.
* lo de la 154 es una pregunta solamente iniciada y que queda sin concluir para dejar a la imaginación del lector cualquier final, por eso no cierro la interrogación...aunque tal vez estuviera mejor, tienes razón.

Gracias de todo corazón, querido Pedro por tu lectura atenta sensible y cariñosa. Siempre entre aroma de setos de romero tu nombre y tu persona en mi memoria.

Hasta el próximo libro, que te haré llegar antes de imprimirlo, al igual que a Fernando y Ramón Box, para que quede -si es que esto es posible, que ya empiezo a dudarlo- impoluto.

Un abrazo muy fuerte.

Vibot -

Antes de acostarme, abro un último mail de un poeta madrileño amigo que me comunica unas breves erratas más en una columna de datos métricos. Se trata de la Lira, en la p.95: el último verso de cada estrofa debe llevar a la izquierda "11B", en lugar de 11A, como se puede comprobar en las rimas de dichos versos, que son las correctas.

Y yo que creía que ya no habría más.

Hasta mañana, amigos.

Vibot -

Para ir completando la "Fe de erratas" -decidme cualquier otra que encontréis, por favor- me escribe Fernando Box para indicarme dos más:

"Yo corregiría en la pág. 13, tras los tres asteriscos ese "Por que va muy …” y pondría “Porque va muy …”, juntándolas en esa conjunción.

Y en la línea 13 de la página 14 donde pone “las letras adyacentes designan a la disposición …” yo quitaría la preposición: “las letras adyacentes designan la disposición …”
Pero son manías mías."

Tiene toda la razón. Y además me da una solución para la cita latina, a la espera de las autorizadas opiniones de Pitu y Manolón:

"Sicut cignus labens cum labentibus super aquas."

Y gracias por leerme amigos, ¡qué largo se me hace el tiempo de recibir vuestros comentarios, sean los que sean!

Salud y alegría a todos.

Vibot -

Santiago, por mi parte nada que perdonar, la muerte siempre se mezcla de manera muchas veces inesperada con algunos de los mejores momentos de la vida. Aún con esos meses de retraso, descanse en paz el P. Andrés.

santiago rodriguez -

Perdonad por poner esta noticia aquí, ya conocéis mis deficiencias en este asub-nto. Ayer supe por el P.José Mª Iturbe y el obispo Paco que se encuentra en Leon,que hace unos meses que falleció el qu fue maestro de novicios y prior de
Salamanca P.Andres, lo indico porque creo que no se ha dado la noticia en el blog

Vibot -

Y el segundo ha sido Luis Carrizo, que ha echado la casa por la ventana. Copio el núcleo de su escrito:

"Pues yo, admirado Vibot, he también leído tu Métrica para Borja y solo estaba esperando la ocasión propicia en que dejar colgado en el blog mi comentario.
Yo aprecio muchas cosas en tu libro. Dejando aparte --que es mucho dejar-- su cuidada edición, que lo convierten en un objeto bellísimo, aprecio y te agradezco, querido Vibot, que reivindiques la ingente riqueza de las métricas en que a lo largo de los siglos se ha versificado en nuestro idioma. Para llevar a término airosamente un poemario tan variado, sujetándote en todo momento a las estrecheces que impone el corsé de las sílabas, los acentos y las rimas, y hacerlo de forma tan inspirada, se necesita bastante más que el "ánimo de ejercitarse". Noto tu alma de músico latiendo tras tu alma de poeta.

Yo he encontrado entre tus poemas muy bellas palabras, muy hermosas metáforas, muy armoniosos versos que acreditan que tú no haces número de los "infinitos poetas consumidos", sino del de los consumados". Y por no salirme del capítulo XVIII, acabaré diciéndote que si ahora mismo estuviese a tu lado asiendo tu mano con la mía, en voz levantada, que parecería grito, te diría: ¡Viven los cielos donde más altos están, mancebo generoso, que sois el mejor poeta del orbe, y que merecéis estar laureado, no por Chipre ni por Gaeta, como dijo un poeta que Dios perdone...

Fecha: 28/01/2016 23:09.



gravatar.comVibot

Luisito, tus exagerados elogios me han enmudecido varios días. Qué decir.
Conservaré en mi corazón, más que la dudosa realidad de los mismos, el cariño que con ellos me demuestras y la no tan merecida admiración que te han merecido mis versos.

Vibot -

Eso sí, permitidme que reúna en este portillo todas vuestras "recensiones" una vez leído el libro completo. Como en una de aquellas guirnaldas de amigos que adornaban cálidamente algunas ediciones de poetas en tiempos menos cicateros que estos.

