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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

COLECCIÓN EL TOMILLAR

ENTRE AMIGOS. DE BEZANA A LEÓN, CON LIBRO PARA PUBLICAR (Por Daniel Orden)

ENTRE AMIGOS. DE BEZANA A LEÓN, CON LIBRO PARA PUBLICAR (Por Daniel Orden)

La siguiente foto del genial Alberto recoge el momento final de la breve estancia de cuatro residentes en Cantabria a La Virgen y León días pasados. Todos recordamos los escritos en este sitio del viaje, hace años, a La Virgen de Isidro Cicero y su querida compañera Marga, que hace poco nos dejo. Muchos descubrimos gracias a ellos el Santuario que tanto creíamos conocer.

En una comida en diciembre de amigos de Asturias y Cantabria creímos que era necesario preparar aquellos escritos para su publicación; tienen gran interés y queríamos, también, que fuese un homenaje a Marga. Nos pusimos a ello, distribuimos trabajo, hicimos un primer borrador y se lo pasamos a Isidro que hace un nuevo planteamiento, investiga aún más, completa información, escribe de nuevo y... queda listo para una nueva publicación que explique, a quienes estén interesados, los inmensos valores que esconde el Santuario de La Virgen del Camino; obra única en cuanto a arquitectura y también en cuanto a religiosidad de la provincia, del Camino de Santiago, de España y del mundo, sin exagerar eh!. Nos da pena que de las 200.000 personas al año que por ahí pasan solo unas pocas entren y contemplen, y menos aún comprendan lo que ven. El título del libro recoge su filosofía, su eje central: “La emoción de comprender. Virgen del Camino, Enclave de misterios.” Cicero describe nueve itinerarios para visitar, disfrutar y emocionar. Todos sabéis como escribe, este libro es una pequeña joya.

Dedicó mucho tiempo a su redacción e investigación; aún profundizó más en esta visita. El P. Fernando nos dio nueva información, en las puertas descubrimos nuevas claves religiosas; Isidro estuvo toda una mañana en ello, vedle en la foto de la portada sentado ante la puerta de entrada del Santuario.

Como creemos que es de justicia que los primeros en conocer esta publicación sean los dominicos contactamos con ellos y el nuevo P. Provincial, Jesús Díaz Sariego, de visita canónica en La Virgen nos recibió; le explicamos que no pretendíamos, como bien dijo Cicero, “ir a vender hierro a Bilbao”; fue una larga entrevista, cordial y muy interesante. Nos pareció una persona inteligente, sencilla, interesada; le gustó el proyecto y lo dará a conocer y valorar a los responsables de patrimonio religioso de la provincia. Coincidimos en poner en valor el Santuario en estos nuevos tiempos, desde las nuevas tecnologías. Preguntamos por cuestiones que ya anteriormente habían planteado los compañeros de León; respecto al museo en las capillas el P. Coello redactó un proyecto que en aquel momento no se llevó a cabo por falta de financiación; sugerimos exposiciones permanentes y temporales específicas para personas con discapacidad, atendidos por SOLTRA. En el Santuario quitar los añadidos, convertir la sala de objetos religiosos en centro de información e interpretación. Fue una conversación interesante, luego nos acompañó a ver al P. Alcalde y estuvimos con el un rato, también saludamos al P. Lebrato.

Gracias a diversas gestiones de compañeros (gracias Juan Manuel, Quique...) dimos a conocer el borrador de libro al presidente y diputado de cultura de la Diputación de León, al alcalde de Varverde de la Virgen, al de León. A todos les gustó el proyecto y ofrecieron su apoyo.


Ahora estamos a la espera de la decisi
ón de los Dominicos para su publicación con el apoyo de esas tres instituciones leonesas.

Poco tiempo nos quedo para estar con los amigos de León, pero lo hicimos. Dimos un abrazo emocionado a Andrés, más fuerte y profundo el de Isidro y él; compartimos charla, bebida y cocido con todos menos con Froi que está en Canarias y Pablo Borge que tuvo que asistir a un funeral en un pueblo de la provincia.

Javivi, Andrés Trapi, Martín, Julito Correas, Daniel Orden

Quique Muñiz, Pedro Trapiello, Carlos Abad, el furriel e Isidro Cícero.

 

Volvimos a nuestra Cantabria satisfechos y contentos; felices y esperanzados. 

Daniel Orden Santamarta

VIBOT PRESENTA EN MADRID METRICA PARA BORJA

VIBOT PRESENTA EN MADRID METRICA PARA BORJA

Aprovecho esta página para invitar a quienes vivís en Madrid, si os apeteciera, a la presentación de mi libro "Métrica para Borja" hoy día 25 de Mayo:


Hora: 13:00
Lugar: Facultad de Educación de la Universidad Complutense, en la Sala de conferencias.
Dirección: Calle Rector Royo Villanova s/n 
(Metro: Metropolitano)

Muchas gracias anticipadas a los quieran venir.
Santos Vibot

NOTA DE SANTOS VIBOT SOBRE LA RECEPCIÓN DE -MÉTRICA PARA BORJA-

CARTA A TODOS LOS QUE NO ENCONTRÁIS EN CORREOS MI LIBRO: 


Querido amigo, 

 

En primer lugar, te pido disculpas por el retraso y las molestias de tener que ir a correos, donde a veces, incomprensiblemente, no encuentran los envíos.

Si aún no has recogido mi libro, o has ido a correos y no estaba, me han dicho, en la sucursal desde la que te lo envié, que, al preguntar por él, tanto en tu sucursal como, mejor, en la oficina principal,

debes decir que se trata de un envío no certificado y que por lo tanto no tiene ningún código ni número de seguimiento. Que viene a vuestro nombre pero que no sale a reparto sino que está en LISTA DE CORREOS.

Y que viene como: LIBROS, LÍNEA ECONÓMICA, Y COMO ENVÍO ORDINARIO.

 

Por abaratar a todos el coste de envío, he elegido un tipo del mismo que me aconsejaron en correos pero que, quizá por las fechas o porque no me lo explicaron bien, o yo a vosotros, está resultando en

algunos casos confuso. Otros lo habéis recibido sin problema. Me insisten en que no tiene por qué haberse perdido. A veces el empleado puede confundirse acerca de dónde buscarlo si se lo pedís sin las

indicaciones que os hago en esta carta.

De momento tengo cuatro envíos en esta situación y espero que no salgan más y que lo localices del modo que te digo. En el peor de los casos yo perdería los libros y volvería a enviártelo.

 

Los próximos envíos irán al domicilio de cada uno. Pido disculpas por estos inconvenientes y por tu comprensión.

 

Un abrazo muy fuerte y que tengáis el mejor año imaginable.

 

Santos Vibot

MÉTRICA PARA BORJA (importante)

Nota que nos pasa Santos Vibot para mejorar la recepción del libro.

I M P O R T A N T E

 

PARA RECIBIR EL LIBRO EN LA SUCURSAL DE CORREOS MÁS CERCANA A VUESTRA CASA, DEBÉIS INDICARME EL NÚMERO DE ESA SUCURSAL (y la calle de la misma si la sabéis).

 

De no hacerlo así, el libro lo encontraréis en la Oficina Principal de vuestra localidad.

Este puede ser el caso, y pido disculpas por la mala información que me dieron en correos, de Ramón Pajares Box, Iturgáiz, Daniel Orden, Oscarín, Santos S. Santamarta, Estrada y Carrizo, que, al ser los

primeros envíos, pueden tener que ir a la oficina principal.

 

Así pues, en vuestro mail, AÑADID SIN FALTA EL NÚMERO DE VUESTRA SUCURSAL DE CORREOS MÁS CERCANA.

 

Perdón por las posibles molestias y gracias por vuestra comprensión.

 

¡FELIZ AÑO, AMIGOS, Y QUE OS GUSTE EL LIBRO!

MÉTRICA PARA BORJA, CÓMO RECIBIRLA

MÉTRICA PARA BORJA, CÓMO RECIBIRLA

Os detallo la información que me envía, para conocimiento de todos, Santos Vibot con el detalle de la operativa a seguir por cada uno de nosotros para recibir su esperado libro MÉTRICA PARA BORJA.

Sigamos sus indicaciones para facilitarle en lo posible todo este proceso.

 


1º/ Enviad el importe del libro (15 euros por ejemplar) mas los gastos de envío (3 euros, tanto si es uno solo  como si son varios, de este modo premio a los que me pedís más de uno)) a la cuenta:

 IBAN: ES5701820496610201700425

 

 (si lo hacéis desde fuera de España, añadid el código BIC: BBVAESMMXXX)

 

 2º.- Indicadme por mail (santosvibot@gmail.com) la ciudad o pueblo donde queráis recibirlo, así como el código postal de la misma.

En el mismo mail detalladme también un teléfono de contacto (indicándome si usáis WhatsApp), y dirección postal por si acaso.

Con el fin de abaratar al máximo el envío y evitar las manipulaciones y posibles golpes o incluso pérdidas en estos días de mucho reparto, no os llegará a vuestro domicilio, sino a Lista de Correos, donde iréis a recogerlo con vuestro D.N.I.

 

 3º.- Esperad a que os avise por mail o WhatsApp de la llegada a Lista de correos de vuestra localidad.

Si por alguna razón, alguien de vosotros prefiere otro modo de envío, comunicádmelo y preguntaré en correos el importe correspondiente.

VIBOT Y EL MÉTODO (por Isidro Cicero)

VIBOT Y EL MÉTODO (por Isidro Cicero)

Hoy podéis leer la última entrega del trabajo que, sobre el libro de Santines Vibot, ha hecho Isidro Cicero.

La ilustración corresponde a una nueva imagen del libro, la portadilla del segundo poemario de "Métrica para Borja". (Está previsto que la producción del volumen del primer libro de Santos Vibot quede totalmente lista en la antepenúltima semana de este año). 


 

 

Aparte de ser mucho más guapo que yo, Vibot es bastante más joven.  Y muchísimo más cultivado. Del colegio le recuerdo a causa de su apellido chocante y porque estaba permanente encolado a la música.

Pegado a ella en el sentido del pegamento. De niño en la Paramera, he used to be stuck to the music, a ver si me explico de lo que quiero decir.

Estar pegado a la música en la Paramera, implicaba estar constantemente practicando con los dedos. Lo que hacían aquellos niños practicantes, privilegiados y muy bien considerados, para los que lo veíamos desde fuera, era un auténtico coñazo. Envidiable sí, pero coñazo también. Verlos pegados a la música era tanto como verlos pegados al Método riguroso y exigente de la música. Se pasaban la vida levantando y bajando dedos sobre las teclas, ahora así, ahora más deprisa, ahora más fuerte, ahora más flojo. Pacientemente, metodológicamente, exigentemente. Hasta conseguir de ellos, los maestros y los expertos admirados que ahora son.

Ahora los envidio, porque con aquel sacrificio metódico de entonces, vigilado y exigido por los padres, han llegado a ser virtuosos de todo un arsenal de instrumentos musicales, y maestros con el principal de ellos, que es su voz.

 

A Vibot le veo desde ahora como uno de los más sacrificados, sino el que más.

 

Traigo esto a colación porque el libro de poemas Métrica para Borja, es fundamentalmente, después de cincuenta años de practicar sobre el piano, ¡otro método¡ Poética criatura. Esta vez no para enseñar a tocar ningún instrumento, sino para aprender a medir versos. Todos los versos. A construir estrofas. Todas las estrofas. No hay verso ni estrofa que quede fuera del método. Los tentamos todos.

Yo tenía la imagen de Vibot en concreto y de toda la rondalla y toda la escolanía, haciendo prácticas y siguiendo métodos. Pero era una imagen borrosa. Hace poco le planteé a Vibot esta pregunta: ¿Cómo llamabais vosotros a aquellos ejercicios de solfeo o para el aprendizaje del piano? Eran, le decía yo, una especie de cuadernos de partituras que seguíais para las habilidades de los dedos. Creo recordar que tenían nombres y que algunos ejercicios eran incluso piezas de alto arte, de autores importantes. ¿Es así?

A vuelta de correo, me contestó el poeta: “Se llamaban Estudios y Sonatinasatinas". Los que tocábamos eran sobre todo de Muzio Clementi -que tuvo un duelo musical con Mozart  declarado en empate por el Emperador- y cuya obra

pedagógica más conocida es "Gradus ad Parnassum",  de la que tocábamos varios Estudios. Otros eran de Bertini y de Czerny, que fue alumnode Beethoven. Supongo que te refieres a esto”.

 Al poco le volví a escribir. “Sí, era ese tipo de ejercicios, pero ¿no había al principio de todo unos cuadernos de tapas verdes que se titulaban algo así como "solphe des solphes" o parecido?, decía yo con ganas de recordar.

“Bueno sí” –respondió-  “eran los cuadernos con los que aprendíamos todos a leer música. Con Torrellas. Se titulaban "Solfège des solfèges". Los puedes ver en Google tal cual. Alucinante poder volver a verlos! También recuerdo otros con las siglas LAZ. Nosotros lo llamábamos “El Laz”. Era un método de solfeo de unos catalanes  y constaba de varios cursos”.

Pues bien, es hora ya de revelaros por qué puse en el título de este artículo la palabra “Method”.

Si Métrica para Borja fuera un tapiz, en su superficie sería  un método. Ni más ni menos que un cursillo para aprender a componer versos y a combinarlos para que formen estrofas. Un método muy bien organizado, muy bien tramado. Lo primero, en una columna, a la izquierda, te pone el esquema canónico del verso o de la estrofa, como se enseñaba y se enseña en clase. Lo segundo, en la parte de arriba de la página, el nombre con el que la estrofa es conocida. Lo tercero, el ejercicio preciso que el poeta ha realizado con ese esquema. Ese ejercicio es propiamente el poemario. Son las estrofas que se correspondan a cada título. Son los poemas a Borja. Son ejemplos, prácticas de clase, pero la mayoría merecen estar a la altura de los poetas que las han consagrado.

Finalmente, en cuarto lugar, Vibot explica en unas pocas líneas cuál ha sido la suerte que esa estrofa concreta ha recorrido a lo largo de la historia y quiénes han sido sus principales ejecutores.

Como veis, un grueso tapiz.  “Métrica para Borja” tiene otras dimensiones interiores, aparte de la superficie metodológica. Tiene la fuerza expresiva que le da la sinceridad desnuda del poeta; la claridad transparente que no se pierde en palabras; Una culta precisión en los conceptos,  una gran originalidad contrastada y una clara intención.

 

La intención es la creación poética de “endearments” destinados a su amado. Pero el propósito es facilitar al amado una especie de manual por si se anima a practicarlo y, siguiendo el método, se convierte en otro poeta, si es que no lo es ya, que no lo sé, y darle confianza en si mismo como Fernando Savater en la “Ética para Amador”.

El propósito es crear belleza a medida que hace los ejercicios, lo mismo que Muzio Clementi, Mozart  Bertini y de Czerny, hicieron a través de los Estudios y las Sonatas.

 El propósito del poeta., como he dicho, es probarse como poeta a través de los registros  y las formas consagradas en la métrica española, pero transparentando reverentemente de vez en cuando el modelo que sigue. A través de alguna palabra, de cierta rima, de algún guiño en el ritmo, dando a la construcción el matiz vibotiano que es vibración interna, pasión humana, capacidad de conmover.

 Hay que descubrir en toda esta primorosa arquitectura lo mínimo y lo global. Desde el elemento más celular hasta la gran construcción que supone el sumatorio de todos los poemas, el cual da como resultado el gran poema total..  Hay que descubrir una finalidad única, un único hilo, una única voz y un solo destinatario. El conjunto constituye una gozosa experiencia estética y cultural. Todo poeta tiene su secreto.

Vibot también pero después de Métrica para Borja el secreto de Vibot es nuestro secreto.

Hay quién dice que ya, a estas alturas, nos hemos hecho tan leídos y tan viajados, que  somos incapaces de acercarnos a un paisaje con ojo todavía vírgenes. Ya lo hemos visto todo. En directo, por televisión o por google.  Ya hemos leído todo lo que otros han escrito sobre los sitios. Vemos ya Castilla a través de Azorín, de Delibes, del Quijote, del Cid y del Romancero. Son las gafas de la historia que  nos acercan los lugares, nos los alejan. Cuando mis más amados condiscípulos me dicen que ya no son capaces de ver el Santuario de la misma manera que lo solían hacer antes de que yo mismo contara cómo lo vi yo mismo con mis pobres entendederas, me hacen el mayor elogio que se le puede hacer a alguien que escribe párrafos a la velocidad que lo hago yo.

Tenemos los autores una responsabilidad singular. Porque si somos miopes veremos la fachada miopemente y eso se lo trasmitiremos a quienes confían en nosotros. Y lo que digo de la miopía lo digo del estrabismo, del astigmatismo o, más probable dada la edad que ya vamos alcanzando, de la presbicia.

“Métrica para Borja” trata de amor. El que lo ha escrito se ha acercado al tema del amor con las herramientas naturales que tiene el amor para aproximarse a al objeto amado. Vibot usa también otro potente instrumento que no es natural sino adquirido a lo largo de la vida. Me explico.

La ternura y el cariño los vehicula a través de órganos amatorios tales como la sensualidad y la sensorialidad. Pero además de las facultades y herramientas propias del “ars amandi”, añade una herramienta más, que es específica: Vibot ama con la cultura. Una herramienta larga y potente en sus manos.

Los versos de Miguel Hernández “besándonos tú y yo se besan nuestros  muertos / se besan los primeros pobladores del mundo”, en el caso de la Métrica de Vibot se transmutan en : Amándote yo a ti, vuelven a revivir todos los amores que se han explicado en el mundo. Vuelven a cobrar vida y pasión contenida todos los poemas, los grupos escultóricos, los dramas; reaparecen todos los amantes de la cultura, las películas de amor.

Amando, Vibot vuelve a poner en acción los mitos ancestrales. Empezando por el de Orfeo, el dios que entregó a los hombres los dones que confluyen en personalidad de nuestro poeta: las palabras y la música.

Uno de los poemas más bellos y significativos de la “Métrica” es el “Himno a Adonis” (pág. 36), inspirado en el mito de este personaje mítico y de Afrodita; inspirado, sobre todo, en el Epitafio de Adonis de Bión de Esmirna (siglo II a.d..C). El relato original es uno de los más maravillosos de la Mitología clásica. Es la mezcla de amores entrecruzados, odios correlativos, celos, y el asesinato del héroe.

Apolo, nada menos que Apolo, bajó del cielo y se hizo cerdo, cerdo salvaje. Con largos colmillos retorcidos. Y a los pocos días, la divinidad revestida de Jabalí, mató a Adonis, con sus colmillos, aprovechando  que el hermoso joven. Disputado por diosas y mujeres, se hallaba cazando concentrado por los montes de Líbano.

El Adonis de Vibot es un poema escrito en pareados pentasilábicos por el que el poeta hace desfilar a todos los adonis de la historia de la cultura. Desde el de Bion, pasando por Isis y Osiris, Luca Iordano, Rubens, L’Adone de Marino, Shelley y Keats. En este poema está el mejor Vibot del libro, a mi modo de ver, y el paradigma de lo que he estado diciendo respecto a amar con el instrumento no natural, sino adquirido, de la cultura. .

Como todos los artistas, en este y en otros poemas, Vibot administra la belleza que le ha llegado bañada de claridad,  como un relámpago y no a lomos de un razonamiento. Es como si, por medio del lenguaje, volviera a un Paraíso de música y libros. El medio natural en el que nuestro querido amigo ha vivido siempre, lo re-atrapara mediante la escritura, nos lo devolviera reelaborado, embellecido.

Por eso, queridos compañeros y amigos, quiero terminar como empecé: Si no lo habéis hecho ya, os recomiendo que le encarguéis a Vibot un ejemplar. Por lo menos uno. Se lo merece su vocación de escritor, su pasión de lector, su calidad de pensador, su singularidad como ser humano. Lo disfrutaréis.

 

Isidro Cicero

 

VIBOT’S ENDEARMENTS AND METHOD (Por Isidro Cicero)

VIBOT’S ENDEARMENTS AND METHOD (Por Isidro Cicero)

VIBOT’S ENDEARMENTS AND METHOD


Isidro CICERO


Mis queridos amigos y colegas. Las presentes líneas son sobre todo para comunicaros una noticia y para haceros una invitación. La noticia es excelente: nuestro compañero Santos Vibot va a publicar su primerlibro, el último de los nueve que aún esperan su día. Este lleva portítulo “Métrica para Borja” y tiene 176 páginas tan bien trabadas, dispuestas con tan bella arquitectura como luego os comentaré.

La invitación que os hago es vehemente. Ya sabéis que, aunque no siempre lo consigo y muchas veces me pierdo en circunloquios lamentables y lamentados por mí el primero, me gusta decir las cosas claras y en derechura.  La invitación es que le encarguéis a Vibot un ejemplar cada uno. Y el que quiera dos o quiera tres para regalárselos a sus parientes o  sus amigos por la Navidad, que no se corte, que le encargue dos o tres. Pero ha de ser enseguida para que dé tiempo.

A los parientes les proporcionaríais la ocasión de asomarse a una especie de jardín de bellezas que seguramente ni intuyen;  a los amigos sensitivos les facilitaríais un Método Progresivo de Aprendizaje sobre cómo expresar en verso palabras de ternura, cariño y afecto; seguro que desconocen.


Es lo que en inglés denominan ‘endearments’. Es lo que pongo yo en el extraño titular que se me ha ocurrido para esta presentación y que con seguridad os ha dejado un tanto desconcertados. Lo hice porque en castellano no encontré, a lo mejor no la he visto o a lo mejor no disponemos de ella, una palabra que diga con una exactitud tan contundente lo que ha hecho Vibot en su libro. He dicho Aprendizaje, que todo el mundo entiende a la primera; he dicho Método, que también se entiende claramente. Y he dicho Progresivo,  porque este sistema de Vibot es un procedimiento para aprender y enseñar Métrica.

