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Antiguos alumnos dominicos VIRGEN DEL CAMINO - LEON

LIBROS

HISTORIAS FERMOSAS DE LA Semana Santa LEONESA

HISTORIAS FERMOSAS DE LA Semana Santa LEONESA

Desternillante historieta de nuestro compañero José Antonio Fernández "Fer", otro insigne componente de la gloriosa del 61.

Presentación del libro “La telaraña violeta” de Celia Herrero

Presentación del libro “La telaraña violeta” de Celia Herrero

Hola, esto es un aviso para los de Gijón y proximidades. Celia Herrero es la mujer de nuestro compañero Mariano Santiso. (Os recuerdo la portada del blog 13-11-2018). El gran Lalo F. Mayo ha sido el editor del libro. Estaría muy bien que arropaseis a la pareja en este agradable trance.


DÍA 2 de Febrero, a las 19.00 horas.

Librería "la buena letra", calle Casimiro Velasco 12, Gijón.

 

Celia Herrero Medina, tras el éxito de crítica y público en Madrid,  presenta en Gijón su libro de relatos “La telaraña violeta”, una telaraña donde habitan personajes que podríamos encontrar en nuestra casa, al fondo del pasillo a mano izquierda, esperándonos en el quicio de la puerta... porque sus historias podrían ser las nuestras.
 

Rafa Gutiérrez y Ramón Muñiz aportarán su saber literario, mientras que Yasmín Sadeghi, Celia y Fran Avilés pondrán el toque musical.

nota.- La telareaña violeta en buena compañía.

EL FRÍO (Por Lalo F. Mayo)

EL FRÍO (Por Lalo F. Mayo)

Ni yo, ni mis colegas de promoción 64/70, ni los compañeros que ya estaban en el colegio cuando llegamos pasamos aquellos fríos terribles de que hablan los mayores. Pero de todas las cosas que viví, sufríy gocé en los seis años de La Virgen hay una que salta siempre en mi memoria.

Época: noviembre a febrero (a veces hasta abril). Hora, 5 de la tarde.Lugar: campos de deportes.

Situación: ligas. Vestuario: camisetilla de tirantes o, como mucho, de manga corta, con pantalón corto (abundante, eso sí) azul (también podía ser rojo) con ribetes amarillos.

Cielo: Azul brillante y mesetario.

Viento: Una sola ráfaga, pero helada y continua. Temperatura ambiente: Gélida, en el estricto significado que le da la Real Academia a este calificativo.

Dios, qué frío hacía en aquellos campos cuando hacía frío. Hubiera quemado los cerezos en flor de la Escuela Mayor si me hubieran dicho que con ello se aceleraría el cambio climático y subiría la temperatura. Recuerdo a los integrantes de los equipos, con sus magras carnes al aire, los puños apretados, la nuca escondida entre los hombros, No quiero ni pesar en lo que sería unos decenios antes, en los días que nos relataba el pPedro comentando una foto del viejo santuario cubierto de nieve.

Nuestra promoción vivió, sufrió y gozó, que de todo hubo, a varios directores y subdirectores: el pCura en 1º con el pÁngel y en 2º con el pMiranda; al pHuarte en 3º, con el pNaranjo. Y en la escuela mayor, 4º y 5º repetimos con el pCura (no recuerdo a los subdirectores, aunque por allí andaba el pPaco, alias de Alfredo), y en 6º se fue el pCura y llegó desde la Escuela Menor el pHuarte, creo que en compañía del pOlóriz.

Pero a lo que íbamos: ¡qué frío! Eran tiempos en los que León daba la temperatura mínima de los inviernos de aquella fría España. Y los termómetros estaban puestos en La Virgen del Camino. Llegan a mi memoria los sabañones,las estufas aerodinámicas en las recreaciones, las vueltas a la finca con cadenas en las zapatillas de lona, las duchas sobre hielo en la piscina, los restregones con nieve pura del páramo sobre los cuerpos tiernos de aquellos jóvenes apostólicos que todos fuimos, la ingesta extraordinaria de una copita de Soberano para luchar contra la gripe que diezmaba a los cmpañeros de la Escuela Mayor (una iniciativa original e irrepetible del pCura, director de la Menor). Pero qué frío hacía en los campos aquellas tardes de deporte. Qué frío cuando los 23 (el árbitro también) íbamos corriendo como un solo niño detrás del balón, no por falta de táctica, que también, sino por espantar el frío.

Qué frío.

(página 37 del libro EL TOMILLAR 2 Cuaderno de la memoria)


Completo la información tras la presentación, esta mañana,  del libro de Maxi Trapero "DICCIONARIO DE TOPONIMIA DE CANARIAS: LOS GUANCHISMOS" con lo publicado en la página web de la Real Academia.

5.12.2018

El Diccionario de toponimia de Canarias se presenta en la RAE

• Con la asistencia del presidente del Gobierno de Canarias

Hoy se ha presentado en la RAE el Diccionario de toponimia de Canarias: Los guanchismos, elaborado por el catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Maximiano Trapero, con la colaboración del profesor titular Eladio Santana Martel.

En el acto, han participado, además del autor de la obra, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo Batlle, y el director de la RAE, Darío Villanueva.

 

 

 

Maximiano Trapero ha comenzado su intervención diciendo que «para un trabajador de la lengua no hay mayor satisfacción que presentar una obra aquí». También ha hecho un emotivo elogio de su maestro, el académico Gregorio Salvador, que no ha podido —aunque era su deseo, como ha explicado al comienzo del acto el director de la RAE— estar en la presentación.

«La toponimia nos muestra un léxico vivo, permanentemente ultilizado», ha señalado, y en ella «hay una presencia abrumadora de nombres de origen guanche, herencia abundante y rica y nuestro patrimonio más antiguo».

La obra consta de tres volúmenes, con un total de 2500 páginas, y reúne más de 4000 topónimos y unidades léxicas estudiadas. De este modo, el Diccionario de toponimia de Canarias recoge muchos que siguen vivos en la toponimia actual de Canarias y que representan la singularidad mayor del patrimonio lingüístico canario en el conjunto de España y del mundo hispánico.

UN TRABAJO IMPRESCINDIBLE

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha felicitado ala autor, manifestando que «los canarios somos más canarios gracias a personas como Maximiano Trapero, que ha hecho de la investigación de nuestra realidad su objeto de estudio».

El Diccionario de toponimia de Canarias es «un trabajo imprescindible, que nos acerca a lo que fuimos y a escuchar la voz de nuestros antepasados».

Por su parte, el director de la RAE, ha agradecido «la evidente presencia de todo lo relacionado con la lengua en la agenda del gobierno canario» y ha recordado la estrecha relación de ambas instituciones.

También ha querido recordar la «vocación de apertura a toda la vasta región donde se habla español» de la RAE, vocación que quiere demostrar en la próxima edición del Diccionario de la lengua española, «un diccionario digital desde el comienzo, en el que, al no sentirnos limitados por el espacio, podremos aumentar el caudal de palabras de diverso origen».

 


LA RAE Y EL GOBIERNO DE CANARIAS

La presentación de la obra se inscribe en el marco del acuerdo de colaboración que la RAE, la Universidad de La Laguna (ULL) y el Gobierno de Canarias firmaron en julio de 2017 para establecer «un marco de cooperación con el fin de impulsar el desarrollo de la cultura y el conocimiento de la lengua española».

En esa misma línea de colaboración, la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canariassuscribieron en abril de 2018 un convenio con el propósito de «colaborar para el desarrollo de actuaciones de fomento de investigaciones filológicas, lingüísticas y literarias sobre el español atlántico, así como de los dos proyectos lexicográficos de la ASALE: la revisión del Diccionario de americanismos y la elaboración del Diccionario fraseológico panhispánico».

La primera reunión del Consejo Científico del Diccionario fraseológico panhispánico se celebró los días 24 y el 25 de octubre, en el Instituto de Estudios Canarios (IECan) de la Universidad de La Laguna (ULL).

DICCIONARIO DE GUANCHISMOS, por Maxi TRrapero

DICCIONARIO DE GUANCHISMOS, por Maxi TRrapero

Otra gran noticia relacionada con el trabajo de nuestro querido compañero Maxi Trapero.

El próximo miércoles día 5 de diciembre vamos a presentar nada menos que en la Real Academia Española mi "Diccionario de guanchismos", con presencia del Presidente de Canarias y del Director de la Academia. Aparte el orgullo que eso representa para mí, es un reconocimiento al máximo nivel de un patrimonio lingüístico canario que es generalmente desconocido en el ámbito del español general.

 La hora de presentación es las 12 de mediodía, hora solo apropiada para los que ya no tienen que fichar en su puesto de trabajo y ni nietos que cuidar en parques y que además vivan al ladito de la Academia.

 Un abrazo, Maxi

 


 

 

Esta es la nota de prensa del Gobierno de Canarias:

El próximo día 5 de diciembre se va a presentar en la sede de la Real Academia Española de Madrid el libro Diccionario de toponimia de Canarias: Los guanchismos, de Maximiano Trapero, con la colaboración de Eladio Santana Martel.

La presentación estará presidida por el Director de la Real Academia, Darío Villanueva, y por el Presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y participarán también el académico Gregorio Salvador y el autor del libro Maximiano Trapero.

La obra, editada por Ediciones Idea y patrocinada por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, con un prólogo del Académico de la Lengua Pedro Álvarez de Miranda, consta de tres volúmenes, con un total de 2.500 págs. En ella se estudian unos 4.500 topónimos de origen guanche, la gran mayoría de los cuales siguen vivos, recogidos de la tradición oral, siendo estos nombres lo más representativo y el caudal mayor del léxico que queda en las hablas canarias de las lenguas que hablaron los aborígenes de Canarias.

Como obra monumental y novedosísima ha de calificarse este Diccionario de guanchismos de Maximiano Trapero y Eladio Santana Martel, que representa, sin duda, el estudio más riguroso, el más extenso y completo y el de mayor fidelidad en cuanto a la identidad de los nombres con que cuenta la investigación histórica sobre el léxico prehispánico de Canarias.

De Maximiano Trapero, catedrático de Filología Española y Profesor Emérito de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y Premio Canarias de Patrimonio Histórico 2017, dice Pedro Álvarez de Miranda en el prólogo del Diccionario de guanchismos que es un filólogo pleno, un filólogo de raza y de la mejor escuela, que sabe muy bien de la parigual importancia que para la documentación tienen las fuentes orales y las escritas, combinando la filología de campo con la filología de gabinete, y que tanto recuerda a los mejores frutos de la Escuela de Filología Española dirigida por Menéndez Pidal.

