Cinco de Septiembre de 2011, hoy hace 50 años, Virgen mía, mi triste madre del Camino, que estrenaste casa, que bendijeron tu nuevo Santuario. A los pocos días, me viste llegar a tu nueva casa siendo un niño, de rodillas en el coro me convertía en mozalbete, mis labios entonaban tu canción, me veías crecer y te dejé siendo un pollito inmaduro de dieciseis años.
He vuelto a tu casa en muchas ocasiones, las bodas de todos mis hermanos, el bautizo de mi hija Alicia, la comunión de mi hijo Alberto, a tu lado se casaron mis amigos-hermanos, despedidas al otro lado del río, con frecuencia subo a verte...
Siempre te he querido, te sigo queriendo, siempre.
Eres mi virgen amiga, la virgen de mi camino.
Cuídanos a todos, que hay niebla en el camino.
Queridos compañeros que conmigo crecísteis, llorásteis, cantásteis... os he preparado esta secuencia de fotografías con la música que forma parte de nuestra vida.
HIMNO A LA VIRGEN DEL CAMINO
(En la inauguración del nuevo Santuario 5-9-1961)
Letra: Fr. José Mª Guervós, OP
Música: Joaquín Félix Hernández
Desde niño mis labios entonan tu canción.
Desde siempre te quiero, ¡oh Reina de León!
Mi madre me enseñaba a abrirte el corazón
y a contarte mis penas en continua oración.
Ave María, Estrella del Camino;
oye, Madre, la voz de un caminante
en busca de la patria peregrino.
Quiero ir a tu morada sin dolor
después de este destierro en que ahora vivo.
Reina de la montaña y de León,
llévame tú a los brazos de tu hijo,
cuida mis pasos, no me desampares,
soy caminante, ¡Virgen del Camino!
1. Tú has sido, Madre mía
mi alivio en el penar,
mi ayuda en los trabajos
y en mis luchas la paz.
No me abandones nunca
y sé en la adversidad
el agua limpia y pura
que mi sed calmará.
2. Madre de amor inmenso,
no dejes agotar
en mi corazón duro
este fiel manantial.
Mis padres me enseñaron
lo primero el rezar.
¡Haz que vaya hacia ti
mi palabra final!