Va del verso monosilábico y preestrófico -lo más simple, sencillo, primitivo y monocelular  (soy / tú) -  al poema más complejo y enrevesado, como la prestigiosa e intrincada sextina medieval. Y Vibot los hace y los combina sin limitaciones, con toda libertad, pero teniendo mucho cuidado de rimarlos en consonante (o en sutiles y matizadas asonancias cuando el estilo lo requiere).


Todas estas cosas y muchas otras, las iré exponiendo con más detalle en las siguientes páginas de este ensayo que dedico a todos para que sirva no solo de pregón del producto y anuncio de la mercancía de Vibot, sino incluso de guía didáctica a quienes os adhiráis a él. Seguro que muchos, bastantes, sino fuerais todos.

Lo que hasta aquí va dicho cumple solo la función que los periodistas solemos confiar a la entradilla y que no es más que una síntesis de la historia que luego se va a desarrollar a lo largo de todo el texto.
Por cierto, lo que digo de la entradilla lo domina con maestría y oficio el periodista Lalo Fernández Mayo, compañero nuestro, que junto a Vibot es el otro creativo de este libro que os presento. Voy a referiros lo que ha hecho aquí.  Lalo ya nos tiene acostumbrados a editar con sabiduría los libros deunos y de otros, los míos en primer lugar. Ahora bien, con este de Vibot creo que se ha sobrepasado en creatividad y esmero.

Lalo ha estado artesanalmente inspirado y ha logrado una obra de arte paralela a la obra de arte que es el texto de Santos. Dedicadle un rato, os sugiero, a degustar, descifrándolos, los mensajes ocultos de esos grabados con trazos antiguos que Lalo ha seleccionado para el libro. Empezando por la portada en la que aparecen Zeus y Ganímedes vigilados por Cupido y levantando sus copas para brindar con la ambrosía, aquel misterioso gyntonic que tomaban los dioses: para unos la bebida de la inmortalidad; para otros la esencia de las fragancias.

Yo creo que esta vez el dios y el semidiós beben fragancias por festejar la  presencia entre ellos de Santos Vibot. Nuestro sensual poeta, todos lo sabemos, conoce todos los aromas. Los naturales y los artificiales. A los olores y perfumes  sabe llamarlos por su nombre exacto y con el nombre de cada uno sabe perfumar otros nombres de cosas, de animales, de pensamientos, de sentimientos y de personas, haciendo de cada nombre de olor un adjetivo y adjetivándolos adecuadamente como cuando el acólito toma con sus dos manos el incensario y va perfumando con el humo los objetos estáticos de la ceremonia.


Vibot perfuma su literatura con adjetivos. Como hay jabón de olor en los lavabos, hay adjetivos de olor en los léxicos. Los adjetivos odoríferos no son tan abundantes en este libro de versos como en sus prosas poéticas anteriores, pero no faltan. No falta la mirra ni el néctar. No falta “el punzante olor de las coníferas”. El romero no falta, ni las jaras, el tomillo, el cantueso, el laurel, la santolina, nombre este último que deriva del santo lino mediterráneo y que al ser santo tenía que ser tratado con respeto, cuando no estaba  prohibido. No falta “el boj, que huele a siglo XVI”, admirable verso que a Vibot probablemente le sugirió alguna visita al Escorial.

No faltan fragancias embriagantes, como los efluvios que emanan del cuerpo del amor: “ese olor inefable de cachorro”, ese “narcótico olor de tu belleza”…
Pero no nos habíamos adentrado todavía en el contenido de la “Métrica para Borja”, ni siquiera en su forma. Estábamos comentando el trabajoque, al servicio del contenido y de la forma, había realizado Mayo.

Dedicadle atención. Empezando por la portada (Zeus y Ganímedes) y acabando o casi acabando por el león y el oso rampantes de la página 165, ambas fieras enfrentadas  agarrando una rosa con la flor de lis en su centro. Orladas las dos por una banda común en la que leemos “concordes virtute naturae miraculis”, interpreto yo que más o menos viene  decir: “ambos (animales son diferentes, pero aquí) se compaginan por su fuerza y gracias a los prodigios de la naturaleza”.

Al parecer este grabado lo utilizaba como logo un impresor veneciano de libros de música llamado Gardano, . Con el León y el Oso, dicen, quería referirse en homenaje a su antiguo patrón y protector, el obispo de Frejús, que se llamaba Leone Orsini. (¿lo pilláis?) Lalo Mayo -para que sepamos todos de lo que estamos hablando y a qué abismos de significación profunda legará cualquiera que penetre en el libro de Vibot-  ha colocado sobre el león y el oso rampantes una B y una S.¿La S de Santos, el autor y el artista músico y poeta oferente?

Invito, pues, a comprar el libro, a leerlo, a estudiarlo. Invito, en este primer momento a prestar atención a la aportación de Lalo, a que le dediquéis tiempo -yo ya lo he hecho- a descifrar los mensajes que cifra en esos grabados antiguos; a que traduzcáis por vosotros mismos los latines que contienen; a que os preguntéis el porqué de cada marco, de cada portadilla, de cada insignificante dibujo que tan  bien casa en un libro de amor de un poeta lírico que además, y como todos sabemos, también es músico.

Apasionante tarea. Preguntaos también, cuando ya lo tengáis en la mano,  por qué el libro físico de Vibot como mero objeto físico y material  os transmite esa fragante luminosidad desde el papel. No os lo revelaré. Sólo insinuaré que la luminosidad radica en la secreta alquimia de Lalo que sabe mezclar con oficio y proporción las fuentes Cochín, Garamond clásica y Woody Goodier, con los porcentajes formularios de grises y platas  y los tamaños precisos de los tipos.
Que sabe administrar bien  las dosis convenientes de blancos, se conoce que ha hablado con Vibot y ha sabido  interpretar con razón que para este poeta los blancos equivalen a los silencios de las partituras musicales.
Con lo que voy a decir ahora terminaré mi comentario al trabajo de Lalo, para pasar luego a deciros lo que pienso que es la esencia del texto de Vibot.. Mirad la página 5, la portadilla. De un modo más que clásico aparece el título del libro, “Metrica para Borja” y el nombre del autor: Santos Vibot.  Prestad atención ahora al adorno. Se trata de un arco precioso, como los que en la Cepeda o en Villalón, usaban los vecinos para solemnizar a los novios  y a los misacantanos de casa a la iglesia y de la iglesia a casa. Solo que esté no es un arco procesional, está sujeto en el suelo. Observad: Dos plantas trepadoras se enroscan sobre él, se entrecruzan en el ápice, en el preciso lugar donde, si fuera éste un arco románico de piedra, estaría la cuña que conocemos como la clave.

¿Por qué dos trepadoras? Vaya usted a saber. Habrá que preguntarle a Lalo. Nosotros solo sabemos que las trepadoras trepan. Y que en el hemisferio norte muchas lo hacen como aquí, girando en torno a la vara del arco, de izquierda a derecha, en el sentido de las agujas del reloj.  Las trepadoras se encuentran, se aman arriba.

Pero los que tratamos con pasifloras, jazmines japoneses, wisterias floribundas de floraciones lilas, loníceras e incluso pedestres judías sabemos que unas giran hacia la derecha y otras giran hacia la izquierda. Que unas son dextrógiras y otras son levógiras. No sabemos por qué, pero sí sabemos que si el cultivador, aunque sea con la mejor de sus voluntades, se empeña en hacer dextrógira a una levógira, la desgracia. Tirará a desprenderse del tutor, en este caso del arco, andará al vuelo, perdida; sin eje de sujeción, alguna guías siempre darán la sensación de que siguen sin encontrar su sitio en la vida y la orientación que los genes profundos e ignotos le exigen desarrollar. No sé si me comprendéis por qué digo esto, supongo que sí.

 
Tampoco sé qué plantas son estas que ha puesto aquí Mayo para enarcar todo lo que contiene el libro de Vibot. El título queda claro como el agua y el nombre del autor todavía más. Pero el editor, diseñador y maquetista no da puntada sin hilo y hay que interpretarlo. Yo lo hago así: Todas las violencias suaves y fuertes, entiendo yo,  que se les aplica a los retoños de la naturaleza, sean plántulas o niños, para que vayan por donde uno quiere y no por donde manda lo que su orientación prístina prescribe, está llamado al fracaso. No sirve para nada. Manda la naturaleza. Mandan las leyes de la física. Las evoluciones derviches de los astros, la gravedad, el magnetismo, la fuerza nuclear débil y la fuerza nuclear fuerte. Manda también la fuerza de Cariolis, que hace que los cuerpos se vean afectados por el giro astral de la tierra. Pero no manda nada la formación del carácter, o manda poco. Poco manda el formador. Esto que es tan evidente en el mundo de las trepadoras, lo es también en el mundo de los afectos, de las atracciones y rechazos de los cuerpos y de las tendencias del corazón.

 


 

Pinchad en este enlace y os llevará al Índice del libro de Santos.

https://picasaweb.google.com/112045593798858222692/METRICAPARABORJASantosVibot

MÉTRICA PARA BORJA (Colección el Tomillar . poesía . número dos)

MÉTRICA PARA BORJA (Colección el Tomillar . poesía . número dos)

Al leer el blog en estos últimos días,  habréis observado las alusiones que, en varias ocasiones, nos hace Santos Vibot ante la inminente publicación de sus libros de poesía.

El primero en aparecer va a ser un pequeño libro que Santines ha escrito en este verano pasado con poemas en casi todas las formas métricas españolas y quiere contárnoslo primero a nosotros que nos tiene por "sus primeros y mejores lectores".

De Vibot es el deseo de hacer partícipes de su obra poética a los compañeros. 

Este libro llevará el título de MÉTRICA PARA BORJA. Ha sido maquetado, con la calidad ya demostrada, por el Gran Lalo F. Mayo.

Así que esta "Métrica para Borja" llevará el prestigioso sello de:

colección el tomillar . poesía . número dos

 

Isidro Cícero ha escrito una presentación del libro, texto del que, en una primera entrega, podréis disfrutar dentro de unos días en el blog.

La idea es que entre en imprenta cuanto antes, por lo que es preciso conocer cuántos de nosotros estaríamos interesados en adquirirlo para hacer una tirada a la medida de la demanda, y que pueda estar en nuestras manos en estas próximas Navidades.

Si estás interesado, querido compañero de aventuras en este blog, escribe un comentario con tu petición y número de ejemplares.

 


 

Y las cuestiones técnicas:
— Estará encuadernado en cuadernillos cosidos con hilo, tendrá tapa dura y cinta de punto de lectura; mide 16,5 cm x 21 y  tiene 176 páginas.
— El precio será de 15 euros.
El plazo para pedirlo queda fijado desde hoy hasta el 30 de noviembre. Esperamos que la imprenta nos lo entregue justo antes de la Navidad, porque queremos que los colegiales sorprendan a sus amigos con uno de los ejemplares que compren envuelto en papel de regalo.


 

EL ROSARIO DE LOPE DE VEGA PARA LOS DOMINICOS DE POTES (Por Isidro Cicero)

EL ROSARIO DE LOPE DE VEGA PARA LOS DOMINICOS DE POTES (Por Isidro Cicero)

Querido José Mari y compañeros amigos. La verdad no sé por dónde empezar: Si presentándoos a Lines Vejo, o contándoos las cosas que de ella y de su modo de cantar he oído decir a Maxi Trapero. O ir directamente a presentaros las letrillas que escribió Lope de Vega para uso de los frailes dominicos del convento de Potes. No hace mucho tiempo –hay fotos-  tuve ocasión de mostrar a José Mari Tascón, Julio Correas y Javier del Vigo ese edificio construido en 1605 siguiendo un patrón arquitectónico tipo para las casas dominicanas de entonces, cuyo referente era el convento de Lerma.

Pienso que estas preciosas letrillas o coplillas de hechura perfecta y música pegadiza, las aprendió a cantar el pueblo. Y cuando el pueblo las canta, como sabéis bien, ya nadie se vuelve a acordar del autor, sea éste Lope de Vega o Javier Cirauqui Mendieta. 

Os he hecho saber este verano la sorpresa que recibí al escuchar a mi paisana una canción maravillosa cantada de improviso en la ermita de San Roque que yo enseguida identifiqué por su contenido como una joya del barroco popular. Se la envié a Maxi Trapero -quién más autorizado que él- y me dio la razón.

Pero es más, aquella canción fósil enseguida me dio a la nariz que cuando estaba viva había formado del patrimonio de alguna cofradía del Rosario porque hay disperso por todas partes un cancionero propio de los rosarios de la aurora y de los campanilleros de la madrugá que recorrían las poblaciones despertando a los labradores para que madrugaran un poco más y se unieran a la procesión de los cofrades y acudieran con ellos entre cánticos y flores a la misa del alba antes de ir a las labores de mayo. Bien sabían los cantores que a la oreja del mozo llegaban a la vez dos invitaciones: por un lado la del demonio diciéndoles que no les hicieran caso y siguieran durmiendo; por otro la de la cofradía piadosa diciéndole que el rosario era la escalera para subir al cielo.

La canción de Lines habla de una paloma que bajaba volando del cielo y entró en la iglesia con cincuenta rosas en el pico. Nadie de nuestra generación hacia atrás ignoraba que estaba aludiendo sin nombrarla a la Virgen de Rosario (el santo rosal) con sus cinco misterios y sus diez avemarías por cada uno de ellos, que se lo entregaba a la iglesia para dando así una gran ocasión a los pecadores de salvarse e ir al cielo.

Escribí aquí hace poco mi absoluta seguridad de que el pueblo de Lines, que se llama Caloca y está en lo más alto de la cordillera, había sido frecuentado por los frailes dominicos del convento de San Raimundo de Potes en sus incesantes correrías de misioneros propagando la devoción al rosario, adecentando las pobres iglesias de los pueblos que no tenían ni corporales y creando estos dos tipos de cofradías: la del Santísimo Rosario, naturalmente,  y la cofradía del Santo Nombre que tenía como objetivo desagraviar a Dios, a Cristo y a la Virgen, cuyos santos nombres no se les caían a mis paisanos de la boca. Ni se les caen tampoco a día de hoy y no precisamente como jaculatorias. Vez que oyera una blasfemia, vez que el cofrade tenía el compromiso de hacer una reparación inmediata. Amonestando al blasfemo, mejor que rezar un bendito sea Dios. En alta voz mejor que en voz baja. El cofrade del Santo Nombre era un militante obligado por su compromiso a vencer la cómoda pusilanimidad teniendo presente al Levítico cuando dice que el que blasfema del nombre de Dios, mala muerte haya.

Muy bien explicaba esto último el maestro fray Pablo de León, que pateó todos estos pueblos predicando la doctrina antes de ser prior de León, antes de fundar el convento de Oviedo y antes de meterse en los líos que se metió a favor de los comuneros, que anduvo negociando con la reina Juana como procurador por León, intentó ir a ver al rey Carlos a Flandes, pero al futuro emperador le faltó un tris para hacer que le colgaran en las almenas de Irún. No sé si Helio Pedregal intervendría o no a su favor.

Lo cierto es que fray Pablo les explicaba a los montañeses que hay variados pecados que se oponen a la fe: la infidelidad, que puede ser de varias clases, y la peor es la de los judíos porque lo tuvieron a güevo para creer y pasaron olímpicamente, la segunda es la herejía, que es a la carta, porque cree algo y rechaza algo; la  tercera la apostasía, creyó todo y lo dejó todo, y por último la blasfemia que consiste en atribuir a Dios lo que no le conviene y puede ser de corazón o salir por la boca. Y la que sale por la boca es la que se opone más a la fe.  

Todo lo cual me da a mi la seguridad de que la canción de la paloma y el santo rosal forma parte de las campañas dominicas de misión por estos pueblos y que pertenece al cancionero dominicano tradicional, el que difundían con las cofradías del Rosario y se cantaban en las procesiones de la aurora. 
El convento de San Raimundo de Potes se fundó para abarcar un territorio muy amplio hacia Asturias, hacia el norte de Leon y Palencia y por supuesto hacia las montañas de Cantabria.
Y como decía el otro día, era una comunidad tan activa y con tanta iniciativa que una vez fue el superior fray Toribio Vélez a Madrid, coincidió con el poeta Lope de Vega y o bien le encargó unas letrillas para el Rosario de Liébana o bien le pidió autorización para hacer una edición de las mismas con destino al mismo convento. El padre Toribio dejó escrito que los versos de Lope de Vega, satisfacen a “algunos Padres muy graves y responden al deseo de todos los Religiosos y Religiosas de la Orden».

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Así que como exclama Vibot tenemos ¡un rosario de Lope de Vega! 
y bastante desconocido.

Quien descubrió esta joya es un escritor e historiador dominico, José Salvador Conde, (autor precisamente del libro que publicó Everest sobre el santuario de la Virgen del Camino), que tuvo la inmensa fortuna de encontrar en un archivo de la Orden estas letrillas sobre el Rosario. Supo que los dominicos de Potes y de otros conventos las cantaban en las procesiones mensuales, en las fiestas principales de la Virgen y en las celebraciones de las cofradías del Rosario. Yo me enteré de esto en mis lecturas sobre mi comarca natal sobre la que tengo escritas bastantes páginas.

Dice el padre Conde: “En mi búsqueda por archivos un buen día encontré con un ejemplar de un Procesionario impreso por los Religiosos de la Orden de Santo Domingo que se hallaban fundando en Potes. Pronto advertí no sólo la valía e importancia del Procesionario como tal, sino por tener una especie de apéndice o cuadernillo impreso con la misma obra en la imprenta Real de Madrid en 1609. En el cuadernillo se daba primacía a los versos de Lope de Vega Carpio, a los que se le habían puesto música para poderlos cantar el pueblo”.

Asegura Salvador Conde que la música es muy sencilla, muy popular y pegadiza. Yo por mi parte estoy deseando que el Grupo de León, especialista en este tipo de arte y del que tú Josemari eres una especie de abanderado, reinterprete, grabe y nos facilite esa partitura que adjunto tal como la publicó José Salvador Conde y la coloquéis aquí para nuestro disfrute y gozo. O por lo menos, que el día 3 de diciembre, que seguramente nos veremos en León porque voy a ir ahí invitado por mi querido Luis Carrizo para oficiar como presentador de su libro “Entre todos lo mataron”, espero y deseo, digo, tener al menos yo el orgasmo de oírosla tararear. 

Fray Toribio escribió un ceremonial acompañando el texto de Lope y las partituras de un autor desconocido, posiblemente un fraile, donde especifica cómo tienen que interpretarse los versos de Lope todos los primeros domingos de cada mes, nada más acabar la procesión del Rosario.

Dos frailes se hincan de rodilla delante de la imagen y el altar de la Virgen del Rosario y cantan los cuatro primeros versos “al mismo tono”, o sea, sin desentonar.

Virgen, divino sagrario
Vuestros gozos cantaremos, 
y en ellos contemplaremos, 
los misterios del Rosario».

Esto es como el responso. Cuando acaba, los dos religiosos dicen el primer misterio que es así:

 

Hermosa Reina del cielo, 
alegrámonos con vos, 
pues vuestro SI trujo a Dios 
desde su grandeza al suelo. 
Allí fuistes sacro Erario
del tesoro que tenemos,
primera rosa en que hacemos
el principio del Rosario.

A continuación el coro responde lo mismo que la primera vez, es decir

Virgen, divino sagrario…


Y así sigue el cántico con el segundo misterio, “de la Visitación”:

Cuando vistes a Isabel
fue vuestro vientre un cristal,
pues de su virgen rosal
vio Juan el fruto por él.
No fue más Sol necesario,
que el sol que por vos tenemos,
aunque en las zarzas le vemos
de las rosas del Rosario.

 El coro y la gente responde una vez más el estribillo:

 Virgen, divino sagrario… 

El tercer misterio, el de la Navidad es

Celebre el mundo con vos
vuestro parto soberano,
pues que vio por vos humano
y en forma de siervo a Dios.
Quedó intacto el relicario
saliendo el Sol, por quien vemos
juntos tan altos extremos
en las rosas del Rosario.

El cuarto misterio, el de la Presentación dice:

 

Qué gozo dio humanidad
de quien fuistes sólo ejemplo,
Virgen, presentando al templo
prenda de tal majestad.
El libre fue tributario,
de quien ejemplo tenemos
para que humildes cantemos
los misterios del Rosario.

 

El quinto misterio, cuando fue hallado en el Templo

 

Grande fue vuestra alegría
cuando hallastes, Virgen Bella,
al Sol, como pura estrella,
alba de tan dulce día.
Bien fue el placer necesario
para igualar los extremos
y que este Cordero hallemos
en rosas de tal Rosario.

El coro y el pueblo fiel contesta el consabido estribillo:

Virgen, divino sagrario
Vuestros gozos cantaremos, 
y en ellos contemplaremos, 
los misterios del Rosario».

Y los dos religiosos que han protagonizado el cántico de rodillas delante de la imagen hacen el remate

 

Virgen, soberano Erario,
rosa y estrella del día,
conservad, Señora mía,
los Cofrades del Rosario.

 

Misterios Dolorosos:

 

Virgen, divino sagrario,
vuestros dolores diremos,
y en ellos contemplaremos
los misterios del Rosario.

 

Primer misterio, de la Agonía

 

Llorad, alma enternecida
con la Madre al Hijo viendo
sudando sangre y temiendo
la muerte, la misma vida.
Lo que es en Dios tan contrario
hoy en Dios-Hombre lo vemos,
porque en tal huerto busquemos
las rosas de tu Rosario.

 

Segundo misterio, de los azotes

 

Virgen, cubra llanto el suelo,
pues eclipsa vuestra luna
ver atacado a una coluna
de quien tiemblan las del cielo.
Aquí será necesario
que con llanto os ayudemos,
pues teñir de sangre vemos
las rosas de este Rosario.

 

Tercer misterio, de la coronación de espinas

 

El que en las zarzas no ardía,
hoy, abrasado de amor,
con espinas de dolor
cubre la humana osadía.
Y así, divino Sagrario,
la Corona lloraremos,
pues vueltas espinas vemos
las rosas de este Rosario.