La presentación de este Diccionario de toponimia de Canarias: Los guanchismos en la Real Academia Española, la máxima institución de la lengua española, con la presencia de su Director y del Presidente del Gobierno de Canarias, representa el reconocimiento máximo a una parcela del léxico canario, que nunca aparece reseñado en las historias de la lengua española, pero que, sin embargo, es tan pan-hispánico como puedan serlo los topónimos prerromanos de la Península o los nombres precolombinos de América. De hecho varias palabras de origen guanche aparecen ya en el Diccionario de la Lengua Española, aunque no se les reconozca allí expresamente ese origen.

Tres son los tipos de información que se contienen sistemáticamente en cada artículo lexicográfico de este Diccionario de guanchismos:

a) La geográfica, diciendo el tipo de accidente o accidentes que nombra cada término toponímico, así como la situación precisa que ocupa dentro de cada isla y su pertenencia al municipio correspondiente;

b) La histórica, en el caso de que el tal topónimo tenga antecedentes históricos, cual puede ser el de una acción durante la conquista o el de un acontecimiento relevante posterior; y

c) La lingüística, pretendiendo en cada caso dar una interpretación filológica al nombre, cuando existen elementos que permiten esa interpretación.

 

Como patrimonio lingüístico y cultural de Canarias ha de considerarse este Diccionario de guanchismos y su presentación en la Real Academia de la Lengua el reconocimiento al máximo nivel de la pertenencia de esta parcela del léxico, que es exclusiva de Canarias, al patrimonio lingüístico común de todos los hispanohablantes.


FER ILUSTRA LA VENGANZA DE DON MENDO

FER ILUSTRA LA VENGANZA DE DON MENDO

Nuestro compañero José Antonio Fernández "FER", gloria y genio del 61, ilustra "La Venganza de Don Menso".

Os dejo la entrevista aparecida en la Sección Filandón del DIARIO DE LEÓN.

http://www.diariodeleon.es/noticias/filandon/fer-pone-cara-vaya-cara-don-mendo_1294892.html

 


 

 

Fer pone cara, y vaya cara, a don Mendo

Aquellos inolvidables ripios: «¿Quién mató a Mendo? Menda mató a Mendo», los han pronunciado desde José Luis Ozores a Manolo Gómez Bur, José Sazatornil, Tony Leblanc o Fernando Fernán Gómez, sin olvidar a Rodrigo Rato, hoy en prisión al igual que el protagonista de Muñoz Seca. El texto es un alarde del ingenio versificador de su autor, que demuestra en ella su dominio tanto de los distintos tipos de versos, como de los más variados recursos humorísticos. Ahora el dibujante leonés Fer ilustra esta historia medieval leonesa, editada por el también editor leonés Jesús Egido en su sello Reino de Cordelia, con texto fijado por Luis Alberto de Cuenca.

 

José Antonio Fernández Fernández, conocido artísticamente como Fer, ha pasado 64 de sus 69 años en Cataluña, pero se considera «muy leonés». En julio recibía la Creu de Sant Jordi, la máxima distinción de la Generalitat, equiparable a la Legión de Honor francesa. El Puti-club e Historias fermosas son las viñetas más famosas de este leonés, fundador de El Jueves y director de El Papus cuando un grupo fascista colocó una bomba en la redacción. También ha trabajado para numerosos periódicos y revistas, como La Prensa, El Correo Catalán o Avui. Suele colar alguna referencia a Mansilla de las Mulas, su pueblo natal, en muchas viñetas.

 

 

—¿Como surgió la idea de ilustrar ‘La venganza de don Mendo’?

 

—Fue cosa del editor. Un día me llamó y va y me dice: «Fer, quiero que me hagas el Don Mendo». Y yo, al principio, me quedé un pelín aturdido (acojonado). Sabía que lo habían dibujado Herreros y don Antonio, mi Mingote, y eran dos maestros. Acabé diciendo que sí porque me animó Pepe Gallego y Kim, el de Martínez el facha, de El Jueves. Y me puse a ello. Lo primero, ir a comprar el libro. En realidad, dos, porque el primero me lo olvidé en el metro. Me lo leí una vez y una segunda; luego, un tercer repaso. Me reí mucho. A medida que lo leía, iba haciendo esbozos y me iba Muñozsequeando un poco, porque, aunque historia se sitúa en el siglo XII, yo ponía elementos del XX: don Mendo en la cárcel y en la pared un calendario de Marylin, o el rey con un tren eléctrico... lo que se me iba ocurriendo.

 

—¿Por qué mete elementos anacrónicos como la luz eléctrica o la pareja de la Guardia Civil?

—Por eso de que me muñozsequeé un poco. En la obra vi que se inventaba palabras o desmontaba palabras del siglo XX y las ponía en el XII; yo intenté hacer lo mismo. La Guardia Civil la saco mucho, porque viví la infancia en un cuartel y mi padre era un picoleto amante de los caballos, como el general Aranguren, siempre con sus caballos. Y se ven postes de la luz y a punto estuve de sacar el móvil...

 

—¿Cuál es su personaje favorito?

—Don Mendo-Renato, un caballero, noble, fiel, pero, al final, de tan buena persona, lo de siempre, tonto. Magdalena, ¡vaya bicho!. Podría hoy ser dirigente de un partido o súperministra. Alfonso VII, como buen rey, no perdona ni una; y doña Berenguela, idem. Azofaifa parece la más noble enamorada del trovador Renato. Por cierto, en la obra a ratos don Mendo es de León (no es de extrañar) y en otro capítulo de Sigüenza, creo.

 

—¿Para los personajes se inspiró en alguno real?

—No, recordaba a Fernando Fernán Gómez en su papel de don Mendo, pero no soy caricaturista. Puse mis personajes. En vez de en los chistes del diario, me los llevé al siglo XII, disfrazé y ¡hala!

 

—¿Se ha aprendido algún ripio?

—No. Solo el del final: «Don Menda se cargó a don Mendo». No soy de memorizar, sino de entender, que es como memorizas. Eso me enseñaron los dominicos en la Virgen del Camino: «Si entendéis, se os queda. De memoria no sirve, si no lo entiendes».

 

 

—Valle-Inclán dijo de Muñoz Seca que era un «autor monumental»...

—Su obra está entre las más representadas en los teatros y ya va para los 100 años. A mí, realmente, me ha dejado boquiabierto. Tenía que ser un cachondo de narices.

 

—¿Es más difícil ilustrar a un clásico que ya ha sido ilustrado anteriormente por ejemplo por Mingote?

—Hombre, para mí, sí. Herreros y Mingote son dos históricos, dos maestros... y me la encargan a mí. Me quedé... acojonado. Di vueltas y vueltas, pero mis amigos y maestros que ya no están —pero tengo muy presente— me dijeron: «Arreando, que ya tardas». Y los hice con mi estilo, con cariño y con ganas. A ver que dicen los lectores.

—Muñoz Seca inventó el astracán, ¿se identifica con ese humor?

—A ratos, sí. Una astracanada es divertida, pero yo soy más del Quevedo, ese humor inteligente que lo dice todo sin decir. Me acostumbré a ello en los años de estudiante, de El Papus, de aquel Quevedo fabuloso de «entre la rosa y el clavel, su majestad, escoja», o aquella filosofía de Perich: «En España lo más ‘in’ que tenemos es la justicia». De estudiante hice christmas para vender en la Universidad donde se veía a los Reyes Magos sacando carbón de sus sacos y arrojándolo a los ‘grises’ de la época. Y decía Melchor: «¡Tomad, carbones!». El juez me miraba y no podía decir nada; y hasta venían policías al bar estudiantil a comprar christmas.

 

—Jacinto Benavente dijo que «a Muñoz Seca no lo mató la barbarie, lo mató la envidia»...

—Eso es lo que me han dicho cuando explicaba que estaba haciendo a Don Mendo. Pero Paracuellos, como las cunetas, los muros de los cementerios, los fosos de Montjuich o el campo la Bota eran barbarie, brutalidad, antihumanismo y también envidias.

 

—Rodrigo Rato hizo el papel de Alfonso VII de ‘La venganza de don Mendo’ cuando era presidente del FMI. ¿A qué políticos le gustaría ver haciendo la obra?

—Don Mendo no veo a ninguno; de Magdalenas, a muchos. La niña falsa, mentirosa, egoísta, que se hará rica y poderosa... Don Mendo hace limpieza, aunque se pasa al final.

—¿No ha pensado hacer una exposición con los dibujos del libro?

—Los originales gustan mucho, están dibujados a mano, con plumilla, tintero de tinta china, pincel y unas acuarelas rusas buenísimas que me aconsejó el maestro Zabala. Son bastante grandes, en el libro se han reducido. «Mi dibujo —decía mi maestro Gin— mejora ampliándolo o reduciéndolo». Tengo una propuesta de exponerlas, a lo mejor, en el Camarote Madrid... o en otro sitio. Ya me dirán. Me tocará ir a León y pasear por sus calles y entrar en mi San Isidoro y mi Catedral. En El Jueves solo Kim y yo seguimos con la plumilla y el pincel.. ‘pa llevarnos a un museo’. Cuando haces un dibujo en un papel y se los das a los niños que visitan la redacción, solo por la cara que ponen, vale la pena.

presentación -LA TELARAÑA VIOLETA-

presentación -LA TELARAÑA VIOLETA-

El libro de relatos de la periodista Celia Herrero Medina "LA TELARAÑA VIOLETA" se presentará en Madrid, el 16 de este mes a las 19 horas, en la Biblioteca Pública Municipal Iván de Vargas, calle de San Justo 5.

Celia es la compañera de nuestro querido Mariano Santiso y Madre de sus hijos.

La autora, Celia Herrero.

 Mariano me asegura que llevan un año trabajándolo con todo el mimo con la colaboración inestimable de nuestro común compañero y amigo el gran Lalo Mayo, quien, como editor, participará en la presentación del libro.

Está gustando mucho.  Después de Madrid, lo presentarán en Asturias en próximas fechas..

 

En la web está a la venta en la editorial.

 http://telaranavioleta.libroslar.com

 


 

OPINIONES SOBRE EL LIBRO

 https://www.cuartopoder.es/cultura/literatura/2018/11/05/la-ternura-de-lo-cotidiano/

  • “Me gustaría que estas doce historias protagonizadas en la mayoría de los casos por mujeres mostraran la ternura de lo cotidiano", explica la autora de ’La telaraña violeta’, Celia Herrero

Y añade: “Es una telaraña violeta porque muchas veces, en nuestro día a día, las mujeres tejemos nuestras telas y nos quedamos atrapadas en ellas, nos convertimos en las “presas” de nosotras mismas, de nuestras circunstancias; hasta que algo, un suceso inesperado, las palabras de alguien, el desorden, el orden, una canción…nos hacen darnos cuenta de que podemos romper esa tela y empezar de nuevo en otra parte, en otro lugar, con otras personas, y sabemos que teníamos atrofiados los sentidos y volvemos a oler, a tocar, a respirar…o incluso dejamos de hacerlo porque le pedimos calma a tanto bullicio”.