Si no me olvido de nadie, creo que el primero de vosotros en escribir después de la publicación ha sido Ramón Pajares Box, cuya opinión tengo en gran estima:

"Abrí el paquete, encontré un libro hermoso, maquetado e impreso con primor en un papel más que digno y encuadernado con lujo. Me puse a leerlo para catar el contenido y cuando me quise dar cuenta estaba en la página 100. En una palabra: estoy encantado.

La disposición y organización del libro está muy bien, y se convertirá en mi mejor referencia en cuanto a métrica. Tus poemas de ejemplo son cuidadísimos, unos mejores que otros (traducción: unos me conmueven más que otros), y las anotaciones críticas, históricas y métricas, sobrias y oportunas. Y la presentación general, esto es, la maquetación de Lalo, ¡prodigiosa!

Has logrado un libro más que notable, muy cuidado, sin apenas erratas (solo he visto dos o tres, mínimas), y que se nota que está hecho con meticulosidad, estudio y sobre todo amor. Amor al trabajo bien hecho. Y yo, aficionado como soy a los productos bien hechos, te lo agradezco.

El otro día te sugirieron sacar tu libro a las librerías. Lo merece. Puede que quizá no se venda, porque la poesía no es mercado fácil, pero estate seguro que las críticas no te vendrán por la falta de solidez en lo que ofreces. En eso puedes llevar la cabeza muy alta.

En resumen, y espero que se me haya notado: ¡tu libro me encanta! ¡Felicidades y enhorabuena!

Ah, y muchas gracias por la dedicatoria manuscrita. Un abrazo,
Ramón"

Y yo le respondí:
Querido Ramón, qué inyección de alegría tus entusiastas palabras.

Te agradecería muchísimo que me indicaras ese par de erratas por si se llegara a una segunda edición, pero sobre todo para que cada cuál lo corrija en su ejemplar.

Un conmovido y agradecido abrazo, aguardando tu valiosa ayuda.

(Así mismo, quiero reproducir estos fragmentos de correspondencia con Ramón P.Box que completan su juicio sobre mi Métrica:

"Ramón.- Como ves, las incidencias son mínimas, como te decía en el blog. Tu libro, en cambio, es grandioso.
Santos.- ¿Grandioso, Ramón?
Muchísimas gracias por la cariñosa hipérbole, pues bien sé que -como
decías- no todos los poemas son conmovedores. Y que la grandiosidad -y
no digamos ya la perfección- se alcanzan muy raramente. Si es que se llegan a alcanzar. Cuando releo el libro, hay páginas que me decepcionan. Debería haber sido más exigente... ya no hay remedio.

Ramón.- Si grandioso te parece demasiado, cámbialo por redondo, oportuno, precioso, "gorgeous" que dicen los ingleses. De verdad que has hecho un libro precioso, Santos, y además muy útil y completo. Y prácticamente exento de errores, porque los que te he señalado casi no cuentan.
Santos.- El libro sólo es completo en cuanto a las formas principales. Hay un
sinnúmero de otras formas "menores", en la literatura iberoamericana
por ejemplo, llenas de un ritmo, una musicalidad y un encanto fascinador con las
que tal vez un día me atreva.)

Vibot -

Muchas gracias, Federico, por tus palabras tan encendidas.
El elogio que más aprecio de los muchos que me haces es el de que mis palabras tienen verdadera fuerza. En realidad, claro, me gustan todos, pero también me abruman, lo mismo que le dije a Carrizo. Y prometo hacer todos los esfuerzos necesarios para no quedarme mudo de pudor, decir algo interesante si lo encuentro y
-ojalá lo consiga en estos pasos- no pecar de tonto creído.

federico esteban monasterio -


Métrica para Borja:
Terminado de leer tu impecable libro, me atrevo a decir que es el exponente del bienestar personal, donde las palabras no son sólo sonidos escritos, si no una verdadera fuerza constituyendo el poder para expresar y comunicar, para pensar y, en consecuencia, para crear los acontecimientos de tu vida. Es una verdadera maravilla, transparente, siendo tal cual como eres: real, espontáneo como niño, venciendo las trabas psicológicas y los obstáculos mentales de tiempos pasados en esa lucha contra la sin razón que aún predomina en el mundo.
Tu libro, querido amigo, le veo con ese intento fresco y elemental de humanizar al máximo la verdadera razón de la vida donde no se puede ocultar la tensión emocional. El clima amoroso, sentimental se disfraza de surrealismo multicolor y esquemático en un plano de expresión plástica que se mete por los ojos como una delicada acuarela de tonos melancólicos percibiendo la honda humanidad de tu persona.
En definitiva, asumes un entrañable condición humana expresando el complejo mundo de los sentimientos.
En hora buena querido Vibot, por el libro y por el binomio formado con Lalo Fernández creador del diseño de tan hermosa factura.
Un fuerte abrazo.