 

Cuarto misterio, a la Cruz a cuestas

 

Alma llena de dolor,
mira al Príncipe de luz 
que el imperio de su Cruz 
puso en sus hombros Amor. 
Deja el error, ciego y vario, 
y a su Pasión caminemos, 
donde cantando lloremos 
los misterios del Rosario.

 

Quinto misterio, al Crucifijo

 

Virgen, en la Cruz clavado 
está vuestro Sol cubierto, 
mostrando en el pecho abierto 
que hasta el corazón ha dado. 
Esta cifra fue el sumario
de cuánto amor le debemos, 
por que en sus llagas busquemos 
las rosas de este Rosario.

 

Remate

 

Virgen, soberano erario 
rosa y estrella del día, 
conservad, Señora mía, 
los Cofrades del Rosario.

 

* * * * * *

 

Misterios Gloriosos:

 

Virgen, divino sagrario,
vuestra gloria cantaremos
y en ella contemplaremos
los misterios del Rosario.

 

Misterio primero de la Resurrección

 

El alegre son despierte
cielo y tierra, Virgen santa,
pues vuestro Sol se levanta
de la noche de la muerte.
Daros, santo relicario,
almas de albricias queremos,
pues ya libres cantaremos
los misterios del Rosario.

 

Segundo misterio, de la Ascensión

 

Virgen, recibid consuelo,
pues vuestro Hijo glorioso
sube a triunfar victorioso
de la conquista del cielo.
Rendido queda el contrario,
las puertas abiertas vemos,
si nuestra Corona hacemos
de rosas de este Rosario.

 

Tercer misterio, del Espíritu Santo

 

Si del Espíritu Santo
os cubre aquel resplandor,
que abrasa el alma de amor,
y en vos resplancede tanto:
bien será, divino Erario
para que su gracia hallemos,
que por mil lenguas cantemos
los misterios del Rosario.

 

Cuarto misterio, de la Asunción de la Virgen

 

Alegraos subiendo al cielo,
pues el serafín adora
la parte en vos, gran Señora,
que con vos lleváis del suelo. 
La que fue de Dios sagrario,
allá es bien que la adoremos,
ofrezcamos y cantemos 
los misterios del Rosario.

 

Quinto misterio, de la coronación

 En vuestra coronación
es tan alta la alegría, 
que cielo y tierra este día 
están en admiración. 
Vos, pues, de Dios relicario,

pues ya con Dios os tenemos,
haced que en bien rematemos

los misterios del Rosario



Al final todos juntos cantan los cuatro versos siguientes y ya no cantan nada más.

«Virgen, soberano Erario,
rosa y estrella del día,
conservad, Señora mía,
los Cofrades del Rosario».

 

 

 

 

 

 

Misterios Gozosos:

 

Primer misterio, de la Anunciación

 

 

 

* * *

 

«Misterios Dolorosos se han de cantar desde la Septuagésima hasta el Sábado Santo».
«Dos Religiosos, hincados de rodillas, cantarán lo que sigue».

Misterios Dolorosos:

Primer misterio, de la Agonía

 

LLOBAT, UNA VIDA EN TRES ZANCADAS (por Javier del Vigo)

LLOBAT, UNA VIDA EN TRES ZANCADAS (por Javier del Vigo)

Un fraile lejano en mi memoria colegial.

Lo puedes leer en el libro  “El álbum de las fotos” que editó Lalo F. Mayo en 2014-¡qué joya de nuestra memoria colectiva; un incunable para estas memorias que se van apagando!-: Fernando Llobat Timor (1924 – 2009) estuvo en la Virgen del Camino desde 1961 a 1988 (pg 264). Veintisiete años de sus ochenta y cinco vividos. Quizá el tercio más productivo, el más vigoroso de cualquier humano.  Sin embargo, en el álbum de nuestras fotos, solo sale en dos de aquel tiempo en blanco y negro; puntualizaba, además, Lalo que ambas fotos eran del mismo día y del mismo año, 1967:  un equipo de frailes dispuesto a jugar a fútbol contra vete a saber qué equipo de alumnos.

Fernando Llobat vivió después otros veintiún años en Montesclaros, “mariposeando” por todo Campoo y alrededores, donde es recordado; su muerte se produjo en Villava, pero fue inhumado en Montesclaros, su “destino” desde que abandonó el “hogar común”, aquel escenario que compartimos en La Paramera.                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

En el supuesto de que fuera misacantano con 25 años, tengo una laguna, un agujero negro  en su existencia, de una docena de años, aproximadamente, hasta su llegada a León. Lectores y escribidores del blog: animaos a poner luz en las sombras de aquellos años suyos de mocedad. ¡Anímate, Santiago Rodríguez! Pero no me seáis vagos los demás.

Fernando Llobat fue fraile del que aquí se ha hablado poco. Una rareza, porque entre antiguos alumnos de cualquier colegio es habitual hacer biografías de sus antiguos profesores, cortarles trajes, buenos o malos. Según ellos se comportasen con nosotros. Pasamos lista de todos y cada uno de quienes nos alegraron, nos jodieron, nos abrieron la mente o nos cegaron las ilusiones. ¡Ay, si los profesores pudiéramos rebobinar el tiempo! Con Llobat yo, en aquellos años, apenas hablaría media docena de veces. No recuerdo que diera clases. A mí, al menos, nunca.

Hace ya algunos meses, azares de la vida que van y vienen por los aires,  un email de Josemari, me trajo una foto, esa foto que encabeza el artículo; y una orden:

-“O me hilvanas unos parrafitos sobre la foto o te quedas sin atributos, enano itifálico”.

-¡Recrista bendita!, me dije. “Este Cortés no echa bravatas en vano. Así que mejor le hago caso y le preparo unos parrafitos con puntos, comas, cursivas, negritas, admiraciones, interrogaciones…”

¡Pongo al cielo por testigo!  Y que me sea benevolente el juez Julio Severino, si tiene que juzgarme por mentiroso, vago o malandrín. Así que comencé a rastrear algunos episodios en la vida del pLlobat que paso a relatarte, a modo de apunte biográfico inconcluso.

  *   *    *    *    *

1.- Aquel Llobat en blanco y negro de la Virgen del Camino.

Fernando Llobat llegó a León en 1961, a la vez que la gloriosa del 61; no era alumno ni iba a ejercer como profesor. Con sus 37 años y una calvicie iniciática, a mi me parecía mayor en edad. ¡Qué cosas tiene la vida, que hoy alguien de 37 me parece casi un niño! Su ocupación estaba en el “camarín” a la izquierda del santuario, donde despachaba “objetos religiosos”: medallas, banderines, postales, libros piadosos… A su izquierda, en la foto.

Al presente no podría decir si venía de las Misiones Dominicanas Americanas –que quizá- o si su etapa misionera vino después. Os brindo, de nuevo, espacio para sacar al sol vuestra sabiduría. En el mundo virtual no encuentro información. Mi relación con Fernando Llobat fue efímera: fui pocas veces –la pela es la pela, y mis posibles no eran muchos- a comprar, pero en mi recuerdo fue un buen vendedor, amable con “la clientela”. Cumplió religiosamente con el trabajo que le impuso la obediencia.

Josemari, con la parquedad emotiva que le caracteriza, acompañaba la foto con par de datos: “fue hecha en 1965 y Llobat hace en ella de cicerone ante gentes de la Cultural Leonesa”.

 Os cuento un secreto de pura egolatría.  ¡Qué queréis!, a ciertas edades, o se habla de la mili (entelequia ya inexistente, igual que el purgatorio) o nos pavoneamos de algunos hechos del pasado personal.

Lo cierto es que la única vez que he pisado un campo de fútbol (solares en el centro de la ciudad que valen un pastón, pero de un uso social mínimo) a ver un partido fue en León. Nunca entré a “la catedral” de Bilbao, ni al Bernabeu ni… Entré, sí,  a ver la Cultural, hace este año medio siglo. Nos bajaron los dominicos en la empresa San Fernando, una vez a pata y otra andando. Si pongo la imaginación a navegar (que la mía es muy loca) apunto una hipótesis: la Cultural pagó la brillante explicación que les está dando Fernando Llobat con una entrada general para los alumnos del colegio. Y que, por tanto, aquel partido que alivió una tarde de domingo en 1965 –hace sólo medio siglo- de unos jóvenes estudiantes se la debemos a Fernando Llobat, el cicerone de la foto.

¡Ay, la Paramera de nuestras nostalgias redivivas!

2.- El fraile de las mariposas en Montesclaros.

En este tiempo he aprendido algunas otras cosas acerca de Fernando Llobat.

Es conocida su afición por las mariposas. Montesclaros exhibe una curiosa colección de ellas, fruto del capricho y el amor por la naturaleza de Llobat, el fraile. Más de 400 insectos capturados en países tan distantes como Madagascar, Australia, Perú, Tanzania o México. Fernando Llobat, mientras vivió, explicaba a los visitantes –lenguas campurrianas viperinas susurran que se explayaba más si eran “visitantas”, pro no seré yo quien le critique, que yo hubiera hecho lo mismo-  las características de la colección, una de las mejores y más grandes de España. En consecuencia, según relataba El Diario Montañés en el 2007, “el Santuario de Montesclaros, en Valdeprado del Río, se vestirá de gala para homenajear al dominico Fernando Llobat en sus bodas de oro sacerdotales. El cura es conocido como ’El padre de las mariposas’ por su colección de insectos, que enseña con entusiasmo y cariño a todo aquél que se acerque por Montesclaros, con una atención especial hacia los niños”.

3.- Las vidrieras de la Peña de Francia: Fernando Llobat – Pepe Arenas.

En 1961, junto a “la gloriosa”,  llegaron a León  Arsenio Arenas, conocido como “Joselín” en Arija donde nació -primo de José Luis Zamanillo-, y Fernando Llobat, que pasó los años finales de su vida en Montesclaros. Pero no supe yo hasta estos días de su relación anterior con el mundo del arte. Al menos, en el caso de Llobat.

¡Pasmaos como me pasmé yo, cuando conocí el dato! En La Peña de Francia, en su iglesia, hay unas cristaleras  cuya autoría corresponde, en comandita, a Fernando y Pepe. La pasada primavera, de vuelta de los cerezos en flor de Cáceres, subí una tarde soleada al santuario de la Peña de Francia, por si veía a Ángel Pérez Casado, otro que llegó a León en 1961, muy jovencito y estilizado él. Pateé el paraje, me maravillaron las vistas… Pero todas las puertas estaban acerradas a cal y canto. Me quedé con las ganas.

Por ello,  no puedo dar fe de las cristaleras que cita Alberto Colunga (1879 – 1962) en un libro reeditado en 1999 por la editorial San Esteban, Santuario de la Peña de Francia: historia. Colunga refiere que –además de algunas esculturas obra de Lapayese- Fernando Llobat hizo tres vidrieras: para la capilla de la Aparición una;  para la entrada del convento otra y para la cocina de la hospedería la tercera.  Relata, además, Colunga –el famoso asturiano que tradujo con Nácar la Biblia directamente del hebreo, arameo y griego con algunos “problemillas” frente al aparato eclesiástico- que Arsenio Arenas hizo cinco vidrieras “modernas, de gruesos trozos de vidrio armados con cemento”  y una imagen de la Virgen para el altar de la gruta “que, en todo refleja lo que fue la primitiva”. (Pgs 299 – 230)  Ya que Pepe Arenas no me lo puede confirmar ya (¡que en gloria esté!), nos queda recurrir a  Santiago (¡anímate!) a Ángel P. Casado, a  Javier Muñiz y tantos otros que vivís por Salamanca. ¿Unas fotos que arrojen luz sobre los datos aportados por pNacar? ¡Por favor!

Para mí, la novedad es que también Llobat tuvo espíritu de artista, lo mismo que Arenas e Iturgaiz, tres eslabones de una misma generación y estilo que nos han precedido ya en su paso al Norte.

¡Y colorín colorao, que este homenaje a Llobat, el fraile de las mariposas, artista de corazón grande, cicerone a quien mira atento el grupo de la Cultural y buen vendedor de objetos sagrados, se ha acabao!  

A DOMÍNGUEZ, SUSPENDIENDO (por Isidro Cícero)

A DOMÍNGUEZ, SUSPENDIENDO (por Isidro Cícero)

Creo que nunca me he referido aquí al padre Domínguez. No sabría decir por qué. Y tampoco he encontrado muchas referencias a él de otros compañeros, excepto quizá las que mi querido amigo Manolo suele reiterar muy de cuando en cuando. A Manolo (Juan Manuel Díaz Álvarez) le gusta hablar de la intrahistoria, un concepto que aprendió ya de niño, precisamente con el padre Domínguez.

Con los años, Manolo no ha parado de agudizar esta idea de la intrahistoria. “Nun fablo de l’hestoria oficial, con feches y números” -dice el polesu de San Feliz de Lena-. “Refiérome a la otra, a la importante, a la intrahistoria unamuniana, que ye’l cimientu de tos los demás sucesos, grandes o pequenos. Ésta, la buena, la de verdá ta reflexá n’obres maestres de nuesa lliteratura, desde’l lazarillu hasta Delibes”.

El cimiento de los sucesos. Manolo nos ha recordado cómo aquel fraile del que yo he olvidado el perfil físico nos explicaba el cimiento de los sucesos. Al fraile no sabría yo describirlo ahora después de cincuenta años,  salvo que entre brumas se me antoja de cara achatada, cuello borrado, hombros encorvados, estatura más bien achaparrada, pelo ensortijado, moreno y con entradas y gruesas manos de estirpe especialmente rural. Y la capa negra –se me antoja-  unas veces enrollada al cuerpo con maestría y, otras, desplegándose detrás de sus pasos cuando a grandes zancadas recorría los pasillos que dejaban libres las filas de los pupitres, todos iguales. No he vuelto a verlo ni en fotografía.

-        Mientras unos hacen cosas que saldrán en las noticias, mi madre va a la tienda y compra pan –decía Domínguez. Así al menos lo recuerda el compañero Manolo. Y eso son los cimientos de los sucesos.

Ir las madres a la tienda, ir los padres a la obra, llevar una pinza de la ropa en cada pernera para que no se le enredara el pantalón con los radios de las ruedas de la bicicleta al ir a la obra por la mañana; hacer los billones de esas cosas minúsculas, con las que la gente mueve cada día la rueda del mundo, no sale en las noticias ni saldrá en los resúmenes de la historia. Pero son las cosas  que sostienen en primer lugar la vida, las noticias en segundo, y, en tercero, la historia.

Cuando éramos menores, el padre Domínguez era uno de los frailes que nos explicaba la historia en alguno de aquellos cursos cuyos números ordinales yo no sabría precisar. No era el único Domínguez. Arsenio Arenas, recientemente fallecido, pasó a nuestra propia intrahistoria colectiva como el gran profesor de esa materia, el referente de la disciplina. El que nos asomó al conocimiento del pasado humano enfocándolo como algo que se adquiere mediante una metodología consistente en estudiar las causas de los acontecimientos y las consecuencias que los acontecimientos produjeron. Arsenio nos inició en esa disciplina haciéndonos vislumbrar lo que era el conocimiento científico, tan especial para las Ciencias Sociales, sobrevolando por encima del episodio concreto.

En cambio, yo a Domínguez le recuerdo nadando en el episodio concreto, embarrándose personalmente en él. Su actitud ante la historia o al menos ante la pedagogía de la historia era la del narrador. Domínguez era un gran narrador que encandilaba al joven auditorio desde una posición próxima. Y familiar. Estoy yo seguro de que todos sus alumnos recordamos la palab ra “monines”. Nos llamaba monines, como en casa las abuelas. Era su rasgo identitario. “No monín, sí monín”, “sube al tablero, monín”. Era el Padre Monín.

Otros frailes, el padre Eduardo Ruiz, por ejemplo, era el padre “Mamachi”. Al padre Eduardo Ruiz –el hombre tiene que estar ya muy mayor- le vi yo llorando mansamente cuando en el primer encuentro que tuvimos, nos pasaron los leoneses aquel bello documental titulado “In memoriam”,  con las fotografías de todos los que se nos han adelantado y “nos han precedido con el signo de la fe”, como dicen en las misas de difuntos a las que cada vez con más frecuencia nos vemos impelidos a asistir. El padre Eduardo, que es de Reinosa, solía exclamar con frecuencia “ay mamachi mía”, o simplemente “ay mamachi” Para mí no tenía mucha explicación.

Yo entonces consideraba aquellas singularidades como coqueterías de fraile, modos y maneras de hacerse singular. Porque, a pesar de su vida uniforme y rutinaria, a pesar del uniforme blanco y negro igualitario, cada ser humano de aquellos se sabía único, se consideraba sujeto irrepetible, individuo salido como prototipo de las manos del Padre: el monín de Domínguez, el mamachi de Eduardo, el ovejiño de Francisco…Y tantos otros.

En el encuentro de León, Eduardo me dio una tarjeta que tengo bien guardada, para que fuera a verle a la iglesia de los Ángeles si pasaba por Vitoria alguna vez. Eduardo daba francés por el método Perrier, anterior al Assimil. Se esmeraba mucho en explicarnos cómo había que colocar los labios para decir la u francesa: los pones como para una u pero te tiene que salir una i. O a lo mejor era al revés.  “Hay que ponerlos en forma de culo de gallina”, precisaba. Como si nosotros fuéramos especialmente expertos en las formas que tienen los culos de las gallinas. Si ir de lo conocido a lo desconocido, según recomendaba Santo Tomás que debía ser el método del buen estudiante, a lo mejor era más pedagógico explicar esto al revés: “¿Ves cómo pones los labios para decir la u francesa? Pues así, exactamente así tienen el culo las gallinas”.  A propósito, me acuerdo de aquel papá que tenía que explicar a su pequeño el secreto de la reproducción, derivada de la cual el niño había venido al mundo. Alguien le había aconsejado que recurriera para ello al ejemplo de las vaquitas y los toritos, de los carneritos y las ovejitas.  “¿No has visto lo que hacemos tu madre y yo en la cama por las noches? Pues los carneritos y las ovejitas, y las vaquitas y los toritos, igual”.

Eduardo, que era de Reinosa, a mí me caía especialmente bien. Además, algunas tardes de sol y modorra, nos leía en voz alta un extraño libro por capítulos. Era una novela traducida del alemán titulada ‘El puente‘, que  todos vosotros recordáis tan bien como yo. ¿Por qué una novela a esas horas y en clase de francés? ¿Y por qué esa novela? No lo sé, pero estábamos impresionados con aquella historia de unos adolescentes de nuestros mismos años a quien los nazis en retirada habían ordenado defender el puente del pueblo.  Lo defendieron hasta el absurdo, hasta la muerte. Quedaron allí defendiéndolo hasta que fueron los últimos mohicanos de toda Alemania. Todos ellos murieron en el empeño, excepto el narrador de la historia, Manfred Gregor que sobrevivió para contar fragmentos de la vida de aquel pueblo y de su gente que no habrían salido jamás en las noticias, pero que al salir en una novela, en un relato veraz y potente, ha tenido tanta salida como los mejores y más repetidos nodos y noticiarios de la época.

Porque la historia quizá sea ciencia o algo parecido a la ciencia, pero lo que no me cabe la menor duda es que la historia es relato, narración, novela. Así ha sido siempre, desde Homero y Tucídides hasta el padre Domínguez. Y aquellos hombres de blanco nos enseñaron el gusto por la intrahistoria. Eran todos unos narradores. El padre Eduardo, como el que más.  

El padre Domínguez cuando llamaba a alguien a su mesa para aplicarle un correctivo, le mandaba “agachar el occipucio” y le arreaba un capón en el cogote a mano cerrada con el nudillo principal del dedo corazón de la mano derecha. “Pon el occipucio, monín”. Eso lo vimos muchas veces, aunque a mí no me tocó nunca. Yo nunca tuve problemas con Domínguez y no recuerdo a nadie que los tuviera, porque hasta los occipucios los tentaba con buen humor y una sonrisa.

Yo una vez me merecí el coscorrón, porque, imprudentemente, me metí en la boca del lobo. Un día me referí a él en una poesía para el Pantalla que Manolo se aprendió de memoria y hace pocos años  transcribió aquí, en el blog, que la busque el que lo desee. Aquella poesía bien mirado no era poesía -no voy a ser yo un fatuo a estas alturas y considerarme a mí mismo poeta-  sino una broma satírica, eso sí, técnicamente bien medida. Estaba hecha en octosílabos y rimaba de esta clásica manera: abba accd dc. Cualquiera de vosotros sabe de memoria cómo se llama esta estrofa, sin necesidad de preguntárselo a Maxi Trapero, el que más sabe de métricas y poesía entre todos los discípulos salidos de la Paramera. El primer verso de mi intento (primera a)  decía: “Cuentan de Tascón que un día”. El penúltimo, (último d) sonaba: “a Domínguez, suspendiendo”.  Ni aun así se molestó conmigo. Tascón tampoco. Y eso que ni al uno ni al otro les coloqué delante el preceptivo “padre” que nadie ni siquiera yo tuvo jamás la osadía de saltarse en aquella parte del mundo. En los octosílabos, si querías que fueran octosílabos,  los padres no cabían.

La poesía era por hacer una gracia, un chiste, sobre el padre Tascón, frecuente objeto de nuestras chanzas. “A Domínguez, suspendiendo”  era una tontería exagerada, porque Domínguez era un buenazo que no suspendía a nadie, me da a mí la impresión. A mí desde luego, nunca jamás. Si salía a relucir en aquel verso solo era por la sonoridad formal del apellido y porque, de las ocho sílabas necesarias para completarlo, su cantidad te rellenaba tres. Y, lo que era más importante, de las tres sílabas, la tónica era la del medio, exactamente donde el ritmo le pedía al autor el acento primero de la frase. El segundo, si bien te fijas, caía en la sílaba “dien” de suspendiendo.

Yo recuerdo una lección de historia /intrahistoria del padre Domínguez, maravillosa, excitante de la imaginación. La verdad es que no sé si fue una o fueron dos. Pero no se me olvidan.