 

Los doce relatos tienen fundamentalmente como protagonistas a mujeres y a niñas captadas en su cotidianeidad. Es como si alguien hubiera introducido una cámara oculta en sus vida diarias y nos las mostrase sin juzgar: sus relaciones, los hombres y mujeres que podrían acompañarlas o no, lo que les sucede por lo que ocurrió o incluso por lo que no llegó a ocurrir.

 

“Lo realmente importante es que cualquiera de ellas podríamos ser nosotras; incluso aunque algunas de ellas sean seres mitológicos, todas transitamos al fin y al cabo por un mundo cotidiano que más veces de las que creemos es extraordinario en algún sentido y aun no nos hemos dado cuenta”, señala la creadora. Y precisa: “Intento dar a los lectores un final que no esperen o un final que puedan crear, que asuman en definitiva el protagonismo, poco importa si su papel es principal o secundario, lo importante es que en algún momento sientan que estaban allí, al final del pasillo a mano izquierda, en la hilera de camas de un internado, conversando con los seres inanimados de su casa, metiendo frutos de Texu venenosos en el bolsillo por si no queda más remedio, rompiéndose con la ola en la arena de una playa de Cádiz o reescribiendo el diario de esa niña que todas hemos sido”.

Sin duda, el libro es una pequeña joya que vivisecciona con ojos de mujer, con esa especial sensibilidad que da su sexo, la grandeza de las pequeñas cosas, una telaraña violeta en la que se funde la dulzura y el amargor del vivir cotidiano de las personas sencillas con sus relaciones amables o tortuosas, la belleza de la vida ordinaria en la que tan poco reparamos. Sin duda, merece la pena quedar atrapado en sus páginas violetas.

 


 

 

“Esta telaraña violeta me atrapó desde el principio, y aunque les confieso que estaba predispuesta a dejarme seducir, el resultado fue que me vi a mí misma deslizándome por una pendiente embarrada intentando sujetarme desesperadamente a los pocos arbustos-certezas que veía firmes. Cada uno de estos doce relatos es una intrincada apuesta de la autora para hacerle perder la brújula al lector, es un juego de espejos, con imágenes a veces verdaderas y a veces mentirosillas, cuyas fronteras se desdibujan. Les prevengo del efecto adictivo de esta tela de araña”.  

  

Marta Gómez, Periodista especializada en información social. Directora y presentadora del programa Tolerancia Cero de RNE.

Isidro Cicero presentó en Madrid su libro 'Virgen del Camino, en clave de misterios'

Isidro Cicero presentó en Madrid su libro 'Virgen del Camino, en clave de misterios'

El escritor resalta que el santuario es la única gran aportación del arte del siglo XX al Camino de Santiago pero aún no se valora lo suficiente.


Isidro Cícero presentando en la Casa de León en Madrid el libro ’Virgen del Camino, en clave de misterios’.

ileon.com  | 29/09/2018 - 

"Más de 50 años después de su construcción, el Santuario-Basílica de la Virgen del Camino sigue siendo un motivo de contradicción", contaba hoy el escritor Isidro Cicero en la presentación de su libro ’Virgen del Camino, en clave de misterios’ en la Casa de León en Madrid.

"Por un lado", explicó, "suma cada día más admiración intelectual y mayores reconocimientos por parte de las instituciones, como demuestra su reconocimiento como Bien de Interés Cultural por parte de la Junta de Castilla y León". En la otra parte de la balanza, dijo el escritor que "sigue desconcertando al gran público que no acaba de habituarse a un lenguaje tan atrevido y vanguardista en ámbitos tales como los de la expresión religiosa".

"Tenemos nuestras retinas estéticas acostumbradas al románico o el gótico y otros estilos tradicionales, pero nos sentimos desconcertados ante otros productos culturales, incluso cuando son la expresión de nuestro propio tiempo y de los valores específicos de la creatividad contemporánea", expuso el autor.

"De hecho, el edificio de Francisco Coello de Portugal es la única gran aportación del arte del siglo XX al Camino de Santiago, pero aún está lejos de ser asimilado como un producto representativo de las personas que hacen la ruta y de su sensibilidad", añadió.

El autor estuvo acompañado del ilustrador Javier Serrano, Premio Nacional de ilustración, y del alcalde de Valverde del Camino, David F. Blanco, que hicieron su presentación. Serrano desveló que la escritura de este libro tuvo lugar en unos momentos de especial trascendencia emocional y espiritual en la biografía del autor.

Por su parte, el alcalde leonés puso el acento en el carácter explicativo e interpretativo de esta obra que revela cientos de elementos ocultos del Santuario y de su importancia para el patrimonio cultural local y general. Dijo que su aparición supuso un elemento acelerador en los procedimientos para la declaración de la Virgen del Camino como Bien de Interés Cultural. Cicero, periodista y escritor cántabro, describió los valores artísticos del Santuario leonés que calificó como "únicos y de encrucijada de épocas y sensibilidades".

Insistió en la disonancia del edificio dentro del inmenso yacimiento de siglos de arte que es todo el Camino de Santiago en el que aparece como un elemento "forastero", extraño, pero defendió con energía que no es tal, sino la integración y síntesis en clave moderna de todos y cada uno de los mensajes tradicionales de ese yacimiento cultural.

El libro de Cicero podría llevar, según su autor, el título de "la pasión por descifrar" o "el placer de encontrar explicaciones", ya que "narra el gozo intelectual y estético que se experimenta al descubrir las claves de una obra de arte innovadora y al mismo tiempo tradicional y el placer de compartir ese descubrimiento con los demás. Y todo ello aplicado a los contenidos del prodigioso Santuario de la Virgen del Camino de León". Cicero afirmó que la singularidad de esta obra fue haber sabido interpretar los nuevos tiempos y los planteamientos inéditos surgidos a mediados del siglo XX, en torno a los planteamientos éticos y estéticos del Concilio Vaticano II.

Compañeros que acompapñaron a Isidro en su presentación.(de izquierda a derecha)

  J. Bandera, Carmelo Flores, Losada, Isidro Cicero, J. Serrano, Vibot, Fernando Alonso, Javier F. Martín y Luís Rescalvo.

PRESENTACIÓN EN LA CASA DE LEÓN EN MADRID

PRESENTACIÓN EN LA CASA DE LEÓN EN MADRID

Isidro Cicero presenta su libro Virgen del Camino en-clave de misterios el próximo viernes día 28 de septiembre, a las 19:30 horas,  en la Casa de León de Madrid (Calle del Pez nº 6, 1º).

Para quienes podáis y queráis asistir.

No os lo perdáis.

LIBROS DE EUGENIO GONZÁLEZ

LIBROS DE EUGENIO GONZÁLEZ

Nuestro compañero Eugenio González pone a disposición del colectivo los dos últimos libros que acaba de publicar, "Ferradillo Libertario 1942" y "Españolito que vienes"

 

 Me envía el sitio en google.com, donde se pueden encontrar:

goodreads.com Eugenio Gonzalez Núñez. "Ferradillo Libertario 1942" y "Españolito que vienes", que son los dos últimos publicados en un solo volumen.

 

 

https://www.goodreads.com/author/show/18206245.Eugenio_Gonz_lez_N_ez

 

Eugenio Gonzalez  PhD 

Adjunct Professor of Spanish

Foreign Languages Department, 207 Scofield

University of Missouri at Kansas City

5100 Rockhill Road, Kansas City, MO 64110

gonzalezeug@umkc.edu

FIRMA DE LIBROS

FIRMA DE LIBROS

Ayer, día del libro y festividad de nuestra comunidad de Castilla y León,nuestros ilustres compañeros Isidro Cicero y Andrés M. Trapiello firmaron ejemplares de sus últimos libros VIRGEN DEL CAMINO enCLAVE DE MISTERIOS  y La Senda de Trapi. 

En la fotografía acompañados por Luis Carrizo.

También hubo momentos para brindar con un buen vino de León.



DÍA DEL LIBRO Y LA ROSA

DÍA DEL LIBRO Y LA ROSA

La gastronomía del «Quijote» era universal, no solo de La Mancha

La gastronomía del «Quijote» era universal, no solo de La Mancha

Publicado en LA VOZ DE GALICIA del día 5, Sección de Cultura.

En la fotografía Tomás Álvarez,José María Merino , Tomás Aalvarez y el componedor nuestro compañero Lalo Fernández Mayo.

 

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2018/04/05/gastronomia-quijote-era-universal-solo-mancha/0003_201804G5P39991.htm

 

«Cosas de la bucólica», la sociedad de la época a través de la comida

Lejos de lo que cree el imaginario colectivo, la comida que aparece en Don Quijote de la Mancha no es únicamente manchega. Garbanzos de Martos (de Jaén), vinos de Andalucía o quesos aragoneses del Tronchón -entre muchos otros- son algunos de los platos que recoge el libro Cosas de la bucólica. La gastronomía en el Quijote, de Tomás Álvarez, en el que se demuestra que la cocina del gran clásico de Cervantes es universal. «No me gusta que se mancheguice la cocina del Quijote», incidió ayer Álvarez durante la presentación de la obra celebrada en Madrid, en la que subrayó que «es negativo verlo desde una perspectiva regional». Según el autor, Cervantes «conocía todo el territorio español y muchos otros países» y, consecuentemente, tenía «una visión muy rica y universal». Precisamente, en el libro se afirma: «Productos, platos y refranes son esencialmente hispanos, comunes a la mayor parte del territorio peninsular, y además se enriquecen con los ecos de las experiencias culinarias del autor en el norte de África y en Italia».

  

Más allá de la gastronomía en sí, este libro también sirve para entender cómo vivía la gente de entonces. «Es interesante, a través de la gastronomía, conocer la sociedad de la época», insistió el autor, que invitó a leer de nuevo el Quijotepara «encontrar elementos como la lucha de los protagonistas por la búsqueda de la utopía, del amor y de la libertad». En el Quijote se habla de hambres y hartazgos, abstinencias y banquetes, y de refranes relacionados con la comida, que -según el autor- «tiene un interés crucial para comprender cómo se vivía en España en aquellos tiempos».

