Hola a todos.
Me envía Josemari la foto que acaba de colgar para que comente algo sobre ella. Es el día de la toma de hábito en 1.965 de mi primo Carlos Soria Tosantos en el Convento de San Pablo de Palencia acompañado de su madre Alicia, a su derecha, y de Tere Corral a su izquierda, esposa de otro primo mío.
¿Os dais cuenta que cuando os pide comentarios a los demás son sobre fotos de procesiones, barullos de gente, palios, la puerta de una Iglesia, una romería, la antigua Iglesia, la nueva, el Santuario, los enigmas de Coello de Portugal, las vidrieras, la piscina llena, luego vacía, un piano suelto, el organito de la Capilla Mayor, los mosaicos
un avión que sobrevuela las obras del Colegio
.y así sucesivamente. O sea, comentarios con enjundia porque los motivos lo merecen.
Pero a mi, no. A mi, la foto de parientes y con cuantos más hábitos blancos, mejor. Ya empiezo a sospechar que es para regodearse y para que vuelva a comerme el coco como hace 60 años pensando si lo mío era vocación sacerdotal, y además dominicana, lo que implica un valor añadido a un hábito o a una sotana, o era un simple pasatiempo.
Y no lo voy a repetir más veces: ¡¡ Qué síiiiii¡¡ que lo mío era vocación y además dominicana y que estaba situado ya en la lista familiar, en la fecha de la foto, detrás del protagonista, Carlos Soria Tosantos, que junto con su hermano Fernandito Soria Tosantos estábamos llamados a ser el relevo generacional de la familia dentro de la OP. Por las razones que fueran, ninguno de los tres llegamos a cumplir los objetivos que nos habíamos planteado. Yo sí conozco las mías. Las de Fernandito se las llevó consigo y algún día lo sabré cuando me lo encuentre y me lo diga. Las de Carlos vale más que no se lo pregunte pero lo intuyo porque a tenor de la respuesta que me dio al pedirle que me dijera algo sobre la foto y que transcribo literalmente me dio la impresión que aquel día Carlos pasaba por allí:
-¿Qué te puedo decir de la foto? Se tomó el día de mi toma de hábito en Palencia y aparezco con mi madre y Tere Corral, la mujer de Juanín Corral. A Palencia se acercaron para la ocasión una delegación gijonesa de la familia. Además de Juanín y Tere, acompañados probablemente por su hija Maite, de tu casa recuerdo que, sin duda, estaba tu hermana Marisa, y no sé si también Pepa, acompañadas de Emilita. En aquellos tiempos los mayores estábamos muy unidos desde que el verano anterior habíamos hecho juntos el Descenso del Sella, les piragües se decía entonces, en el tren fluvial.
Seguro que sucedieron cosas el día de la foto que no recuerdo.
O sea, como podéis leer, recuerda más el Día de Les Piragües y a mis hermanas que haber sido uno de los días más emotivos e importantes, en teoría, hasta ese año de 1.965.
Yo me las prometía muy felices pensando en que Carlos me iba a contar que esa noche no durmió de emoción o que el hábito le quedaba largo o corto, o que no sabía dónde colgarlo en la celda, o que se puso las botas con la primera cena conventual, o que la austeridad de la celda le recordaba una tienda de campaña
o que a la orden, la de mandar, de todos al suelo, el frío de la solería lo mitigó con la doble capucha embozando su cara, o que a partir de esa primera noche y consiguientes maitines ya estaba pensando en hacer la maleta y dejar colgado detrás de la puerta de la celda el tan reciente y estrenado hábito. Es decir, comentarios muy enriquecedores que son los que me gustan a mi y nada de que no te puedes dar idea del ambiente religioso que se respiraba, o que con la meditación ya me sentí fraile de verdad, o que ahora entiendo el sentir del Santo Rosario inventado por nuestro Padre Santo Domingo
o que, qué entretenida e interesante la homilía del Padre Maestro de Novicios, así me gustaría a mi homiliar cuando me ordene
Pues todas esas ausencias y fragilidad de memoria me las suplo yo porque ese día fue para mi de los inolvidables en mi vida. Recuerdo el abrazo que le di al salir de la Iglesia ya con el reluciente más que el sol hábito blanco, la reunión de todos mis primos Dominicos, a excepción del P. José Manuel Soria Heredia, recientemente fallecido, por encontrarse en las Misiones del Perú, momentos ambos que quedaron inmortalizados en unas fotos que tenemos archivadas en Fotos y Documentos, de la inmensa alegría de toda nuestra familia viendo que Carlos sería nuestro próximo Dominico. Recuerdo que me ví yo en el mismo lugar en tres años pero con el cambio de Palencia por Caleruega.
Y viendo ahora la foto sí que vuelvo a recordar a Alicia, su madre. La persona más dulce y cariñosa con la que me he encontrado en la vida, a la que sigo echando mucho de menos y con la que era una delicia compartir conversación.
Por lo demás, si queréis saber más de la foto, podéis preguntar a Pitu o a Antoñín Argüeso, por poner dos ejemplos, que se acordarán de ese día más y mejor que mi primo Carlos.