Los exploradores castellanos, llegados a las riberas de América, que ya conocían las orillas blancas de isla de Cozumel, les preguntaban a los nativos:

-        ¿Y al otro lado, qué hay? ¿Cómo se llama aquella tierra tan verde que se ve allá a lo lejos?

-        No te entiendo - contestaba el indio en indio maya: Yu-kah-tan. No comprendo lo que me dices.

-        ¿Yu- ca- tan? –repreguntaban los cristianos.

-        Yu-kah-tan. Yu-kah-tan. No te entiendo.

“O sea” - tomó nota el conquistador: “Esa tierra que se ve desde aquí tan llana, verde y con esos templos de piedra tan raros en forma de escaleras, bien claro me lo han dicho: Se llama Yucatán”.

Una manera seguramente poco crítica, poco científica de enseñar la Historia: Hay quién dice que Yucatán procede de la expresión “yo-kot-an”, que más o menos quiere decir “los que nos entendemos en  yoko”; pero la de Domínguez era una manera narrativa, atractiva, literaria y creativa de contar el pasado. ¿Podrían aquellos niños rurales apetecer algún método mejor y más deslumbrante de conocimiento?

Otro día, o a lo mejor fue el mismo, en la misma clase, nos contó Domínguez que cuando los primeros franceses llegaron a la costa canadiense preguntaron a los habitantes del primer poblado que encontraron cómo se llamaba aquel conjunto de chozas.  “Nuestro Poblado” - le contestaron. O sea, en iroqués “can-adá”.

No había tenido yo la ocasión de contar estos recuerdos del padre Domínguez, del que la gente habla poco, no sé yo por qué. En cuanto a mí, quitando lo que he contado, no recuerdo de él nada más. Ni siquiera su nombre. Desagradecida memoria. Pero seguro estoy de que entre los compañeros que me leen, hay algunos deseando añadir escritos a lo escrito y así ayudarme a rescatar, de las densas sombras de la desmemoria, también el perfil de aquel buen hombre que una vez se cruzó en nuestra vida y nos dejó unas maneras entrañables de conocer las cosas y de tratar con familiaridad las cuestiones del conocimiento. Rescatarlo a beneficio de todos nosotros, beneficiarios.

 

Isidro Cícero

PARA SU MAL LE SALIERON ALAS A LA HORMIGA

PARA SU MAL LE SALIERON ALAS A LA HORMIGA

Si lees este comentario de nuestro compi Luis Carrizo a esta vieja fotografía, que también encontré trasteando por la red, del inicio del derribo del viejo Santuario con niña plantificada en el centro, te vas a reir un rato.

Si lo lees por segunda vez y te miras al espejo, te verás una mueca como de tristeza.

Cuando termines la tercera lectura seguro que dirás:

¡Mecagüenla!, cómo escribe Luis y cuántas cosas dice en tan pocas líneas.

Le pedí me comentase esta foto y con este preámbulo me envia el relato del que a continuación podéis disfrutar.

Amigo Cortés, esta vez he tardado más de la cuenta en responder a tu petición, pero como el marido pillado in fraganti, puedo explicarlo: lo escribí en un plazo razonable, pero después de tenerlo terminado y a punto de remitírtelo caí en la cuenta de que me había metido en un jardín y decidí reescribirlo. Esto era cuando ya estaba a punto de salir para León, y me dije: lo reescribiré en el tren, porque esta vez fui solo y cogí el tren. Pero en el vagón, repleto de jubilatas, yo era "el joven" y me pasé el viaje subiendo y bajando maletones de señoras, entre las que no estaba, ¡cagüen la leche! la Isabel Preysler. En León, donde estuve diez días, se me complicó la cosa con compromisos y circunloquios varios.

La conclusión, bromas aparte, es que me volví a Alicante con el encargo bajo el brazo. Y solo hoy, con una nueva y distinta redacción te lo hago llegar. Espero de que...

  Gracias Luis, maestro de las letras.

 


 

PARA SU MAL LE SALIERON ALAS A LA HORMIGA

 

A las iglesias les sucede a veces lo mismo que a algunos porteros internacionales de fútbol, que como parte de la grada dé por comenzar a silbarlos ya pueden ir poniéndose en lo peor. Al santuario que aparece en esta fotografía comenzaron a chiflarlo a raíz de los faustos de la coronación canónica de la virgen que albergaba en su interior, porque, por lo visto, el edificio no daba bien en los Ecos de sociedad.

Mientras se mantuvo como iglesia del pueblo nadie dijo una palabra más alta que la otra; incluso cuando en 1914 la imagen fue proclamada Patrona de León, las aguas se mantuvieron quietas y a nadie se le ocurrió pedir lucernas de alabastro ni suelos de caoba, porque, a fin de cuentas, León jugaba en aquel tiempo, igual que ahora, en regional.

Pero, ¡ay, amigo!, cuando en 1930 se procede a coronarla ca-nó-ni-ca-men-te y empezamos a jugar en primera, y a salir en los papeles, y a figurar, entonces algunos cayeron en la cuenta de que se le veía demasiado el pelo de la dehesa, y acabaron por señalarla con el dedo acusándola de vieja, de pobre y de pequeña.

 

También, en ocasiones, a las iglesias pobres y ruinajas les ocurre lo que a aquel paisano que se apostó que llegaría hasta la altura de los más altos tejados del pueblo por el sencillo procedimiento de ir dando saltos con unos muelles atados en los pies. Y, en efecto, logró su objetivo; pero como los muelles le seguían impulsando cada vez más alto, sus piadosos convecinos  no encontraron mejor forma de pararlo que llamar a la Guardia Civil para que lo matasen.

Con el ya extinto santuario de La Virgen del Camino no se recurrió a la Guardia Civil sino a la HELMA EMPRESA CONSTRUCTORA, S.A., que de forma igualmente expeditiva, con el todopoderoso encargado Ponciano Calvo al frente, se ocupó de oficiar la ceremonia de la retirada de la primera piedra, y así, después, meticulosamente, hasta la última, rememorando la triste hazaña del babilonio Nabucodonosor con el antiguo Templo de Jerusalén.

 El día en que se tomó la foto que estamos comentando le habían arrancado ya a la pobre iglesia los soportales con que se ceñía, algo así como su paño de pureza, dejando expuestos a la vergüenza pública sus muñones y sus cicatrices; y, sobre la picota, para más inri, el sambenito del cartel que proclamaba sus ya citados crímenes y justificaba su inexorable destrucción: “por vieja, por pueblerina, por insignificante”.

Nadie, que sepamos, propuso mover, piedra a piedra un poco más allá, no solo los dos pórticos que han dejado de testigos, sino todo el edificio. Hubiéramos así presumido ahora de dos santuarios, como en Salamanca presumen de dos catedrales y en Roma, de dos papas. Pero —ya se dijo en otro lugar—, cuando el vendaval de la civilización sopla con fuerza resulta siempre incontenible e inmisericorde.

 

A pesar de tan crudelísima sentencia (seguramente que también gracias a que no la acusaron de fea, extremo que le hubiera resultado en verdad insoportable), puede advertirse que la iglesia, aun en medio de su ruina, se muestra imperturbable, digna y hasta luminosa. Algún alarife, algún cantero de los que labraron sus sillares y elevaron sus torres al cielo puede que se estremecieran en sus tumbas al eco de los mazos que la derruían. Alguna mujerina o alguna devota anovenaria quizá lo sintieran como una ofensa propia al considerar que también ellas eran viejas y pueblerinas y pequeñas.

Pero el antiguo santuario mantiene esa estoica actitud —voy a declararlo— porque se pasó la vida aprendiendo a morir. Y no precisamente por haber tenido a Séneca de maestro, que era quien proponía ese consejo, sino al mismísimo astro rey, que todos los atardeceres, justo frente a esa fachada, que da a Poniente, estuvo enseñándole a aceptar el ocaso con silenciosa y ejemplar resignación.

 

—Y ¿la niña? —me tuitea uno de mis followers cuando ya estaba yo levantándome para marchar

—¿La niña? —le he respondido— No sé quien pueda ser. Nadie ha sabido darme razón de ella a pesar de todas mis pesquisas. Para mí que se trata de otra aparición.

 

Luis Carrizo

Alicante, Junio 2015

PRIMAVERA DE 2005

PRIMAVERA DE 2005

Después de enviar a Isidro cícdero la fotografía de la primavea de 1938, pensé que sería interesante algún comentario sobre otra de la bajada de la Virgen del Camino a León en las mismas circunstancias, pero en "circunstancias" y "colores" tan distintas...

Y Eugenio Cascón nos la comenta:

 


 

 

Ahí está. Me refiero, claro, a la Virgen del Camino, la nuestra, que aparece en la foto en su trono ambulante, meciéndose a hombros de devotos y autoridades por una calle de León que no sé reconocer porque no hay indicios para ello, y también porque no soy experto en la geografía urbana de esta ciudad. Los nativos dirán, si pueden.

Da la impresión de que la venerada imagen, a pesar del dolor reflejado en su rostro, o quizá por ello, siente la necesidad de salir a respirar de vez en cuando, de darse un paseo desde su silencioso santuario paramero hasta la ciudad ruidosa, carretera abajo, mezclándose con su gente, como en un intento de compartir de cerca las vivencias y las circunstancias del mundo de los humanos, de sentir sus colores, olores y sonidos. De repente se nos hace urbanita. Después, pasará unos días en el fresco interior de la Pulchra Leonina, recreándose con los juegos de luces que proyectan las vidrieras y convirtiendo la catedral, por breve tiempo, en su sala de audiencias, en el auditorio de ruegos, súplicas y alabanzas.  

Largo es el trayecto procesional, ciertamente, y parece que antigua, muy antigua, la tradición. Hay noticias y documentos de romerías y procesiones casi desde el mismo instante de la aparición, “entre grandes luces”, al pastor Alvar Simón Fernández, natural de Velilla de la Reina, que andaba por allí cuidando el ganado, como era  obligación propia de su oficio. Ocurrió el 2 de julio de 1505 y después vino todo lo que ya sabemos en lo tocante a devoción, manifestaciones de fe, construcción de ermitas y santuarios, etc. Por cierto, por si alguien lo desconoce aún, el santuario actual, el de los apóstoles raros de bronce, ese al que accedíamos a través de un túnel que salvaba la carretera y en cuyo coro cantaban algunos, fue elevado con fecha de 24 de febrero de 2009 a la categoría de Basílica Menor (quizá cobre más prestancia al modo latino, Basilica Minor, pues lo de “menor”, en román paladino, a lo mejor desmerece un poco).

Y en este punto me vais a permitir _no os queda otra, es lo que tiene la comunicación escrita_ un breve excurso: no creo ser el primero en preguntarse el porqué de la predilección de la Virgen María por los pastores y otras humildes gentes del campo a la hora de aparecerse. Puedo citar, un poco al vuelo, casos tan conocidos como los de la Vigen de Fátima y sus tres pastorcillos; la de Lourdes, que hablaba con Bernadette, una muchachita casi analfabeta; la de Guadalupe y el indio Juan Diego; la de Aránzazu, la guipuzcoana, dando el susto al pastor Rodrigo de Balzategui allá por el siglo XV; la de la Candelaria, tinerfeña ella, que se presentó, en 1392, a dos aborígenes guanches que, cómo no, andaban de pastoreo. Y muchas otras (conste que algunos datos los he consultado, no me los sabía de memoria). Será quizá porque hoy los pastores ya escasean por lo que ha decrecido sustancialmente el número de apariciones marianas.    

Retomo el hilo. Hay muestras de esta devoción incluso en la novela picaresca. Así, en La pícara Justina, libro de 1605 que narra la historia de aquella desenvuelta moza procedente de Mansilla de las Mulas y que hoy tiene plaza a su nombre tanto en este pueblo como en la propia capital leonesa, se habla de las romerías y de cómo, en situaciones de catástrofe, se traía a la Virgen a la catedral para hacerle un novenario.   

La causa principal de estas excursiones, repetidas innumerables veces, ha sido, pues, la de impetrar la protección y el favor de la Madre de Dios para que arregle algún desaguisado de la naturaleza; esto es, para realizar lo que vulgarmente se llaman rogativas, las más frecuentes de las cuales han sido las destinadas a pedir la lluvia. Y todo está perfectamente reglamentado desde hace siglos, con un estricto protocolo que se sigue a rajatabla para que todo salga bien y se presten todos los homenajes debidos.

La fotografía que nos ocupa y que gentilmente me ha pedido que comente nuestro furriel corresponde al traslado que se efectuó en el año 2005, con motivo de la celebración del quinto centenario de la aparición. El impulso no era esta vez, por tanto, petitorio, sino festivo. Y, según cuentan recientes crónicas, el paseo desde el Santuario a la Catedral duró seis horas y media, de las 3 de la tarde a las 9:30 de la noche, y se cumplieron escrupulosamente todos los pasos, estaciones y rituales preestablecidos, con un primer y breve tranco que era poco más que la salida del del Santuario, un segundo hasta San Marcos y un tercero hasta la Catedral. Aunque en la foto no se ven, dicen que había profusión de pendones, cruces y ciriales de las parroquias de Sobarriba, Valverde, la Virgen del Camino y Trobajo, Villaturiel y Valdefresno, los llamados “pueblos del Voto”.

El cortejo, como nos muestra la coloreada instantánea, era diverso y variopinto, pero, eso sí, muy ordenado, muy procesional. Basta fijarse en el grupo del centro, el cogollo de la ceremonia: se enmarca en una isla cuyos márgenes de asfalto lo separan de la multitud, que se mantiene respetuosamente a cierta distancia. Tal vez influya en ello la presencia de los uniformes, que siempre infunden algo de temor, aunque la ocasión sea pacífica, y de los chalecos amarillos de algunos agentes de movilidad que se ven por ahí.

Hombres trajeados presuntamente importantes, algunos hasta con banda o con vara, signos de autoridad, portan las andas. Imagino que serán los munícipes y altos cargos provinciales. En los flancos, militares de gala y azul, es de suponer que mandos del Ejército del Aire, instalado en el cercano aeródromo. Detrás, la mancha blanca y contemplativa de un grupo de frailes dominicos (algún otro se ha adelantado y anda por ahí escaqueado y de cháchara), cuyas facciones soy incapaz de distinguir, por más que trato de aproximarlas con el zoom, a ver si entre ellos figura alguno conocido, pero las facciones se difuminan con el acercamiento. Seguro que más de uno de vosotros lo consigue. Y, tras los frailes, la retaguardia que forma  otro equipo de hombres de calidad: más corbatas, bandas y uniformes. ¡En qué quedarían los festejos sin la presencia de las autoridades! Entre todos ello, creo adivinar la presencia de una sola mujer: se ve que por entonces aún no funcionaba la paridad.

Y alrededor, el pueblo, más o menos llano, supongo que con algunos desniveles, porque la sociedad tiene altos y bajos. Pero gente de a pie, en suma, que forma parte del cortejo o, simplemente, se ha situado en un lugar estratégico para verlo pasar y, si hace al caso, lanzar algunos vivas a la Excelsa Patrona. Pero no hay sensación de barullo, ya que la el personal guarda la compostura y va casi en fila, no sé si con fervor, que eso ya es cosa de cada uno, pero sí con respeto. Como debe ser.

El ambiente rezuma calor veraniego y la estampa parece estallar de alegría y colorido. El atuendo veraniego contribuye poderosamente a ello. Muchos sombreros y algunas sombrillas protegen del sol y proporcionan aún más color y desenfado. Estamos en los comienzos del siglo XXI, en plena etapa de prosperidad burbujeante, y la felicidad que esta proporciona se refleja en el ambiente festivo. Lástima que más tarde la burbuja estallara y devolviera sordos rumores de otros tiempos. Pero es cierto que ya no vivimos en un mundo mayoritariamente de labriegos que hurgan afanosa y a veces inútilmente en campos sedientos. Ya no son aquellos a los que don Antonio Machado llamaba, injusto y desafortunado esta vez en su descripción de los campesinos castellanos, “atónitos palurdos sin danzas ni canciones”. Ahora, “España va bien” y hay que mostrarse en consonancia.

Veo también, a la izquierda de la imagen, una hilera de mujeres  con atavío regional, tal vez componentes de uno de esos grupos danzantes, tan propios de estos festejos, que conservan las señas identitarias de aquellos que se integraban en los inefables Coros y Danzas de la Sección Femenina.

Este ambiente, festivo a fuer de religioso, o quizá religioso a fuer de festivo, se ha convertido en habitual en las últimas bajadas, todas de celebración jubilosa. Dos años antes, en mayo de 2003, se había producido otra con motivo del VII Centenario de la consagración de la Catedral. Poco tienen estas procesiones recientes con la mayoría de las que se sucedieron en los tiempos previos, destinadas, como dijimos, no a celebrar, sino a pedir, con fe y con angustia. Nada, por ejemplo, con la de 1938, en pleno desastre, encaminada a pedir el final de la guerra, con final feliz, naturalmente, para quienes la organizaban.

El continuo flashback (analepsis, según los clásicos) en el que nos sumergimos cada vez que levantamos la tapa de este baúl de nuestros recuerdos me lleva a otro viaje de la Virgen a León en los años sesenta. En aquel íbamos nosostros, por entonces colegiales apostólicos, como parte numerosa de la comitiva, carretera abajo, ordenados en filas, como casi siempre. El motivo era, una vez más, la rogativa: llevaba mucho tiempo sin llover sobres los campos pobres y secos. Transcurrió la semana del destierro catedralicio y, cuando volvimos a traer la imagen a su lugar, seguía sin caer una gota. “No ha llovido agua del cielo, pero sí la fe en nuestros corazones”, exclamaba, aproximadamente, uno de nuestros frailes, no recuerdo quién, en la prédica final. No sé si la lluvia a que aludía serviría de consuelo a las desesperadas gentes que veían peligrar su cosecha y su sustento. Con todo, la fe no dejaba de ser un asidero, quizá un paliativo en una España rural y pobre, de tonos oscuros, casi negros, aunque nosotros no los percibíamos entonces porque no teníamos con qué comparar.

La Virgen se va de visita y vuelve, sale y entra de su casa de vez en cuando, no como nosotros, descastados, que nos fuimos una vez y no volvimos. Pero me temo que no podía ser de otro modo. “Adiós, madre de mi vida…”.

 

Eugenio Cascón

PRIMAVERA DE 1938

PRIMAVERA DE 1938

Cuando ví esta fotografía, no sé en qué recóndito sitio de Internet, me impactó extrañamente. La he mirado y remirado en repetidas ocasiones; hasta la he tenido por un tiempo como escritorio en la pantalla de  mi Ordenador.

!Y ví tantas cosas...¡

Pensé enviársela a Isidro para conocer lo que él veía. Y éso hice.

Y lo que él ha visto me ha sobrecogido. Es imprescindible leer lo que nos escribe Isidro teniendo abierta al lado la foto que os dejo en el álbum EL SANTUARIO de Ver Fotos/Documentos.

Gracias, maestro.

 


 

PRIMAVERA 1938 (por ISIDRO CICERO)

 

Si tú y yo estuviéramos ahora mismo sentados a una mesa, iría yo señalándote los detalles de esta foto con la punta del lápiz, porque los detalles son muchísimos y esa punta, por lo aguda, es enormemente más precisa que la punta roma de cualquiera de mis ya preartríticos dedos. Mira esta mujer, la cara de pena; ese hombre con paraguas, aquella muchacha llevando la cesta de mimbre hacia el interior del desfile, qué llevará dentro, que casi no puede con ella. Aquellos cables de la luz, este indicador que con ubicación oblicua no nos indica nada… Mira esos tres curas de alzacuellos niquelados alrededor de sus cuellos salvados de la revolución que quizá cantan ahora agradeciéndolo, mira aquel falangista, mira aquellas banderas…

Pero no estamos juntos ahora mismo -bien que lo siento- y no es fácil hacerme entender a cuál de los cientos de figuras que aparecen en la foto me refiero en cada frase. No tendré más remedio que poner el lenguaje escrito en “modo lapicero”, tratando las palabras como indicadores que señalan pronominalmente los estos, los esos, los aquellos, o sus equivalentes femeninos. Aburrida y reseca manera de hablar. O de escribir, que para el caso la misma cosa es, y que se me alcanza como la única  para que tú me entiendas a qué objeto, a qué persona de las que aparecen en esta foto de 1938, Segundo Año Triunfal,  me estaré refiriendo en cada renglón.

También me pienso referir a otras personas y cosas que no aparecen en la fotografía. Por ejemplo al cadáver descubierto días antes de la foto en una cuneta en el mismo pueblo de la Virgen del Camino, a escasos metros del santuario, a escasos metros también del aeródromo donde tiene su base el Grupo de Reconocimiento Aéreo número 21 formado en estas fechas por dos escuadrillas con 18 aparatos cada una. El cadáver pertenecía a una mujer asesinada. Una de tantas.

 

Debo reconocerte que me abruma tanta gente aglomerada, no sé por dónde empezar el análisis morfológico y sintáctico de este texto gráfico que me manda comentar Josemari y acabo decidiéndome por el método de la división en partes o sectores. Trazo tres líneas horizontales paralelas y divido la imagen en cuatro bandas iguales. Luego la divido en otras cuatro bandas verticales y logro así una cuadriculación imaginaria en la que colocar cada uno de los muchos elementos que aparecen.

 

Trazo la primera raya siguiendo la línea del tejado de la casa, de izquierda a derecha. La primera banda superior que delimitamos apenas nos facilita información. En la primera cuadrícula veo las ramas de un árbol con hojas recientes y escasas. En las siguientes, unas líneas de cables de la luz en direcciones cruzadas, hay que aumentar la foto un poco. La línea eléctrica que va de izquierda a derecha tiene tres cables. La que, a distinta altura, la cruza aquí mismo consta de seis cables en dos grupos de tres. Por lo que parece, la electricidad que circula por la segunda se dirige a un término donde el consumo duplica a la anterior. No sabemos hacia donde van esos dos cableados cuyos postes de madera dotados de sus jícaras correspondientes vemos aquí en número de cuatro.