    

Gran amante del Quijote, Álvarez, empezó su relación con la obra de Cervantes cuando tenía 6 años. «Mi maestro nos entregaba una edición preparada para escolares y la leíamos», aseguró el ensayista, que confesó que la mayoría de las partes «no las entendía». A medida que iban pasando los años, cuanto más leía, más perspectivas le hallaba. Tiempo después, Álvarez comprendió que para poder hablar del Quijote con buen conocimiento de causa tenía que estudiarlo. Para poder dar una visión «objetiva», comenzó a ir a la Biblioteca Nacional a documentarse sobre la gastronomía en la obra de Cervantes. El resultado es este libro, que muestra el binomio reflejado por el ascetismo y la gula en los personajes, así como los alimentos en diferentes escenarios, como los yantares de la casa del hidalgo, los alimentos de pastores y bandoleros, la cocina de las ventas o la de los palacios, entre otros. También hace una selección de refranes referidos al arte culinario que se han conservado a lo largo de los siglos.

  

La publicación está acompañada de varios grabados de estilo neoimpresionista del pintor leonés Sendo, basados en el Quijote, e incluye además un estudio sobre la gastronomía de la obra en Fernández de Avellaneda. «El Quijote tiene encanto especial que hace que nunca dejaremos de hablar de él», consideró el escritor y académico José María Merino durante el encuentro, quien añadió que la obra siempre trata de algo nuevo para cada generación. Uno de los hechos que resaltó Merino es que Álvarez hubiese escogido el término bucólica para el título de un libro que versa sobre gastronomía. En este sentido, el propio autor explicó que había elegido esta palabra por su amor por la lengua. «He querido poner este término para hacer un homenaje a la riqueza del idioma», resaltó. También para ambos es clave la importancia de la obra de Fernández de Avellaneda, que, a menudo, creen, se menosprecia.

  

«Cuando recuperas el Quijote haces excursiones por lugares que no se te hubieran ocurrido», celebró para concluir Merino.

  

 

 

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE TOMÁS ÁLVAREZ (Madrid, 4 de Abril)

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE TOMÁS ÁLVAREZ (Madrid, 4 de Abril)

 

Nuestro compañero Lalo F. Mayo nos invita a la PRESENTACIÓN de este libro de Tomás Álvarez (os recuerdo que en la portada del blog tenemos el enlace a su página), prólogo de Luis María Ansón, ilustrado por el pintor astorgano Sendo  y con una exquisita Edición y diseño de categoría del propio Lalo.
Miércoles 4 de Abril, 19 horas. El corte Inglés de Callao, 7ª planta.
Del pintor Sendo, Rosendo García Ramos, os diré que es nacido en San Justo de la Vega (León). Estudió en la Escuela de Arquitectos Técnicos de Madrid y en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid y Bilbao. En 1979 obtuvo la Cátedra de Dibujo de Instituto de Bachillerato. A partir de 1987 ejerce como catedrático de Diseño en el Instituto Español de Lisboa y alterna su trabajo pictorico entre Lisboa y León.


Os adjunto una invitación a la presentación en Madrid del libro «Cosas de la bucólica. La gastronomía en el Quijote». Su autor es Tomás Álvarez, curso de 1959. Tomás, que solo estuvo un año en el colegio, es periodista y casi siempre trabajó en la agencia EFE.
Es natural de La Cepeda y ahora, una vez jubilado, se dedica a dinamizar culturalmente aquellos queridos pueblos tan próximos a la paramera. Tomás Álvarez es autor de numerosos libros, desde novelas y cuentos hasta ensayos en materia de Viajes, Historia y Comunicación; ha sido directivo del diario Mediterráneo, la Radiotelevisión Valenciana y la Agencia EFE, donde fue responsable de Reportajes, Economía y director en Argentina, país en el que contó con la colaboración literaria de Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y Claudio Sánchez Albornoz.
El libro, cuyo autor confió en mí para darle forma física, fue presentado en Astorga dos días antes de acabar el pasado año; unas semanas después, en León; y el próximo miércoles 4 de abril tendrá lugar en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Callao su puesta de largo en la capital de España de la mano de José María Merino.
Si alguno de los lectores de este blog residentes en el foro tiene un ratín para pasarse por allí se lo agradecería inmensamente, además de tener la ocasión de darnos un abrazo.
Salud
Lalo Mayo

Cosas de la bucólica

Cosas de la Bucólica. Gastronomía de El Quijote, es un ensayo que analiza a fondo los aspectos gastronómicos de la gran novela cervantina
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El análisis, enmarcado en el contexto de la literatura y sociedad de hace cuatro siglos, está prologado por el académico Luis María Ansón y contiene una serie de ilustraciones del artista Sendo, realizadas para esta edición, relativas a temas cervantinos

El libro desmonta el tópico de la gastronomía del Quijote como únicamente manchega. En el se afirma: “Productos, platos y refranes son esencialmente hispanos, comunes a la mayor parte del territorio peninsular, y además se enriquecen con los ecos de las experiencias culinarias del autor en el norte de África e Italia”

“En aquella época, Miguel de Cervantes fue un observador excepcional —afirma el autor—. Su curiosidad y su peripecia vital le permitieron adquirir un conocimiento privilegiado de la sociedad real del mundo mediterráneo en el momento en que dos grandes potencias, los imperios otomano y español, dirimían allí la hegemonía mundial de las culturas. En este mar se jugó el destino del universo. Cervantes lo conoció muy bien y fue un hombre de frontera; pero un hombre que no sólo conocía —gozaba o sufría— con lo que ocurría en Lepanto, Argel, Chipre, Malta o Túnez, sino que se interesaba por las novedades que llegaban de Flandes, Portugal o las tierras del Nuevo Mundo.

Esa curiosidad y experiencia Cervantes la vertía también en sus obras, y el Quijote es buena prueba de su cosmopolitismo. Provisto de un conocimiento universal, en las páginas del Quijote aparece también una gastronomía multicultural.

En esencia, el volumen profundiza en las comidas, los productos, los refranes y los dichos relativos a la gastronomía en la obra cumbre de nuestras letras, pero en ella también se descubren interesantes aspectos geopolíticos y culinarios del final del siglo XVI, época en la que cambian tanto los hábitos del comer, por influencia de las relaciones entre las cortes europeas, como los productos, por la llegada de nuevos ingredientes desde América.

ANDRÉS MARTÍNEZ TRAPIELLO (ileón.com 27-2-2018)

ANDRÉS MARTÍNEZ TRAPIELLO (ileón.com 27-2-2018)

Martínez Trapiello: "En varias ocasiones he manifestado el error de unos provincianos que educan hijos para la emigración" 

Manuel Cuenya | 26/02/2018 - 11:25h.

El polifacético Andrés Martínez Trapiello, perteneciente a la sagaliteraria de los Trapiello y autor de ’La saga de Trapi’, tiene la intención en estos momentos de continuar con su blog con tranquilidad, sin la necesidad de escribir obligado. Y confiesa que se siente algo abrumado por calificativos que lo han acreditado de escritor, fotógrafo o actor.

 

 

Andrés Martínez Trapiello

 

Perteneciente a la estirpe literaria de los Trapiello (’La saga’, como escribiera el gran Crémer en ’Diario de León’ en 2005), Andrés Martínez Trapìello es el autor de ’La senda de Trapi’, un libro "para leer a sorbos... perfecto para quienes la vida se nos va haciendo memoria", compuesto por relatos de corte ’autobiográfico’, aunque lo autobiográfico, en este caso, esté tamizado por la imaginación. Ilustrado por bellas imágenes, incluida su portada, que nos ofrece un León antiguo, en el que sobresale su catedral.

Como le gusta decir al propio Andrés: "En el libro hay autobiografía e imaginación para personajes y lugares que enriquecen una forma de vivir o de hacerles vivir. Y esas letras están ’condicionadas’, en la mayor parte de las veces, por melodías que me crean un ambiente propicio para poner una letra tras otra. Normalmente me acompañan Haendel, Prokofiev, Tchaikovsky, Bach... Y  también The Beatles".

Unos relatos que nos hablan de un tiempo pasado, que algunos desconocen (como es el caso de los hijos del autor) y que otros recuerdan con nostalgia. La memoria como fuente literaria. Y el pasado, cargado de vivencias y recuerdos, como sustancia nutriente.

Un retrato del León de infancia de Martínez Trapiello, un "León pródigo en bellezas", que su creador nos enseña con fascinación, con alma, con el espíritu de un rapaz que estuviera descubriendo su universo.

"La senda de Trapi es –nos aclara su creador– producto de mi blog". Hasta que sus amigos escritores lo impulsaron a que editara un libro, que hiciera crecer las palabras para juntarlas en un volumen.

Cuenta que su afición por las letras comenzó en el Colegio de los Padres Dominicos de la Virgen del Camino con la redacción de sus diarios, "muchas páginas de muchos cuadernos que han desembocado en mis divertimentos", apostilla este literato y fotógrafo, que dice de sí mismo que ni es escritor, porque se limita a poner una letra tras otra para su satisfacción, como evasión o necesidad de continuar una costumbre adquirida en su Colegio de los  Dominicos, ni es fotógrafo, porque sólo hace fotos.

En todo caso, en estos momentos puede verse una exposición fotográfica suya en el Club Peñalba Casino de León, donde nos muestra quince imágenes sobre paisajes urbanos de la capital provincial, su "referencia de vida por nacencia y vivencia", tomadas en distintas épocas, años y momentos.

"Mantengo, como en lo literario, que yo no hago fotografía, que hay muy buenos fotógrafos por estos lares; yo solamente hago fotos, quizás como compensación al no saber pintar", sostiene este autor leonés, que se considera ciudadano del mundo, y cuyos lazos familiares lo unen al terruño,  aunque sus ancestros –recuerda– ya ocupen un lugar en cualquier cementerio de la Provincia.

"Mantengo, como en lo literario, que yo no hago fotografía, que hay muy buenos fotógrafos por estos lares; yo solamente hago fotos, quizás como compensación al no saber pintar"

El alma en el arte

Andrés Martínez Trapiello es consciente, como dijera su hijo, el fotoperiodista Andrés Martínez Casares, que "el secreto de una buena fotografía es el alma". Y es lo que intenta reflejar él cuando dispara su cámara o su móvil. O lo que hace cuando escribe, imprimir alma a las palabras y las imágenes. Ese es el secreto, sin duda. La clave reside en cómo se logra captar el alma de las cosas y las personas.