De postes de madera como estos nosotros mismos fuimos testigos de cómo se iba llenando España poco a poco a medida que iba avanzando el siglo y los lentos programas de electrificación rural. Nosotros somos rurales, mayormente, pero no sé tú, pero yo no recuerdo cuándo habrá sido la última vez que he visto un poste de madera en el tendido eléctrico. Los han ido sustituyendo por otros de hormigón hasta en los territorios arbolados como éste desde el que escribo. Me han dicho que, si fueras un nostálgico recalcitrante dado a tendencias vintage, que yo no, postes de la luz de madera podrías comprar todos los que quisieras. Los hay de 5, 6 y hasta siete u ocho metros. Son como los de toda la vida. Como con las traviesas del tren, hay empresas que los han almacenado y te los ponen en casa a buen precio. Creo que vienen de Orense o por ahí.

Antes llamaban jícara a la escudilla de barro que –recuerdo- algunas mujeres mayores tenían siempre a mano para ir bebiendo durante el día su dosis de aquel vino tinto que a mi tierra traían de la parte palentina de la ribera del Duero en panzudas carrales medidas por cántaras. Era un vino respetable, tinto o clarete, con aguja o sin ella que las viejas bebían en sus jícaras, como digo, y el género masculino a gallete por el porrón.

Creo recordar que las jícaras del tendido eléctrico eran de cerámica blanca como las de la foto. Eran los aislantes. Y también tengo la vaga imagen de niño afinando contra ellas la puntería a base de pedradas.  Aparte de lo dicho, en la banda superior de la fotografía solo aparece más ramaje vegetal, casi todo de álamos o chopos, cuya pujanza y frescor nos hace suponer que hacemos esta procesión en la primera parte de la primavera.

El espacio de la segunda banda lo he delimitado por arriba con la recta del tejado a cuatro aguas de la casa y, por abajo, sobre la recta de la baca del autobús.  Esta segunda banda imaginaria, contiene tres elementos llamativos: El principal es esa casa de dos plantas con una tercera de áticos, mansardas y boardillas. En el balcón del chaflán, una mujer cuelga un paño claro sobre los tornos. Al otro extremo de la banda, a la derecha, vemos apuntar por primera vez lo que debe de ser el motivo del paño. Asoma a lo lejos la cúpula plateada del baldaquino de la Virgen del Camino, que es la patrona, la reina y la madre de León y va a pasar dentro de unos instantes por delante de la casa y por delante del fotógrafo.

Otros tres elementos más te señalo a lo largo de esta banda: Mira esos tres hombres subidos no se sabe a dónde, desde luego no a la baca del autobús como podría parecer al primer golpe de vista. Míralos.. Hacen el saludo obligatorio con la mano extendida. En la dirección por la que viene la Virgen del Camino. Observa ese saludo: El brazo derecho recto, formando con la cabeza un ángulo de unos 45 grados. La palma de la mano rígida, hacia el suelo. Aunque los tres hombres no las miran, tres banderas se alzan muy próximas a ellos. Las banderas se alzan pero no ondean, se conoce que no corre una gota de aire. Si nos fijamos bien, también parecen inmóviles las ramas y las hojas de los álamos. Todo hace indicar que es un tiempo seco, sin agua y sin viento. Un tiempo de esos que, desde tiempos inmemoriales, aconsejan a cabildos y autoridades que hay que sacar a pasear vírgenes y santos ad petendam pluviam y a salvar sembraduras. Estas procesiones se hacían toda la vida de Dios entre San Marcos y San Isidro, fechas cruciales para las cosechas, y ahora que se estaban restaurando con rigor todas las tradiciones viejas de la Castilla Vieja, podemos apostar que ésta traída de la Virgen a León tenía lugar entre últimos de abril y mediados de mayo. Por ahora.

De las tres banderas, adivino que la más oscura  pertenece a la Falange Española y de las JONS que solía ser negra y roja; estos dos colores se suelen fundir en uno solo en las fotos en blanco y negro. La bandera del centro parece ser la que desde hace dos años escasos es obligatoria en toda la parte de España que llaman liberada, ya puedes imaginar, querido amigo, que todavía hay otra parte del mismo país, esclava o no sé cómo llamarla, en la zona del bajo Ebro, Madrid y Valencia. Esa parte de España, presa todavía, alza como suya la bandera de España que también ondeaba en León hasta hace poco más de 21 meses. Una bandera de tres colores, que si alguien en la foto la viera ahora en algún lugar, correría a arrancarla y pegarle unas leches a quien la portara.

Otra bandera muy clara, a la izquierda, no sabemos a qué institución representa. Josemari Cortés, entre las pistas que me ha facilitado para interpretar lo más correctamente posible lo que se ve, me apunta que esta enseña pudiera representar alguna organización o cofradía mariana: Pueden ser las hijas de María, pienso yo, las adoradoras perpetuas, las esclavas rendidas a la devoción sin fin…Una cruz grande y varios faroles y lámparas alzados se ven entre el saludo de los tres hombres destacados y lo que viene siendo la Virgen.

En la tercera banda, cuyo límite trazo por debajo de la baca del autobús y de la cúpula de las andas de la Virgen, se acumula muy nutrida información. El letrero de su lateral derecho indica que la empresa Fernández  tenía destinado este autobús a la línea León-Villafranca. Se supone que Villafranca es la del Bierzo, no hay otra. Se supone que a este autobús se subían o se bajaban viajeros en Astorga, Ponferrada y muchos otros pueblos intermedios. En Cacabelos, donde todavía le faltaban 11 años para nacer a un compañero mío este autobús tenía unas cocheras. El muchacho de Cacabelos me fue próximo y amigo en 1961 pero ni su nombre ni su semblante recuerdo, solo recuerdo el nombre del pueblo.

Este autobús procedente de Villafranca del Bierzo se ve que acaba de llegar a León. Se ve que la foto le sorprendió de improviso. Mira la puerta abierta, la luz de la mañana espejeando sobre el cristal oblicuo de esa puerta por la que acaban de salir algunas personas con prisa por estirar las piernas y el brazo. Mira cómo levantan la mano. Pero, como te digo, el autobús de Fernández acaba de llegar: todavía conserva gente en su interior, que no se ha apeado y está mirando por las ventanillas, no sé si, acaso, saludando con la mano derecha como los demás.

Estos coches de línea, lo sabes igual que yo mi querido compañero, se arrancaban con una manivela desde la parte delantera y de vez en cuando había que levantar la tapa del motor para echar agua. Si te ponías cerca cuando el chófer y el cobrador hacían esa operación, podías oír el agua hervir mientras entraba por el tubo recalentado y veías salir un intenso vapor. Seguramente hay un orificio  donde se mete la manivela para arrancar el motor, lo tapa la gente. Pero mira, desde ese punto y la Virgen, mira qué fila tan compactada de personas de ambos sexos con la mano levantada saludando de la misma manera obligatoria. Te comento, ese saludo se lleva ahora mucho aquí, en Italia y en Alemania, es la moda.

A dos pasos delante del autobús, vemos una fila de mujeres con velo, llevando velas encendidas en la mano izquierda. Las velas son largas. La tercera mujer lleva también un libro apretándolo sobre el pecho izquierdo. Seguramente es un devocionario.  Estos devocionarios de tapas negras empiezan a reeditarse ahora, que ha habido ahí unos años en los que escaseaban. Mejor ni acordarse. A la moza siguiente, que si viviera todavía andaría por los 101 o 102 años, casi la despeina la bandera de la Falange, pero por el gesto que pone parece que le da igual.

Ahora vemos a los que portan las banderas. El que lleva la de Falange parece un paramilitar de esa organización. La bandera de la Nueva España no nos deja ver la figura del portador. El soldado o miliciano con la bandera clara lleva boina requeté, camisa desabrochada, pecho ufano y capote militar. Detrás de los faroles y farolas que vimos antes apuntar, una buena colección de clérigos caminan y cantan a la vez. Creo que son latines lo que cantan, porque no ves ni a un solo feligrés que les acompañe, pese a la evidente actitud proactiva de la concurrencia, proclive al culto. A la gente se la ve que pone más fervor y devoción al saludo con las manos que a la oración vocal o al canto, pese a que todos ellos recuerdan me imagino que el que canta, dos veces ora, de eso no han podido olvidarse supongo.

Lo cierto es que las dos orillas formadas por gente, entre las cuales transcurre el río de autoridades, clero y Virgen, se deshacen en saludos con los brazos, no en plegarias. Ni en canticos. Brazos encrespados se siguen viendo acumulándose hasta donde está la Virgen dolorosa, con su hijo muerto entre sus brazos.  Quizá muchos saludos son por miedo y prevención.  1938, la primavera. La muerte había llevado y está llevándoles hijos e hijas a muchísimas madres. De las madres que aparecen en la foto -aparte de la que viene en andas- no sabría yo decir a cuántas les han matado algún hijo. No veo a ninguna mujer en la foto levantando la mano, seguro que las hay también.

En la banda inferior de la foto la más próxima a nosotros, las personas se comportan de forma heterogénea.  Unas de manera idéntica a las anteriores, otras de forma diferente. Unos levantan la mano, otros no. Distingo a un hombre que me mira con excesiva concentración. No me fío de él. Es un joven bien peinado, raya a la izquierda, cuello perfilado y terso. ¿Qué anda buscando con esa mirada descarada, retadora, asustada tal vez? La mano ostentosa que se destaca sobre la negrura de las mujeres enlutadas ¿es la de él, la de ese joven, o es la de algún otro camarada al que tapa?

Fijaos en la tristeza negra de esas cuatro mujeres en la banda inferior de la foto a mano izquierda, abajo. Ved en detalle los hombres mudados, de fiesta, con los botones del cuello de las camisas blancas rigurosamente abrochados sobre la flaca nuez. Mira ese paisano que no se quita la gorra. Algunos nos miran a nosotros a los ojos con ojos tristes. Hay uno, mírale, no sé quién será, que me parece un pobre desorientado, es una época como para estarlo. Mira ese matrimonio pudiente, la señora con abrigo, el señor con corbata. Son burgueses de León, de esos a los que con toda seguridad les ha ido bien en los últimos años. Vienen a implorar la lluvia para el campo y llevan dos paraguas a falta de uno. Hubo veces en la historia  de la Virgen del Camino, tal era el poder de la santa imagen, que la lluvia sorprendía a la procesión aún antes de concluir las rogativas.

Estos dos son de los que ganan siempre, porque son previsores, ordenados, tienen en cuenta los pros y los contras, están preparados por si pintan bastos o pintan copas. Los dos saben mirar a la vez para el mismo sitio duplicando fuerzas. Y ya se van los dos. Se ve que han adorado ya a la veneranda imagen al pasar por Trobajo. O si no es eso, será que quieren adelantarse a toda la comitiva buscando un buen sitio para cuando llegue a la catedral.

Se ha hecho un vacío de gente a su alrededor, así que caminan también sin apretujones. Todo son ventajas. Incluso han esquivado esa piedra que hay en el suelo, con la que ya tampoco van a tropezar. .En el ángulo inferior de la derecha, ¿a dónde va esa muchacha apresurada con la espuerta? ¿Qué lleva en ella y para quién? ¿Y otra que viene detrás con idénticas trazas? Y el mozo con el cajón en los brazos, que apenas se insinúa en el ángulo derecho entre las dos muchachas  ¿qué lleva? ¿Qué ofrece? ¿Qué vende? Tabaco, me dicen unos; escapularios, estampas, me dice otro. Condones, no.

Junto al indicador bidireccional hay unos niños. Por su edad, bien podrían convertirse el día de mañana en progenitores de algunos de mis compañeros de estudios y preces en la casa nueva de esa Virgen tan bien recibida y saludada en la foto. Pues incluso esos niños de la esquina es casi seguro que ya son difuntos, así como te lo digo.

El indicador de la esquina inferior derecha nada nos indica. Amplíes la foto como la amplíes no lo lograrás leer, no busques pistas en él. No sabemos exactamente por lo tanto en qué punto del recorrido nos hallamos. No sabemos –aunque lo sabríamos, si nuestros casi siempre participativos lectores nos lo dijeran- qué hay ahora mismo dónde está esa casa, que yo creo que ya no existe. Si los que lo saben, lo dijeran, que entre todos lo sabemos todo. A mí me parece que la dulce y sufriente Virgen María ha dejado ya atrás Trobajo del Camino y encamina ahora sus pasos hacia la entrada a León. Precisamente por el puente de San Marcos. Como me precisa Josemari, ese es el punto probable, porque es donde le cambian el manto y todavía en la foto no se lo han cambiado.

Camina la Virgen pura entre falangistas. Manuel Fraga Iribarne todavía tiene 16 años y le quedan muchos para hacerse falangista y quitarse. Cuando la foto, todavía le faltaba uno para empezar sus estudios en la Universidad de Santiago, desechada ya la idea de ingresar en los benedictinos de Samos. Pero más de veinte, todavía le faltaban más de veinte, para convertir ese San Marcos por delante del cual va a pasar la Santísima Virgen dentro de nada en el moderno parador turístico nacional que ahora es, perteneciente a la red pública presidida y administrada de forma única por la exmujer de Rodrigo Rato desde hace un par de años ahora cuando escribo. Yo estuve en el Parador una noche con Julio Correas, Javier del Vigo y Mariano Estrada, no sé si conoces.

Pero en esta primavera de 1938 habrá sequía de agua, no la hay de sangre. Ahora, cuando la Virgen Dolorosa pase por delante de San Marcos con su hijo muerto en brazos, aclamada por la Falange, San Marcos es un amasijo infecto de españoles presos, famélicos y torturados. San Marcos es un campo de concentración, uno de los más grandes, crueles y terribles de los muchos que hay en la España liberada.  30.000 personas se calcula que llevan desfilando por aquí desde que el año pasado cayó Asturias.

Cuando la Virgen María pase por delante de San Marcos, tengo toda la seguridad de que sabrá que varios padres, abuelos o familiares de los que en los años sesenta fueron compañeros míos, están ahí adentro sufriendo las penalidades más grandes y más crueles. En la Sala Tercera, de horrible memoria. En la Cueva, en el Museo, en el Picadero, en el Patio, sobre todo en el Patio, donde a la tortura de los torturadores se une la tortura del hielo, la nieve, la intemperie y dentro de nada, el calor asfixiante sin remedio. En  la Carbonera, que tiene las dimensiones de una habitación pequeña, se tienen que amontonar cincuenta hombres para tratar de echar una cabezada.

Cuando dentro de diez avemarías pase por allí la Virgen que lo ve todo y sabe lo malito que tú eres, no podrá desviar su mirada de madera polícroma ni su rígido cuello tallado hacia aquellos internos. Pasará sin verlos, no la dejarán mirar.

Tú sabes como yo la tonadilla de Sara Montiel “Mala entraña”: “Mira niño que la virgen lo ve todo y que sabe lo malito que tú eres”…“Que lo que haces tú conmigo es casi un crimen”. 

Aunque ahora no lo encuentro, no recuerdo cuándo ni a santo de qué lo escribí, sé que en este blog yo ya había escrito antes esto de San Marcos. Un lugar por el que hemos pasado en silencio todos nosotros, leoneses y no leoneses durante toda la vida. Sin mirar como por otros muchos sitios de igual fario. El silencio lo rompió Victoriano Crémer en su “Libro de San Marcos”, cuya lectura te aconsejo después de ver como prólogo esta oportuna fotografía. Yo hoy, cuando le cambien el manto y pasemos el puente, voy a pasar en silencio también por ahí, con la Virgen del Camino, detrás de ella, para no ser confundido. Y ya me callo.

Isidro Cícero

EL VERANO DEL ÁLBUM (por Maxi Trapero)

EL VERANO DEL ÁLBUM (por Maxi Trapero)

Hace unos días, Joaquín Urbano me envió este correo.

El pasado 30 de diciembre se publica en el blog una reseña extraordinaria del "álbum de la fotos", suscrita por Maximiamo Trapero. Con toda seguridad, puesto que así me pasó a mi, por la fecha de su emisión, la mayoría de nosotros no la leímos o la premura y exigencias de esos días no nos permitieron valorarla y comentarla. Es una disertación magnífica, jugosa y amena, que pone en valor todo el esfuerzo, toda la vida y todos los personajes que entroncan aquellos años de nuestra infancia-adolescencia. Merece muy mucho la pena leerlo y, a quien le apetezca, comentar lo que le plazca.

Un abrazo. Joaquín Urbano.

P.D. José Mari, pienso que si lo estimas oportuno, reproduzcas nuevamente en el Blog el comentario de Maxi Trapero. Gracias.

 


 

Hago caso a Joaquín, creo acertada su indicación, y vuelvo a dejaros el comentario de Maxi Trapero a mi petición de crónica o crítica sobre EL ÁLBUM DE LAS FOTOS.

 


 

Si alguien me pidiese un resumen de lo que hemos hecho durante este año 2014 el grupo de antiguos compañeros de la Virgen del Camino, sin duda, y en primer lugar, destacaría la edición del tercer volúmen de la colección el Tomillar "EL ÁLBUM DE LAS FOTOS".

Creo que es un buen equipaje con el que viajar hacia el  nuevo año.

Yo lo definiría como "El año del ÁLBUM". Buena cosecha.

El día que entregué a mi querido Maxi Trapero su ejemplar del ALBUM DE LAS FOTOS le pedí que me contase su primera impresión, su parecer y comentario, objetivos y desapasionados. Aquí os los dejo.

 

 


 

Querido Josemari:

No voy a repetirte aquí las cosas que digo sobre el libro de mi verano, de tan estupenda lectura como estupendo ha sido el largo verano. Aquí te adjunto el texto, y de él puedes hacer lo que mejor creas, publicarlo entero o reducido. Tú me pediste cuando me entregaste el libro que escribiera algo sobre él y así lo he hecho, por cumplir "la orden" y porque me apetecía mucho explicitar la gran satisfacción de su lectura. 

Un fuerte abrazo, 

Maxi Trapero, curso del 56

 


 

El verano de El Álbum

 Hay veranos que se recuerdan por los libros que se han leído. Eso al menos me pasa a mí. No todos, claro, pero sí aquellos en los que esos libros ocupan espacios largos, despiertan emociones intensas y dejan memoria perdurable. Recuerdo, por ejemplo, que el verano de 1968 fue el de Cien años de soledad. Vivía yo entonces en Tenerife, estaba terminando la carrera de Filología y el profesor de Literatura Hispanoamericana nos lo había recomendado fervientemente. Y me marcó, cómo no: aquel verano de 1968 estará marcado para siempre en mi memoria por un libro memorable. Otro fue el de 1985. Vivía ya en Las Palmas y la playa de las Canteras se había convertido en el lugar ideal para la lectura en las largas tardes del mes de agosto y primeros días de septiembre: aquel fue el verano de La Ilíada y de La Odisea. Tarde llegué yo a esos dos libros fundamentales, que no he dejado de releer desde entonces, pero las lecturas llegan en el momento oportuno, ni antes ni después, cuando la predisposición está en el momento justo de sacarles el máximo provecho. Otro verano inolvidable fue el de 2009, vinculado para siempre a un libro que todos conocéis, La vendedora de globos, que me deslumbró, claro, hasta el punto de que de inmediato escribí a su autor, a un para mi entonces desconocido Isidro Cicero, diciéndole que hacía mucho tiempo que no paladeaba yo la escritura con tal gusto, con tanto provecho; me deshice en elogios, pero no vanos ni gratuitos, sino bien argumentados, como todos vosotros lo habéis hecho también. Tarde llegué yo al conocimiento de la asociación de Antiguos Alumnos Dominicos, alejado como estaba en Canarias y desconectado del todo con la celebración del 50 aniversario del colegio de La Virgen del Camino. Quien me dio la primera noticia de todo aquello fue Daniel Orden Santamarta, nacido en mi mismo pueblo, y conocí entonces el bendito “tinglao” del blog de Josemari, y por él todo lo que ha venido después, que es mucho y bueno.

 

Este verano del 2014 yo lo recordaré por un libro-álbum: El álbum de las fotos de los Antiguos Alumnos Dominicos. Me lo entregó Josemari Cortés un día de mediados de agosto en el Hostal San Marcos de León, aprovechando mi estancia vacacional en mi pueblo. Lo miré, lo pesé, que pesa lo suyo, lo hojeé con fruición, hoja por hoja, al principio atropelladamente, queriéndolo aprehender todo de inmediato. No pude, claro: tan grande y tan denso es. Buscaba momentos despistados de mi tiempo y volvía y volvía sobre las fotos, antes de empezar a leer, en serio y de seguido, los textos. Y así acabaron mis vacaciones en Gusendos, pero el libro me acompañó después a Lanzarote, también a la isla de El Hierro, la más pequeña y desconocida de las Canarias, y continué con su lectura en las tardes lánguidas y lentas de Las Canteras en Las Palmas. En todos esos sitios leí capítulos sueltos, pausadamente, recreando una memoria que se iba enriqueciendo de nostalgia y de bienestar. Mas ni siquiera en ellos me llegó el tiempo para acabar con su lectura, de suerte que ha tenido que llegar el otoño para llegar yo al largo, documentadísimo y original colofón de Lalo Mayo. Mejor. Confieso que lo he leído todo, pero todo. Y confieso que he vuelto a vivir. Un verano que se ha excedido del calendario porque este libro no cabía en él.

 

Gracias, Josemari y Lalo. Mil gracias. ¡Qué gran libro habéis hecho! ¡Y qué inmensa gratitud os debemos! En una ocasión anterior había dicho yo que admirable y digna de toda alabanza era la labor de Lalo Fernández Mayo, que lograba libros bien hechos y bellos, siendo tan difíciles de hacer, y con los mínimos medios económicos además, pero que no se me ocultaba que antes-en-y-después estaba también la mano de Josemari y su labor recopiladora, coordinadora, animadora... Y vuelven a demostrarlo ahora en este tercer libro de la Colección Tomillar de una manera más rotunda y plena. ¡Qué difícil meter mil fotos en un libro -qué número tan redondo-, cada una con su comentario pertinente, cada una en el epígrafe que le corresponde! ¡Y qué sabia organización de los contenidos en esos 11 capítulos que nos hablan de todo lo que en aquel colegio de nuestras infancias y primeros años de juventud pasaba! Ahí está todo. Bueno, todo no, porque ningún libro puede contener el universo entero, complejísimo y cambiante de dos o tres generaciones de niños que se hicieron hombres.

 

¡Y cómo Josemari y Lalo han logrado atraer la atención y la opinión de nombres que estaban dispersos en profesiones y lugares lo más dispares durante más de 50 años! Y sus voces se han juntado para recrearnos un panorama de vida que reconocemos como propio, porque propio nuestro fue. Claro que me gustaría destacar determinados textos que a mí particularmente me han gustado y conmovido de manera especial, pero clamarían por la injusticia cometida los nombres silenciados, porque ninguno sobra ni menos desmerece del tono extraordinario que la escritura de este libro tiene. Con los recuerdos de unos y los relatos de otros he recreado yo mi propia memoria olvidada. Y he vuelto a vivir. A sobrevivir como dice un antiguo alumno en un largo texto que me ha impresionado. Porque no es lo mismo memoria que recuerdo: la memoria es solo cosa de la inteligencia, mientras que el recuerdo pasa por el corazón. Por eso se dice que recordar es volver a vivir. Con este libro se me han hecho presentes caras y acciones que tenía perdidas, en el desván de la memoria, en la papelera de reciclaje que algunos dicen. “Fármaco de la memoria” dijo Platón que llegaría a ser la escritura. Y bien que Lalo y Josemari nos han hecho una memoria de papel con este libro impagable. Lalo y Josemari y todos los otros nombres que aparecen en el índice como autores de algún texto. Y aun también los que solo aparecen en fotografía, que ya se sabe que cada una habla por mil palabras.

 

¿Cuántos nombres aparecen firmando los textos de este libro, bien sean los largos o los medianos, o los simples pero enjundiosos pies de fotos? 147 he contado yo, cierto que algunos repetidos. ¿Y qué porcentaje representa ese número frente al conjunto de los 2.403 alumnos que según suman las relaciones de cursos pasaron por La Virgen del Camino? Poco importa eso. Más me preocupa el número de alumnos que aún no se han enterado de la existencia del blog ni de la existencia de estos tres libros del Tomillar que retratan y recrean un periodo fundamental de nuestras vidas. Por supuesto que respeto a quienes sabiéndolo no han querido acercarse a esta fuente riquísima de emociones (y los hay, me consta), pero lamento que haya todavía, después de 7 años de blog (eso dice la contraportada), personas que habiendo sido protagonistas de esta historia colectiva no sepan todavía que su historia personal está ya escrita, y muy bien escrita.

 

Recuerdo agradecido, satisfacción mayoritaria y orgullo recobrado son los tres pensamientos que sobresalen y se hacen más comunes en las valoraciones de nuestra estancia en el colegio de dominicos de La Virgen del Camino. Que sean estas tres las valoraciones, y que sean tan unánimemente repetidas, dice mucho de lo afortunados que fuimos. Disminuidos quedan los pecados y las fallas de algunos frailes, que los hubo, ya lo creo que los hubo, y los sinsabores y los recuerdos tristes de un sistema de una época hoy parecida imposible. Pero así nos fue. Y hoy, gracias a este libro, el periodo aquel de nuestras vidas, que vivía mortecino, recobra fortaleza y se erige en pilar fundamental sobre el que se asentó después la vida profesional de cada uno de nosotros. “¡Qué vívidos y extraños / se me muestran, desde esta edad madura / aquellos tiernos años...!”, repito yo con quien ha sabido poner en verso y en estrofas extrañamente clásicas el dulce recordar de nuestra infancia.    

 

Por lo que a mí respecta, diré que “me ha conmovido hasta la blandura” poner los ojos sobre estas mil fotos y leer estos textos que Josemari y Lalo han recopilado y nos han regalado con tanto beneficio. Y si no digo el nombre del autor de esta atinada expresión es porque todos saben o imaginan quien es, pues tan acostumbrados nos tiene a convertir el lenguaje en maravilla literaria. Pero sí diré que mereció la pena que el verano de este año llegara tarde y se prolongara en mi caso hasta más allá del comienzo del tardío. 

 

Maximiano Trapero

El verano de EL ÁLBUM

El verano de EL ÁLBUM

Si alguien me pidiese un resumen de lo que hemos hecho durante este año 2014 el grupo de antiguos compañeros de la Virgen del Camino, sin duda, y en primer lugar, destacaría la edición del tercer volúmen de la colección el Tomillar "EL ÁLBUM DE LAS FOTOS".

Creo que es un buen equipaje con el que viajar hacia el  nuevo año.

Yo lo definiría como "El año del ÁLBUM". Buena cosecha.

El día que entregué a mi querido Maxi Trapero su ejemplar del ALBUM DE LAS FOTOS le pedí que me contase su primera impresión, su parecer y comentario, objetivos y desapasionados. Aquí os los dejo.

 

 


 

Querido Josemari:

No voy a repetirte aquí las cosas que digo sobre el libro de mi verano, de tan estupenda lectura como estupendo ha sido el largo verano. Aquí te adjunto el texto, y de él puedes hacer lo que mejor creas, publicarlo entero o reducido. Tú me pediste cuando me entregaste el libro que escribiera algo sobre él y así lo he hecho, por cumplir "la orden" y porque me apetecía mucho explicitar la gran satisfacción de su lectura. 

Un fuerte abrazo, 

Maxi Trapero, curso del 56

 


 

El verano de El Álbum

 Hay veranos que se recuerdan por los libros que se han leído. Eso al menos me pasa a mí. No todos, claro, pero sí aquellos en los que esos libros ocupan espacios largos, despiertan emociones intensas y dejan memoria perdurable. Recuerdo, por ejemplo, que el verano de 1968 fue el de Cien años de soledad. Vivía yo entonces en Tenerife, estaba terminando la carrera de Filología y el profesor de Literatura Hispanoamericana nos lo había recomendado fervientemente. Y me marcó, cómo no: aquel verano de 1968 estará marcado para siempre en mi memoria por un libro memorable. Otro fue el de 1985. Vivía ya en Las Palmas y la playa de las Canteras se había convertido en el lugar ideal para la lectura en las largas tardes del mes de agosto y primeros días de septiembre: aquel fue el verano de La Ilíada y de La Odisea. Tarde llegué yo a esos dos libros fundamentales, que no he dejado de releer desde entonces, pero las lecturas llegan en el momento oportuno, ni antes ni después, cuando la predisposición está en el momento justo de sacarles el máximo provecho. Otro verano inolvidable fue el de 2009, vinculado para siempre a un libro que todos conocéis, La vendedora de globos, que me deslumbró, claro, hasta el punto de que de inmediato escribí a su autor, a un para mi entonces desconocido Isidro Cicero, diciéndole que hacía mucho tiempo que no paladeaba yo la escritura con tal gusto, con tanto provecho; me deshice en elogios, pero no vanos ni gratuitos, sino bien argumentados, como todos vosotros lo habéis hecho también. Tarde llegué yo al conocimiento de la asociación de Antiguos Alumnos Dominicos, alejado como estaba en Canarias y desconectado del todo con la celebración del 50 aniversario del colegio de La Virgen del Camino. Quien me dio la primera noticia de todo aquello fue Daniel Orden Santamarta, nacido en mi mismo pueblo, y conocí entonces el bendito “tinglao” del blog de Josemari, y por él todo lo que ha venido después, que es mucho y bueno.

 

Este verano del 2014 yo lo recordaré por un libro-álbum: El álbum de las fotos de los Antiguos Alumnos Dominicos. Me lo entregó Josemari Cortés un día de mediados de agosto en el Hostal San Marcos de León, aprovechando mi estancia vacacional en mi pueblo. Lo miré, lo pesé, que pesa lo suyo, lo hojeé con fruición, hoja por hoja, al principio atropelladamente, queriéndolo aprehender todo de inmediato. No pude, claro: tan grande y tan denso es. Buscaba momentos despistados de mi tiempo y volvía y volvía sobre las fotos, antes de empezar a leer, en serio y de seguido, los textos. Y así acabaron mis vacaciones en Gusendos, pero el libro me acompañó después a Lanzarote, también a la isla de El Hierro, la más pequeña y desconocida de las Canarias, y continué con su lectura en las tardes lánguidas y lentas de Las Canteras en Las Palmas. En todos esos sitios leí capítulos sueltos, pausadamente, recreando una memoria que se iba enriqueciendo de nostalgia y de bienestar. Mas ni siquiera en ellos me llegó el tiempo para acabar con su lectura, de suerte que ha tenido que llegar el otoño para llegar yo al largo, documentadísimo y original colofón de Lalo Mayo. Mejor. Confieso que lo he leído todo, pero todo. Y confieso que he vuelto a vivir. Un verano que se ha excedido del calendario porque este libro no cabía en él.

 

Gracias, Josemari y Lalo. Mil gracias. ¡Qué gran libro habéis hecho! ¡Y qué inmensa gratitud os debemos! En una ocasión anterior había dicho yo que admirable y digna de toda alabanza era la labor de Lalo Fernández Mayo, que lograba libros bien hechos y bellos, siendo tan difíciles de hacer, y con los mínimos medios económicos además, pero que no se me ocultaba que antes-en-y-después estaba también la mano de Josemari y su labor recopiladora, coordinadora, animadora... Y vuelven a demostrarlo ahora en este tercer libro de la Colección Tomillar de una manera más rotunda y plena. ¡Qué difícil meter mil fotos en un libro -qué número tan redondo-, cada una con su comentario pertinente, cada una en el epígrafe que le corresponde! ¡Y qué sabia organización de los contenidos en esos 11 capítulos que nos hablan de todo lo que en aquel colegio de nuestras infancias y primeros años de juventud pasaba! Ahí está todo. Bueno, todo no, porque ningún libro puede contener el universo entero, complejísimo y cambiante de dos o tres generaciones de niños que se hicieron hombres.

 

¡Y cómo Josemari y Lalo han logrado atraer la atención y la opinión de nombres que estaban dispersos en profesiones y lugares lo más dispares durante más de 50 años! Y sus voces se han juntado para recrearnos un panorama de vida que reconocemos como propio, porque propio nuestro fue. Claro que me gustaría destacar determinados textos que a mí particularmente me han gustado y conmovido de manera especial, pero clamarían por la injusticia cometida los nombres silenciados, porque ninguno sobra ni menos desmerece del tono extraordinario que la escritura de este libro tiene. Con los recuerdos de unos y los relatos de otros he recreado yo mi propia memoria olvidada. Y he vuelto a vivir. A sobrevivir como dice un antiguo alumno en un largo texto que me ha impresionado. Porque no es lo mismo memoria que recuerdo: la memoria es solo cosa de la inteligencia, mientras que el recuerdo pasa por el corazón. Por eso se dice que recordar es volver a vivir. Con este libro se me han hecho presentes caras y acciones que tenía perdidas, en el desván de la memoria, en la papelera de reciclaje que algunos dicen. “Fármaco de la memoria” dijo Platón que llegaría a ser la escritura. Y bien que Lalo y Josemari nos han hecho una memoria de papel con este libro impagable. Lalo y Josemari y todos los otros nombres que aparecen en el índice como autores de algún texto. Y aun también los que solo aparecen en fotografía, que ya se sabe que cada una habla por mil palabras.

 

¿Cuántos nombres aparecen firmando los textos de este libro, bien sean los largos o los medianos, o los simples pero enjundiosos pies de fotos? 147 he contado yo, cierto que algunos repetidos. ¿Y qué porcentaje representa ese número frente al conjunto de los 2.403 alumnos que según suman las relaciones de cursos pasaron por La Virgen del Camino? Poco importa eso. Más me preocupa el número de alumnos que aún no se han enterado de la existencia del blog ni de la existencia de estos tres libros del Tomillar que retratan y recrean un periodo fundamental de nuestras vidas. Por supuesto que respeto a quienes sabiéndolo no han querido acercarse a esta fuente riquísima de emociones (y los hay, me consta), pero lamento que haya todavía, después de 7 años de blog (eso dice la contraportada), personas que habiendo sido protagonistas de esta historia colectiva no sepan todavía que su historia personal está ya escrita, y muy bien escrita.

 

Recuerdo agradecido, satisfacción mayoritaria y orgullo recobrado son los tres pensamientos que sobresalen y se hacen más comunes en las valoraciones de nuestra estancia en el colegio de dominicos de La Virgen del Camino. Que sean estas tres las valoraciones, y que sean tan unánimemente repetidas, dice mucho de lo afortunados que fuimos. Disminuidos quedan los pecados y las fallas de algunos frailes, que los hubo, ya lo creo que los hubo, y los sinsabores y los recuerdos tristes de un sistema de una época hoy parecida imposible. Pero así nos fue. Y hoy, gracias a este libro, el periodo aquel de nuestras vidas, que vivía mortecino, recobra fortaleza y se erige en pilar fundamental sobre el que se asentó después la vida profesional de cada uno de nosotros. “¡Qué vívidos y extraños / se me muestran, desde esta edad madura / aquellos tiernos años...!”, repito yo con quien ha sabido poner en verso y en estrofas extrañamente clásicas el dulce recordar de nuestra infancia.    

 

Por lo que a mí respecta, diré que “me ha conmovido hasta la blandura” poner los ojos sobre estas mil fotos y leer estos textos que Josemari y Lalo han recopilado y nos han regalado con tanto beneficio. Y si no digo el nombre del autor de esta atinada expresión es porque todos saben o imaginan quien es, pues tan acostumbrados nos tiene a convertir el lenguaje en maravilla literaria. Pero sí diré que mereció la pena que el verano de este año llegara tarde y se prolongara en mi caso hasta más allá del comienzo del tardío. 

 

Maximiano Trapero

1975 - ÚLTIMA MIRADA AL COLEGIO

1975 - ÚLTIMA MIRADA AL COLEGIO

Siempre es una delicia y un lujo leer a Luis Carrizo. Y le he comprometido a que nos comente esta fotografia que me envió, hace ya días, el compañero Gabriel Navarro.

Pero Luis me pone una condición que escrupulosamente cumplo: Sí te pediría que no lo cuelgues el mismo día que se juegue la final del Mundial, por no restarle público; al Mundial, claro...

La fotografía la titula Gabriel como “1975 - Última mirada al colegio (hasta siempre), tres años vividos y sentidos”.

Doble lujo, la fotografía y el relato de Luis.

Gracias a ambos.

 


 

 

Tú me pides, querido Cortés, que me despoje del chándal y salte ahora al terreno de juego a comentar una fotografía intitulada “Última mirada al colegio (hasta siempre), tres años vividos y sentidos” y yo salto, porque a ti no sé negarte nada. Has de reconocer, no obstante, conmigo que, después del subidón de los Globos, el chute de los Cuadernos y el cuelgue del Álbum, va a costar mucho trabajo colocar este tema en el mercado de verano. No quiero decir que el asunto no tenga enjundia, no me malinterpretes; yo te estoy hablando solamente de la oportunidad de glosar otro fotograma (encore un, que diría el gran Argüeso) de este nuestro particular auto sacramental con la foto fija del colegio y el “Adiós Madre de mi vida” de banda musical. En fin, arrostraré el riesgo de que los lectores marquen como spam el escrito y al escribidor, y lo conllevaré con entereza y resignación cristiana, porque a mí, como declaraba, casi a gritos, aquel cura desde el púlpito, a humilde no me gana nadie.

 

Pero ¿qué es, a fin de cuentas, un blog de antiguos alumnos —me dirás tú— sino un río cuyo caudal se nutre, contumaz, de los recuerdos que quedaron tras tantas despedidas? Y ¿qué es un ex alumno —pienso ahora yo—, por definición y antes que nada, sino alguien que dejó el colegio y pagó el inevitable tributo de decir adiós, o hasta siempre, como hizo el compañero que nos está aportando la fotografía?

 

Por un momento, mientras contemplaba la imagen en cuestión, antes de hincarle el diente, llegué a considerar que el fotógrafo podría haber tomado la instantánea desde la otra parte de la verja, antes de salir del recinto del colegio, y haberla titulado Esta noche la libertad, ahora que están de vacaciones en la SGAE, o de cualquier otra forma que incluyese un “hola” en lugar de un “adiós”, ya que el reverso de una puerta que se cierra es siempre otra puerta que se abre, también siempre a nuevos sueños y a nuevos desconocidos paraísos. Pero enseguida recapacité y caí en la cuenta de que el enfoque de la foto era el apropiado, desde el momento en que —veníamos diciéndolo— este blog se alimenta de los recuerdos de aquellos años “vividos y sentidos” en la parte de dentro de la verja.  Y esto aún con mayor vehemencia en la medida en que quien más, quien menos hemos ido descubriendo, no sin desencanto, que los únicos paraísos que existían extramuros eran los muy prosaicos y pedestres paraísos fiscales. Hétenos, pues, aquí, navegando —solos o en bandada— a contrapelo de la corriente del tiempo, zambullidos en este río cuyas aguas, al contrario que las del Leteo, bebemos con delectación precisamente para recordar.

 

Se ha hablado mucho en este sitio de la formación, y de la deformación, que se impartió entre aquellas paredes, y que cada cual se llevó consigo, mundo adelante, según su leal saber y entender. Algunos, exhibiéndola, orgullosos, tatuada sobre el brazo, como el marinero de la copla; otros, archivada, sin mayores prevenciones, en algún rincón de la memoria, al alcance de dos clics para desempolvarla si llegara el caso; algunos pocos, tal vez enquistada en las entrañas (iba a decir como un tumor), igual que esos archivos que tenemos en el disco duro y que muestran el irritante mensaje “solo lectura, imposible eliminar”, cada vez que intentamos borrarlos.

 

Pensaba Pascal, hablando del saber, mucho antes de que llegase a La Virgen del Camino la primera hornada de niños con sus mentes támquam tábulas rasas, que las ciencias tienen dos extremos que se tocan: el primero, la ignorancia natural en que se encuentran todos los hombres al nacer. El otro, aquel a que llegan las almas grandes que, habiendo recorrido todo lo que los hombres pueden saber, llegan a la conclusión de que no saben nada, y se encuentran en esa misma ignorancia de donde partieron; pero es una docta ignorancia —matiza Pascal— que se conoce a sí misma. Y termina diciendo —y ojo al parche porque aquí está la madre del cordero— que aquellos que han salido de la ignorancia natural y no han podido llegar a la otra (aquí estoy yo incluido, ¡cagon Ros!, como dice mi hermano el de Gijón), tienen cierto barniz de suficiencia y van por ahí  dándoselas de entendidos, emitiendo juicios equivocados y revolviéndolo todo.

 

Este blog —sé Josemari que estabas intentado decírmelo desde hace un rato— no es solo un inmenso racimo de miradas al pasado, lo sé, sino también el ámbito de actualísimos y muy cordiales encuentros. Lo triste —y hay que decirlo igualmente, por si sirviese de conjuro— es que a los encuentros les sucede un poco como a esta fotografía que estamos comentando: que tienen un positivo, pero también un negativo. Y, a veces, muy a su pesar, y debido a las diferentes frecuencias de onda, de que hablaba Pascal, en que cada uno estamos emitiendo, algunos de esos pretendidos encuentros se convierten en algo muy parecido a un desencuentro. Así sucede, por decirlo en forma de metáfora, cuando coinciden en la misma mesa quien se borró del brazo el tatuaje  —como Melanie Griffith, despechada, se borró hace unos días el nombre de su ex— junto al que, tras haber vuelto sobre el contenido de aquellos archivos relegados al olvido, redescubre sus valores ocultos y hace ostentación de ellos, como los adolescentes la hacen ahora de sus calzoncillos (y perdóneseme la manera de señalar). Es agradable, en efecto, compartir la misma mesa, pero resulta, a la vez, un poco descorazonador (tampoco es cosa de desmelenarse) no poder compartir también el pan. ¿No era esa la definición de compañero?

 

Por lo que a mi respecta, querido Cortés, no hay cosa que más me desagrade que sorprenderme encaramado a cualquier tribuna (en ésta, por ejemplo) impartiendo justicia o pensándole terribles refutaciones a la cara a la gente; vicio en el cual, por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa, caigo más de setenta veces siete cada día. Puedo jurarte —y te agradecería que hicieses un enorme esfuerzo por creerlo— que estoy tratando de liberarme de todos los prejuicios (incluso de los juicios) en que he ido poco a poco encenagándome, porque descubrí demasiado tarde el consejo que daba el inglés, que es como Cela nombraba a Shakespeare cuando le convenía: jamás encierres tu alma en la prisión de tu pensamiento. Sé que solo arrancándome toda esta costra y todas estas escamas que llevo acumuladas sobre el corazón, podré, y podremos todos los que aspiramos a formar parte del grupo de los verdaderos sabios, reencontrar a nuestros antiguos maestros, y condiscípulos, y amigos; y hacernos, otra vez, reconocibles para ellos,

 

…que tenemos que hablar de muchas cosas

compañeros del alma, compañeros.

 

Luis Carrizo

 

TERCERA PARTE DEL SÉPTIMO LINGOTAZO

TERCERA PARTE DEL SÉPTIMO LINGOTAZO

TERCERA PARTE DEL SÉPTIMO  LINGOTAZO,  TERCERO DE LA VIRGEN DEL CAMINO DE GASEOSA ARMISÉN EN POLVOS Y TXORROTADA DE AGÜICA DE REGALIZ  EN BOTELLICA.-

 

Como os prometí  en el anterior lingotazo, hoy nos vamos de CLASES y ACADEMIAS con el PADRE PABLO HUARTE  y el PADRE FELIPE LANZ YOLDI.