"Hay fotografías que me han provocado completarlas con letras; aunque las hay que ya hablan por ellas mismas", matiza Andrés, quien escribe y fotografía porque le gusta. Y lo hace con emoción. "Si a alguien más le llama la atención, le provoca alguna emoción, me siento doblemente feliz".

Me da la impresión de que la humildad es lo que nos ayuda a seguir creciendo, aprendiendo. Y Andrés, que es un hombre humilde e inquieto, siente devoción por el arte en general, porque otra de sus grandes pasiones, como ya habíamos adelantado, es la música, su alimento espiritual. "Para mí la música es fundamental en la vida desde que la formación en el Colegio de los Padres Dominicos de la Virgen del Camino nos desveló el complemento tan maravilloso que es para una vida lo más plena posible, los ratos de felicidad que puede proporcionar. Soy adicto a ella durante muchas horas al día, me acompaña".

En realidad, se considera más consumidor de música que de literatura, aunque reconoce que hay un libro, ’Al morir Don Quijote’, de Andrés Trapiello, que le  ha dejado un estupendo sabor de boca. "Lo he saboreado como complemento a dos obras musicales de Joaquín Rodrigo: ’Fantasía para un gentilhombre’ y  ’Concierto de Aranjuez’, que me acompañaron durante su lectura", precisa Martínez Trapiello, quien es primo de los escritores Andrés Trapiello y Pedro Trapiello, bien conocidos en el panorama literario.

"Mi madre y la de los más conocidos, Pedro y Andrés, son hermanas, hijas de Andrés Trapiello que fue maestro por pueblos de la ribera del Torío y Sabero; pero Pedro y Andrés tienen otro hermano, Severino, que es un buen pintor... y Luis que también escribe... Bueno, Josemaría, otro hermano, también ha escrito un libro... y mi hermano José Luis escribió también mucha poesía...", rememora Martínez Trapiello, que en su libro ’La senda de Trapi’ nos ofrece un capítulo, ’Desfaciendo entuertos’, en el que nos desvela los parentescos. Y nos especifica que él es hijo de su tío César, el cura.

Su primo, el periodista y escritor Pedro Trapiello, le dedica unas palabras en la contraportada de ’La senda de Trapi’: "... Andrés, claro, sabe escribir porque aprendió a ver y a leer y a dudar... y porque unos frailes redondearon lo mamado con nuevas palabras y miradas, proporcionando además un sentido adversativo muy escolástico, ese del "sí, pero", ese que tanto ahormaría el estilo y actitud de no pocos "atravesados" que estudiamos con ellos sin que nuestra gratitud tardía alcance a pagarles nada".

Y el prologuista de esta obra, Javier del Vigo, escribe que Andrés Martínez Trapiello "es síntesis del linaje de los Trapiellos. Un renacentista en la aldea global: monaguillo y casi fraile en su juventud; presbítero en la película Viene una chica en la que Chema Sarmiento, el cineasta berciano, descubrió sus dotes de actor junto a Alberto Cortés; cantor solista de una escolanía dirigida por Ángel Torrellas cuando su voz era blanca  y sus pantalones cortos, concejal en el Ayuntamiento y político activo en aquella Diputación leonesa que tantas ilusiones despertaron en la Transición, melómano de cuanta música clásica o religiosa cabe en un iPad, desde Haendel a Grieg, pasando por Prokofiev; fotógrafo de los rincones de León donde el tiempo se detuvo hace siglos y se oyen hoy los pasos del tiempo ido...".

Cree Andrés que el escritor Javier del Vigo ha sabido captar muy bien su actitud ante la vida; así como las muchas actividades que ha desarrollado junto a su esposa, ya fallecida,  y sus tres hijos, que le han permitido llevarlas a cabo, entre ellas, su faceta como actor en ’Viene una chica’, de Chema Sarmiento, quien también fuera antiguo alumno de los Dominicos, "de unos cursos inferiores al mío", que le propuso la colaboración, en esta película, como el reverendo Antonio Arreola. "Yo nunca había hecho cine... Me puse sotana y casulla  y después de la primera escena que grabé en un confesionario, después de varias tomas, yo permanecí sentado en el mismo esperando a Chema que venía hacía mí. ¿Cómo he estado?, le pregunté;  a lo que con una amplia sonrisa me contestó que estaba satisfecho, pero que serían otros quienes  me lo dirían", recuerda Andrés con afecto a la vez que siente pena porque tantos valores leoneses, entre ellos el director berciano Chema Sarmiento, conocido sobre todo por su genial película ’El Filandón’ (en la que participaran grandes escritores leoneses: Pereira, Mateo Díez, Merino, Pedro Trapiello y Julio Llamazares) tuviera que emigrar, en su caso a París, donde reside en la actualidad.

"Para mí la música es fundamental en la vida desde que la formación en el Colegio de los Dominicos de la Virgen del Camino nos desveló el complemento tan maravilloso que es para una vida lo más plena posible"

"Es triste, en este sentido, esta tierra nuestra. En varias ocasiones he manifestado el error de unos provincianos que educan hijos para la emigración", afirma Andrés, quien, en esta misma línea en el ámbito narrativo, observa que hemos exportado muchos escritores que residen en otros lugares, sobre todo en Madrid. Aunque por fortuna hay escritores que continúan aquí –añade– en una labor callada que trasciende en momentos determinados.

Se muestra asimismo entusiasmado con el movimiento que existe en el campo de la poesía en León, con poetas a pie de calle; poetas desconocidos, según él, que se manifiestan con este movimiento, "es decir, el vaciarse en versos en cualquier lugar que se ofrezca a ello, ya sea un recinto al efecto, un bar o cualquier otro paraje urbano".

En estos momentos tiene la intención de continuar con su blog con tranquilidad, sin la necesidad de escribir obligado. Y confiesa que se siente algo abrumado por calificativos que lo han acreditado de escritor, fotógrafo, actor...

Entrevista breve a Andrés Martínez Trapiello

"Estoy en la aldea global"

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

’Al morir Don Quijote’, de Andrés Trapiello.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

En la música, Haendel. En la vida, mi familia.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

¿Es autora la que vende más libros en España, Ana Belén? Pues ella.

Un rasgo que defina tu personalidad.

"Yo soy yo y mi circunstancia".

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La honestidad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Los políticos son reflejo de la sociedad (alguien lo dijo) y esta política no me gusta nada.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Quizás por la edad, ponerme el mundo por montera.

¿Por qué escribes?

Por divertirme, desarrollar la imaginación y recoger en letras las historias que se pierden.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Son un complemento de vida y hay veces que aportan temas para poder desarrollar, pero no son fundamentales.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Sin que parezca pretencioso, yo mismo.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Solamente el mío, lasendadetrapi.blogspot.com.es

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Lo dijo muy bien Javier del Vigo: estoy en la aldea global.

GENTILEZA Y CONVITE (por Santos Vibot)

GENTILEZA Y CONVITE (por Santos Vibot)

 

Os pedía hace unos días, a todos los que ya la conocéis, la gentileza de que recomendarais, con vuestras mejores dotes de persuasión, mi Métrica para Borja a alguno de vuestros más queridos amigos y conocidos.


Para predicar con el ejemplo en esto de recomendar lecturas, quiero yo a mi vez  recomendaros -convidaros si me lo permitís- a un libro que tal vez os sorprenda, emocione y encante, si aún no lo conocéis: Merlín y familia, de Álvaro Cunqueiro. 

Muy tarde en mi vida –Agosto de 2007-  leí un breve pero sugerente elogio sobre él en un libro de Andrés García Trapiello, nunca se lo agradeceré bastante. Lo busqué inmediatamente y desde entonces -fascinado por tan alta escritura- colecciono con fervor todos los títulos de este genial, incomparable e irrepetible escritor que nació en Mondoñedo en 1911 y que comenzó publicando poesía en galego.

Tengo en mi casa una terraza que da a una alta celosía tras la que se entrevé un misterioso jardín. Se trata del jardín privado del que en sus días de gloria fue el palacio del Duque de Rivas, hoy perteneciente al contiguo ministerio de asuntos exteriores, de ahí las altas celosías y las enredaderas cada vez más tupidas que lo celan. El rumor estival de sus centenarios plátanos festoneados de pájaros o la salmodia del viento entre sus ramas otoñales me devuelven siempre a los bosques y los montes añorados… pero, al mismo tiempo, también me arrulla la encantada fantasía de que estos mismos vientos, pájaros y frondas, acaso, inspiraran a D. Ángel Saavedra, en aquel romántico siglo, alguno de sus delicados romances, escritos con la finura y percepción de detalles y matices de luces y colores de un auténtico pintor.

No había leído del señor duque -si es que los leí y si es que figuraban allí- apenas más que los versos de la antología de la literatura española del colegio, pero las constantes evocaciones de la música de este jardín -tan cercano y cada vez más recóndito- me han hecho buscar su obra completa. Y además encontrarla reunida, y yo diría que entronizada, en aquella suntuosa edición barcelonesa de Montaner y Simón de 1885 con las preciosas ilustraciones y detalles ornamentales de Apeles Mestres y Luis Pellicer. No recuerdo ahora quién decía, tal vez JRJ -pero esta cita también la leí en A.G. Trapiello, quien como buen bibliómano la saca con frecuencia a colación- que los libros, en edición distinta, dicen cosas distintas…

El caso es que releyendo cosas de Azorín he tropezado con un libro suyo titulado Rivas y Larra. Este minucioso y sutil estudio cita párrafos enteros de los periódicos de la época a propósito del estreno y fortuna crítica de Don Álvaro o la fuerza del sino consultados en la Biblioteca Nacional, así como extensos textos de ambos escritores.

Y este modo de recomendar e incitar a una lectura me ha parecido sabroso y eficiente. 