Procedo, como siempre, a escanciar unos polvos en sobrecicos blancos y amarillos, en una concavidad cristalácea rebosante de pura agua cristalina de la fuente murmuradora del Jardín de Calisto y Meibea, (qué “fisno” y “deslicado” me ha quedado este párrafo), y en una “botellica” de agua de la misma procedencia y calidad,  regaliz diluido, para que antes de comenzar estas  CLASES Y ACADEMIAS, de allá por los años del 61 al 1965, inclusive, pegarnos como mandan los cánones, un largo LINGOTAZO DE GASEOSA ARMISÉN EN POLVOS y una abundante CHORROTADA DE  AGUA DE REGALIZ EN BOTELLICA,  para ponernos a tono y flipar, (como se dice ahora), o más bien  (como dirían algunos, antes) para disfrutar más que la rehostia en verso o más que un cuto en  un berzal.

Realizado el rito iniciático e introductor de estos  lingotazos, abro las PÁGINAS BLANCAS Y NEGRAS DOMINICANAS, y señalo en el LISTÍN APOSTÓLICO una dirección: CLASE DE LENGUA ESPAÑOLA, (a veces castellana), impartidas por el PADRE PA BLO HUARTE, 3º CURSO DE BACHILLERATO ELEMENTAL, en una de las acristaladas, luminosas y enceradas, (lo digo por lo de la pizarra, si me refiriera al suelo, en tal caso hubieran sido petroleadas por los tranvías). AULAS DE LA VIRGEN DEL CAMINO DE LEÓN.

Hoy ya no se dan estas clases de Lengua y Literatura, tan hermosas para mí, se suprimen  prácticamente todas las Humanidades y otras Ciencias. El Griego desparece y un marea verde envuelve todo, y casi volvemos a Wert, y a volwert, volwert a tus brazos otra Wert… a los antiguos años de reválida y la no igualdad de oportunidades y al clasismo, la subida de  tasas, redución de becas en la Enseñanza, por mor de no más fracasos escolares, dicen que para acceder al mundo  del trabajo y competir con el resto del mundo.

El señor Iribas, Consejero del Gobierno de Navarra dijo que en la formación profesional se iban a fomentar tres pilares: la robótica, la educación vial, (cosas que estoy de acuerdo)  y la identidad de Navarra, pero no dijo qué identidad, y… ¿nada más?... Se vuelve al centralismo, la uniformidad y la formación del espíritu nacional, los ricos y listos a un lado, los pobres y tontos al otro.

En esta desilustrada y reaccionaria ley desaparecen las asignaturas de pensamiento, se restringen las lenguas nacionales, se acusa a la D, modelo  D de terrorista y pederasta y se prima el Inglés, al paso que vamos empezaremos las clases rezando el Padre Nuestro en inglés. (Creo necesario aprender lenguas y el inglés, pero seamos conscientes de nuestra realidad y sentemos las bases para un buen aprendizaje de todas las lenguas cuidando las nuestras.) Me gustaría leer poesía y literatura en todos los idiomas. ¡Qué placer! Eso sí que es adecuar la enseñanza a los nuevos tiempos para acceder a un puesto de trabajo, no fomentando la estupidez. Al paso que vamos, sólo los de siempre podrán estudiar en igualdad de condiciones. Por lo menos, en aquellos tiempos, nuestros padres podían mandarnos a León, Villava y otros lugares de la geografía española, salvando las  distancias de los tiempos, intenciones y necesidades.

Dicen que hay que optimizar, racionalizar y adaptar los recursos a las nuevas eras. De momento ya se han adaptado a los nuevos tiempos y necesidades poniendo religión obligatoria y haciendo un plan de estudios economicista y retrógrado e involucionista. Viendo lo que se nos avecina, corrigen el Código Penal y elevan las multas para que nadie se mueva y revive exultante la LEY DE VAGOS Y MALEANTES. Todo Es punible en alto grado, hasta quitarse los mocos, sin permiso. Viendo  esto he pensado: ¿Qué multa nos hubiera caído por aquella rebelión en las aulas, de aquellos díscolos alumnos del 59 en clase de Inglés, (hoy estrella de las asignaturas), con la nueva Ley de Orden Público con un TOP revivido y coleante, teniendo en cuenta que ni arrojamos tartas, (pues antes de eso nos las hubiéramos comido, con el “jai” de dulce que había en aquellos tiempos)  y menos éramos terroristas?... WERT PARA CREER…

¿Dónde las Academias, Filosofías, el Arte, la Música, el Cine, la Radio, el Teatro, Pantalla. ¿Para qué la poesía, la ética, el deporte y el canto?: Menos pública y más privada—WERT PARA CREER… ¡Vaya culebrón que me he montado!

Después que ya me he soltado el rollo y he colocado mi apostilla socio-política un poco chorra de estos tiempos, me centro en las CLASES DE LENGUA DE 3º de aquellos tiempos, (vaya lata y monserga que os estoy dando con la dichosa clase) impartidas por el PADRE PABLO HUARTE.

Sería a finales de Agosto o a principios de Septiembre, los alumnos de los cursos de 1958 y 1959, del citado Colegio de Villava, partimos rumbo a la Virgen del Camino de León, (los navarros y todos los de los lugares vecinos y de paso), capitaneados por el PADRE PABLO HUARTE y algún otro fraile, que no se quedó, quizás el PADRE TORRELLAS. Viajamos hasta Vitoria y Bilbao y de allí por la Cornisa Cantábrica pasamos por Santoña, Laredo, San Vicente de la Barquera, Llanes, Covadonga, Gijón y Oviedo, como en aquellas interminables y maravillosas excursiones, a las que nuestros frailes nos tenían acostumbrados.

Llegamos muy tarde, en la noche clara y estrellada, como yo no había visto nunca, a un lugar sorprendentemente desconocido. A la mañana siguiente recibimos dos duros golpes en la retina. Una, negativa por el ocre y seco paisaje de aquella paramera desarbolada y roma y otro, positivo, debido a la grata impresión que nos producía aquel  luminoso, amplio, bien equipado y moderno COLEGIO, en el que íbamos a vivir: VIRGEN DEL CAMINO DE LEÓN.

Pero olvidémonos de eso y entremos en esta PÁGINA BLANCA Y NEGRA DEL LISTÍN DOMINICANO  y hagamos una llamada número, (por fin): CLASES DE LENGUA ESPAÑOLA DE TERCERO A LOS ALUMOS DEL GLORIOSO CURSO DEL 59. (Quizás gloriosísimo pero u poco parco en palabras e intervenciones en el blog. Salvo alguno como el presente que la pía en demasía).

Con el paso del tiempo nos fuimos adaptando, conociéndonos e integrándonos en el Colegio y en el paisaje con todos los compañeros y frailes que ya estaban en León. Y así comenzó el curso 1961-1962 y con ello las CLASES DE LENGUA ESPAÑOLA impartidas por el PADRE HUARTE,  que en principio, todo el mundo pensaba que venía para acompañarnos y quedarse en la Escuela Mayor con los alumnos venidos de VILLAVA, para hacernos más llevadero el cambio, pero no fue así, y sólo nos lo dejaron en  Clase de Lenguaje de Tercero y en la radio. Nos sentimos frustrados. La verdad es que siempre recordaré con verdadera ilusión y entusiasmo, aquellas  inolvidables clases de LENGUA ESPAÑOLA  DE TERCERO.

Antes de comenzar quiero hacer un inciso y tomar un traguico de GASEOSA ARMISEN, “mezclao” con un chorrico de REGALIZ EN BOTELLICA, para estar preparado y afinar la voz, para las lecturas y recitales en voz alta. Como siempre veo que esto se alarga y que esta clase del PADRE HUARTE se me dispara, por lo que retraso la de LITERATURA ESPAÑOLA del PADRE FELIPE PARA EL PRÓXIMO LINGOTAZO.

Rezado el Padre Nuestro de rigor, de pie y con devoción, nos colocamos y nos sentamos en la silla, acoplados junto al pupitre. Comienza las clases: ¡Abran los  libros!- dice el PADRE HUARTE. Sobre la mesa un libro con el siguiente título: GRAMÁTICA CASTELLANA, TOMO 1º, TOMO 2º, Curso de AMADO ALONSO GARCÍA y PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA.

Amado Alonso, nació en Lerín (Navarra), pueblo del famoso Conde de Lerín, del partido beaumontés, que propició la Conquista de Navarra por los castellanos,  más tarde dominios del Duque de Alba, pueblo de buenos y “cojonudos” espárragos vinos y pimientos y desde mi mente infantil, y con todos mis respetos, el de la canción que decía: “Al curica de Lerín, de Lerín. Se le ha roto el pantalón,  pantalón, y por .el butrejo, y por el butrejo se le asoma el mango el ajadón”. Discípulo de Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Lingüísticos de Madrid. Dio clases en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a García Lorca, Alberti, Dámaso Alonso, Dalí, Buñuel.

Amado dio cursos de español para extranjeros en la Institución Libre de la Enseñanza y fue profesor de Filología en el Centro de Estudios Históricos de Madrid. Allí conoció a una inglesa, llamada Joan Evans, que poco después sería su esposa. Joan era protestante. Amado viajó a Inglaterra para conocer a sus suegros, pero a éstos no les hizo ninguna gracia, que su hija se casará con un español y la desheredaron. En “La arboleda perdida”, Rafael Alberti, a instancias de Menéndez Pidal leyó unos poemas de “Marinero en tierra”, con esfuerzos tan briosos para pronunciar las elles sin su yeísmo andaluz, que lo colocaron en una situación grotesca. Al terminar su lectura, salieron al jardín y los estudiantes le felicitaron, Rafael añade: “Alguien muerto de risa me abrazó fuertemente, era Amado Alonso, joven filólogo navarro, encantador, franco y alegre con algo de pelotari. Me presentó a su novia, una inglesa espigada, la alumna más bella de aquel curso. Nos hicimos amigos, pero pronto dejé de verlo. Se marchó creo que a Inglaterra donde se caso con su hermosa discípula”

Fue compañero de Albornoz, Lapesa, Torres Navarro, Dámaso Alonso y alguno más. Marchó a Argentina, fue Director del Instituto Filológico de Argentina, donde apoyó a los exiliados, pasó, a Méjico, Estados Unidos, Harward, siempre como filólogo, donde murió. Amado fue compañero, repito, de Sánchez de Albornoz, Correa, Dámaso Alonso y como dije discípulo predilecto de Menéndez Pidal, quien temió el abandono de la Filología por Amado Alonso, pues en los primeros años de su estancia se enamoró de una pelotari, que jugaba en el Frontón Jai-Alai de la capital española.

Era estructuralista, y el libro con el que nos impartía clases el PADRE HUARTE era su Gramática. Tradujo a Ferdinand de Saussire, fue continuador de la labor de Andrés Bello en América, defensor y crítico de la Poesía de Pablo Neruda, Rubén Darío, Amado Nervo , Gabriela Mistral. Miguel Ángel Asturias , Icaza, aquel de: “No hay pena mayor que la de ser ciego en Granada” y otros escritores  americanos, así como de Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, con el que se reencontró en Nueva York. Era amigo del hermano de Federico y conversaba y paseaba a menudo con él.  Al principio yo creía que esta gramática de la Lengua Castellana era de unos de aquellos autores del régimen, de la época de Pemán,  o quizás de Ridruejo o Serrano Suñer, o de algún otro del gremio.

Una vez  ya salido del Colegio, descubrí que era  de un gran filólogo, y encima navarro, escrita en colaboración con un colega, dominicano.  Me di cuenta, cuando en Navarra y concretamente en Lerín, se instituyeron unos premios de investigación que llevan su nombre.

Nuestro libro de Lengua Castellana (Española), fue para mí una revolución, un maravilloso descubrimiento, enfocado desde un punto de vista totalmente nuevo, sobre todo después de haber recibido nuestras primeras enseñanzas de  Lengua con la Enciclopedia Álvarez, aunque en Villava ya había cambiado algo, en cuanto a libros de texto.

LA GRAMÁTICA CASTELLANA DE AMADO ALONSO Y PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA, EDITORIAL LOSADA, PRIMERA Y SEGUNDA PARTE. La pretensión de esta gramática era de que a través de unos textos y ejercicio y la historia de la Legua Castellana, Española, adquirir una información para “hablar y escribir el idioma conforme al mejor uso”.

Esta Gramática distingue  entre lengua general o lengua regional. Lengua culta o lengua del pueblo. Cree que hay que perfeccionar nuestro lenguaje con el lenguaje culto y al mismo tiempo con las diferentes formas regionales. Estudia la Lengua desde la Sintaxis, la Morfología, el Estudio del Léxico, Fonética, Ortología y Ortografía. En todas sus lecciones hace hincapié en estos apartados e intercala ejercicios prácticos de cada uno de ellos y dice que: “Una palabra cobra su sentido pleno sólo gracias al principio subordinador  y coordinador, para que el hablante la enganche con otras palabras…”

Recuerdo como el PADRE HUARTE nos explicaba que el nombre ya no era nombre y se llamaba sustantivo, que las oraciones se convertían en proposiciones subordinadas, principales o  copulativas, el artículo no era artículo sino determinante o modificador, el sujeto verbo o predicado eran más que una palabra y los complementos se convertían en objetos directos e indirectos. Todo eran estructuras y todo se iba convirtiendo en un árbol con muchas ramas lógicamente entrelazadas y comunicadas, creo que se llamaba diagrama o análisis arbóreo. Todo me parecía por arte de magia, como un mecano que se ensamblaba y surgían formas maravillosas.

De los textos que aparecen en la Gramática, en la codiciable compañía de André Bello, descriptiva y en su principio de autoridad idiomática presente en los textos “ingeniosos”, “distinguidos”, “más ilustres”, “grandes”, “principales” escritores hispano americanos o españoles, pues es la obra de todas las regiones, la que da el “mayor esplendor” al idioma. Gramática normativa, un sistema de reglas  y normas para escribir bien. Tocamos, como dije, la Sintaxis, la Morfología, Estudio del Léxico, la Fonética, la Ortología y Ortografía, la Historia de nuestra lengua , su Poética, lo versos , las estrofas, las figuras. Recuerdo las clases de Lengua Castellana, impartidas por el PADRE HUARTE, con sus dictados, sus pequeños diccionarios, las redacciones, declamaciones, los primeros versos, los primeros poemas. El autor de mi libro de GRAMÁTICA un  navarro: AMADO ALONSO, mi profesor otro navarro: PADRE HUARTE.

Para no alargarme más, ni desparramarme, ni apelotonarme, termino esta primera parte de mi LINGOTAZO, pidiendo disculpas por estas tan largas chorradas. Seguiré con las clases del PADRE HUARTE,  esperando no aburriros, para hablaros de nuestra lengua, tanto clásica y general, como regional y popular.

Espero que mi segunda parte no se convierta en tercera y sea más breve y ligera. Para aclararnos la boca y la mente tomemos un largo lingotazo de GASEOSA ARMISÉN y una chorrotada de AGUA DE REGALIZ EN BOTELLICA, con todas las especias exóticas  y hierbas aromáticas posibles, para que fluya la creación, la fantasía y la ilusión en el próximo lingotazo.

Espero no haberos molestado con mis opiniones, que son las mías y pediros disculpas por ellas y por mi largura.

Un fuerte abrazo para todos.

Javier Cirauqui

 

 

 

 

 

Segunda parte del séptimo lingotazo de javier

Segunda parte del séptimo lingotazo de javier

Esta 2ª Parte del 7º Lingotazo de Gaseosa Armisén en polvos y txorrotada de agüica de regaliz en botellica, lleva hibernando en el ordenador y en la sección borradores desde el 27 de febrero del 2013 a las 2,43, hora intempestiva de la madrugada, después de eso he escrito, bien es verdad, crónicas, pitxorradicas y otras cosas varias más, pero mis lingotazos los tenía un poco olvidados.


No se por qué razón me costaba retomar estos Lingotazos, pues se me antojaban faltos de interés y unas sinsorgadas y chuminadas de tomo y lomo. Quizás debido al último encuentro y a ciertos temas como el contacto con Eugenio, las explicaciones de Cicero sobre el Santuario y hasta la ubicación del ángel-pez sirena me han animado ha retomarlas. La verdad es que nunca había desistido de acabarlas. Además si no las saco reviento, pues se me enredan en la cabeza y me inundan el cerebro. (Exageración intencionada).


Así que allá van tal y como las dejé en su momento y continuadas en este tiempo hasta que las acabe tal como os las prometí. Ocho Lingotazos con sus varias partes, cuatro de Villava y cuatro de la Virgen del Camino, acabados en un epílogo con excursión incluida.


Seguiré narrando mis vivencias y recuerdos de la Virgen del Camino, como el niño y adolescente que fui y como yo lo viví, posiblemente idealizado por el transcurso del tiempo.


En el último artículo de Antonio Muñoz Molina, titulado "Las Tentaciones", dice: "En el prólogo a su excelente biografía de Marx, Jonathan Sperber dice que un historiador es alguien "dedicado a entender el pasado en sus propios términos, y cuidadoso de no juzgarlo según las concepciones del presente" Salvando las distancias así espero hacerlo y los verteré, en las mas pequeñas dosis que pueda y no se os atragante la gaseosa y el regaliz, que en principio son dos ingredientes muy digestivos. Espero no aburriros.



2ª PARTE DEL 7º LINGOTAZO DE GASEOSA ARMISÉN EN POLVOS Y TXORROTADAS DE AGÜICA DE REGALIZ EN BOTELLICA, 3º DE LA VIRGEN DEL CAMINO.
 
Escrita la primera parte de este 7º LINGOTAZO, comienzo esta SEGUNDA PARTE del 3º LINGOTAZO DE LA VIRGEN DEL CAMINO DE LEÓN.
 
Pasados los debates maratonianos, (fidelianos) del Parlamento de Navarra por la desaparición de la CAN y en el Parlamento de la Nación por EL DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN, OSEASE ESPAÑA, confieso que yo maté a Kennedy, a Franco (por que no pude y murió en su cama) y que soy el responsable de la desaparición de LA CAJA DE AHORROS DE NAVARRA y tengo la culpa, mea culpa, grandísima culpa de toda la CORRUPCIÓN Y MAMONEO y hasta de la CRISIS y de los 6.000.000 de PARADOS. XAVIERUS DIXIT.
 
Hecha esta declaración de principios y habiéndome quedado perdonado, tranquilo y aliviado, contrito, con firme propósito de la enmienda y de satisfacción de obras. Después de cumplida la penitencia de cuarenta avemarías y dieciocho padrenuestros, procedo a escanciar una sonora txorrotada de GASEOSA  ARMISEN, en vaso de tubo o en copa de bola o en vaso ancho y de culo gordo y al lado un txupito de agüita de regaliz en vaquerito o en copita de pitiminí, todo de un trago como mandan los cánones del bebercio txupitil, golpeando con el vasito sobre el mostrador o la mesa como si fuera un "matxakao" y os invito a que  procedáis a repetir esta ceremonia con ETXEKO PATXARANA  u ORUJO DE FINAS HIERBAS, blanco, rubio o acafetado.


Una vez realizado este rito tomamos nuestra GUÍA O LISTIN DE LAS PÁGINAS BLANCAS Y NEGRAS APOSTÓLICAS DOMINICANAS, las abro y retomo y llamo a esta dirección: CLASES Y ASIGNATURAS recibidas e impartidas en el Colegio, VIRGEN DEL CAMINO DE LEÓN y sigo, prosigo y continúo.
 
Hasta aquí había escrito hace meses y a  través de los días se han ido sucediendo numerosos acontecimientos: Bárcenas, Barcinas, las dietas, redietas, las financiación  de los partidos, los papeles del tesorero, los bancos, las cajas, los ordenadores, los discos duros  la Gurtel, Mata, infantes infantas, tesoreros y presidentes, políticos, acompañantes y un largo etcétera. Así  que visto lo visto y por si las moscas, retiro mi declaración de culpabilidad, y afirmo que soy inocente, no vaya a ser que se lo crean y a todos los exculpen menos a mí.

Ya que me he dado cuenta  que suceden fenómenos raros o paranormales como la no existencia del txapapote  y la aparición de sobres entre las piedras del Baluarte de San Bartolomé, a pocos metros de mi antiguo lugar de trabajo y tartas de merengue en órbita sobre nuestras cabezas, culpables y castigadas. Por si acaso me disculpo y tomo un largo lingotazo de Gaseosa Armisén y una abundante txorrotada de regaliz en botellica, para así paliar mi confusión y sofoco.            
 
En la primera parte de este 7º LINGOTAZO, me quedé analizando las CLASES Y LAS ASIGNATURAS Y dejados atrás el LATIN Y LAS MATEMÁTICAS, sigo con otras asignaturas y otras clases, prosigo con otros temas y otros recuerdos y continúo madejando y desmadejando la lana o el hilo interminable que nos llevaba del estudio a las clases y de las clases al estudio, con llamadas tímbricas, acompañadas con palmas de anuncio para formarlas.

En otro momento explicaré aquello de prietas las filas recias marciales, cuando estas filas y otras formaciones, me las impongan a toque enérgico de silbato. Continúo con las clase y asignaturas desde Tercero del BACHILLERATO UNIVERSITARIO, dividido en BACHILLER ELEMENTAL, con su consecuente, REVÁLIDA DE CUARTO y el BACHILLER SUPERIOR, con su inevitable REVÁLIDA DE SEXTO, con tribunal competente UNIVERSITARIO.
Antes de comenzar a detallar clases y asignaturas, quiero aclarar varias cosas, según veo en una fotografía del estudio, la pared trasera también tenía ventanas, tres ventanales estrechos y alargados en el lado derecho y cuatro ventanucos cuadrados en la parte superior de la izquierda y por lo visto los pupitres no se levantaban hacia arriba, parece ser, si no que tenían orificios tanto al frente como a los laterales. Este descubrimiento ha frustrado mi narración de la revista, por un fraile, del interior de mi pupitre, pero de lo que sí estoy seguro es que este cajón con orificios o sin ellos era una cochiquera, una leonera y por supuesto un cajón desastre encantador que guardaba mis secretos más íntimos  Cuando describo la fauna del erial o secarral entre el estudio y las clases he de añadir un luminoso inquilino, la luciérnaga, gusanico de luz o sapico de luz que en las noches del caluroso y tórrido verano alumbraban este lugar y el resto de campos de alrededor y en las noches oscuras y caliginosas se veían sus farolicos luminosos, como candiles encendidos entre la hierba, desde las ventanas de las camarillas. No puedo tampoco olvidar entre la fauna a las madreselvas y los vivos amarillos meacamas. También deciros que entre mis posibles profesores de Latín pudo estar el P. Marcelino.