Escuchadme a Cunqueiro por favor, este fastuoso, austero, recamado, conmovido, terrenal y etéreo escribidor que se mete en la piel del criado del mago Merlín, y en una lengua por momentos alquímica nunca antes escuchada pero de tan emocionantes, hipnóticas, arrebatadoras evocaciones, a la vez del habla más campesina y de las más sutiles e intrincadas filigranas culteranas -con aromas y simas tan pronto medievales como cervantinas  o modernistas… se mete, digo, en la piel del sirviente de Merlín y comienza así su ensalmo: 

 

“Ahora que viejo y fatigado voy, perdido con los años el amable color de la moza fantasía, por veces se me pone en el magín que aquellos días por mí pasados, en la flor de la juventud, en la antigua y ancha selva de Esmelle, son solamente una mentira; que por haber sido tan contada, y tan imaginada en la memoria mía, creo yo, el embustero, que en verdad aquellos días pasaron por mí, y aun me labraron sueños e inquietudes, tal como una afilada trincha en las manos de un vago y fantástico carpintero. Verdad o mentira, aquellos años de la vida o de la imaginación fueron llenando con sus hilos el huso de mi espíritu, y ahora puedo tejer el paño de estas historias, ovillo a ovillo. Cuando de obra de nueve años por Pascua Florida, con la birreta en la mano, me acerqué a la puerta de mi amo Merlín, ¿quién diría que me la iban a llenar, la gorrilla nueva, de las más misteriosas magias, encantos, inventos, prodigios, trasiegos y hechizos? Nunca regalo como éste, digo yo, le fue hecho a un niño, y como de un cuerno maravilloso saco cinta tras cinta, cuento tras cuento, y con mis propios ojos contemplo toda aquella tropa profana que a Merlín acudía y a sus siete saberes: en Merlín se juntaban, tal los hilos de un sastre invisible, todos los caminos del trasmundo. Él, el maestro, hacía el nudo que le pedían. Ya lo veréis.”

 

Al copiar estas líneas he sentido tal fuerza y maravilla que en un instante he comprendido, reveladoramente, aquella antigua enseñanza que prescribía a los estudiantes de composición musical hacer copias manuales de las partituras de los grandes maestros…  

Y continúa Cunqueiro (respetad bien sus comas en vuestra lectura privada, esa respiración suya musical):

 

“Quizá mejor que decirla fuera pintarla, la selva de Esmelle, que cae a mano derecha viniendo a este reino por la banda de León.” 

 

Y así, trasegando los siglos y los lugares, transubstanciando la Bretaña francesa en la Galicia profunda e infinita, escribe:

 

“A veces, por hacer fiesta, el señor Merlín salía a la era, y en una copa de cristal llena de agua vertía dos o tres gotas del licor que él llamaba “de los países”, y sonriendo, con aquella abierta sonrisa que le llenaba el franco rostro como llena el sol la mañana, nos preguntaba de qué color queríamos ver el mundo, y siempre que a mí me tocaba responder, yo decía que de azul,  y entonces don Merlín echaba aquella agua al aire, y por un segundo el mundo todo, Esmelle todo alrededor, las blancas torres de Belvís, las palomas y el perro Ney, el rubio pelo de Manueliña, la blanca barba de mi amo, el caballo tordo, los abedules de Quintás y el tojo de la corona del Castro, todo era una larga nube azul que lentamente se desvanecía. El señor Merlín sonreía mientras secaba la copa con un paño negro. Esmelle, selva ancha y antigua, en la memoria la llevo yo de azul pintada, como si una enorme y tibia luna posara, en un repente, en la tierra.”

 

Y escuchad la finura psicológica de este retrato:

 

“Por don Merlín no pasaban los años, y de esto se quejaba como de un maleficio, pero pocas veces, que el ser de él era aparentar muy franco y abierto, contento del mundo y hablador, y sonreía muy fácil; le ayudaban a ser franco los ojos claros, y aquella su frente levantada y señora, y hasta aquel gesto que tenía de acariciarla con la mano derecha cuando te hablaba. Era de pocas carnes, pero muy puesto en sus anchos y gentil, y muy andador.”

 

O este de otro personaje en una escena cotidiana:

 

“Le hice señas de que pasase él también a la cámara, que yo quedaría por guarda del equipaje, pero él, sonriendo, y a fe que era muy mozo y tenía un no sé qué de alegre hermosura y era muy pulido de maneras, en nuestra habla me dijo: 

   -No puedo, mi amigo, dejarte por guarda de este atavío, que es mi oficio señalado no apartarme de él ni un alfiler de monja. (…) y lo que yo quería ahora de ti es un vaso de agua fresca.

   Se lo fui a buscar al pozo viejo, que es como una nieve, y el bebió sabroso y despacio.”

 

O este fragante retrato femenino dialogado:

 

“…talmente una rosa. Yo sé lo hermosa que es porque trato al pintor que la retrató cuando estudiaba música en Alejandría, y no sé qué es lo que de ella más enamora, si los grandes y verdes ojos entornados, la canela de la piel, el decir sosegado de aquella pequeña boca, la gracia de sus manos en la viola…

-Los pechicos como dos claudias reinas, la cintura que se puede ceñir con el tallo de una rosa, los finos brazos que levanta cuando canta, y las piernas con las que cuando danza vuela. Toda ella es un misterioso vaso de perfume…”

 

Y ahora, como descorriendo levemente los velos de algunas escenas al pasar, dejaos empapar de estos luminosos retazos que entresaco de sus páginas de estos destellos, estos fragmentos de conversaciones o ensimismados soliloquios:

 

“…y con aquel aire amigo que ponía, y que yo sé que le venía de su saber del corazón de las gentes y de los sueños y soledades que cada uno lleva en la cartera de su espíritu, recuerdo que me dijo…

…me contentaba con resoñar sus ojos azules…

…lamió el almíbar demoradamente…

…Las historias, como las mujeres y los guisados, precisan de adobo.

…la boca de finos labios muy franca de corte, cuantimás que era risueña.

…alfombraron de rosas, romero y espadaña el patio…

…y el tonsurado izó a la grupa al monaguillo…

…con aquel hablar sosegado y tan alegre que tenía, que parecía mismo que te rozaba con plumas las orejas…

…”swan’s pavane”, que quiere decir “pavana de los cisnes”…

…era de conversación larga y confiada…

…gustaba de verter misterio alrededor de sus historias…

…Y el espejo lo compró Alsir en la feria de Tilsit a un judío jázaro que tenía allí tienda de menta piperita, aguas de soñar y espuelas de fortuna…

…cuando os educabais en aquella escolanía…

…y era muy de mi gusto aquel caldo de calabazo dulce que hacía la señora Marcelina por tiempo de otoño…

…cuantimás que estaba a mi lado pelando castañas la mi Manuela y parecía que me despertaba los párrafos con el dulce y sorprendido mirar que en mí posaba; estampa de mirlo debía componer yo, tal cuando el avecilla canora enamora a la hembra con el atavío de su canto…

…y os digo que amaneció, si el Señor manda rosas, la más hermosa del mundo, y los ojos en ella, dos gotas de verde rocío.

…¡Oyérais la voz con que aquella hermosísima señora hablando ya cantaba! Hay pájaros que tienen el canto misterioso, pero no hay comparación que valga. ¡Quién la oyere por las mañanas en vez de la alondra!

…un sentir loco que me mordió muchos días, y aún ahora que viejo voy, por veces me distrae, y me vuelvo porque me parece que escucho en el agua que pasa aquel manso decir cantor que ella tenía, y medio en verso, y a mí mismo, loco, burlándome, en la ocasión me pregunto: ¿qué me quieres , Amor?

…Pero, por veces, brinca el solcillo radiante de un recuerdo de juventud, y en algún lugar derrite la nieve, y es como si en la soledad del mundo un pasajero desconocido encendiese una pequeña hoguera, y vas tú y por una hora te calientas al amor de ella. ¡Memorias, memorias, memorias!

… Este dulce poeta que podía, en pleno desierto, cantando la hermosura y frescor de una fuente, hacer que los nómadas vieran de pronto en el aire copas de Bagdad llenas de líquido cristalino y frío…

…y me ordenó que abriese la sombrilla, y al abrirla, de dentro de la seda cayó, como una rosa puede caer de un búcaro, una gentil doncella solamente vestida de su rubor, la larga cabellera dorada y una cinta de oro en el tobillo izquierdo…

…el hombre más hermoso de Portugal en su tiempo, muy lucido de lunares y con una mirada tan triste en los grandes y negros ojos, que parecía, dicen, que cuando demoradamente os miraba era como si una niebla de oscuras caricias saliese, para envolveros, por entre la aleteante seda de las largas pestañas. Con sólo esta mirada despertaba grandes amores…”

 

***    ***    ***     ***     ***

 

Estos son algunos de los pasajes que he espigado en la esperanza de contagiaros mi admiración por Cunqueiro y de incitaros a unas horas de lectura acaso inolvidables al amor del rescoldo de su fuego verbal. De su sabroso frescor. De sus locuaces silencios. Podría haber escogido otros, pues rara es la página en la que no hay algo que admirar y saborear, pero -como bien nos ha recordado Baldo con aromas de yerba y eucaliptus- quidquid recipitur ad modum recipientis recipitur. Que cada uno reciba lo que pueda, pero yo tengo la certeza de que la deslumbrada lectura de radiantes libros como este ahonda, ensancha y embellece sin cuento el siempre agradecido y sediento e infinito recipiente del alma.

SI ESTÁS EN BARCELONA Y QUIERES IR A ESPAÑA…(Por Isidro Cicero)

SI ESTÁS EN BARCELONA Y QUIERES IR A ESPAÑA…(Por Isidro Cicero)

 SI ESTÁS EN BARCELONA Y QUIERES IR A ESPAÑA…

(Ilustraciones Jesús Herrero)

Cuando Martín pidió su ingreso en la Orden de los dominicos, el Prior de Palencia se lo dijo al Capítulo y allí mismo acordaron elegir tres examinadores para tantear las  intenciones de Martín. Había que averiguar si era apto o no para formar parte de la Orden; indagar sobre su ingenio, averiguar sus habilidades y su instrucción en letras. Especialmente, había asegurarse hasta los límites humanamente posibles desde cuándo viene sintiendo esta inclinación hacia la vida religiosa; cuáles son los motivos reales por los que quiere hacerse fraile: si es por devoción, si es para no trabajar, si es por necesidad; si -como tantas veces ocurre con los jóvenes-  es por huir de la rigidez de unos padres duros e intransigentes.

En presencia del Capítulo conventual,  el prior, fray Tomás Bermúdez de Paredes, mandó a los examinadores que se cercioraran sobre si Martín de la Escalera Martínez estaba casado. Este encargo lo hizo leyéndolo con especial énfasis directamente de un libro en latín. Qué edad tenía el joven peticionario en realidad. Si era esclavo, siervo o libre.  Si tenía la vida amarrada a alguna situación de cualquier modo invalidante. Si pendía sobre él alguna causa penal o administrativa. Si tenía alguna deuda. Si era profeso de otra orden, si tenía alguna enfermedad oculta. En fin, si era Martín hijo ilegítimo.