Una vez aclarados estos puntos procedo a recorrer una a una las asignaturas y clases recibidas en aquellos años del bachiller universitario y comienzo con esta llamada en el LISTIN O GUÍA DE LAS PAGINAS DOMINICANAS Y APOSTOLICAS, EN BLANCO Y NEGRO EDITADAS y marco con mucho cariño esta que dice: LENGUA ESPAÑOLA DE 3º CURSO.

A mi siempre me ha gustado la Lengua Española y la Literatura y recuerdo aquellos textos, bastantes claros y limpios, que repasaban la Gramática, la Sintaxis, el nombre o sustantivo, los verbos, los adjetivos,calificativos, epítetos, las oraciones simples y compuestas, los vocabularios, la formación de las palabras, sintéticas, parasintéticas, silogismos, neologismos, sinónimos, derivados, antónimos, siglas, acrónimos como aquellos modernos, RENFE, (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles) TALGO (TREN ARTICULADO LIGERO GOICOECHEA ORIOL, FET de las JONS, (FALANGE ESPAÑOLA TRADICIONALISTA y de las JUNTAS DE OFENSIVA NACIONAL SINDICALISTA) ¡¡¡ Toma ya !!! , ¡¡¡ Qué miedo !!!  (partido único franquista).ONU (Organización de las Naciones Unidas) o aquellos históricos y antiguos como INRI (IESUS NAZARENUS REX IUDEORUN) o aquella funeraria de RIP (REQUIESCAT IN PACE). No confundir con los acrósticos.
Un poco antes de los acrónimos y la formación de las palabras figuraba a modo de prólogo un Poema de GERARDO DIEGO, titulado BRINDIS, del que sacaré una pequeña parte, y que decía así:
 
... Amigos:
dentro de unos días me veré rodeado de chicos,
de chicos torpes y listos,
y dóciles y ariscos....
...y les hablaré de versos y de hemistiquios,
y del Dante, y de Shakespeare, y de Moratín (hijo),
y de pluscuamperfectos y de participios,
y el uno bostezará y el otro me hará un guiño.
Y otro seguramente el más listo.
me pondrá un alias definitivo.
Y así pasarán cursos monótonos y prolijos.
Pero un día tendré un discípulo,
un verdadero discípulo,
y moldearé su alma de niño
y le haré hacerse nuevo y distinto,
distinto de mí y de todos: él mismo.
Y me guardará respeto y cariño......
 
Todas las lecciones de estos libros tanto el de Literatura como el de Lengua Castellana terminaban con algún comentario de texto de grandes escritores españoles,tanto en verso como en prosa, retazos de poesía, novela, teatro, que nos hacían leer, declamar o representar entre los que recuerdo, figuran:
 
ROMANCE ANÓNIMO
 
Abenamar, Abenamar
moro de la morería.
el día en que tu naciste
grandes señales había.
 
 
Caminaba el Conde Olinos
mañanitas de San Juan
mientras su caballo bebe,
el canta un dulce cantar
y las aves que venían se paraban a escuchar.
 
Recuerdo cómo me gustaban los romances españoles y leer y releer LA FLOR DE ROMANCES ESPAÑOLES de  DON RAMON MENENDEZ PIDAL al que siempre se contraponía a DON MARCELINO MENENDEZ PELAYO, el de los heterodoxos españoles, (pero no tan heterodoxos). Para alguno de nuestros profesores San Marcelino Menéndez Pelayo aunque no lo fuera tanto, de él  hablaré en otro momento, sobre todo de ortodoxos y heterodoxos, que alguno tanto repetía.
 
Luego venía nuestro inolvidable Antonio Machado, nacido en un patio de Sevilla donde florece el limonero.  
 
ANTONIO MACHADO.´
 
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol se mayo,
algunas hojas verdes le han salido...
 
¡Soria fría, Soria pura,
cabeza de Extremadura...
¡Colinas plateadas,
Grises alcores, cárdenas roquedas,
por donde traza el Duero,
su curva de ballesta...
 
Sin olvidarnos de las evocaciones a la Primavera, ahora que nos acercamos a ella: (esto era cuando lo escribí, no ahora que se nos acercan las  navidades): "Palacio buen amigo, está la primavera..." o "la primavera ha venido nadie sabe como ha sido" o los Complementarios: "el ojo que ves no es ojo por que lo veas, es ojo por que te ve, la saeta el cantar....siempre por desenclavar.
 
Luego venía nuestro radiante Maestro de Moguer, primero modernista y luego valedor de la poesía pura: "...vino primero pura, vestida de inocencia y la amé como un niño..." Su nombre siempre unido al de Zenobia Camprubí traductora de RABIDRANAT TAGORE, el de las cartas del rey.
 
JUAN RAMÓN JIMENEZ
 
Verde verderol
endulza la puesta del sol.
Palacio de encanto
el pinar tardío,
arrulla con llanto
la huida del río.
Allí el nido umbrío
tiene el verderol.
 
Novia del campo,amapola
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola,
¿te quieres casar conmigo?
 
Pero el libro que en aquellos tiempos me gustaba y leía y releía con entusiasmo, era Platero y yo . Según dice el poeta: "Este pequeño libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual la oreja de Platero, estaba escrita para... ¡qué se yo quien!... para quien  escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma.
¡Qué bien!
"Dondequiera que haya niños - dice Novalis - existe una edad de oro" Pues por esa edad de oro de los niños que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta, y se encuentra allí tan a gusto, que su mejor deseo sería no tener que abandonarla nunca.  ´
GARCÍA LORCA
 
Mi poeta  favorito, moreno de verde luna, del que me leí sus obras completas varias veces, amado por muchos y denostado por otros, a él aludiré más adelante.
 
El lagarto y la lagarta
con sus delantalicos blancos...
 
Huye luna luna luna,
si vinieran los gitanos
harían con tu corazón,
collares y anillos blancos...
 
...Y que me la llevé al río
pensando que era mozuela
pero tenía marío...
 
A las cinco de la tarde
Eran las cinco en punto de la tarde
 
La señorita del abanico
va por el puente
del ancho río.....
 
LOPE DE VEGA
 
Mi humano y divino Fénix de los Ingenios, "que comedias ciento, en horas veinticuatro pasaron de las musas al teatro"
 
Pobre barquilla mía,
sin velas desvelada
y entre las olas sola...
 
Un soneto me manda hacer Violante,
y en mi vida me he visto en tal aprieto,
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante....
 
Qué tengo yo que mi amistad procuras,
Qué interés se te sigue Jesús mío,
que a mi puerta cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno a escuras?...FRAY LUIS DE LEÓN
 
El de la música extremada, el del Beatus Ille de Horacio, el de decíamos ayer,, el de la diéresis en ruido, el de algún desencuentro con los  dominicos, el que nombraba a Cristo con variados nombres.
 
Qué descansada vida,
la del que huye del mundanal ruido (con diéresis)
y sigue la escondida senda
por donde se han ido
los  pocos sabios
que en el mundo han sido...
 
El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena,
la música extremada,
por vuestra sabia mano gobernada...
 
QUEVEDO.
 
El de los quevedos o anteojos, el misógino, el de los chistes, el moralista el del Domine Cabra:"Comed, comed que me huelgo en veros comer, el gran Quevedo. Al que yo siempre veía mirar por su celda de castigo, húmeda y cercana al río en San Marcos
´
No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente
silencio avises o amenaces miedo...
 
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba.....
 
GUSTAVO ADOLFO BECQUER
 
¿Quién de nosotros no ha suspirado con los versos de Becquer, quién no se ha enamorado con ellos, quién no ha recitado sus rimas y leído sus leyendas?
Volverán las oscuras golondrinas
en su balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán,
pero aquellas que el vuelo refrenabas
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres
esas.... no volverán.....
 
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa...
 
Solían comenzar estos ejemplos con el Poema del Mio Cid, de poblada barba blanca, Jorge Manrique, con sus coplas a la muerte de su padre, Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz con su Cántico Espiritual, La vida es sueño de Calderón etc. etc. El sí de las Niñas de Moratín, Venga usted mañana de LARRA. No me olvido de gente como Cervantes y el Quijote, ni de Góngora con Galatea "era del año la estación florida, Equis y Zeda, Ande yo caliente y ríase la gente, ni de Garcilaso, ni de Manrique de las Coplas, ni de tantos otros que saldrán en el siguiente lingotazo y hablaremos de la morcilla de Baltasar de Alcazar y "Con diez cañones por banda..." de Espronceda.


Como final un poema de JOSE MARIA Pemán, allí colocado por haber sido director del cotarro, un poema amable de sus cancioncillas que decía:
 
Soledad sabe una copla
que tiene, su mismo nombre
Soledad.
¿Que jardinerito loco
con sus tijeras de plata
le cortó al ciprés la punta
Soledad...Estos libros podían ser en un tiempo de Guillermo Díaz Plaja, Amado Alonso, Lázaro Carreter, de Editorial Santillana, Edelvives y S.M, (fundamentalmente).


El libro de Lenguaje era de Amado Alonso lingüista navarro, residente en Argentina  y era una excelente Gramática y sus ejemplos y trozos literarios estaban adaptados a los ejemplos de España
 Nació en Lerín Navarra), filólogo, lingüista y crítico literario, metodología del estructuralismo. Libro Gramática Castellana 1º y 2º curso. Editorial Losada.
El libro de Literatura era de  Guillermo Díaz Plaja, catalán de Barcelona, catedrático, primero republicano, luego colaborador del régimen y más tarde desubicado por Dionisio Ridruejo y Ruiz Jiménez.  Historiador Literatura, crítico literario, poeta y viajero. Su libro Historia de la Literatura, Editorial La Espiga, Barcelona.
 
Nuestros profesores de cada una de las asignaturas eran el P. Pablo Huarte de Lengua de 3º y el P. Felipe Lanz Yoldi de 5º de Literatura Española, los dos navarros. El P. Huarte nos acompañó desde Villava y todos teníamos la intención y la idea de que se quedaba con nosotros en la Escuela Mayor, pero se quedó en la escuela Menor y sólo nos dio Lengua de 3º. El P. Felipe ya estaba en la Virgen del Camino cuando llegamos los de Villava.
 
Termino y corto, porque como siempre, esto se ha alargado mogollón. Tengo la impresión de que la Gaseosa y el Regaliz me ponen de viaje y de vuelo y me hacen decir tonterías.

El próximo lingotazo nos iremos de clase y Academia con el Padre Huarte y el Padre Felipe.

Un largo lingotazo de Gaseosa Armisén y un una abundante txorrotada de regaliz en botellica, por haberme aguantado.
 
Un fuerte abrazo a todos, con mucho cariño y perdón por la turrada.

Javier Cirauqui

SAN JOSÉ OBRERO O SAN JOSÉ ARTESANO

SAN JOSÉ OBRERO O SAN JOSÉ ARTESANO

Javier Cirauqui, recientemente encumbrado con el nombramiento de "relator oficial de la Paramera" diserta sobre la pasada festividad de San José obrero.

En la fotografía que os dejo, podréis reconocer a Quique Muñiz (con una de sus muchas novias) en una de aquellas manifestaciones sindicales del primero de mayo en el estadio Bernabeu, primeros años 70, como componente del Orfeón leonés. 

Por cierto, hoy cumple 63 tacos Quique, a quien desde aquí felicito como un hermano que es.  ¡F E L I C I D A D E S!

En esta otra fotografía veréis a Quique, Pajarín y Froi Cortés debidamente ataviados con el traje regional.

 


 

 SAN JOSE OBRERO O SAN JOSÉ ARTESANO.
 
En principio iba ser una aclaración a la pregunta de Javivi en la entrada de Encuentro en la Virguería, despidiéndose en estas fiestas o puente del día de Mayo, diciendo que yo pudiera aclarar si eran de San José Obrero o San  Jose Artesano. Esperaba hacer un comentario breve y aunque no sea un lingotazo, se me ha convertido en un pelotazo. Disculpad.
 
San José Obrero fue una fiesta instituida por Pío XII el 1 de Mayo de 1955- como dijo el mismo PIO XII a los obreros reunidos aquel día en la Plaza de San Pedro- "...el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias " Fiesta 1 de Mayo.
 
Un escrito, en estos tiempos, de la Archidiócesis de Madrid escrito por Luis Martí Ballester dice:
 
JOSE OBRERO, MAYO 1, SANTO.
 
Se cristianizó una fiesta que había sido hasta el momento la ocasión anual del trabajador para manifestar sus reivindicaciones, su descontento y hasta sus anhelos. Fácilmente en las grandes ciudades se observaba un paro general y con no menos frecuencia, se podían observar las consecuencias sociales que lleva consigo la envidia, el odio y las bajas pasiones, repetidamente soliviantadas por los agitadores de turno.

En nuestro occidente se aprovechaba también este momento para lanzar reiteradas calumnias contra la iglesia, que era presentada como fuerza aliada o el enemigo de los trabajadores.


Fue después de la época de la industrialización cuando toma cuerpo la fiesta del trabajo. Las grandes masas han salido perjudicadas con el cambio y aparecen extensas masas de proletarios. También hay otros elementos que ayudan a echar leña al fuego al odio, la propaganda socialista-comunista de la lucha de clases..." Y así sigue por estos derroteros y en estos tiempos.
 
También he encontrado un jugoso y estupendo trabajo titulado: "El Primero de Mayo y su transformación en San José Artesano de Mª Dolores de la Calle Velasco, de la Universidad de Salamanca" del que, junto a mis recuerdos he extraído mucha información. Posiblemente sea un tontería desgranar estos recuerdos pasados, pero aquí van, por si queréis leerlos.
 
El primero de Mayo se celebraba en todo el mundo, como día de lucha y reivindicación de la Clase Obrera, como un decisión del Congreso Internacional Socialista y luego como homenaje a los Mártires de Chicago, muertos por reivindicar, entre otras cosas, las 40 horas.

Esta celebración del Día del Trabajador evoluciona con sucesivos cambios. En España también se celebraba, aunque fue abolido por la dictadura de Primo de Rivera. Se retoma en la República y se sepulta en  la guerra civil y reaparece en los años 50, transformada en la Fiesta de San José Obrero, llamada por algunos sectores eufemísticamente de San José Artesano., aún recuerdo aquellos dibujitos que salían en la Enciclopedia Álvarez, recordando fechas importantes, y en concreto los del día De San José trabajando en el banco de Carpintero y el Niño Jesús ayudándole y posiblemente, alguna palomita revoloteando la escena y en el texto se ensalzaba el trabajo y el ejemplo de San José.
 
Después de la guerra es suprimida  la Fiesta del 1º de Mayo por Decreto del 13 de Abril de 1937, y se prohíbe en el Fuero del Trabajo como fiesta, puesto que es de carácter "subversivo". Se traslada al 18 de Julio, la llamada Fiesta de Exaltación del Trabajo Nacional, vinculándola a la fecha fundacional del Glorioso Alzamiento, como reconstrucción de la patria y "la implantación de la justicia social verdadera y auténtica. "Día de la hermandad entre empresarios y obreros, de amor entre todos los hombres que laboran y producen".


Se instaura una conmemoración nueva nacional. Según ellos, el pueblo es el protagonista y una organización ritual, con desfile militar, actos del partido único, recepciones, desfiles del Frente de Juventudes y Sección Femenina y misas de campaña que se encargan al Ejército, a la FET JONS, a la Administración y a la Iglesia. El 18 de Julio, durante mucho tiempo, se nos pagaba la extraordinaria, en Navarra como gracia especial lo hacían antes del 6 de Julio, o  en el mismo día, por aquello que decía la canción: "patrones, cabrones más extraordinario que sólo nos llega hasta el día 10, tari-rari. rari rarira....."
 
Como he dicho anteriormente, en 1955, Pío XII, introduce en el en el Calendario Oficial la Festividad de San José Obrero o Artesano, se utilizan indistintamente ambos calificativos. Monseñor Montini, luego Pablo VI, dice: "se canonizaba el trabajo, dando a su celebración profana, un valor simultáneo de celebración sagrada."


Al año siguiente Monseñor Montini, convoca para el 1 de Mayo de 1956, una gran concentración de obreros católicos de todo el mundo en Milán. Colaboran las Asociaciones Católicas Italianas y la Federación Internacional de Movimientos Obreros Católicos. Se celebra en la plaza del Duomo con asistencias de autoridades italianas y de otros países y diversos obispos, como el de Valencia. El lema es: Obreros de todo el mundo unámonos en Jesucristo. Después de terminar el mensaje de: "reconocer y afirmar la unidad de los trabajadores, para que se conviertan en fermento evangélico, despega un helicóptero, a modo de símbolo, desde la misma plaza del Duomo, que transporta la imagen de un Cristo Obrero, obsequio al Papa de "sus hijos los obreros católicos de mundo". El helicóptero aterriza en el patio de San Dámaso, en el Vaticano, y la imagen será colocada  en una nueva iglesia dedicada a Cristo Obrero, que estaba siendo construida en Roma"
 
Este vuelo del Cristo Obrero es retratado magistralmente, por Federico Fellini, en su magnífica película "la Doce Vita". Se ve a Cristo sobrevolar ciudades italianas y chiquillos y mayores corren acompañando su vuelo y hasta aparecen unas guapas mujeres, en bikini, tomando el sol junto a una piscina, que saludan alborozadas el paso de la imagen, y desde el helicóptero, Marcelo Mastroianni, les piropea y se queda con las ganas de lanzarse al vacío y zambullirse en la piscina para abrazarse a ellas.
 
"A la celebración de Milán acuden representantes españoles de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), de la Juventud Obrera Católica (JOC) y una delegación sindical encabezada  por José Solís Ruiz, delegado nacional de Sindicatos, quien transmite al Nuncio la satisfacción con que la Organización Sindical se suma a la festividad de San José Obrero, fiesta nacional en España"


El 27 de abril y por Orden del Ministerio de Trabajo se declara: "fiesta laboral abonable y no  recuperable, la fiesta de San José Artesano, que por solidaridad con la disposición de la Santa Sede, se celebrará el 1 de Mayo de cada año, pero manteniendo el valor, significación, y solemnidad de la Fiesta de Exaltación del Trabajo Nacional, que se sigue celebrando el 18 de Julio".
La sociedad fuertemente catolizada, celebra la nueva fiesta obrera con planteamientos teóricos del nacional;sindicalismo. La Falange y la Iglesia al principio colaboran, en una fiesta que niega la lucha de clases, pero luego disienten y las asociaciones de obreros católicos defienden la dignidad del obrero. Se publican la "Rerum Novarum", actualizada por Juan XXIII, en las encíclicas Mater el Magistra y Pacem in Terris"y en el Concilio Vaticano II.
En principio estos actos del día de San José Obrero consistían en que el Ministerio de Trabajo, la Organización Sindical y la Iglesia, con la colaboración de Ayuntamientos y Gobiernos Civiles de todas las provincias se celebraba con una misa y distintos actos sindicales. En Madrid en Jesús de Medinaceli, oficiada por el asesor eclesiástico provincial del sindicato. En estas fechas, los aprendices del Frente de Juventudes y los campeones de los Concursos Nacionales de Formación Profesional Obrera visitan al Caudillo que les entrega los trofeos (conozco a varios, en Burlada, que lo recibieron). También daban premios a los trabajadores que llevaban muchos años en la misma empresa, como a mi padre.


La Organización Sindical y la Iglesia no se entienden con respecto  a esta fiesta y la Organización Sindical y la Falange se dedican a montar unas escenificaciones sindicales de culto y agradecimiento de las masas  al Caudillo y de exaltación a los valores del Movimiento.


De ahí aquellas grandes demostraciones sindicales que tienen lugar cada año en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid, en las que se alternan representaciones deportivas, folklóricas y culturales, llevadas a cabo por los grupos de Educación y Descanso, Coros y Danzas, Sección Femenina, etc. Estos espectáculo de colorido, grandeza, se montan para crear una atmósfera de ciega adhesión a Franco.


Entrada triunfal de Franco al estadio con su esposa y acompañado por todo pichichi que componían  el régimen , hasta el cuerpo diplomático y se hace el silencio para escuchar el himno nacional. Desfilan los grupos deportivos o folklóricos con sus banderas y estandartes, el Estadio está adornado con siglas de Víctor y a veces portan antorchas en fajos, como en el nacionalsocialismo, rindiendo homenaje al Caudillo, gimnastas fuertes, disciplinados, chicas con faldita, sumisas y  bondadosas, obreros musculosos y amantes de su trabajo, etc. etc., buscan el apoteosis y hasta cantan el Aleluya de Haendel y otras composiciones.

Si es en Barcelona bailan sardanas todos unidos. Al final de las demostraciones suenan los himnos nacional y sindical, y a continuación todo el mundo aplaude a Franco como síntoma de agradecimiento y a todo esto obreros y patronos unidos en el Sindicato Vertical.

Todo esto radiado y televisado y recogido por el NODO, que nos repetían muchas veces. En algún momento y al final se televisaron partidos de fútbol este día y hasta boxeo.

Todos estos acontecimientos los vivimos en la VIRGEN DEL CAMINO DE LEÓN, pero creo que no nos "jamábamos rosca", o poca.
 
Comenzaron las Huelgas Generales del 61 y del 63, JULIÁN GRIMAU y se oía aquella canción de la inefable VIOLETA PARRA, que decía: ¿qué dirá el Santo Padre que vive en Roma, que le están degollando a sus palomas... regao con tu sangre JULIAN GRIMAU?


Ya se empieza a celebrar el día 1 de Mayo como día del Trabajo y del MOVIMIENTO OBRERO, primero clandestinamente y luego legal y conseguido.
 
Después del rollo que os he marcado, me despido de vosotros esperando no haberos dado mucho la turrada.
 
Un abrazo y un saludo para todos.

Con mucho cariño. Javier.