Pasados unos días cada uno de los tres examinadores por separado hizo su indagación y emitió su informe al prior y al Capítulo. Ninguno de los tres encontró impedimentos reglamentarios serios para que Martín fuera admitido al noviciado. Ni Francisco Beranga, ni Pedro Leizaola, ni José de León pusieron el más mínimo inconveniente. El padre Tomás, como prior, pidió el consentimiento de los frailes y una amplia mayoría relativa de ellos se lo concedió. Como Martín había pedido ingresar para ser clérigo, con estos requisitos bastaba. Si los examinadores, el prior y el capítulo le hubieran admitido para ser hermano converso, hermano de obediencia o simplemente hermano donado, habría hecho falta un requisito más: tendría que haber dado la autorización el padre provincial y haber logrado el consentimiento de dos tercios de los votos de los vocales, es decir la mayoría absoluta de los mismos.  Como se sabe, no todos los religiosos son vocales, solo los clérigos que han hecho la profesión perpetua.

Entretanto, el maestro de novicios había estado ya desarrollando su oficio con Martín. Le había dado las pertinentes instrucciones formales: Cómo debía prosternarse para la toma de hábito, cómo debía formular la petición ritual al prior, cómo había que contestar cuando éste le preguntara.

El maestro de novicios de Palencia, un hombre serio, huesudo, de rostro seco, pocas palabras y cara en general también de pocos amigos, había impresionado a Martín desde el primer momento por su seguridad en lo que hacía y por su claridad respecto a todo lo que había que hacer.

Llegado el momento, el maestro condujo a Martín al centro de la sala capitular. Martín vio los ojos de todos los religiosos fijos en él. El maestro le señaló el lugar exacto donde tenía que postrarse. La forma ya la tenían Martín y el maestro bien ensayada. Todo el cuerpo de Martín tenía que estar postrado en el suelo, con los brazos y las manos extendidos formando una cruz. Cuando el prior fray Tomás, le preguntó en latín “qué pides”, Martín respondió en latín también “la misericordia de Dios y la vuestra”.

El prior le mandó levantarse, carraspeó y le dijo así:

Queridísimo hijo mío. Dos cosas nos pides: Una, la misericordia de Dios, y otra, la nuestra. Pero por desgracia, la misericordia de Dios, nosotros no te la podemos dar. Bien es verdad que a lo mejor ya la tienes, a lo mejor ya has sido bendecido por la misericordia del Señor. Fíjate en que ha sido Él, quien te ha inspirado ingresar en esta Orden. A lo mejor es así, pero no lo sabemos.

 Nos pides también la misericordia nuestra. Tampoco podemos dártela aunque bien quisiéramos,  si no cumples ciertas condiciones. Si no te propones cumplirlas, o si no prometes cumplirlas no podrás obtener nuestra misericordia.

Martín tuvo la impresión de que el padre prior, que le hablaba mientras sus ojos permanecían fijos en un libro, en realidad estaba leyéndole aquellas palabras. A lo mejor estaban escritas no para él, sino para todos los frailes que habían entrado antes que él en la Orden.

En primer lugar, seguía diciendo el prior, si por ejemplo estuvieras casado, si hubieras consumado matrimonio con una mujer, no podríamos admitirte entre nosotros, ya que estarías obligado con ella. En segundo lugar, si eres un siervo, si hubieras sido comprado por un señor, tampoco te podríamos admitir porque te deberías a tu amo. En tercer lugar, si tuvieras deudas cuantiosas a las que no puedas hacer frente, si estuvieras obligado a responder de algún asunto realizado por encargo de otra persona, nosotros no podríamos admitirte hasta que te libraras de esos impedimentos. Porque ten en cuenta que nuestra orden es muy pobre y no podría hacer frente a deudas ajenas.

Si fueses profeso de otra orden, y esta es la cuarta condición, no podríamos aceptarte nosotros, porque estarías obligado con la otra. Por parecidas razones, tampoco podríamos recibirte si tuvieras alguna enfermedad oculta, ni siquiera si la enfermedad estuviera a la vista de todos. Nuestra orden trabaja mucho, nuestros cuerpos se consumen y no se recuperan. Los frailes tenemos mucho que hacer. Si tuviéramos que dedicarnos de continuo  a cuidar enfermos, no podríamos hacer lo que tenemos que hacer, ¿comprendes? ¿Comprendes, hijo mío? ¿Tienes tú alguna enfermedad oculta? ¿Incumples alguna de estas condiciones que te digo?

Martín contestó, como le había instruido el maestro de novicios: “No padre”.

El prior hizo una pausa, le miró fijamente y siguió:

Pues verás. Para conseguir nuestra misericordia no basta con el no. Con no tener los impedimentos antedichos, que son condiciones negativas, no basta. Conviene que comprendas también las condiciones positivas y del sí. Las cosas que sí debes cumplir en la Orden. Tienes que saber esas condiciones y tienes que manifestarnos afirmativamente tu voluntad de cumplirlas, No sea que luego - andando los años- nos  vengas diciendo que te engañamos y que no sabías que hubiera en nuestra vida común obligación de hacer unas cosas tan difíciles de realizar.

En primer lugar, debes comprometerte a cumplir los tres votos principales de la Orden, obediencia, pobreza y castidad. En cuanto a la obediencia debes saber que estarás obligado a cumplir nuestra Regla y constituciones y a obedecer a tus mayores. Piensa que ya no tendrás ninguna libertad; que quedas completamente sujetado y privado de voluntad propia. Así por ejemplo, no podrás comer o beber sin permiso; ni ir a ningún sitio sin permiso, ni hacer nada que te apetezca sin que te lo permita tu superior. Si estás en Barcelona, pero tus superiores dicen que tienes que ir a España,  a Roma, a Florencia, a Milán, a Francia, tienes que obedecerlos a ellos, para nada importa tu voluntad.

En cuanto a la pobreza, lo mismo, hijo mío. No podrás tener nada, absolutamente nada. Por poco que sea, no podrás considerar nada como tuyo, nada de lo que puedas decir “esto es mío”. Nada. Las  cosas que se te conceden para usarlas, siguen sujetas a la voluntad de tu superior. Él te las podrá quitar siempre que quiera, sin que tú tengas nada que objetar ni qué preguntar. No podrás tener dinero. Si alguien  te diera dinero no lo podrás gastar, ni dárselo a nadie, ni enajenarlo, ni cambiarlo. En caso de que alguien te diera dinero tienes que ponerlo inmediatamente a disposición de tu superior aunque sean unos céntimos.

En cuanto a la castidad, no solo tendrás que mantenerla con el cuerpo sino con la mente.   Es decir: No podrás pensar en cosas impuras ni deleitarte con ellas. Y aparte de eso, no podrás decir groserías, torpezas, ni hacer actos indecentes, lúbricos. No podrás desnudarte, ni fijar los ojos en las mujeres. En esto tienes que considerarte a ti mismo como si no fueras hombre. Como si fueras una piedra. Como si fueras una  madera.

Es difícil, Martín, hijo mío. Muy difícil. Pero para poder cumplir estas cosas, tenemos una Regla y unas Constituciones que establecieron algunas técnicas para la maceración del cuerpo. Por ejemplo, tenemos las vigilias. Cuando a ti te apetezca dormir, tendrás que levantarte para ir a maitines o para cumplir otras ordenes que se te den. Tenemos los ayunos, que deberás cumplir  todos los viernes del año sin excepción y todos los demás días desde la fiesta de la Santa Cruz de septiembre hasta la de la Pascua. Los domingos, están  exceptuados.

No podrás jamás comer carne sin necesidad, enfermedad o licencia del superior. Pero como nuestra Orden es razonable y sólo exige al religioso lo que el religioso sea capaz de dar, debes saber que en caso de que surja alguna necesidad, el prior podría ejercer contigo algunas dispensas de cuando en cuanto respecto a estas austeridades, sobre todo en lo que respecta a vigilias y ayunos.

Los viajes largos tendrás que hacerlos a pie y de vez en cuando sin dinero, pidiendo limosna para mantenerte. También será bueno que vayas por las ciudades y villas pidiendo trigo, vino y otras cosas para el sustento de los frailes de tu convento. Debes salir a pedir pan con un saco.  Tendrás que llevar,  querido Martin, ropas harapientas, vulgares y padecer muchas incomodidades y muchos trabajos. Incluso, fíjate Martín, incluso haciendo todo esto así, todavía tendrás que padecer críticas, tribulaciones, incomprensiones y burlas de la gente. Y todo ello deberás soportarlo con paciencia. Cuando más graves sean estos sufrimientos mayor recompensa tendrás, incluso la vida eterna. La cual te prometo en nombre de Dios, si cumples firmemente todo lo que te acabo de decir. 

Así pues, ¿quieres cumplir todo lo que te he dicho?

Martín respondió:” Sí quiero”  Y el prior: “Pues el Señor que empezó en ti esta buena obra, que la lleve a su término”.

Amén, dijo a una voz el Convento al completo.

Entonces el maestro que había permanecido inmóvil a escasa distancia de la escena, acompañó a Martín hasta el asiento del  padre prior y le mandó que se arrodillara. Llegó el hermano vestiario, trayendo las nuevas ropas que tenía preparadas,  se las acercó al prior y este se las fue poniendo a Martín, empezando por la túnica. Después le ciñó el cíngulo, y a continuación el escapulario, la capucha y la capa. Por este orden.

Ya vestido Martín con el hábito de la orden, todos los frailes se pusieron de rodillas. El hermano cantor comenzó a entonar el himno “Veni Creator Spiritus” y todos los religiosos, de dos en dos, desfilaron lentamente cantándolo camino del coro. Detrás del prior iba el padre maestro conduciendo al ya novicio Martín hasta la grada del altar mayor. Llegado a ese lugar el maestro le indicó que volviera a postrarse en el suelo en venia mayor hasta que el coro concluyera el himno al Espíritu Santo.

Cuando esto ocurrió, dijeron los kiries rituales, el paternóster, el emite spiritum tuum,  etc. El maestro llevó a Martín otra vez ante el prior y le ordenó que se descubriese la capucha. El prior asperjó a Martin con agua bendita, y a continuación le recibió para el abrazo de la paz. Después del prior, hicieron lo mismo todos los frailes, primero los del coro derecho, luego los del izquierdo.

Por última vez el maestro de novicios llevó a Martín delante del prior y este le dijo para finalizar el acto: Martín de la Escalera Martínez, desde hoy te llamarás Beltrán de Paredes.

LOS LIBROS DE MARIANO

LOS LIBROS DE MARIANO

Para enriquecer la biblioteca de LIBROS de nuestro blog, hoy os dejo el acceso a estos cinco ibros de MARIANO ESTRADA pinchado en Enlaces LIBROS de la portada del blog.

  • Poeminos de amor
  • Poecanciones de amor
  • Los territorios de la inocencia
  • Las orillas del mar
  • Animales en el corazón

Diseño y edición del gran Lalo F. Mayo.

EL CALDERO DE LOS LIBROS (El regalo de los 9 años)

EL CALDERO DE LOS LIBROS (El regalo de los 9 años)

Estoy seguro que os va a gustar el regalo que, envuelto en papel de seda y celofán, el gran Lalo Mayo (¡cuánto te tenemos que agradecer!) nos deja hoy, para celebrar juntos nuestros primeros nueve años de blog, nacimos un 11 de Marzo de 2007.

Os dejo el acceso a estos tres libros pinchado en Enlaces LIBROS de la portada del blog.

  • La Vendedora de Globos
  • Cuaderno de la Memoria
  • El Álbum de las fotos

Si alguno de vosotros no tiene los libros originales, me los podéis pedir, quedan algunos ejemplares.

En próximos días os descargaré los libros de Mariano Estrada.

¡Felicidades!


 

El caldero de los libros

 

El Furriel me ordena (Josemari solo me lo habría pedido, pero ante el Furriel hay que cuadrarse, dar el taconazo de ordenanza y decir “Sí señor, señor”)... me ordena, digo, preparar una introducción para presentar los libros que han salido de las plumas de los Antiguos Alumnos Dominicos de La Virgen del Camino y que se podrán encontrar para bajar y leer en formatos pdf y —alguno— en epub en el rincón correspondiente del blog.

Y para inaugurar la sección, ahí encontrarás nuestros tres primeros tomos de la Colección El Tomillar: La vendedora de globos (2009), el Cuaderno de la memoria (2011) y El Álbum de las fotos (2014). Seguramente que a todos a los que les interesaron se les entregó su ejemplar en tiempo y hora, y hace años que dieron buena cuenta de ellos. Pero por si algún despistado se quedó sin disfrutarlos, aquí los encontrará ahora en formato digital. Es más, si se lo pedís al Furriel quizá pueda conseguiros algún ejemplar que quede por ahí despistado. Los dos primeros, La vendedora y el Cuaderno tienen un tamaño (peso, se dice ahora al hablar de megabites) manejable, pero el Álbum de las fotos, dados su extensa paginación y contenido fotográfico, aparece como un archivo de más de 30 Mb que quizás dé algún problema a quien quiera bajarlo. Pero que no desespere, que se consigue.

Pero hay más. Las pretensiones, justas y justificadas, de Josemari Cortés son las de proporcionar en el gran caldero del blog los archivos de todo lo escrito por los exalumnos del Colegio, publicado o no, y ponerlo a disposición de todo aquel que pase por allí. No podrán estar, claro, los libros sujetos a derechos de editoriales ajenas, al menos durante el tiempo que duren estos. Pero sí aparecerán todos los demás que sus autores quieran y para ello solo es preciso que los “donen” al blog.

Esto es lo que nos ha concedido el compañero Mariano Estrada con sus últimos libros, de los que soy humilde editor, entendiendo por tal función tan solo diseñar, compaginar, montar y entregar a la imprenta para que la obra de Mariano pase a ser objeto físico destinado a gozar de caricias y lecturas. Aún falta alguno más, que tengo que buscar, encontrar y enviar, entre los miles de archivos salpicados por los discos duros en los que guardo todo lo que ha pasado por la pantalla de mi ordenador.

Y dedico este párrafo a todos los autores que deseen enviarnos sus textos, inéditos o ya publicados, con el obvio aviso de que hacerlo los abrirá a la curiosidad y acceso de todo el mundo a través de esta carretera sin normas, señales, ni agentes de la Benemérita que es Internet.

Así que, desde el instante en que el Furriel cuelgue estos archivos  en el blog, además de encontrar nuestras fotos, nuestros recuerdos y nuestros opiniones, allí podremos hallar/disfrutar del esfuerzo creativo de algunos de los nuestros más inspirados, más extrovertidos o, simplemente, más atrevidos; porque como se puede comprobar en las 2625644 entradas en el blog que hay en el momento de escribir estas líneas hoy, 12 de marzo de 2016, por falta de ideas y palabras no va a ser.

Salud

Lalo F. Mayo


MATINÉE, FE DE ERRATAS Y FORTUNA CRÍTICA (Por Santos Vibot)

MATINÉE, FE DE ERRATAS Y FORTUNA CRÍTICA (Por Santos Vibot)

Hace pocos días me llama Fernando Box y me dice que quiere acercarse a Palencia a darme un abrazo y, de paso, a recoger su ejemplar de mi Métrica. Me puse muy contento por tener la ocasión de verle una vez más y disfrutar de su siempre culta, jugosa, ponderada y gratísima conversación. Y de nuestro mutuo afecto. Como yo estaba en plena vorágine de los tortuosos laberintos de Correos y mis fallidos envíos, para desconectar un poco se me ocurrió llamar a Clemente y a Molpeceres por si querían también venir desde Valladolid, al igual que a Carlos Abad y Daniel Orden desde Santander. Menos a Molpeceres, que no podía venir entre semana por su trabajo, a todos les pareció un idea estupenda reunirnos y quedamos un día en Palencia; además también se nos unió Daciano que, como Daniel, tiene nieto en esta ciudad. En la entreplanta de la pastelería Polo, con café y picatostes, junto a un agradable ventanal con alegres y acogedoras cortinas de flores, pasamos una mañana feliz, como siempre que nos reunimos los viejos compañeros con la disculpa que sea.

Además de hablar y reír de mil cosas, de antes, de ahora mismo y de después, tuvo lugar a continuación una espontanea mini-presentación de mi libro, cosa tan nueva para mí y de tanta ilusión y satisfacción. Además de las preguntas sobre Borja, y sobre esto y lo otro, y los sabios consejos de Daniel sobre los trámites a realizar para  obtener el reconocimiento de su título de Virología en toda la Unión Europea, les recité muchos poemas del libro, como suele hacerse en las presentaciones de libros de poesía, entre acotaciones, bromas y preguntas muy gustosas de responder y compartir. El propio Box y también Clemente, y ahora no recuerdo si alguno más, quisieron recitar alguno de los poemas. Una matinée inolvidable. 


Daniel se tuvo que ir poco antes de las dos, pues quería ir a buscar por sorpresa a su nieta a la salida del colegio. Y Carlos Abad también pues debía visitar a su hermano enfermo. Los demás aún apuramos un buen ratico la tertulia y el cariño.

Acompañé a Box, Clemente y Daciano hasta un agradable restaurante en uno de los rincones más bonitos de la ciudad y me uní a ellos después de los postres, pues yo tenía comida de cumpleaños familiar y despedida de Palencia. Hay días en que todo lo bueno coincide. 

 

Una de las posibles erratas del libro me la indicó precisamente Fernando Box. Y digo posibles por que él mismo me dijo que no estaba seguro y que lo consultara con alguien que supiera más latín que él. Se trata de una frase latina que hay en la viñeta de la página 105. La frase, sin importancia especial y sólo para llenar el cartel de la viñeta y así trufarla con algún significado, es mía: SICUT CIGNUS LABENTIBUS SUPER AQUAS. Y la duda está en ese "labentibus". Box cree que tal vez debería ser "labens". Yo les pregunto a Pitu y a Manolón, que son los que más latines prodigan por aquí -o a cualquier experto que quiera terciar-,  que cómo traducirían la frase tal como está en el libro, si es que pudiera quedar así. Porque, según me sugirió el propio Box, también podría hacer sentido así, y un sentido interesante acaso. La duda es la corrección gramatical. Aunque a veces en poesía la sintaxis se fuerza y dicha corrección se sacrifica en aras de otros propósitos expresivos.

 

Y hablando de erratas, curiosamente ha sido el otro Box, Ramón Pajares, quien a visto en la página 28, detrás del penúltimo verso (Ático), una coma que claramente sobra. Podéis rasparla delicadamente con una cuchilla de afeitar y no quedará huella. El mismo Ramón tiene una duda muy razonable respecto a otra palabra escrita en griego, pero eso os lo comentaré con sus propias palabras más abajo, en los comentarios.

 

Otra errata he encontrado yo de menor importancia, pero que afecta a la perfecta corrección de la columna de cifras y letras de los parámetros métricos. En la p. 100, a la izquierda del primer verso no debe estar esa "a", sino el círculo atravesado por diagonal que indica la presencia de un verso libre de rima. Y, por tanto, los demás llevarían la secuencia: aabba, en lugar de la actual: bbccb. Por suerte -es bien sabido que las erratas se agazapan insidiosamente hasta aparecer triunfantes en el libro ya impreso y encuadernado- creo que no hay ningún error de palabras en mis versos. Si alguien encontrara algo, por favor que lo diga, por si se llegase a una segunda edición, cosa que dudo ahora mismo. El tiempo lo dirá.

 

En cuanto a la mayor o menor fortuna crítica de esta Métrica mía, remito al lector curioso que no lo leyera en su día, al espléndido y generosísimo ensayo que Isidro Cícero escribió como presentación de lujo en los portillos de los días 29 de Noviembre, en el que están las dos primeras entregas, y 17 de Diciembre, donde aparece la tercera.

 

Así mismo, y apareciendo incluso antes que dicho ensayo en la espontánea intervención de Mercedes Modroño -una entusiasta periodista de Galicia que no me conocía-, destaco y agradezco enormemente la estimulante y no menos generosa recensión "Bailando libre dentro de un corsé". Podéis leerla en el portillo del 19 de Noviembre, entre los 88 comentarios tan llenos de empatía y calor de amistad queintercambiamos allí.

 

Arrancar un pequeño elogio -o una simple lectura de mi obra- a las ilustres figuras del mundillo de la literatura oficial no mediando amistad verdadera o interés inconfesable por su parte, es tarea imposible para quien no conoce de cerca prácticamente a nadie, salvo a Pedro Trapiello, de quien estoy seguro que no me lo escatimaría -no uno sino varios en cascada- si se lo pidiera, tal es su generosidad y bonhomía.

 

Por eso, un poco abrumado tras la peregrinación un tanto mendicante por las librerías de Palencia y alguna de Madrid ofreciendo mi tierna mercancía con la esperanza de darla a conocer y de que prenda en algún corazón, haré una pausa en esta procelosa e impredecible promoción y esperaré vuestras palabras prometidas -mis primeros y mejores lectores-, que a buen seguro serán mucho más cálidas, perceptivas y gozosas que este gran mercado del mundo, tan canalla y endogámico.

 

Y, erratas leves aparte, perdonad mis muchas faltas, como en el teatro antiguo se decía.

Santos Vibot